andr-333-w
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The cat in the socks
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El motivo de la presente es un registro de todas las cosas que a uno se le pueden ocurrir o que puede crear a lo largo de su vida consciente. Me llamo Andrea, por cierto.
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andr-333-w · 5 years ago
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andr-333-w · 6 years ago
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Les dije que me gusta más el proceso que el resultado xD
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andr-333-w · 6 years ago
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Cosas que dibujo
Siempre he tenido la inquietud de hacer muchas cosas, ya lo dije antes. Pero hay un abismo de diferencia entre tener gamas de hacer algo y hacerlo realmente. Así me sucede con casi todas las cosas.
Mi historia en torno al lápiz, el papel y cualquier material para plasmar arte bidimensional tiene casi mi edad y está mancillada con las cosas densas y oscuras que pasan por una mente en formación, y sobre todo, en la mía. No tengo recuerdos de haber sobresalido jamás en algo relacionado, es más, mis obras tenían la característica de ser de todo menos pulcras. En realidad, eran un desastre porque no tenía la paciencia ni la delicadeza para hacer algo bonito con las albondiguillas que tengo por manos. Nada me quedaba bonito, pero por algún motivo no me quejaba con el resultado, quizá porque lo que en realidad disfrutaba era hacerlo, y no admirarlo.
Por otro lado, tuve una época de “tendencias”, si es que se le puede llamar así. Decidí que un año me dedicaría a seguir estrictamente un patrón y una temática específica para dibujar, y en el siguiente año “probar algo nuevo”. No podría determinar el origen de ese comportamiento, pero me parece gracioso porque eso ocurrió más o menos entre los seis y los nueve años, edad en la que suspendí por mucho tiempo mi actividad en las artes plásticas (estas son artes plásticas, ¿verdad?). Aquí es donde ocurre el período denso y perturbador de mi “carrera artística” porque comencé a dibujar.... cosas prohibidas, al menos para alguien de ocho años. No voy a entrar en detalle, porque me da vergüenza recordarlo; pero si diré que los dibujos no los hacía yo, los hacía mi precoz y perturbado ello*. Mi yo se limitaba a sentirse culpable desde algún rincón de mi consciencia, y cuando mis bajos instintos estaban satisfechos, procedía a romperlo y a prometer no hacerlo nunca más, y a los días, volver a hacerlo. Claro, para hacer cosas tan indebidas (así las veía yo), necesitaba un aliado, no creo haberme animado a pecar yo sola para ese entonces. Recuerdo que para el último dibujo que hicimos, en mi salón ya corría el rumor de que, mientras todos salían a jugar, nos quedábamos mi aliado y yo dándole rienda suelta al arte erótico con crayones de madera y delineado con tinta de lapiceros regulares. Pero no sé, lo hablamos y acordamos de que hacer eso no estaba bien, así que una vez roto nuestro arte, en adelante, no volvió a ocurrir más. El siguiente año conocí el manga y me empeñé en imitar los trazos japoneses, pero finalmente encontré algo que me superaba (seguramente todo me superaba, pero no me había percatado de ello porque nunca había intentado seguir un estilo de dibujo específico) y lo abandoné por mucho tiempo, supongo que porque mis hormonas comenzaban a exigir atención y mi interés se volcó en ser una preadolescente enamoradiza, llorona y estúpida. Ah, y precoz, siempre precoz.
Y bien, en adelante, no me animé a tocar nuevamente un lápiz, no con esos fines. Conocía muchas personas con un talento y una inteligencia envidiable no solo para el arte, si no para otras materias; y la impresión que me causaban inconscientemente (y también sin intención de parte de ellos), mermaron mis intenciones de intentar hacer algo bonito o brillante. Sin embargo, la curiosidad siempre estaba, eso sí lo podía percibir. 
Luego, elegí una carrera inundada de matemáticas, materias que con mucho esfuerzo, muchas caídas, muchos fracasos, y por supuesto, mucha ayuda de terceros, logré terminar (sigo en la misma carrera, pero todas las matemáticas “tal cual” ya las cerré). Pero siento que algo que me ayudó a no volverme loca o no ver con tanta pesadez todo esto, era el hecho de que para repasar, necesitaba escribir, hacer trazos, borrar... y de cierto modo era placentero. Posiblemente la misma mecánica le aportó precisión y delicadeza al movimiento de mis manos. Y un buen día de junio del año anterior, me dije “¿y por qué no?”. Tomé un cuaderno de hojas blancas que casi no había utilizado durante el colegio, afilé un lápiz y busqué un borrador. Y me puse a trabajar. 
Resultados decepcionantes, por supuesto. Todavía me da asco ver el resultado de mis propias creaciones, pero desde entonces me satisface decir que no me he detenido, al menos no por completo. Primero buscaba hacer las cosas perfectas, pulcras, hermosas, impresionantes, pero nunca he obtenido algo siquiera cerca de lograrlo. Me obsesionaba con el mismo dibujo por tantos días, que cuando lo terminaba, no sólo tenía un resultado soso, si no que estaba todo manchado de grafito y el papel, gastado de tanto borrar. No sé para qué quería ser tan buena, pero llegó el punto en el que dejé de intentarlo. Dejé de verlo como una disciplina a perfeccionar y me dediqué a ponerle atención a la misma sensación que tanto me gustaba al resolver decenas de ejercicios matemáticos y repetirlos porque no me entraban en la cabeza. 
Y hasta aquí mi “historia del arte”, al menos en cuanto al dibujo acontece. En cuanto a la pintura, empecé a ponerle color a mis garabatos hasta hace poco, entonces no tengo mucho que decir sobre eso. Solo sé que es un mundo maravilloso en el que ni siquiera sé si estoy incursionando como se debe. Sé bien que es una disciplina que debería tomarse en serio... si realmente hubiera nacido con el don, lo haría. Pero no, La Providencia no fue generosa conmigo en ese aspecto. Así que sólo lo veo como un escape de algo que ni siquiera puedo identificar, pero que me lleva lejos, al menos mientras lo estoy realizando.  
*No se mucho de psicología, pero de acuerdo a lo que sé del ello, el yo y el super yo, esto está bien aplicado. Si no es así, lo siento.
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andr-333-w · 6 years ago
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Hello World
Como dice en la descripción de mi perfil*, el motivo de la presente es hacer una recopilación de cosas que hago, aunque ninguna me satisfaga por completo. Me gustan tantas cosas que las dejo todas a la mitad y no puedo dedicarme a fondo a hacer una. Seguramente aquí habrán un montón de cosas que al tiempo de publicarlas, me arrepienta de haberlas subido, pero es esa precisamente la idea: saber quién soy y qué hago en cada una de mis facetas emocionales (que por cierto, ahora mismo me encuentro triste desde hace ya algún tiempo). Y no, no es que tenga ganas que todos me miren, pero supongo que a lo mejor en algún rincón del vasto universo, haya alguien que tenga acceso a la WWW y encuentre esta página y quien sabe, a lo mejor le agrade.
Mi idea con esto inicialmente es subir cosas que hago y que pienso, en síntesis, cualquier porquería que generalmente no me siento cómoda compartiendo con la gente que me rodea, que tampoco es mucha, pues a veces se me da por quererme tanto que me da pena que los demás piensen que estoy pecando de egocentrismo, y otras me detesto a niveles preocupantes para las personas que dicen quererme, y les creo. Hace poco descubrí que me gusta dibujar, aquí voy a poner fotos de mis garabatos. Estoy aprendiendo a tocar violín, para simular una audiencia que al menos en mi mente no me va a juzgar (ya se que es inevitable, pero déjenme creerlo) tal vez me anime a subir un poco de eso por acá. Y en ocasiones, se me ocurren cosas que me gustaría escribir porque, al menos en mi cabeza, suenan cool. Y bueno, estos son ejemplos de, contenido que puede que haya acá. Veámoslo como un tipo de diario para no sentirme tan sola. 
*No se si se le llama perfil a esto. Soy nueva.
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