anraiw

[anraiw]

— ¿Qué motivos atan a quien ha perdido todo?

La ceniza, restos de cadáveres deshechos por el paso del tiempo, flotando como la niebla de las películas de terror, pero real, fue incapaz de cortarle el paso. Otros, sin embargo, retrocedieron y desistieron hacía mucho atrás.

— Es más... ¿Se podría poseer cualquier cosa, realmente, alguna vez?

Silencio. Ni siquiera el viento respondió. Paso a paso, fémures y costillas descueradas marcaron el camino y el avance. Una calavera, entre tanto polvo de hueso, quiso permanecer con resignada obstinación.

— ¿Acaso el cansancio no ha sido suficiente para ti?

Silencio.

— Patrañas. Estar no significa existir. La gente, viva como tú alguna vez, está. Siempre está. Pero no aprende a existir.

Más silencio.

— Descansa de una vez, sombra del pasado. ¿Acaso alguien te recordaría? Es más. Que venga aquí quien te recuerde, y te prometo arrancarte de las fauces de la muerte para darte a ti, y a ese alguien, el eterno exilio de tales moradas. Y vivirán por siempre.

[anraiw]

Acostémonos en medio de la oscuridad,

el silencio hará escuchar los latidos

desenfrenados de nuestros corazones,

el vacío hará que se sienta la presencia

de nuestras almas enamoradas,

la noche hará que nuestros cuerpos

florezcan para el amanecer…

—Souvenir. (Onar R.)

[anraiw]

Sigo vivo, sigo vivo. Latente, como la oscuridad oculta. Presente, pero aparte. Inmóvil, corrosivo.

Como la verdad punzante que no quieres reconocer. Como el secreto quemante que no quieres conceder.

Sigo vivo.

[anraiw]

srgato-rpg·:

La risa brotó de sus labios, clara, natural y espontanea.

— No crees nada de lo que digo ¿Verdad? —y es que, hace solo un momento, declaró haber llegado sin plan ni itinerario alguno— No tiene caso responderte —su mirada se suavizó, la presencia del felino, a quien llevaba sin ver incluso más tiempo que al ingles, era, de alguna manera, relajante. Con su sola y tan despreocupada presencia, el minino ridiculizaba tanto dientes como las garras que le amenazaban.

Entornó un poco el cuerpo. Se sentó, mirando el suelo, tomándose un momento para contemplar y descubrir los detalles de su nueva anatomía.

— Siempre ha sido más afín a ti. Supongo que te dará una mejor respuesta.

El gato miró alrededor. “¿Qué hay de diferente en mi?” viéndose rodeado de espectros pensó. Y, así como dudó, pronto lo notó. Entre dientes, la clara amenaza de violencia de los guerreros de la sombra, el gato se encontró como un simple espectador.

«He venido porque has llamado» sin voz respondió, un pensamiento que la distancia entre amo y sombra surcó sin interferencia ni dilación. «Estoy aquí por su misma razón» ingrávido como una voluta de humo, por el lugar se impulsó y hacia el dio de la noche flotó «Escucho y atiendo al llamado, esa es la treta, ese es el plan, y eres tú el comandante, no el demonio de ojos rojos. Pero no soy tu lacayo» frente a él la barriga enseñó. Al igual que otras tantas veces, quería atención «No he venido a servirte, pensar lo contrarío sería un error»

Melko tenía razón, no le es fácil creerle. Pero, se preguntó, ¿Por qué?

Inclinó la cabeza mientras, en silencio, observó la forma en que el ghoul pasó de todo para acercarse a Halley. Y se descubrió molesto por ello, desplazado, celoso. Resopló y se llevó la mano a la frente, como reprochándose a sí mismo esa manía de sentir con tanta intensidad, y una vez más, quiso retirarse. Pero las palabras ajenas le mantuvieron en su sitio, cargado de la semilla que plantó el rencor.

Quiso gritarle a Melko en la cara tantas cosas, o sólo desquitarse atravesándole el cuerpo con todas y cada una de las espinas de sombras que pudiera reunir. Y, aunque no necesitaba el apoyo ni la protección de ninguno de sus lacayos sombríos a su alrededor, fue el sentimiento lo que les alzó en alerta, lo que les llamó a tentar la suerte y probarse antes de que el amo de la oscuridad se deshiciera de la presa en cuestión. Mismo llamado, mismo canal, mismo medio que impulsó el mensaje de Halley que, interrumpiendo su ira, llegó hasta su mente —e incluso hasta el corazón,relajándole con la misma facilidad que lo hizo con Melko.

—Servirme... —repitió al tiempo que el felino se acercó, luego resopló, cargado de absurdo y frustración—.

Extendió una mano para acariciar al gatito, una que asomó por entre el manto de sombras con el que se cubrió, y que enseñó la piel grisácea, los dedos esqueléticos, la casi completa ausencia de carne y/o músculos en un cuerpo que no comió hace meses, que se alimenta de la energía de una esencia oscura que no cumple los mismos requisitos que el sistema digestivo humano

—Ambos me pertenecen —murmuró—. Sin mí, ninguno de ustedes podría existir... pero soy incapaz de poseerles.—continuó, y su intención estuvo lejos de reclamar dominio—. No puedo entenderte, Melko, porque no hablas desde lo que sientes y, por tanto, para mí no haces más que mentir... —susurró para el aludido, aunque seguía mirando a Halley—. No puedo entenderte aunque te expliques, porque... tengo miedo de acercarme a ti —confesó—.

Extendió las caricias por el lomo de Halley, siempre que su lenguaje corporal lo permitiera.

—Siento que tú eres quien desea poseerme, negarme, anularme. Siento que temes a lo que no controlas, a lo que no posees, que eres incapaz de estar cerca sin intentar poner tus garras sobre mí, sin jugar conmigo... —dijo, y afiló la mirada—. Sin tomarme y, luego, dejarme... sin dejar de respetar lo que provocas en mí al intentar dominarme... —agregó, y la rabia regresó lentamente—.

Una vez más, las apaciguadas criaturas oscuras enseñaron los dientes.

[anraiw]

Pedimos cariño pero cuando nos lo dan nos resistimos a él.

Arline

[anraiw]

¿Cómo explicarle al corazón que alguien no regresará?, ¿cómo explicarle que debe dejar de sentir o acabará por destruirse?

¿Cómo?

[anraiw]

srgato-rpg·:

Con el retroceso de las espinas, sin importar la nueva amenaza de las criaturas lindantes a quienes, claramente, no temía ni respetaba, desplegó tras de si su nuevo par de alas reclamando de vuelta el espacio que la oscuridad le hubiera usurpado.

— Insaciable, sí —puntualizó en un resumen bastante pretencioso— Me identifico más con esa palabra —avanzó y el fulgor rojo de su mirada se hizo lugar entre las sombras para detener con una amenaza al guardaespaldas que, sin ojos, le vigilaba— Tú y yo sabemos que haré lo que me plazca tan bien como sabemos que, de quererlo, podrías evitarme. Me estimas y me extrañas, pero me detestas por sobre todas las cosas ¿Me detestas porque no has podido ponerme en mi lugar o…?

Desvió la mirada sin pensarlo, atendió al llamado de una presencia familiar muy diferente a las demás. 

Pronto, la diversión, dado lo absurdo de la situación, regresó a su rostro deformado.

— ¿Qué hace Halley aquí?

El gato, tan cómodo como remolón, flotaba en la oscuridad así como la espuma de mar se mece suavemente sobre la superficie del agua.

El gato, tan cómodo como remolón, maulló y se estiró arqueándose desde la cabeza hasta la punta de la cola.

Llevó la mirada al cielo al verse dueño de la razón frente al resumen ajeno. Sí, Melko es Melko, nada más ni menos y, por poco, bien pudo haber dado la vuelta para desaparecer y dejar a Melko con la única persona a quien realmente presta atención: consigo mismo. Pero, ¿Es necesario tanto drama? Por supuesto que no.

Guardó silencio mientras, impertérrito, escuchó lo que el otro agregaba a las palabras que acabara de decirle. Nix no puso énfasis en ninguno de los sentimientos que expresó, pero Melko sí lo hizo, "Me detestas por sobre todas las cosas". Para Nix eso sonó a exageración, pero también a... ¿Rencor o culpa? Justo entonces, aquella criatura receptora de la amenaza visual del ghoul, dejó escapar un gruñido de fauces hambrientas y colmillos afilados con el que declaraba su ataque y, posteriormente, se lanzó en breve carrera para intimidar más de cerca a su enemigo declarado. Pero se detuvo cuando, de pronto, un nuevo invitado se unió a la reunión.

Otra de las criaturas sin ojos, con curiosidad y paso casual, se acercó al gato para, sin interrumpir su desperezar y sin siquiera tocarle, olisquear su peluda presencia flotando en el aire.

Nix frunció ligeramente el ceño al distinguir a Halley entre las sombras y se preguntó qué clase de show estaría orquestándose en la mente de Melko como para traer a su gato a protagonizarlo, evadiendo insistentemente la posibilidad de que se encontrara ahí por su persona. Así, inevitablemente, recordó la última vez que se vieron y una punzada le acongojó el corazón. Cerró los ojos y suspiró con pesar, pues no acaba de sentirse culpable por rechazarle entonces, y tampoco consigue construir el deseo de no volver a hacerlo si se diera una nueva e igual oportunidad. Quiso desaparecer entre las sombras, aislarse. Pero, ¿Adónde iría? No hay sitio donde refugiarse de sus sentimientos y ambos individuos frente a su presencia son destinatarios de estos, de los más intensos. Peor aún, Melko dejó ver que Halley no está aquí por su causa y así, solamente quedó la única posibilidad válida para su participación.

—¿Qué están planeando ustedes dos? —preguntó—. ¿Cómo es que, de todos los días en que pudimos reunirnos, han escogido el mismo?—quiso saber—.

[anraiw]

srgato-rpg·:

— “Monotono” —repitió, cabizbajo, admirando la silueta de su propia mano que, sin él proponerselo, cambiaba de forma paulatinamente. Sus dedos se alargaban para dar forma a sendas y agudas garras. Sus nudillos y cada una de sus articulaciones se engrosó dando a sus extremidades una apariencia mucho más delgada y fibrosa. Negro todo aunque, en esta oscuridad, el color no importaba sino la forma— Es la primera vez que alguien me atribuye tal cualidad —a su espalda, los apéndices que algunas veces lucía cual tentáculos y otras como aguijones, flotaban a los lados de su cuerpo, fuera de su alcance visual, unidos en pares por resistentes pero finas membranas— ¿Estaré perdiendo el estilo? —sonrió, su boca se ensanchó más allá del lugar que antes ocuparan sus orejas, éstas ahora muy por encima de su cabeza, erizadas y puntiagudas como las de un animal— O, simplemente, te haz sentido atacado e intentas devolverme la atención —su timbre de voz también cambió, ahora atravesaba el silencio como un silbido suave, bajo, disimulado, similar al cantar del viento entre las cavernas enredadas de una montaña— Si ese fuera el caso, cuentas con mi gratitud y más aún de mi curiosidad —en ese entonces, el culpable del cambio así como la conexión que compartían fue innegable— ¿Por qué te aislaste, Anrai? ¿Y por qué me recibes? —una vez más, aventuró una mano contra las espinas.

Nixnotó desde el primer detalle el cambio por el que Melko fue pasando,y aunque ya no sintió temor como aquella vez pasada, otros sealzaron a la defensiva. Varios pares de puntos de brillo opacoasomaron desde las sombras que cubrían las paredes a su espalda,portales por donde sólo alguna de las criaturas de las tinieblastenían el paso libre para acercarse a su amo y creador en cuantofuera necesario. Nix detuvo el avance de las primeras más atrevidasque ya dejaban ver la mitad de su cuerpo asomando a esta dimensión,y algunas sin ojos, pero con enormes colmillos, también destacaron ala luz de los rayos.

—Túy yo sabemos que mi parecer al respecto es completamente irrelevantecuando se trata de ti. Es retórica —agregó a las palabrasajenas—.

Luego,se toma un momento de silencio antes de responder las últimaspreguntas. Consideró necesario dejar los juegos, ahora que al fin,Melko lucía más en sí y menos en sus tretas. Entonces, las espinasretrocedieron para darle paso.

—Meaislé, simplemente. Es mi forma de buscar quietud para reflexionar yponer las cosas en su lugar. Y te recibo porque, a pesar de todo, teestimo, te extraño, te admiro y, en consecuencia, te detesto.—explicó—. Pero, por supuesto, esas respuestas no serásuficiente para ti. ¿Quieres agregarle algo más? Adelante—ofreció—.

[anraiw]

srgato-rpg·:

Inclinó la cabeza ante la obvia amenaza y el rechazo que transmitían esas espinas.

— ¿Cómo? No debe ser sencillo, pero tampoco es imposible —con cierta melancolía en la voz, la mirada y la lentitud del movimiento, empujó el anular contra una espina permitiendo que atravesara la piel y la sangre negra se vertiera y uniera a la oscuridad como si constaran de la misma materia, porque, después de todo, sus esencias no eran tan diferentes— Creces. Evolucionas. Te adaptas al medio. Superas las barreras que la naturaleza te ha querido imponer, pero, para lograrlo, debes tener la necesidad o la voluntad, y tú… —continuó empujando contra la espina hasta acercarse tanto a la base que la ´carne se hizo jirones y el hueso, negro también, quedó expuesto— …tú no posees ninguna de las dos ¿Verdad? Te encuentras a gusto siendo un lamento, una “pérdida”. Estás cómodo, tanto que ni siquiera te permites soñar ¿Por qué? ¿Es porque no tienes control sobre tus sueños? Qué triste…

Extrañamente, cuando apartó la mano, el dedo sanó al instante, como si, en lugar de lastimarle, el aura del ajeno potenciara sus propias habilidades.

Recibió con desconcierto las primeras palabras ajenas, como si se trataran de una confesión que marcó fuertemente lo poco que conoció a Melko en su momento, lo mínimo que compartieron, y el temor que le inundó al intentar ir más allá sólo para recibir un castigo que, en la actualidad, consideraría una tontería. Por otro lado, se reprimió internamente cuando la culpa y el arrepentimiento tomaron forma de preocupación al notar el daño en el dedo de Melko. Así, finalmente, se contuvo al sentir la tentación de preguntar más, de intentar conocer más y mejor al ajeno, y lo hizo a tiempo pues, justo entonces, se convirtió en receptor de la condena del otro. Desvió la mirada cuya expresión de cansancio quedaría oculta bajo las sombras que le convierten en una figura negra, sin piel.

¿Qué importa ya?

—Entonces viniste a recordarme lo aparentemente lamentable que es mi existencia. No es algo que vaya a agradecerte, pero valoro la intención —dijo, no sin cierto sarcasmo—.

Tomó asiento sobre la nada con actitud de derrota, flotando en el aire para lo cual las sombras le sirvieron de soporte. Y así quiso desentenderse, no dar pie a lo que Melko mejor sabe hacer y que, además, fue la razón por la que inició su admiración por él: Desentrañar sus complicados secretos para darles una explicación que ni siquiera él mismo desearía otorgarles. Pero ha estado solo, muy solo estos últimos siete meses, tan solo que empieza a extrañar la compañía al punto de dar la bienvenida a las criaturas del bosque que buscaron refugio en su deteriorada morada.

¿Qué importará responder un par de preguntas o dos? Nada importa ya.

—Te equivocas. Mis sueños me llevan a lo que soy, porque me dejo llevar por ellos. Fueron mis sueños los que me acercaron a ti, y en consecuencia también me trajeron aquí —explicó—.Triste podría ser para quien valora únicamente sus sueños felices,pero tú no sientes ninguno de los dos, ¿No es así? Qué monótono... —parafraseó—.

[anraiw]

“La inteligencia es uno de los mayores dones del hombre. Pero demasiado a menudo la búsqueda del saber oculta la búsqueda del amor. (…) La inteligencia sin la capacidad de dar y recibir un afecto conduce al derrumbe mental y moral de la persona.”

— Daniel Keyes, Flores para Algernon.

[anraiw]

srgato-rpg·:

Ensanchó la sonrisa al descubrir la menuda pero igualmente apetecible figura del espectro muy profundo allá entre las sombras.

— Duermo mejor sólo. Acompañado, en el lecho, hago cosas… Diferentes~♥ —acotó ligeramente socarrón, pero el epicentro de la mofa era otro— ¿Piensas que tengo un itinerario para ésta mi visita? —entre burlón y bromista, la diversión fue evidente en su voz, tanto o más que la manera en la que giró sobre su improvisado asiento de latón para apoyar la suela de la bota sobre el cristal de lo que quedaba de una gran ventana y, empujando leve pero fuertemente, derrumbar la única y frágil barrera entre su propia persona y el otro.

— “Perdido” —repitió— Perdido~ Llevo demasiado tiempo aquí, aún queriendo no podría perderme. Eres tú quien logra alcanzar el sueño profundo bajo el calor de otros brazos. Eres tú quien diagrama, planifica e intenta controlar cada instante de tu día a día. Y también eres tú quien sufre por la pérdida de un amante y un lecho vacío ¿Estás proyectando? —se incorporó, la oscuridad inexpugnable no podría asustarle, el vacío, la inexistencia, el final tampoco.

Alargó la mano, sólo con el anular y el meñique acarició las sombras.

— ¿Estás perdido, Anrai?  

Una de las últimas ventanas intactas de la mansión, añeja como la que más, cedió ante el peso de la fuerza irresistible del otro. Así mismo, Nix llevó la mirada al piso al recordar una imagen, un sentimiento, la seguridad que disfrutó otrora al dormir profundamente, arrullado por el calor de otros brazos. Cerró los ojos, se aferró a la calidez de la memoria y suspiró, luego sonrió con amargura.

—Yo soy la pérdida —respondió, aunque en voz baja, casi como si hablara para sí—.

Sucede que, actualmente, enfriada la obsesión que una vez sintió frente a la sola voz ajena, la lógica actúa con mayor fuerza.

—Después de tanto tiempo aquí, tras comprender que las leyes no fueron hechas para ti... ni por ti —divagó, sin permitirse caer en las tretas ajenas—. ¿Cómo podrías perderte en un espacio que eres incapaz de interpretar? Como un pez en el agua, como un ciego frente a un fresco, como un androide intentando sentir la música.

Alzó la cabeza, nuevamente, y sus ojos se encendieron, aunque sin brillo. Entonces, las sombras que Melko acariciara se transformaron en sendas púas que, a fin de cerrarle el paso, crecieron frente y peligrosamente cerca del invasor.

—Ya no necesito dormir —advirtió—.

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¡Atención, indies!

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srgato-rpg·:

La gutural voz de su antiguo amante le encontró cabizbajo, palmeando de manera repetitiva el anular derecho sobre el mentón.

— Siete, siete~ ♪ ♫ —hizo voz sus pensamientos a solo fin de compartirlos con el espectro oscuro— ¿Qué hago? Haciendo la espera y la lluvia a un lado; cuento —la educación por delante, respondió antes de preguntar— Y cuento siete meses desde la última vez que te vi, pero podría estar equivocado —le miró, de soslayo, sus irises rojos brillaron con luz propia delatando su intento por atravesar la densa oscuridad y encontrar su fuente si es que tal cosa existía— ¿Cuánto cuentas tú?

Sus labios se curvaron con una sonrisa ladina, el caos alrededor, tan propio del príncipe de la oscuridad era también el escenario idóneo para este reencuentro y, Melko sospechaba, reflejaba de manera certera los sentires de su anfitrión; roto, abandonado… E igualmente extraordinario.

Guardó silencio mientras el otro, como de costumbre, jugó consigo mismo. Se preguntó, ¿Realmente sólo fueron siete meses? Juraría que fue mucho más, pero no lo podría comprobar, ni mucho menos quería pensar en ello. Decidió evadir la pregunta e ir directo al grano.

—No has venido aquí a contar cuántos meses han pasado desde la última vez que nos vimos —objetó—. Acabas de despertar, ¿No es así? Y, concluyo, te encontraste con el lecho vacío —teorizó—.

La oscuridad, efectivamente densa mas no impenetrable para alguien como Melko, cubrió enteramente la pared detrás de su amo. Avanzó, tiñendo de negro azabache los muros y acercándose lentamente al invasor, rodeándole. Ni la luz de los rayos pudo hacerle retroceder entonces.

—¿Estás perdido? —preguntó Nix, inmóvil—.

[anraiw]

La mansión, su hogar antaño, hoy está en ruinas. Así lo enseñó un rayo que iluminó parte de las estancias en el interior. El ruido de los golpes contra el vidrio rompió la sobrenatural quietud que ni la lluvia torrencial pudo perturbar. Pronto, fue una silueta oscura lo que reveló el siguiente relámpago surcando el cielo, que adquirió forma al reunirse las sombras despegándose de las paredes. Se mostró de pie, sin rostro, quieta.

—¿Qué haces aquí? —preguntó sin mover los labios, y su voz provino de todas y ninguna parte—.

¿Cuántos años pasaron? ¿Cuán insignificante se volvió el tiempo?¿Importa?

Melko - Inglaterra (hogar de Anrai) - 01:15 am, Viernes.

“Toc-toc” sonaron los nudillos del demonio contra el cristal de la ventana; las escaleras de emergencia eran, sin lugar a dudas, un cómodo escondite.

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Semanas¿ ¿Meses? ¿Años…? Era realmente malo para llevar la cuenta. Su noción del tiempo era diferente, completamente distinta a la de cualquier mortal, una década podía no serle más que una siesta descontrolada, el mismo descuido, la misma importancia ¿Para qué contar? ¿Para qué extrañar…?

Por primera vez en lo que era su larga existencia, se encontró a si mismo intentando recordar, sumando sucesos, días y semanas representados cada uno por un dedos a los que por turno extendía y miraba en tanto esperaba su llamado fuera escuchado, en tanto la lluvia peinaba su cabello.

[anraiw]

[anraiw]

Anywhere, anyone, anytime...

—Disculpa... sólo... —murmuró, nervioso, antes de pasar saliva—, ¿Sabes cómo quitarte una goma de mascar del cabello...? Lo sé, soy un idiota...