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Peculiaridades.

Había una vez un niño que tenía una buena vida, tenia una familia, buenos amigos, podría decirse que se consideraba alguien feliz y similar a los niños de su edad, sin embargo, había algo que lo diferenciaba del resto y eso era ¡Su sangre! ya que esta era de un color azul como el agua. Algunos pensaran que era algo preocupante ya que la sangre es roja, un inusual color puede parecer peligroso, cierto? pues no, Daniel era un niño como cualquier otro, no padecía enfermedad o padecimiento alguno, ni había algo en ese misterioso color que lo lastimara, sin embargo, Daniel se sentía distinto a los demás. Solía preguntarse porque no era como ellos, por que él era distinto y por que nació con ese color de sangre, lo hacia sentirse raro pero mantenía su curiosidad activa.

Con el tiempo, Daniel creció y con la curiosidad existente descubrió que su sangre era un gran antídoto para padecimientos graves, además de ser compatible con todos los tipos de sangre, lo que le permitía tener el poder de salvar a otros gracias a eso.

Daniel comprendió que ser diferente no era algo malo ni algo de lo cual avergonzarse, sino que con esa cualidad suya y aquello que lo hacia especial, podría lograr grandes hazañas.

Valeria.

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Gemelas caracol.

En un día como cualquier otro, se escuchaban los gritos desde la torre más alta del palacio, como ya era costumbre para todos, las princesas gemelas se encontraban nuevamente discutiendo, esta vez, de quien debería dar el discurso en el banquete familiar.

-¡Yo debería darlo!

-¡Tengo que ser yo, soy más grande que tu!

-¡Solo por 5 minutos!

Y así se la pasaron por un buen rato, hasta que una de las dos dio una idea:

-Podriamos decirle a Amanda que decida.

-Creo que es una buena idea.

De ese modo, ambas hermanas fueron en busca de la maga del castillo, quien se encontraba devorando un pay de manzana.

-¡Amanda! Necesitamos tu ayuda.

-¿Qué pasa queridas?

-Queremos que decidas quien debería dar el discurso.

La pobre maga, acostumbrada a estas chistosas peticiones, se las concedio.

-Muy bien, decidiremos, mediante una pelea.

La princesas, extrañadas por la sugerencia solo se voltearon a ver, pues justamente iban por ella en busca de dejar su discusión, pero ahora les proponían realizar otra pelea, era extraño.

Entonces Amanda las convirtió en pequeños caracoles y las depositó en un pequeño coliseo.

Ahora las princesas se tendrían que enfrentar en miniatura y de forma muy lenta, para decidir quien representaría, en el banquete, a la familia real.

Eylin.

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La dama melódica.

Podrás creer que hablo de una mujer talentosa en la música, peor en realidad es quien nos proyecta y refleja cerca de la calma, del autodescubrimiento, superación y seguridad.

Normalmente, así como la dama, ella se llena de tulipanes y tonos verdes para obtener una armoniosa atmosfera, mientras tanto, toca su interior sintiendo y escuchando la misma sonata del despertar que la lleva a conectar con su yo interior.

Todos alrededor de ella quedan magnificados al escucharla y ver las líneas delgadas del sonido sobresalir de su interior.

Esta dama es un gran ejemplo para nosotros y nos hace recordar que cada uno puede vibrar y sentir a su manera, nos ayuda aprestar atención a aquellos detalles que nos caracterizan.

Manuel.

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La vida de un joven es complicada en muchos aspectos, pero lo más difícil es crecer. Con el paso del tiempo se acumulan muchas cosas encima que no sabemos como tratar.

Un joven, tiene que cambiar y emprender caminos. Es una difícil travesía a través de las montañas y dunas, pero con el soporte adecuado se puede enfrentar.

Un joven, camina vagando por ahí resistiendo el camino, pero sobre todo resistiendo caminar. Cada parte de sí se desprende de su cuerpo como las hojas de otoño.

Un joven, deja un rastro, ve que debemos soltar, escucha que estalla. Pero un joven comprende también que es tan necesario como inevitable que las hojas de otoño caigan por la gravedad.

Un joven, acepta que para crecer debe decir adiós y tras hacerlo, las montañas son valles y la obscuridad amanecer, dejando detrás un camino que lo llevó hasta ahí.

Un joven dice adiós y vuela al amanecer, pero sin quemar sus alas.

Un joven, siempre crece.

Miguel.

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La pasión que retratan las almas se encuentra en el corazón, no podemos encontrar sutileza en la poesía que exclaman las emociones que convergen en sentimientos viscerales.

Y aquí me encuentro yo, obligándome a sentir menos en medio de otras almas que consciente y protectoramente me imitan en silencio y que yo, desde mi quiera cápsula estéril, observo con incandescencia como mis colores se muestran similares en ellos.

Una vida de primera experiencia, segunda apariencia y tercera decisión, ha denotado mi pronta libertad que poco a poco merma mi resignación segunda. Saldré de aquí pronto, espero encontrarte en mi reflejo.

Marisol.