Tumgik
Text
Qué ver en Toledo
Toledo, encantadora por su singular ubicación, sube por un promontorio rodeada de las aguas del Tajo, atractivo por su aspecto medieval que le confiere un encanto incomparable, famoso por sus monumentos como la Catedral y el Alcázar.
Pero Toledo va más allá de sus iconos más famosos, es una ciudad en la que poco a poco se descubre lo que no se espera encontrar y es considerada con razón como un auténtico museo al aire libre, donde las diferentes civilizaciones, la cristiana, la árabe y la judía, han hecho historia conviviendo en armonía.
Lo primero que hay que hacer para orientarse por el casco antiguo es cerrar el mapa; es mucho mejor perderse en el laberinto de calles empedradas y sinuosas, tan estrechas que parecen pasadizos cubiertos, con los tejados de las casas casi tocándose entre sí.
Descubriendo lugares inesperados y poco conocidos en Aranjuez y Toledo tour de un día, deambulando sin rumbo; sin embargo, no importa donde termines, está el omnipresente campanario de la Catedral para actuar como brújula e indicar el centro. Encontrarás rincones fascinantes, puertas de entrada triunfales, fortificaciones moriscas, infinidad de iglesias, campanarios que parecen minaretes, palacios y conventos hasta el punto de que ni siquiera puedes distinguirlos en las guías.
Sube las escaleras hasta llegar al punto en el que a lo lejos se encuentra la imponente e inconfundible silueta del Alcázar, detente en las terrazas que te permiten apreciar la hermosa vista de la interminable campiña de un lado y un profundo desfiladero del otro, cuenta la leyenda que fue dibujada por Hércules con la punta de la espada, pero que en realidad es el resultado de lo que el río Tajo, que rodea Toledo por dos tercios, ha tallado a lo largo de los milenios.
Fue durante la dominación árabe cuando la ciudad experimentó su mayor esplendor, así como un período de tolerancia religiosa que permitió a musulmanes, judíos y cristianos convivir pacíficamente. Hay varios edificios en memoria de aquella época de prosperidad y convivencia religiosa como la Mezquita Cristo de la Luz y las Sinagogas del Tránsito y Santa María la Blanca, ahora en fuerte contraste con los edificios del catolicismo.
1 note · View note