Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
El hueco que te acoge.
"Me pregunto si mi nombre aĂșn esconde en tu memoria la historia que nunca podrĂĄs olvidar. Me pregunto quĂ© piensas cuando no quieres pensar en mĂ, cuando pisas las hojas del otoño volviĂ©ndolas arena y recuerdas tu promesa, cuando te hablan con mi acento y tienes frĂo y abrazas mi hueco que te acoge como a un cachorro asustadoâese vacĂo tan limpio que me merezco intacto por haberte ocupado en otra vidaâ.
Me pregunto si aĂșn podrĂa confundirte entre el viento, igual que me pierdo a mĂ misma cuando beso las palabras que me devuelven a tu boca. Me pregunto si recuerdas aquel besoâyo aĂșn recuerdo cuando te recogĂ tras un orgasmo: me acuerdo de cĂłmo mirĂ© mis brazos y pensĂ© que no era posible que la vida fuera algo tan fugazâ, y con la sed de los que siempre vuelven me lamo la herida, y el escozor, cada vez mĂĄs dĂ©bil, me recuerda que el amor existiĂł en ese mismo punto de mi cuerpo en otro sueño.
He dicho tantas veces tu nombre que he conseguido perderle el miedo, pero no sĂ© quĂ© hacer con su rastro. Seguro que me entiendes: tĂș olvidaste el mĂo para recordar pero ahora no puedes encontrar el camino de vuelta. He asumido que no fuimos mĂĄs que dos personas construyendo un recuerdo, ÂżcĂłmo voy a querer olvidarte si estamos hechas para recordarnos?
Tienes que saber que vuelvo a ti cuando la vida me abandona, como si quisiera recordar que ya renunciaron a mĂ en otra ocasiĂłn, y eso me diera calma. QuizĂĄs no me importa la soledad porque fue lo Ășnico que me dejaste. Estoy llena de ti, sigues viva y eso es extraño, uno solo habla con fantasmas. Lo cierto es que no sĂ© si prefiero tu silencio o mi ruido, pero a veces deseo con fuerza que vuelvas para irte del todo. Decirte 'estoy lista, mi amor', pero ve tĂș adelante, necesito dejar de mirar atrĂĄs⊠SĂ© que tĂș ya no eres tĂș y yo acaso me parezco a alguien que serĂ©, pero no consigo soltarte y me quedo atrĂĄs.
Pero tienes que saber esto, tambiĂ©n: el amor dura lo que dura el aire con el que te alzo y te impulso. Ahora te escribo desde un olvido lejano, casi tierno, que me recuerda que una vez tuve estos mismos años y quise comerme el mundo que se veĂa desde tu ventana. Y aĂșn no he logrado disfrutar de unas vistas mejores, pero sigo con los ojos abiertos, buscando otra nube, pendiente del aire que no te suelta, y con las manos vacĂas, mi amor, y con las manos expectantes".
â Elvira Sastre (2016). La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida.
17 notes
·
View notes