ashura-all - Tumblr blog

ashura-all · 5 months ago

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Sonic H. [20:10:58]: Hey!

Chistando la lengua, se quedó estático.

¿En qué momento cambiaron tanto las cosas?, se preguntó, todavía observando tranquilamente el mensaje que sus dedos por algún motivo no podían seleccionar.

Si alguien le hubiese preguntado cuál era su relación con el héroe, el agente habría contestado que ni si quiera él sabía. A veces se portaban como los rivales que solían ser cuando adolescentes, a veces se portaban como los mejores amigos que la gente y lospaparazziscreían que eran, a veces no se hablaban por semanas, a veces se hablaban de más...

Era un verdadero dolor de cabeza pensar en el peso que la presencia de Sonic podía llegar a darle en esos recientes años.

En la misma posición, su mente divagó hasta recordar todo lo que vivió con él desde el principio de su vivencia en la tierra, y es que los cambios llegaron al grado en que las anécdotas de oro, desenterrándolas desde lo más profundo de su memoria, tomaban génesis en sus aventuras. Desde que el DoctorEggmancomenzó a tomarse más tiempo para elaborar sus planes, tanto ellos dos como el resto delgangse mantenían más relajados y con mucho tiempo libre; por ello elTeamDarktrabajaba junto al H.Q. Central de G.U.N. desde hacía unos años, por eso Sonic yTailsse la pasaban viajando, por eso los demás intentaban estructurar sus nuevas vidas.

Volvió a su realidad cuando otro mensaje hizo vibrar el teléfono. Por inercia, su pulgar se adentró al chat del héroe, aguantando la respiración en cuanto leyó.

Sonic H. [20:11:00]: ¿No vendrás?

Aun cuando sus ojos se detuvieron en la conversación, la consciencia de Shadow rememoró el concierto, sin poder evitar que le entrase un bochorno que le calentaba la cara y las orejas, sonrojándole muy débilmente las mejillas. Él recordaba muy bien la calidez del beso durante el show, de las caricias bajo la oscuridad y las luces neón del maquillaje y las lámparas, con los gritos de la gente y la ruidosa música al fondo.

Sabía que, sólo quizá, mucha gente los hubiese visto al igual que parte de sus amigos. Y no es que le importase, pero en aquel momento no quería lidiar con nadie. Además, la cuestión no era si todo lo hubiese vivido en un sueño o en la realidad, sino la intención del por qué había pasado. Creía que tocar el tema no era lo mejor por el momento, pero con Sonic pisándole los talones le era difícil aceptar el hecho de que...

Bueno, se habían besado. Otra vez.

Shadow H. [20:11:05]: No.

En cuanto mandó el mensaje, decidió salir del chat lo más pronto posible. Cerró la aplicación y decidió poner el teléfono hacia un costado, tratando de ignorar la jaqueca que le aparecía. Se posó una mano en la barbilla, exhalando con profundidad toda su frustración.

Hablar de Sonic era un tema que no le gustaba mucho por simples razones, sumando el hecho de que todas ellas eran producto de años frustrados en los que Shadow apenas y sabía lo que hacía con su vida. Si bien ocurrió durante uno de los cumpleaños del héroe la primera vez que se besó con él, el erizo ébano sólo recordaba una plática sobre estrellas, una divagación entre el tema que los había orillado a mirarse a los brillantes orbes bajo la oscuridad de un chalet donde él, por mero instinto, se arrojó ante los brazos de un Sonic que lo recibió confundido pero cómodo.

Shadow, simplemente, no quería admitir que con el paso de los años había desarrollado cierto afecto hacia aquel inútil, porque una parte de sí mismo creía que no era un cariño en sí. Le era un tanto increíble de su parte que, tras los eventos de aquel día, le había tomado un respeto y devoción a Sonic al igual que viceversa. Estaba seguro de que el sentimiento era mutuo. Sin embargo, si Shadow lo analizaba, sabía que había algo que no le terminaba de convencer con respecto a la dinámica que compartían, y se debía a la tensión que ambos manejaban cuando estaban juntos o se encontraban solos.

No sabía cómo llamarle a tan rara experiencia. Había leído libros y artículos enteros sobre lo que provocaba el "enamoramiento", pero en su propia percepción él pensaba que no se trataba de algo así, ya que en ocasiones encontraba irritante y molesto al héroe. Incluso no quería verlo o sentirlo, y estaba seguro de que Sonic pensaba lo mismo. No encontraba la respuesta correcta para llamarle a tal sentir. No quería llamarlo "amor" porque no sabía si realmente lo era; según lo había conversado con Rouge, desde aquella vez, posiblemente podría tratarse de una simple atracción platónica o un interés sexual...

Pero Shadow, simplemente, no estaba seguro de nada. Cargaba con ese pensamiento, cuestionándose si hablarlo algún día era lo mejor.

Sumado al problema del misterioso anónimo, Shadow sólo se confundía más porque todos esos ideales, que surcaban su mente por años con respecto al héroe, eran reemplazados por las tarjetas y su dueño.

El teléfono sonó de nuevo, y Shadow optó por tomarlo para verificar que estaba en lo cierto: no saldría de esa a menos de que le diese por terminado el tema al héroe.

Sonic H. [20:11:08]: ¿Por qué?

Shadow H. [20:11:12]: Estoy ocupado.

Sonic H. [20:12:17]: ¿Puedo saber qué haces?

Shadow se mordió la lengua, reflexionando si seguir la conversación era lo más coherente a hacer.

Por un momento, observó a su alrededor. La taza de café que se había servido ya estaba más que fría en la mesa de noche.

¿Qué más daba? Al parecer no terminaría sus labores temprano.

Suspiró, negando con su cabeza; sus dedos comenzaron a teclear.

¿Por qué la insistencia? La mitad de él se preguntaba, ¿por qué el afán de seguir aquí?

Shadow H. [20:13:00]: Lo que tenga o no tenga qué hacer no es de tu incumbencia.

Sonic H. [20:13:07]: No, pero estoy seguro de que es más divertido que estar aquí.

Sonic H. [20:13:20]: ¿Estás en casa, cierto?

Shadow no pudo evitar soltar una carcajada seca. Luego de reflexionarlo, frunció el ceño, confundido.

Shadow H. [20:13:22]: No.

Sonic H. [20:13:24]: ¿Por dónde vivías?

Sabía que había algo detrás, después de todo.

El héroe de seguro estaba tratando de escapar de la salida que tenía con el resto delgangy quería refugiarse con él.

Si tenía que ser sincero... Era típico de él.

Shadow H. [20:13:26]: Ni se te ocurra venir.

Sonic H. [20:13:33]: Le preguntaré a Rouge.

Y de repente, se le paró el ritmo cardiaco. No supo si por la sorpresa, el asombro o la preocupación que le dio leer otra simple oración.

"Sonic H." ha mandado una ubicación en tiempo real.

A diez minutos de camino.

Shadow se levantó velozmente del sillón, picando con furia la ubicación que el héroe le había proporcionado, abriendo el mapa.

—¿Qué hacen en Night Babylon? —la duda le golpeó tan fuerte que, sin querer, dijo en voz alta.

Sonic H. [20:14:01]: Ya me fui.

Shadow miró el reloj neón de su taburete. Eran las 08:14 p.m. No pudo formular ninguna respuesta por estar procesando la conversación que recién había tenido. Lo único que alcanzó a hacer, antes de admitir que el héroe se encontraba en camino, fue resignarse y apagar la pantalla del teléfono.

Se quedó estático, en medio de la sala. No supo si seguir haciendo sus labores o esperar a que Sonic apareciese mágicamente.

El imbécil, de nuevo, estaba haciendo lo que le daba la gana.

Cuando menos lo pensó, prendió la pantalla del teléfono al recibir otro mensaje, esta vez de Rouge.

Rouge Bat ! [20:18:00]: Mensaje sin contexto, pero me lo agradecerás luego.

Shadow H. [20:19:00]: ¿Qué hiciste?

Pero en cuanto sus dedos terminaron de teclear, pudo escuchar unos golpecitos en el vidrio de la puerta cristalina del balcón. Las cortinas tapaban el exterior del departamento, por lo que Shadow no tenía idea de qué podía haber afuera.

Luego, otro mensaje en el chat de su colega.

Rouge Bat ! [20:19:15]: ¡Linda noche, cielo!

Shadow rodó los ojos, fastidiado no sólo con ella sino también con la persona que, sabía él, se hallaba esperándolo. Se giró sobre talones, observando la silueta que se formaba con la luz de la luna, tras las albinas cortinas. Caminó hasta deslizarlas, junto a la puerta, saliendo para encontrarse con el dueño de muchas de sus pesadillas.

—La vista es impresionante —escuchó a Sonic, sentado en el barandal de mármol; cuando se acercó lo suficiente hasta él para poder acomodarse a su lado, Shadow pudo mirar la bolsa de plástico blanco que el héroe mantenía en su regazo, la tienda Chaos Planet en el logotipo; logró ojear un bote de aluminio dentro—. Mira, llegué a comprar algunas cosas... Por cierto, ¿interrumpo algo? —cuestionó al final, dirigiendo su brillosa mirada hacia el estoico semblante de Shadow.

Shadow se fijó en el bote de aluminio: una gaseosa con Chaos Soda en la etiqueta, de color roja.

—Qué audacia la tuya de preguntar después de invitarte solo —respondió Shadow, de cruzó de brazos mientras Sonic sólo carraspeó, bajándose del barandal para encararlo.

—No tengo nada qué hacer y eres el único que parece estar disponible esta noche —comentó ahora él un poco burlón, y el erizo negro le arqueó una ceja.

—Entonces soy tu última opción —en cuanto Shadow le replicó de vuelta, el héroe abrió los ojos tanto como su rostro le permitió.

—...No —se rascó la nuca, tratando de evitar la mirada crítica de Shadow—, es decir...

—Suelo estar solo por decisión propia —Shadow siguió encarándolo con los fieros orbes, haciendo a Sonic dirigirse directamente a él por la presión. Ninguno de ambos se dignó a hablar con la tensión en el ambiente; el erizo ébano pasó su lengua por los dientes delanteros, el héroe se mordió un labio—. Esta ocasión es una de esas veces.

Sonic no necesitó otra palabra para esconder la bolsa tras de sí, sintiéndose avergonzado por "irrumpir" en el hogar de Shadow. De igual forma, no lo demostró aun cuando los nervios le comían el estómago. Sin mostrar ni una debilidad ante Shadow, el héroe le dedicó una mirada combinada entre la pena y la seriedad, frunciendo ligeramente el ceño, como si estuviese indignado.

—¿Quieres que me vaya? —le preguntó casi susurrándole, sin quitar la decidida mirada de él.

Las pupilas del erizo negro se dilataron. Shadow sintió la garganta arder.

Se quedó meditando unos cuantos segundos antes de responder, quieto por pensar bien las palabras que quería escoger.

El silencio predominó por ese breve momento; el oscuro manto del cielo, aún con las grisáceas nubes que desaparecían de poco a poco, reveló más estrellas hasta formar constelaciones. La helada brisa se sintió, haciendo a ambos sentir escalofríos.

Por supuesto que no lemolestabapero no estaba en sus planes de aquella noche ser distraído, y mucho menos por él.

—¿Piensas pasar o te congelarás aquí afuera? —respondió él, suspirando resignado; en Sonic apareció una diminuta sonrisa mientras Shadow intentaba no sonar tan molesto. Lamiéndose los labios, relajó los músculos y le hizo un ademán con la cabeza.

Ambos caminaron hacia dentro del departamento, cerrando la puerta del balcón tras de sí. Las cortinas quedaron corridas, surcando el salón con las luces que se veían desde las calles junto a la que emanaba la televisión silenciada y el portátil en la mesita.

—¿No se supone que saldrías con tus amigos? —rompió el silencio Shadow, volviendo a preguntarle con una pizca de curiosidad.

—Nuestros —le corrigió Sonic, tomando asiento en el sofá—. Ese era el plan pero tú no fuiste y Tails tampoco quiso acompañarme. Iba a quedarme solo. En la mañana fui a la villa donde Silver se está quedando —el héroe posó la bolsita de plástico sobre la mesa de noche, moviendo un poco la taza de café que el erizo negro había olvidado llevar al fregadero, para sacar las gaseosas y las frituras que había comprado—. Podría volver, pero no me apetece andar en bote a esta hora —y abriendo uno de los paquetes de frituras, le indicó a Shadow que se sentara enseguida de él con la mirada—. En fin, terminé viniendo porque Rouge lo sugirió.

Allí estaba la razón del por qué su colega le había mandado aquel mensaje.

Rouge maldita.

—Debes conseguirte más amistades —siguió Shadow cruzado de brazos, sin moverse ni un milímetro. Caminó en dirección a la cocina para llegar a los estantes, buscando entre sus curiosidades algún bowl.

—Tengo muchas, pero cada una tiene las suyas propias —por el contrario, Sonic comenzaba a agarrar desde la bolsa, echándose un bocado; luego más relajado al acabar de tragar, continuó—. Es normal, los comprendo. Si quieren salir todos en colectivo, adelante, no soy quién para detenerlos —el ébano volvió a la sala para encararlo, analizando cada una de las palabras que salían de su boca, dejando el plato en la mesita—. No lo parece, pero no soy muy fan de las multitudes... Igual, no me apetece lidiar con alguien más esta noche —y de repente, Sonic lo miró a los ojos, con una sonrisa satisfecha, como si esperase por una réplica.

Shadow no mostró ninguna reacción, pero muy en sus adentros le sorprendía escuchar tal ideal desde la boca del héroe. Sentía una vibra diferente en él.

—Lo dices como si no hubieses venido a molestarme por mero aburrimiento —dijo Shadow, cruzándose de brazos, ganándose una leve carcajada del héroe. Sonic subió sus hombros, queriendo restarle importancia—. Suena a que tus amigos tocaron un tema que no te gustó y por eso decidiste venir como último recurso... Aun así, no entiendo tu malestar —lo confrontó con un semblante estoico, haciendo al héroe arquear las cejas por el asombro al comprender su estado de ánimo; Shadow reconocía que estaba intentando disimular su enojo.

Sonic se pasó la lengua por los dientes, tratando de evitar una mueca. Luego rodó los ojos, buscando las palabras correctas para expresar sus abstractas ideas.

—No me importa lo que la gente piense de mí, pero... —respondió sin malicia el héroe. Shadow frunció el ceño por la confesión, viniendo de él. Al observar su mueca de confusión, Sonic sonrió fatigado, un tanto dudoso y abochornado por la estupidez que estaba por sacar a flote; dejó la bolsa de frituras también en la mesa— Me interesa saber qué opinas tú de mí —admitió después.

Shadow no sabía si aquella conversación se trataba de entrar en plena confianza uno hacia el otro, pero lo cierto era que no estaba muy convencido de a dónde se dirigía el tema. Algo dentro de sí lo hacía desconfiar en el héroe, no queriendo indagar más aquel cuestionamiento hacia su persona. Por un lado, pensaba que Sonic le preguntaba para saber genuina y sinceramente su perspectiva, pero por otro creía que el héroe planeaba tomarlo desprevenido para aprovecharse de alguna forma de él.

—¿Por qué? —caminando hasta el sofá individual para quedar frente a frente con él, siendo separados por la mesita de noche, Shadow preguntó de vuelta.

—Ya oíste —contestó Sonic, dedicándole unos lascivos y brillantes ojos. Shadow, no muy grato, sintió arder el estómago al ver cómo volvía a sonreírle socarrón—, no me apetece lidiar con alguien más ahora —volvió a resaltarle, queriendo que el erizo ébano entendiese la intención de su mensaje. Shadow, que no era tonto, entendió a la perfección una vez que Sonic volvió a sonreírle, genuino. Entendió que se refería a que quería estar a solas con él; pese a no saber para qué o por qué, Shadow no terminaba de digerir la intención de su rival—. Amy dijo que la atracción y el afecto son experiencias diferentes para todos; es complejo, me gusta —se rascó la barbilla el héroe, pensativo, sorprendiendo a Shadow con aquella sinceridad; luego, guardó silencio, mirando un punto fijo en la alfombra. Estuvo unos cuantos segundos reflexionando hasta que volvió a mirar los carmines ojos del erizo negro— ¿Tú qué opinas, Shadow? ¿Has experimentado algo así? —le arqueó una ceja, con los fieros ojos destellando una extraña emoción que el erizo ébano, bien creía, pudo identificar como maliciosa curiosidad.

¿Qué opinaba de lo que decía Rose? Opinaba que, por un breve instante, había olvidado que la eriza seguía insistente hacia el héroe; no sabía si Amy aun tenía sentimientos por él pero reconocía que, muy seguramente, todavía era el caso.

Es muy distraído incluso con sus propios sentimientos, recordó lo que Knuckles había dicho el día anterior. Pero tú estabas celoso.

—¿Cuál es el afán de tu cuestionamiento? —preguntó de vuelta, evitando contestar aquellas torpes incidencias. Sonic subió sus hombros, restándole importancia a su disimulada preocupación. Shadow chistó la lengua, volviendo a tensar los músculos— Mi opinión no puede ser tan específica. La respuesta, en sí, no creo que te incumba —le respondió, cortando todo tajo de conversación.

Pero la realidad era que no sabía cómo darle un final al tema.

Estabas celoso, la voz de Knuckles se hizo presente en su subconsciente. No muy convencido de sus propios ideales, no pudo evitar que el equidna imaginario en su memoria le retumbase las orejas con aquella frase que comenzaba a disgustarlo. Estabas celoso. La cabeza le pulsó. Él sabía, por mera desgracia, que Sonic siempre había tenido problemas con respecto a su vida amorosa, ya fuesen los fanáticos locos que le declaraban su amor cada vez que lo veían o incluso los malentendidos que había llegado a tener con algunos de sus amigos. Casi podía imaginarse al equidna riéndose frente a él por pensar en aquellas poco importantes ocasiones. En la playa aquella tarde de verano donde se agarraron las manos.Una voz irreconocible, ahora, penetrándole en la cabeza con tal de sacarle un tornillo, recordándole las agravantes emociones que todavía le sabían tan amargamente.En la reunión por el cumpleaños de Tails donde se abrazaron, aquella pelea contra el Dr. Eggman en donde tuviste que apartarte para que él la salvara, esa vez cuando tuvieron que sentarse juntos en la única fiesta de navidad a la que has asistido con ellos. Detalles notorios y eventos tan irreales que en ese momento ya no se sentían sobre los momentos rememorados ante la eriza rosada y el héroe. En muchas ocasiones has estado celoso.

Shadow, simple y sencillamente, no sabía qué responder con toda la combinación de ideales que surcaban su cabeza. ¿Acaso el héroe estaba tratando de sacarle cierta información? ¿Acaso a Sonic le interesaba saber su visión sobre algo tan banal como el romance? ¿Qué estaba intentando hacer? ¿Por qué estaba tratando sacarlo de quicio de aquella manera?

—No respondiste lo que pregunté —volvió Sonic a insistirle, esta vez más sereno.

—Si tu preocupación es lo que intuyo... Debo aclarar que no tengo nada con nadie, Sonic —contestó Shadow, tranquilo, tratando de terminar la plática.

Ninguno movió la boca o soltó algo para decir. La pantalla del portátil se apagó, dejándolos con la poca iluminación de la televisión y el exterior del balcón. Shadow pudo sentir la tensión y la adrenalina correrle por las venas, no sabiendo qué esperar por parte de Sonic.

Las miradas cargadas de ambos, aun con la poca oscuridad, fueron suficientes para que el héroeentrecerrara los ojos y le mostrase un semblante furioso.

—¿Estás seguro? —le dijo en un tono pasivo-agresivo, levantándose del sillón entretanto apretaba los puños.

—No malentiendas mis acciones... No pienso asegurar algo que no existe —replicó él, siguiendo sus movimientos. La mesa de noche no parecía ser un obstáculo para que, en cualquier momento, alguno de los dos se tirase sobre el otro—. Y aunque lo fuese, no tendría por qué estar explicándote o aclarándote las cosas.

—Yo creo que sí, Shadow —ahora Sonic, cruzándose de brazos, empezó a golpetear el suelo con eltic en su pie—. Conversar no es nuestro fuerte, ¿eh? —pareció preguntarle retórico, rodeando la mesa para acercarse al erizo ébano; con su dedo índice lo señaló, como si estuviese encarándole— Ayer nos besamos.

—Estaba muy oscuro... —intentó Shadow hacerlo razonar, pero Sonic le negó repetidamente con la cabeza.

—Estoy seguro de lo que hice. Tú no —lo interrumpió. Lo hizo caer al sillón individual, acorralándolo—. ¿Significó algo para ti lo de ayer?

La entonación con la que había dicho las cosas era tan seria que Shadow no supo reaccionar a tiempo. Desprevenido, se acomodó en el mullido mueble mientras Sonic lo encarcelaba en el pequeño espacio que quedaba entre ambos: las manos las tenía en los descansos del sofá, no dejando paso a que el erizo negro se levantase ni se moviese mucho por la cercanía en la que estaban sus rostros.

Con un mal movimiento que hiciese, ambos terminarían besándose de nuevo.

El erizo ébano quiso decir algo, pero nada se formulaba en su consciencia. No hallaba las palabras correctas para comenzar a dialogar, por lo que puso una de sus manos en el pecho del héroe para alejarlo de él.

—Desafortunadamente, sí —fue sincero, siendo testigo del cómo el semblante molesto de Sonic pasaba a uno más relajado—. He estado pensando en eso todo el día, no puedo sacarlo de mi cabeza —intentó empujarlo con cuidado al mismo tiempo en el que el héroe prestaba atención a sus oraciones—. Estoy dispuesto a no hablar de ello, como la última vez, si esa es tu intención con esto.

El héroe suspiró. Shadow, creyendo que se estaba volviendo loco, creyó sentir una fuerte decepción por parte de Sonic.

La primera vez que ocurrió tal cosa, cuando eran más jóvenes, habían acordado en no mencionarle absolutamente nada a nadie no sólo para resguardarse, sino también para que los demás no actuaran raros con aquel entonces, Shadow se arrepentía de haber estado de acuerdo con el trato; creía que, de haber sido diferente, las cosas en la actualidad podrían haber sido diferentes.

El beso por supuesto que significaba algo para él, no por nada se estaba haciendo un mártir desde hacía unas horas.

—¿Por qué le tomas importancia? —volvió a irrumpir el silencio Shadow, mostrándole un semblante confuso. Al no escuchar la refutación del héroe, el ébano prosiguió— Sólo fue un beso, tal vez ambos nos dejamos llevar por el momento, como siempre, y es todo. No necesitas encontrarle una explicación a algo accidental que no se repetirá.

Shadow terminó por aclarar como si se lo dijese a sí mismo. Quería empezar a creerse su propia mentira porque no podía seguir tolerando lo mucho que le daba importancia ese tipo de cosas. Más que nadie, él sabía que lo que habían hecho era suceso de una noche. Quizá no necesitaba una explicación, después de todo; quizá y a lo mejor eran de esas cosas que pasaban de vez en cuando, y no tenían por qué tener peso después.

—Si vuelve a ocurrir... —empezó Sonic, dirigiéndole un serio semblante; Shadow le prestó atención, sutilmente maravillado al verlo tan concentrado— No creo que cuente como coincidencia o accidente.

Quizá no.Él sabía que no era así. No era coincidencia, no era un accidente. Shadow terminó por exhalar profundamente. Asintió con desgano, siendo derrotado; con paciencia, espero a que Sonic se tranquilizara y se sentara de nuevo en el sofá.

—¿A eso viniste?—le preguntó después de un rato, intentando quitar la tensión que se había quedado en el ambiente.

—No —le negó él con la cabeza, mirando el techo para no tener que dirigirse a él—. Realmente quería pasar tiempo contigo. No quiero que te sientas incómodo a mi alrededor por ello.

—No es así —se lamió los labios él. Sonic, entonces, volteó a verlo más seguro—. ¿Te apetece comer algo?

—¿Sabes cocinar?—un tono burlón apareció al final, con una diminuta sonrisa que hizo a Shadow corresponder el gesto.

—Vamos a pedir, no seas ridículo, erizo —se levantó el erizo negro, siendo seguido por el héroe.

—¿La forma de vida suprema no sabe cocinar? —intentó bromear el otro, adentrándose a la cocina junto con él.

—Sí, pero no quiero hacerlo.