Tómate un momento para ti.
0 notes
De niños encontramos alivio debajo de una manta, si teníamos miedo por las noches, bastaba con protegernos con las cobijas, nos libraban de aquellos monstruos o fantasmas que nos atormentaran.
Crecimos, pero aun así seguimos encontrando refugio en nuestras cobijas; no importa la edad que tengamos seguimos sintiéndonos reconfortados al sumergirnos en ellas.
Durante la pandemia hemos tenido que pasar por momentos difíciles, cada uno tuvo su propio proceso, cada uno busco una forma de mantenerse a flote.
Que la cobija sea nuestro refugio, que sea nuestro lugar de desahogo, que sea nuestra resistencia, que sea el lugar donde encontremos la motivación para continuar, para seguir adelante.
No hay una sola manera correcta de enfrentar los obstáculos que se nos presentan, no está mal retraernos; si eso nos ayuda a encontrar fortaleza, bienvenida sea nuestra cobija.
0 notes