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asier.

+ Clan Resfeber

No estaba de mal humor debido a su cumpleaños, ya que no le importaba el hecho de cumplir años, lo que no le gustaba era el ambiente de fiesta. Él prefería algo tranquilo, completamente opuesto a aquello, así que mientras se encontraba rodeado de gente, explosiones de color y música, su rostro era el mismo rostro serio de siempre. Hasta que apareció Unai en su campo de vista y entonces, le fue imposible contener la sonrisa que cruzó e iluminó todo su rostro. Le era imposible no sonreir en cuanto el veía. Este se acercó y le pasó una de las bebidas que había cogido en la barra y le dio un corto beso en los labios. —Sabes que eres lo mejor que me ha ocurrido nunca, ¿Verdad? Y que te quiero.— Le dijo, no muy lejos de su rostro para volver a besarlo. Asier asintió con la cabeza y los ojos cerrados. —Entonces no me odies por lo que voy a hacer.— No le dio tiempo a averiguar a que se refería, ya que este se apartó y fue directo al puesto del DJ.

La música dejó de sonar y el sonido de un micro acoplándose a los altavoces retumbó por toda la sala. —Hola, si, probando.— Dijo el vasco, dando un par de golpes al micro, comprobando que todo iba bien. —Vale, si, ¡Hola a todos! Siento estropearos la fiesta y justo ahora que habían pinchado a las Pussycat Dolls, pero es por una buena causa y es que quería contaros una historia. Prometo que será corta, ¿Vale? A ver, yo no creo en el destino, pero he de admitir que algo muy bueno tuve que hacer en alguna otra vida para tener la suerte de haber encontrado a una de las mejores personas que podía haber deseado para compartir mi día a día. Ahora bien, ahora, cuando conoces a una persona, te pones a buscar su instagram y rezas porque no lo tenga en privado para poder investigarle un poco, pero hace unos años, cuando aquello no era tan normal, yo me encontré en la biblioteca con un chico que se había fijado en mi y que me estaba dibujando, nada de instagram de por medio. ¿Y a dónde quiero llegar con esto? Pues no lo tengo ya muy claro, la cosa es que ese chico, años después, se casó conmigo y hoy cumple años.— Con un brazo, señaló al público dónde estaba Asier y esperó a que todo el público se fijase en él. Luego, volvió al micro. — Así que quería proponer un brindis a todos con nuestros cubatas antes de seguir con la fiesta, un brindis por Asier, mi mejor amigo, mi marido y aunque él diga que yo soy su musa, él realmente si que es una musa para mi. Te quiero, feliz cumpleaños.— Levantó la copa y con un “Por Asier” Le dio un buen trago al vaso. —Muchas gracias a todos, que la fiesta no pare.—

En ese momento, Asier, que estaba en primera fila del público, sujetando una copa, tan solo podía pensar en una cosa. “Tierra, trágame ya.��

  Bastian proviene de una familia bastante conservadora, y a pesar de su preferencia heterosexual, ha descubierto lo grande que es el mundo, y así tan grande es el amor, el cual no puede clasificar ni mucho menos tipificar; su clan ha dado gran enseñanza de ello, y por ello su genuina emoción por las palabras de quien tomó el micrófono y sin filtros dejó salir el amor.

  Había decidido asistir a la fiesta para poder ver a sus amigos, los cuales ha podido tener valioso encuentro con ellos, de hecho estaba esperando a León, pero aquel acontecimiento le ha robado su atención, y vaya que pudo apreciar todo en vivo y directo, pues estaba justo en frente de las consolas del DJ. —Wow! Es muy valiente, su pareja debe estar orgulloso. —Comentó en voz alta al sujeto más cercano, quien parecía estar petrificado y de expresión inmutada mirando fijamente a quien lleva el micrófono en sus manos, ofreciendo un brindis por su cumpleaños. —Salud. —Repitió junto a los demás presentes, pensando si el castaño a su lado sería el afortunado cumpleañero, pues muchas miradas recaían ahora sobre él.

( Happy birthday Resfeber )

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reagan.

+ clan Resfeber

Años antes Reagan nunca había festejado su cumpleaños como lo había estado haciendo los últimos años, en ciudades diferentes, eventos privados, diversión en todos los sentidos. Y lo mejor era que sabía que podía compartir ese día especial con tres de las personas más importantes en su vida; su clan. Realmente esperaba encontrarse con alguno de sus compañeros y poder continuar divirtiéndose a lo grande en aquel evento tan colorido. ¿Qué podía salir mal? Ya habían pasado por mucho, y era tiempo de disfrutar aunque fuera un solo día sin temer que algo malo fuera a arruinar su festejo.

Había bebido algunos tragos, más no se dio cuenta que el alcohol comenzaba a hacerle efecto en el organismo, como eran bebidas dulces, y a pesar de saber las consecuencias la australiana, se había dejado llevar por el rico sabor. Para cuando se dio cuenta no podía dejar de sonreír con todos los que se acercaban, con ella siempre había algo de que hablar y en su estado quien sabe que tanto había dicho, solo esperaba no haber soltado la lengua de más como era su costumbre. “No estoy ebria… no he bebido mas que…” Comienza a contar con sus dedos fingiendo no recordar cuantas bebidas, pero claro que lo recordaba habían sido 4 bebidas de colores, todas muy ricas. “No lo estoy, si lo estuviera no podría hacer esto” Dijo a la persona con la que se había encontrado, y realizó un gesto tierno con su rostro, al mismo tiempo que sonreía.

   A pesar del buen ambiente y música -la cual no era muy del estilo del polaco- se podia disfrutar de los atuendos impregnados de colores, gente sonriente, comida y lo mejor, una ilimitada barra libre, Bastian no vaciló en escurrirse hasta ésta y pedir algo de ron con gran cantidad de hielo, su presentación favorita.

   No ha pasado mucho tiempo en el lugar, y ya se aprecian las víctimas a las que el alcohol les pasa factura, una de ellas contaba apenas cuántos tragos había ingerido. —Son pocos, luces bien. —Respondió a la chica mientras ofrece su ayuda para acercarla a uno de los taburetes disponibles en la barra.

Happy birthday Resfeber!! 🎈

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orión.

Clan Mangata

La estancia de Orión en Valencia se había alargado al enterarse de aquella celebración, ¿cómo iba el griego a perderse una fiesta más aun si era la celebración de uno de los clanes? Claro que donde iba Orión le acompañaba su pequeño Husky Wolfie, no lo llevaba con correa de hecho al chico le gustaba que fuese libre correteando por ahí hasta que algo le llamó la atención al cachorro y echó a correr en medio de la fiesta de los colores, el griego temió porque pisasen a su fiel compañero y no dudó en echar a correr tras de él-¡Wolfie!¡Wolfie, vuelve aquí pequeñajo revoltoso!-le llamó mientras corría en medio de aquella festividad, Orión tenía la ropa algo colorida ya pero por suerte su cara seguía intacta, observó al pequeño animal pararse frente a una persona y aminoró el paso para atraparle-Ahí estás perrito rebelde-comentó acercándose a él cuando uno de aquellos colores le impactó en la cara, le dio tiempo a cerrar los ojos pero no la boca así que terminó escupiendo polvo de color verde-Creo que ahora ya estoy viviendo la fiesta al cien por cien, mis pulmones y entrañas lo corroboran-bromeó el griego abriendo los ojos pero con parte de la cara verde.

  A pesar de que no era mucho de su agrado las mezclas de música electrónica o lo que sea que sonara en el fondo para animar la fiesta, era una energía bastante buena la que dominaba, aunado a la increíble temática que inspira la decoración, transformando el espacio de La Madre Patria en un Palacio Hindú, digno de admirar. Ya tenía algunos minutos a la espera de hallar un rostro conocido, sin resultado satisfactorio; por lo pronto era mejor ir a la barra por un trago de alcohol a la roca.

  Sin tener mucho éxito de diversión, le es oportuno dotarse con un par de globos con agua tintada de color, de los cuales en facciones de segundos ya había sido víctima de un par de estos, parecía estar más animado, hasta hizo conversación el polaco, pero se ve interrumpido por su pequeño amigo. —¡Wolfie! —Exclamo al reconocer al juguetón husky, ¿qué hacía ahí? Su estimado compañero de clan no estaría muy lejos; se agacho un instante para entretener a Wolfie y asegurar que no lo fueran a lastimar, aunque el blanco fue otro, en cuestiones de segundos Orión estaba en frente de ambos, ahora con la cara de un tono verdoso. —Eso definitivamente te lo mereces. —Bromeo con el ojiazul mientras acaricia el pelaje del canino, quien da indicios de estar alterado. —¿Por qué lo trajiste? Se está asustando mucho. —Sentenció con preocupación al otro Mangata.

( Happy b-day Resfeber! )

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leon.

                            + Clan Mangata

Aquella fiesta era totalmente lo opuesto al significado de diversión para León. Demasiada música ruidosa, demasiados colorines, demasiada gente… Definitivamente debería haberse esperado a aceptar otro viaje de PARADISE si lo que quería era reencontrarse con sus compañeros en persona. Pero, por otro lado, se recordaba que era una fiesta de cumpleaños y que estaban imitando a un festival popular, por lo que al menos por respeto intentaría tener la menor cara de gruñón posible (puede que no fuera Míster Simpatía, pero quería creer que no era tan sinvergüenza).

En cuanto escuchó como anunciaban que pronto empezaría la guerra de globos de agua, supo que debía alejarse de inmediato. Ni en sueños se metería en ese jaleo. Pero apenas había andado un par de metros cuando un globo de agua impactó en su espalda, sintiendo un escalofrío por culpa del agua y el choque. Contó mentalmente hasta diez a la par que tomó una bocanada de aire, volteando despacio con intención de descubrir al causante.- Bien… ¿Quien ha sido el graciosillo que me ha interrumpido el camino? -preguntó con sarcasmo.

  —Ni sueñes que te dejaría ileso de aquí, Cowboy! —Señalo al estadounidense mientras ríe  casi a carcajadas, sujetando aun un par de globos más. —Espero te sepas defender. —Añadió amenazando con arrojar una siguiente.

  Bastian no era gran participe de las fiestas con DJ’s y ese tipo de ambientes, tampoco es que se limitaba de no asistir, estaba dispuesto a probar cosas nuevas, esta ocasión le recuerda el hecho de ya no pertenecer al rango de los 20’s, fase en la que mucho se descubren como personas, y para sí ha sido un desconcierto, lucha incesante para consigo y su madre. No podía estar más agradecido que tener un escape a su realidad a través de su clan, a quienes estima con tal afecto que el cualquier situación dejaría su propia carne por ellos, y León era uno de sus más cercanos, de ahí la confianza de un apodo tan ridículo para como es él. —Y no hay excusas, el que logre atinar al pecho, tiene derecho a ser atendido con los tragos por el perdedor, ¿hecho? —Ofreció en absurdo trato, pues de todas formas los tragos iban gratis, aun así la adrenalina y el deseo de competir le aceleran el pulso, para estar a la par, le entrega uno de los globos cargados de agua tintada de color.  

( Happy b-day Resfeber! 🎉)

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                    「 I belong to... 𝔻𝒾𝓈𝓃𝑒𝓎 𝕒𝓃𝒾𝓂𝒶𝓁 𝕔𝒽𝒶𝓇𝒶𝒸𝓉𝑒𝓇 」

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❝ Did I put on underwear? ❞

   Dämonen! -¡Demonios!- ya se ha demorado más de una hora para salir al trabajo y con suerte alcanzo a ducharse, la responsabilidad de abrir el taller ese día recae sobre sí mismo, no podía quedar mal con sus clientes ni mucho menos dar quejas a su jefe, eso sería lo último que querría ya que los medicamentos de su madre no se comprarían solos en el mes.

   Bajando deprisa, puede notar como alguien se encuentra en la cocina, la plena conexión con éste le admira cómodo en la butaca del comedor, hasta degustar a sorbos aromático café alemán. —Cowboy, Guten Morgen! -¡Buenos días!- —Apenas saluda al reconocer que era León. Al caminar, aires de libertad y comodidad acompañan el andar del polaco, quien apenas se percata de un pequeño detalle de vestuario. —¿Me puse ropa interior? —Hizo la pregunta al aire mientras palpa su cintura.

                                                      ——— • ( Ft. @leonxturner )

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nicetomethyou:

Aaron Paul photographed by Steve Shaw for issue #12 of Treats! Magazine

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grace.

                  El concepto de la feria a Grace le parece de lo más erróneo. San Valentín es una fecha hermosa que no debe corromperse de tal modo. No hay nada de malo en expresar el afecto por alguien… Incluso con regalos que muchos tacharían de absurdas bobadas. Se ha paseado por todo el recinto expresando su disconformidad… Diciendo que no debería de existir tan siquiera el concepto de Anti-San Valentín… Pero ni en sus rezos más ocultos esperó por un acontecimiento de tal magnitud que detuviera y arruinara la feria.

La luz se ha ido… La oscuridad reina y la noche se alinea con las fuertes lluvias y el viento incesante. Es una situación peligrosa… Teme por su clan. Lejos de pensar en contectarse con ellos, dedica su tiempo y esfuerzo a buscarlos. Solo detiene la misión auto-encomendada cuando ve al menor sufrir consecuencias graves. Corre a prisa de apartarlo antes de ser peor. -Más cuidado deberías llevar. Riñe sin aceptar las gracias… Ayudar es lo correcto y lo que toda buena samaritana debería hacer.

-Dime… ¿Te has hecho daño? Pregunta y lo señala. Desconoce la atención médica y por tanto el estado de las heridas y los golpes. -De buen grato te ofrecería mi ayuda… Pero solo ver la sangre creo voy a desmayarme.

   La ayuda no pudo llegaren mejor momento, pues era necesario alejarse de todos los postes y objetos contundentes, sin contar que debían de cubrirse de las ráfagas de viento generadas por la tormenta. Bastian se ve regañado en el momento, cosa que no se esperaría en una situación de esas, sin embargo tiene toda la razón, tener más cautela y quedarse resguardado mientras se calmaba el clima ahora sonaba más sensato, pero ya no podía regresar el tiempo, el dolor le hace caer en cuenta de su realidad.

  —Como si lo hubiera deseado. —Responde apenas entre gruñidos a consecuencia del dolor, pero en el fondo aprecia que la chica haya prestado su ayuda. Entre quejas y quedarse casi enceguecido por la sangre en su rostro, inicia por limpiarse un poco para descubrir su visión, y poder observar a la rubia a su lado, no podía imaginar cómo se las arregló para arrastrarlo un tramo considerable. —Si... —Asintió entre quejas, tomándose de nuevo la zona afectada para poder inmovilizarla. —Este hombro. —Señaló su lado derecho, el cual no paraba de molestar.

  —Necesito que amarres mi brazo... —Sugirió, tenía que pensar en algo pronto, urgía de atención médica, y el estar ahí por mucho tiempo no era tan seguro, debía ingeniarse algo. —Hay que salir de aquí.

Bloody Valentine.

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lily.

❝ Yo– ❞ Incapaz de creer la hazaña realizada en haber jalado el cuerpo del mayor en pos de dejarlo a distancia del potencial peligro, aún ha pesar de haber llegado tarde pues presenta cortes por vidrios y un dolor destacado a juzgar por la expresión corporal mostrada. Palabras que podrían perderse entre el incesante viento pero son acalladas en su garganta antes de ser pronunciadas… No hay razón de agradecer pues más gracias podría darle por la inesperada muestra de utilidad por su parte. Incapaz aún de creer haber dejado llanto de lado en pos de la actuación impulsiva.

❝ Siento los cortes–Más puedes estar seguro que ahora la gente no va a juzgar si luces acorde a tu edad. ❞ Comentario bromista inapropiado más propio de la tensión sin razonamiento por saber actuar. Ahora suelta al sujeto libre y lejos del pasado peligro… Pero aún cerca de muchos otros debido a la tormenta.

Más no pasado inadvertido la expresión debe preguntar por ello. ❝ ¿Te has golpeado ahí? ❞

  —Sí, tú. —Miró de reojo a la rubia, quien apenas reconoce entre tantos revueltos del viento, sin contar que su rostro empezaba a empaparse de sangre, nublando la vista del Mangata, su acción inmediata fue limpiarse con un pedazo de su suéter, antes de quedar como un completo inútil sin visión, que de por sí ya era bastante difícil de apreciar los alrededores entre la oscuridad de la noche.

  ¿Era en serio lo que ha escuchado? Ha recordado con exactitud aquella conversación, y vaya casualidad que su encuentro ahora sea en pro de su ayuda, pues le ha logrado poner en un lugar más seguro de derrumbes y ráfagas de viento de la tormenta. —Creo que me tendrán miedo. —Apenas comenta entre quejas y gruñidos, el hecho de hablar y expulsar el aire le genera ciertas puntadas dolorosas en su hombro afectado.

  —Si, me golpeé el hombro. —Afirmó mientras continua sujetándose, para poder inmovilizar el mismo y al menos no intensificar más el daño.

Bloody Valentine.

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cassandra.

Se había separado un momento de Anthony, su tío, para ir a comprar algo de comer en los puestos… Cuando el inicio de la tormenta había acontecido. Volteó en seguida para buscarlo entre la multitud, pero las luces se apagaron y aunque trató de correr en la dirección que creyó era la correcta… Acabó por golpearse con algo, quedando aturdida unos segundos en el suelo. El viento era demasiado fuerte y movía los objetos hacia todas direcciones, siendo imposibles de esquivar debido a la mala visualización del ambiente.

Se incorporó enseguida, obviando el dolor de cabeza, más alterada por encontrar a la gente que apreciaba en esa feria que en pensar si se había hecho daño. Parpadeó varias veces, tratando de adaptarse y ver algo más en la oscuridad… Y alguien enseguida le llamó la atención, pudiendo verlo debido a las chispas de electricidad. -¡Eh! Trató de llamarlo, para que se apartara, pero era complicado hacerse escuchar en aquel estrés de lugar.

No lo pensó demasiado, se alzó lo más rápido que pudo para tambalearse hasta dónde se encontraba y zafarlo para arrastrarlo lejos de allí antes de que su situación fuera peor. -¿Estás bien…? Preguntó, preocupada, al ver ahora de cerca que había sido alcanzado por unos vidrios. Además también se sujetaba el hombro derecho… -¿Estás bien para caminar…?

  La ayuda fue muy oportuna, los tendidos eléctricos habían estado echando chispas muy cerca del Mangata, quien fue arrastrado lejos de ahí, a un lugar más seguro y con cobertura de las fuertes ráfagas de viento. —Mi hombro... —Se queja dando gruñidos y fuerte respiración, sin contar que las rasgadas en su rostro le impiden tener mejor visual, todo se conspiraba para mantenerse quieto e inútil.

  Por la voz, pudo denotar que ha sido una chica que lo ha ayudado, y eso era bastante decir, por lo general quien ser ellas las rescatadas y las más indefensas, un toque de vergüenza se siente por dentro el polaco, pero debía dejar todo eso de lado, ya que no había tiempo de modales, su dolor pasaba a segundo plano todo lo que pudiese pasar por su mente.

  —Creo que sí. —Añadió con pocas fuerzas, pero el estar ahí quietos podía tornarse más peligroso, además de que debía buscar a Landon, el no tener noticias de su amigo le empezaba a generar ansiedad, provocando que su dolor se duplicará. Solo se limpia el rostro, para mirar a la rubia que podría decirse salvó su trasero. —¿Tú estás bien? —Preguntó pues de ello dependía la supervivencia de ambos, acomodando con presión su hombro para disminuir un poco su dolor.

Bloody Valentine.

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león.

Ni siquiera la temática anti-San Valentín lograba bajarle los humos al Turner, quien cada vez se arrepentía más de haber aceptado aquel viaje en vez de quedarse en Austin. ¿Qué sentido tenía haber ido si él no había tenido a quien invitar? Sabía que sus compañeros de clan se encontraban en Miami, pero no quería molestarles al saber que se encontraban con algún ser querido… Por lo que, cansado de dar vueltas por la feria sin saber que hacer, decidió que lo mejor sería intentar irse del lugar y volver al hotel. O al menos aquel había sido su plan hasta que la tormenta había llegado, provocando un gran bullicio entre los asistentes.

El primer impulso de León fue el de intentar iniciar alguna conexión con el resto del clan, queriendo asegurarse de que se encontraban bien. Pero al serle una tarea complicada al tener que centrarse en parte en esquivar a la gente y adaptarse a la oscuridad, dio media vuelta con intención de buscarles. No estaba seguro de en que punto de la feria se encontraba al lograr dar con Bastian, dando un sobresalto antes de acercarse rápidamente hacia el polaco para agacharse a su lado.- Eh, venga Yogurín. No te quedes ahí. -murmuró en un intento de infundirle ánimos al ayudarle a levantarse, tratando a su vez de mantenerse lo más calmado posible. Aunque se interrumpió antes de poder preguntar si se encontraba bien al verle como se quejaba.- ¿Qué ha pasado? -preguntó preocupado, quedándose quieto en su sitio para poder echarle una ojeada en busca de heridas.

   ¿Era real? Vaya que lo era, su brazo izquierdo que no tenía problema alguno se aferró con fuerza al contrario, así obtuvo la firmeza necesaria para recobrar la estabilidad poniéndose de pie. Era increíble como en momentos así, el gruñón Turner podía usar el feo apodo con que le llama, pero es en esos pequeños lazos de conexión donde más se fortalecen como equipo, eran pequeños destellos de luz en una caótica penumbra, podía sentirse seguro. —Mi hombro. —Gruñe apenas en medio del dolor, agradecía por su interior el hecho de que se quedaran quietos, así no sentía intensificar su dolor, sigue respirando fuerte, apretando su mandíbula tanto como le es posible.

  —Necesito recostarme. —Pidió como primordial necesidad, ya estar de pie no le funciona como en el principio. Son muchas las personas que ahora le preocupan, Landon era una de ellas, pero antes debía recobrar fuerzas para irle a buscar, eso tomaría su tiempo. —En la oscuridad... —Con cortas pausas para tomar nuevas bocanadas de aire, apartando la mezcla de agua y sangre de su rostro, sigue explicando lo acontecido. —Fui golpeado por un tronco, algo así. —Ni siquiera está tan seguro de cómo lo llegó a alcanzar el objeto contundente, pero sus consecuencias fueron fatales.

Bloody Valentine.

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ishara.

Ishara había encontrado a su padre tiempo después de que comenzase la tormenta y este la había arrastrado a ella hacia un lugar más seguro. Le había pedido que por favor se quedase quieta con él en aquel lugar e Ishara había insistido en que no podía quedarse ahí haciendo tanta gente fuera. Era su trabajo cómo cirujana salvar vidas y ayudar a la gente y lo llevaba tan al extremo que a veces se le olvidaba que no todo su día a día era un quirófano. Era peligrosos estar fuera y su padrastro acababa de tener que superar la pronta muerte de su mujer. Si algo le pasaba a ella, sabía que se culparía toda la vida por lo haberla conseguido retener. Así que pese a que todos sus instintos le gritaban que tenía que salir corriendo, se quedó en aquel lugar observando un profundo corte que su padrastro se había hecho en el hombro y que no paraba de sangrar.

No obstante, cuando vio de reojo cómo el escaparate de la tienda de enfrente reventaba y cómo alguien era golpeado hasta caer al suelo, no pudo evitarlo. —No te muevas de aquí.— Le dijo a quien consideraba su padre y salió corriendo, acercándose al hombre que había recibido el golpe y que se encontraba tendido en el pavimento. —Tranquilo.— Le dijo, cogiéndole cómo pudo y lo arrastró, con todas sus fuerzas, hacia el mismo lugar dónde estaba su padre. — Aquí estarás bien.— Le dijo, mientras rápida mente se quitaba su chaqueta ahora empapada debido a la lluvia y le miraba. —¿Dónde te duele?— Pregunta, mientras se acerca para observar los cortes de su rostro, evaluando todos los daños. —Alguno de estos cortes van a necesitar puntos.— 

  Entre los rastros de sangre que recorren por su rostro y el intenso dolor en el hombro de Bastian, no tiene tanta coordinación entre sus acciones y su habla, pues al no estar en su ciudad de residencia, todo se complica un poco más, aunque hace el esfuerzo de recordar las palabras como su compañero de clan. —El hombro. —Gruñe apenas tratando de responder a quien hace un gran esfuerzo por ayudarle, denotando ser una voz femenina, aún sin detallar a grandes rasgos. Con suma precaución, intenta apartar lo empapado de lluvia de su rostro, deteniéndose con frecuencia a causa del dolor que yacen en las heridas de su rostro, y con el hecho de no saber si su amigo estaba en la misma situación, debía tomar una preocupación a la vez, y por lo pronto necesita recobrar fuerzas.

  Dando un vistazo a su alrededor, puede denotar a otro señor mayor, cuyo hombro también se encuentra lastimado, toda la situación se tornaba catastrófica. —Esto duele... Scheiße! ¡Mierda! —Gritó en gesto de frustración, liberando un poco la tensión, aunque sabía que debía controlarse al no ser el único en el sitio. —Ustedes... —Inhaló con fuerza antes de seguir hablando. —¿No han visto más heridos? —No supo si sería lógico lo que ha preguntado, pero necesita dar con Landon, podía iniciar a indagar por pequeñas pistas.

Bloody Valentine.

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Bloody Valentine.

                                ——— • ( Clan Mangata. )

   Poder pasar tiempo con Landon le transportan a sus tiempos de adolescentes, cuando tenían la energía y la disposición para no desperdiciar ni un segundo del día. Bastian decide recordar ello invitando a su mejor amigo a tomar un par de cervezas artesanales, quizás comer algo a la parrilla para burlarse de los americanos y sus feos embutidos industrializados. A pesar de haber llegados juntos a la feria, cada uno tomó un camino para ridículamente comprar el objeto más gracioso y regalarle al otro, solo tendrían una hora para por último encontrarse en la taberna del anuncio enorme.

   Recorrer los stands repletos de burlas al día de San Valentin era muy divertido, algo fuera de la rutina, estaba agradecido por la oportunidad de estar ahí. Tuvo un poco de ayuda para elegir una playera con un mensaje bastante ocurrente, quiso probarse una a juego pero de forma inesperada, las ráfagas de viento azotaron el lugar. En un principio solo pensó en buscar un lugar seguro, además de que posiblemente empezara a llover, aunque también tenía que encontrar a Landon, a quién decide llamar a su móvil, sin resultado satisfactorio motivado a la injerencia climática.

   No tuvo más opción que luchar contra el viento y tomar camino para intentar ubicar a su amigo y devolverse al hotel, pero su acción no fue la más inteligente. Un apagón total los deja entre penumbras y relámpagos, el pánico embarga a los asistentes, quienes corren en todas direcciones. La angustia embarga al polaco, a quien sin fijarse le estalla una vitrina de vidrio por causa del derrumbe de los puestos aledaños, algunos de éstos cortan parte de su cara, desorientando es alcanzado por una viga que lo golpea por el hombro, haciéndolo caer, el dolor es fulminante sin poder moverse, solo piensa en León y su destreza ¿qué haría él? No respondía mucho su cuerpo, quisera contactar con algún Mangata, la voz de Rebeca pronuncia su nombre a lo lejos, no sabe si es real, por lo pronto siente como un resplandor lo enceguece de momento, para ser sujetado y arrastrado a un lugar seguro. —Gracias. —Apenas expresó en medio de las quejas por el dolor de su hombro derecho, el cual sujeta para no lastimarlo más.

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cosettexmonet:

La curiosidad se reflejó en la mirada de la pelirroja nada más recibir aquella respuesta, pero antes de poder preguntar ya había obtenido la explicación sobre los motivos que le llevaban a ello.- ¿Me estás poniendo a prueba? -preguntó divertida. Era consciente de sus puntos más fuertes y los más débiles, por lo que si aquello era una especie de reto tenía que pensárselo bien.- No creo que sea la mejor opción en la que basarte para asegurarte de si es seguro caminar. -añadió sin perder el tono de voz que había estado empleando, llegando incluso a sonreír al encogerse de hombros.

Apretó los labios al escuchar aquel comentario, sabiendo que le iba a esperar oírle reírse de ella al decir la verdad. Pero terminó por fruncir el ceño al no comprender donde estaba la gracia.- Claro que quiero tomar una fotografía. -le contestó ingenuamente y con voz tranquila, dejando entrever su curiosidad por mucho que tratara de mantener la compostura.- Me encanta París. -Era más probable que su amor por Francia fuera inevitable debido por los orígenes de su madre y por el hecho de que guardaba buenos recuerdos con su familia. Era lo mismo que le pasaba con Escocia a causa de su padre y los viajes al país.- Además, ¿qué tiene de malo la nieve? -quiso saber, recuperando los ánimos.

   Si algo definía la personalidad del alemán, era el hecho de juzgar a primera vista, no por el hecho que fuera una dama, sino por lo frágil y delicada de sus facciones, aun así demuestra todo lo contrario, dejando por sentado que no correspondía sus acciones con la apariencia. —Son suficientes para mí, no me complico demasiado. —Respondió despreocupado, tampoco es que se pudiera dar mala vida por ello. Era curioso que se encontrara sola en aquel lugar, sin embargo parecía estar pasándola muy bien por su cuenta y vaya que tiene independencia.

   Ahí estaba, sus sospechas eran ciertas y vaya que eso no era tan difícil de suponer, era lo que se esperaría pues luce como una turista más. —Nada, vengo de Berlín y allá tenemos de sobra, solo no es de mi agrado. —Hizo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto y evitarse una guerra de nieve innecesaria, como solía pasar con sus amigos en la infancia. —Entonces supongo que necesitas un fotógrafo para capturar tus mejores ángulos... — Añadió con leve interés, después de todo no era tan cruel como quisiera aparentar. —Hace rato vi uno por ahí, podría buscártelo. —Esto en son de burla para con ella, pues era un trabajo que podía hacer por su propia cuenta.

{ AU: Segunda Generación }

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victxrmc:

Aunque Maddie no había pensado en el ambiente, el menor tenía razón con respecto a este, el daño que estaban haciendo gracias a las dichosas llaves debía ser monumental, así que no pudo evitar echar un vistazo al agua que seguramente debía estar gravemente afectada, una mueca se instaló en su rostro mientras lo imaginaba –Y todo ese daño, solo por una practica sin sentido- porque no terminaba de comprender esos gestos de romance que a su parecer, nada tenía que ver con el amor en si…

–Así me gusta- dijo dedicándole una sonrisa a modo de complicidad gracias a las palabras de éste que le dejaban en claro que por lo menos podía pensar que buscarían divertirse –El dejar la mente abierta, y evitar las limitaciones, hacen las cosas mucho más divertidas- opinó la menor de los McLaren alzando una ceja –Entonces, ¿Puedo tomar como que estás aceptando la oferta?-

   Probablemente había añadido una razón lógica más a las que la contraria ya tenía para seguir juzgando el día, y eso era como un logro más a su ego, además de estar agradecido de que haya personas conscientes a la realidad que se vive. —Así es, el óxido ferroso causa daños a los ecosistemas acuáticos. —Comentó mientras la observa revisar desde el borde del puente. —Aunque de seguro nuestros padres también lo hicieron. —Se encogió de hombros en gesto de incertidumbre, no es que conociera a gran detalle la vida de sus progenitores.

   ¿En qué momento se había vuelto interesante la situación? Esos cambios de ambiente sí que eran divertidos. —Tómalo como un “perdemos el tiempo”. —Hace énfasis en esas últimas palabras. —Dime la dirección que yo te sigo. —Mira en ambas direcciones a ver si algún cartel que le interesara, o alguna idea aconteciera, aunque la risita de la rubia le hace pensar que también debe tener algo en mente, ofrece su mano para ayudarla a pasar el puente, en gesto de caballerosidad.

(AU: Segunda generación)