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CuestionARTE

Cuestionarse a uno mismo debería ser obligatorio, un examen rutinario de pasarse lista sin pasarse de listo. Mirarse al trasluz de todo aquello que no, que apenas, que casi. Por qué todo esto y así. Escarbar, horadar y reventar cuanto haya delante hasta tocarla, la muela que mastica sueños y alimenta deseos. A esto que hemos venido. El paraíso que no es un lugar sino un momento.

Y desde ahí desandar el camino, marcarlo a conciencia en las fases trascendentes, poder reconocerte por rastros familiares capaces de seguir a ciegas, a tortas si hace falta. Hasta regresar a la casilla de salida que llamar el aquí y ahora.

He perdido cientos de veces. He perdido trabajos, mujeres, dinero, juicios. Perdí dos veces la razón y una la esperanza. Me han dicho tantas veces que soy la nada que el café y el whisky los bebo a secas, celebrando el vacío en cada barra.

Abrevaderos tristes y fondas deprimentes de mi andar disoluto, los rincones donde parar el mundo y parar mi mundo de ayeres y ayes. Cada trago me pone en mi sitio, cada calada me recuerda que todavía tengo más, que tal vez la siguiente sea la última pero seguirá siendo como la primera vez. Nunca más tan inocente, nunca más culpable.

A mí a escribir me enseñaron tipos infames. A pensar, mujeres inteligentes. Pero a vivir te lo enseña perder.

Es la euforia incomparable del perdedor. Haber sido capaz de ponerlo todo en juego en cada apuesta, no sabría explicarte qué se siente al ver la moneda caer, cuando cae, y estar ahí sin mirar de qué lado suena. Nunca fue el qué, siempre es el para qué. No podría contarte con palabras precisas cómo se vuelve a intentarlo todas las veces que hagan falta. Porque cuando crees perderlo todo ganas una historia que contar y recordar.

Qué más da qué musa haga de fuente, mientras tengas algo que beber. De vaso en vaso, en camas intercaladas, noches pares de juntar impares y hacer barajas de trajines con los ases que quedaran por sacar.

O en la única taza que llamas tuya, en tragos eternos como una vida juntos.

El camino es indiferente, mientras sea el que te lleva a donde quieres.

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¿LE DAMOS MÁS IMPORTANCIA AL ROL QUE A LA PERSONA?

Hace un tiempo, hablando con una buena amiga sumisa, salió un tema al que no le di mayor importancia pero que realmente si la tiene.

Ella decía que buscábamos cosas diferentes.

Que primero se centra en conocer al Dominante y , si lo que le ofrece es de su agrado, no tiene ningún problema en humillarse para después conocerlo como persona.

Yo, sin embargo, creo que es más apropiado conocerse primero como personas y, si esa parte gusta, conocerse como Dominante y sumisa/o.

Por otro lado, a menudo se nos llena la boca con publicaciones que hacen referencia a como debe ser un buen Amo/a o una buena sumisa/o, cuando creo que lo más importante es ser una buena persona.

En la poca experiencia que tengo, por lo menos en Facebook, y en la mayoría de las charlas que mantengo, la gente suele quejarse de que las relaciones, o posibles relaciones, se rompen porque fallamos como personas, no como roles.

La sinceridad, la educación, la empatía, el respeto, la comunicación, la seriedad.... son valores que se están perdiendo.

En resumen, yo lo tengo claro, prefiero descubrir primero los valores (que es donde más fallamos) y después el rol.

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¿ES ELLA? —¿Es ella?...

—Si, es ella.

—¿Cómo lo sabes?

—Lo sé.

—¿En qué lo notaste?

—No sé, en su mirada, en algo interior, en el aire que nos rodea cuando estamos cerca, en su tacto, en sus palabras, en su respiración, en sus silencios, en

sus besos.

En esa tranquilidad que siento a su lado, en esa sensación de no querer separarme de ella, en que siento que la conozco hasta el rincón más escurridizo de su interior, en que no necesito que Me hable para comprender, en que solo con pensarla Me excito, en lo querido y cuidado que Me siento en todo momento...

—¿Crees que con eso es suficiente?

—¿Qué más necesito si con ella siento que voy a pasar los mejores momentos y experiencias de Mi vida y al mismo tiempo los peores infiernos?

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AMO O DOMINANTE

Hay muchas definiciones de Amos y Dominantes ... que nada tienen que ver con lo que yo he aprendido o como yo lo veo.

Toda opinión es respetable, ya que cada uno vive el BDSM o su relación como quiere, puede o le dejan...pero daré mi opinión de lo que significan para mi esas palabras.

Un Amo o Dominante... tiene que tener control, saber lo que quiere y busca de la otra persona.

Tiene q tener la capacidad de escuchar, de comprender, de guiar, de educar, de observar...

Debe dar libertad para que su sumisa se comunique, se libere… sólo así podrá comprender sus miedos o limitaciones( si los tiene), y poder ayudarle a superarlos o apaciguarlos.

Debe saber ceder, consensuar y perdonar. Ser Dominante no está reñido con la empatía y la justicia.

Debe ser rígido pero sensible, imponer sin dañar, y llevar a la otra persona al mayor de sus placeres pero solo cuando el lo permita.( Te daré lo que quieras y cumpliré todas tus fantasías… pero sólo cuando Yo quiera).

Sabrá proteger, cuidar y educar a su sumisa porque es su posesión más preciada…alguien que, libremente y ante un inmenso abanico de posibilidades, ha decidido entregar su voluntad y su confianza.

‘Si vas a vivir a Mis pies… lo justo es que ponga mi reino a las tuyos'