Tumgik
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 Esta novela, trata de una chica llamada Ruth, la cual es abogada debido a la muerte de su hermano y para honrarle, esta se encuentra en un caso donde unos japoneses la fichan y piensan que valdria mas para policía o inspectora que para abogada. Se va Francia a realizar unas pruebas para un jefe llamado Rogert, donde conoce entre otros a Emma, su parreja de investigación, Alex, Rodrigo... etc. Roberto y su madre se casan en el primer mes de vacaciones de Ruth, pero al volver a Francia todo comienza a moverse, restaurantes, personas que no tienen nada que ver y muchas suposiciones y ratos buenos, donde cualquiera es sospechoso de un caso que empezó siendo una prueba y se ha convertido en un caso de verdad, dónde un hijo de un famoso chef es el... por consecuente actuación,  la resolución de tal caso, ella es una de las 5 elegidas que acompañaran a Rogert en los próximos casos, pero al final, se vuelven a plantear si han hecho bien en seguir allí.
A mí, especialmente me ha gustado bastante aunque para mi gusto le han faltado giros y un poco más de trama. Pero es genial y la idea plasmada sorprende. Quiero la secuela ya!
Ahora sí, todo acababa de empezar.
-La chica de la que se había enamorado abrió el arca.-
Esa fue la frase que dijo Emma mientras leía la novela, no entendía muy bien de que iba, solo pronunció esa frase durante todo el atasco, se estaba haciendo interminable el atasco, parecía que iba a anochecer allí…Y para entretenernos le pedí a Emma que me contara de que iba la novela que se estaba leyendo.
Emma: Es una novela que trata de amor.
Como no, me extrañaba que ella leyera cosas de esas, le encantan, sin embargo a mí no me van mucho. Pensé.
Emma: Una chica llegaba peregrina de… No me acuerdo- se quedó pensando.
Yo: No importa, sigue contando.
Emma: Llegaba a Madrid con esperanza de empezar una vida mejor, encontrar un trabajo, una familia…Pero le suceden un serie de cosas que le hace todo más difícil, eso es lo que hace que el libro sea interesante…
Yo: Ya hemos llegado- añadí sin dejarla terminar de hablar.
Emma:¡ Oh vaya! Tampoco ha sido tan largo al final.
Yo: Para ti que has ido leyendo, pero ha sido una hora interminable para mi…
Emma: Guau…No me había dado ni cuenta. Pero bueno, ¡corre! vamos al ordenador.
Yo: ¡Sí, vamos!
Fuimos corriendo e introducimos el nombre de Carlos en el portátil, y a esperar más… Otros diez minutos, no estábamos hablando de nada y eso hacia que se hiciera más largo, solo mirábamos al reloj de la pared, intentando que las agujas del reloj pasaran más rápido, y de repente sonó el ordenador y salió la foto de Carlos, era un chico de 21 años, su padre era muy famoso, era dueño de unos cinco restaurantes, cada uno de ellos en una ciudad diferente, y tenía dos estrellas michelín, y Carlos, su hijo, quería seguir su camino.
Cogimos el coche y fuimos directas al restaurante de su padre, ya que ahora Carlos trabajaba allí.
Yo: Hola, buenas tardes.
Salió un empleado que parecía ser el encargado, y en su cartel ponía Marco.
Marco: Hola muy buenas, todavía no hemos abierto. ¿Qué desean?
Emma: Hemos venido a hablar con Carlos, el hijo del dueño del restaurante.
Marco: Está en cocina, preparándolo todo para esta noche.
Yo: ¿Podemos pasar?
Marco. Sí, adelante.
Escuchamos el ruido de una puerta en la cocina, Emma y yo salimos corriendo, Carlos se había escapado.
Vi la puerta trasera de la cocina abierta y nadie estaba allí, salí corriendo y vi a Carlos girar la esquina. Emma salió por la otra puerta y se le encontró de cara, no tuvo escapatoria. Le metimos en el coche y le llevamos a la comisaría. 
Vas a conseguir arruinar la vida a tu padre.- Comentó Emma mientra íbamos en el coche.
Carlos no la contestó.
Al llegar a la comisaría fuimos directas a interrogarle.
Emma: ¿Empiezas tú a hablar?
Carlos: No. preguntadme vosotras.
Yo: Como quieras…
Carlos: Pero que sepáis que no sé por qué estoy aquí.
Yo: ¿No lo sabes? ¿Y por qué has salido corriendo del restaurante?
Carlos: Siempre salgo a correr cuando termino de preparar las cosas.
Era la excusa más tonta que habíamos escuchado.
Emma: ¿Con el traje de cocina?
Carlos: Eh…- Se quedó sin saber que responder.
Yo: Que estupideces dices…
Emma: Bueno…¿Conoces a Diana?
Carlos: No.- Dijo rotundamente.
Emma: Yo creo que vas a hacer memoria si te enseño una foto.
La miró y se empezó a poner nervioso.
Carlos: No la conozco.
Yo: ¿Y a Ricardo?
Le enseñé otra foto.
Carlos: Tampoco.
Yo. No nos vas a ayudar eh…
Emma: Pues es raro que no la conozcas, porque ella a ti sí.
Carlos: ¿Y qué?
Yo: No nos cuentas tú lo que has hecho…Pues empezaré yo… Tú eras el dueño de un restaurante en Málaga, y hace unos dos años María fue a hacer una crítica gastronómica a tu restaurante…¿sigo?
Carlos: ¿Y qué me dices con eso? Sí, sigue.
Yo: Por desgracia, ese día no tuviste suerte y María opinó mal sobre tu restaurante. María era muy conocida y su crítica salió en los periódicos, lo cual hizo que tu restaurante dejara de funcionar tan bien como lo hacía antes. Lo que hizo que después de un año y medio intentando mejorar, sin conseguir resultado tuvieras que cerrar.
Carlos: ¿A dónde quieres llegar con eso?
Emma: Yo sigo Ruth, tu padre tuvo que darte trabajo, lo que por dentro te generó más rencor aún. Y cuando te enteraste de que María iba a venir aquí a hacer una crítica gastronómica decidiste que era tu momento. Era hora de que todo el rencor saliera, y se lo hicieras pagar.
Carlos: Sí, y si todo eso es verdad según vosotras, ¿en qué influyen Diana y Ricardo?
Emma: Diana fue contigo a la universidad y saliste con ella durante un año y medio.
Esto lo sabemos por las redes sociales.- Comenté.
Emma: Por desgracia cuando la dejaste ella no se olvidó de ti, y tú lo sabías y la usaste para que no te descubrieran. Tú pusiste el veneno en la comida, pero al dejar el traje en la basura cometiste un error, y para que no te descubrieran le dijiste a Diana que le cogiera y le llevara a lavar, tú irías a recogerle a la lavandería.
Yo: En eso fue en lo que fallaste, tenías que haber mandado a otra persona, Ricardo te recordaba, y al haber una muerte de por medio nos lo tuvo que contar.
Carlos: ¿Y en qué me va a afectar que hubieran encontrado un traje en una basura? Y aún así, ¿no puedo ir a una lavandería?
Yo: En que podrían haber encontrado restos de veneno en el traje, o tu ADN. Y claro que puedes ir a una lavandería, pero al haber ido a por el traje te delataste, y tenemos todas las pruebas para que te encierren. No tienes escapatoria.
Carlos: Quiero un abogado.
No dijo más palabra, ni siquiera intentó defenderse. Le dejamos allí y nos fuimos a contarle a Rogert que lo habíamos descubierto. Estábamos muy contentas y al llegar y contárselo nos dijo que sí, Carlos había sido el asesino. Eran 6 parejas y nos dijo que habíamos sido las terceras en descubrirlo, no estaba nada mal.
Días después nos llamó Rogert, teníamos que ir a su despacho. Emma y yo habíamos pasado unos días de “vacaciones” las dos juntas después de descubrirlo.
Llegamos a los diez minutos todos y los compañeros estaban allí, suponíamos que todos abrían descubierto quién era el asesino. Rogert salió de su despacho con una pequeña sonrisa.
Rogert: Enhorabuena chicos, ya habéis acabado la prueba. Ya lo tengo todo decidido, adelante pasad a mí despacho.
Nos quedamos impactados, estaba lleno de ordenadores con vídeos nuestros. Era impresionante todo aquello…
Rogert: Os diré el orden de las parejas, pero recordad que no tiene nada que ver. La primera pareja en descubrirlo fue la de Molly y Dylan, la segunda Abril y Marcus, la tercera Emma y Ruth, la cuarta Rodrigo y Alex, la quinta Jessica y Sara y la última pareja la de María y Pau.
-Vaya deshonra.- Se le escuchó decir a Pau muy bajo.
Rogert: Pero no os preocupéis, os dije que el orden no tenía nada que ver, no iba a influir. Repito.
Molly:¿Qué va a pasar ahora?
Rogert: Ahora os voy a decir que cinco personas seguirán ayudándome después de dos meses ya he tenido la oportunidad de ver como trabajáis, vuestra manera de ser, vuestros puntos fuertes y débiles, todos tenéis algo que os hace impresionantes, pero sintiéndolo mucho solo cinco podréis seguir…
Se notó tensión en el despacho, estábamos nerviosos, esto nos podía cambiar la vida.
Jessica: Venga, no puedo esperar más…
Rogert: Bien chicos… Aunque solo elija a cinco me gustaría deciros que si alguna vez necesito vuestra ayuda os llamaré, sois muy buenos en esto, y me encantaría trabajas con todos pero por desgracia solo puedo elegir cinco y tú Abril eres una de los elegidos.
Abril: ¿Qué?¿En serio? No me lo puedo creer…Muchísimas gracias, no te vas a arrepentir.
Rogert: No creo que me arrepienta, me ha encantado tu manera de ser, siempre tienes un plan b.
Le salían las lágrimas de la emoción, sin embargo los demás estábamos tensos.
Rogert: Molly, Jessica… Sintiéndolo mucho, no sois unas de los cinco elegidos, pero sois muy buenas en esto y si necesito alguna ayuda, os llamaré.
-Muchas gracias por todo Rogert.- Dijeron las dos.
Rogert: Dylan, María, vosotros tampoco vais a seguir conmigo, lo siento…
Dylan: Muchas gracias por esta oportunidad.
María: Lo mismo digo. Y mucha suerte a los demás.
Rogert: Marcus, enhorabuena, me ha gustado tu manera de trabajar, tienes las ideas muy claras.
Marcus: No tengo palabras ahora… Espero que pasemos unas aventuras impresionantes.
Rogert. Rodrigo, tú también estás dentro, tienes esa tranquilidad trabajando que la transmites y haces que todo vaya mejor.
Rodrigo: Gracias por esta oportunidad que me estás dando.
Rogert: Sara, Alex… Lo siento, me ha faltado algo para elegiros…
-No pasa nada.- Dijeron al unísono.
Rogert: Pau, Emma, Ruth entre vosotros está el quinto elegido. Pau, lo siento pero tú no eres uno de ellos.
Pau: Muchas gracias. Y a mis compañeros espero seguir viéndolos.
Rogert: Emma, Ruth entre vosotras está la quinta elegida. Fuisteis una de las parejas y esto ha sido complicado.
Emma y yo nos abrazamos, parecía que era algo de vida o muerte, pero para nosotras era muy importante.
Rogert: ¡Chicas! Pero no os dais cuenta que estáis las dos conmigo.
.¿Qué?- Gritamos.
Rogert: Sabía que no os ibais a dar cuenta… He dicho a tres compañeros vuestros y vosotras cerráis el grupo. He decidido elegiros porque os complementáis, lo que no tiene una lo tiene la otra, hacéis un gran equipo.
Yo: No tengo palabras y creo que Emma tampoco, muchas gracias por todo.
Emma: ¡Sí! Muchísimas gracias.
Todos mis compañeros nos abrazamos, al final eramos una granfamilia, no queríamos dejar de vernos.
Rogert: Os podéis ir y hablar con vuestras familias, mañana a las 9:30 os espero a todos en el aeropuerto.
Nos fuimos cada uno con nuestras familias y hasta el día siguiente no nos volvimos a ver todos.
Eran las 9:20 y estábamos todos con las maletas esperando al coche para que nos llevara al aeropuerto. Eran las 9:40, Rogert había estado esperando, pero no le importó mucho.
Rogert: Abril, Marcus, Emma, Rodrigo y Ruth, nosotros seguiremos juntos aprendiendo unos de otros. A los demás os deseo mucha suerte y os doy las gracias por haber empezado esta aventura, tenéis un billete en el bolsillo de vuestras maletas para que volváis a vuestras casas.
Nos despedimos con un fuerte abrazo, en el fondo todos pensábamos que nuestros caminos se iban a volver a juntar…
Nos subimos al avión privado de Rogert, todos estábamos muy ilusionados…nos esperaban muchísimas aventuras. Pero la cara nos cambió a todos cuando Rogert cerró la puerta del avión y…
-Nada de lo que ocurra a partir de ahora podrá salir de aquí, no se lo podéis contar a nadie.- Dijo con una cara seria.
No dijimos nada más en todo el vuelo…no sabíamos si estábamos orgullosos de que nos eligieran o no…
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La ilusión de los héroes.
Las cuatro de la tarde, de un jueves, día laboral, estábamos cada uno de nosotros en la puerta de mi casa, todos vestidos de negro, un vaquero negro con botas de cuero amarillas. Camisa blanca y una chaqueta de cuero negra. Nerea se presentó a todos y me pidió que tuviera cuidado, yo le di un beso y le dije que la quería.
Subimos a mi coche blanco, recién limpio y salimos hacia el río. No ocurrió nada por el camino, Telmo, Eduardo, Ramón, Oriol y yo estábamos callados, nos pusimos nuestras gafas de sol y salimos a tomar un café al restaurante gourmet donde el clan del gato se encontraba. Eduardo se cargó a los dos porteros, rápidamente y sin ruido y entramos. Nos colocamos en una mesa en la esquina, pegada a la mesa donde se encontraba Manemses.
Esperamos quince minutos, Oriol plantó un escudo debajo de la mesa cuando se fueron al baño, Telmo roció sus sillas de un pegamento muy fuerte y Ramón descubrió donde se encontraba Amhenotep. Volvieron, en la conversación hablaron de asesinar a la serpiente, entendí que al abuelo de Raquel. Me levanté, le enseñé la placa y le dije a Manemses que estaba detenido, él sobresaltó, se le rompieron los pantalones por el pegamento pero escapó de la trampa y mandó a por mi a sus secuaces. De una patada en la mesa empujé a dos contra la pared dejándolos inconscientes. De los demás se encargaron los chicos a base de patadas y puñetazos, esquivaron muchos golpes y sacó una pistola con la cual me apuntó pero de una patada la bloqueé y yo le disparé en la pierna. Un tiro limpió, y le detuve. Fue una deshonra el haberle disparado, prometí nunca disparar a nadie con un arma de fuego, pero era su vida contra la mía y al final no le maté.
De reojo y a mis espaldas se hallaba Amhenotep con una pistola apuntándome. Me quedé quieto, muerto de miedo, pensando que todo lo que había logrado lo iba a perder, que iba a morir...
Me dijo:
- Vas a sufrir.
Y me disparó en un hombro, en el derecho y luego en él costado izquierdo, salía mucha sangre, pero mi salvador llego.
-¡Ramón! ¡Date prisa!- Grité.
Ramón cogió una tarta, se la tiró a la cabeza y de un puñetazo le dejó inconsciente. Telmo y Eduardo tenían pillados a las manos derechas, aunque sufrían de cicatrices en el cuerpo, algunas dislocaciones,pero con una enorme sonrisa, parecía de película.
Salimos del local como héroes, con la esperanza de que a Raquel desde el cielo, le gustase como lo habíamos vengado y acabado con un peligro para la sociedad. Llenos de nuestra sangre, la ropa rasgada como nuestro cuerpo lleno de cortes, los chicos me ayudaron a acabar este caso que, sin su ayuda no habría sido posible. Llamamos a la policía, los metieron en el coche para llevarlos a juicio. Amhenotep vino a el lugar con lágrimas en los ojos y su hijo. Nos alabaron como dioses, y nos lo agradecieron invitándonos a cenar, donde nos harían el tatuaje del clan, una cobra amarilla y un colgante cuando se enteró de la proeza el padre de Ramón, nos llamó hacia su despacho, donde nos indemnizó por las molestias con bastante dinero para cada uno.
Mi jefa, el inspector y un superior de la SNE(Servicio de inteligencia español) nos conmemoró con unas valiosas insignias, y nos ofreció a mí y a Ramón un puesto como inspectores en la SNE y a Oriol, Telmo y Eduardo como espías, los cuales aceptaron sin rechistar. Todo esto ocurrió al día siguiente del asalto, la noche del banquete, risas y canciones hasta altas horas de la madrugada. Esa noche paseando cerca del río comenzamos a charlas.
-¿Qué será de nosotros ahora?- Preguntó Telmo.
-Vendrán un montón de galardones y premios- Contestó Oriol.
-Gracias por tanto chicos...- Agradecí.
-¡De nada Alonso!- A la vez dijeron todos.
-Pero chicos...A partir de ahora siempre juntos...- Sentimentalmente con una lágrima en el ojo tartamudeó Ramón.
-¡Fuera mariconadas!, ¡a comportarse como hombres!- Gritó Eduardo.
-¡Qué vivan los cuatro hombres de Alonso!- Voceó Telmo.
-¡Viva!- Dijimos todos a coro.
Y corrimos como adolescentes a bañarnos en el río, nos tiramos con ropa y todo. Reíamos a carcajadas esa noche. Sobre las seis de la mañana llegué a casa, me encontré a Nerea durmiendo en el sofá con la televisión encendida y encima de la mesa una taza de café y el libro que le regalé de Barcelona cuando éramos pequeños. Un beso en la mejilla y cogiéndola como las princesas la subí a la cama, y dormí abrazada a ella.
Dos años después, me recorrí todo el camino de Santiago en peregrinación con “mis chicos”. Telmo se había echado una novieta rubia muy maja, Oriol se había puesto a hacer deporte, se puso fuerte, se divorció de la chupa sangre de su mujer y soltero se quedó. Eduardo dejó la caza, se casó con una chica a los cinco meses y Ramón se hizo rico con la funeraria, tiene varios socios y el llamado según él...”Mi gran imperio de atandes.”
Pero lo hice también con la persona más importante de mi vida, mi amor, mi media naranja, Nerea Jimenez...
Cuatro meses más tarde, nos casamos en Copa Cabana, en plena playa y con mi familia entera, la familia de Nerea completa y mis amigos. Ramón grabó en vídeo la ceremonia y haciendo honor a como empezó la aventura que nos hizo famosos, de su boca pronunció las siguientes palabras...
-La chica de la que se había enamorado...abrió el arca...encontré una preciosa alianza de diamantes, la cual el caballero Alonso, puso delicadamente en su dedo anular...
-¡Que vivan los novios!- Gritaron Oriol, Eduardo y Telmo.
Y la bese como nunca antes, y hasta ahora, ese amor no se ha acabado, y durará muchísimo tiempo.
Y esta es mi vida...El relato de como salté a la fama, un simple detective, un funerario, un cazador, un reportero y un policía nos unimos y formamos un gran equipo, resolvimos un emocionante caso y ahora que está de moda “YouTube” me he hecho un canal en esta plataforma, en la cual subiré un resumen de esta historia y de esta novela con dibujos animados, un tag llamado “Draw my life” o cosas así. Ya somos 700.000 suscriptores en el canal y esto se llama “The four men of Alonso” y no olvidéis que si se piensa y se quiere, todo se puede.
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Impresionante.
No se explicar el interrogatorio específicamente, peo si os contaré un pequeño resumen. Me puse serio, grité, les amenacé y conseguí lo que quería. Me contaron su misión, quien mató a Raquel, el lugar del jefe, de su clan y el fe del clan de Raquel al que tenían que capturar, y todo acerca sobre ellos. Eran pareja, la chica pertenecía a la mafia rusa, el chico al clan egipcio. Detenidos anteriormente por otros cargos penales, esta vez, el juez le condenó a 5 años por cómplices de asesinato. Habíamos llegado casi al final del caso, teníamos todas las pistas, pero nos apetecía descubrir la historia que había detrás de todo. Antes de ir a buscar el jefe del clan gato fuimos a buscar al anciano del clan de la serpiente. Lo hallamos en un pequeño piso en el casco antiguo de la ciudad. En el bolso de la fallecida Raquel encontramos el callejón y un pequeño apartamento con una serpiente en medio. Subimos allí y hablamos con el anciano, y este empezó a relatar su historia...
-Eramos dos hermanos, descendientes de una familia egipcia muy rica en su momento y que todavía guardaba sus costumbres. Dos animales eran los símbolos de nuestra familia, pero nuestro padre al morir en vez de ceder los dos símbolos al mayor, los dividió entre sus dos hijos que eramos nosotros. Mi hermano que era el mayor y estaba  corrompido por la ira y yo a pesar de que nuestro padre nos suplicó estar juntos desaparecí. Raquel era mi nieta, sus padres murieron por defenderla. Yo la crié, le puse un nombre acorde con esta sociedad y escondida la protegí de todo mal. Yo no puedo luchar, mis súbditos no matan, pero teníamos el símbolo de mayor poder. Estoy seguro de que el asesino de Raquel es seguramente mi sobrino Moisés, hijo de mi hermano.Su lugar de entrenamiento o la base del clan se encuentra al lado del río, en un local muy famoso y conocido por su comida gourmet. 
El viejo, de oscura piel y barba gris se encontraba preocupado, sentía como si el fin de su clan hubiera llegado, parecía un alma apunto de partir a otra vida, estaba cansado. Nos recibió muy bien, con comida, bebida y unas túnicas comodísimas para los cinco. Era un hombre muy agradable. Telmo, Eduardo, Oriol, Ramón y yo partimos decididos a buscar al asesino.
-¿Vamos a poder comer en ese restaurante? Preguntó Ramón.
-¡No!- Dijimos los otros cuatro al unísono.
-Tú siempre pensando en comer como cuando éramos pequeños.- Dijo Eduardo.
-No ha cambiado.- Añadí yo.
-Desde el último que se unió Telmo hasta el primero que se unió, nos hemos convertido en una unida familia que nos apoyamos y creo que va a durar para toda la vida.- Dijo de repente Oriol.
Íbamos caminando por la calle, camino todos a un lugar recogido donde poder cenar los cinco juntos, contar nuestras infancias. Conocernos aún mejor de lo que nos conocemos ya.Nos para nos en el centro comercial de la ciudad, en un restaurante italiano. Todos cenamos pasta menos Telmo, que dice que los hidratos de carbono por la noche engordan. Y cuando lo mencionó todos los empezamos a reír y al final Telmo también comió pasta. Fue una noche mágica, y nos encantó a todos. Camino a casa eran las dos de la mañana de una noche fría. En las escaleras del portal de mi casa me encontré a una chica, morena de ojos verdes y grandes, sonrisa perfecta y cabello oscuro. A mi parecer no sabía quien era esa misteriosa chica. Llevaba unos vaqueros azules claros algo rotos. Unos zapatillas blancas de adidas y una sudadera roja, con rayas blancas en horizontal que la recorrían toda la sudadera, le retiré la capucha con mucha delicadeza y en ese cabello un poco ondulado de color castaño oscuro me miró fijamente y yo sobresaltado con los ojos como platos dije...
-¡Nerea!
Ella con voz suave me miró y me dijo.
-Hola Alonso...Necesitaba verte...
Subimos las escaleras y estuvimos en mi casa, pasó por la puerta y empezamos a hablar...
-¿Te ha ido bien todo este tiempo? Comenté.
Yo estaba nervioso habían pasado 23 años desde aquella fatídica despedida y no sabía que hacer. Nos sentamos en el sofá, teníamos 37 años recién cumplidos, nos habíamos conservado muy bien y simplemente después de un silencio incómodo, me abrazó y llorando en mi hombro me dijo...
-Te he echado tanto de menos...
Yo también la abracé y por un rato sentí que teníamos 14 años, me besó en los labios y se durmió en el sofá conmigo al lado.
A la mañana siguiente me levanté pronto, la arropé con la manta y le preparé un gran desayuno. La desperté y ella me sonrió y mientras desayunábamos me contó toda su vida desde nuestra despedida.
-Me fui muy mal de nuestra despedida, fui al instituto en los Estados Unidos y me saqué la carrera de médico con muy buenas notas. Tuve una relación durante 5 años con otro hombre, con el cual intenté olvidarte pero no pude, al final se estropeó todo, él me puso los cuernos y yo acabé destrozada. Acabo de conseguir una plaza aquí en España, en esta ciudad. Fui al pueblo y pregunté a tus tíos donde te encontrabas, se alegraron de verme en el pueblo y vine a noche aquí a tu casa porque necesitaba decirte que nunca te he olvidado y que te quiero mucho. Fuiste mi mejor amigo y siempre ansié el volver a vernos.
Días antes había estado deseando verla., estar con ella y por fin...Por fin la tenía en mi casa, a mi lado...
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Sin nombre.
Se acercó lentamente y acudió a su llamada....Eso narraba la historia de mi videojuego llamado “Resident Evil 8”. Era de miedo y con esa frase acababa la narración y tienes que empezar a investigar... Eras un chico que había perdido a su novia, tenías que entrar en una antigua casa llena de puzzles, sustos y enemigos... Me puse a jugar cansado de buscar información cobre los egipcios cuando al instante, recordé el dibujo que Telmo, los había hecho sobre el tatuaje de aquel tipo.
 A lo largo de esa noche muchas lágrimas corrían por mi cara pensando en ella, pero dejé de pensar y el gato ocupó mi mente. 
La serpiente del brazalete de Raquel y el gato del hombre en una lucha se enfrentaron y ganó la serpiente, entonces pertenecerían los dos a algún clan y estarían enfrentados. Poco a poco me iba dado cuenta del rumbo del caso y como loco y sin dormir me puse a investigar. Al día siguiente llamé a los chicos para tomar el café y que desayunáramos los cinco juntos, vinieron a los 2 minutos. Ramón llevaba el pijama debajo y nos sentamos a desayunar los 5.. Un capuchino para mi, con mucho azúcar y nata, los demás desayunaron unas rosquillas de chocolate blanco con leche desnatada, todos lo mismo. Entonces con el desayuno puesto comencé a hablar...
-He descubierto algo muy importante.- Mencioné.
-¡Dínoslo Alonso!- Todos gritaron a la vez como si de perros amaestrados se tratasen.
-Según Telmo, el chico tenía un gato tatuado en el brazo y Raquel una serpiente. Sumándole el mensaje en el teléfono escrito en egipcio antiguo.
El teléfono de Oriol sonó muy fuerte.
-Rastreamos su tarjeta de crédito gracias a un pago que hizo la chica rusa que entró en su casa en mi funeraria- Dijo Ramón.
-¡Eso no me lo habías contado! Le reproché.
-Estabas dormido ese día, Eduardo me describió sus casa y en las cámaras de seguridad de la funeraria estaba ella buscando una tarifa para su abuela que iba a morir pronto según dijo ella. Explicó Ramón.
-La tarjeta está a nombre de Ralij Vietto, un comerciante egipcio, y esta acaba de ser usada en un cajero a 150 metro de aquí. Exclamó Oriol.
-¡Rápido! Tenemos que pillarlo- dijo Telmo.
-Salimos Telmo y yo a por él, al llegar, desde el coche vimos a un hombre vestido de negro con una larga barba pelirroja y una chica. En cuanto nos miraron salieron corriendo. Él le dio el dinero a la chica porque estaba cojo y no iba a poder correr mucho, yo le cogí a él y Telmo con lo atlético que es le puso la zancadilla a ella, se chocó contra una papelera y la cogió Telmo. Los atamos y los metimos en el maletero. En la bolsa donde estaba el dinero, que había 200.000€ también encontramos un montón de brazaletes iguales que los que llevaba Raquel en el brazo. Ya lo empezábamos a entender todo. Los sacamos del maletero al llegar a la comisaría y los entregamos, inmediatamente fueron encerrados y los obligamos a hablar. Ellos estaban amaestrados militarmente, se paseaban por el local de policía como si de un albergue se tratase, y así estuvieron 3 días, sin comer, sin beber apenas, paseando en silencio por todas las salas del lugar. Los muy bestias rompían todo lo que se les cruzaba por su camino. Después de una semana allí sin que hablaran y me dijeran nada, me cansé, pero cogí una cerveza fría de la nevera y con la esperanza de que esta vez hablaran de algo que nos pudiera servir, empecé a interrogar... 
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Capítulo 5: Las sombras del abismo
En mi coche, callejeando por las calles mediavales de la ciudad... conducía Eduardo, mientras Oriol y yo empezamos a preguntar a Telmo.  -¿Te acuerdas de la foto que le hicistes a ese tipo que molestaba a la super modelo Raquel?- Pregunté Mmm... si bastante siniestro- Dijo Telmo  -¿Y antes de hacer la foto, te diste cuenta de algún detalle? - Añadió Oriol  -Sí, me dí cuenta de que cojeaba de la pierna izquierda y un tatuaje lucía en el brazo derecho, simbolo de un gato con una flor- Mencionó Telmo  -¿Y le hizo algún daño a Raquel? - Insistí yo  -Claro, estuvieron forcejeando los dos cuando el chico le intentó quitar el brazalete que poseia ella en su muñeca, tenía un simbolo parecido al de una serpiente.  -Elemental querido Alonso – dijo el gracioso de Oriol y todos nos empezamos a reir. Ya se había hecho de noche, llegamos a la puerta de mi casa, habiamos acabado hablando de las chicas que participaban en 'Miss Universo' y de las canteras de fútbol. Cada uno se dirigío a su respectiva casa, y yo me quedé solo en mi inmeso piso, tumbado en mi sofa blanco de cuero, el cual habia comprado hacia ya 2 años y me gustaba mucho, pero había que darle un repaso al tapiz, ya que tenia manchas de mostaza de mis hambuguesas y café por todos lados...
Me quedé por un momento pensativo, en ese sofá, me acordé de mi familia del pueblo, abuelos, tios, primos, sobrinos, hermana... a los que llevaba 3 años si verlos porque mi trabajo no me dejaba, les echaba de menos, esos cocidos y esas migas, esas judías que calentaban al mas frío, esos besos de abuela, esos abrazos con tus primos en los que os sacudiais a tortazos en la espalda, el lugar de donde provenía, mis raices, eso era lo que echaba de menos... y de repente, a mi mente vino Nerea. Después de toda esta investigación no me había acordado de ella apenas, necesitaba verla, estar con ella, despedirme adecuadamente de mi mejor amiga en mi adolescencia... Pensaba en una peculiar historia que me ocurrió con ella cuando tenía 11 años.   Era una tarde de primavera, 23 de abril, día del libro. Estaba con ella y su familia en la gran ciudad de Barcelona, cerca de una hermosa playa, ciudad del gran arquitecto 'Gaudí', su imponente catedral. Paseábamos por un gran parque, lleno de puestos de libros, y en una parada en uno de esos puestos, Nerea me cogió de la mano con fuerza y me llevó con ella. Paseamos por el gran parque y sin darme cuenta, habíamos llegado a parar 2 manzanas más adelante del parque. Nos sentamos en un banco, viendo como una pequeña fuente jugaba con nuestra imaginación lanzando chorros de agua muy alto y luego paraba, en un escondido jardin de la ciudad. Todos los bancos estaba llenos de novios, flores rojas y libros, entonces yo muy listo, le vendé los ojos a Nerea, y salí corriendo por la calle de al lado, cogí una bonita rosa roja de una florestería y una revista de cromos de chicas de un kiosko ( si os preguntáis como la cogí, se la robé al dueño de éste) y llegué con la lengua fuera, le quité la venda y dije.  -¡Toma Nerea! Es para ti.  -¡ Eres el mejor Alonso!- Gritó ella con una lagrima en el ojo Y al instante, con una sonrisa de oreja a oreja, me besó en la mejilla y yo me sentí muy feliz. Rapidamente volvimos al puesto de libros, donde los padres de Nerea seguían allí, acababan de comprarnos un libro, 'Peculiares' se llamaba. Volví a la realidad, y a mi mente vino un verso de Garcilaso de la Vega, el cuál habiamos estudiado Nerea y yo el año antes de su partida, ese día estábamos en clase leyendo un soneto de él y por equivocación dijimos los dos al unísono.  - “Si quejas y lamentos pueden tanto” Yo estaba emocionalmente destrozado, como si en una grieta profunda, llena de mis recuerdos tristes, hubiera caído, pero me dije a mi mismo... 'Dejálo atrás, aprovecha el tiempo, que no se escape en vano, el tiempo nunca vuelve'
Tenía dos frentes abiertos, despedirme decentemente por última vez de Nerea y atrapar al desalmado que había matado a Raquel. El caso estaba abierto, Nerea podía esperar un poco más y entonces, prepare mi portátil y empecé a descifrar el curioso mensaje que habían dejado a Raquel en su teléfono móvil,  empecé buscando información sobre los egipcios...
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Capítulo 4
Y se abrió...
Estamos encerrados, poco vamos a poder hacer... - Dijo Ramón ¡Ya lo sabemos idiota! - replicó gritando Eduardo Las idioteces de Ramón me estaban poniendo nervioso, una gota de sudor frío caía por mi frente y no podía pensar, mientras Eduardo se había tumbado en el sofá y Ramón estaba echando un 'Candy Crash ' en el teléfono móvil, el nuevo 'Chamsung X16', muy caro en el mercado y de bastantes características, y yo todavía, con un teléfono con tapa... y de repente una idea empecé a desarrollar. La visión era muy reducida por la escasez de luz, asique cogí el 'smartphone' de Ramón y puse la linterna, cogí una silla y con la linterna y subido en la silla, empecé a alumbrar el cuchitril de apartamento en el que estábamos. En una esquina, un bate de béisbol se encontraba, el cual, podíamos usar como ariete y así, rematar la puerta... Eduardo coge eso...¡Ya!- le dije Eduardo, se levantó del sofá de un brinco y cogió el bate con rabia, y con un grito de vikingo, se había cargado la puerta y salimos corriendo escaleras abajo. Era de noche, montamos en el coche y no hubo ninguna mención sobre el día por parte de ninguno, iríamos todos pensando en los sucesos ocurridos, pero Ramón, cada vez que veía un restaurante, se le hacía la boca agua, asique supongo que iría pensando en comer algo... No pasó nada mas irrelevante en esa noche. Los tres dormimos en mi casa, cayendo muertos en cualquier lugar de ella... A la mañana siguiente, el sol pasaba a través de la ventana, me dió en los ojos y me desperté. Vi a Ramón y a Eduardo ya despiertos, buscando más información y con un chico extraño a su lado, algo bonachón, mirando a toda la casa, y buscando algo entre los huecos del sofá... ¿Quién eres? - dije somnoliento Es un inspector de policía, ha venido a ayudarnos- Dijo Eduardo ¡Hola! Soy Oriol, y como bien a dicho él, soy un inspector de policía, fuí esta mañana a vuestra comisaria a llevar esta orden de registro a tu despacho, pero no estabas allí y tu jefa me dió tu dirección, vine a tu casa y me encontré a estos dos mirando el portátil, y con un montón de papeles esparcidos por la mesa de delincuentes, les pregunté de que iba el caso y como me aburre ir a bailes de salón con mi mujer, pues me acoplo con vosotros a ayudaros, y no acepto un no por respuesta- mencionó Yo asimilando lo que había pasado y algo dormido fui al baño, me asee y me cambié el vendaje de mi cicatriz, ya casi curada y mientras me cambiaba de ropa, entro a a mi habitación con una tostada( que se había hecho con mi comida) y dijo hemos descubierto algo. Bajé las escaleras y dije ¿Qué habeis descubierto? EL escritor del artículo y el que hizo las fotos se llama Telmo Ibáñez y a lo mejor puede darnos alguna pista más, y pensé- ¿cómo no se me había ocurrido antes? Estaba impresionado y sin desayunar salimos corriendo por la puerta. Cuando cerré la puerta, me percaté de que faltaba alguien, Oriol. Abrí la puerta y me lo encontré dormido como un bebé en mi cómodo sillón. Le desperté... ¿Qué pasa?- soltó con voz de asustado ¡Qué nos vamos pedazo de inútil!- gritó Ramón Él con un poco de enfado y molestia se levantó de éste y salió dando un portazo. Bajamos en el ascensor, y mi coche estaba en el garaje, pero no recuerdo haberlo pasado ahí, por cierto, estaba algo sucio. Era una mañana extraña, el tráfico fluía mejor y llegamos a la editorial de la revista enseguida. Un edificio muy modoerno, que tenía como jefe a un polaco muy rico. En lo alto de la instalación, había un cartel muy grande que en colores fosforitos ponía, ' K me dises??', una revista de cotilleo no muy famosa, pero que daba sus leñazos y humillaba a los famosos normalmente sin motivo alguno. Me dió repulsión entrar allí, y cuando subimos las escaleras, y entramos al estudio, la gente estaba con los pies en la mesa o comiendo chicle o dibujando... Todos a coro dijeron ¿Quiénes sois?- Buenos días, preguntamos por Telmo, ¿saben donde puede estar? - pregunté yo Apareció un chico bastante joven y algo musculado, con una cámara colgada del cuello, y el brazo derecho muy descompensado con el izquierdo, asique deduje que podría hacer algún deporte de raqueta... y al poco tiempo, recodé su cara en la televisión. Salió en un reportaje, en el cual decía que su verdadera pasión era escalar rascacielos en construcción sin protección alguna, subía videos a internet mientras subía hasta lo alto del edificio para que viera la gente como lo hacía ¿Habeis preguntado por mi? Si tenemos que hablar seriamente contigo- dijo Oriol Volvimos al coche, y por las escalares mientras bajábamos, a Oriol se le cayeron dos revistas de desnudos de la cartera. Nos empezamos a reir mucho y el estaba muerto de vergüenza... Subimos al coche, y comenzó el interrogatorio.
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CAPÍTULO 3
Eran las siete me levantaba de mi cama y baje las escaleras, tomé mi desayuno de siempre y me vestí, era sábado y tocaba ir a trabajar. Salí por la puertta y corriendo baje las escaleras del edificio al salir pedí un taxi y… de repente un coche rojo mercedes salió pitando como si le persiguiera alguien. Eché al conductor japonés del taxi y salí corriendo detrás del coche rojo, recordé que se parecía mucho al del manager de Raquel y por el retrovisor  vi la cara de un hombre pelirrojo ¡era le hombre que había cometido el asesinato!, me enrabié y en una esquina le choque en la parte trasera hizo un trompo su coche y volcó, le había pillado. Mientras le esposaba sentí que me ahogaba venia un coche hacia mí, me iba a atropellar, y sin esperarlo ¡paf! Me desperté en mi cama con un sudor frio y temblando de los nervios. Me lave la cara y baje a desayunar.
Ese día me hice unas ricas tostadas con tomate abandoné pitando las casa llagaba tarde a la casa de Ramón y como la ciudad se congestiona de coches todas las mañanas, decidí ir andando. Lucía un sol radiante esa mañana que era muy agradable pasé a comprarme unos macarrones a la carbonara (me entró antojo de ellos) y  me los fui comiendo por el camino, me encontré dos monedas y dije:
-          ¡Hoy es mi día de suerte!
Estas monedas se las di a un vagabundo y no prestándole demasiada atención al recorrido había llegado a casa de Ramón.
Dentro de la casa de Ramón, una casa de ladrillo muy acogedora, encontré dentro a un a persona que no conocía Ramón dijo:
-          Alonso, te presento a Eduardo un cazador profesional y tiene 34 años
Eduardo dijo:
-          ¡Hola! Soy Eduardo y conozco a Ramón desde que éramos unos enanos, mencionó con voz basta y grave.
Parecía buen chico y sirvió mucho a lo largo del a investigación, pero era algo tacaño, nunca invitaba a las cañas. Era grande y fuerte, rubio, de ojos azules y piel clara con mucho pelo y una gran barba, iba vestido con unas botas altas y marrones, unos tejanos claros y una camiseta de hombreras blanca. En su brazo izquierdo tenía una cicatriz de la mordida e algún animal grande pero ya hablare de esa historia en otro momento.
Estábamos en la casa de Ramón cuando rastreamos una llamada del piso del sospechoso. Salimos enseguida, todo el día recorriendo media ciudad y llegamos a la urbanización del supuesto asesino, quitamos a unos turistas japoneses de en medio y abrimos la puerta de una patada que dio el bruto de Eduardo. Entramos, estaba todo en silencio y esta vez muy recogido…le dije a Ramón que si les gastábamos una broma a Eduardo y nosotros muy pillos gritamos:
-          ¡Eduardo ven corre te necesitamos!
Subió las escaleras corriendo y cuando entró a la casa… ¡patapaf! De una zancadilla se cayó al suelo. Enfadado se levantó y  cuando se dio cuenta que le habíamos tomado el pelo el timbre de la puerta sonó…
Rápidamente nos metimos de bajo de la cama y Eduardo en un armario. La puerta chirrió al abrirse y apareció una chica de unos 25 años, la cual entró con cara de indignada. Con voz soberbia llamó por teléfono y hablando en ruso comunico algo a alguien muy importante. De cabello negro como le carbón, tez pálida y no muy alta de estatura según dijo Eduardo ¿tendría esta chica algo que ver con el caso? Silenciosamente dio una vuelta  alrededor de la cama, y Ramón y yo estábamos muertos de miedo, pero enseguida se fue c errando la puerta, Ramón dijo:
-          Menos mal que no nos ha pillado
Yo respondí:
-          A caso eres lerdo… ¡estamos los tres encerrados en la casa del sospechoso!
Podía venir en cualquier momento y como no teníamos todavía la orden o el permiso de poder entrar en su casa, acabaríamos mártires al defender lo indefendible, defender le claro delito de allanamiento de morada…
Teníamos que salir de ahí costase lo que costase.
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Detective González Capítulo 1:    Era una mañana de lunes lluviosa, la cual o empezó muy bien...!ah¡ Se me olvidaba, no me he presentado. Soy Alonso González Carrasco y tengo 37 años. Soy detective privado y dependiendo de la mañana me gusta mi trabajo o no. En mi tiempo libre, (en el poco que tengo) hago boxeo para desahogarme del estrés que me causa mi jefa al llamarme inútil todas las mañanas. Los domingos hago piragüismo con mi amigo Ramón, jefe de una funeraria. Le conocí en un caso hace 4 años, cuando sin querer le vertí el café que tomaba mientras nos preguntaba por el nombre de la víctima y si tenía algun contacto para dar el pésame a la familia del difunto. Desde entonces empezamos a quedar y nos hemos hecho grandes amigos, bueno me voy del tema. Esa mañana de lunes salió todo mal, me caí por las escaleras, eché los cereales en el zumo y me vertí el café encima de la camisa nueva que me había regalado mi madre. Fuí al baño a cambiarme y miré la cicatriz del costado, se estaba curando. Esa cicatriz me la hice cuando solo tenía 9 años, estaba juganod con la mejor chica que nunca he conocido, Nerea Jiménez. Una chica rubia, de ojos verdes muy simpática y la única persona que he concoido que no le gusta el jamón... Me caí desde un tejado y me clavé una barra debajo del costado y me hice una raja muy grande, ella corriendo vino a mí, me vendó la herida y me llevó al hospital para que me curaran. Recuerdo esa historia con  mucho añoro y aveces me pregunto que será de ella, de su vida... Después de haberme cambiado de ropa y acordarme de Nerea, fui dirección al trabajo, un edificios del siglo XIX reconvertido en una comisaría... al instante de salir, apareció Ramón, pálido y asustado: Me dijo con voz tiritona: - Hola, A-Alonso, mm... La novia de mi padre ha sido encontrada muerta en su dormitorio, al parecer ha sido un asesinato... Yo impresionado empecé a pensar, el padre de Ramón es un gran empresario, ya algo mayor. Llevaba 3 años con ella e iba a ser su cuarto matrimonio... Ramón interrumpió mis pensamientos: - Solo tenemos una pista que me desconcertó mucho, el secretario de Nerea me dijo que había un mensaje demasiado extraño. Miramos el teléfono de la novia que el secretario había dado a Ramón, pero antes el secretario dijo esto. “La chica de la que se había enamorado recibió un mensaje extraño..” Rapidamente miramos en mensajes y vimos uno, escrito e egipicio antiguo según dijo Ramón. La chica se llamaba Raquel, una actriz joven, famosa y muy fina que había conseguido mucha fama por sus desnudos en revistas muy famosas, delgada como un palillo, su presencia se notaba alá donde iba y era muy caritativa con la gente pobre... el padre de Ramón me pareció que ella fuera su cuarta mujer, era díficil que un hombre se enamorara 4 veces, pero es su vida. Cogimos el coche, y fuimos a mi casa rapidamente. En la puerta nos esperaba mi madre con un plato de croquetas, las cuales yo mes comí dejando una solitarai y roñosa para Ramón, que me miró mal el resto del día. En mi casa con el ordenador, me puse a buscar información sobre ella y sus  fotos en revistas famosas y no tan famosas, a parte de los chismes que se comentaban de ella en foros, redes sociales y todas esas zonas donde la gente expresa su opinión acerca de distintos temas... De repente, encontré en una revista de cotilleo, fotos que la habían hecho unos paparazzis en la carretera hablando con un chico bastante extraño. Era pelirrojo e iba vestido de negro con gafas de sol, según el artículo que ponía, este chico misterioso la habló como si la estuviera regañando y según estaba escrito, hasta la pegó. El coche era un mercedes rojo (el de Raquel), probablemente el de su manager que en ese momento no se encontraba e intuimos que ella venía de comprar porque llevaba bolsas de comida en las manos. Esta publicación fue hecha hacía ya 2 meses y Ramón y yo nos quedamos un poco sorprendidos... seguimos buscando, pero no encontramos datos de mucha relevancia. Cogimos el coche y rapidamente fuimos a la oficina, le pedí permiso a la cabreada de mi jefa, que si me dejaba investigar el caso y accedió a regañadientes. Íbamos a coger al hombre que le rompió el corazón al padre de Ramón...
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Detective González Capítulo 1:    Era una mañana de lunes lluviosa, la cual o empezó muy bien…1ah¡ Se me olvidaba, no me he presentado. Soy Alonso González Carrasco y tengo 37 años. Soy detective privado y dependiendo de la mañana me gusta mi trabajo o no. En mi tiempo libre, (en el poco que tengo) Hago boxeo para desahogarme del estrés que me causa mi jefa al llamarme inútil todas las mañanas… Los domingos hago piragüismo con mi amgo Ramón, jefe de una funeraria. Le conocí en un caso hace 4 años, cuando sin querer le vertí el café que tomaba mientras nos preguntaba por el nombre de la víctima y si tenía algun contact para dar el pésame a la familia del difunto. Desde entonces empezamos a quedar y nos hemos hecho grandes amigos, bueno me voy del tema. Esa mañana de lunes salió todo mal, me caí por las escaleras, eché los cereales en el zumo y me vertí el café encima de la camisa nueva que me había regalado mi madre. Fuí al baño a cambiarme y miré la cicatriz del costado, se estaba curando. Esa cicatriz me la hice cuando solo tenía 9 años, estaba juganod con la mejor chica que nunca he conocido, Nerea Jiménez. Una chica rubia, de ojos verdes muy simpática y la única persona que he concoido que no le gusta el jamón… Me caí desde un tejado y me clave una barra debajo del costado y me hice una raja muy grande, ella corriendo vino a mí, me vendó la herida y me llevó al hospital para que me curaran. Recuerdo esa historia con u muco añoro y aveces me pregunto que será de ella, de su vida… Después de haberme cambiado de ropa y acordarme de Nerea, fui dirección al trabajo, un edificios del siglo XIX reconvertido en una comisaría… al instante de salir, apareció Ramón, pálido y asustado: Me dijo: Hola, A-Alonso, mm… La novia de mi padre ha sido encontrada muerta en su dormitorio, al parecer ha sido un asesinato… Yo impresionado empecé a pensar, el padre de Ramón es un gran empresario, ya algo mayor. Llevaba 3 años con ella e iba a ser su cuarto matrimonio… Ramón interrumpió mis pensamientos: Solo tenemos una pista que me desconcertó mucho, el secretario de Nerea me dijo que había un mensaje demasiado extraño. Miramos el teléfono de la novia que el secretario había dado a Ramón, pero antes el secretario dijo esto. “La chica de la que se había enamorado recibió un mensaje extraño..” Rapidamente miramos en mensajes y vimos uno, escrito e egipicio antiguo según dijo Ramón. La chica se llamaba Raquel, una actriz joven, famosa y muy fina que había conseguido mucha fama por sus desnudos en revistas muy famosas, delgada como un palillo, su presencia se notaba alá donde iba y era muy caritativa con la gente pobre… el padre de Ramón me pareció que ella fuera su cuarta mujer, era díficil que un hombre se enamorara 4 veces, pero es su vida. Cogimos el coche, y fuimos a mi casa rapidamente. EN la puerta nos esperabas mi madre con un plato de croquetas, las cuales yo mes comí dejando una solitarai y roñosa para Ramón, que me miró mal el resto del día. En mi casa con el ordenador, me puse a buscar información sobre ella y susu fotos en revistas famosas y no tan famosas, a arte de los chismes que se comentaban de ella en foros, redes sociales y todas esas zonas donde la gente expresa su opinión acerca de distintos temas… De repente, encontré en una revista de cotilleo, fotos que la habían hecho unos paparazzis en la carretera hablando con un chico bastante extraño. Era pelirrojo e iba vestido de negro con gafas de sol, según el artículo que ponía, este chico misterioso la habló como si la estuviera regañando y según estaba escrito, hasta la pegó. El coche era un mercedes rojo (el de Raquel), probablemente el de su manager que en ese momento no se encontraba e intuimos que ella venía de comprar porque llevaba bolsas de comida en las manos. Esta publicación fue hecha hacía ya 2 meses y Ramón y yo nos quedamos un poco sorprendidos… seguimso buscando, pero no encontramos datos de mucha relevancia. Cogimos el coche y rapidamente fuimos a la oficina, le   pedí permiso a la cabreada de mi jefa, que si me dejaba investigar el caso y accedió a regañadientes. Íbamos a coger al hombre que le rompió el corazón al padre de Ramón…
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Capítulo 2: La infamia del amor    Explicar que es el “amor” es algo resumible en tres palabras, bonito, dañino y extraño. Pensar que todavía con 37 años que tengo no haber encontrado el amor, no haber conocido a mi chica ideal, perfecta... es algo raro. Solo sentí algo tran extravagante una vez en toda mi vida, ¿os acordaís de Nerea? Aquella chica, que como ya os conté fue la mejor que he conocido... Era un día lluvioso de octubre, estabamos los dos debajo de un portal esperando a que la lluvia remitiera. Me estaba abrazando porque tenía mucho frío (lo noté porque estaba temblando), teniamos 15 años. Después de una charla sobre el día en clase, hubo un silcencio muy largo, mas bien incómodo y sin esperarlo me dijo... - Me voy a Estados unidos, mi padre ha encontrado un puesto de trabajo mejor y nos vamos a ir toda la familia... lo siento Yo estaba en shock por aquella noticia, no sabía que decir, me dio un bes en la mejilla y mencionó es palabra que habia escuchado tan poco: - Te quiero... Y nunca más la volví a ver. Me arrepeinto de no haberla dicho nada cuando pude hacerlo aquel día, la echo en falta muchas veces... Todo esto lo pensaba mientras íbamos en mi coche, blanco titanio, un audi de escándalo, muy caro. Iba con Ramón, cogimos el portatil mientras el gracioso de éste se puso a jugar con la play... mientras yo buscaba algo mas de información. EL sujeto se llamaba Raúl Ojeda Marín y tenía antecedentes penales, tales como robo, hurto, atraco con arma blanca y violación de dos mujeres. Salimos pitando, eran las 7 de la tarde y ya anochecía y había que darse prisa. Según sus datos vivía en el distrito 11, y yo en el 7, con que había que cruzarse media ciudad para llegar. De camino, Ramón iba cantando en el coche, como si fueramos a un concierto de Britney Spears, como si no fuera consciente de la muerte de la futura cuarta mujer de su padre. Paramos a comprar una hamburguesa( aunque habíamos cenado hace media hora.) Llegando de camino averiguamos su casa gracias a un vecino suyo, y de una patada en la puerta, abrimos y entramos en ella... Palomitas por el suelo, telarañas en las esquinas, las paredes y los muebles pegajosos, olor a marihuana...era vieja, sucia y tenía pinta de estar de alquiler... lo tenía todo esa casa, pero como buen payaso que esta hecho Ramón, le hizo la cama y todo al hombre. Bueno, investigamos us teléfono, ordenador y en algunos de sus mensajes hababa egipcio antiguo, ¿coincidencia? No lo creo. En el portátil, había foto de ella muy compremetedoras, y estando el teléfono en la oficina, vimos el techo de esta...  ��controlaba su camara interna y todo el muy perverso! Ya con suficientes pruebas volvimos a la oficina y volveriamos unos días más tarde para detenerle por violación de la intimidad. Después de ese día tan agotador, volvía casa. Me dí una ducha de más o menos 30 minutos. Una ducha relajante, larga, pensando en todo lo que había sucedido, en impartir justicia a ese desgraciado que había matado a Raquel. Mi baño es normal, de color azul oscuro y blanco, con toallas verde manzana y muy acogedor. Estab lleno de vapor, abrí la puerta y bajé a cenar, en un santiamén, me preparé un filete de pollo empanado y una ensalada césar. Acabe de cenar, me senté en mi cómodo sofá y me puse a ver la tele, una serie que estaba muy de moda. Participaban actores famoso y era muy interesante, pero el sueño hizo mella en mi y a los 15 minutos me dormí con la tele encendida. Esa noche dormí bastante bien, pero tuve un sueño de lo más extraño. Estaba yo desayunando, y a través de la ventana de la cafetería ví a 4 ladrones atracando un banco, salí por la puerta en plan superhéroe y los detuve a todos. El alcalde me dió una medalla por el valor, y esa misma noche estuve en un concierto cantando con Rihana( que no se porque soñé con ella). Salí a bailar, parecía tonto y del suelo salió una columna y me alcé delante de toda la gente que cantaba mi nombre... Empecé a hablar sobre el Atlético de Madrid. Al instante me desperté, dije que sueño mas tonto, la tele que estaba encencida hacían publicidad de un aspirador, eran las 6 de la mañana, apagué el televisor, me tropecé con la pata de la mesa, subì ñas escaleras de mi casa, dirección a mi habitación. Me metí en la cama y dormi feliz...
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Detective González Capítulo 1:    Era una mañana de lunes lluviosa, la cual o empezó muy bien...1ah¡ Se me olvidaba, no me he presentado. Soy Alonso González Carrasco y tengo 37 años. Soy detective privado y dependiendo de la mañana me gusta mi trabajo o no. En mi tiempo libre, (en el poco que tengo) Hago boxeo para desahogarme del estrés que me causa mi jefa al llamarme inútil todas las mañanas... Los domingos hago piragüismo con mi amgo Ramón, jefe de una funeraria. Le conocí en un caso hace 4 años, cuando sin querer le vertí el café que tomaba mientras nos preguntaba por el nombre de la víctima y si tenía algun contact para dar el pésame a la familia del difunto. Desde entonces empezamos a quedar y nos hemos hecho grandes amigos, bueno me voy del tema. Esa mañana de lunes salió todo mal, me caí por las escaleras, eché los cereales en el zumo y me vertí el café encima de la camisa nueva que me había regalado mi madre. Fuí al baño a cambiarme y miré la cicatriz del costado, se estaba curando. Esa cicatriz me la hice cuando solo tenía 9 años, estaba juganod con la mejor chica que nunca he conocido, Nerea Jiménez. Una chica rubia, de ojos verdes muy simpática y la única persona que he concoido que no le gusta el jamón... Me caí desde un tejado y me clave una barra debajo del costado y me hice una raja muy grande, ella corriendo vino a mí, me vendó la herida y me llevó al hospital para que me curaran. Recuerdo esa historia con u muco añoro y aveces me pregunto que será de ella, de su vida... Después de haberme cambiado de ropa y acordarme de Nerea, fui dirección al trabajo, un edificios del siglo XIX reconvertido en una comisaría... al instante de salir, apareció Ramón, pálido y asustado: Me dijo: Hola, A-Alonso, mm... La novia de mi padre ha sido encontrada muerta en su dormitorio, al parecer ha sido un asesinato... Yo impresionado empecé a pensar, el padre de Ramón es un gran empresario, ya algo mayor. Llevaba 3 años con ella e iba a ser su cuarto matrimonio... Ramón interrumpió mis pensamientos: Solo tenemos una pista que me desconcertó mucho, el secretario de Nerea me dijo que había un mensaje demasiado extraño. Miramos el teléfono de la novia que el secretario había dado a Ramón, pero antes el secretario dijo esto. “La chica de la que se había enamorado recibió un mensaje extraño..” Rapidamente miramos en mensajes y vimos uno, escrito e egipicio antiguo según dijo Ramón. La chica se llamaba Raquel, una actriz joven, famosa y muy fina que había conseguido mucha fama por sus desnudos en revistas muy famosas, delgada como un palillo, su presencia se notaba alá donde iba y era muy caritativa con la gente pobre... el padre de Ramón me pareció que ella fuera su cuarta mujer, era díficil que un hombre se enamorara 4 veces, pero es su vida. Cogimos el coche, y fuimos a mi casa rapidamente. EN la puerta nos esperabas mi madre con un plato de croquetas, las cuales yo mes comí dejando una solitarai y roñosa para Ramón, que me miró mal el resto del día. En mi casa con el ordenador, me puse a buscar información sobre ella y susu fotos en revistas famosas y no tan famosas, a arte de los chismes que se comentaban de ella en foros, redes sociales y todas esas zonas donde la gente expresa su opinión acerca de distintos temas... De repente, encontré en una revista de cotilleo, fotos que la habían hecho unos paparazzis en la carretera hablando con un chico bastante extraño. Era pelirrojo e iba vestido de negro con gafas de sol, según el artículo que ponía, este chico misterioso la habló como si la estuviera regañando y según estaba escrito, hasta la pegó. El coche era un mercedes rojo (el de Raquel), probablemente el de su manager que en ese momento no se encontraba e intuimos que ella venía de comprar porque llevaba bolsas de comida en las manos. Esta publicación fue hecha hacía ya 2 meses y Ramón y yo nos quedamos un poco sorprendidos... seguimso buscando, pero no encontramos datos de mucha relevancia. Cogimos el coche y rapidamente fuimos a la oficina, le   pedí permiso a la cabreada de mi jefa, que si me dejaba investigar el caso y accedió a regañadientes. Íbamos a coger al hombre que le rompió el corazón al padre de Ramón...
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