Graciasâ€ïž
Hoy voy a empezar confesĂĄndote que no existe ningĂșn buen comienzo para este texto. Porque hoy, a pesar de la felicidad latente que me impulsa constantemente a levantar esas comisuras que tantas veces me has besado, estoy melancĂłlica. Hoy he saludado a MelancolĂa, que ha pasado a visitarme. Hoy ha decidido que habĂa pasado demasiado tiempo y que tenĂamos que poner algunos asuntos al dĂa. Hoy, esta amiga, ha llamado a las puertas de mi conciencia y me ha regañado por haberla tenido castigada tantos dĂas. Nos hemos tomado el tĂ© de las emociones reprimidas. SĂ, un tĂ© demasiado caliente. Un tĂ© que me ha quemado el corazĂłn. Pero quĂ© bien me ha ido esa visita, quĂ© bien me ha sentado ese trago de lucidez y sinceridad. Mi amiga MelancolĂa ha venido a recordarme lo mucho que te quiero. Y, despuĂ©s de ese titular, he comenzado yo a escribir el resto de noticia. VerĂĄs: Me perderĂa por las capitales de tu cuerpo cada mañana, y sĂ© que encontrarĂa las 7 maravillas en ti todas las noches. No hay premio mĂĄs Gordo que poder despertar contigo entre las sĂĄbanas de tu cama, ni mayor tranquilidad que perder la cordura soñåndote mientras duermes a mi lado. Porque, cariño, consigues que pierda el sentido de la realidad y, al mismo tiempo, que encuentre la esencia de las cosas importantes cuando me bajo en la misma parada de tren que tĂș: la que nos conduce hacia nuestra vida en comĂșn. Eres la palabra que no encuentro, el sentimiento que no existe y la emociĂłn que nunca habĂa sentido. Eres las caricias que no me han dado y los besos que sĂłlo se prueban en tus labios. Eres el proyecto que nunca tuve, y el sueño que no me robaron. Eres tĂș, y por ser tĂș, todo ha sido diferente. De hecho, hoy MelancolĂa me ha dicho que tranquila. Que sĂłlo me va a arrancar unos cuantos suspiros cada vez que te vayas y que las lĂĄgrimas, aunque amargas, nos van a saber muy dulces. TambiĂ©n ha hablado con Distancia, su mejor amiga, y le ha informado de nuestra situaciĂłn. Se ve que han estado conversando durante el cafĂ©, esta mañana, y que MelancolĂa ha convencido a Distancia para que, por favor, no nos lo ponga mĂĄs difĂcil. Ya las conoces. Son dos amigas que se conocen desde hace demasiado tiempo, no las podemos separar. Es demasiado pronto para que se vayan de nuestras vidas. Ya sĂ© que Distancia, a veces, es necesaria. No le reprocho nada. Me hace crecer. Y sĂ© que MelancolĂa tiene buen fondo. Aparece cuando menos quiero que lo haga pero, a pesar de ser tan inoportuna, tiene la bondad de hacerlo para recordarme por quĂ© he sido tan feliz. Por eso, cariño, te quiero. Porque sabes convivir con ellas tan bien como sĂ© hacerlo yo. Y es que eres el complemento perfecto para ponerme y salir triunfante por la fiesta de la vida. Porque eres todas aquellas expresiones que hablan de encajar, y porque representas todas aquellas ideas que los estudiantes intentan descifrar entre los versos de BĂ©cquer. Sin embargo, contigo, es imposible leer entre lĂneas. Porque no hace falta. La transparencia que me brindas es la octava maravilla que descubro en ti cada dĂa de mi vida. Gracias. Te has dado cuenta, Âżverdad? Me permites volar y, a lo alto, puedo verlo todo mĂĄs claro. Me regalas las alas y me desmontas las cadenas. Me preparas los trampolines pero tambiĂ©n las colchonetas rellenas de âpor si acasosâ. SĂ, esos âpor si acasosâ con los que tambiĂ©n rellenamos las maletas. Y, concretamente, hablando de maletas, ya la tengo terminada. Tengo la maleta del sĂĄbado preparada. En ella, me llevo sueños, ilusiones, proyectos, nervios, incertidumbre, ganas, iniciativa pero, por encima de todo, mucho amor. Me permites rellenar todas las maletas de mi vida con toda la confianza que tu corazĂłn y tu mente me transmiten a cada paso que doy. Me permites viajar con maletas que pesan el doble de lo establecido y consigues convencer a las azafatas de Ryanair de que ese peso de mĂĄs es imprescindible para esos viajes. Porque sin amor, les dices, yo no serĂa quien soy. Y claro, tĂș no quieres que me cambien, ni las personas, ni las circunstancias. Consigues convencerme, sin hacerlo, de que no hay mejor lugar en este mundo que a tu lado, ni vida mĂĄs real y satisfactoria que la que tiene que ver con un proyecto comĂșn. Gracias. Por las alas, la confianza, el amor y la paciencia con la que me quieres. Consigues que sienta que tĂș eres la elecciĂłn mĂĄs acertada de mi vida.
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