Tumgik
catarsisysanacion · 6 years
Text
Confiar en el tiempo
“Cuesta confiar en el tiempo. Confiar en que los malos no ganan, solo parece.”
Estoy pasando por momentos complicados. Una situación profesional me orilla a tomar una difícil pero acertada decisión. Pero me siento con ganas de venganza, de revancha, de payback. Estoy muy enojada, tengo mucho coraje y mucha rabia. Mi actuar ha sido impecable en el sentido profesional. Cumplí con todo lo encargado, con las responsabilidades encomendadas y nada, absolutamente nada quedó retrasado, no realizado o sin atender por mi trabajo. Todo ha salido.
Pero ahora, me encuentro “an outsider”, donde la información se manipuló para el beneficio de una persona. Donde la mala del cuento, la que no trabaja, la que “obstaculiza” soy yo. Vil mentira.
No estoy para defenderme, puesto que sé que lo que he hecho, entregado y demostrado estos cuatro años, hablan por sí solos. Pero lo que me enoja, lo que me trae problema, es entender que “los malitos” están ganando a base de mentiras, manipulación de información y de maquiavelismos.
Lo difícil en todo esto es confiar. Confiar en Dios, en la vida, en el universo. Confiar en que todo cae por su propio peso. Que tarde o temprano, el karma alcanza a todos.
“Mi paz interna, mi paz emocional, estaba muy alterada. Y nada, NADA vale más que eso.”
Lo que estoy segura, es que esto es lo mejor para mi. Esto ya me tenía muy inquieta. Mi paz interna, mi paz emocional, estaba muy alterada. Y nada, NADA vale más que eso. Por ese lado estoy tranquila. Porque sé que he actuado desde un lugar de entrega, de amor.
Cuesta confiar en el tiempo. Confiar en que la vida se las va a regresar con creces. Confiar en que los malos no ganan, solo parece que ganan. Confiar en que la venganza es un platillo mejor servido frío.
Pero tengo miedo de mi. Miedo de esos pensamientos de venganza, de rabia, de hacer algo por chingar....pero los dejo actuar, aunque solo en mi mente. No caigo, no he caído, ni caeré en ese juego. Porque no soy así.
No me queda más en este momento mas que arrodillarme frente a Dios....decirte que CONFÍO EN TÍ, y confío en que la vida tiene mejores cosas. Y que pronto, dejaré de sentir esto...CONFÍO.....
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
Es una sensación extraña, de miedo, de incertidumbre. De temor de finalmente afrontar lo que tantos años he hecho a un lado. Tantos años culpando a otros de mis faltas, de mis fallas, de mis errores, de mis demonios, de mis problemas...ya no hay más. Finalmente estoy yo sola, yo y a quien veo frente al espejo, y nadie más. No hay más culpar a alguien más.
Que miedo llegar a enfrentarse uno mismo, sabiendo que TODO lo que pase será consecuencia de mis propias acciones. Que todo lo que salga, es por mi. Que todo lo que haga, será por mi. Al mismo tiempo, que alegría me da eso. Saber que finalmente, voy por mi. 
Hace poco me dijo un hermano en el camino, que él se dejó de preocupar por LAS RAZONES de sus pedos. Muchos andamos en búsqueda de los por qués de nuestro presente. ¿Qué pasó años atrás, qué razones hay para ser como soy? Pero él me dijo que decidió olvidarse de ellas. Porque a fin de cuentas, no hay nada que pueda hacer para remediar. El pasado está, y no hay manera de cambiar. Pero si podemos hacer algo para arreglar nuestro presente para enfrentar mejor el futuro. Y ahí es donde él dejó de buscar razones, para encontrar acciones que le ayudaran a estar mejor. El cómo resolver, con acciones el día de hoy, las secuelas del pasado.
Creo que es momento de enlistar lo que CREO que está mal en mi vida, para primero ponerle nombre y apellido. Después, haré un desglose de lo que cada situación “me ha hecho como soy”. Y qué creencia o aprendizaje del pasado me lleva a juzgar eso que pasó. Y después, sacar cómo eso me trae también un beneficio, para finalmente, darme cuenta de cómo es todo un balance en mi vida.
¿Suena fácil?
No, no me suena fácil la verdad, pero voy a intentarlo. Porque como ya dije, 34 años no funcionó de esa manera, viene la siguiente...bueno, casi 35!!  :)
¡GRACIAS!
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
Soy adicta.
“Cada que como, es un aprendizaje. Es platicar con mi cuerpo. Es decirle que está bien con lo que estamos comiendo. Decirle que  no nos va a engordar, sino nutrir.”
Sí, así tal cual. Soy adicta. (punto)
No necesito un doctor para diagnosticarme mi adicción. 
Según Narconon, algunos síntomas del alcoholismo son:
Necesidad de beber debido a abstinencia o ansia de beber.
La persona no puede controlar cuanto o cuando toma.
Necesita tomar más alcohol para sentirse borracho.
A pesar que hay daños a su trabajo, familia u otras relaciones, se sigue tomando.
Tratan de esconder su consumo y crear excusas para hacerlo.
Consistentemente confían en el alcohol para liberar estrés o resolver algún problema.
El alcohol se vuelve el punto focal de su vida.
Entre otros...
Bueno, pues tengo todos y cada uno de ellos y los he vivido en algún punto de mi vida y hoy en día. 
Soy adicta, sí. Soy adicta a la comida. Les explico uno por uno el por qué de mi autodiagnóstico.
Siento mucha ansiedad de comer durante mucha parte del día. Así ha sido por años. Y lo desquito comiéndome las uñas o mordiéndome los labios, para desahogar esas ansias ahí en vez de la comida.
Puedo decir que en los últimos años he perdido el control al comer pocas veces, pero aún lo pierdo. Previo a la operación, muchas pero muchas veces me era a veces imposible controlar mi manera de comer una vez empezado. Increíble, pero cierto.
Antes de la operación no recuerdo una ocasión en la que pude comer hasta sentirme satisfecha. Ni una. Siempre tenía que comer hasta sentirme llena. Claro, había opciones: llena, llenísima, no puedo más, no me puedo mover.
No digo que directamente afectó mi trabajo, pero si mi desempeño deportivo. A pesar que sabía que con 10 15 kilos menos pude haber sido aún mejor jugadora, nunca lo hice. Mi mal humor por mi no aceptación interna, afectó a mi familia hasta que la aliené y nadie se me quería acercar. Definitivo en amistades no, ya que era farol de la calle, candil en mi casa. Con mi familia siempre desquité mi interior.
Recuerdo muchos años en mi adolescencia y aún adultez, viviendo en casa de mis papás, escondía la comida para comer después, porque sabía que me regañarían por tomarla. Y hoy en día, este mismo año, este mismo mes, me he encontrado “escondiéndome” con la comida y me asusté y dio risa al mismo tiempo. Dado que vivo sola en otra ciudad a 1000 kilómetros de mis papás.
Cuando estoy enojada, triste, molesta, feliz, alegre, lo que sea, quiero comer. Especialmente los sentimientos negativos, ya que la comida ha sido algo que SIEMPRE ha estado para mi, en todo momento, y la busco al sentir la necesidad.
TOOOOOOOOODO gira alrededor de la comida. A veces es lunes y ya estoy pensando qué voy a comer el fin de semana, donde ir a comer, desayunar, el domingo, sábado, etc.
Entre otros...
Entonces, tengo todos esos síntomas de adicción al alcohol, hacia la comida. 
Una similitud con la adicción de la comida y el alcohol es que día a día estamos deseando acceder a eso. En mi caso, día a día, durante muuuuchos momentos, estoy pensando que quiero comer. Supongo es lo mismo con el alcohol. Pero una gran diferencia es que yo no puedo hacer abstinencia de la comida. TENGO QUE COMER TODOS LOS DÍAS, TRES VECES AL DÍA.
¡Día a día debo enfrentarme a mi peor enemigo (así era en el pasado)! Aquello que tanto daño me hizo (yo sola), aquello que tanto reprimí y me reprimieron por acercarme siquiera a la despensa, lo enfrento día a día, tres veces al día.
No puedo hacer abstinencia de la comida. Tengo que comer y aprender a controlarme para que esa ansiedad, ese monstruo que llevo dentro, hoy en día más chiquito que hace años, domarlo, decirle que no, y que soy más que él. 
Entonces cada que como, es un aprendizaje. Es platicar con mi cuerpo. Es decirle que estamos bien con lo que estamos comiendo. Es enseñarle día a día, comida con comida, lo que es sentirse satisfecho y estar bien con eso. Decirle que lo que estamos comiendo no nos va a engordar, sino nutrir. No es necesario sentirse lleno, podemos vivir con satisfecho. Al saberme saciada mi hambre, está bien.
Después de toda una vida de que ni siquiera existía lo que es satisfacción, sino puro comer hasta no poder más o que se acabara la comida. Es difícil, lo viví día a día, comida con comida, y cada momento que mi mente pensaba en comer, osea básicamente el 70 u 80% del día que estaba despierta. ¡Que tortura era!
Hoy puedo decir que ya no es tanto, desconozco el porcentaje, pero probablemente, arrojando un número con mis cálculos inmediatos en este instante, del 15 al 25% del día.
Tengo seis meses asistiendo con un doctor que me lleva mi dieta (a quien le estoy muy agradecida) y he bajado 9 kilos y estoy muy contenta. Porque por un momento me dejé llevar en mi círculo vicioso de años atrás y subí 6 kilos. Estoy orgullosa de decirles que bajé esos y tres más. Pero esa historia será en otra ocasión. 
*Cabe aclarar que bajo NINGÚNA circunstancia estoy diciendo que ser adicta a comida o al alcohol es mejor o peor, más sencillo o más complicado, solo estoy dando mi opinión con respecto a lo que yo siento.*
Con inmensa gratitud.
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
¿Podemos desaprender lo aprendido?
¡¡¡SÍ!!!
Definitivamente sí podemos.
¿Difícil? Claro. Dificilísimo. Pero posible.
“Es cambiar lo que traemos de raíz, de tajo, de toda nuestra vida, y crear una nueva realidad. En mi mente suena maravilloso, fantástico, sin embargo, es trabajo duro y dedicado. “
Mi realidad en mi infancia, adolescencia y años de universidad escuché frases de mamá, abuelas, familia como:
Estás gorda.
¿Así o menos? (cuando me servían de comer)
Si estás gorda, estás fea.
Si estás gorda, nadie te va a querer.
Total....GORDA = FEA = NADIE TE QUIERE = ESTAS MAL
Y sí, es mi realidad de mi pasado. Porque después de mucho trabajo personal de interiorizar y tratar de regresar a esos momentos y ver la realidad objetiva, lo más que se puede, ahora puedo ver otra cosa en esas palabras.
Puede ser de dos. Una, preocupación de mi madre, de mis abuelas, de que ellas creían que ser gorda iba a ser más complicada mi vida. Menos probable que encuentre un novio, menos probable que sea exitosa, o menos probable que sea feliz. Pero naciendo de un lugar de amor, pues que me aman y amaban, no tengo duda. Sin embargo, tampoco puedo ignorar el hecho de que soy víctima de víctimas.
Todos somos seres humanos que aprendemos de nuestros más cercanos. Y mi mamá aprendió de su mamá eso. Y mi abuela de su madre, y así nos vamos. Yo de ella. Entonces, es así como toda mi vida, yo rechacé mi cuerpo, mi gordura, mi exceso de grasa corporal y TODO lo que tuviera que ver con la gordura y no la perfección corporal como en las películas o revistas.
Pues CLARO que toda mi vida fue pura agresión de mi hacia la persona que veía diario en el espejo. YOU´LL NEVER BE GOOD ENOUGH!!!!
Pues gracias al poder supremo de este mundo, llámenle como quieran, me pude dar cuenta de todo lo que les escribo y he estado practicando a DESAPRENDER LO APRENDIDO y poder aprender nuevos paradigmas y esquemas mentales.
Como les conté líneas antes, ahora me veo en el espejo y me echo porras: que bonita, mira que bien te ves, que bonito cuerpo, que bonitos chamorros, mira tus muslos poco a poco agarran forma, mira tus brazos, hasta medio se asoma el musculito...y apreciar mi cuerpo por lo que es, no por lo que debe ser.
Hace unos meses comencé terapia en una clínica integral de atención a depresión y estrés. Me hicieron exámenes psicológicos y en los resultados, entre otras cosas, arrojaron que tenía una depresión crónica. Eso siendo el resultado primordial, porque salió una lista tan larga como los créditos de una película de Hollywood.
Después de varias sesiones, platiqué con mi Tía Sandra, a quien yo llamo mi Guía de Vida (me ha ayudado mucho en encaminar mi vida hacia donde yo quiero con sus palabras y orientación). Ella, adoptando el método Demartini, me comentó sobre la depresión:
Cuando establecemos expectativas poco realistas sobre nosotros mismos o sobre los demás y nuestra realidad no está a la altura de estas creencias irreales, experimentamos decepción y sentimientos de depresión.
¿Entonces qué pasa conmigo? Durante mi infancia, desde un lugar de amor y de lo que ellas conocen y aprendieron en sus vidas, la gente allegada a mi me decía que ser gorda no es bueno en mil distintas oraciones. Por ende, yo forjé en mi mente eso. Y aprendí cuanto NO debo ser así. Pues no sé si conocen la ley de atracción, pero de tanto miedo que ocasionó el ser gorda...atraje la gordura et voilá! 97 kilos, mi récord, antes de entrar al cuchillo.
¿Que me toca?
DESAPRENDER lo aprendido.
No, no lo he dominado aún, sigo trabajando en ello. No puedo decir que diario, no, porque el mismo miedo de enfrentarme a algo desconocido, una nueva y desconocida realidad, da miedo, claro que sí. Sé que son mis mecanismos de defensa que me hacen alejarme de intentar esto día a día. A fin de cuentas, me doy cuenta que esos mecanismos son mi manera de echarle la culpa a todos menos a mi. No responsabilizarme de mis actos y acciones. Es mucho más fácil echarle la culpa a mamá que me dijo mil veces mil cosas que echármela a mi, no? jajaja sounds familiar?
Entonces el resumen de estas palabras es SI SE PUEDE DESAPRENDER LO APRENDIDO Y APRENDER NUEVAS REALIDADES.
Es algo muy complicado porque es cambiar lo que traemos de raíz, de tajo, de toda nuestra vida, y crear una nueva realidad. En mi mente suena maravilloso, fantástico, sin embargo, es trabajo duro y dedicado. 
Yo estoy convencida de que este es el camino a recorrer para poder sanar mis heridas del pasado y crear un nuevo presente.
Toma lo que te sirva, deja lo que no.
Con mucha gratitud.
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
Y hoy...
“Es una constante lucha de lo aprendido en el pasado contra lo nuevo, lo que quiero hacer, cambiar y hacer nuevamente. Es desaprender todo lo que creías que era la verdad, por una nueva verdad.”
¿Que qué siento y pienso hoy?
Cinco años después de la operación...
Hoy puedo decirte con certeza que estoy mejor. Que soy más feliz, que he encontrado mucho de mi en mi vida y que poco a poco, día a día, trabajando duro, he podido aprender a gozar más mi vida.
Pero no puedo mentir, no todo es color de rosa.
Aún me veo en el espejo y me juzgo. Me digo de cosas. Sigo viendo las lonjas, las piernas grandes y gordas, los chamorros feos y gruesos, la panza de lado salida, y las caderas grandes.
No, ya no me critico como antes, porque hay días muy buenos, como la mayoría. Pero siguen habiendo días difíciles, que le tengo miedo, casi pánico a la comida. 
Hay días que después de salir con la psicóloga, quiero correr a Krispy Kreme o a donde vendan pasteles, tostilocos, al super, a donde sea y no puedo dejar de pensar en qué quiero comer. Siento la misma compulsión por la comida, por comerme mis problemas y olvidarme de ellos mientras lo hago...pero después...porque sí, siempre llega el después.
Sentada en el baño, me agarro la panza, y me reprimo. 
¡Gorda! ¡Que no ves por todo lo que has pasado?
¡Sigues comiendo igual!
¡No puedes controlarte!
Termino y me paro y voy al espejo de cuerpo completo...GORDA! ¡TE ODIO! ¡ME DAS ASCO! ¡PINCHE GORDA! ¡NO TE PUEDES CONTROLAR!
Mira tus lonjas, mira tu panza, tus piernas, no has cambiado nada!!!!
Y luego me acuesto en cama, con todos esos pensamientos y trato de cambiarlos. De decirme que sí he cambiado, porque ya no fui corriendo a ver qué comía. Porque aunque aún no puedo controlar lo que pienso, puedo controlar lo que como. Porque aprendí del autodominio, porque aprendí a quererme más.
Definitivamente algo que hice que cambió todo, fue ponerme a mi como #1 en mi vida. Soy mi prioridad y mi valor primero en todas las listas. De esta manera, he aprendido poco a poco a quererme, a darme más valor, a darme mi lugar y a entender que a final de cuentas, soy yo con quien voy a estar por el resto de mi vida y tengo que estar bien conmigo misma, porque si no, que chinga.
Y sigo en ese proceso, y creo que seguiré durante toda mi vida.
Te platico que me gusta mucho leer el blog de @regiasobria . Porque ella habla del alcoholismo, de su dependencia al alcohol y a lo que le hacía sentir y cómo enfrenta a eso día a día.
Me doy cuenta que aunque no tengo adicción al alcohol, tengo adicción a hacerme daño. Y elegí la comida para hacerlo, para maltratarme, para golpearme, para decirme over and over again que I´m not good enough. Y es difícil porque sé y estoy convencida que tengo que aprender. Aprender a ya NO decirme eso. Así como aprendí a odiarme, ahora quiero aprender a amarme.
Y esto es día a día, y no te puedes descuidar porque un descuido y es volver a empezar. Se vale, pero es difícil. Día a día es ELEGIR estar bien, cuidarse, y amarse. Es entender que soy más que la comida, más que lo que he aprendido en el pasado y que puedo desaparender y reconstruir mi idea de lo que debo ser y de lo que soy. Que no soy un ser perfecto. Soy perfecta dentro de mi imperfección.
Hoy aún batallo para mirarme de frente a los ojos, pero procuro hacerlo cuando estoy en consciencia, por lo que procuro estar más en consciencia.
Me miro al espejo y me digo: TE AMO. Que bonita estás, que bonita eres.
Cuando me baño, me enjabono, empiezo por mis piernas (que es lo que me da más problema) y digo, que bonitos chamorros.  Mira cómo han cambiado, como se marcan. Luego subo a mis muslos y los acaricio y me digo que ahí van, están agarrando forma, están poco a poco siendo más bonitos. Veo mi estómago, lo recorro y alabo mi cuerpo, mi busto, mis brazos, y digo que que bonito cuerpo. A veces siento que no es cierto lo que digo, pero si lo repites lo suficiente, te la vas a creer. 
Eso es lo que hago, porque es una constante lucha de lo aprendido en el pasado contra lo nuevo, lo que quiero hacer, cambiar y hacer nuevamente. Es desaprender todo lo que creías que era la verdad, por una nueva verdad.
No te desanimes, sigo pensando que es la mejor decisión de mi vida, pero definitivamente, es trabajar en ti. 
Te quiero.
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
El antes...
"Todo está en cómo nos preparamos para el momento, cómo afrontamos todo lo nuevo que vas a sentir, y sobre todo, qué tan comprometida estás contigo misma. Porque ya no vas a poder echar culpas, estará en ti y tu control y autodominio."
Hace cinco años tomé una de las mejores decisiones de mi vida. Elegí que me hicieran un bypass gástrico. Es una cirujía mayor que consiste en una modificación anatómica del sistema digestivo donde el estómago es reducido a un tamaño pequeño con capacidad de 15 hasta 30 ml que se conecta directamente al intestino delgado. De esta manera se reduce la cantidad de comida que se ingesta y por ende, se baja de peso rápidamente.
Un alto porcentaje de pacientes que se realizan esta operación vuelven a subir de peso, no al 100% de antes pero sí suben, ya que es una operación que altera la composición física de nosotros, sin embargo, no se opera la cabeza, que es donde está el problema de raíz.
Muchas clínicas donde realizan este tipo de operaciones ofrecen un servicio integral, donde tienen todo lo necesario para tender a estos pacientes: nutriólogos, psicólogos, psiquiátras, gastroenterólogos, etc. Porque es algo que ayuda en lo físico, pero hay que complementar esto con lo mental, lo psicológico, lo emocional. Si no, por eso la gente vuelve a subir.
Todo esto que platico viene desde donde yo tomé la decisión.
Este fin de semana estuve con una MUY querida amiga, que me platicó que su hermana está pensando en la posibilidad de realizarse esta operación. Quiero mucho a su hermana también y pensé en acercarme a ella para platicarle mi experiencia. Y eso me trajo a pensar en cómo le diría las cosas.
1. Decirle como me sentía antes de la operación. Cómo era mi relación con la comida y conmigo misma.
2. Cómo me siento ahora, cinco años después de la operación.
Comienzo con el paso 1.
Mi querida Ale,
Quiero compartirte cómo me sentía hace muchos años y durante muchos años de mi vida. Mi relación con la comida era una de amor y odio, de odio y amor. Podíamos gozar tardes juntas, pero al final de TODOS los días, porque puedo asegurarte que eran todos....era un sentido de culpabilidad interminable. Era odiar lo que comí pero más que nada, odiarme a mi por comer de la manera que lo hice, sabiendo que iba a engordar después de haber comido todo eso.
Era un odio hacia mi misma, que en mi mismo enojo, iba a la despensa a ver qué más comía porque estaba enojada. Y terminaba con un sentido de asco de tanto comer, y MÁS me reprimía, me regañaba, me daba con el látigo figurativo.
¡No vales nada!
¡Eres una gorda!
¡No tienes control sobre ti!
¡Pinche gorda estúpida!
¡Cómo sigues comiendo?! ¡¿Qué no te ves en el espejo?!
...entre muchas otras cosas.
Pues no, quiero compartirte que no me veía en el espejo, no a los ojos. Porque al espejo sí me veía. Veía como mis tobillos eran uno mismo con mis pies. Odiaba cómo mis piernas, mis muslos, mis rodillas, todos tocaban entre sí. ¡GORDA! Odiaba cómo mis caderas se abrían. ¡Pinche gorda! Odiaba como se veía mi estómago, gordo, lonjas, panza, ¡Wacala! Me daba la media vuelta y toda la celulitis y más lonjas. 
Y después de terminar con darme por todos lados, me sentaba al baño, agarraba mi panza y pensaba ¡WACALA! ¡Gorda!
Esto no me di cuenta hasta muchos años después, de cómo era tan agresiva y abusiva de mi misma. Que difícil fue darme cuenta que quien más daño me hacía era yo a mi. Que fuerte fue darme cuenta que la única que me hacía daño era yo sola.
Después de 8 meses de tener en mente la operación, porque mi madre me la sugirió y casi empujó al quirófano por su aberración a la gordura propia y mía, tomé la decisión de operarme.
Fue una decisión que después de 8 meses, resultó fácil. Sin darme cuenta, trabaje mucho en mi mente, mi corazón y mi alma. Porque supe que si tomaba esa decisión, era para siempre. Era para cambiar de raíz, de tajo, toda mi vida. Ya nada iba a ser igual. Porque si sí seguía igual, no iba a valer la pena. Tenía que comprometerme conmigo, hacer un compromiso ante todo lo que era dentro de mi que sentía todos esos sentimientos negativos. Saber que tendría que pelear contra ellos sola, nadie mas que yo.
Estos cinco años no han sido fáciles, pero tampoco son tan complicados. Todo está en cómo nos preparamos para el momento, cómo afrontamos todo lo nuevo que vas a sentir, y sobre todo, qué tan comprometida estás contigo misma. Porque ya no vas a poder echar culpas, estará en ti y tu control y autodominio.
Cuenta conmigo, puedo acompañarte en tus dudas, tus miedos, tus pánicos, tus alegrías, tus logros, tus derrotas, tus fracasos, y todo lo que puedas afrontar de hoy en adelante, porque habrá de todo eso y más. Pero va a depender de ti, y nadie mas que de ti, cómo tomar todo eso, como un aprendizaje, o convertirte en “víctima de las circunstancias”.
Es una gran aventura, que sin duda alguna, te recomiendo. Es de las mejores decisiones, si no es que la mejor, que he tomado en mi vida. Y sin duda te recomiendo que sigas adelante con tu idea, pero no sin antes prepararte. Porque va a ser difícil, pero no imposible. Será una experiencia MUY grata y satisfactoria, porque te vas a poder enfrentar a ti misma y tus demonios, pero con un “mind set” con más compasión, paz y amor por ti misma.
Definitivamente estos cinco años han sido un nuevo comienzo hacia encontrarme a mi misma, amarme a mi misma, y una búsqueda continua de encontrar paz. Porque la operación te ayuda a bajar de peso, soluciona tu problema de sobrepeso, pero ese no es el importante. Eso es solo un síntoma de lo que pasa dentro, así que hay que trabajar y chingarle contigo misma.
Te quiero dar las gracias por permitirme saber de esto y por leerme. Pero sobre todo, por recordarme de que esto es trabajo constante.
Te quiero.
¡¡LAS QUIERO!!
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
¿Es posible que el pez se de cuenta que vive en el mar?
¿Cómo es posible que podamos salirnos de nosotros mismos y vernos desde afuera para podernos dar cuenta que algo está mal?
¿Cómo llegar a poderme dar cuenta de que puede haber algo más allá de donde y cómo he vivido mi vida?
Regresamos a cómo puede el pez tener tal nivel de consciencia que puede darse cuenta que es un habitante del inmenso mar. Si no conoce más, ¿cómo se da cuenta?
¿Difícil?
Imposible para muchos.
A través de nuestra vida hemos sido reprimidos por nuestros padres, personas, situaciones y demás en nuestra vida. Eventos que han marcado cómo y qué hacemos, cómo nos comportamos y qué mostramos al mundo.
Depende de nosotros qué hacemos o dejamos de hacer con todo ello. Al llegar a un grado de consciencia donde podemos darnos cuenta que hay algo más, que puede haber otras maneras de hacer las cosas, podemos expandir nuestro nivel de consciencia.
0 notes
catarsisysanacion · 7 years
Text
Empieza la catarsis
Un muy cercano amigo me dijo que por qué no escribía de nuevo. Muchas pláticas últimamente con él, me han hecho pensar en retomar la escritura. Especialmente por la etapa que estoy viviendo.
Estoy en un momento de catarsis: liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso.
Cansada de darme de golpes una y otra y otra y otra vez durante 34 años de vida. Patrones de autosabotaje, autodestrucción constantes, dejé que durante tantos años fueran quienes gobernaban mi vida. Con miedo de enfrentarlos, decidí tomar las riendas de mi destino en manos propias. 
No más excusas. No más quejas. Y sobre todo, no más víctima.
No funcionó esa manera durante todos estos años, es momento de buscar otras maneras, en este caso: ayuda externa.
Hoy en día tengo varias semanas en un proceso de interiorización, búsqueda al pasado para sanar el presente para un mejor futuro. Sounds cheesy, pero así es la cosa.
No es fácil, abrirse ante una desconocida. Menos es fácil, abrirse a una misma. Tener la humildad para poder aceptar, para poder enfrentar y para poder sanar. Nada fácil. Pero ya estoy aquí y no hay más que pa´lante.
Bienvenidos y gracias por leer.
Con gratitud...
0 notes