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Eres mi Dios. Parte 2
Si tú eres mi Dios, talvez, por esa razón siempre pedí tu perdón, siempre he estado agradecida, tratando de hacerte ver qué lo significas todo. Quizás por eso necesito de ti para dormir en paz, para motivarme, aún con tantos resbalones pensar que tú, mi Dios, has pasado por tanto, aún así seguir a mi lado. Lo ideal es levantarme y seguir adelante por qué así lo hubieras querido, por que así te siento conmigo.
En cada plato que preparo, cada bocado que termino, cada película que veo en mi sala, sala que fue mi templo, permitiendo estar horas a tu lado, simplemente mirando tu ser, en cada tarea que logro hacer, imagino tu presencia, esa mirada que me mostraba tanto amor, la misma que podía mirarme de tantas formas, algunas aterrandome, aún así causando esa necesidad por cambiarla y hacer que vuelva a decir "te amo, lo haces bien".
No te veo, ni si quiera escucho, más sigo creyendo en ti
Si tú has sido mi Dios, qué soy yo? Un ser terrenal puede seguir sin su fé, pero se desmoronaría con el tiempo o viviría en un limbo, el humano no es nada sin fé, así como yo no soy nada sin ti, y si lo llegase a ser no sería suficiente, me complementas, no habría nada aún habiendo todo.
Dicen que eres mi perdición, mi mayor pecado, mis angustias e inquietudes, dicen que eres frío y cruel, pasas de alma en alma buscando algo, al no hallarlo, te esfumas
Cariño, Acaso eso debería de importarme? Es mi culpa haberme hundido en este hoyo sin salida, debería escalar, luchar, más no quiero, no deseo salir de aquí, si este frío y oscuro hoyo es un túnel para llegar a ti, me quedaría décadas a la espera de tu llegar.
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Eres mi Dios. Parte 1
No son mis ojos llorosos los iluminados al verte, sino mi alma reflejada en ellos
No quiero soltarte, no quiero aceptar que se puede vivir sin ti.
Siempre te miraba haciendo cosas tan simples como reír o comer, evitando mirar tus hermosos ojos, los nervios invadían mi cuerpo
Sabes? Extraño admirarte, contemplarte, ahora sólo tengo momentos capturados en una fría pantalla
Es doloroso, mi pecho arde en llamas, mi estómago se encoge en la miseria, mi cuerpo tiene frío, tengo tanto frío...
Mis palabras son absurdas, trato de encontrar una forma de expresar esto, trato de pensarnos, trato de sentir, seguir
Seguirte
Cuánto anhelo seguir tus pasos, tocar tu mano, verte a lo lejos, escuchar tu cálida y penetrante voz, que con sólo un susurro tiene poder sobre mi, anhelo sentirte de cualquier forma, oler tu cabello, morder tu carne, necesitar más de ti.
Cuando te conocí, mis latidos se hicieron fuertes, desde aquel momento hierve en mí el deseo de servirte, quiero escuchar cada una de tus palabras, me has guiado por tantos caminos, momentos, sueños, me regalas una paz más grande que cualquier cosa terrenal con sólo oír pacíficamente tu voz, mi triste cuerpo se exalta con tu reír.
En el pasado, durante nuestro tiempo juntos, bromeaba con que tú eras mi único Dios, sentido tiene, soy una anciana llorandole a diario a su Dios, queriendo vivir en sus reglas, en su paraíso, en su inalcanzable mundo, escribir mis plegarias nocturnas, agradecer tu presencia por la mañana, llevarte conmigo en cada paso, oración, pensamiento
Haber leído tanto sobre ti, estarlo aplicando en mi vida cotidiana, accionar con el sentir que estás tú ahí, observando, vigilandome, una protección inexistente que mi mente ha creado como defensa, por no querer aceptar mi soledad
Si tú eres mi Dios, yo solamente una anciana que busca su aprobación, obsesionada con tu imagen, tu esencia, queriendo conocer más sobre ti aún sabiendo tu historia de memoria, querer comer de tu carne con la esperanza de purificar mi cuerpo y alma
Si tú eres mi Dios, eres mi todo y a la vez nada, representas tanto en mí, tantas figuras, tantos sueños, sólo he querido adorarte, estar a tu disposición, aún sin escucharte, volverme tan pequeña a tu lado, servirte, servir para algo, lo que sea, sólo déjame a tu lado, prometo devoción aún en mis días oscuros, aunque no me queden fuerzas para hablar, mi rostro se torne pálido de labios rotos y no soporte mi propio peso
Si tú eres mi Dios, eres capaz de ocasionar tanto en mí, tienes el control de mis mares, olas que sólo tú controlas, de mi tacto, mi mirar, de mi amor
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Mi amor, me siento cansada.
Trato de seguir para nuestro futuro, quiero tenernos, eso jamás cambiará en mí y sé que en ti sigue. Te amo, hago lo posible por ser fuerte, quiero que tengas lo mejor de mi.
Mi solecito, tu eres la razón de mis palabras, tú me has enseñado tantas cosas, incluso el como escribir, tú lo has sido todo para mí. Por favor regresa, muero lentamente
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Cuando la soledad llena mi interior, un suspiro se escapa de mis labios; Tu presencia es el suave consuelo que calma mi alma cansada, aunque los cielos estén grises y la tristeza llueva en mi piel, la bondad de tus brazos es un refugio más fuerte que cualquier muralla. Puede que el destino no nos haya prometido una eternidad juntos, pero en esos momentos llenos de ternura, me siento feliz y llena con la certeza de tu amor.
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Su voz, risa, existencia, aura, belleza, todo de él era un poema.
Un escrito doloroso, que plasmaré en mi penumbra, cuando se desgarra mi alma, por su vacía presencia.
Cruzamos caminos, y con un desdén, rechazó mi existencia;
como alguien amigable, saludó a la persona a mi lado, la miré con ilusión de recibir lo mismo, pero pasó lo contrario.
Rió con alguien más;
pude sentir la nostalgia en mi espalda, el sonido de sus carcajadas, las bromas que dijo, todo eso lo hizo conmigo. Probablemente no lo recuerde, pero yo sí.
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Si me buscás, podés encontrarme en mi cama, leyendo; o en la mesa, escribiendo; quizá pintando. Pero siempre, pensando en vos.
En mi cama anhelo tu ser, esa compañía, calidez.
Al leer poemas, novelas o incluso la biblia sigo buscando alguna parte de ti y con facilidad la encuentro.
Escribo sobre tí, somos dolor por ti, el amor que tengo, el vacío que causas.
Pinto, dibujo plasmo tu rostro en cualquier superficie para nunca olvidar lo que me hace querer avanzar y al mismo tiempo querer abandonar todo
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Soy transparente, sin algo sólido a lo que aferrarse, soy agua que se disuelve y escurre por las manos, soy la lluvia que cae en la madrugada, que se evapora con los calidos rayos del sol.
Será posible percibirme cuando no existe nada que mirar, ninguna experiencia y ninguna emoción válida, un recipiente de cristal sin nada dentro.
Todo se escapa entre mis dedos, como la arena y el viento, se van oportunidades y muchos momentos, para ser alguien, alguien latente y viviente, y no ser solo un inutil recipiente.
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Quizás mañana no me pregunte cómo fue su día, qué habrá hecho, a qué hora se levantó, si acaso el café que toma todavía sabe igual.
Quizás mañana las horas no se deslicen como agua entre mis dedos, y el silencio no repita su nombre en las paredes vacías.
Quizás mañana no me entren las ganas de buscarlo, de preguntarle cómo está.
Quizás mañana me quede quieta, sin rastrear su sombra en la luz que antes compartíamos.
Quizás mañana sí me centre en mis proyectos, en esos planes que ahora ya no llevan su nombre en las notas al margen.
Tal vez el reloj deje de mirarme con burla, y el viento ya no me traiga su perfume en cada esquina.
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Con tu ausencia yo sé lidiar, no es la primera,
Me acostumbré a este hueco, a este vacío
que ahora me acompaña como una sombra fiel.
Pero espero que mi ausencia no te destruya a cada minuto, como la tuya lo hace conmigo.
¿Pero qué digo? Si el escucharme llorar te hace reír, te sientes poderoso al saber que mi ser es vulnerable ante ti.
Eres un ser egoísta, abusivo y terco
Te dí mi cuerpo y alma, los devoraste cual platillo y cuánto que lo has disfrutado. Sos cruel y aún así te amo.
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Mi solecito, siempre sabías qué decirme, siempre encontrabas formas para que yo accionara, así que dime lo siguiente
¿Qué hago con este corazón, si no hay motivos para que siga palpitando?
¿Qué hago con estas manos, que aún sienten el eco de tu tacto?
¿Qué hago con estos ojos, que solo buscan tu reflejo?
¿Qué hago con estos pies, que ansian correr hacia ti?
¿Qué hago con estos labios, que en silencio claman por los tuyos?
¿Que hago con estos dedos, que recuerdan la suavidad de tu pelo?
¿Que hago con estas rodillas, que se doblan en la memoria de tu abrazo?
¿Que hago con esta espalda, que siente el peso de tu ausencia?
¿Que hago con estos hombros, que cargan el peso de los días sin ti?
¿Qué hago con estas piernas, que se sienten vacias sin tu compañía?
¿Qué hago con este cuerpo, que se desmorona sin tu presencia y espera en vano la llegada de la muerte?
¿Qué hago con esta vida vacía, donde ya no estás?🌸
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La primera vez que te vi colgar de un recuerdo fue la noche en la que no te tuve entre mis brazos. Allí, te aventuraste en mis pensamientos y te apoderaste de ellos durante lo que pareció una eternidad.
En cada vagón de mi mente yacen todos los momentos que compartimos, sin embargo, ¿Por qué en ellos me miras como si no me conocieras?
Sé que no puedo detener el tiempo, pero quisiera que se quedará justo allí, en el espacio donde tú estabas para decirte todas las cosas que nunca me atreví a decir en voz alta.
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Si existe una vida después de esta, me pregunto si nos encontraremos con una versión distinta a la de ahora.
Si tú y yo llegaremos a tiempo para conocernos, para enamorarnos y coincidir en que estamos hechos el uno para el otro.
Si allí también me abrazaras el alma de la misma manera que yo busco y abrazo nuestros sueños
¿Estarás esperando para volvernos cómplices o pasaremos por el lado como dos desconocidos que juegan a buscarse?"
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Daría todo por ti, ¿no lo ves?
Dicen que Dios te ha quitado de mi camino, tú eres mi Dios. ¿Lo recuerdas?
Mi Dios me ha abandonado, dejado en penumbras aún teniendole fé
El Dios amoroso y protector que he admirado y seguido por tantos años, se ha vuelto rencoroso y vulgar, me ha castigado con sus propios pecados.
Quiere hacerme odiarlo, aún no lo logra. ¿Cuál sería el peor de sus castigos? ¿Hasta donde es capaz de llegar por su deseo carnal de vengarse
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Tengo miedo de amores superficiales, de no amar de la misma forma de que no me amen o no me interese su amor, de dañar, de fingir, de que mis ojos no vuelvan a brillar.
Pero tú
Tú finges con ella, lo veo en esa falsa he inexistente sonrisa que has mostrado con la esperanza de darme celos, lastimarme.
Cariño lo único que generas es esperanza de tu regreso, por que ella jamás significará lo que yo significo en tu ser. Ella jamás hará todo lo que yo hice, ella se irá y aquí estaré yo, esperando.
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Jamás estaré lista para huir del lugar en dónde quiero y quise permanecer siempre.
¿Necesitas ver sangre para entender cuánto te amo?
He estado sangrando desde hace mucho, con cada una de tus partidas caen gotas, con cada uno de tus regresos se detiene la hemorragia.
Espero que regreses pronto o moriré desangrada.
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De verdad no puedo seguir así
Paso horas mirándome al espejo pensando qué puedo cambiar para ti, porque ahí está la razón por la que te fuiste
Por la que no te tengo
Por la que tú respeto se dirige sólo hacia ella
La razón por la que a tu boca le es tan fácil despreciarme con palabras
La razón por la que te prohíbes verme para no volver a sentir.
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Es casi igual al principio, me encuentras acelerada, sudando de nervios "¿Porque me ha pasado?" Porque pensé que ya me había aceptado absolutamente sola. Al principio de ti, me sentí abatida, confundida, Porque hace tiempo que no sentía y tú lo sabías. Hace tiempo que se me habían olvidado los días y carecía del sonrojo en mis mejillas.
Cuando me conociste, me sentía sola
Tan sola, que era una pérdida de tiempo dedicarme a otra persona Volver a contar las mismas historia, repetir incesante mi color favorito, Ya no me quedaban ganas de pintarme sobre otra cara ¿Por qué dedicarle mis amados gestos al extraño de paso? Si al final, sólo están huecos y sólo saben engañar
Tal vez, mi terquedad, no vi lo frágil que estaba pero, eso a ti no te importaba, y yo que no sabía mantenerme firme ante tus deseos, Quedé expuesta al primer abrazo, único beso en la frente.
Al primer roce de nuestros dedos Como si todo ese tiempo me hubiera encontrado desamada por el resto, Pero eras tú quién sabía cómo hacer llegar su cariño sin tropiezos. Me sentí tan tierna, como si fuera la primera vez que alguien me amaran, Como si nunca hubiera conocido el infortunio tras el corazón de un hombre y no supiera que extrañaba encontrarme amada en otra mirada...
Y como he dicho al inicio, el fin del amor es casi igual al principio. Tú cumpliste tu palabra y me dejaste dando vueltas... Pero fui yo, quien decidió que te amaba, fui yo quién decidió entregarte hasta el alma.
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