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Mientras mas te expresas menos te escuchan,

Menos conectan,

Menos miran.

Que cruel.

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Uno se adapta a lo que tiene, a lo que puede. A lo que quiere.

Por eso siento que la libertad es un mero concepto, si me reencuentro para encontrarme como puedo llegar a un solo punto que diga algo certero?

Y quizá de hecho sea la certeza, él cual es la certeza misma.

Quizá me siento tan extraña y siento este cosquilleo porqué ya no sé si hoy. Si mañana. Si pasado.

Y quiero luchar contra el ego pero todo trata de yo, yo, yo. Porqué veo todo a través del telo de ser yo. Y ese telo me nubla en mi reencuentro es por eso que se vuelve algo precisó, porqué quiero vivir lo que soy. Sin querer ser.

No sé como contarte que me arden los ojos cuando se mete una pena, y que ser yo misma o ser lo que absorbo sin saberlo, es cuestión, es encuentro, y desencuentro.

Si me adapto y no vivo, o si vivo adaptándome. O si vivo forzandome a adaptarme a lo que me debo por deber impuesto. ¿Ahora me entendés? No hay diferencias. Y las hay todas al mismo tiempo.

Por eso la dualidad construye y reconstruye y por eso ser precisos nos encuentra a través del velo de esta dualidad minuciosa que esta escondida como fractales formando universos.

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Facundo

Cuando pienso en estar lejos,

un impulso intangible me repite,

casi como un instinto animal

Qué mi corazón es tuyo.

Queda invalido el tiempo, el espacio paralelo,

Las dimensiones, el bien y el mal. La sociedad y sus conflictos. Todo queda invalido, hasta la forma lineal en la que nos enseñaron a vivir.

Mi amor por vos rompe todos los conceptos. Construyendo todo de nuevo, para los dos. Para vos, para mi. Para vos a través de mi. Para mi a través de vos.

El holograma se frena y el tiempo pasa rápido, volviendonos uno en un espacio temporal creado por nuestros sentidos, por nuestro amor. Por nuestro.

Y es tan nuestro que lo llevo conmigo, como un perfume. Hasta al fin del mundo, hasta el final. Si es que existe el final.

Y nos despertamos juntos, y mis ojos no podrían salir de tu sonrisa, ni de tus expresiones. Son un éxtasis. Me hacen latir fuerte mi motor y me llenan de vida.

Sos el amor de mi vida.

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Hundiéndose en su jungla de mentiras.

Sos tan suave que raspas,

Tanto fuego que me muero por un poco de mar

Y en este litigio que se da

Yo solo te quiero amar.

Pueden pasar mil años

Mil cielos, se puede cambiar el eje de la tierra

Acá sigue mi deseo por sanarte

Por no dejarte ninguna espera,

Así besarte me queme (o me quemes) el labio.

Y si me hundo en la jungla

Temo que la dualidad de las mentiras

Encontré mi mas pura verdad;

Vos, mil veces vos.

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Las puertas están cerradas para quien no seas tú.

-Ghost-

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Lo particular fue lo escencial de las miradas

La simpleza es la llave de mi alma

el comienzo fue el final y viseversa

la energía universal me atraviesa

Mi pecho late al ritmo de la tierra

Mucho paradigma,poco esquema

la historia borrada

no me siento parte de la caravana

hoy me fui a mi viaje astral

Quiero ver más alla

del absurdo pasa tiempo

Me acecha el viento, y los planos pararelos

parte de lo que no fué

Por la estrategia

En la que nacimos

Hoy fuimos

Discípulo, cuestione su maestría

No viva a la espera de algún dia

Si me pierdo en lo que soy

Es para ver de cerca lo que no quiero

HOY ME FUI A MI VIAJE ASTRAL

Y RECORDÉ LA ESTRATÉGIA

VIVIR COMO ME APETEZCA

Mucho paradigma, poco esquema

No viva a la espera

Mi pecho late al ritmo de la tierra

Clemencia, paciencia, demencia,

Pirar para respirar y seguir con las apariencias

Proclamo libertad desde adentro de mi cuerpo

Soy mi propio templo

Hoy no te quiero mirar con los ojos

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Las palabras tienen poder, porque vibran, porque tienen una frecuencia. El cuerpo humano esta rodeado de un aura, actúa como campo electromagnético. Recibe, absorbe, vibra. Repercute.

Cada palabra nos puede entrar energéticamente como una bala si no somos conscientes de su magnitud. Lo triste e irónico es qué el humano habla, actúa y se autoproclama sin pensar en ningúna consecuencia. Ni energética ni a futuro. Digo que es triste porqué asi me hace sentir. Viene un humano frustrado y puede desechar todo su veneno sin conciencia de cuanto le repercute al que escucha y a el mismo. Al final muchas veces somos un espejo. Actuamos como reflejo. O como esponjas, eso según cuan vivos estemos. Vivos de verdad, conociendo nuestra magia y nuestros poderes.

El humano actúa y espera luego recibir el mismo trato que había en el pasado. Es casi imposible ponernos en en lugar del otro, como ser. No como humano. Nuestro lado humano fuerza a que todo vuelva a ser igual pero nuestro campo electrómagnetico repele el veneno q algun dia consumió

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Dame, tus silencios y tu encanto, hay pena en mi condena me pesa tanto ímpetu, querer la libertad bajo en concepto de ser libres,

Si el universo conspira no es en contra ni a favor, sacarse la rivalidad es parte de ser uno, uno mismo, uno con el infinito, de mirarte mas de cerca y escucharte respirar, de un suplicio eterno que me hace lamentar

Y entre lamentos, encuentro la gracia de mi caminar, suenan campanillas yo las escucho cantar, y si no soy de aca entonces hago mio el mundo,

Estoy cansada de llorar, estoy cansada de mirar el cielo y pensar que me estan por venir a buscar y me despierto aca y me digo ¿Hasta cuando? Cuanto se puede aguantar la soberbia que carga está humanidad. Me someto, me someto fluyó y pienso. Y me meto para adentro.

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Hay verdades

Que duelen mas que una mentira, mi dulce amor.

Por eso te miento cuando te digo,

que no duele, que extrañarte no arde.

No sientas piedad, lo puedo llevar.

Porque te puedo llevar conmigo,

en en anhelo de mi suspirar, en un plagio de espera,

en un mundo que se transgiversa,

se pierden mis versos

porqué es casi como hablar, con una figura, que ya se desformo,

y ahora solo es un tanto de moléculas con recuerdos de lo que algún dia fue

pero no pudo ser por el qué pasara,

ambiguas costumbres dejaron nuestros corazones en el mismo lugar de siempre,

en una ambición que tiene sed y olvidó como tragar

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Hay momentos en mi vida en donde me garantizó que la fortuna no es un pilón de billetes,

abrir la ventana a las 5, desvelada, escuchar los primeros pájaros, ver el comienzo del sol. Y sentir el olor a mañana. Una buena poesía con café negro. Una ducha y un sahumerio. Entrar por un camel box y un nudo en el pecho y sentir que encontre a un ángel, a mi amor.

Ver a mis amigos jugando lol y prendiendose uno entre risas. Salirme de la mesa y ver desde el margen a mi familia, compartiendo, soñando. Mirándose el uno al otro con tanto amor.

Tirarme en un muelle a ver las estrellas. Caminar por la calle sintiendo que estoy sola en el mundo, y que recorro las calles de Bariloche como si fuera la primera vez.

El olor a la comida de mamá, que papá me acaricie la mano cuando maneja. Sacar la mano por la ventana cuando estoy en el auto y entrelazarme con el viento.

Ir a la playa y sentirme una con el universo. El perfume de las cremas de mi abuela cuando se esta por acostar a dormir. La sonrisa de mi abuelo cuando se me esta cayendo el mundo. Secarme las lágrimas mirándome al espejo y recordar todo lo que pase para repetirme con una mirada que soy fuerte e infinita.

El té y el helado con mi mejor amiga. Sus mimos en el pelo. Que mi hermana me muestre sus dibujos, y me vea con tanta admiración, como si yo no hubiera hecho nada malo nunca, mi hermana me mira como si yo estuviera libre de juicio. Que mi primito tan pequeño e inocente me diga que me ama. Que mis tíos se abracen y se quieran como si su amor no tuviera fecha de caducidad, y sus charlas de astrología.

Cuando Benja me abraza. Cuando se ríe. Cuando mamá me manda audios largos contándome su día entre sus risas. Sacarme los zapatos y sentir el pasto descalza. Que un bichito se pose encima mío. Que me sonría alguien desconocido. Poder ayudar a alguien que lo necesita. Poder dar una charla que salve a alguien más.

Hay fortunas en la vida que tienen un precio que no podría pagarse ni con toda una fortuna. Es una fortuna que baña el alma y te hace sentir que cada paso que diste en tu vida estuvo bien. Porque mira todo lo que tengo, por existir.

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nature series 19/∞

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“Tu existencia me excita.”

— Esta no soy yo, sólo hago un favor. 

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Dormir de noche es un desperdicio de

Mire la hora: 11:33. A veces pienso que los números nos estan hablando. Tienen códigos y mensajes que fueron perdidos en el tiempo, el tiempo... Supongo ya que no es el tiempo si no nuestra percepción sobre él; podría hablar de mis abriles, de los otoños, de comisuras o simpleza. Pero hoy solo denote la simpleza en cada detalle.

Hay veces que siento que puedo manejar el mundo con las manos.

Como si fuera expectante del qué o del que pasará. Como si me encontrará fluyendo adentro de una melodía y fuera prosa de tu poesía.

Al final ser expectante me lleva a conectarme con la sintonía de la tierra y la sintonía de la tierra pareciera ser la sintonía en la que mi alma abraza cada parte de mi piel. (Aunque tu piel podria ser la mía) así es la filosofía de un mundo tan poco sonoro pero tan lleno de ritmo. Dame poco mas de lo que tengo o dame menos de lo que te doy. Igual voy a estar tranquila sintiendo el mundo entre la palma de mi mano y el inicio de este final.

Ser supersticioso me lleva al desencanto y yo solo quiero ver el encanto de mis propias comisuras. Al menos una vez antes de dejarme caer en un abismo espeso que solo nos lleva a una autodestrucción extasiosa. Dejame sentir el latido de tu corazón sácate lo superficial de tu coraza yo voy mas allá de lo que se puede notar no me alcanza la cabeza para tanta balanza. Quiero ser luz de luna y arcoiris bajo agua dame mas que pertenencia sacate la arrogancia, carraspeando sentimientos para llegar a lo inconcluso del amargo final al que te llevas

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3:54 de la mañana. Con un día de diferencia.

Estas noches tengo un insomnio muy frío. Los párpados me tiemblan y me veo a mi misma mirando al techo con la mente sin nada. Me consumo mis 20 cigarros. Me agarro al pequeño placer de escucharlos consumirse en un pleno silencio nocturno y después deposito mi vida en alguna especie de fé.

Siempre supe que no era de acá, que yo no era como los demás. Nadie es como nadie. Esa es lamentable diferencia quizás. Que nadie, es nadie, y eso lo vuelve parte de todo lo demás. Estos días fueron difíciles porque me vi más allá de situaciones que antes me ponían al límite, y entonces ahí podía saborear mi amor con lo destructivo. El límite pareciera no llegar y ya no lo busco. Quisiera no darme cuenta de cuál es el problema. Pero lo sé. El problema son mis silencios y mis indiferencias. Como puedo controlar mi respiración porque se que al otro puede molestarle con tal de no estallar una guerra. Pero me pongo en alerta porque quiza estoy empezando una guerra conmigo misma.

Solo me quiero poner en posición para poder ver mis movimientos y mientras mas pienso mas silencios hay y mientras mas silencios hay entonces mas siento todo y mientras mas siento todo y a todos mas pesado se me hace vivir. Poder ver con anticipación a las personas y ver de dónde nacen sus actitudes y porque son así y que es lo que realmente sienten te vacía. No el alma, tampoco el espíritu. Te vacía la mente. Ya no te importa un carajo.

Alguien se acerca a hablarme y puedo conocer sus intenciones. Plata, amor. Desconfianza. O quizá algun desamor. O algún niño roto que quedo desde la infancia.

Alguien me gusta y puedo saber si se siente nervioso, tímido, frío por desconfianza o por pensante. Puedo saberlo de lejos. Y debo decir, honestamente. Que al principio esto fue ventajoso y también me perjudicó. Entonces aprendí a controlarlo. Y ahora. Ahora que esta controlado todo me parece aburrido, desde que me odien de cerca hasta que me amen. Me aburre porque veo de cerca la jugada, y la veo venir.

Intentó no prestarle atención, pero me es inevitable. Lamento a quién en algún momento lea esto, esta literatura viene de un corazón de cenicero y de una mente que lleva días sin dormir y funciona mas rápido que las fábricas que hacen billones.

Hoy mi tía discutía e intenté sentirme mal por su veneno emocional como todos a mi al rededor. Pero solo pude verla a ella de niña desconsolada y sin amor y entonces simplemente algo mas grande que mi autocontrol lo entendió. Y ya no podía hacerme sentir nada, ni mal, ni bien, ni enojo, ni paz. Solo veía a esa niña pidiendo amor desde la violencia porque así aprendió. Así que solo la miré y me fume otro cigarrillo.

Y así me paso el resto del día. Veía a alguien y no podia caer en su trampa seductora de interacción social, ni aún intentándolo. Mi aburrimiento por la sociedad es cada vez mas notable y mi desentendimiento de la misma esta formado por poder entenderlo todo en cada parte en cada pieza.

Me drogué para forzarme a poder compartir de lo cotidiano que todos parecen disfrutar tanto. Pero, tuve una revelación. Ya no sé que es lo que disfruto. El sexo es mas extraordinario cuando lo hago en mi imaginación, el amor también porque puedo ver cada paso de tan desprevenido sentimiento, la tan sagrada amistad solo es una flota para salir un rato del infierno pero al final todo vuelve a lo mismo.

Estas noches de insomnio empiezan porque no se quién soy, siento que me descubrí de muchas formas y me faltan mas y entonces le pido a dios que me las mande porque, soy amiga de dios y del diablo y me dan ganas de darle la mano a mi tan extrañado amigo. Temo que pasan los años y no importa en análisis o que parte de la vida estudie a fondo para aferrarme. Al final termino sola en la cama con los ojos pesados fumando mis cigarros y me preguntó si así voy a morir. Entre cigarros y el disgusto de encontrar vida terrenal entre distracciones porque todo lo demás solo te hace notar que no sos de acá y para que aferrarse al tan imbécil sufrimiento?

La guerra ya empezó

*los verdaderos dementes se disfrazan para aprentar ser todo lo que quieren destruir. (Un leve presentimiento que solo paso por mi)

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La muerte, el cuerpo, y el astral:

3:35 de la mañana

Siempre me gusto confiar en el poder de mi autocontrol, pero para ponerlo a prueba me terminé mutilado, entonces mi autocontrol ahora también era parte de lo relativo, me hacía sentir dolor sin control alguno, pero podía controlar como quería sentirlo, con cuanta intensidad, y con cuanta precisión. No tengo rencor alguno. Hoy pensé mucho, igual que todos los días. Me siento y pienso. Pongo en orden a mi tan brillante mente que puede llevarme a mil lugares y a ninguno a la vez. Recordé el día que vi a la muerte. Había adoptado a un gato. Lo había salvado, era una criatura indefensa, lastimada, frágil. Fue un poco irónico porque había ido a buscar a ese animal con la esperanza de que me salvará a mi, pero yo lo salvé a el. Medía lo mismo que la palma de mi mano. Recuerdo cuando lo vi, el olor de la casa en la que estaba, tenía los ojos llorosos, devastados. Lo metí entre mi buzo y mi remera, lo arrope, hacía mucho tiempo no lloraba pero cuando me subí al colectivo con una criatura tan inocente y tan dañada lloré por lo injusta que puede ser la vida. Ese animal, con 3 meses. Había conocido el dolor, la agonía, la desesperación de aferrarse a vivir aún cuando uno ya esta muerto. Supongo, afirmó. Haber pasado por la misma sensación. Estar muerto en vida, como si el dolor y la injusticia arrancará el alma a sangre fría, me bastó con tener a un gatito con floja respiración para poder notar todo lo que mi corazón pasaba volviendo el infierno un hielo.

Esa misma tarde lo lleve al veterinario antes de traerlo a casa. Le pusimos Mapu.

Mapu no podía comer solo, estaba desnutrido, y asustado. Las semanas que Mapu estuvo conmigo fueron comparables a convivir con un bebé recién nacido. No dormía, le daba de comer en la boca, lo limpiaba, lo acunaba. Le cantaba, le daba todo el amor que siquiera sabía que tenía para dar. Estaba guardado entré mi seriedad mi literatura mi alcoholismo y mis pastillas. A los dos días Mapu me adoptó a mi, dormía conmigo y me besaba mientras yo le cantaba algo de Gustavo Cerati o alguna canción de Disney. A las dos semanas, o quizá tres, entro en coma. Yo no estaba en casa, me llamo mamá desesperada diciendo que se estaba muriendo. Me tomé el primer colectivo y me mordí los brazos todo el viaje, no por la muerte. Tampoco por el aferró, me mordía para poder controlar las miles de sensaciones que me daba pensar que a Mapu le habían dado una sentencia desde el día en que nació. Ese era su destino, nacer en esa casa, con esa familia. Con esa mujer. Venir a casa conmigo y recibir amor durante tan solo algunas semanas. Por qué no algunos años? Algunos meses? Algunos días mas que compensen todo el dolor que había pasado. Todo en ese viaje me hizo pensar en que su veredicto ya estaba dictado y le hablaba a Dios o al Universo y le preguntaba el por qué. Por qué. Por qué. Quizá me mordí porque ese día supe que todos teníamos una sentencia. Un veredicto final, desde ese dia me siento mas libre. Si mi veredicto esta marcado entonces quiero disfrutar de mis días como me plazca, el final será inevitable y el destino de ese final esta tan marcado como el comienzo.

Cuando llegué a casa y lo agarre entre mis brazos Mapu volvió a la vida tan solo unos minutos, fueron pocos, se despidió de mi. Y ahí justo ahí vi a la muerte muy de cerca, Mapu estaba con los ojos abiertos, respiraba, su cuerpo estaba cálido. Pero adentro de sus ojos no había nada, no había dolor, entusiasmo, miedo. Nada. Mapu era un cuerpo, solo un cuerpo, sin alma. Sin vida. Llegamos al veterinario y me dijeron que ya no se podía hacer nada, que el ya no estaba ahí, lo sabía y lo sentía, entendí al desdoblamiento astral, somos dos, alma y cuerpo y vamos de la mano y cuando uno se va entonces la vida terrenal ya no funciona, porque no hay nada que nos mueva, por dentro o por fuera.

Mapu se había ido por dentro.

Había visto muertes, sangre, cuerpos muertos. Pero nunca había visto algo así, recuerdo aún la sensación cuando tuve que llevar su cuerpo muerto encima de mis piernas, miré fijo por la ventana todo el camino y cuando tuve que bajarlo del auto y senti su cuerpo tiezo algo en mi se rompió. Ahora no importa hablar de mis piezas rotas. Junte flores y lo enterré bañado en ellas, lloré mucho. Ahora ya no me sale llorar así, ahora ya no me cae ni una sola lagrima.

Hoy pensé en la muerte, pensé en cuántas veces me vino a sonreír y a estirarme la mano, pensé en cuántas veces le roce la mano. Pensé en cuando me morí. Cuando volque en un auto a 170 km por hora y di vueltas para abajo también vi a la muerte, tenía quince o dieciséis. Si cierro los ojos aún puedo ver como rodaba, en cámara lenta, esa noche llegué a casa y me metí en la bañera, desde esa noche me siento libre porque no tuve miedo a morir nunca más. Otras veces morí en vida y añoré morir, para dejar de vivir muerta.

Intenté masturbarme pero entonces pensé en mi sistema nervioso, y mientras me tocaba podía controlar si quería sentir algo, o no quería sentir nada. Y pensé en la contracción de las feromonas, la serotonina y las endorfinas porque aunque eran liberadas si mi alma no estaba ahi presenté entonces eran nulas y equivalían a lo mismo que nada. Me sentí aliviada por mi autocontrol. Ya entonces puedo controlar el dolor y el placer. Solo me falta controlar al amor. Entonces quizá logr�� alguna conquista dentro de mi.

Que ironía vivir, que hermoso vivir. Que fuerte vivir.

Siempre confíe en mi autocontrol y lo hice bien, aprendí a sentir todo con fuerza y a controlar como quiero sentirlo, temía ser fría pero al final mi sentir era eso, o me dejaba ardiendo o me volvia hielo. Aprendí a guardar una chispa, asi puedo hacerla arder cuando mi razón confíe en que así tiene que ser

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De nada me vale, porque de nada te valió,

Mi necio romance y mis sonrisas indefensas bajando la guardia para un pobre terco.

De nada me vale porque de nada le valió mi dulzura y mis abrazos, mi calidez después de un vano placer. Tan vano como confiar, de nada me vale ahora verte de lejos, te dejo en dónde no me concierne, en el pasado. Junto con mi inocencia absurda lejana de mi frialdad.

No podrá venir reclamando rechazos porque para ese entonces mis ojos nunca van a volver a mirarlo, con la ternura que algún dia lo miré.

Quizá mi última ternura, mi última inocencia. Mis últimas ganas de confiar plenamente y no estar al acecho de la traición. Un grave error. Muy grave error. Ya no me consta.

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Acaricié su boca sutilmente,

Como si de mis dedos yaciera la tibieza que inundaban esos labios tan llenos de fevor.

Un dulce sabor a caramelo. Nacieron de lo mas profundo de mis deseos incapaces ganas de que mi lengua rozara esos tenues labios,

Quizá a mi fuerte deseo le falto una pizca mas de impulso, de valentía. O quizá mi lengua se sumergio en la pasión de su boca con tan solo la mirada que le di una tarde de primavera conociendo nuestras bocas inocentemente,tan inocente como el tacto o el mirar.

Eramos dos criaturas embriagadas de propia ternura esperando un mensaje de dios o un tintineo del cielo para poder besarnos dulcemente y entrelazar nuestras lenguas entre agitadas respiraciones. Tal vez no basto, tal vez roce el conformismo o tal vez las feromonas no acecharon a mi instinto.

Me alcanzó con verlo vivir a un par de metros de esos labios tan inalcanzables.

Por dentro imaginaba protones y electrones conformando a un uno que hacían un completo, pero acaso que podría saber yo de unidades completas si estaba a un par de metros de su boca y aún no podía sumergirme en ella. No podia; o no debía. Culpé a mi razonamiento, a la jaula de mi pensar.

Acariciaba esa boca con el dedo meñique de mi mano izquierda, remojando mis labios, llenandome de deseo, regando pasión por mis poros. Conciente de cada movimiento, de cada detalle de las comisuras que formaban pequeños hoyuelos en esos labios un tanto resecos humedecidos por un poco de tibia cerveza.

Sentia el sudor y mi temblar por tanto deseo retenido en mi alma espesa.

Podría perder la cabeza por esa boca,

Podría admirarla y repararla con mi lengua y mis flujos durante 100 años, no más, ni menos por esa boca que hoy anhelo aún.