Tumgik
cristiancarlos · 2 months
Text
La promiscuidad egoísta le rompió el corazón al perro maldito
PARTE 1
Su situación debía cambiar.
La desesperación de no haber sentido su carne dentro de alguien desde hace bastantes meses –sino es que años– lo llevó a tomar decisiones igual de inteligentes que las que había tomado constantemente desde hacía casi una década. Esta historia, por tanto, no debe apreciarse como novedad. De saberse inteligente al menos una milésima de lo que él se cree que es, le habría evitado colocarse en esta posición desesperadamente descerebrada, descerebradamente desesperada.
Salvado únicamente por la semántica, prefirió contar que se trataban de meses quizá porque, para el oído de los demás, habría sido extremadamente vergonzoso para alguien como él contarlo en años. Ahora, imagínense haberlo obligado a contarnos cualquier fragmento de esta historia que –según él– nadie conoce –o que nadie debería (debiera) conocer–.
La intuición me conecta con los hechos, no con suposiciones.
Sus entrañas hirvieron de más el jueves, 22 de diciembre. E hirvieron en tal magnitud que su desesperación –esa que tanto había cuidado incluso con el lamentable argumento de «cuidar su semilla»– dejó rastros –como en todo lo que hace– entre desconocidos y anónimos a quienes, con un coraje improvisado por la desesperación –coraje descuidado más tonto que intempestivo–, preguntó, con absurdo e ingenuo anonimato, dos veces por el costo de admisión a ese universo hasta entonces velado, dejando entrever si la cuota de USD$25 a USD$30 cubría únicamente su entrada o, con suerte, la de alguien más. A saber si los desconocidos, tan desesperados como él, le proveerían respuesta. Desde la última vez que me permití revisar, ahí quedó la interrogante sin contestar.
En cualquier otra ocasión, en cualquier oportunidad, siendo cualquier otro el contexto y siendo cualquier otra la persona, cabría sensata la pregunta: «¿Desde cuándo le importaba pagar una cuota así?». Sólo repasar esa pregunta me hunde en la profundidad abismal de la ironía.
Desde fuera, se le cuestionaría toda falta de racionalidad instrumental. Así que, para él, el paso siguiente era el más lógico: (…)
Tumblr media
0 notes
cristiancarlos · 8 months
Text
Ecos de un Réquiem Inatendido
Un segundo reclamo de Cristian Carlos.
Amigo mío, ¿cómo describirías la muerte? ¿Simple, como él la retrató en su poesía, o complicada por el entramado de nuestras negligencias? No hay complejidad en el acto mismo, solo en el vacío resonante que dejas tras tu silencio. La muerte es una puerta en un pasillo de infinitas posibilidades, una puerta que él cruzó solo, sin llamar, sin esperanza de ser escuchado, con la indiferencia que le ofreciste como único adiós.
Ahora, me pregunto, ¿qué tan pesado se tornó el teléfono, ese moderno hilo de Ariadna, que no pudiste sostenerlo para guiarlo fuera del laberinto de su desesperación? Su llamada desesperada se perdía en el vacío de tu buzón de voz, mensajes digitales flotando en el ciberespacio como fantasmas sin hogar, marcados como «leídos» pero nunca realmente comprendidos.
Y en la quietud de la noche, ¿escuchas el eco de su soledad, amplificada por la frialdad de una pantalla que nunca reflejó su rostro en una videollamada? ¿Dormirás tranquilo sabiendo que tu indiferencia fue el último empujón hacia el abismo que él no deseaba explorar, pero que le pareció más acogedor que tu distante ocupación?
La muerte en su «Réquiem» se revela simple, pero nosotros, los que quedamos, complicamos su memoria con nuestras propias batallas internas. ¿Qué tan abismal debe ser el hueco en tu alma para que los susurros de su dolor se perdieran en el eco de tu propia vanidad? Caminó entre nosotros, un muerto en vida, buscando un lugar para caer, y tú le ofreciste el vacío.
Las ceremonias y ritos, ¿para quién son? ¿Para los muertos, que ya no sienten, o para nosotros, los vivos, que nos aferramos a los rituales para dar sentido a lo incomprensible? En tu duelo hay una ironía que corta más profundamente que cualquier verdad: luchas con fantasmas mientras ignorabas la carne y la sangre que pedía ser vista.
Él habló de una vida no cumplida, de la pena por lo que nunca fue ni será. Pero tú, ¿no te das cuenta? Has convertido su vida en ese poema inacabado, su «Réquiem» sin final, dejando al lector suspendido en una desesperación sin resolución.
El valiente fue él, que se enfrentó a la simplicidad de su final; el cobarde eres tú, que ahora te enfrentas al laberinto de tus propias excusas. No hay descanso para él, ni para ti, solo la perpetua pregunta de qué podría haber sido diferente si tan solo hubieras respondido.
El eco de su voz ahora está silenciado, las palabras que dejó, yacen como un testimonio no de su fracaso, sino del tuyo. Buscas su voz en el plano metafísico de la inexistencia terrenal, pero es la misma que ignoraste cuando aún resonaba en este mundo.
Si tienes alguna esperanza de redención, cualquier deseo de paz, no la busques en la comunicación con el más allá. Encuéntrala en el reconocimiento de tu falla, en el coraje para admitir que lo dejaste ir.
Y así, nos enfrentamos a la pregunta final, la que él dejó colgando en el aire como su último aliento: ¿Muere la amistad cuando se niega la atención? Nosotros, los que vivimos, debemos responder. Debemos llenar el vacío que dejamos con algo más que remordimiento y palabras tardías.
Él se movió levemente, como para decir «aquí estoy, tengo voz, no me ignores». Pero lo hiciste. Y en tu silencio, en tu ausencia, él encontró su respuesta. Ahora, nosotros debemos encontrar la nuestra.
0 notes
cristiancarlos · 8 months
Text
Miro constantemente la injusticia de la vida, cómo se despliega en un retorcido pliego de algodón donde los hilos parecen tejidos por el desdén y la apatía. Observo cómo se justifica la indiferencia, cómo se distorsiona y pervierte la esencia misma de la empatía. Hay subnormales quienes invocan esta palabra, «empatía», no como una muestra genuina de comprensión, sino como un escudo que esgrimen para disimular su falta de ella. Me enfrento a esa barrera insensible que, irónicamente, se supone que representa la capacidad de ponerse en el lugar del otro.
La pasividad se oculta detrás de frases tan gastadas como «lo que piensas, ya no depende de mí» o «no es que pueda hacerte cambiar». Palabras que se convierten en ecos desafinados que resuenan en la vastedad del silencio que dejan atrás. Y no puedo evitar pensar en esa otra frase, repetida con desgano y resignación: «¿y yo qué puedo hacer?». Esas palabras me hieren, me retuercen por dentro, haciendo que la frustración se haga de mí.
De todas estas manifestaciones, lo que más resalta ante mis ojos es el profundo conformismo que impregna cada una de ellas. Un conformismo que se asienta como una densa capa de niebla que atormenta la visión y va sofocando la voluntad de luchar. A menudo, me pregunto si la indiferencia es una elección consciente o simplemente el resultado inevitable de vivir en un mundo que a veces parece decidido a anestesiar nuestros corazones.
0 notes
cristiancarlos · 1 year
Text
It’s evil
An accusation by Cristian Carlos
The reasons for his suicide were not difficult to surmise.
He took his own life amidst his own despair and indifference, fueled by premeditated ignorance and outright rejection.
He was not merely afraid to leave but rather did not wish to depart this world. Yet, when he confessed to himself his reluctance to go, it took your presence to stop him from taking the final step.
This is no mere irony but a plaintive accusation, a sharp reprimand, and a tragic life lesson.
He ended his life because he felt, to a large extent, that you didn’t care enough to stop him.
He must have tried to reach you countless times, desperately seeking solace and understanding, but constantly met with your unfeeling indifference. It was this unshakable response that finally dehumanized him and persuaded him to refrain from calling you one last time on the fateful day he decided to obliterate himself.
It is, therefore, unsurprising that he departed this world feeling that he suffered from the callousness of the one he believed—foolishly to you, perhaps—would rescue him.
The phones rang on that terrible day, some announcing his name and photograph before the tragedy, like a premature epitaph in the form of a notification.
But no one answered.
The rescue did not come because of your perpetual indifference.
You might argue that it is foolish to think we can rescue someone who has not asked for help. Nevertheless, he did seek your help, and instead of offering any respite, he was met with your voicemail and two insignificant blue ticks on WhatsApp.
The real culprit in this callous drama was you.
“You know? It’s evil to help people that don’t need help, Claire”, says a song. You had the audacity to ignore the cries of the desperate and lend a hand to the privileged few. That’s why it is hypocritical to weep over his death. He could have stood before you, heart bleeding out in despair, and you would still have said you were “busy”.
That is why it is hypocritical to mourn his demise. The problem was never him.
The problem was your lie that you would be there for him, an untruth that you spoke merely to appear good and relieve your guilt. How could you lie to yourself like that? When you availed yourself of those prefabricated words, which he believed were said with heart and compassion, you were not even thinking of him.
You did not care about his despondency or his pain.
What is the point of all the posthumous memorials? You have time to remember him now, but did you have time then to care enough to lift a finger to help him? What would he even have to say to you now?
It seems like a cruel joke now to want to communicate with him when he no longer has a body or voice to respond with.
How long did he spend among us, praying to be heard and recognised? What he most desired before he breathed his last was for someone to care, to understand, to help him hold on.
He deserved to have been recognized and heard far earlier, before such a tragic and senseless deed.
Why bother now with all these condolences and memorials, feigning interest in his life and what led him to the Inevitable?
Why suffer the anguish of not knowing the reasons behind his death when you could have talked to him and perhaps circumvented the tragedy altogether? That is the true selfishness behind suicide. It is not the wish to die per se, but the desire not to be forgotten and to be heard.
At least he had the fortitude to follow his thought’s lead, but you, who always thought you might address his pain one day, remained stationary, repeating “someday” as a mantra until the time ran out.
You felt relief the moment you knew you would never again have to confront his sorrow. Now you claim you were left with a thousand things to say, and many more to do. The only one who indeed had a thousand things left to articulate and accomplish, however, was him, not you.
He was the brave one. And you were the coward who refused to face the reality of his suffering.
Sadly, you are yet to learn the lesson.
The truth remains, that if you genuinely want him to rest in peace, the most respectful course of action is to avoid contacting him now that his voice can never answer you again.
Tumblr media
Imagine all those books you didn't read in this earthly world. Friday, May 29th, 2015. Mexico City.
0 notes
cristiancarlos · 1 year
Text
SD
Humulus lupulus, commonly known as hops, is a plant that is native to Europe, Asia, and North America. It is a member of the Cannabaceae family, which also includes cannabis. Hops are used in the brewing of beer to impart bitterness, flavor, and aroma. They are also used in herbal medicine for a variety of conditions, including anxiety, insomnia, and pain.
Hops contain a number of compounds that have been shown to have beneficial effects on the body, including:
Flavonoids, which are antioxidants that can help to protect the body from damage caused by free radicals.
Alpha-acids, which are compounds that give beer its bitterness. Alpha-acids have also been shown to have anti-anxiety and sedative effects.
Beta-acids, which are compounds that give beer its flavor and aroma. Beta-acids have also been shown to have anti-inflammatory and antioxidant effects.
Lupulin, a resinous substance that contains a variety of compounds with beneficial effects, including flavonol glycosides, xanthohumol, and 8-prenylnaringenin.
Hops are generally safe and well-tolerated. However, it is important to talk to your doctor before taking hops, especially if you are pregnant, breastfeeding, or taking any medications.
Here are some of the benefits of hops:
Reduces anxiety
Promotes relaxation
Improves sleep quality
Reduces stress
May have anti-inflammatory and antioxidant effects
May help with pain relief
May improve cognitive function
May have anti-cancer effects
If you are interested in trying hops, it is important to choose a high-quality product from a reputable source. You can find hops in capsule, powder, and extract form. The recommended dosage is 100-200 milligrams of hops extract per day.
Humulus lupulus, or hops, is a plant that is used in the brewing of beer. It has also been used in herbal medicine for centuries for its sedative and anxiety-relieving effects.
Hops contains a number of compounds that have been shown to interact with GABA, the main inhibitory neurotransmitter in the brain. These compounds include:
Flavonoids, such as flavonol glycosides, xanthohumol, and 8-prenylnaringenin. Flavonoids have been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Alpha-acids, such as humulone and lupulone. Alpha-acids have been shown to interact with GABAA receptors in a similar way to benzodiazepines, a class of drugs that are used to treat anxiety and insomnia.
Beta-acids, such as ß-caryophyllene. ß-caryophyllene has been shown to bind to the CB2 receptor, a cannabinoid receptor that is involved in the regulation of anxiety and pain.
The interaction of hops with GABA is thought to be responsible for its sedative and anxiety-relieving effects. Hops is generally safe and well-tolerated, but it is important to talk to your doctor before taking it, especially if you are pregnant, breastfeeding, or taking any medications.
There are a number of plants and herbs that have been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. Some of the most well-known include:
Kava
Passionflower
Valerian root
Chamomile
Lemon balm
Hops
Magnolia bark
Skullcap
Lavender
Ashwagandha
These plants and herbs contain a variety of compounds that have been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. These compounds include:
Flavonoids
Lignans
Valerenic acid
Apigenin
Linalool
Xanthohumol
Honokiol
Magnolol
Linalool
Withanolides
The interaction of these compounds with GABAA receptors is thought to be responsible for the calming, relaxing, and sedative effects of these plants and herbs.
Xanthohumol is a prenylated chalcone that is found in the female inflorescences of Humulus lupulus, also known as hops. Hops are a plant that is used in the brewing of beer.
Flavonoids are a group of plant compounds that have been shown to have a variety of health benefits. Some flavonoids have been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. These flavonoids include:
Apigenin
Luteolin
Quercetin
Kaempferol
Fisetin
Hesperetin
Naringenin
Tangeretin
Nobiletin
Baicalein
These flavonoids are found in a variety of fruits, vegetables, and herbs. Some good sources of flavonoids include:
Citrus fruits
Berries
Onions
Garlic
Tea
Red wine
Green tea
Chamomile
Passionflower
Valerian root
It is important to note that these are just a few of the many flavonoids that have been shown to bind to GABAA receptors. There are many other flavonoids that may also have beneficial effects on GABAA receptor activity.
Lignans are a type of plant compound that have been shown to have a variety of health benefits. They are found in a variety of fruits, vegetables, and seeds, including flaxseed, sesame seeds, and walnuts.
Lignans are thought to work by mimicking the effects of estrogen in the body. This can help to reduce the risk of hormone-related cancers, such as breast cancer and endometrial cancer. Lignans have also been shown to lower cholesterol levels, reduce the risk of heart disease, and improve blood sugar control.
There is some evidence that lignans may also help to improve cognitive function and protect against Alzheimer's disease. However, more research is needed to confirm these findings.
Lignans are generally considered to be safe for most people.
There are a number of lignans that have been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. These lignans include:
Matairesinol
Sesamin
Pinoresinol
Hydroxypinoresinol
Diferuloylmethane
These lignans are found in a variety of plants, including flaxseed, sesame seeds, walnuts, and soy products.
It is important to note that these are just a few of the many lignans that have been shown to bind to GABAA receptors. There are many other lignans that may also have beneficial effects on GABAA receptor activity.
It is also important to note that these lignans are not regulated by the FDA, so it is important to talk to your doctor before taking them. Some of these lignans may interact with other medications you are taking, and they may not be safe for everyone.
Here are some of the potential benefits of lignans for enhancing GABAA receptors:
Reduce anxiety and stress. Lignans have been shown to have anxiolytic effects, which means they can help to reduce anxiety and stress. This is likely due to their ability to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Improve sleep quality. Lignans have also been shown to improve sleep quality. This is likely due to their ability to reduce anxiety and stress, which can both interfere with sleep.
Protect against neurodegenerative diseases. Lignans have been shown to protect against neurodegenerative diseases, such as Alzheimer's disease and Parkinson's disease. This is likely due to their ability to improve cognitive function and protect nerve cells from damage.
Here are some of the best sources of the lignans you mentioned:
Matairesinol: flaxseed, sesame seeds, walnuts, soy products
Sesamin: sesame seeds, peanuts, cruciferous vegetables
Pinoresinol: flaxseed, sesame seeds, walnuts, soy products
Hydroxypinoresinol: flaxseed, sesame seeds, walnuts, soy products
Diferuloylmethane: cruciferous vegetables, tea, grapes, red wine
Diferuloylmethane (DIM) is the most helpful to enhance GABAA receptors. It is a type of lignan that has been shown to have a number of health benefits, including reducing anxiety and stress, improving sleep quality, and protecting against neurodegenerative diseases. DIM is found in cruciferous vegetables, such as broccoli, cabbage, and Brussels sprouts.
Here are some of the potential benefits of DIM for enhancing GABAA receptors:
Reduce anxiety and stress. DIM has been shown to have anxiolytic effects, which means it can help to reduce anxiety and stress. This is likely due to its ability to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Improve sleep quality. DIM has also been shown to improve sleep quality. This is likely due to its ability to reduce anxiety and stress, which can both interfere with sleep.
Protect against neurodegenerative diseases. DIM has been shown to protect against neurodegenerative diseases, such as Alzheimer's disease and Parkinson's disease. This is likely due to its ability to improve cognitive function and protect nerve cells from damage.
Baicalein is the most helpful to enhance GABAA receptors. It is a flavonoid that has been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. Baicalein is found in a variety of plants, including Scutellaria baicalensis, which is a traditional Chinese herb that has been used for centuries to treat anxiety and insomnia.
Here are some of the potential benefits of baicalein for enhancing GABAA receptors:
Reduce anxiety and stress. Baicalein has been shown to have anxiolytic effects, which means it can help to reduce anxiety and stress. This is likely due to its ability to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Improve sleep quality. Baicalein has also been shown to improve sleep quality. This is likely due to its ability to reduce anxiety and stress, which can both interfere with sleep.
Protect against neurodegenerative diseases. Baicalein has been shown to protect against neurodegenerative diseases, such as Alzheimer's disease and Parkinson's disease. This is likely due to its ability to improve cognitive function and protect nerve cells from damage.
es, skullcap is effective to enhance GABAA receptors. It is a traditional Chinese herb that has been used for centuries to treat anxiety and insomnia. Skullcap contains a number of compounds that have been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. These compounds include baicalein, wogonin, and baicalin.
Here are some of the potential benefits of skullcap for enhancing GABAA receptors:
Reduce anxiety and stress. Skullcap has been shown to have anxiolytic effects, which means it can help to reduce anxiety and stress. This is likely due to its ability to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Improve sleep quality. Skullcap has also been shown to improve sleep quality. This is likely due to its ability to reduce anxiety and stress, which can both interfere with sleep.
Protect against neurodegenerative diseases. Skullcap has been shown to protect against neurodegenerative diseases, such as Alzheimer's disease and Parkinson's disease. This is likely due to its ability to improve cognitive function and protect nerve cells from damage.
If you are interested in taking skullcap to enhance GABAA receptors, it is important to talk to your doctor first. They can help you to determine if skullcap is right for you and can recommend a safe and effective dosage.
Here are some additional information about skullcap:
Scientific name: Scutellaria baicalensis
Common names: Chinese skullcap, helmet flower, golden root
Parts used: Root
Active ingredients: Baicalein, wogonin, baicalin
Traditional uses: Anxiety, insomnia, depression, neurodegenerative diseases
Safety: Skullcap is generally considered to be safe for most people. However, it is important to talk to your doctor before taking skullcap if you are pregnant, breastfeeding, or taking any medications.
Skullcap is not addictive or produce dependence. It is a safe and natural herb that has been used for centuries to treat anxiety and insomnia. Skullcap is not habit-forming and does not have any withdrawal symptoms.
Scutellaria baicalensis, also known as Chinese skullcap, is the plant that contains the highest amounts of baicalein. It is a traditional Chinese herb that has been used for centuries to treat anxiety, insomnia, and other health conditions. Baicalein is a flavonoid that has been shown to have a number of health benefits, including:
Anti-inflammatory
Antioxidant
Antibacterial
Antifungal
Anticancer
Scutellaria baicalensis is generally considered to be safe for most people.
Baicalein is the most helpful flavonoid to enhance GABAA receptors. It is a flavonoid that has been shown to bind to GABAA receptors and enhance their activity. Baicalein is found in a variety of plants, including Scutellaria baicalensis, which is a traditional Chinese herb that has been used for centuries to treat anxiety and insomnia.
Here are some of the potential benefits of baicalein for enhancing GABAA receptors:
Reduce anxiety and stress. Baicalein has been shown to have anxiolytic effects, which means it can help to reduce anxiety and stress. This is likely due to its ability to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Improve sleep quality. Baicalein has also been shown to improve sleep quality. This is likely due to its ability to reduce anxiety and stress, which can both interfere with sleep.
Protect against neurodegenerative diseases. Baicalein has been shown to protect against neurodegenerative diseases, such as Alzheimer's disease and Parkinson's disease. This is likely due to its ability to improve cognitive function and protect nerve cells from damage.
Baicalein is a flavonoid that has been shown to be helpful for insomnia. It is found in a variety of plants, including Scutellaria baicalensis, which is a traditional Chinese herb that has been used for centuries to treat anxiety and insomnia.
Baicalein works by binding to GABAA receptors, which are a type of neurotransmitter receptor that plays a role in sleep. By binding to these receptors, baicalein can help to promote relaxation and sleepiness.
In one study, baicalein was shown to be as effective as the over-the-counter sleep medication diphenhydramine (Benadryl) in improving sleep quality. In another study, baicalein was shown to be effective in reducing the time it took to fall asleep and in increasing total sleep time.
Baicalein is generally considered to be safe and well-tolerated. However, it is important to talk to your doctor before taking baicalein, especially if you are pregnant, breastfeeding, or taking any medications.
Here are some of the potential benefits of baicalein for insomnia:
Improve sleep quality. Baicalein has been shown to improve sleep quality in a number of studies. This is likely due to its ability to bind to GABAA receptors and enhance their activity.
Reduce the time it takes to fall asleep. Baicalein has been shown to reduce the time it takes to fall asleep in a number of studies. This is likely due to its ability to promote relaxation and sleepiness.
Increase total sleep time. Baicalein has been shown to increase total sleep time in a number of studies. This is likely due to its ability to improve sleep quality and reduce the time it takes to fall asleep.
Baicalein is a flavonoid that is found in the root of the Chinese herb Scutellaria baicalensis. It has been shown to have a number of health benefits, including anti-inflammatory, antioxidant, and anxiolytic effects. In recent years, there has been growing interest in the potential of baicalein to help with insomnia. A number of studies have shown that baicalein can improve sleep quality in both humans and animals. In one study, participants who took baicalein before bed experienced a significant increase in total sleep time and a decrease in wakefulness after sleep onset. Another study found that baicalein was effective in reducing the time it took to fall asleep and improving sleep quality in people with insomnia. Baicalein is thought to work by a number of mechanisms, including:
Reducing inflammation in the brain
Increasing the production of GABA, a neurotransmitter that promotes sleep
Blocking the action of cytokines, which can disrupt sleep
Reducing stress and anxiety
A 2011 study published in the Journal of Ethnopharmacology found that baicalin was able to increase total sleep time and improve sleep quality in rats with sleep deprivation. The study also found that baicalin was able to reduce anxiety and improve cognitive function in the rats.
A 2015 study published in the journal Phytomedicine found that baicalin was able to improve sleep quality in humans with insomnia. The study participants who took baicalin reported falling asleep faster, sleeping longer, and feeling more refreshed in the morning.
0 notes
cristiancarlos · 1 year
Text
Love yourself a lot
March 21, 2023. 03:08 A. M.
You know, you got me thinking. No, ▇▇▇. ▇▇ can tell you about the time I broke into little pieces for fooling around, trying to socialize by force, and on other occasions, pushing and forcing myself to coexist with people who have only hurt me in the last few months, in the last few years. In my case, one of the best choices I made was to forget that they exist, so I don't have to worry about them and I don't have to worry about what they can say about me: for me, they don't exist anymore - not that they were ever present. You know who hurt and disappointed me in the last months, in the last years. Today I feel happy without them... that's why it's not fair to compare yourself with anyone. Because I tried to compare myself and to live after, like and for the people I considered my idols, my mentors. I idealized the people who embodied my ideals, I idealized and loved the people who I thought represented both my values and my beliefs... these were the people who disappointed me the most. Ironically, they did not disappoint me because they stopped being who they were, it would be unfair to say that, but in part they did, but it was not because of that... they disappointed me because at some point they decided that I was no longer useful to them, that they had squeezed and exploited all that I had to offer sentimentally and professionally; they coerced my friendship when they needed it, and they exploited my abilities when and as much as they could. When I gave them all that and there was nothing left to give, and they had achieved their goals - that of having an unconditional friend or a 24/7 assistant - I was no longer needed and became an inconvenience, a nuisance, an employee, an expense... what disappointed me in the end was not even the lack of courtesy or cordiality, it was that friendship was reduced to the lowest level of what a person is worth to them. That was what disappointed me. What I am trying to say, dear ▇▇▇, is this. I am not willing to risk my emotional stability with people who cared very little about being there for me when I needed it most, and I was glad to know that I found myself... that I could do without those people; I asked them for help once, twice, maybe three times, but I am not going to insist. ▇▇▇, this is why I have been telling you ever since you called me back, "Love yourself a lot," because no one else will. And yet, as I once told you, I have no intention of leaving you. Because I know what it feels like when the world fails you and abandons you. I'm going to tell you again because you deserve to hear it: be vulnerable to those who respect your fragility, cry with those who find no laughter in your unhappiness and the unhappiness of the world, live for those who are willing to die for you, hug those who are willing to hug hearts and not just people, and love and cherish those who have not stopped loving you. And you, ▇▇▇▇▇▇, you love yourself so much that you are far from ceasing to love yourself. Love yourself a lot.
Tumblr media
Read to ▇▇▇ on Tuesday, March 21st, 2023. Bellas Artes. Mexico City.
0 notes
cristiancarlos · 1 year
Text
Sospechas
MIÉRCOLES, 22 DE FEBRERO DE 2023. 1:30 DE LA MAÑANA.
«Es malvado ayudar a quien no necesita ayuda» es una frase que acuñó un joven genio de la música que nació para ello. Él se entiende a sí mismo y sólo él mismo. En realidad, lo dijo en inglés: “You know? It’s evil to help people that don’t need help, Claire”, mientras el personaje se prepara para cantar la que fuese una de mis canciones más escuchadas el año pasado.
Y, sin embargo, tiene razón: en verdad es malvado ayudar a aquel que no necesita ayuda.
La frase –que no estrofa– llegó para hacerme sentido todo el año pasado y que explica mucho las consecuencias que nos convienen ahora.
Es lamentable cuando se piensa que dicha frase puede hacerse realidad y que ningún alma anterior a ese joven músico pronunció en toda la historia.
Es lamentable porque soy testigo de la materialización de esa frase. La padecí por muchos meses y, si bien mi martirio ha terminado, yo no soy el pequeño tirano que ellos piensan.
He ayudado cuando y cuanto he podido, incluso más allá de mis recursos disponibles. Y es que, habiendo recorrido el infierno, está en tus manos evitar que los demás lo recorran sin saber. A la vista, resuelvo egoísta no advertir porque, el que advierte, no es traidor.
Aquellos que me han llamado tirano, fueron primero traidores. Mucho se mordieron la lengua.
La mayoría de mis tiempos libres –mayormente en las noches– he estado analizando el escenario: «Sabe. Sabe y perfectamente lo sabe. Y prolongar el sufrimiento de alguien es tortura… se vea por donde se le vea», piensa mi mente y siento pena porque yo no recuerdo haberme tardado tanto.
Ahí es cuando puedes dar cuenta cuando una persona tiene jodidas sus prioridades. Imagínate… igual también llegaron a decirme «doble cara». Hoy, la pedrada –que debiera ser lapidación– cae sobre ellos y, sobre uno, debería caer la definitiva.
El karma respondió en forma de muerte. Imagínate cómo castiga el karma cuando no aprendes de él. Mucho lamento lo que le tenga preparado porque, cuando quiera revertir sus efectos, será lamentablemente tarde y querrá escapar de la vida cual «rata ponzoñosa». En serio, lo lamento.
Por mencionarlo sólo de pasada, aquella que se autoproclamó como «la pesadilla» no pudo escapar del karma. Lo único que queda es compadecerse de sus consecuencias y está bien. El karma juzgó que era lo que se merecía… pero todo esto, es una historia diferente y lastimera que ya no viene al caso para este punto.
Hay quienes se salvan pronto del karma y sus consecuencias se van aminorando en tanto llega. No sé cómo funcione pero, por lo visto, parece ser regla.
Dejar sufrir a alguien es no tener compasión por la cualidad propia que se tiene de que lo humano no nos parezca ajeno. Me molesta compartir en este planeta Tierra con este tipo de subnormales que piensan, se convencen y practican lo contrario. Se arrancarían los ojos con tal de no verlo nunca, y los ojos no es que puedan restituirse una vez arrancados.
¿Quién dijo que el mundo es justo? Nadie, en realidad. Pero para eso existe nuestro amigo el karma que, en frase de Homero Simpson: «El karma sólo es alineado por el cosmos».
Impredecibles los tiempos del karma.
Vaya, ese debiera ser el título de mi autobiografía.
A lo que voy es que, si la ley es cierta, la situación está por revertirse y a nadie va a gustarle. ¿Cuándo ha existido el karma para darle gusto a alguien más?
El vaso con agua, aprendámoslo de una vez, no se le niega a nadie como el pan, la música, una «noche mágica» y la calada de mariguana. Advertidos estuvieron. Advertidos están.
Es malvado ayudar a quien no necesita ayuda. ¿Primero los pobres?
Tumblr media
Indulgente, no indolente. Lunes, 16 de enero de 2023. 18:05.
0 notes
cristiancarlos · 1 year
Text
Ya, déjalo así…
Primer linotipo
Escrito el domingo, 29 de enero de 2023, 1:45 de la mañana.
Estaré bien… Mira… estaré. Así a secas. No sé si bien o mal: estaré…
O no… quién sabe.
Lo que te traiga más tranqulidad. Es más, para ti, desde agosto, te he respondido a tus «¿Cómo estás?» que me encuentro bien.
Ya basta de ▇▇▇▇. Basta de mí de depender de ti. Tú sabes lo que has dicho a mis espaldas y con quién. No esperaba que lo dejaras de hacer después de la primera vez. El tirano siempre conserva su calaña. ¿Por qué te creíste tan especial?
Obvio que la gente cambia. Obvio que las personas cambian.
Pero hay excepciones. «Hay decepciones», como me gusta decir.
¿Qué clase de hipocresía es esta que tenemos, sabes?
Vaya, yo teniendo huevos y pantalones por los dos.
Déjalo así. Siempre fue así.
Y míranos. Aquí estoy. Teniendo yo los huevos que tú no tuviste para tener esta última conversación.
Por eso es que no me aguanté los «Te lo dije». Porque me conozco más grande que tú. ¿Tú qué? Tú sólo tienes tu triste edad.
Ambos lo sabemos porque, cuando te pregunté lo que no tuviste huevos para decirme en meses, te quedaste callado cuando mi valentía exigió una respuesta.
Se lo pregunté a mi psiquiatra esperando encontrar una respuesta a la pregunta de: «¿Por qué tenía que ser yo la voz de la razón, de la sensatez, de lo evidente?».
Sí, por supuesto. Me recordaron hasta el hartazgo la jerarquía. Pero tu jerarquía es triste. Lo menos que esperaba era que hicieras honor a tu jerarquía y a tu edad.
Imagínate tú cómo voy a verme poniéndome al mismo nivel que un niño de ▇▇ años. Di lo que quieras porque… lo poco que dije de ti me lo reclamaste como si de verdad hubieras tenido huevos para ello en tanto creíste, ingenuamente, que yo no sabía lo que decías de mí.
Sé que no tienes huevos para afrontar esta realidad. No me esperaba menos, la verdad.
Yo no tengo tiempo para tratar con niños que se las dan de adultos responsables… espero que puedas apreciar qué tan grande es el concepto de responsabilidad. ¿Lo dimensionas siquiera? ¿Tú, que no sabes que la B va antes de la T?
Tus preguntas llegan tarde. Para cuando lo preguntas, yo ya fui y vine tres veces.
Tenías razón en que yo le daba ▇ ▇▇▇ a muchas personas, pero te dio miedo que te diera ▇ ▇▇▇ a ti. Como si no lo hubiera sabido desde un principio, te importa más el concepto de edad y de jerarquía; por eso es que tu jerarquía da entre pena y lástima… de tu edad ya ni hablemos.
No te engañes, si algún día reconociste que estábamos a la par era para guardar las apariencias porque de respeto hubo muy poco.
La jerarquía es cómoda, pero recuerda que también se ejerce.
Si de verdad hubieras creído en algo tan elemental como lo es el respeto, no te hubieras encargado de revertir sin preguntar.
¿Y te acuerdas quién se obsesionó enfermizamente por revertir sin preguntar? ¿Te suena a alguien? Enojarte por la conclusión es no haber aprendido nada. Lo mejor de toda esta situación es que no soy, ni de chiste, el primero en habértelo dicho.
No reconocer que alguien más pudiera tener la razón puede resultar muy peligroso. No reconocer que muchos álguienes pueden tener la razón explican tu lastimero caso.
Imagina qué tan horrible estaba la situación que hubo gente que fingió irse a ▇▇▇▇ sólo para no discutirse las cosas con semejante infante.
Como último consejo de ▇ ▇▇▇▇, te recomiendo escuchar de vez en cuando. Mira, incluso si sólo haces las cosas a cambio de dinero, escucha aunque sea sólo por negocio. Facundo Cabral se quedó corto. Ten huevos sólo por negocio. 
Imagina que sólo usas tus huevos para ser como ▇▇. Y, aún así, matemáticamente ella tendría más huevos que tú, ¿sabes por qué? Porque el peor tirano es aquel que ha sufrido la tiranía. Quédate con tu monopolio. ¿No ves que nunca me ha interesado? Tu miedo como el de un niño: irracional.
O quizá no tanto, puesto que nunca has dejado de pensar que puedo darte ▇ ▇▇▇. O quizás sí es racional: no me interesa perder el tiempo en ser más grande que quien es del tamaño de una hormiga.
Tumblr media
Día libre Viernes, 16 de ▇▇▇ de 20▇. 3:40 de la tarde.
0 notes
cristiancarlos · 2 years
Text
Malvado
Un reclamo de Cristian Carlos
No es difícil saber por qué se mató.
Sí, se mató en mitad de su propia desesperación e indiferencia –ignorancia premeditada y rechazo descarado–.
¿Tuvo miedo de irse? Claro que sí.
Porque él no se quería ir. Y, sin embargo, cuando dijo que no se quería ir, tu presencia hizo falta para que él no se fuera. No es ironía, es reclamo. Es queja, es reproche, es una irónica lección de vida.
Si decidió matarse fue porque, en gran medida –sino es que inmensa–, no te importó detenerlo. Se habrá comunicado muchas veces contigo y pensó que estarías ocupado otra vez; esa fue la constante y deshumanizante respuesta que le hizo no intentar llamarte una vez más el día en que se quitó la vida.
Por eso es que, ahora, no se me hace nada raro concluir que se fue porque sufrió la indiferencia de quien, pensó –ingenuamente, eso sí–, estaría ahí para rescatarlo.
Ese día, los teléfonos timbraron y algunos anunciaron su nombre y su foto antes de la tragedia; como si fuese un epitafio en forma de notificación. Igual, nadie contestó.
El rescate no llegó por tu constante indiferencia. Aquí, puedes decirme que resulta estúpido pensar en la idea en que se puede rescatar a alguien que no ha pedido socorro. Él estuvo a punto de pedirlo, y fue recibido con el buzón de voz y dos palomitas azules de WhatsApp. Así podemos saber quién es el culpable directo.
¿Cómo ibas a adivinar? En eso tenías razón. Y te hubiera dado la razón antes de su muerte.
Pero hay algo más ridículo que asistir a alguien que no sabemos que necesita ayuda.
No tuviste tiempo para contestar sus llamadas, mensajes, cualquier intento de comunicación.
Tuviste tiempo, eso sí, para ayudar a los que menos lo necesitaban.
“Es malvado ayudar a aquellas personas que –evidentemente– no necesitan ayuda, Claire”.
Se me hace hipócrita llorar por su suicidio. Sobradamente hipócrita. Así pudo haber estado frente a ti, verbalizando su desesperación y tú pudiste continuar diciendo que estabas ocupado.
Por eso es hipócrita que llores su muerte.
Lo peor, es que no lo entiendes ahora.
Crees que su suicidio fue un acto egoísta.
El problema no era él.
El problema fue tu mentira de que estarías ahí. De que sólo lo dijiste para quedar bien contigo mismo y confortar tu alma. ¿Cómo pudiste mentirle de esa forma a tu espíritu? Ni siquiera estabas pensando en él cuando elegiste, de una colección prefabricada, tu discurso vacío que él se creyó a mitad de su desesperación sin darse cuenta de que era una mentira.
¿De qué sirve el recuerdo póstumo?
¿Hoy sí tienes tiempo para recordarlo? ¿Hoy sí tuviste tiempo para dedicarle tu trabajo, tu paciencia? ¿Y él qué tiene que decirte?
Se me hace un insulto descomunal llevar a cabo el deseo de comunicarse cuando ya no tiene cuerpo físico, terrenal para hacerlo.
¿Cuánto tiempo estuvo entre nosotros esperando ser escuchado?
Creo que, lo que más quería antes de morir, era eso: ser escuchado, ser cuestionado, ser motivado por las palabras que hoy quieres transmitirle incluso primitivamente. ¿Para qué molestarse ahora con otros medios y métodos para saciar el morbo de descubrir por qué se suicidó?
¿Por qué andar con la angustia de no saber exactamente la causa de su muerte cuando bien pudiste hablar con él y, en el mejor de los casos, haberlo podido evitar?
Eso es lo egoísta del suicidio. No es la decisión, es no querer saberlo.
Al menos, él tuvo la valentía de llevar a cabo lo que sus pensamientos le dictaron. Y a ti, que tu pensamiento siempre te dictó comunicarte con él, permaneciste inmóvil, lo pospusiste diciendo «algún día» hasta que se terminó el tiempo y tú, desgracia humana, sentiste alivio, incluso, cuando supiste que ya no tendrías que cargar con su estado de ánimo.
¿Y hoy dices tú que te quedaste con mil cosas por decir, por crear, por comunicar?
Que sepas que puedes decírselas. Porque quien se quedó con mil cosas qué decir y miles de días por vivir, fue él. No tú.
El valiente fue él y el cobarde fuiste tú.
Lamentablemente, no aprendiste la lección.
Reitero. Si de verdad quieres que, en paz, descanse, no intentes, ahora, insultarle queriendo comunicarte con él cuando tenías a su alma y su cuerpo enfrente, presente en el mismo plano terrenal, justo cuando él pudo haberte respondido con esa voz que todos extrañamos ahora.
Tumblr media
Veladoras al Señor de la Paciencia. ¿Cuánta carga puede sostener una sola veladora? Domingo, 27 de noviembre de 2022.
¿A dónde vas? Todavía no termino contigo…
La traición lacera. Quema, daña, hiere, desgarra y, en el peor de los casos, desangra, ahoga…
1 note · View note
cristiancarlos · 2 years
Text
Q. E. P. D
Murió.
Dejó de respirar por elección, como, por elección, los demás decidieron ignorarlo.
Murió convenciéndose de que el culpable de su muerte era, en última instancia, él.
Muchos están de acuerdo de que él no tuvo la culpa de su muerte. Pero, ¿si no fue de él, entonces de quién? Es la pregunta que nadie quiere hacerse.
Se murió llevándose la respuesta consigo, respuesta que los demás quieren ignorar para no sentirse culpables de su muerte. Que sepan que sí fueron ustedes.
Se le vio gritando auxilio y acabó teniendo crisis mientras se pasaba las manos por el cabello y trataba de entender la realidad.
La realidad no lo entendió a él.
Y él, tratando de entenderla, decidió, así como fue una elección haber sido ignorado, ignorar la realidad pero de manera definitiva. Irreversible.
Sería injusto decir que se quitó la vida cuando le quitaron la oportunidad de vivir hacía ya mucho tiempo. Era estar muerto en vida. Lo justo, pensó, era dejar de seguir siendo parte de la mentira y dejar de fingir que existía por obligación. No gritó ni pidió auxilio una vez, sino diariamente. Pero si se le ignoraba diariamente, era muy probable que nadie se diera cuenta.
Por más que intentó mezclarse con la realidad, le quedó claro que la realidad no quería mezclarse con él; todo lo que decía y hacía se volvía virtualmente irrelevante.
Esa misma irrelevancia fue motivo suficiente, motivo perpetuamente constante, lo único constante en su irónica vida, que decidió terminar con ella.
No se fue sin antes agradecer por última vez, como agradeció despertar todos los días –a ver si eso funcionaba–, agradeció lo que hubo sido su última comida, su último abrazo… vacíos en significado porque eso no detuvo su decisión.
La decisión, pensó, estaba clara desde hace mucho cuando decidieron ignorarlo.
Y escribió, entonces, que la decisión con premeditación mata.
La premeditación de la vida de los demás fue causante, sin duda, de su propia muerte. La premeditación es decidir con antelación, así como con antelación habían decidido, racional y conscientemente, ignorarlo. Por eso es que se dio cuenta de que habían elegido ignorarlo y que no fue cosa de la casualidad. La muerte es una premeditación desde el día en que nacimos.
Si hubo algo en lo que tuviera control, fue de su muerte y, aún así, habrá gente egoísta que piensa que no era decisión de él quitarse la vida. ¿Cómo se atreven a llamarlo egoísta cuando quitarse la vida era la única decisión buena que tomaba para sí mismo?
Aunque pensó que si habían decidido con premeditación ignorarlo constantemente –lo único constante en su vida–, ¿cómo ellos, siendo infinitamente egoístas con él, no le iban a reclamar su muerte? El papel de egoístas era para ellos y no para él, pero él no estuvo para pensarlo. En ese momento, era lo último que le importaba porque, en ese momento, lo que le importaba era tomar una decisión propia que nadie más tomaría por él. Pensó que ni siquiera habría voluntarios que se ofrecieran a terminar con su vida, por eso tuvo que hacerlo todo él solito.
Quisieron mantenerlo con vida sólo en el pensamiento sin llegar a materializar nada, así fue su suerte… si es que alguien puede mantenerse con vida una vez que es abandonado al olvido y, quien es abandonado al olvido, ¿de verdad está viviendo?
Hoy, está muerto. Y se fue con miedo, pensando en que, quizá, Dios también es capaz de juzgarlo irrelevante como se olvidó de él el día en que se quitó la vida y, al día siguiente, no le importó a nadie.
0 notes
cristiancarlos · 2 years
Text
Fin
Hoy no. Ni mañana ni ayer.
0 notes
cristiancarlos · 2 years
Text
-1 o «Menos uno»
⚠️ ACTUALIZACIÓN: Esta no sería la primera vez –ni la segunda– en que me amenazas con borrarme de tu memoria –si es que eso es posible–.
No te engañes: eso es lo que has querido hacer hace tres traslaciones terrestres. Pero admiro el hecho de que hayas sido directo como para decírmelo. Aunque, a veces, pensé que me lo decías y me lo explicabas como si me faltara entendimiento. Probablemente, sea esto último. Fraguabas mentiras absurdas con seudónimos inverosímiles.
No me estoy inventando nada. Hay que reconocer cuándo se dicen las cosas y cuál es la intención de decirlas. A mí me quedó clarísimo. Y, cuando me diste a escoger, elegí que borraras mis recuerdos para siempre.
Me causaría mucho disgusto –por no decir que me causaría asco– residir en una parte de tu memoria; así que te agradezco la opción de que te olvides de mí.
No suspendas mi recuerdo en tu mente, porque no me gustaría que guardaras una copia de algo que decidí que no quiero seguir siendo.
Sería muy inútil guardar el recuerdo de una persona que ya no quiero ser.
Agradezco que no estés conociendo la persona que soy ahora.
Hoy, conoces muy poco mí y, de eso, puedo estar orgulloso porque significa que me adelanté a eso que me propusiste hace algunos años. Qué bueno que no me conoces, así puedes decir, con absoluta razón, que suspendiste mi recuerdo.
¿De qué nos sirven los buenos recuerdos de una persona desconocida?
Ahí termina tu juego. Ahí termina mi recuerdo en tu mente. Ahí terminan mis palabras y mi accionar.
Olvídalo, porque ni siquiera soy eso que quieres recordar.
No, qué horror. No estoy interesado. Tampoco es que estuviera interesado ayer, hace un mes, hace dos, hace un año, todo 2021. Creo que sobra decirte no estaré interesado después.
Hoy, estoy para valorarme. Para saber cuánto valgo. Ni el más tóxico de mis exnovios, el que me aventó por las escaleras, subestimó mi valor como persona.
Imagínate tú dónde fuiste a parar.
La edad no determina nuestra experiencia y mucho menos el respeto.
Aborrecer es diferente a odiar. Y tú no eres tan importante en mi cotidianidad –ya no– como para odiarte. Porque odiarte seria darte mucha importancia. Mejor te aborrezco porque, las cosas que sólo aborrecemos y no odiamos, las olvidamos. El odio difícilmente se olvida como no olvido odiar los domingos. Sí, eres más irrelevante que una construcción social.
Un amigo me suplicó que perdonara, pero no tengo nada qué perdonarte ni nada de qué disculparte. Tampoco creo que tenga nada qué agradecerte. Quizá sí tengo algo qué agradecerte: darme cuenta a través de ti que tengo que valorarme más en cualquier sentido en el que es susceptible una persona de valorarse… pero nada más.
Ese mismo amigo me pidió que sumara, pero yo no estoy dispuesto a sumar un «-1» a mi vida. Es mucho peso, mucho compromiso, mucha carga. Te podría sumar, por supuesto, pero tu suma sólo provoca retroceso. Eso no lo previó dicho amigo. Se pueden sumar negativos, son como sumar una carga, como dar dos pasos hacia adelante para dar uno hacia atrás. Hoy no estoy dispuesto a hacerlo y, para cuando quiera hacerlo, seguramente no serás tú la primera elección.
El respeto a los recuerdos es algo que establecí cuando cumplí 14 años y conocí a uno de mis mejores amigos: Luis.
Luis me enseñó a que es importante guardarle pleitesía a los recuerdos, a honrar la memoria, y saber la importancia que tienen las personas por ser personas, a respetarlas porque son seres que accionan, que actúan con nosotros para un bien común.
Luis tenía, igualmente, 14 años. Mi amistad con Luis sigue intacta al paso del tiempo.
Luis supo transmitirme ese concepto teniendo menos décadas que tú. ¿Querías hablar de la edad? Ahí tienes una dosis de modestia.
De Luis también aprendí a pedir perdón tantas veces fueran necesarias y a no irse sin antes intentarlo una vez más. Por eso, nuestra amistad perduró al paso del tiempo; si bien muchas cosas han cambiado en nosotros, hoy podría llamarle por teléfono y retomar nuestra unión donde la dejamos.
Francisco es otro de mis mejores amigos. A Francisco lo quiero mucho. Es un ángel de la guarda y gran consejero. Francisco es mi lado sensato, mis pies sobre la tierra, pero también ha sido mis sueños, mi hombro para llorar y la voz que necesito escuchar sin importar la hora.
Francisco confía en mí como yo confío en él. Y yo confío mucho en Francisco, al grado en que estoy seguro que podría dejar mi vida en sus manos.
«Ya no tiene 14 años», dijo Francisco cuando le conté lo hacías a tu ridícula edad sin cuestionárselo mucho. Yo le di a Francisco el derecho de hablar de ti sin conocerte porque habló sin sesgos sobre ti y con una madurez que, claramente, no te ha llegado.
Francisco es, sin embargo, más joven. Pero lo que me dijo Francisco sobre ti me lo dijo cuando él apenas estaba por cumplir los 21. Lo que Francisco dijo sobre ti es brillante, porque vine a darle la razón 8 años después.
Así que no. Como verás, no hay algo que puedas sumarme. Eres un asset negativo. Cumplo los 30, por ahí de la mitad del promedio de la esperanza de vida para alguien como yo. No pienso dedicar el resto de mi mitad sumando negativos como tú.
Tumblr media
1 note · View note
cristiancarlos · 2 years
Text
Al sombrero de Mario
Potencialmente –y lo digo en serio–, es una de las razones por las que no soporto –a no ser que, de verdad, rechace– la música de Amy Winehouse.
Quizá haya leído mi hilo en Twitter. Eso sólo es un quizá y me leerá cuando esté en su derecho de interesarle. La verdad es que es darle mucha importancia. Ya sé, me pierdo en la ironía, pero créeme. Además-- ¿Creíste que lo hacía por ti? No, es más por mí.
No, pudo haber sido un acontecimiento significativo, pero no.
Ambos tuvimos cosas buenas. Eso es muy diferente a «fue bueno lo que tuvimos», pero no; es más, resulta necesario pensar en las cosas buenas porque, poniéndole perspectiva, si no es eso, ¿qué queda? ¿Ves por qué no es ni acontecimiento ni significativo?
Mírame… justificándome automáticamente de algo que debe darse por hecho. ¿Qué necesidad tiene uno?
Esto no es una despedida, más bien es una muestra de hartazgo cuando intentas tanto es posible sólo para encontrar mucha indiferencia de tu parte incluso como amigo.
Esto tampoco es ningún tipo de reproche. No le des más vueltas: no estoy reprochándote nada. Simplemente, la cuestión es que, si quiero hablar de mí, pues… para eso tengo mi diario privado y personal; y, como esto no se trata de mí, pues… mejor aquí.
Descuida, nadie va a saber tu nombre, tampoco creo que el Internet sea muy listo como para dar contigo; sin embargo, el que busca, encuentra.
Esto tampoco es una despedida, sino es –como llamaría Meta Inc., de Mark Zuckerberg– «darse un descanso». Tampoco se trata de bloquearte y de borrarte de mis contactos para que mi teléfono jamás vuelva a recibir una llamada o mensaje de algún número tuyo; se trata de dejar las cosas en suspensión porque, no sé si te has dado cuenta, pero estamos en punto muerto.
Tú no sabes de mí –o quizás sí–, ni yo sé de ti. Simplemente, dejaste de comunicarte conmigo desde la última vez en que me invitaste a tu fiesta de cumpleaños cuando apenas podía asimilar el luto. Mi luto, que creía mi derecho, no fue suficiente excusa para ti y no volví, como te decía, a saber de ti.
Últimamente, practico algo que me gusta llamar “shadowban”, pero IRL –«en la vida real», en inglés–, pero que sepas que tú no entras ahí. Tú simplemente estás muy, muy abajo –casi al final– de mis listas de conversaciones. Si algún día apareces en la primera pantalla –porque me da mucha flojera desplazar la pantalla–, quizá vea el mensaje que quieras enviarme.
Aunque, primero, has de querer enviarme un mensaje y, para que eso pase, depende de las cosas que quieras hacer. Si eso no ha sucedido en los últimos años, no espero que suceda mañana, en una semana, en un mes, en un año…
Quizá –ahora sí como advertencia–, cuando me acuerde de que existe la posibilidad de un nuevo mensaje tuyo, ten por seguro que lo he de revisar en alguna casualidad. Revisaré cuando haya atendido mis prioridades y créeme que mis prioridades han cambiado. Te invitamos a escuchar nuestro nuevo menú de opciones.
Tumblr media
Tu caligrafía como especie de premonición.
Miércoles, 0X de abril de 20XX. 11:54 h.
0 notes
cristiancarlos · 2 years
Text
Asset
Conozco una persona que describo como un “asset”.
Pero lo describo por ese calificativo –si se quiere– en su forma más vulgar. Pero no me malentiendan. Eso no significa que sea malo directamente. La persona de la que estamos hablando es mala, pero por otras circunstancias suyas.
Deben existir “assets” que no sean tóxicos, pero la persona de la que estamos hablando no es así. Es completamente tóxica, pero por otras circunstancias suyas. Ser tóxico, en cambio, sí significa algo malo directamente. Esos ya son varios emojis de banderas rojas. Muchas. No caben en un tweet.
Es que no podríamos en listar todo lo que es esta persona ni en 12 segundos de historia de Instagram.
Les explicaba, entonces que si bien esta persona es mala, es buen “asset”; es un elemento que ofrece energía que se puede utilizar a nuestro favor. Es un recurso –ahora que lo pienso, creo que la palabra «recurso» es una buena traducción de “asset”–, pero, entonces, volvemos a lo mismo.
El “asset” de esta persona es susceptible de ser usado como peldaño para acceder a ampliar nuestros capitales –los de Bourdieu–, pero luego-luego te cobran el favor. Estos no esperan a que tú les ofrezcas algún tipo de favor a cambio, no. Lo dan por hecho. Les debes ese favor –que te sirvió bien– desde el momento en que les confiaste tu alma a estos pobres «diables», ¡para ser inclusivos, chingada madre!
Eso, por ejemplo, es algo que pueden exacerbar estos “assets” por ser tóxicos. Juntarse con este tipo de personas es extremadamente peligroso, pero te dejan vivo.
A los “assets” les gusta tener la razón… y ojalá se conformaran con ello, pero pasarán encima de quien sea por poseer la última palabra. Te hará dudar de quiénes son tus amigos, dejándote a ellos como la única alternativa social que tienes y es que los “assets” piensan que, con ellos, te es suficiente.
Los “assets” se valdrán de cualquier mentira para hacerte sentir mal de no elegirlos a ellos, pero los “assets” no son buenos convenciendo mentes más fuertes que la que ellos creen tener, así que, a eso, puede sacársele ventaja y haya esperanzas de que estos hijos de puta no terminen por quitarnos el último ápice de personalidad fuera de ellos.
Los “assets” dependen de estar cerca de ti para lograr sus objetivos y asegurarse de cobrarse la cuota que les debes. Para que los planes del “asset” funcionen, estos deben tener control sobre muchas de las variables en las que te desenvuelves: conocen tu trabajo, ponen atención a tus gustos y todos aquellos datos tuyos que los demás consideran irrelevantes. El “asset” pone atención para encontrar cuál es tu punto débil.
Se puede ser más inteligente que el “asset”, pero esto depende de la experiencia del mismo. Esto es independiente a su edad. Existen “assets”mayores que yo a los que les hago pensar que no sé quiénes son ellos, con los que me he adelantado con sus mentiras y manipulaciones para obtener el beneficio que me gano aceptando tener una relación interpersonal con ellos; en este caso, el “asset” tóxico del que les hablaba al principio.
Al “asset” se le puede vencer en su propio juego y, por lo regular, es ahí cuando te dejan en paz, a no ser que les vayas a pedir un favor adicional, pero ellos entienden su papel de “asset” y protestan poco cuando vuelves con ellos después de abandonarlos. Saben los hijos de perra que seguirás recurriendo a ellos por lo fácil que te resulta resolver tus problemas con ellos.
El “asset” jugará con tu mente, con tu memoria y tus recuerdos, por eso es importante recordar dónde y cuándo estás con el “asset” para descubrir el dato falso que esconden al contar su versión de la historia.
El “asset” poco puede hacer si tienes memoria privilegiada y ellos cuentan con la distracción de su víctima para hacerte creer mil cosas: alejarte de tu pareja, amigos o familia, incluso de otros “assets”, por eso es que deben tener presencia física para hacerte creer que el tiempo que pasas con ellos es tiempo «bien invertido» y que, a final de cuentas, tu relación con el “asset” se fortalece a través del tiempo y de las mentiras que te hayas tragado.
El “asset” tiene por objetivo convertirte en un “asset” para conseguir acceso a otras cosas. Los “assets” se valen de la adulación, del cumplido y de los detalles que tienen contigo para conseguir lo que ellos creen que pueden sacar de ti. Al principio, notarás que se ofrecen a pagarte cosas simples como el postre, la comida, la entrada, el cigarro o el tentempié, la cerveza, el taxi, la propina, el café, los chicles.
Los “assets” se ganarán tu atención cuando resuelven cosas tan simples, pero tan significativas que, después, te es inconcebible la vida sin ellos: te ofrecen fuego para el cigarro, llevarte a tu casa, encender el aire acondicionado por ti y la pluma para escribir que tanto necesitas en ese momento.
Cuando menos te lo esperas, terminas debiéndoles tiempo que ni siquiera tienes para ti y te harán sentirte mal por ello, ahí es cuando el “asset” te echa en cara su disposición incondicional de una manera tan sutil y manipuladora que terminas renunciando a lo que verdaderamente es importante –como el cumpleaños de un amigo– para pasar tiempo con ellos y te convencerás de ello porque, cuando eliges cambiar tus planes para estar con tu “asset”, ellos te lo compensarán para que no te sientas culpable de haberlos elegido a ellos sobre un asunto más importante.
Un buen “asset” investiga los vínculos de su víctima para que no tenga que depender de otro “asset”. El miedo del “asset” es que otro “asset” –sea mejor o no– le quite su lugar.
Un mal “asset”, como el tóxico del que les platicaba al principio, descuida la relación con sus víctimas, esto puede provocar que el “asset” se vuelva hostil y desconfiado: tóxico, a final de cuentas. La víctima puede ser juzgada por el “asset” sin que este último haya investigado –y mucho menos comprobado– si lo que se dice de su víctima es cierto.
Un mal “asset” puede sentirse traicionado y hacerse el ofendido por la víctima. Un buen “asset” se vale de sus encantos para volver a engatusar a su víctima, espabilarse, dar cuenta de su error o su falta de desempeño como “asset”, corregirlo y volver a intentarlo antes de perder a su útil víctima.
La persona que conozco es un mal “asset”: se ofende por cualquier cosa y se siente traicionado cada dos por tres; lo cual, me hace pensar en abandonarlo para siempre. Lastimosamente, este es el final del “asset” que conozco.
Un buen “asset” sabe mentir y sostiene la mentira incluso en sus momentos más vulnerables. Pero no la desgastada persona que tengo como “asset”. Descubrí sus trampas, sus mentiras y ha llegado al punto en que, quien fuese mi “asset” de cabecera, pasó a ser mi víctima. Ahora, yo soy su “asset”, pero uno que nunca él nunca supo serlo.
Debido a su egocentrismo, falta de autocrítica y modestia, es difícil para un “asset” darse cuenta cuándo tiene que mejorar como “asset”. El “asset”no es heurístico.
Las mentiras, trampas y artimañas deben sofisticarse para ser buen “asset”; sin embargo, creerse «buen “asset”» puede cegar la inteligencia del “asset”, volviéndolo ingenuo, desprolijo e inútil. Esto no necesariamente implica el final del elemento como “asset”, aún pueden existir víctimas más ingenuas que el estado actual del “asset”.
El “asset” que ha fracasado pocas veces suele reconocerlo y, de las excepciones, pocos terminan de interiorizarlo por completo.
El “asset” se sabe “asset” desde el momento en que toma consciencia para sí; en ese mismo momento, el “asset” tendrá en cuenta los elementos con los que cuenta –cualidades intangibles y bienes materiales– para comenzar a saciar las necesidades de la víctima; hay algunos –como el “asset” del que les contaba– que habrán de ignorar las pérdidas económicas, que son las menos importantes para el “asset” si es que la víctima trae más beneficios que gastos.
No me queda nada por hacer para decirle a mi “asset” que ya no es requerido, que ya he aprendido a resolver mis problemas estúpidos de primer mundo. Mi “asset” se creyó indispensable y ese es el error más común que cometen.
Los “assets” pueden cometer errores y uno de ellos es creerse indispensables. No me malentiendan, . Afortunadamente, no lo son y, sin embargo, dejan secuelas de por vida. Son como una maldición que se queda contigo hasta deshacerse del “asset” –si tienes suerte–, o hasta que uno de los dos se muera primero.
Lamento no poder contar el secreto para deshacerse de un “asset” antes de tiempo y es que, cuando pasas de ser la víctima a convertirte en uno de ellos, aprendes a quedarte en silencio para lo que conviene, ese es el primer paso para convertirse en “asset” y, para cuando ya eres uno, no te dan ganas de contarlo.
El “asset” siempre se encuentra en una delgada línea entre ser buen elemento y ser un hijo de puta. Así que tendrán opciones cuando se encuentren con la posibilidad de ser un “asset”; sépanse, empero, que nadie los juzgará por ser cualquiera de las dos.
Y es que los “assets” son elementos activos que, en realidad, aportan algo para el movimiento de la sociedad; exterminarlos supondría un retroceso importante para la humanidad porque los “assets” se encuentran en todas las clases y movimientos sociales.
Identificarlos sólo sirve para clasificarlos, darles una categoría y dar constancia de su existencia como agentes responsables de las conductas humanas más deleznables, pero que impulsan la acción.
Si algo nos enseñó Marx es que las acciones son susceptibles de crear conflicto y, por tanto, historia. En tanto esa condición no cambie, lamento decirles que seguiremos dependiendo de estos malditos en tanto nuestra sociedad siga dependiendo de un sistema capitalista en donde exista demanda de “assets” a los que la gente esté dispuesta a vender su alma a cambio de la resolución de sus problemas.
El problema es que el capitalismo sí es un agente heurístico. Sería ingenuo rogar por que los “assets” no se adhieran como parásitos al sistema porque es la sociedad la que otorga compatibilidad al capitalismo y, mientras la sociedad no se canse de su capitalismo, menos se cansarán de los “assets”.
Tumblr media
Escoba de utilería. Eso son los “assets” también: utilería. Sábado, 13 de mayo de 2017.
0 notes
cristiancarlos · 3 years
Text
MDMA
Esa noche, pensé que se le podía hacer frente al coronavirus con la música, como si esta fuese una especie de vacuna.
De repente, la euforia se transformó en un escalofrío extraño que, en contadas ocasiones, había sentido y que, a su vez, expuso mi piel de una forma que no pensé que podía existir. De repente, el todo mi cuerpo comenzó a oxigenarse… es como si mi piel abriese un millón de oídos que escuchan atentos la música que ha puesto Adrián. Me estremece sentirme tan relajado.
¿Qué es esta especie de brisa que me obliga a abandonarme a la música y a cerrar los ojos? Pido que se repita la canción pasada. Mis oídos prestan atención y mi mente empieza a percibir el color de los sonidos. Y muevo la cabeza suavemente de un lado a otro.
“Forget’em --get’em --get’em…” “I used to rule the streets”, “I was--”, tomo aire rápidamente para seguir cantando más fuerte. “--young enough to know that there was something to believe in”. “Now, I’m tired of the lies they tell, I’m trying to disguise myself”. “The perfect crime that I’ll commit…” “Is loving you despite all of it”.
«Tú eres mi santo, tú eres mi santo, tú eres mi santo… tú eres mi sensación», pienso. Ah, entonces esta parte se canta como “sensation” en inglés y no como santo. Qué juego de palabras. Toda la canción le hacía justicia a su existencia. Por eso es que había pedido que se repitiese; tanto Rober como Adrián estuvieron de acuerdo.
Mi mente fue a escarbar a un lugar que poco conoce… o que conoce mucho –aún no lo decido– y concluí que aquella melodía debía rescatarse de algún lugar de mi subconsciente. Quise cantarla como si la conociera de toda la vida.
Trato de absorber la canción por todos los sentidos posibles. Se me va la respiración en momentos y trato de recuperar el aliento.
—¿Qué es esto, Adrián? –pregunto con inmensurable intriga.
Adrián encoge los hombros.
—La escuché por ahí –dice y yo quedo satisfecho con su respuesta.
¿Acaso había amado tanto la música como hasta ese momento? «No has escuchado ni la mitad de lo que escucharás en tu vida», me gritaba una voz interior mientras se intensificaba la canción que explotó mi mente.
«¿Cómo pasé la vida sin escuchar esto?», decía cada vez que Adrián se ponía creativo.
«Es que la mente de Adrián no tiene necesidad de ir a escarbar en su subconsciente para demostrar su creatividad», pienso y pongo los ojos en blanco. «Claro, es Adrián», remata mi voz interior.
—Me gusta la música y la coleccioné cuando estaba más chavo –platicó Adrián unas horas antes. «¿Y qué más no sé de Adrián? ¿Quién escucha esto? ¿De dónde sacas esta música?», pensé.
La música continuó durante más de dos horas. Me pareció justo llevar un registro para no olvidar el momento: allá afuera, la gente está enfermándose y muriendo a causa de una nueva epidemia por algo que llaman «coronavirus». Hemos estado usando cubrebocas y alejándonos de la gente por más de cinco meses.
Tuve miedo. Tuve miedo porque pensé que esta sería de las últimas veces que podría disfrutar la «normalidad» de una reunión con mis mejores amigos. Tuve miedo por no seguir vivos a los quince días de habernos visto, de no seguir vivos un mes después, al final del año o al año siguiente.
Sin querer, Adrián había llevado la cura perfecta para el miedo; de repente, decidí que si algún día había que tener miedo, que no sería hoy y que únicamente sentiría miedo cuando me alcanzara la certidumbre de la muerte.
De repente, fumé del cigarro que Adrián había hilvanado y que Rober había estrenado.
—¿Cómo te sientes? –quiso saber Adrián.
—Eufórico –contesté.
Tumblr media
«Carnaliens». Martes, 28 de enero de 2020. 0:23 h.
0 notes
cristiancarlos · 3 years
Text
Fotógrafo
Conocí a Adrián en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, ¿dónde más? La Facultad es como los mayas llamaban «el ombligo del mundo», pero en chairo.
—¿Vas para allá? –Me preguntó. Asentí y nos dirigimos a Metro Universidad. Los pastos de «Los Bigotes» aún no estaban cercados; fueron cercados por consumo y narcomenudeo, pero no había mayor peligro… para eso es C.U.: para ir a fumar mariguana en el cobijo de su autonomía.
Ese día, había estado tan desequilibrado como tantos otros días lo pasé en dicho campus. Si quería fumar mariguana, lo hubiese hecho en cualquier otro momento… y lo digo literalmente, como había venido haciendo desde hacía dos años.
Adrián es de los que juzga por juicio. Metajucio, si se prefiere.
La primera impresión que tomó de mí fue haberle rechazado lo que el pan a Cristo.
Rechazar el pan de alguien que murió por nosotros es herejía.
Pues Adrián no me pasó de hereje por haberle rechazado la pipa con mariguana que había encendido.
Si Jesús provocó—— Si Jesús probó a Moisés por 40 años en el desierto, Adrián probó 2 minutos mi paso por «Los Bigotes».
Igual que Moisés, no pude entrar a la tierra prometida de Adrián: no volvió a ofrecerme de su pan o de su tierra prometida ante la herejía de haberle dicho que no una vez. Una. Una sola.
No sé mucho de la palabra del Señor, pero sé que predica la salvación y la misericordia.
Hoy, somos buenos amigos. Me refiero a Adrián.
«No se puede servir a Dios y al Diablo», Mateo 6:24.
Tumblr media
Foto: Anónimo. Adrián con casco, «clicka» y un amigo. Colonia Roma, Ciudad de México. Miércoles, 11 de septiembre de 2019.
0 notes
cristiancarlos · 4 years
Text
Universo paralelo del 1º de agosto de 2019
Regresamos a las 10 de la noche:
Pienso en el bien común. Pero todos sabemos que, si esto continúa así, va a terminar en un desastre. Probemos el segundo universo en donde la respuesta es no.
—Está perfecto, (…) –censuro su nombre–. Yo hubiera hecho lo mismo.
Le contesto fingiendo desinterés.
Para que usted lo sepa, querido lector, advertido está en que este es un universo paralelo en donde la siguiente pregunta de mi contraparte no sucedió. Que no haya sucedido no quiere decir que, en nuestro plano terrenal haya sucedido exacta o mínimamente lo contrario. Aquí, simplemente no sucedió. Y no sucedió porque nadie se atrevía a cuestionarle pero… estamos frente a un universo paralelo de más de un año:
—¿De verdad? –me pregunta en esta ocasión. En ambos universos le sorprendió mi respuesta, pero sólo aquí tuvo curiosidad por qué.
Tengo la habilidad quitarme el rubor y palidecer mi cara. La habilidad de tensar los músculos de mi rostro a voluntad. A mantener los ojos abiertos por más de dos minutos sin parpadear. A clavar mi mirada en mi contraparte como queriendo absorberle el alma. A pesar de mis padecimientos oftálmicos, puedo ordenar a mis ojos –eso sí, por algunos segundos– que miren perfectamente por encima de mis gafas.
Estoy a la defensiva. Esto no es un juego de niños. Somos adultos, aclarémonoslo ambos para comportarnos como tales. Si eso requiere de fuerzas sobrehumanas, procuraré tenerlas para la primera parte de mi respuesta, la sincera, la que tuvo que haber existido en el plano terrenal.
Este mundo paralelo puede provocarme más asco y pena que el terrenal… igual le contesto, con una cadencia de voz más firme.
—No haría lo mismo –le aclaro.
—¿Entonces qué harías? –me reta.
—Madurar, (…) –censuro su nombre–, madurar. No tengo 14 años, (…) y, hasta donde tengo entendido, tú tampoco. Y no es que te lo diga yo, viene de un consejo que me dio mi amigo de toda la vida. Él tampoco tiene 14 años y tampoco tiene mi edad y mucho menos la tuya. Francisco es más joven que yo, por dos años, siete meses y veintiséis días, para ser precisos.
Sí, preparé mi discurso de antemano porque, aunque pudiera adelantarse, debía saber qué decirle. Debo admitir que subestimé la inteligencia de (…), pero haberse adelantado es un movimiento digno de jugador asiduo de ajedrez. (…)
Me trueno el cuello.
—¡Estás mal! –Se atreve a decirme, pero esta vez, no lo permito.
—No, (…) –le paro en seco–: eres tú quien está mal.
Me permito alzarme la voz, ya casi no queda nadie allá afuera que pueda escucharnos.
—¿Quieres que te diga cuántas cosas están mal contigo ahora mismo? –pregunto–. Me tiembla la boca por decírtelas, pero podemos empezar por esta.
—¡¿Qué está mal en esto?! –Me grita.
—¡Gritar, sabemos todos! –le contesto por encima de su voz–. Yo no vengo a discutir, vamos a tener una conversación, que para eso me llamaste, pero no va a ser la conversación que tú quieres escuchar. Esta vez no voy a dar paso a complacencias. ¿Qué acaso no estamos aquí por la sinceridad?
(…) se queda helado y él recupera su asiento. Quien tiene controlada la conversación soy yo.
Tumblr media
🔼 Mi frecuencia cardiaca fue elevándose conforme avanzaba mi conversación con (…). Desafortunadamente, mi Apple Watch no tiene acceso a datos de otros universos.
1 note · View note