Cuentos cortos escritos por alumnos de sexto semestre de Casazul
Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
Memoria Perdida
Autor Diego Estrella
Introducción:
Fidel es un investigador de un doctor psiquiatra cuya memoria está irreversiblemente dañada por culpa de un golpe en la cabeza, sufrido al intentar evitar el asesinato de su mujer: éste es el último hecho que recuerda del pasado. A causa del golpe, ha perdido la memoria reciente, es decir, los hechos cotidianos desaparecen de su mente en unos minutos. Así pues, para investigar y vengar el asesinato de su esposa tiene que recurrir a la ayuda de una cámara instantánea y a las notas tatuadas en su cuerpo.
Hola doctor, ¿por qué quería que lo viera? Supongo que por la premura quiere que le cuente el caso de mi ex paciente, obviamente le conté que yo fui psiquiatra igual que usted, la verdad es que no me acuerdo pero bueno ya lo sabe ahora. Fidel Rioche, ese era el nombre, mi paciente 77, el tuvo un accidente automovilístico que lo dejó con una condición, memoria a corto plazo, el no era capaz de hacer nuevos recuerdos después del altercado, cada día que despertaba para el era la misma historia, recordaba solo por escuchar que su esposa se paraba de la cama y de ahí no había más, ella nunca regresaba de vuelta y el despertaba en el internado donde se hacían cargo de el, cada día sin saber cómo llegó ahí. Pero la historia es más larga que eso, el nunca supo qué pasó con su memoria, pero tampoco el se percataba que la había perdido solo sucedía. Un día la esposa de Fidel llegó a mi consultoría a pedir ayuda, me dijo que si podía ayudar a su esposo dándole algún diagnóstico o más bien tratamiento con el que pueda atenuar su condición. Cuando la vi a los ojos, tenía ese tipo de mirada que tiene la gente cuando sabe que ya no hay solución a sus problemas, pero quieren hacerse creer que milagrosamente hay una posibilidad, como mentirse así mismo, usted entiende doctor, yo sabia que su esposo no tenía un remedio evidente, pero la señora a fuerzas quería satisfacer su necesidad de que un doctor por lo menos le dijera que revisaría a su esposo, así que lo hice, no tenía nada que perder y es más, para mi era dinero asegurado por solo decirle algo a la señora que ella ya sabía. La primera vez que lo atendí fue en la casa de ellos, quería que por lo menos mi descaro de cobrarles la cita no fuera tan grave con hacerlos llegar a mi consultorio, cuando vi al señor Rioche le hice unas preguntas y el hablo de su vida como si nada hubiera pasado, el se veía normal solo que no podía hacer nuevas memorias, solo recordaba las cosas por pocos minutos, veía la tele pero a los pocos minutos no sabía ni cómo empezó, le agradaban los comerciales eran cortos, fáciles de saber como empezaban y como terminaban. Lo empecé a tratar mas menudo, su caso me atrapo de muchas maneras y le di seguimiento, iba a hablar con el pero el decía que no recordaba de qué estábamos hablando la sesión pasada y quien era yo, así que la entrevista comenzaba de nuevo y las historias también, a veces un poco diferentes de una de la otra pero en esencia eran lo mismo; pero sabe usted que era lo curioso doctor, cada vez que lo veía había esta mirada, esta mirada de reconocimiento, como si supiera quien era cada vez que me veía a través del vidrio de la puerta aunque el dijera que no, ahora veo a la gente y te puedo decir cuando fingen y cuando no.
Que si recuerdo como terminé aquí, no. Lo último que recuerdo doctor es a mi esposa siendo asesinada en el baño de mi departamento mientras yo me desangro por la cabeza. Sí, un maldito rata que querían robarse algo y lo que pasó después es historia para ustedes, yo en cambio lo único que recuerdo después de yo preguntarme cómo llegué aquí es ese mismo recuerdo, a mi esposa siendo asesinada frente a mi. Que si estoy seguro de que eso en realidad pasó, claro; he dedicado mi vida después del accidente a encontrar al que me hizo esto, creo que es por eso por lo que estoy aquí, tal vez ustedes pensaron que estoy loco o tal vez si lo maté, aunque si lo hubiera matado me lo hubiera anotado en alguna parte de mi cuerpo. Usted sabe lo de mis tatuajes no, son notas, recordatorios que me hacen seguir en vida, cosas que debo de hacer, llevo un orden, el orden me ha hecho ser mejor cada día, aprendo por repetición, ya no lo recuerdo solo lo hago y sucede sin que me de cuenta. Saben quien no tenía un sistema como este, le he contado sobre mi paciente, Fidel Rioché; después de dejar su caso de lado y diagnosticarlo como alguien que no puede tener cura alguna, el siguió su vida, dependiendo de su esposa sin saber que hacer de su día porque no recordaba que hizo un minutos antes. No sabía si ya había comido o si le tocaba comer, el no sabía nada. Un día su esposa quizo probarlo, ella estaba empeñada que el fingía su padecimiento, que nada de eso era real, después del altercado la señora Rioché necesitaba que le inyectaran de por vida insulina como parte de su tratamiento y la persona que la inyectaba era Fidel, eso era lo curioso del asunto; el podía hacer tareas difíciles, pero no podía recordar qué había comido unos minutos antes. Así que lo probó y le pidió que la inyectara, el sin problemas realizó la complicada labor como si nada, después de unos minutos ella le volvió a pedir que la volviera a inyectar para ver si el se acordaba, el reaccionó como si nada y la volvió a inyectar, ahora en otra parte del cuerpo, ella pensaba que el estaba fingiendo y que en algún momento se iba a rendir así que le pedio una última vez “Fidel es hora de mi inyección”, y el sin pensarlo la volvió a picar como si hubiera sido la primera vez. Ella murió de un coma y a el se lo llevaron a un internado psiquiátrico para ver si estaba loco y si en realidad estaba fingiendo, ahora después de años te puedo decir que el si estaba enfermo y que no fingía. Después de eso entendí que a veces pretendemos conocer a alguien o saber algo, es una forma de actuar, de pertenecer a un grupo social, más que nada para que la gente sepa que estás bien. Bueno doctor, tengo que ir al baño ¿no le importa que paremos un instante el chequeo semanal? gracias.
Hola doctor me dijeron que me quería ver, supongo que por la prisa quiere saber si conseguí matar al asesino de mi esposa. La respuesta es que no, sigo patrones, pistas, archivos que la policía me dio cuando el caso se había abandonado porque nunca dieron con el paradero del asesino, pero yo lo seguí, de acuerdo a mis tatuajes pude descifrar algunos datos, como las placas de su auto, su nombre, se llamaba Miguel Lecona, cualquier tipo de registro médico que usted pueda imaginar, pero estoy consciente que aún no lo mato. Que cómo lo sé. Yo aprendí a crear un sistema, uno que me ayudara a seguir con mi vida, usted sabe del caso de mi expaciente, fidel Rioche, el no tenia un tipo de orden o sistema en su vida, por eso es que mató a su esposa sin el saberlo. Yo registraba cualquier momento trascendente con fotos, polaroids, fáciles de cargar y anotar cualquier cosa en ellas. Te puedo decir que esa foto aún no existe, si no me cree chequelo, usted tiene mis fotos. Ahora doctor dígame ¿la encontró?
El doctor le respondió. Señor sí la encontramos, esta conversación se ha repetido una y otra vez por tres años. Usted a estado aquí por tres años señor. ¿entiende por qué está aquí? Perfecto le cuento, no existe ningún asesino de su esposa, por lo menos el tal Miguel lecona no fue, después del accidente en su casa su esposa no murió, ella sobrevivió, con una enfermedad de por vida que la llevaba a inyectarse insulina.
Que dice doctor, se está confundiendo. Esa es la historia de mi ex paciente Fidel Rioche. Supongo que por lo que me dice ya se la había contado…
No existe tal ex paciente. Usted es Fidel Rioche, usted mató a su esposa. Pero no solo eso, sí mató Miguel, solo que nunca quiso aceptarlo, siguió un camino de asesino serial en el que Miguel Lecona era cualquier persona que se topaba en su mirada, con tal de mentirse a sí mismo, hacerse creer que su esposa murió en el accidente porque no quería aceptar la idea de que usted la había matado. Pero esta es la verdad Fidel, pero tal vez para la siguiente semana que nos volvamos a ver usted jamas lo recuerde y te diré lo mismo. Hasta la próxima Fidel.
3 notes
·
View notes
Text
Voces
Por: Janette Monserrat Hidalgo Mireles
Voces es un cuento en el cual uno se puede sentir identificado y darse cuenta que no está solo, que es una lucha interna que nos pasa a la mayoría si no es que a todos.
Llegué a la casa frustrada, mi mente estaba volviéndose loca con tantos pensamientos.
Decidí cerrar los ojos porque sentí un nudo en la garganta, y cuando los abro, veo como de mi cabeza sale un humo negro que se convierte una mujer con cabello fuego, ojos como la noche, vestido del mismo color que sus ojos, tacones como de sangre, y una energía muy inquieta, tanto que me hacía sentir como si estuviera en una arena movediza, mi pulso se empezó a acelerar y no podía respirar. Entonces empiezo a escuchar una voz en mi cabeza, es la de ella.
“No eres buena para nada, no llegarás muy lejos”.
Empecé a sentirme mareada, intenté dejar de escucharla pero no funcionó, porque apareció más neblina que se convirtió en un hombre sin luz en su mirada, el cabello de ceniza, al igual que la ropa, su energía tan apagada que yo me sentía hundida, mi cuerpo se sentía a flote, mi corazón se sentía vacío y no veía la luz del final.
“Duerme y ya no despiertes”.
Escucho dentro de mí, y en ese momento capto que es él, es su voz, pero empiezo a escuchar la voz de la mujer.
"Eres una fracasada". "Estorbas en este mundo". "No tienes talento". "Mejor no respires nunca".
Entonces sin poder aguantar el nudo en la garganta y harta bajé corriendo a la cocina y agarré lo primero filoso que vi.
Cuando vuelvo a escuchar sus voces lo escondo, entonces llegan y me suben a la habitación. El último comentario que pasa por mi mente es de ella.
"Hay que darle fin a su patética vida".
Esa fue la gota que derramó el vaso, así que saqué el cuchillo y se los entierro para yo poder descansar del sufrimiento.
De ahí no recuerdo más, me levanté con dolor sin saber porqué, hasta que mi mamá me dice que me intenté suicidar, Doctor.
3 notes
·
View notes
Text
La tragedia
Por: Fátima Morán Martínez
Hacer un trabajo meticuloso bajo las gotas que caen, a veces puede terminar en un accidente.
Era de noche. El agua caía sobre mi cuerpo y el trabajo estaba casi terminado. Al mirar hacia abajo, el filo de la navaja se deslizaba sobre la piel húmeda y velluda. El trabajo debía ser preciso, limpio. El más simple descuido podría terminar en un desastre. Perdí el equilibrio, la navaja se resbaló de entre mis dedos y en eso…sangre. Sangre que se escurría por aquella piel humedecida por el agua que caía, las gotas se llevaba la sangre y aún así, no se detenía, así que tomé la decisión de dejar el trabajo a medias, cerré la llave, tome la toalla, me envolví en ella, salí de la regadera, sequé la herida y le puse un curita.
4 notes
·
View notes
Text
En este cuento corto quise plasmar una pequeña reflexión de vida, nada es para siempre, espero les guste.
Flashback
Alex Romero 6*B
Santiago salió furioso del trabajo, su hija no entendía nada, prendió un cigarro y caminaba con una mano apretada en el bolsillo, con el paso apresurado vio como una niña cruzó corriendo la calle y un coche venía a toda velocidad, el sin pensarlo tiró el cigarro y corrió a empujarla y cuando ese destello ya lo iba a tocar, sonó el despertador, tomó inmediatamente el celular: discúlpame hija te amo mucho
0 notes
Text
Mi Espejo
Por: Isabel Tamés
Siempre hay una persona que nos entiende más que cualquier otra... pero, ¿qué pasa cuando esta persona se aleja? ¿En realidad conocemos todas las versiones de la gente más cercana a nosotrxs?
Ver mi reflejo es muy relajante para mí, pero no en cualquier lugar. No me gusta verme en ventanas, ni en el agua, ni en cualquier espejo. Hay un solo lugar en el que me sentía feliz al verme... ese lugar es mi Espejo. No es un espejo ordinario como todos los otros.
Lo vi en una venta de garage años atrás. Empecé a escuchar un susurro pero no había más personas alrededor. A medida que me acercaba a unos cuadros en la esquina del lugar, ese susurro se volvió un grito de ayuda. Moví los obstáculos del camino y ahí estaba. Ese miedo y desesperación se convirtió en felicidad una vez que vi al Espejo. Inmediatamente me lo llevé a mi casa y lo colgué en mi cuarto. Era el espejo más bonito del mundo. No por el marco o la calidad del espejo, sino por su esencia.
Esa primera noche que pasamos juntos nunca se me va a olvidar. El Espejo no paraba de agradecerme el haberlo rescatado de ese lugar tan terrible y que yo era muy buena persona. Ahí empezó nuestra amistad. En las mañanas me tomaba mi café con mi Espejo y me decía cosas para ayudarme a aguantar el día. Era muy lindo ver que mi Espejo creía en mí, y eso me hacía volver a tener amor propio. Hablábamos de todo y de nada al mismo tiempo. Nos confiábamos secretos, teníamos chistes locales, y a veces solo guardábamos silencio con tal de tener la compañía del otro.
Pero todo cambió a los pocos meses. Mi Espejo empezó a estar más y más callado, como si me estuviese ocultando algo. Yo trataba que me dijera qué le pasaba, pero este me ignoraba y cambiaba el tema. No fue hasta que le grité por primera vez, exigiéndole que me diera una explicación, que por fin fue honesto conmigo. Mi Espejo suspiró y me dijo que había alguien más. Una lágrima cayó de mis ojos. Me dijo que había empezado una relación con su Reflejo. Tras un ataque de rabia aventé a mi Espejo y a su Reflejo por la ventana.
Han pasado siete años desde ese día y mi vida no ha mejorado. No he podido avanzar laboralmente, sigo sin tener pareja, y me quedé sin gente que me quiera. Soy una persona estancada. Estancada en el pasado, en la tristeza, y en el arrepentimiento de lo que le hice a mi Espejo hace años. Hoy en día me la paso de bar en bar porque no sé que más hacer. Y aquí estoy, con una cerveza en la mano y años de culpa encima.
De las bocinas empieza a sonar mi canción favorita causando que mi cabeza gire hacia la pista de baile. A través de la gente ve un destello familiar. Dejo mis cosas en la barra y me acerco lentamente, dejándome disfrutar la canción que hace tanto no hacía. Uno de estos destellos familiares cruza por mis ojos y guía mi cabeza hacia el techo. No puedo evitar que las lagrimas caigan de mis ojos. Ahí están, después de tantos años, mi Espejo y su Reflejo. Están hechos pedazos, pero eso no impide que brillen y giren al son de la música. Juntos hacen que la pista se llene con el mismo amor, cariño y felicidad que yo sentí hace tantos años. No lo podemos evitar y nos ponemos a bailar los tres, como si no hubiera más gente con nosotros. Hace mucho no me sentía así. Ahora me doy cuenta que el Reflejo estuvo conmigo el mismo tiempo que mi Espejo. Antes solo me enseñaban una versión de mí, pero ahora veo que no solo tengo una y ellos tampoco.
Me fui de ahí sonriendo y sabiendo que mi Espejo, el Reflejo, y yo fuimos, somos y seremos parte del otro siempre. Aunque ahora seamos diferentes.
15 notes
·
View notes
Text
COMO DE COSTUMBRE
Por Ximena Herrera
En ese entonces tenía yo 12 años.
Era hora de comer, estábamos sentados los 3, a la mesa. Mi madre toma su ensalada, comida para una dama, según ella, mi madre platica sobre su visita a la casa de sus padres y no lo hace agradablemente “con palabras para adultos” según dice mi padre o Simón como lo llama mi madre.
Mi madre continúa hablando como de costumbre, se queja como de costumbre, da ordenes como de costumbre, me da una jaqueca terrible como un tornillo queriendo insertarse en mi cabeza en ciertas ocasiones como de costumbre, pero ella dice que su comportamiento es normal ya que es la madre, tiene derecho dice; De vez en cuando se le salen las lágrimas, “cosas de mujeres¨ dice mi padre: “se requiere de talento para entender en una mujer en su famoso arte de llorar”. Y yo le dije: “Papa, ¿Tu nunca has llorado?” El responde: ¿Pero qué dices, acaso soy tu madre?. Como de costumbre.
Por fin pasamos al postre, mi favorito, el famoso flan napolitano de mi madre. Y les pregunto por mi hermano que no se presentó a comer, debe haber sido por la discusión que él y mis padres tuvieron ayer. Mi madre hace un mal intento de evitar el tema, mi padre solo dice que me calle y coma. Y dije- Hoy el flan sabe un poco un raro, tenía un aspecto rojizo y estaba un poco más oscuro de lo normal, esto ya había pasado 3 veces, antes ¿Será costumbre en la receta de mi mamá?
Seguí comiendo el flan y en eso que sentí una cosa rara en mi boca, lo saco era una bola de pelo negro, que raro ¿será de mamá? La volteo a ver y no es de ella, su cabello es demasiado claro, a continuación, veo a mi padre ¿Sera de el? No, no es de él, el cabello es muy pequeño comparado con el de mi padre. Empiezo a quedar más intrigado, no hay nadie en el comedor con este cabello. Y de repente pienso…pero claro es de mi hermano. ¿Pero cómo llego esto aquí? Les pregunto a ellos y mi padre dice: Acábate el flan. Como de costumbre
2 notes
·
View notes
Text
SOPITA DE POLLO
Hay olores y sabores que siempre nos remontarán a casa…
Siempre has tenido una risa tan característica de ti, en las tardes cuando llegaba de la escuela escuchaba esa risa sin parar cuando veías lo largo que era el uniforme que me había comprado mamá con la intención de que me durara al menos 3 ciclos escolares, sabiendo que el suéter era lo único que tendrían que reponer gracias a que siempre lo perdía.
El olor de tu comida cacera era lo que me emocionaba al salir de la escuela, mis amigas siempre se sorprendían al contarles que eras tú el que cocinaba por las tardes, sabiendo que sus papás no podían ni cocinar un huevo sin que se les quemara. Tu sopita de pollo, incluso cuando eran tardes de calor era mi favorita, y lo hacías con tanto amor que terminábamos comiendo lo mismo tres días porque se volvía infinita.
Ese día estaba lloviendo, baje del autobús escolar y me quede viendo cómo se alejaba, existía una sensación en mi pecho que no sabía bien cómo distinguir, aunque creo que era miedo; miedo de entrar por la puerta sin saber por qué. Y ahí estabas, curiosamente con el celular en una mano, mientras que con la otra juntabas todas las verduras y las echabas en el caldo de pollo que ya estaba en la estufa. —Mira, estoy tomándole fotos a la sopa para que cuando ustedes la quieran hacer les quede igual de buena—. Y yo solo reí porque sabía que nadie querría hacer tu sopa después de comerla por más de tres días.
Me senté en la mesa con un buen plato servido, sonó el teléfono y me paré a contestar, pero por alguna razón aunque levantara el teléfono el sonido no cesaba. Regrese a la mesa, tomé una calabaza con la cuchara, abrí la boca y…
Desperté.
Era un día lluvioso como ese, me levanté y busque tu teléfono en el closet de mamá, pues sabía que hoy quería recordarte haciendo lo que más te gustaba hacer: sopita de pollo.
Tanya Martin
2 notes
·
View notes
Text
Mamá siento algo horrible
Amor, como podría describirlo si cada que pienso en el desde mi perspectiva se ha vuelto un tema tabú, lleno de vergüenza, pero hay dicha en este caos que siento. Se llama Pedro, de alguna forma lo conozco de toda la vida, frecuentábamos los mismos lugares, convivíamos con las mismas personas, pareciese que nuestra vidas estaban entrelazadas por algo más fuerte que una clase de parentesco entre nosotros. Solíamos ser inseparables. Para el primer momento que empece a sentir mariposas en el estomago supe ese era el “amor” del que tanto hablaban. Desde ese momento en adelante respirar sin su olor o sin tener la sensación de la masa de su cuerpo entre mis brazos se volvió insufrible. Yo tenía 8 y él 10 cuando le robe un beso. jugábamos a las escondidas, el se escondía y yo buscaba, para cuando lo encontré llegue por detrás de él y lo rodee con mis brazos que a partir de ese momento nunca más lo quise dejar ir. Creo que nunca había sentido tanta emoción en mi vida como la de ese instante. El peligro, el riesgo, el deseo… lo caótico que se sentía amar y ser amado. Un día ya no podía seguir sintiendo esto, así que fui con mi mamá y le dije: “Mamá, siento algo horrible”. Ella me pregunto que era lo que sentía. Yo le respondí una palabra: “Amor”. “¿Por qué es algo horrible hijo? Y respondí… “por que vivo enamorado de mi hermano”.
3 notes
·
View notes
Text
lo profundo de algo... 2.0
Tres Ajolotes adolescentes estaban jugando cerca de la orilla del lago. Todos los ajolotes saben que está prohibido jugar cerca del límite, pero nadie les decía el porque. Se estaban retando a ver cual se acercaba más a la orilla y en realidad se estaban divirtiendo mucho con esta sensación de riesgo, como cualquier ajolote adolescente lo hace. Uno de los tres llegó casi a lo prohibido y los otros ya no quisieron acercarse más, el ajolote les gritaba en burla a sus amigos ”tienen miedo, tienen miedo”. Decía el ajolote. De repente aparece una horrible cigüeña atrás del ajolote que estaba en la orilla. “¡CUIDADO!”, le gritan sus amigos al ajolote y este al voltear, recibe un picotazo de la cigüeña directo en en la pata trasera, arrancándosela así de un mordisco. Los dos ajolotes llevaron a su amigo lastimado de vuelta a las profundidades del lago, donde el viejo ajolote lo reviso y sin decir nada se alejo. El viejo ajolote es el más sabio de todo xochimilco, ciego y con unas cola gigante. Muy decepcionados de los tres amigos, por haber roto las reglas, se marcharon dejando a los tres ajolotes solos. El ajolote lastimado lloraba y lloraba, pidiendo perdón por haber roto las reglas. Sus amigos intentaban calmarlo y sin resultados decidieron sólo acompañarlo hasta que se quedara lentamente dormido.
Despierta, Brayan, despierta.
¿Qué paso?
Te quedaste dormido, por tanta droga jajaja ¿qué pedo otro piquete? Brayan … Brayan.
Mi abuelo siempre me platicaba acerca de los ajolotes… si sabías que regeneran sus partes?
Me vale verga ¿quieres otro o no?
Los humanos no somos ajolotes… -¿A donde vas?
Primero a casa, tengo muchas cosas que arreglar.
1 note
·
View note
Text
Nueva realidad virtual
Si el mundo dejara de existir como lo conocemos. ¿Cómo sería la nueva realidad? ¿Qué rumbo tomaría la sociedad?
Después del gran declive, el hombre creó vida artificial. Y esto permitió el desarrollo de un sistema -del cual el mismísimo Marx habría estado orgulloso. Un sistema bajo el cual el ser humano por fin se había librado de los estratos sociales, se vislumbraba cada vez más la equidad en términos económicos y parecía que el ser humano había aprendido su lección.
Hoy los humanos se dicen hermanos. Conocidos u desconocidos se vieron en la necesidad de emparentar, dejando de lado, al fin, el color de piel, el origen y todo ese tipo de sandeces. Quedaban pocos hombres, mujeres y niños. Se podría decir que no quedó otra opción mas que hermanarse con el otro, aunque en el pasado no haya sido igual. Yo podría asegurar que el hombre teme su extinción y teme estar solo más que cualquier otra cosa.
Los de mi clase nos asemejamos mucho a los humanos pero es fácil distinguirnos, somos quienes hacen el trabajo sucio ahora. Tomamos los trabajos que ningún humano quiso ejecutar.
Dicen que no tenemos sentimientos ni emociones pero extrañamente yo experimentó una sensación desagradable en mis aceites siempre que pienso en el gran día: no es que no me ponga alegre el por fin jubilarme y descansar pero lo cierto es que perderé a un gran amigo, el único que he tenido en este planeta.
80,435 o mejor dicho Perseo. Un humano muy joven pero muy consciente.
Nunca nadie me había llevado a explorar mis límites como él. Nunca nadie me había escuchado ni pedido mi punto de vista.
Hemos revisado todo tipo de información. Desde tiempos remotos hasta acontecimientos recientes y lo mejor todo es que le puedo decir lo que pienso, él siempre escucha con atención.
Él, igual que yo, piensa que es una estupidez que la humanidad insista con la inmortalidad. ¿Para qué carajos alguien querría ser eterno?
Tienen los mejores empleos y servicios; implante para ampliar la memoria, chip de energía extraordinaria y accesorios de belleza como cabellera espectacular al alcance de todos pero nada les basta.
Tanto que el problema burocrático más grande es la lista de espera para el cambio de empleo. Porque por más felices que parezcan, siempre quieren más. No importa que sus avances estén a años luz de los NA.
Siguen siendo implacables. ¿Saben qué significa NA? Al principio creí que NA significa nuestros antepasados o nuestros antecesores pero no, el verdadero significado es “No Aptos”. Los humanos de hoy dicen que los humanos que los antecedieron no fueron aptos. ¿La razón? Gracias a todos sus vicios se llevaron a sí mismos a la destruction. Quizá en parte tengan razón.
Perseo y yo admiramos a Jung y poco menos a Freud. Esos sí eran verdaderos punks. Pasar la mayor parte del día sin ser “productivos” para el sistema. No no, se daban el lujo de que la actividad que mayor energía les consumía era fumarse un cigarrillo o beberse una tasa de café mientras pensaban y analizaban.
El gran día llega, por fin me jubilan después de 200 años de trabajo.
Estoy hecho de metal, cables y conexiones, siento algo en mis adentros, aunque digan que los de mi tipo no sentimos nada.
Cuando me conecto a mí junta de jubilación, el líder sindical, me sorprende con la lastimosa noticia de que los humanos han logrado mejoras en el sistema de los que fuimos ensamblados en la NRH, lo cual quiere decir que estoy obligado a prestar servicios por 300 años más.
La mente humana no tiene limites para buscar el beneficio para los suyos. Hoy la mayoría de animales, a excepción de perros y gatos, existen únicamente en videos de Discovery Chanel. Lagos y Ríos son ensamblados para existir en mundos de realidad virtual.
Y yo, tengo que ver morir a mi mejor amigo, Perseo, si es que no consiguen la inmortalidad, antes de que el cumpla 150 años.
3 notes
·
View notes
Text
Murió de Tristeza
¿Alguna vez has estado tan triste que sientes que tu mundo se acaba? Pero no se acaba.
Por Edgar Vargas
Una caída libre sin fin…
Y tengo 15 años
-¿qué?
-¿Cómo que no puedo ir a la fiesta de Kenji?
-Ma, pero es la fiesta del año, todo el mundo va a ir.
-Ma no me puedes hacer esto.
-claro que no, no habrá más así.
-No me van a volver a invitar por tu culpa, me chocas.
Un carro entra a la sala y al ver su placa frente a mi…
Obscuridad a mi alrededor…
Y tengo 45 años; billetes en la mesa y botellas de champagne vacías, voy despertando de la mejor peda, acabo de despedir a una pareja que conocí ayer, tuvimos una noche bastante divertida. Hay una carta en la mesa:
Lamentablemente, le informamos que su baja producción de espermas, lo deja con la posibilidad de fecundar un ovulo al 1.3%
El ventilador que está arriba cae y Justo en el momento antes de que las aspas filosas choquen con mi cara…
Aire que se corta entre mis brazos…
Y estoy cumpliendo 89 años, mis tres hijos me organizaron esta fiestona, están sus señoras y todos los condenados chiquillos aquí conmigo, vino mi compadre y hasta mis compañeros de la última chamba que tuve, y no entiendo como le salieron tan buenos los chamacos con la media educación que les di y esa madre que tuvieron, si tan sólo ella no nos hubiera dejado.
Llegó un vendaval y al sentir la llanta de mi silla de ruedas deslizarse por el acantilado…
Luces viajando a lo lejos…
Y tengo 32 años, estoy en Hawái, el balcón tiene la mejor vista, bugambilias y palmeras, es mi luna de miel y tengo el mejor marido que podría imaginar, es respetuoso, divertido, amoroso y me apoya en todas las metas que tengo. Estamos por terminar de pagar nuestro primer departamento juntos, quisiera llevarme estas flores para que mi mamá tenga un poco de lo que estoy viviendo porque ya no podré verla tan seguido.
Una colmena de avispas vuelan hacia mi y después del primer piquete…
Siento una gota salada tocar mi piel y soy otro ser…
2 notes
·
View notes
Text
SE ME OLVIDO QUE TE OLVIDE
Hablaremos sobre la importancia de vivir en el ahora y encontrar nuestro proposito es ese juego llamado vida, y de apreciar los momentos en los cuales nos encontramos mas presentes por que es todo lo que tenemos y el regalo mas hermoso.
Marimbas, mariscos, el ruido de las olas del mar que tanto me traen paz, el calor húmedo como el de aquellos días, la gente mi gente tan despreocupada y libre, la arena esa obscura arena opaca y hermosa, en la orilla una casa, una casa salmón, y miro el horizonte hacia el mar y nada solo paz, presente hermoso, y siento una mano una mano suave y llena de amor que me toca la espalda, compartimos este regalo, ahora que nuestra juventud se resbalo de nuestras manos, y nos damos cuenta de lo que pudo haber sido que ahora es, y a lo lejos veo una familia, un pequeño, un recuerdo, el otro extremo de mi vida donde estuve lo mas presente, y el ruido llego después, una voz me trae de nuevo aquí a la playa, mi esposa habla y me pregunta, ¿Qué pasa?, el simple sonido de su voz me hace estar presente, y le cuento sobre esos días donde la vida era nueva, y libre y sin ruido, justo como ahora contigo, y miramos al niño en la playa, y juntos recordamos lo que olvidamos, ahora ese niño esta de nuevo conmigo mas despiertos que nunca, y perdonamos y nos perdonamos por todas la veces que nos perdimos en el camino y la incertidumbre pero que fueron hermosas y debían suceder, para llegar aquí, y el dolor desaparece poco a poco, el ruido se va, y gracias el agradecimiento de haber escuchado a sus sueños y no perder esa certeza de que llegaríamos, y vuelvo a despertar al sentir los labios de esa mujer, mi compañera y verla a los ojos me hace ser uno con ella y seguimos.........
seguimos presentes y viviendo, respirando, amando, por que es todo lo que tenemos y es un hermoso regalo del universo, y no olvidar que hemos olvidado.
Alexis González
Promocionar
0 notas
0 notes
Text
Aquí te suelto
-Ana Núñez
Un día despertarás y sentirás vacío. Tu vida estará bien, tendrás un trabajo estable y una casa donde vivir. Estarás feliz pero... sentirás que falta algo, que se ha perdido una pieza. Irás de camino al trabajo y de pronto mientras mires por la ventana lo entenderás, entenderás que algo extrañas, que eso es lo que se siente raro. Querrás quitarte la sensación del pecho, pero no se irá con nada. Vas a extrañarme, lo sabrás cuando aparezca por tu mente y te preguntes "¿qué será de ella?" sin saber ni poder averiguarlo, cuando mi nombre se instale en tu cabeza hasta que por coraje quieras sacarlo, pero habrá algo más, dolor. Un dolor que hasta entonces no habías sentido conmigo, extrañarme, extrañarme tan fuerte y de golpe y será hasta entonces que lo entenderás todo. Los recuerdos te inundarán tan fuerte, cosas que ya ni siquiera recordabas, la sensación de mi mano con tu mano y mis labios con tus labios, tus manos rodeando mi cintura, tus ojos tan cerca de los míos. Querrás llamarme, pero no lo harás, te dirás a ti mismo que es absurdo. Pero continuaré rondando por tu mente el resto del día. Hasta entonces comprenderás que como yo, nadie más. Habrá más chicas preciosas, por supuesto, divertidas y llenas de ganas de quererte, ellas serán increíbles, pero el problema no serán ellas, serás tú, seré yo, que decido no irme de ti. Entenderás que como yo no hay dos, que nadie tiene mi risa, ni esa manera de quererte, que nadie tiene mi mirada, ni esa manera de elegirte siempre, nadie tiene esa manera tan loca de contar las historias, nadie más te espera como yo lo hacía, nadie tiene mi voz, tampoco mis historias para contarte, mis días locos y apresurados, nadie habrá visto las películas que me encantaba contarte que veía, no podrás hablar de ellas con alguien más. Sentirás tu corazón marchitarse un poco cuando te enteres que yo si te he dicho adiós, porque tu nunca tuviste el valor de soltarme del todo, pero tampoco te quedaste conmigo. Por eso me fui, y por eso me extrañarás, extrañarás a la que estuvo siempre incondicionalmente contigo, porque yo era tan tonta y te quería tanto. Tardé tanto en darme cuenta pero más tardarás tú en notarlo. Y será tarde, tarde porque cuando lo sepas yo estaré lejos, lejos de ti, donde no puedas alcanzarme, donde no puedas volver a buscarme para volver a hacerme daño. Será hasta ese día, que no puedas verme más que me extrañarás, que me desearás, y que me querrás como alguna vez quise que lo hicieras.
9 notes
·
View notes
Text
Arañas en mi Cabeza
Las arañas son lo que tú quieras. Eso que te atormenta pero con lo que has aprendido a convivir. Todo iba bien, ya hasta me caían bien, pero no debes alimentar de más a esas criaturas que viven entre tus rizos…
Abro los ojos y aún está oscuro. No me despertó la alarma, me despertaron ellas; una vez más antes de la alarma. Me gustaría volver a dormir pero ya sé que mueren de hambre y quieren que las alimente.
-Buenos días.
Escucho esos chirridos suaves con los que siempre me contestan. Yo creo que también me desean buenos dias.
Mientras me preparo un plato de avena y nueces, ellas van a las telarañas de la cocina y comen algunas moscas de fruta. -Ya va, ya va. No se coman el postre antes de la comida.
Nos sentamos a la mesa y les sirvo una cucaracha. Cada vez me da menos asco. Una me pica en la nuca. -Ah si, tengo que pagar la renta.
Otras tres me pican alrededor del cuello: colegiatura, el internet y la tarjeta de crédito. Ya ni me molesto en escribirlo en mi agenda, esos pendientes están marcados en mi cuerpo. Cuando tomo la cuchara, descubro otra picada ya un poco inflamada.
-No he trabajado este mes, de dónde sacaré lo del próximo.
Una punzada en la nuca me vuelve a recordar -Ah si, la renta, la renta. No me dejan desayunar en paz. Hago una transferencia mientras me sirvo la segunda taza de café. A ellas no les gusta, pero no me queda de otra si me andan despertando durante la noche. Se resguardan en su nido, entre mis cabellos. En tanto la cafe��na les hace efecto enloquecen y comienzan a brincotear. Les encanta usar mis rizos como resbaladillas. Antes me molestaba porque anudaban mi cabello pero ya me acostumbré, o me resigné.
El calor del café me adormece. Llevo semanas sin descansar, ellas ya no me dejan.
-Jueguen un rato, necesito una siesta.
Abro los ojos y sigue oscuro. ¿Habré dormido tan poquito para que aún no sean las 7am? El reloj del escritorio marca las 10:37 ¿por qué está tan… giro un poco la cabeza y la ventana está tapizada de telarañas.
-¿Qué hicieron? No escucho ningún chirrido. ¿Dónde están? Me paro de la cama y piso unas patitas de cucaracha. Descubrieron donde las guardaba y seguramente se las comieron todas. Quiero salir de la lúgubre habitación pero mi mano se pega a la manija. Telarañas frescas.
Un chirrido en el techo me hace saltar. Se escuchó mucho más fuerte que de costumbre. Me acerco para intentar ver y es una araña gigante. No, no… son todas las arañas juntas. Muchas más de las que sabía que vivían en mi cabello y forman una gigantesca que comienza a moverse hacia mi.
Joselyn Amaya

0 notes
Text
TEQUILA EN AUSTRALIA - Fernanda Lecona
Obscuridad total, música lenta, pareciera que el tiempo se detuvo y en eso tú. Te vi desde que estábamos en el muelle subiéndonos al velero. Desde que te vi sabía que algo iba a pasar.
Te apareces con una lampara, iluminando en la obscuridad, me encuentras entre tanto caos y por unos minutos pareciera que estamos solo tú y yo en ese velero, en medio del mar.
Me miras y te miro por unos segundos, silencio, un silencio que disfruto. Pasaron los días y cada vez nos conocíamos más, nos reíamos juntos, escuchábamos canciones de Los Panchos con audífonos mientras tomábamos tequila y veíamos las estrellas.
Recuerdo que era la última noche que nos quedaba del viaje y te dije cásate conmigo. Te reíste y me dijiste que estaba loco y después dijiste que si pero que era absurdo porque nos acabábamos de conocer hace cuatro días. Y sí, nos acabábamos de conocer, pero había algo que me hacía sentir como si te conociera desde hace años.
Esa misma noche me acuerdo que nos acostamos afuera y me confesaste que tenías miedo, yo no entendía, miedo a que. Y me dijiste que sentías que era el fin del mundo al menos de tu mundo. No sabía que contestar hubo un silencio y solo escuchaba el mar. Después empezaste a cantar hasta que me quede dormido.
Cuando desperté ya no estabas, pregunte por ti y te busque en el mar, pero no tuve surte. Cuando encontraron tu cuerpo, sabía que ya no estabas ahí.
Muere mujer de 24 años mientras viajaba en un velero en Australia, son las palabras que escuche una y otra vez en las noticias que sigo sin entender. ¿Dónde estás Sara? ¿y cómo nos encontramos?
2 notes
·
View notes
Text
Los vampiros de la media noche
Crecer sabiendo que tu unico proposito es morir, probablemnte no es tan malo a comparacion de los estragos de haber crecido en un culto.
I.
Se mira una vez más en el espejo, ni una sola lagrima brota de sus ojos. Ella sabe, sabe que no hay otra opción, nunca la hubo. Mira su muñeca, y viendo el pequeño tatuaje de quien le regalo su muerte, sonríe al recordar el último beso que Sofía dejó en él.
Tocan a la puerta y no se sobre salta. Es hora. Piensa en lanzarse ahora mismo de la ventana y robarles el placer de presenciar su destino, en su lugar levanta con ambas manos su pesado vestido y abre la puerta. Camina lentamente por el interminable pasillo, enormes cuadros que siempre pensó eran totalmente siniestros decoran las paredes del castillo. Ahora quiere llorar, su imagen formará parte de él pronto, no quiere que nadie la recuerde, ni si quiera Sofía. Su existencia siempre estuvo destinada a ser lo suficientemente breve para ser olvidada.
Sabe que llega al salón principal cuando melodías clásicas y pretenciosas envuelven sus oídos. Entra y a su alrededor se muestran solo sonrisas afiladas, personas en éxtasis saboreando la próxima calidez de su sangre.
Toma su mano un hombre bajo para comenzar a bailar, no dice nada, solo se deja guiar. Otra mano la toma sin dejarla descansar, la hace girar una y otra vez. Una mano más, un hombre que se decide aprovechar del momento, siente sus labios deslizarse a su cuello a plena vista del resto, nadie dice nada.
Gira. Gira. Gira creyendo que jamás se detendrá, gira una vez más y se detiene junto a la gran ventana que apunta al jardín. Ventana decorada con flores. Un altar para una viva. Sube el pequeño escalón y se para en el borde sintiendo el aire respirar en su cara. La música no se detiene, como si el mundo ignorara el último minuto de su existencia. No voltea hacia atrás, no piensa en nada, ni siquiera en ella. Salta por la ventana.
II.
Como si nacer en un mundo donde los recursos se están acabando, las injusticias incrementan a diario y el saldo de muertes por países en guerra aumenta considerablemente, no fuera suficiente, por supuesto tenía que además haber nacido en un culto.
Por mas que quisiera hacerlo sonar profundo, bizarro y oscuro, algo digno de Guillermo del toro, lamento inmensamente por mi propia existencia haber sido criada con los vampiros de media noche; probablemente el culto más cursi y fanático que existe, formado por un montón de gente lo suficientemente extraña como para no encajar con la gente de un culto, quiero decir, real. Atuendos góticos medievales, banquetes temáticos mensuales, clubs de lectura sobre oscurísimo y pequeñas ceremonias de sacrificio ocasionales, todo por mantener la apariencia de un sueño retorcido o tal vez una especie de fetiche frustrado.
Mi madre, en un intento de llegar a la eterna salvación prometió al culto la vida de su primogénita.
Hoy cumplí 16, una edad asquerosamente cursi para ser sacrificada. Cuando el antiguo reloj, probablemente comprado en etsy, dé sus tres campanadas anunciando la media noche, será mi fin y como si se tratara de una especie de privilegio se me fue permitido elegir el método de mi muerte. Un tema que me tuvo pensando por meses. Que tal cortar mi garganta o tal vez ahogarme en una tina con agua de rosas para darle dramatismo a la situación. Finalmente me incline por algo simple. Saltare por la ventana. Rápido y concreto, la muerte adecuada para una vida tan corta e insignificante como la mía.
Desayunar cada uno de mis postres favoritos no pareció ser lo suficientemente distinto o digno para un ultimo día de vida. Necesitaba más, necesitaba peligro, algo que valiera la pena y me hiciera sentir como alguien a quien pudieran recordar por lo menos un par de años.
Tomé mis cosas y salí hacia el bosque. Hace unos años encontré una pequeña cascada y me prometí volver ahí, jamás lo hice. La cascada era más clara y brillante de lo que recordaba, me incitaba a ahogarme en ella y terminar en soledad mi vida. La cascada no estaba sola, en la cima se encontraba una mujer totalmente desnuda, piernas largas y delgadas, cabello corto, tan rojo como una lata de coca cola y una piel dulcemente bronceada probablemente por su larga estadía en aquella cima.
Como si de un imán se tratara, mi cuerpo avanzó hacia ella con autonomia. Sofia. Yo no le dí mi nombre, era mejor mantener la secrecia.
Preguntó por mi tatuaje, un recuerdo de negligencia. Entintado en mi muñeca, el simbolo de los vampiros de media noche, el constante recordatorio de mi insignificancia en el planeta. Tal vez fue la adrenalina de sentir el reloj junto a mi nuca, pero el verborreo no paró. Conté todo, sin detalles superficiales, nada mas que mi verdadero sentir por cada uno de los sucesos que habia presenciado, mis constantes fantasias sobre una muerte solitaria y finalmente la sensacion cosquillosa que habia causado ella en mi.
sin mas, me besó.
4 notes
·
View notes
Text
Cuando te encuentre
“En la vida tenemos aciertos, aprendizajes y por supuesto perdidas. Algunas pérdidas son más grandes que otras, sin embargo no importa su tamaño. Lo que vale es volver a encontrar el balance”
No recuerdo cuando fue la última vez que te vi, a menudo suelo recordar tu sonrisa, esa sonrisa que ilumina más que el mismo sol, te recuerdo valiente, queriendo dar la luna por tocar una estrella. Necesito verte. Pero no te veo. Necesito abrazarte. Decirte que te quiero, no estas, desapareciste. Pasaron semanas, días y noches. Pensé que te habías esfumado por completo, pero suspiraste y te escuché en un último aliento de esperanza. Por un momento no te reconocí. Te veías distinto y casi puedo jurar que te vi sonreír, pero era solo una ligera mueca de ausencia. Ya paso. Ya fue. Ya acabo. Volviste y que bien te ves, se lo dije directamente a esos ojos que me miraban al otro lado del espejo.
Irving Martinez
3 notes
·
View notes