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weberb‌:

“El mío es de limón” Un gusto peculiar y que probablemente muy pocos coincidirían, pero a ella le encantaba. “No sé si te gusta ese sabor, pero en todo caso podríamos compartirlo” Sugirió, por si acaso. “Y esté,” Extendió el cono extra hacía la de habrás castañas. No pretendía adquirir dos helados cuando recorrió su camino hacía la tienda, mas estos se hallaban en oferta y, bueno, la glotonería la impulsó a gastar de más (la glotonería y los nervios, por supuesto). Sin embargo, durante su regreso, se percato que no podía comer los dos ni aunque quisiera. “es de crema de cielo” Su segundo sabor favorito. “Lo puedo cambiar pero preferiría que no, podría empezar a derretirse en cualquier momento” Anticipó en eso que sus orbes claros inspeccionaban el helado con detenimiento.

Sus labios se mantuvieron en una fina línea, pensativa, como si aquella decisión fuera una que cambiaría su vida.  Opta por decir que sí con un mohín cercano a una sonrisa, tenía la garganta demasiado seca, incluso pensaba que estaba apunto de enfermarse pero sería demasiada mala suerte para una simple semana. “gracias” soltó por fin con la punta de su nariz arrugada, estiró su mano y de nuevo el silencio sentenció la escena. Contrario a lo que podía percibir de la portadora mirada glaciar, su estómago se cerraba por completo cuando los nervios se hacían presentes. Le gustaría tener su misma agilidad pero a sus veintisiete años, algunas cosas no iban a cambiar de un día para el otro pero intentar no estaba mal. Le da una rápida probada, nunca había probado ese sabor por lo que degusta por un rato y la segunda oportunidad que le da confirma su veredicto. “no te preocupes, sabe bien” le aclara con una pequeña sonrisa. “¿cómo es tu nombre, por cierto? creo que te vi antes” y esa resolución tenía con todos los rostros que pasaban, cada uno de ellos despertaba una sensación extraña.

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luciennsc‌:

    —Lo que es un martirio para unos puede ser una bendición para otros.— Concordó, aún cuando no dimensionaba de igual manera las palabras ajenas, su conocimiento del mundo parecía haberse visto limitado, frenado por sí mismo y una mala fortuna (quizá auto-concebida) que no le dejaba avanzar ni ver más allá del camino propio. —Oh, la mía definitivamente de nacimiento. La noche que nací hubo una tormenta enorme en Bucarest, los cielos se abrieron y la luz artificial se apagó. Fue caótico.— Pero mentía, claro. No había registro alguno del niño que fue Lucien antes de que personas sin una pizca de relación sanguínea le otorgasen ese nombre; ni siquiera sabía si había nacido, efectivamente, en la capital de Rumania, o si es que había visto los primeros segundos de este mundo en algún rural lugar más al norte o al sur de aquella ciudad. Intuía que su madre había muerto al parto, eso le había mencionado una de las gitanas más ancianas con quienes viajó algunos años de su vida temprana, en tanto le enseñaba a leer las palmas de su mano, y qué mejor ejemplo que partir por la propia, conociendo más de su pasado a través de algo tan cercano que ir preguntando de comisaría a comisaría, hospital por hospital. Y si su madre había muerto por su culpa, ¿no era esa una premonición suficiente de que su vida iba a ser una condena? —Lo lamento.— Musitó, alejándose levemente de Ceilidh, mientras sus ágiles dedos terminaban aquella tarea tan conocida con la rapidez misma de un artesano. —¿Estás dejándolo o algo?— Por su parte, encendió el tabaco. —Porque me parece el peor momento para hacerlo.—

“Exacto” su índice lo apunta por unos ínfimos segundos y luego vuelve a la misma postura de antes. Cuando tuvo la oportunidad de ir a la Universidad y conocer un nuevo mundo (por unos años) tuvo la gran sorpresa de ver que no todo estaba tan apagado como lo creía. Se tentó a quedarse en Munich pero la demanda laboral no era tan grande, y todo parecía llevarla de nuevo a donde comenzó. Quizás si estaban malditos, pensó, pero tenía mucho para apostar, no quería dejarse llevar por los sucesos que aparecían (y no eran casualidad). “¿cómo sabes todo eso?” consideraba una bendición no saber demasiado de su árbol genealógico, llevaba consigo un poco de ese acento roto escoces y ahí terminaba lo único que le quedaba de su pasado, además de los portales de diarios que contaban con detalle lo que le había sucedido a ella y a su familia esa trágica noche. Podría haber rebuscado, ir a su país natal y buscar los pocos familiares que le quedaban vivos pero eso sólo sería hundir más la daga en la herida y Ceilidh se prometió no torturarse más con eso, olvidar era la mejor medicina. “en todo caso, ¿crees que algún día dejes de estar “maldito”?” cuestionó haciendo comillas con sus dedos. Cada historia era diferente, dentro de ese orfanato eran decenas las historias trágicas que se presentaban y, algunas, tuvieron su final feliz. Por su cuenta, observar como los demás eran elegidos para esa ruta feliz donde una familia los esperaba con los brazos abiertos, era también otra señal de que su fortuna era inexistente. “no te preocupes, es...ya sabes” alzó sus hombros, esperando que la falta de explicación no sea exigida. “un poco peligroso caer en vicios ahora” y es que la mayoría de los que fueron sus compañeros (ella, incluso) son víctimas de las decaídas, ¿y cómo no? Pocos eran los que se olvidaban completamente de los años en ese ‘hogar’. “sólo quiero que esto acabe rápido.”

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barkoczy‌:

narrativa muere en carmesíes, mismos que en comisuras elevadas se pinta(ron), y aunque sonrisa va descendiendo con el paso de los segundos, fémina recompone faz antes que mengue por completo. “siempre agradezco que mis bromas sean tomadas en serio…” murmuraciones que en armonías dulcineas se disuelven. risa serena que entre vocablos se filtra, pero que deja apreciar tonalidad seria sobre declaración hecha. no es sorpresa que familiaridad aflore a tan solo un par de miradas, más cuando rostros demacrados en soledades y angustias se marcaron a fuego cuando residió en tal horrible lugar. “la gente podría revelarse por menos. ahora, no creo que muchos tengan ganas de pasar una noche en la celda pútrida que está en la estación. todos sabemos que no arreglan ese baño desde 2002.”

Variedad de tensión y nervios se acumulaba, extendía y corroía a lo largo de su fisonomía, lo suficiente como para no haber notado la tonalidad en que la frase había escapado de los labios ajenos. Se disculpa de alguna manera (porque siempre se responsabilizaba de todo) con un pequeño desliz de sus comisuras, tan débiles y endebles como su condición en estos momentos. La posibilidad de olvidarse de todo un poco estaba en la palma de su mano, más era tironeada hacía aquél estado mental que ya conocía bien desde que puso un pie en ese orfanato, había escapado obvio, estudió y se graduó, se transformo en todo lo que alguna vez fantaseo pero la burbuja no tardó en romperse y allí estaba; involucrada en un caso policíal. “estaría de acuerdo contigo, de no ser qué nunca conocí esos baños...en todo caso, ¿cómo sabes esa información?” tornó la cuestión en algo divertido, más informal. “¿no es tu primera vez con la policía?”

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ryuromin‌:

No consciente de que alguien estaba escuchando observa a la contraria al escuchar tono de voz desconocido o no reconocido. No iba negar que sus palabras la reconfortaban.”Lo siento. Espero que si pase rápido el tiempo” se sincero con la contraría, soltó un suspiro. Asintió al escuchar la interrogante “De hecho sí, no pude modificar mucho mi horario de trabajo y pues.. supongo que ahora lo tendré que hacer” hizo una mueca al terminar de hablar, como fuera ya estaba ahí. “¿Tu no te viste afectada?” cuestiona observando a la adversa.

Tenía la cabeza gacha, hundida (como de costumbre) en quehaceres pendientes que tenía pendientes desde que ocurrió la muerte de sor Diana. Sabía que había una posibilidad de que su trabajo estuviera en peligro pero lo recomendado era alejar, por unos momentos, esos pensamientos y ver el presente con una mejor cara. “no te preocupes, esta bien” porque todos tenían los sentimientos a flor de piel, malos o buenos, cualquiera de los afectados parecía que en cualquier momento explotaría. “¿tienes lugar donde quedarte?” inquirió Ceilidh, con una pequeña mueca. “uhm, no” el único alivio es que tenía su vida instalada allí y sólo su trabajo era su preocupación en el momento. “por suerte soy de aquí” haciendo comillas en el aire con los dedos, dejó escapar una amplia sonrisa  “¿tú de donde vienes?” 

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luciennsc‌:

     —¿Realmente quieres que comience?— Probablemente uno de los pasatiempos favoritos de Lucien, sería quejarse de todo lo que acontecía a su alrededor, el hecho de que el pueblo se encontrase sumido en una nube de luto, desconfianza y apatía, solo incentivaba aquello. —Bueno, este pueblo es como la materialización del infierno, ¿no crees?— Y ahí estaba, una vez más, la voz de la exageración; aún con todos los despectivos adjetivos que encontraba para describir a Mêbrich, parecía no poder largarse de allí. —Ya sabes. Crees que puedes dejar aquel lugar en el pasado, luego la tragedia toca a tu puerta (la cual trae consigo un montón de caritas viejas que algunas preferías no volver a ver) y, encima, tendremos nuestros registros manchados, una vez más, por un sumario policial.— Sus dedos comenzaron a hilar tabaco en un papelillo. Había estado fumando más de lo usual pero, ¿quién podía culparle? —Yo creo que estamos malditos, hm.— 

Un ademán abrió las puertas que, luego notó, ya estaban más que destrabadas. Dentro de todo el caos de voces y ecos que iban y venían, la del rubio eran tal vez las más coherentes que había escuchado en ese día. Elevó las cejas, un tanto reacia a coincidir con la representación tan arriesgada (y cierta) de aquél lugar que consideraba su hogar. La parte más infernal y dolorosa en su vida fue la razón de porque terminó dentro del orfanato. Con más de dos décadas pasadas, Ceilidh puede dar con lujos de detalles lo que pasó esa noche y como fueron los siguientes días hasta que encontró un lugar en mêbrich, más prefería contarlo a su manera y dejar bajo llave lo que realmente vio. “créeme que he leído y escuchado cosas que transforman este lugar en un paraíso” elegir periodismo fue quizás un acto de masoquismo puro, todos los días se encontraba con desdichas e injusticias que despuntaban las heridas del pasado. “desde tu punto de vista, sí parece una especie de condena”  elevó la vista mientras se las apañaba delicadamente para no usar palabras equivocadas, en parte quería darle la razón y otra, su personalidad tan conformista veía siempre las cosas de una manera retorcida pero buena. “¿pero sería una que traemos de nacimiento o nació en el orfanato?” le devolvió la mirada, la suya oscura y trémula, diferenciada claramente de la ajena por la frialdad conocida de su tonalidad azul. “te diría que no hagas eso cerca de mí” comenzó, carraspeando junto al joven que ahora estaba a punto de encender un cigarrillo (o eso parecía) “pero sería sumamente hipócrita así que me limitaré a pedirte que por favor no expulses el humo en mi cara”

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                                         “Quizás es un plan para repoblar el pueblo.”

La voz atravesando la superficie fue como un despertar frenético, se despide recuerdos oníricos y los vuelve a ocultar detrás de esa espesa niebla oscura a la que llama conciencia. Resurgió a la realidad y miró alrededor, tratando de conseguir en el entorno una respuesta que enterrara dicha suposición. “no...creo que la policía sea cómplice de algo así” se encogió de hombros y observó de reojo a la castaña. “y si es así, la gente no tardará en revelarse” ( @barkoczy )

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                               “Un poco de helado siempre sube el animo.”

Entreabrió los labios con sorpresa al escuchar la propuesta de la blonda. Su sistema digestivo se encontraba contraído desde hace varios días, sólo pequeños tragos de cafeína alimentaban su motor y estaba conforme con su menú (en cierta parte no creía que algo más le sería soportable) pero tal vez comer algo frío calme el mar de pensamientos que la ahogaban. “me agrada la idea” musitó, sin saber a ciencia cierta si a fin de cuentas iba a poder digerirlo. “¿de que sabor es?” ( @weberb )

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                      “Nunca dejaremos de ser los niños del orfanato, ¿cierto?”

El recibir la compañía de una voz familiar tranquilizó los pensamientos paranoicos de la joven. Tener su nombre manchado luego de que le dieran el puesto de jefa, era la mejor manera de representar su vida; un constante tironeo entre el bien y el mal. “hay un estrecho grande en lo que pueden llegar a decir, y la perspectiva que tenemos nosotros” por otro lado, la ley estaba gritándoles en la cara que, irremediablemente, estaban desdichados y peor aún; volvían al mismo encierro de antes. “¿qué crees tú en todo caso?” ladeó el rostro despacio, dando un hincapié a una conversación amena. ( @piglialuciano )

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                              “Y para siempre el infierno nos perseguirá.” 

La fina línea delimitante entre la verdad y la exageración era cada vez más débil. Ceder a la razón era también ponerse en la misma bolsa de aquellos desdichados que, sin consentimiento, iban con una marca de fuego que los acompañaba a diario. Ceilidh trataba todos los días de creer que su pasado estaba enterrado pero siempre, por una razón o coincidencia, los recuerdos piqueteaban en su mente. “¿¡para siempre!?” entrecerró la mirada, fingiendo exagerada confusión ante su rostro, negando lentamente hacia ambos lados; no coincidía pero tenía curiosidad. “¿que te convence de aquello?” un destello de consternación se alojo en su mirada y se mantuvo expectante de su respuesta. ( @luciennsc )

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                        “¿Recuerdas cuando todo esto nos parecía enorme?”

Dio unos pequeños asentimientos en cuanto oyó a la joven, dichas acciones estaban perdidas dentro de una paradoja entre el pasado y el presente.  Se había alejado de las instalaciones que tanto había conocido pero un simple vistazo bastaba para que germinaran de nuevo los recuerdos, dejando un sabor agridulce en su garganta. “actualmente lo sigo viendo igual” se encogió con suavidad de hombros, admitiendo lo insignificante que se había sentido desde que la muerte de sor diana chocó contra su rutina, sensibilizando aún más su conducta. “será porque no crecí mucho” remató y enterró cualquier indice de nostalgia con una pequeña sonrisa, agregar más leña al fuego sólo empeoraría la situación en la que estaban sometidas.  ( @dzarov ) 

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                                   "Yo sabía que no debía venir, ¡lo sabía!"

Una mueca casi parecida a una sonrisa se instaló en aquél deje taciturno que llevaba desde que fue a la iglesia. Su pasado no sólo la atormentaba todas las noches, sino que ahora también se encargaba de darle una bofetada justo cuando su vida profesional había avanzado de forma exitosa. Tal vez no estaba destinada a avanzar, a moverse de aquella marca que traía desde hace años. Se remueve de ello y se enfoca en la silueta próxima a ella, con la diferencia de edad destacándose, no podía hacer nada más que tranquilizarla (porque ya todos estaban en manos de la ansiedad y aumentarlo le provocaría una sensación de culpa que hora no quería sentir) y formar un balance positivo. “sólo durara unos días, cuando quieras darte cuenta ya estarás en tu casa” no podía asegurar que las facciones contrarias eran conocidas pero estar en el mismo desconcierto le da la libertad  de poder entablar una conversación amena. “¿tenías un vuelo programado, o algo por el estilo?” ( @ryuromin )

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                                            “Debes estar bromeando.”

El insomnio delineaba una fachada cadavérica en la morena. Olvidó cuantas horas llevaba sin descansar pero dicho acontecimiento fue el agua helada que llevaba necesitando desde la noche anterior para poder despertar sus sentidos. Teorías iban en circunferencia por su mente pero ninguna aterrizaba a la verdad, de hecho, mientras más pensaba; más extraviada se encontraba. Cerca de sus treinta y con una vida ya armada lejos de aquél tormentoso pasado, pensó que las heridas ya estaban acecinadas pero allí estaba, de brazos cruzados y bajo una lupa que le era molesta. “mientras más cooperemos, más rápido volveremos a casa” el timbre de voz sonaba alentador pero el escenario que los rodeaba era rígido, apagado. “¿tenías cosas por hacer?” la interrogación se soltó de forma improvisada, intentaba quitarle importancia al asunto de la mejor manera posible. ( @nathanielignatiev​ )

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ENVÍA UN SENTENCE STARTER PARA QUE UN STARTER.

“¿En serio?”

“Debes estar bromeando.”

“¿Quién pagará por el resto de mi estadía? Porque esto no estaba en mis planes.”

“Este pueblo es solo polvo y fantasmas— ¿qué hay de interesante que hacer por aquí?”

“¿Crees que es cierto?”

“¿Quién… quién podría hacer algo así?”

“No tengo dinero para quedarme aquí, maldición.”

“Debe haber algún desquiciado rondando, y no quiero ser quien lo encuentre.“ 

"Sabía que Sor Diana no podía hacer algo así…”

“Sor Diana no lo merecía.”

“Al menos escribieron bien mi nombre.”

“No entiendo nada.”

“El hotel no tiene capacidad para tantas personas.”

“¿Crees que… podría quedarme contigo unos días?”

“Quizás es un plan para repoblar el pueblo.”

“Es imposible que todos los nombrados estemos involucrados. Deben saberlo, ¿no?”

“Dios dé descanso a su alma.”

“Tal vez somos los próximos.”

“Para mi fue Sor Irina.”

“Esto solo significa más trabajo para los que vivimos aquí.”

“Y ahora tendré que soportarte más tiempo, una lástima.”

“¿Y quién le dice esto a mi jefe?”

“Dime que esto no manchará mis antecedentes, por favor.” 

“¿Iremos a prisión?”

“No sobreviviría ni un día en prisión, mira esta cara, ¿sabes que le hacen a la gente linda en la cárcel?”

“Mira el lado bueno, ahora podremos estar más tiempo juntos.”

“No lo sé”

“Tal vez no es tan mala idea.”

“Míralo como una experiencia de la que más adelante podremos reírnos”

“¿Aquí llegan los últimos estrenos al cine?”

“Yo sabía que no debía venir, ¡lo sabía!”

“Seguro ninguno de nosotros vio esto venir”

“Disculpa, estoy distraída/o”

“Ahora van a subir los precios de las cosas seguro, ya sabes, sube la demanda…”

“¿Hasta cuándo nos tendrían encerrados aquí?”

“Me suena extraño, es como si alguien quisiera que esto pasara.”

“Quizás es un momento para el reencuentro.”

“Mira el lado positivo, podremos ver qué tiene de bueno el pueblo.”

“Si te sientas ahí a sufrir y lamentarte no lograrás nada.”

“¿No es ilegal esto?”

“¿Y qué podemos hacer aquí esta noche?”

“Tengo tanta sed.”

“Y yo que pensaba que Sor Diana nos atrajo aquí para esto para cerrar el ciclo.”

“Nunca dejaremos de ser los niños del orfanato, ¿cierto?”

“Vamos al cine, necesitamos distraernos un rato.”

“Ven, te puedo ayudar a ordenar tus cosas, no creo que las hayas sacado de la maleta por un día.”

“No tengo ropa para ponerme, nada.”

“Tendré que ir de compras, buscar otro lugar donde estar, no creo que me dé el dinero para el hotel.”

“¿Y quién me paga el hotel? ¿Sor Ivet?”

“Al menos el Padre Borislav ya no está aquí, ¿no? ¿Mal chiste?”

“¿En cuál momento aparecen las cámaras diciendo que todo esto es un chiste?”

“Tengo una agenda que cumplir, ¿qué haré ahora?”

“No puedo quedarme aquí para siempre.”

“No pueden obligarnos a quedarnos aquí, ¿cierto? Al menos no más de un par de días.”

“Disculpa.”

“Y para siempre el infierno nos perseguirá.”

“No me molesta del todo, ¿sabes?”

“Merecía estas vacaciones.”

“¿Si estoy en investigación podré no trabajar? Así como los que están de paso, digo.”

“Quería decirte algo desde el velorio.”

“Ya me olía mal todo este asunto.”

“¿Cuántos por favor tendré que decirle al policía para que me deje ir?”

“¿Estas escuchando mi conversación?”

“Ahora te tendré ensuciando mi pueblo, vaya desperdicio.”

“Tengo una vida que seguir y la investigación se interpone en ella.”

“¿Qué harás más tarde?”

“Vamos por algo de comer.”

“¿Escuchas eso? Es mi corazón rompiéndose” 

“¿Hasta que hora está el comercio abierto aquí? Necesito algo para comer.”

“Ni la comida sabe bien aquí.”

“¿Sabes? Olvídalo, no me estresaré en vano.”

“¿Alguna de las monjas seguirá aquí? Me da pánico encontrarme con Sor Elena, ¿tendrá demencia ya?”

“¿Recuerdas cuando todo esto nos parecía enorme?”

“Por favor.”

“¿Y si vamos a dar una vuelta en bicicleta para despejarnos”

“Un poco de helado siempre sube el animo.”

“Ven, te gustará este lugar.”

“¿A dónde me estás llevando?”

“Todo esto es un asco.”

“Todo esto es una maravilla.”

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pcppyjen‌:

   y allí iba la última corona de flores rodando en dirección contraria al féretro y sin que ella pudiese evitarlo, el pánico en su rostro debía decir suficiente sobre la sorpresa del momento. sin querer causar un escándalo, buscó ayuda a quien fuese capaz de oírla “¡atrápala!” tono seco en voz no demasiado alta, mantener el perfil bajo en aquel lugar era fundamental. 

    Con la compunción a flor de piel, decidió inflar su pecho de valentía y atreverse a caminar frente a esa iglesia. Pidió el día libre en la oficina, sabía que luego sus sentidos no estarían solidificados, ni tendría la voluntad de escribir sobre la mujer que la acompaño durante tantos años en aquél orfanato. Estaba consiente que este día llegaría pero nada la preparó para el trágico final que dejó a todos de boca abierta. Hacía horas que sus labios estaban sellados, con el impacto marcado en tu tez (ahora más pálida) y sus movimientos lentos, cómo si el más mínimo sonido pudiera romper el suelo en pedazos. La exclamación femenina impacto contra sus oídos y, en cadena, sus demás sentidos despertaron. Fue demasiado lenta (o torpe) en hacer caso, para cuando quiso moverse aquél ramo gigante ya había impactado contra uno de los asientos pero nada ocurrió, sólo el sonido del impacto. Su reacción fue un paso hacía atrás acompañado de sus orbes abiertas de par en par, ¿qué podía hacer? “es..¿tuyo? puedo ir a buscarlo” sus parpados se cerraron con fuerza al finalizar la oración, ¿en serio había dicho eso? carraspeó su garganta, remediando la sequedad de sus palabras. “o acomodarlo en todo caso”

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