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elerrepunto · 9 years

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¿Por qué es importante que gane El Bronco?

La siguiente es una opinión humilde, ciudadana, independiente, pero, sobre todo, subjetiva.

No conozco el estado de Nuevo León, pero de una forma extraña mantengo una relación a distancia con esa comunidad.

Les explico. Mi equipo de futbol son los Tigres de la UANL, fui de los que compró los discos de Panda, y he tenido la oportunidad de trabajar con medios cuyo orgullo es haber nacido en el mismo estado que Diego Enrique Osorno.

Escribo sobre Nuevo León porque hoy se elige al próximo gobernador.

Los candidatos son Ivonne Álvarez, del PRI; Felipe de Jesús Cantù, del PAN; Rogelio González, de Morena; Humberto Sesma, del PRD; Chema Elizondo, del Humanista y el candidato del Partido Cruzada Ciudadana, que si me pongo a googlear su nombre voy a perder más tiempo.

Bueno, me faltó uno, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.

¿Quién es este cuate?

Les paso el resumen tipo Miguel Alemán en El Universal: candidato “independiente” que militó 33 años en el PRI y que representa una pugna entre el PRI populista y el de la cúpula en el actual gobierno estatal.

Va lo que yo les puedo contar sobre “El Bronco”, que no es nada nuevo a lo que seguro han escuchado, pero que tiene un enfoque más personal, con lo que busco explicar porqué es importante que Jaime Rodríguez Calderón se convierta en el próximo gobernador de Nuevo León.

La primera ves que yo escuché de “El Bronco”, literal escuché, fue en el 2011. No les puedo dar una certeza sobre qué día o mes, porque mi recuerdo se remonta a un reportaje de Televisa sobre uno de los ataques que sufrió como alcalde de García, Nuevo León.

Tengo claro el recuerdo borroso. El formato del programa era azul y en la tele se veían sirenas de las patrullas. Los Zetas balearon en dos ocasiones la camioneta de Jaime Rodríguez durante el 2011. Dice que en el lugar del segundo ataque, se levantaron más de 2 mil casquillos.

Bueno, mi segunda memoria del candidato independiente fue el año pasado. Yo estaba trabajando en un periódico de cuyo nombre no quiero acordarme y una noche me tocó revisar una foto de Jaime Rodríguez Calderón.

En la imagen aparecían el líder de las autodefensas de Michoacán José Manuel Mireles, la entonces vocera de las autodefensas ciudadanas Talía Vázquez, el padre Alejandro Solalinde, el poeta Javier Sicilia y el citado candidato.

Fue en ese momento que mi cabeza registró el apodo de ‘El Bronco’. La foto me llamó la atención porque en ese entonces lo de las autodefensas estaba caliente y alinearse junto a Mireles no era cosa fácil. Creo que después hasta sacaron un video con el hashtag YoSoyAutodefensa.

Mi tercer momento con Jaime, les juro que es el último antes de pasar directo al punto de este lío electoral, fue en enero de este año.

Yo estaba, otra vez, trabajando, ahora en un lugar donde llega la luz del sol. “El Bronco” arribó al lugar para empezar su ¿precampaña?, pues apenas acababa de juntar las más de 300 mil firmas que presentó ante la Comisión Electoral Estatal de Nuevo León para registrarse como candidato independiente a la gubernatura.

Lo saludé de lejos y por ahí dijeron que yo era su fan. Es un hombre con una personalidad que impone y con la suficiente sangre fría para hablar de frente con la raza, como le dice a los que espera que voten por él este domingo.

Pero también percibí la prudencia de un hombre de negocios, es de Nuevo León después de todo, y muchos dicen que detrás de su candidatura están empresarios, y de los fuertes, que andan indignados con el gobierno de Rodrigo Modina

No soy fan de ‘”El Bronco”

Reconozco el hartazgo que muchos ciudadanos de Nuevo León expresan con las condiciones de su estado. Todos los días leo noticias. Y como en YouTube, a veces resulta que lo más interesante está en los comentarios de las usuarios.

Ojo, el siguiente no es un argumento. Si me quieren acusar de plantear una onda política-millennial, les recuerdo que El Universal publicó hace unas semanas una entrevista con un experto que sugiere que los candidatos con más seguidores en Twitter son los que ganan las elecciones.

En ese escenario la nueva gobernadora de Nuevo León será Ivonne Álvarez, pues tiene 87 mil tuiteros contra los 83 mil de Jaime Rodríguez. En Facebook la situación es igual, 600 mil likes a favor de la candidata contra 500 mil del ingeniero.

Pero bueno, les decía que yo leo lo que escribe la gente que lee los diarios en la web, y que podríamos considerar como “ciudadanos informados”.

Para esto hay que aclarar que los de Nuevo León, opinan de todo: un bache, un caballo suelto por las calles, el dólar, Monterrey VI, los Tigres, los Rayados, y un largo etcétera de cosas que no van en esta publicación.

Los de Nuevo León están cansados de la inseguridad, los estragos de horrores como Casino Royale, los estudiantes del Tec baleados, la disputa de la plaza.

Pero también de la corrupción, cualquier nota sobre robo, lavado o saqueo de dinero público es una mentada de madre para los del norte, que de ratas no bajan a sus políticos.

Esta campaña del 2015 me ha dejado un tesoro de la lengua popular, los “comelonches”. Así les dicen en Monterrey a los operadores-acarreados-paleros de cualquier candidato. Es lo mejor.

Jaime Rodríguez se ha montado en su caballo contra el bipartidismo, que concentra las demandas de un cambio, o una lección, como rechazo al PAN y el PRI, los dos partidos que han gobernado en ese estado.

Incluso la presidenta municipal de Monterrey es del PAN, Margarita Arellanes, y por cosas que van más allá de mi entendimiento, o mis fuentes, perdió la candidatura a la gubernatura contra Felipe Cantú.

Pero bueno, enough de los regios

Si Jaime Rodríguez gana la elección de este domingo, va a ser algo histórico. Lo entiendo, fue líder de la CNC de Nuevo León, una agrupación de campesinos priistas old school, de los que siguen como borregos los males de ese partido.

También fue diputado local y diputado federal en los 90, y por ahí tiene unos años perdidos hasta que alcanzó la candidatura para García en 2009.

Sobre sus resultados como alcalde, es reconocida la batalla que le planteó a la delincuencia organizada en esa zona. Ese municipio, de acuerdo con la Sedesol en 2010, tiene un 35 por ciento de su población en pobreza, el 5 por ciento en pobreza extrema. No son datos que salten cuando se comparan a nivel nacional.

Como alcalde cambió el 100 por ciento de los policías municipales e implementó un modo de gobierno que bautizó, de forma muy original, como el “Modelo García”.

Básicamente de lo que se trata, por lo menos lo que revisé rapidito, es de hacer de Facebook un Ministerio Público, pues a partir de las denuncias de los ciudadanos se busca un contacto más directo con las autoridades.

Claro que un municipio no se compara con las dimensiones y necesidades de un estado, pero el punto es recomponer el tejido social atendiendo las principales demandas de la ciudadanía.

Su Modelo García lo ha llevado a dar conferencias en varios países, como Argentina, El Savador, Venezuela y Estados Unidos.

Lo verdaderamente importante, por lo menos para alguien como yo que estudió Ciencias de la Comunicación, es lo que la candidatura de El Bronco representa.

De las consecuencias judiciales de su operación limpieza en García, prometo tratarlo en algún otro momento, si gana.

Lo relevante de estas elecciones, y no lo digo yo, pregúntenle a Loret de Mola,a Ricardo Rocha, a Liébano Sáenz, a Federico Arreola y hasta a Ciro Gómez Leyva, es el giro que el candidato le dio al proceso.

Si un candidato registrado como independiente ante una autoridad electoral, que cumplió con los requisitos-obstáculos impuestos para esa modalidad democrática, vence al PÀN y al PRI, nos da una señal de inconformidad ante los partidos y posibles nuevas formas de empoderamiento a futuro para los ciudadanos.

Y no sólo se trata de los partidos, la campaña en Nuevo León se ha convertido en una campaña the old american way. Televisa y ese extraño ente que los de Nuevo León conocen como Multimedios, han marcado línea directa en contra de su proyecto.

Estamos hablando de “vencer” a los partidos políticos y la televisora más importante del país. Yo nací en el 89, como Taylor Swift, el año en que derrumbaron el Muro de Berlín (por cierto: Los Muros sí caen, Kunamoto) y en mi concepción del mundo pesa una omnipresencia del PRI. Un todopoderoso.

Yo no alcanzó a imaginar un México sin el PRI, y considero que tampoco resulta necesario visualizar un escenario así.

Ese es mi punto, hoy Nuevo León está en la agenda de los medios internacionales porque un candidato sin partido puede resultar electo en el estado más importante de Latinoamérica.

Sí, porque la Ciudad de México es un Distrito Federal y no cuenta como estado, por lo menos en este momento, pero algún día dejarán de estar a años luz de esta hermosa ciudad.

Yo confío en José Wholdenberg, nacido en Monterrey por ciento, cuando dice que las elecciones son la forma más desarrollada que la humanidad ha creado para resolver la distribución del poder dentro de una democracia, o algo así.

Si en Nuevo León la gente elige a El Bronco, que como los demás candidatos pocas propuestas con sustento ha planteado, pero que tiene un chingo de carisma, los partidos políticos están ante un escenario histórico. Pueden aceptar su derrota y producir transformaciones internas que les vuelvan a dar credibilidad ante los ciudadanos.

Tengo esa convicción

Que nuestras instituciones manden un mensaje de reivindicación en la derrota.

No debemos de tenerle miedo a los partidos, son instrumentos para proteger los intereses públicos y ni los líderes ni los ciudadanos son los mismos de hace años, porque crean o no, hace una diferencia poner un comentario en una página web y trollear a tu candidato.

Antes esa inconformidad no era pública, como dijo un amigo, un gran amigo, el voto no debe ser un llamado a una decisión individual, sino una voluntad colectiva seria.

Todo este rollo se desprende de una posible decisión de las personas en Nuevo León. Pero si eligen que gane el PRI, el PAN o Morena, es su voluntad y es otra señal, la cual, la verdad, se me complica un poco para interpretar, pero vale.

Nuevo León no se va a caer si gana Jaime Rodríguez, aun si resulta ser otro Vicente Fox, la comparación es inevitable, por lo menos en la superficie de un perfil populista, como le llaman, y ranchero, como se llaman a sí mismos.

En una entrevista, el candidato dijo que Nuevo León no era como Guerrero y Michoacán, que en su estado la gente no se deja. Yo no comparto esa opinión, que interpreto como una ofensa para los ciudadanos valientes de estados que han tenido que enfrentar una realidad de la chingada.

Tampoco comparto que esté en contra del matrimonio entre parejas homosexuales y del aborto en las mujeres.

Pero si gana en las urnas,ahora sí, que no se nos olvidé que pasó 33 años en el PRI y seguro no hizo puros enemigos, es decir, que la gobernabilidad no se encuentra en una situación de jaque absoluto. Que tampoco se nos pase que llega con el empuje de un medio que hace 6 años publicó una encuesta donde dijo que Medina iba a ganar y ganó, y que hoy lo pone 10 puntos arriba. A ver si no se queman.

Y está la gente de Nuevo León, que hoy va a elegir a su gobernador, porque es su derecho, y que gane quien gane, no va a dejar que se caiga su estado, porque es su compromiso.

Los dejo con mucho sueño y con la opinión de un reportero de Monterrey que les pudo haber evitado leer estos 50 párrafos.

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