ensamarcanda
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samarcanda
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la noche de la noche se escapa
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ensamarcanda · 2 years ago
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Me quedaré callado otrora en las cavernas con el lujo escondido en los muros vacíos de la noche perenne en lo sordo en lo frío sin un gesto trazable el pecho entre las piernas
Miraré sin dormir superficies eternas de opacidad sin borde que inundándose varan disueltas en sus aguas mis almas y mi cara y entre mi carne oiré silente en las cisternas,
Aquel eco privado del ruido que lo lanza como un resto de un todo anudado al ardor del desgarre su herida mostrada a quien no mira
como el llanto omitido tras una adivinanza que mata al que la oye como guarda la pira la chispa que la noche se tragó sin color
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Je resterais silencieux antan dans les cavernes avec le luxe enfoui sur les parois désertes celles de la nuit pérenne dans le sourd dans le froid sans un geste traçable le torse entre les jambes
Je verrais sans dormir des surfaces éternelles d’opacité sans bord qui en s’inondant enlisent dissoutes dans ses eaux et mes âmes et mon visage dans ma chair j’entendrais tu au sein des citernes
Cet écho-là arraché de ce bruit qui le lance comme un reste d’un tout encore noué à l’ardeur du déchirement sa blessure exhibée à qui ne voit
comme les pleurs omis après une devinette qui brûle quiconque l’entend, comme le bûcher est gardé dans l’étincelle que la nuit avala sans couleur.
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ensamarcanda · 2 years ago
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No volveré a quererte como entonces entre la bruma espesa de febrero en las colinas con la lila atada en la cara interna de las olas que asediaban la áspera costa fenicia ni en una ciudad que volvimos queriéndonos pasadizos para llegar más de prisa a nuestra huída un diciembre en que te quise en París abriendo márgenes a las líneas de mi cuento haciéndole un delta a la historia difuminando la piel del zeitgeist al contacto de la tuya No volveré a la dulzura de quemarme en el deseo negra y cavernosa el alma de quererte en ese invierno No volveré a sentir a la noche deshilacharse bordarse el lado de adentro del hilo que delinea el quererte como esa vez y esa gente que has sido cuando te quise
Seguirás en disyuntiva como la vida transcurre en casa de los vecinos postulada e indudable como la calle siguiente en la que pasan milagros macizos que nunca veo porque no vivo en ella
Estarás con densidad como estamos todos sin que los otros sepamos como las casas que se dejan y se cierran al no volver y no volveré a quererte en el abismo del momento de los instantes en que te quise abierta la carne del tiempo de tanto andar queriéndote a martillazos a punta de raíces invasoras que atacaban al tiempo que eran el quererte que agrietaban el suelo del tiempo y lo recorrían en ese tiempo en que te quise.
Me quedaré con mi quererte en esta otra parte del tiempo esta que transcurre y que no tiene momentos aquí te seguiré queriendo al lado tuyo sin que estemos realmente en el mismo sitio será un querer sonriente que ya es no será un sabor, un olor o un contacto será un verte llegar o más bien reconocerte entre la gente cuando te divise algún día que nos crucmos no será menos quererte no seré tu amigo exactamente porque te quise asá y que te quiero así uno más acá del borde poroso del alma ahí donde se lanza y se agarra y se pierde y otro mucho más allá que le sirve al alma para orientarse como una montaña o una fecha o un rencor tan suave que casi es un cariño una cadena de dolor que eslabona la ternura Sabiendo que no volveré a quererte en lo que del ascua raspa al fuego te seguiré queriendo sin profecías ni encuentros como ya te quiero.
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Je ne [reviendrais pas t’aimer/t’aimerais] plus comme alors parmi la brume épaisse de février sur les buttes avec la lueur lilas attachée dans la face interne des vagues qui assiégeaient l’âpre côte phénicienne ni dans une ville qu’on a rendue passages en s’aimant pour arriver plus vite à notre fuite un décembre où je t’ai aimée à Paris ouvrant des marges pour les lignes du conte faisant un delta à l’histoire rendant diffuse la peau du zeitgeist au contact de la tienne Je ne reviendrais plus au sucre de me brûler dans le désir noire et caverneuse l’âme de tant t’aimer en cet hiver je ne [reviendrais plus sentir/ sentirais plus] la nuit s’effilocher se broder les surfaces du dedans du fil qui trace la ligne de t’aimer comme cette fois-là et ces gens-là que tu as été quand je t’aimai
Tu seras encore dans la disjonction comme la vie s’écoule chez les voisins postulée et indubitable comme la rue d’après là où on lieu les miracles massifs que je ne vois jamais à force de ne pas y habiter Tu seras avec densité comme nous sommes tous sans que nous autres n’en sachions rien comme les maisons d’où l’on s’en va et que l’on ferme en n’y revenant plus et je [ne reviendrais plus t’aimer/ ne t’aimerais plus] dans l’abîme du moment des instants où je t’aimai ouverte la chair du temps à force de passer le temps à t’aimer à coups de marteau à force de racines invasives qui attaquaient le temps qui étaient le fait de t’aimer qui lézardaient qui rompaient le sol du temps et le parcouraient en ce temps là où je t’aimai
Je demeurerais avec mon t’aimer dans cette autre partie du temps celle-ci où il s’écoule qui n’a pas de moments et ici je [resterais/continuerais] en t’aimant à côté de toi sans que nous soyons vraiment au même endroit ce sera un t’aimer souriant qui est déjà ce ne sera pas un goût, une odeur ou un contact ce sera te voir arriver ou plutôt te reconnaître un jour quelconque ou nous nous croiserons ce ne sera pas moins t’aimer je ne serais pas ton ami exactement parce que je t’aimais ainsa et que t’aime ainsi l’un en-deçà du bord poreux de l’âme là où elle se lance et s’agrippe et se perd et un autre, bien au-delà qui sert à l’âme pour qu’elle s’oriente comme une montagne ou comme une date une rancune si douce qu’elle en est presque une tendresse une chaine de douleur dont les maillons sont des tendresses en sachant que je ne t’aimerais plus dans ce qui de la braise égratigne le feu je t’aimerais encore sans prophéties ni rencontres comme je t’aime déjà.
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ensamarcanda · 3 years ago
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décimas de borrador
al alba tu sombra blanca en el día se disuelve y a la noche ya no vuelve y al atardecer arranca no mientes y no eres franca
duermo por no estar despierto que mis ojos me perdonen y al borde del día sancionen por no habernos todos muerto en este ardid del desierto
Qué facil sería saber algo algun día alguno como el sabor del ayuno o las cosas que al volver borran al viento al barrer
Al mar al mar no lo he visto ni he entendido su ribera donde nada es que no fuera margen de polvo ametisto por no tocarla no existo
miro inmóvil al evento y no logro en su esmeralda desembarazar la espalda moverme y que se alze el cuento ni sentir lo que ahora siento
que crezca yedra callada que sorda cunda espiral que el camino se haga sal que se ahogue entre la nada en su borde acumulada
Diezme tu voz cuando encalla arda en ruinas su palacio cada frente es un espacio erial sin linde sin raya ya hasta el silencio se calla
porqué seguiré velando si hasta al perder lo he perdido déjame diluir dormido déjenme cambiar de bando dejar de irme al aquí al cuando
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ensamarcanda · 3 years ago
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Cuando esa noche cayó en Cannas o la misma en los brillos de Lepanto o en el barro frío y rojo de Ayacucho la certeza de los victoriosos por el eco de los vítores le daba su borde a las formas. las piedras sentían en sus superficies el tierno ardor de lo que ganan El suelo sentía los pasos de pisada alegre de los bien plantados de los que mantuvieron el puesto de los vencedores de la pausa tendida de su pose. La brisa en las aguas rozaba las crestas la nieve y las caras con risa y relatos porque los vencedores habían vencido. Sobre esa certeza de las superficies abrieron pórticos plantaron en cielos vacíos banderas diciendo que ahí existían como si existieran los cielos o ellos.
Dejaron los pasillos abiertos a las plazas por alargar las superficies de esa certeza.
Las noches caían, y a la madrugada después de haber verificado a la luz de un candil que la oscuridad no se tragaba la superficie y sus certezas al llegar la mañana volvían a vivir poblados del sosiego que dan las cosas cuando la mano las toca y ancla en su tacto las dudas En la superficie de las certezas en las certezas de las superficies.
Pero la noche no ahoga la noche es de infusión Y los vencidos tuvieron victorias y de las victorias nacieron sus derrotas calladas y hasta los derrotados siempre han tenido victorias porque los deshace de noche el goteo sobre lo liso de las fachadas sobre lo duro de las certezas y oblicua insinúa la noche la duda y le quita dureza a la carne de las certezas la herida y sus pliegues de vida abierta va forrando por dentro lo hueco de las cosas la cara interna de las certezas lo hondo de las superficies con su ternura la noche se mete con su tristeza mullida con su pálpito diagonal y sinuoso Cartago, Sucre, Don Juan de Austria otros quedaron horadados por dentro de las superficies de sus certezas y cuando derrotados fueron a agarrarse de los bordes en busca de un sitio donde asirse de sus victorias un fondo certero en el que dar pie en el mar angustiado que acecha en las victorias en el asedio callado que agota a los vencedores buscando donde andar los bordes cedieron crujieron y mostraron sus entrañas de polvo suspendido en los cuartos oscuros de detrás de sus superficies y certezas la densidad se deshizo en arenales ventosos y sintieron con un tembloroso primer paso discreto, tenue, tan poco terrible al abismo a la caidita trastabillante de la noche que empapa la superficie de las certezas de aquellos a los que a pesar de sus victorias el relato no los elije.
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ensamarcanda · 3 years ago
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el reflejo en el agua no es ninguna de las cosas que tu alma le atribuye a menos que le des a lo que huye los nombres que no tiene: ruta, luna...
Un pájaro en el alba una por una por tus mentiras canta. Aunque arrulle al lila en tus canciones, cuando puye la verdad un instante, y desuna lo vario del espejo, al despertar el pájaro dejará de cantar. A pesar del ensueño que le tejas a tu alma, transparecerán tus quejas. Eres, porque no hay quien en tí se fije. Eres aquel que nadie nunca elije.
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ensamarcanda · 3 years ago
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oiseau qui loin de mon regard voles et te poses sur les branches sans que je ne puisse savoir si l’air te porte quand le soir penche vers le fond triste de l’espoir ou si tu vas vers un dimanche où j’aurais une chance de te voir où t’en vas-tu oiseau du soir oiseau aux plumes possibles qui habites la conjecture qui arrives quand l’heure crible le bord des choses de blessures oiseau au chant invisible qu’entonnent les choses peu sûres oiseau qui ne peux être cible oiseau du creux oiseau du pur s’il n’y a pas de lueur cette nuit si la mer ne reflète que le soir si la les étincelle s’enfuient s’il n’y a pas de lune qui luit où te poses tu dans le brouillard vide de bords, vide de plis penses tu à moi, oiseau du soir
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ensamarcanda · 3 years ago
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Une rue vers La Chapelle
À ma connaissance, il ne s’est rien passé dans cette rue. À ma connaissance, il ne se passe rien dans cette rue. À ma connaissance, il ne se passera rien dans cette rue. C’est le propre des veilles ou des lendemains des miracles, des lisières des miracles. Il y a dans le nom de cette rue deux prénoms. Ils la font être la même qu’elle est, mais ils y instillent une instabilité, une indécision, des probables, comme si elle pouvait être une ou une autre. Peut-être est-ce pour cela que celui qui l’écrit ne peut savoir si qui l’habite, si qui en s’éloignant y est laissé par le regard de qui l’écrit, réside dans un bord, sur un trottoir ou l’autre, et si ce n’est pas un hasard ou une incomplétude du récit qui fait qu’on lui postule des continuités au nord, au sud, sur une des rives des peut-êtres. Deux prénoms pour un même nom qui doit être celui d’une personne d’une façon ou d’une autre, un même signifiant dont on ne sait pas bien quel vécu il désigne, quelle mémoire, quel parcours, quels certes et quels mais encore, quels dessin ou desseins esquissent les traces de ses pas. La rue est par ailleurs au moins à moitié un pont sur les rails d’une grande gare, ce qui fait qu’elle est non seulement les chemins qui d’elle-même partent, mais un croisement qui essaye d’être emporté par tous ces destins et ces ailleurs qui, passagers, la segmentent. Cependant, par ce trait même, par cette ligne d’un perpendiculaire qui clôt et d’un oblique qui suit presque les fuites vers les autres contrées des temps concevables, elle est une fermeture et une invitation tue vers ailleurs que maintenant. Elle est, sans doute, à ma connaissance instable, une sorte d’ouverture. Le pont est par ailleurs grillagé, ce qui suffit assez pour qu’on ne s’en aille pas par les bords, mais un grillage n’a jamais nuit aux horizons. Ceux-ci sont d’une façon qui la désaxe, les origines de cette rue, car c’est vers eux qu’elle tend et vers eux qu’elle ne va pas. Oserais-je confesser que d’une façon apocryphe, latérale, inessentielle, ce pont mène de mon quartier vers un autre ? C’est une forme banale de dire que cette rue m’éloigne. Par je ne sais quelle liturgie tenace, mêlant honte et effrontément, comme s’ils venaient de pleuvoir sur cette rue et que les parois et les façades en étaient encore luisantes, je trempe cette rue d’un sens excessif. Je l’attribue à des récits à demi-pressentis, à demi-imaginés. Par je ne sais quelle imminence aimantée je ne pars ni ne rentre plus que par cette rue, par ce pont, par ces perspectives. Ce n’est pourtant surement pas le chemin le plus rapide. Mais presque. C’est par cette sorte de rubans intimes, d’audaces et d’espoirs que l’on attache aux bords saillants des lieux invisibles parce qu’ils sont plus pensés que vus, c’est par ces rubans dis-je, que l’on tresse la chair des villes et les envies de ne plus les quitter. Ou au contraire, c’est ceux-là même qui font que l’on veuille les laisser là, pour toujours, avec leurs avenirs en sommeil.
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ensamarcanda · 3 years ago
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del poeta Bob A. Licón
Será un ápice de sueño o una mirada cegada un parpadeo perdido un recuerdo, casi nada. Será un encuentro fallido como de ángel, como de hada entrevisto, distraído de reojo, de pasada algo fugaz y certero Será sandez enseriada alfil de ayer venidero pero sentí tu llegada.
Ya no te tenía en mente florecían en mi aljaba saetas de caminos tenues nieblas de luces nevadas y descuidos entreabiertos a líneas desdibujadas pero adiviné unos pasos como se oyen las cascadas antes de que uno las vea y me escalaron el alma subiéndome los recuerdos desandándome las ganas Yo seguía lelo y medio entre deslumbres y salas pero clareó esa certeza: me acordé: te recordaba.
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ensamarcanda · 3 years ago
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En el ardid había una grieta no habían sellado las paredes al goteo y a la luz así fue que fueron pasando desde lo liso del rincón entre desgaste y anhelo gente que nadie percibió. En la certeza sorda por entre su basalto y su aspereza por encandilamiento fueron metiéndose los callados por dentro del murmuro que nadie oye y hasta en las salas más límpidas en los ámbitos menos ambiguos sin que las columnas o los aranceles notasen su polvo suspendido sin que la vigilia dudase tejieron de pasarelas y de ocasos de brillos de pelajes parciales de voces y sospechas. Así, loando el desdén callaron al silencio.
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ensamarcanda · 4 years ago
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Una historia de esas
La última vez que le escribí a alguien en un solo recinto junté todo el silencio y eché en el aire cintas por ver los surcos los nudos o parábolas o pasarelas de aire que con ellas las corrientes parciales de cuanto calla podrían esbozar
En vez de preguntarle a quién no respondía que por qué no decía nada que por qué me sentía nadie cuando no decía nada – por miedo a ya saberlo– –por miedo a no saberlo del todo– –porque uno nunca sabe, ni un carajo, nunca– preferí mirar los diversos sigilos los andamios y las galerías por entenderle mejor el mapa al silencio de la gente a ver si así sabía llegar a donde alguien responde allí donde se oye lo que la gente dice cuando no dice nada
De algún modo alguien lo supo y en un grito cayeron las trayectorias de las bandadas de cintas calladas
La moraleja es talvez que siempre hay un silencio más grande más vacuo detrás del que uno no oye Y también que es mejor siempre no escribir.
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ensamarcanda · 4 years ago
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canción
Ya las persianas rayadas amenazan con el día cruzándolo de humo ajeno del silencio desconfías por ser él tan transparente por ser tú la lejanía tú eres la lejanía y tú eres la lejanía
Tienes la boca torcida entre soslayo y sonrisa ademán de marea baja cuando se pierde tu orilla en indeciso espejeo despierta a las sombras miras les ves las faltas calladas les ves ausencias dormidas yo no he dormido más nunca y tú eres la lejanía tú eres la lejanía y tú eres la lejanía
Amor que no dices nada riéndote entre murmullos si tú eres el amor mío y yo no soy amor tuyo eres para mí un color de alba lila y de cocuyos del que más nunca me he ido y en el que sigo viviendo creo que fui para tí días una plaza que cruzar eres tú para mí el mar sin puertos ni travesías en el que te busco el margen sin poderte divisar porque eres la lejanía tú eres la lejanía y eres la lejanía
tiendo de hilos tu recuerdo por que el cuento tenga vías para seguirte los pasos yo creo que yo ya sabía creo que sigo sabiendo que tu así no me querías ¿ porque entonces todavía sigo lanzándole sendas a la llanura baldía? Si veo hacia donde voy es igual que allá donde iba y en cada paso que doy me hiere la lejanía y tú eres la lejanía tú eres la lejanía
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ensamarcanda · 4 years ago
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De Nova Regna, Anónimo, siglo IX.
Como la laboriosa tempestad hacía impracticable la alta mar remaron bordeando el litoral. Una corriente despaciosa trajo las naves por entre la bruma hasta las aguas serenas de la bahía. Allí anclaron, y el rey ordenó la construcción de un campamento. Las riquezas conseguidas, la fertilidad tibia de la costa y la cansada satisfacción los retuvieron con su suavidad. Los días fueron meses, los meses estaciones. Cada aparición del cielo era un temor o una esperanza dignos de quedarse. La tierra se iba haciendo de ellos, la idea de volver cada vez menos. Nacieron niños en esta orilla. Hombres murieron de vejez, y los enterraron aquí sin desazón. Esta tierra ya era de ellos, el regreso ya no.
También murió el rey. Como a todos los reyes sajones, lo dispusieron en una barca con sus armas, y lo echaron al mar para que lo llevara a las alegres estancias de los guerreros dorados. La corriente tierna que los trajo a la bahía no dejó que la barca se alejara mar adentro. Cinco veces la empujaron, y cinco veces las aguas la hicieron volver. El rey muerto no se iba. La ley era unívoca. No pudieron nombrar a otro. Desde entonces allí viven, en ese atardecer difuso, sin nadie que decida.
 De nova regna, anonyme, IXème siècle.
Comme la laborieuse tempête rendait impraticable le large ils ramèrent en longeant le littoral. Un courant langoureux porta les vaisseaux à travers la brume jusqu’aux eaux sereines de la baie. Ils y mouillèrent, et le roi ordonna la construction d’un campement. Les richesses obtenues, la fertilité tiède de la côte et la lasse satisfaction les retinrent avec douceur. Les jours furent des mois, les mois des saisons. Chaque apparition du ciel était une crainte ou un espoir suffisant à rester. La terre devenait à eux, l’idée de revenir chaque fois moins. Des enfants naquirent sur cette rive. Des hommes y moururent de vieillesse, et ils les y enterrèrent, sans crainte. La terre était à eux, le retour ne l’était plus.
Le roi mourut aussi. Comme tous les rois saxons, ils le couchèrent sur une barque avec ses armes, et ils le mirent à la mer pour qu’elle le mène aux joyeuses demeures des guerriers dorés. Le courant tendre qui les avait portés jusqu’à la baie ne laissa pas la barque prendre le large. Cinq fois ils la poussèrent et cinq fois elle revint. Le roi mort ne partait pas. La loi était univoque. Ils ne purent en prendre un autre. Depuis ils y vivent, dans un crépuscule diffus, sans personne pour décider.
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ensamarcanda · 4 years ago
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Linguistique
“il n’y a qu’un je dans nous et ce n’est jamais moi”
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ensamarcanda · 4 years ago
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geghard-armenia
La cruz está grabada en la muralla de piedra que labraron gota a gota las aguas del diluvio. La cruz rota ardida de otras cruces que la rayan. La cruz, en la ladera donde encalla aquél que vive ahogado de derrotas. A la ardua peña la cruz abarrota; en lo escarpado la cruz grita y calla. Rasguños de zozobra y de sollozo cruces hechas por cruces que las tallan porque nada las borre y porque luego cuando en la carne arrecien los destrozos no olvide al Ararat, después del fuego la mano que hoy rozándolas las halla.
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ensamarcanda · 4 years ago
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soneto es mejor que página en blanco
Ya las palabras dieron con los muros ya entre los días se han intercalado años de días, y entre ellos, callado, un solo tiempo claro e inseguro El desvelo trenza pausa y apuro en cada ápice descansa un recado un recuerdo de votos engastado resignado ya, ya casi perjuro sé que ya nunca te volveré a ver que las acrobacias, las escrituras de silencio a nadie han hecho volver que se va el relato haciéndose esquivo pero que sepas que aquí aún te escribo
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ensamarcanda · 4 years ago
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In memoriam B.N.
I.
reside demorada o precoz una duda una certeza del lado de allá del párpado cerrado el bord en en el que la luz pega o del lado de acá del lado borde sellado la cara que nadie ve
o incluso más adentro o mucho más lejos en el confín de allá donde la vista es lo opaco en su fondo desde donde se proyecta y también en la orilla de su alcance donde se hunde en un delta sin contornos ni sombras
del lecho de huesos callados donde nace o a donde va a morir la vista en su oscuro y áspero sitio en su impulso o en su trance o en su cese desde donde la imagen se desprende o allá donde se pierde antes y después del recorrido un hervor y un apagado incesante e incomodo despliegue y fruncido de la limpidez en la vista En lo visto allí labra tu inquietud en un silencio escanciado callado entre el asedio
II.
Esas galerías de carne erizada y de hueso cóncavo escarpado estas cavernas de las que no se distingue lo que allí nace o lo que allá se acaba en la crudeza del postrero entierro o en el alud que agobia a cuanto germina antes de su luz
Deben mantenerse vacuas inestables
De estar llenas de llegar a estar recorridas por un haz de brillos constantes de llegarlas a inundar un agua un espejeo
De llegarse a perder su polvareda oscura y opaca en la que a veces se alza un ápice nada sabríamos más nunca nada podríamos pensar
Porque ese vacío esa ósea apertura que hay en la linde de la mirada donde pensar o percibir son falsas capas vueltas cenizas móviles detenidas en ámbitos sin viento sin brillo en las oscuridades esas salas ese sosiego esa angustia ahí labraste ahí descubriste un margen para un margen por que algún día algo vuelva a poderse mover
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ensamarcanda · 4 years ago
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Lontananzas
La guerra no había amainado cuando se fueron sentando. Talvez lo hicieron para no tener que recular, pero talvez también lo habrán hecho por no tener que avanzar tampoco. Siempre les había gustado el mundo, pero es posible que por esos días empezaran a sentirlo como demasiado, o como demasiado poco. Podríamos perfectamente oír a alguno, verlo allí, desde una de las tenues colinas o en uno de los valles indefinidos, diciéndose como uno se dice a si mismo una de esas frases que se oyen porque las decimos sin decirlas, cuando nos oímos a nosotros mismos por frases y discursos. Podríamos pues oír a alguno en una de esas veces diciéndose: pólvora en zamuros, hasta aquí, no vale ya la pena. Así fue como han debido decírselo, incluso han podido decírselo los unos a los otros, dispuestos a un grito del siguiente, para que el borde que iban formando se dilatase por más distancias. Y así se quedaron mirando hacia adelante sin ir, teniendo atrás a un ámbito que se dilató a sus espaldas. Prefieren ignorar, olvidados por cada una de las vertientes del universo del que son un eje, hasta el día de hoy, solapado, estéril, perdido, y con razón.
La guerra nunca amainó.
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