errorpage0917 - Tumblr blog

[errorpage0917]

Nombre:Yu Ha Min.

✎ Apodo: Yu.

✎ Edad: 20.

✎ Orientación Sexual: Heterosexual.

✎ Grado o carrera que cursa: Diseño gráfico.

✎ Fraternidad: Psi Black.

✎ Historia:

 Yu Ha era tan sólo un niño cuando notó que en su pequeña familia disfuncional algo no encajaba, las piezas del rompe cabezas no unían.Desde que tenía memoria vivía en un sucio apartamento de 7x7, las paredes mohosas o aquella pila de trastes embarrados sobre el lavavajillas era cosa de todos los días. Su madre se tendía la mayor parte del tiempo recostada sobre un sofá viejo viendo televisión mientras en una de sus manos sujetaba un cigarrillo y en la otra una botella de cerveza, claro, no sólo era una al día. Ebria y demacrada dejaba a Yu a su suerte, en ocasiones lo golpeaba e insultaba sin motivo hasta dejarle inconsciente sobre el piso. Así fue creciendo, su infancia dura le forzó a ser una persona violenta y retraída en la escuela y en su diario vivir, considerando su conducta introvertida cómo algo normal. El odio por la mujer que le crió tantos años fue en aumento, no soportaba compartir el mismo espacio, por lo que escapó de casa cuándo cumplió los 15 años.Una de sus tías del campo le recibió, allí el ambiente era estricto. Yu Ha no cambió la forma en que se comportaba, cada vez empeoraba, estaba ensimismado en él, de alguna u otra manera logró salir de la educación media con cursos repetidos, por lo cual demoró unos años más sin contar las ocasiones en que los profesores citaban a su tía por algún problema en el que se veía envuelto; lo que significaba un golpe seco con una barilla sobre su cabeza.Su cuerpo comenzó a llenarse de cortes, acostumbraba marcar sus brazos luego de las quemaduras de cigarrillos que su progenitora le propinaba sobre sus brazos, y así comenzaron las líneas a enmarcar cada porción de su cuerpo, de esa manera se hundía en las cargas que traía consigo, su pasado y aquellos golpes que coloreaban su piel, cómo también sus vicios. Sus pulmones lamentaban el humo que ingerían y su hígado el alcohol.Sólo era una carga para su familia, por lo cual fue enviado lejos a Cross Academy

✎ Descripción Psicológica: De carácter adusto, no le causa gracia el humor irracional de sus pares, o los temas banales sin sentido. Es una persona muy directa, si se encuentra en una situación que le desagrada le importará un carajo lo que pueda pensar su ajeno y soltará todo lo que piensa, sin tapujos ni titubeo, incluso puede llegar a ser hiriente.No sigue reglas, las detesta, odia seguir un régimen impuesto por alguien más, su lema de vida es hacer lo que le salga de las narices. No es amigable, suele comportarse muy seco con sus relaciones interpersonales.Si desea obtener algo a costas de golpe y amenazas no lo pensará ni medio segundo, actuará según su criterio y lo más probable es que la situación acabe mal para su interlocutor.El amor para él es una puñalada en el pecho.

✎ Datos extras: (Redes sociales, gustos, disgustos, etc). Bebe alcohol. Fuma cigarrillos y otras sustancias. Sólo utiliza su móvil para llamar, detesta las redes sociales aunque las usa. Le disgusta hablar sobre su pasado.

►Off:

✎ Código:

✎ Nombre del personaje (FC ocupado): Yu Ha Min

✎ Ocupación: Ulzzang.

✎ Foto:

[errorpage0917]

━ IG ❮ Error ❯. My own death.

[errorpage0917]

━ IG Anónimo❮ Melodrama_ ❯. Video. Etiqueta: @Yeon_woo

I see u my little princess..

[errorpage0917]

❮...Just psycho❯. 　　　Instagram @Yeon_Woo ; Cerrado.

┆Bus Stop.

Al igual que una macabra imitación de la novela ‘’The little boy driven mad by love’’ se hallaba un varón revolviendo en sus pensamientos, su mente era una mezcolanza de enigmas, interrogantes, un rompecabezas sin pieza que encajara, dificultades y problemas que aquejaban en su razón. Todo se resumía en una joven docente años mayor que él, una mujer que cayó en las garras de un chico sombrío sin sentimientos de culpabilidad. Mientras el tiempo pasa Ha Min siente que la opresión en su pecho es aún mayor, y su deseo por dejar de respirar le abunda ¿Es todo gracias a Yeon? Nunca hubo una época en la que tuviese plena sanidad mental, la depresión carcomía sus años de vida, el insomnio impregnado en su perspectiva sólo extendía su pesar al no lograr conciliar el reposo nocturno. Pero no recordaba días tan grises como cuando conoció a la profesora, era más que un capricho, más que una obsesión, era un amor enfermo y dañino.

La fiesta de primavera significó pasar otra noche con YeonWoo, otro amanecer tomando posesión de su cuerpo aunque esta vez fue diferente, ella cedía, sus cuerpos se fundieron en uno solo, sus labios le quemaron y ardieron en su epidermis sin embargo, ese bienestar que le produjo la fémina no fue más que placer temporal, al marcharse cuando llegó el día, de ese modo abatido y con claros signos de arrepentimiento fue una grieta profunda en su órgano palpitante, y un engranaje que se arrancó de su raciocinio, el mecanismo descompuesto de su organismo presionó un botón en su cabeza, ya no existía una pizca de humanidad en el varón. De las barajas que le ofrece el destino a Ha Min, él toma la premiada, mientras un tétrico juego que comenzó hace un tiempo le divierte y le alimenta del miedo que acongoja a la docente, por otra parte la paranoia consume a una joven muchacha que por infortunio tuvo que cruzarse en su camino y clavarse en su pecho.

Una tarjeta que le provee alimentos se desliza por una caja registradora a modo de pago, a la distancia y de espaldas visualiza a la peliroja haciendo sus compras, el universo completo se paralizó, sólo existían ellos dos. Sin siquiera ser necesario el uso de una bolsa, toma de la botella de agua que compró junto a una sopa instantánea y le resguarda en el interior de su mochila, de pronto el vacío que hacía rugir su estómago se esfumó, una presa incluso más llamativa se empotró a la lejanía. Su andar discreto y procurando no ser visto le guian tras la muchacha que hizo su ingreso a una farmacia, cierta distancia tomó al perseguirle, su aparato móvil permaneció en la aplicación ‘’cámara’’ con un zoom al cien por ciento. Perdió la cuenta de las ocasiones en que le plasmó en su pantalla, algunas de las fotografías las subía a las cuentas de Instagram anónimos que debía crear cada cierto tiempo para hostigar a la fémina.

Su última parada fue un solitario ‘’Bus Stop’’ oculto tras un pilar se acomodó su demacrada anatomía cubierto por la oscuridad de la noche, un par de mensajes a modo de comentario en la última foto de su red social y una foto de ella misma por mensaje privado, constaron para que el pánico turbara a la escéptica muchacha, lograba notar como su testa recorría de diestra a siniestra; Para el chico era un simple juego mental que aterrorizaba a la chica que odiaba, o quizás amaba…Ella no sabía de quien se trataba, jamás sospecharía del joven problema que conoció cuando apenas era un niño, nadie podría hacerlo, no hay quien conozca la cabeza de un enfermo más que él mismo.

A penas subió al autobús le envió una última foto, aquella en que se plasmaba el coche al que segundos antes ingresó. El silencio acaeció, su mirada felina se quedó clavada en las ruedas del bus que partía y ya iba metros de lejanía, por un momento se detuvo a pensar.

—« Quizás, sólo quizás…ella me enloqueció un poco ».

[errorpage0917]

━ IG ❮ Error ❯. Algo de rojo...

[errorpage0917]

━ IG ❮ Error ❯. Deshojo aquella flor que en el olvido está, y en medio de las sombras en sosiego reposa ¿Por qué no eres tú la que está entre mis manos? ¿Por qué no puedo arrancar tu piel cómo los pétalos? La dulce fragancia se esparce en el asfalto, me perturba su blancura, mis ojos me están lastimando y rompo en dos el tallo...y si fuera tu cuello, y si el suelo fuera carmín, la pesadumbre que martillea en mis sienes cesaría en la quietud de un cuarto vacío que alberga a un ente sin alma.

[errorpage0917]

━ IG Anónimo❮ Whisper ❯. Etiqueta: @Yeon_woo

Pies que se sienten tan ligeros al caminar, era una sensación irreal, y en el interior comenzó un debate infernal, no logra reaccionar... Pasillos desolados, manto de estrellas; Detrás de esa puerta, detrás de la melodia rítmica, se cobijaba una bestia observando a la pérfida en un frenesí bombeante albergado en su pecho, en sus garras empuñaba un obsequio y se cuestiona... ¿Le gustará el cacao...?

@YeonWoo: Esto es incomodo... por favor no siga!! es segunda cuenta que le bloqueo... ¿qué pretende? no me parece gracioso, voy a tomar acciones legales

[errorpage0917]

❮ Bolsa N°1 ❯. 　　　Campus ; Privado.

Luego de haber sido bajado del bus por el conductor por intentar colarse nuevamente para regresar al campus, tiene que tomar el camino largo, camina grandes e interminables calles para devolverse a las fraternidades de la universidad. Sus pies duelen, New York era una ciudad inmensa, tuvo que guiarse por una aplicación del celular para poder llegar a Cross y ya estaba oscuro, la noche cayó sin darse cuenta, el frío golpea en sus brazos desnudos, y entumece sus mejillas, su cuerpo no tiene las suficientes proteínas y vitaminas por lo cual, en esas instancias sus dientes castañean sin lograr evitarlo.

Cuando llega al Campus, camina por su delantera, no hay muchos estudiantes como en el día, pero aún logra verse vida estudiantil a esas horas. Aún no sabe por qué no tira a la basura esas bolsas con huevos de chocolate que sustrajo sin pagar, en el camino ve varios botes de basura, incluso puede dejarlas tiradas en el piso, pero no lo hace y razón para resguardarle no tiene, él no come chocolates. En su vuelta por la universidad entra para acortar camino y salir por la entrada trasera con tal de encaminarse a la fraternidad psi, pero oye música en sus pasos, se detiene y cae en cuenta que hace días que no ve a Yeon, si de ella se trata, quiere verla a escondidas aunque sea por cortos segundos, ese amor tan enfermizo que tiene él le está matando, pero que no puede despojarse.

El sonido no proviene de la misma sala de siempre en la que él la vigila, y cuando se acerca, por la ventanilla que tiene la puerta a la docente bailando, pero no parece haber nadie más, siempre se pregunta en su cabeza, por qué no iba a casa y se quedaba siempre hasta tan tarde en solitario para bailar, el psi black ya conocía sus andanzas y horarios. Está embobado mirándole, se halla con la guardia baja, deja que el amor que le mata se extienda por todo su cuerpo, no logra quitarle la vista de encima, y no deja de pensar que la quiere para él…

Muerde sus labios interiores y de pronto mira una de las bolsas de contenido dulce que carga en su mano, en silencio, de su bolso saca un lápiz y escribe en el papel ‘’YeonWoo’’ toma aire y le deja justo frente a la puerta de ese salón, golpea unas tres veces bastante fuerte para ser escuchado y se va fugaz hacia su fraternidad. No sabe en qué está pensando o por qué lo hizo, él jamás ha tenido esa clase de comportamiento ni detalles con nadie, a veces ni el mismo se entiende pero de pronto le embargó esa sensación de ‘’Es ahora o nunca’’.

YeonWoo:

Los pasos firmes de la muchacha en el suelo, eran ligeros, el movimiento de su cabello y brazos compartían la misma delicadeza con la cual la música sonaba en la sala de danza, no habían alumnos, ya todos habían marchado hace unas horas atrás, pero ella… seguía practicando avanzando en lo que pronto sería su nueva clase con alumnos nuevos. No quería demostrar debilidades, porque ellos seguirían sus pasos y debía dar confianza en sus enseñanzas.  Giró un par de veces con esa gracia y técnica de la cual sus profesores siempre habían alabado en ella, porque cuando la cabellos rojizos bailaba era como si fuese un ángel, de esos que transmiten paz, que hace pensar a todos que nada los inquieta, que suprimen la realidad y que todo lo pueden afrontar.

Pero lo cierto es, que  los ángeles no existían,  ella no siempre estaba bien, a altas horas de la noche el eco de aquella habitación era testigo de sus ojos tristes, de su mirada cansada, de sus lamentos, y sus pequeños  tiempos de tristeza, pero había aprendido a mentir. Su semana había sido normal, el trabajo exhausto,  la primavera se acercaba con eventos en los cuales  inscribiría a sus alumnos para que ellos pudiesen tener nuevas experiencias, y quien sabe incluso trabajar con grandes empresas, había escuchado el sueño de muchos de ser idol, y Yeon los ayudaba con buenas técnicas para fortalecer sus aprendizajes de un modo menos agotador.  Tenía buenos alumnos, al menos le respetaban, cuando llegó pensó que por ser joven la verían como igual y no le harían caso, pero fue lo contrario.  

Se estaba acostumbrando a su rutina, pero seguía detestando el llegar a casa y encontrar solo una sala vacía. A veces le daba miedo incluso salir de su habitación ¿eso era paranoia? Conversaba del tema con algunos colegas,  la solución siempre fue la misma, debía tener alguna mascota que entretuviera acompañando sus momentos de soledad, quizás un gato.

Cuando la música seguía, entre tiempos de melodías escuchó la puerta tocar, se detuvo mirando hacia la madera fría ¿sería el conserje? Siempre terminaba por echar a Yeon, aunque  era todo en buenos términos. Debía dejar de hacer la sala de ensayo parte de su casa, o nadie la sacaría de ahí. Tomó su cabello para armar una coleta fina con una liga color turquesa. El abrir la puerta le hizo sentir el frío, el cambio de ambiente, miró extrañada a todos lados pero no había nadie. Soltó una risa en murmuro, quizás solo era una broma, pero al avanzar para estirar su anatomía y ver por el pasillo sus pies chocaron con una bolsa. Se agachó de inmediato, la miró de lejos y la tomó con cuidado.-

-YeonWoo… ¿yo? -Cuestionó sonriendo, ¿qué tenía dentro?  Rogaba porque no fuesen bromas con insectos, dentro de ellas habían chocolates de pascua, su labios se ovalaron un poco con asombro, ¿tantos para ella?  ¿Quién se había enterado que le gustaban? La tradición de regalar chocolates le trajo la suerte, quizás era uno de sus alumnos. Agradecida los tomó y los echo en su bolso, no los olvidaría, llegaría ahora a casa a estirarse en su cama,  y comer de ellos mientras las películas melosas invadieran la vista de la muchacha.

[errorpage0917]

❮¿Y ahora?❯. 　　　Fraternidades ; Privado.

Justo al otro lado del pasillo se halla el cuarto de Holly, la chica que conoció cuando llegó a Cross, no habían más personas que habitaran la psi black en ese entonces, lo cual le parecía curioso, pero aun así no le importaba, era él y su cuarto. Está detenido pensando en si sería necesario obsequiarle la última bolsa que sostiene ya que Ha Min no es ese tipo de persona que se preocupe por el prójimo o celebre las costumbres estúpidas que todo el mundo conmemora en días ‘’Especiales’’ porque para él, no lo son.

Son días insignificantes como cualquier otro sin importancia, incluso la fecha de su cumpleaños la ignora. Holly no es alguien cercana, no son tantas las ocasiones en las que se han visto, pero admite que cierta confianza le tomó en las últimas semanas, Ha Min es muy reacio a conocer nuevas personas, pero la pelinegra es alguien que pasa por problemas parecidos a los suyos, a veces la compara con una hermana lejana que nunca tuvo, por el simple hecho de lograr congeniar en ciertos puntos y parecer una chica de sentimientos muy frágiles, él le aconseja, aunque cada capítulo de su propia vida esté podrido y acabe con el mismo trágico final.

En sus dedos tiene la última bolsa sustraída, la gira en su lugar y ve como algunas abolladuras le adornan por el empujón que él mismo le había dado al hombre disfrazado. Él no sabe si come chocolates, o si tiene problemas alimenticios, pero lo que hiciera luego con ellos ya no estaba en sus manos.

Se acerca hasta su puerta y deja colgada sobre la manilla esa última bolsa de papel desde el arcial, escribe ‘’Holly’’ en el centro, pero no golpea, no siente necesario hacerlo, tampoco quiere molestar si es que está durmiendo y sólo se va directo a su cuarto, pensando en que sin haberlo planeado había hecho su buena acción del día.

[errorpage0917]

❮ Prairie azotadora de Chatarra❯. 　　　Ciudad ; Privado

Hace unas pocas horas atrás, el chico de tez blanca había coordinado por vía telefónica con una de sus amigas que visitaba el país Americano, Prairie la chica de gesto adusto. La última vez que supo de ella fue en uno de sus viajes a Osaka por motivo de una gira de estudios, y ahora, era la oportunidad para reencontrarse con la Japonesa y cómo no, en uno de esos locales de comida rápida de la cuál ambos eran fan. En una mesita al costado de la ventana se sentó a esperarla, pero la hora avanzaba y no habían rastros de la muchacha Nipona. En el intertanto jugaba con su celular y sentía como su estómago comenzaba a rugir por las diversas órdenes de comida que los comensales del local llevaban a sus mesas, su amiga era puntual, quizás no logró ubicarse después de tanto tiempo. No le importó perder su puesto y salió al exterior, y cuando vio a lo lejos a la muchacha no tardó en gritar su nombre mientras le hacía señas de manos.

[errorpage0917]

❮ Bolsa N°2❯. 　　　Fraternidades ; Privado.

¿Por qué de pronto siente cierta tranquilidad? Bajo sus manos empuñadas sostiene dos bolsas que hace no más de unas horas atrás había tomado sin permiso con tal de irritar al hombre que le había podrido el genio con su voz chillona y sus productos para críos, pero, jamás lo hizo con el afán de obsequiárselo a alguien más, no tiene la necesidad de hacerlo, tampoco se siente ligado a otros para hacer cosas buenas por ellos.

A su mente llega la chica asiática, la nueva psi black que arribó en la casa semanas después que él, los primeros días no la había visto, no se habían presentado ni se había dado la oportunidad de charlar, aunque cierto día se hallaron sin buscarse, congeniaron de un buen modo, el humor de la chica tan blanca como la nieve se parece al suyo, no son amigos y ella parece ser alguien muy cerrada con extraños al igual que él, pero se le hace agradable, sin embargo…aún tiene los chocolates que irían a parar al basurero si alguien más no le daba otro uso.

Se apresura en llegar a la casa Psi, ingresa en silencio y adentro parecía un cementerio, en silencio absoluto, no hay nada que perturbe la tranquilidad que se siente en el interior de esas mohosas paredes ¿No estaban las chicas? Camina y como es costumbre, el piso cruje con chirridos por la madera añeja, sube las escaleras para ir a su habitación, y de camino, se detiene en el corredor, hay varias puertas y la que pertenece a Sam está a su derecha.

Piensa por un rato ¿Le gustará el chocolate? Su anonimato se mantendría al margen porque no sabría de quien provenía el ‘’obsequio’’ así que se aventuró, no le da más importancia y deja sobre la manilla de su puerta aquella bolsa, escribiendo en ella con una lapicero negro ‘’Sam’’. No golpea y tan sólo se va, en algún momento tendría que salir y verla, de todos modos su nombre estaba allí.

[errorpage0917]

❮ No pagaré por eso ❯. 　　　Ciudad ; Cerrado.

El día había llegado, aquel día en el cual los religiosos y personas que gozan de engullir chocolates les esconden a los críos por los rincones de alguna casa pequeños huevos que representan ser los regalos de un conejo inexistente o al menos eso es lo que sabe del tema, más no es de su interés ahondar en al asunto. Desde que tiene memoria no recuerda un día en que la mujer que decía ser su madre tuvo algún tipo de afecto con él, los amigos de su barrio siempre llegaban con las manos llenas de chocolates, pero él nunca recibió nada de eso, ni siquiera el día en que cumplía años y navidad.

La infancia que tuvo Ha Min fue bastante difícil, de niño nunca comprendió por qué tenía que pasar tantas necesidades o vivir en un ambiente tan precario, falto de luz, comida y agua. Mientras camina va pensando en aquellos días, no es que le importe, pero detesta la felicidad ajena, piensa que las personas se ocultan tras una sonrisa podrida, una máscara que guarda la esencia pútrida y descompuesta de cada ser humano. Pero, no todo parece ser tan malo en la casa Psi, las inquilinas tienen personalidades semejantes a la propia, a veces se encuentran sin planearlo y pasan una charla más allá de los monosílabos. No son sus amigas, no piensa en sus pares, pero admite que en ocasiones en las cuales se sintió miserable, hicieron más ameno su pesar con un dialogo de corredor.

Y ahora…¿Qué está haciendo de camino a la ciudad? Ha Min va a buscar el dinero que le da el gobierno por su situación de pobreza, no tiene ni un centavo, para llegar hasta el centro de la ciudad se metió al metro y al autobús sin pagar su pasaje. Luego de tramitar todos los quehaceres en su lista, pasa de vuelta por fuera del centro comercial y ve un puesto de huevos de pascua, les vendían en bolsas de papel y otras de género a un precio que ninguna persona como él gastaría; Está a punto de pasarlo de largo con una expresión asqueada por la cantidad de críos que hay revoloteando, pero un hombre disfrazado de conejo se acerca a él ofreciéndole el producto que tenía en sus manos.

La migraña en su cabeza acrecienta porque no le está dejando caminar en paz, la canción de niños está martilleando en sus oídos y el hombre no deja de ofrecerle sus chocolates con una voz fingida completamente patética. Empuña sus manos, no logra contar hasta tres y le empuja al asfalto, viendo como todas las bolsas que sostiene en sus guantes de conejo se esparcen en el piso. La gente se les queda viendo, pero al psi no podría importarle menos; Toma unas tres bolsas del suelo irritado y cuando ve que el hombre está haciendo el intento de pararse, le hace un gesto obsceno con el dedo medio ‘’Jódete’’ vocifera largándose de una vez solamente para cabrearlo.

[errorpage0917]

━ IG ❮ Error ❯

Normalmente en psi black no hay electricidad...

[errorpage0917]

❮ @JustAnotherGirl❯. 　　　Foro ; Privado.

En la oscuridad de un cuarto que alberga el silencio, se tiende un chico sobre una cama sin hacer y de sábanas sucias, resuena la calma en sus oídos, el mutismo de las cuatro paredes mohosas le están oprimiendo, le hacen sentir intranquilo, el flujo constante que recorre sus fosas nasales hasta sus pulmones se agita y acaba por cerrar los ojos.

La oscuridad aquieta por un momento a un muchacho de problemas nerviosos que intenta prender su ordenador pero no es suficiente, sus dedos les tiemblan al grado de hacerse incontrolable, los calambres se dispersan por un cuerpo que simula estar inerte, ya no es una necesidad sentir esa tranquilidad que le conforta. La impaciencia le incauta, con su mirada turbada y en alarma busca un frasco de píldoras, analiza cada rincón de su habitación alumbrado por la luz tenue que entra desde la ventana que está sobre su cama, comienza a preocuparse, no las halla y no puede levantarse, las piernas no coordinan con él.

Contra su rostro oprime sus manos con afán de asfixiarse, pero el sonido de su laptop al encenderse le distrae, poco a poco desliza las palmas que le cubren los ojos hasta dejarles caer sobre el teclado, toma una bocanada de aire que le sofoca para comenzar a mover su índice sobre el Touch pad, muerde sus labios hasta hacerlos sangrar, su sistema nervioso está descompuesto, o bien defectuoso, alguien como él nació roto. Se le hace difícil escribir la dirección de red que le lleva al foro, sus dedos se sacuden por si solos, así que debe presionar el botón que deshace desperdicios, el meñique de HaMin aplasta ‘’Enter’’ y la página se torna de color negro, desde hace un tiempo que dejó de escribir en el foro sus problemas, sabe que allí hay personas que se desquitan en la vida como él, en realidad él escribe porque siente la libertad de expresarse, lo que sus labios callan y su lengua enmudece, sus dedos lo plasman pero extraña a la usuaria con la que charlaba cada noche, ella le acompañaba en su insomnio, cada uno tiene problemas diversos que acaecen en sus vidas, pero en ella encontró lo más parecido a una amiga.

Lentamente recorre los textos que alguien más dejó, visita el perfil de la usuaria en la que piensa pero no ve señales de vida en su página desde hace un tiempo, aunque es tarde, el reloj de su computadora señala las 2:00 AM pero aún así le deja un mensaje en la ventana de su chat que marca verde.

@ERROR__ -Hey…¿Estás despierta? O viva…

Camila 

Había sido un día agotador para la chica de largos cabellos, entre exámenes, trabajos para ciertas materias y los deberes escolares y extracurriculares la estaban volviendo loca y sin contar los trabajos de medio tiempo a los que debía asistir luego de clases, sin duda el tiempo y la cordura parecían disminuirse a tal punto que llego a preguntarse algo que jamás pensó… ¿Sería capaz de liderar RHO ARTS? Movió su cabeza de lado a lado como si aquel movimiento pudiera hacer desaparecer las ideas absurdas que había en su cabeza. La casa de la fraternidad parecía una verdadera mansión, quizás no tanto como casa de las Alphas o la de los betas, pero para Emily era así. Cerró como de costumbre la puerta, asegurándose que esta estuviera con toda la seguridad y subió las escaleras hasta su habitación y dejo su mochila en su cama, sacó algunas fotos que había copiado y otras que había mandado a imprimir y las dejo en su escritorio de forma ordenada para luego poder elegir la más perfecta y hermosa y mandárselas a sus padres como regalo. Su cuerpo ya le pedía que se desplomase en la suave cama, los dolores musculares y la pesadez de sus hombros le indicaban que ya era hora de dormir. Tomó su pijama y su móvil junto a sus audífonos y se dirigió hasta uno de los tantos baños que habían en la fraternidad. El camino al pasillo le pareció corto, como siempre y es que siempre se entretenían con las obras que estaban colgadas en la pared. Tomó la liga que había en una de las estanterías y tomó su cabello en una coleta de cabello, acto posterior tomó sus audífonos para acomodarlos en sus oídos. Puso su canción favorita y elevó el volumen hasta el cien, por cierto, era la del concierto de Emily. Tomó su jabón exfoliante comenzó así su tratamiento facial, una artista también debe lucir bien, sobre todo porque pronto cantaría en un restaurant de uno de los amigos de su padre. Luego de haber finalizado, secó su rosto con la toalla cuando su teléfono sonó. . Un mensaje de “ERROR” Aquel usuario con el que solía hablar y hablar en las infinitas noches de soledad. Ahora que lo pensaba Emily no había vuelto escribir en aquel foro, puesto que ahora su dolor lo expresaba en las letras de sus canciones. Leyó el mensaje una y otra vez mientras volvía a su habitación y por fin desplomarse en su cama, aún con el teléfono en la mano comenzado a escribir lentamente como si sus dedos pesaran o dolieran. @JustAnotherGir: - Estoy despierta… viva no mucho. ¿Y tú? ¿Aún te desvelas?

[errorpage0917]

━ IG ❮ Error ❯

Es cómo si en mi cabeza se hubiese encendido un temporizador con los momentos más relevantes e insignificantes, palabras, voces hablandome, frases rondando por el vacío de esta habitación, acabo por cerrar mis ojos y mi pecho arde, creo que mis mejillas están mojadas. ¿Esto es lo que se siente cuándo vas a morir? Jamás me detuve a pensar cómo se sentirían mis últimos respiros.

[errorpage0917]

━ WhatsApp ❮ Número desconocido ❯

 ━ WhatsApp Yeon: ¿Marcos?

韩庚嘉 ━ WhatsApp: ¿Es un delito desear probar de ti una vez más? Quiero estrujarte entre mis brazos...

Yeon

━ WhatsApp Yeon:  Vamos... no es gracioso... ¿eres tú?

━ WhatsApp: Otra noche sin poder dormir, pensaré en ti hasta que me ardan los ojos y se quemen por la luz del día...Mis manos quieren oprimirte, estrangularte hasta que tu corazón sienta amor por mi o bien, deje de latir.

 ━ WhatsApp Yeon:

 O me dice quien es, o lo bloqueo.

[errorpage0917]

━ IG ❮ Error ❯ Había pasado un tiempo sin dejar estas cuatro paredes mohosas...