fabriboi - Tumblr blog

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Para Eli

No estoy seguro de cómo sucedió todo. Fue tan rápido que ni siquiera tuve la oportunidad de pensar en lo que estábamos haciendo. Pasamos de scans de biblioteca a fumar mota y coger en mi casa.

Entre ropa interior y sueño me preguntaste si tenía novia si te quería realmente o si era solo para el rato. Eran buenas preguntas, pero en ese momento no sabía cómo responder a ninguna.

Dos semanas después salimos a pedalear, hicimos pizza, nos acideamos con mis amigos y paseamos por un cafetal. Entre bromas y besos dijiste que era un sinvergüenza y nos reímos los cuatro porque sabíamos que era cierto. Esa noche te quedaste conmigo, pasamos retozando entre dormir y besos por horas. Al día siguiente te fui a dejar tu casa, jugué con Lupito y desconectaste tu router para no tener que atender llamadas.

Fue una buena cita improvisada, les dije a mis amigos que eras la mujer más interesante del mundo y ellos estuvieron de acuerdo, eran Team Elida. Quizás debería haberles hecho caso, pero la verdad es que estaba esperando que Mai volviera de Nueva York para regresar. Ya había decidido lo que iba a hacer, aunque fingía no estar seguro.

Finalmente, volví con Mai y no sabía qué decirte. Quizás si no me hubieras importado tanto, habría sido más fácil, pero no sabía cómo decirte que tenía que elegir y que no te había elegido a vos. Tal vez habría bastado con decir algo sencillo, pero tenía miedo de que me preguntaras algo o me pidieras explicaciones. Al final, opté por decirte "es mejor no seguir hablando" y te bloqueé de todas partes. Una hijueputensia total.

Si quería hacer las cosas bien con alguien, era con vos, la mujer más interesante del mundo, pero no lo hice y ahora solo me queda pedir perdón. Perdón por haber hecho las cosas mal, perdón por no haber hablado claramente desde el principio, perdón por dejarte de una forma tan hija de puta.

Perdón. Perdón. Perdón.

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26

Era el cumpleaños 26 de Lucía, fuimos a la discoteca en el carro de Pola, era extraño verla ahí, en especial porque tenía el entendido hasta ese punto que ella era la pareja de Horacio cuando Lucía lo dejaba, la novia de reemplazo por decirlo así.

Una vez llegados a la discoteca, tomamos el cóctel usual, pastillitas y medicamento para caballo. Pola no tomó nada, ni si quiera agua pura, pasó todo el rato hablando de su exnovio y otros amores del pasado, pero para fortuna del resto se fue temprano.

Al terminar de bailar, tomar de todo y sacarnos muchas fotos, nos fuimos de after, movidos por las energías de la noche, sin conocimiento de a donde íbamos y fuimos a parar a una fiesta gay en el pent-house de un supuesto cirujano millonario.

Lucía y yo estábamos insufribles, no nos podíamos dejar de tocar las manos, darnos abrazos y besos en los cachetes. Todo bajo los celosos ojos de Horacio, quizá era una vendetta contra el por haber traído a Pola a su cumpleaños, o quizá era solamente las drogas.

Como nada las 12 se convirtieron en las 2, la fiesta seguía y Horacio se tenía que ir, Lucía y yo lo acompañamos a la salida, en su despido con todo descaro nos tomamos fotos con abrazos y besos de total impropiedad, increíblemente a Horacio no parecía importarle, casi como resignado a lo que fuéramos a hacer cuando él se fuera, nos dimos un fuerte abrazo, nos dijimos adiós, y le deseamos un buen regreso a casa.

Al regresar al pent-house, encontré a mi hermana terriblemente borracha, una verdadera bomba de tiempo aquello. Le dije a Lucía que me tenía que ir a casa, que tenía que llevar a mi hermana de regreso al apartamento, me rogó que me quedara, nos agarramos las manos viéndonos cara a cara, después le agarré la cintura y ella a mí el cuello. Platicamos por unos segundos, discutiendo si quedarme o irme, al final concluí que lo mejor era irme, cuando me despedí, ella se avalanchó hacia mi cara y neutralicé aquel intento de beso en un largo abrazo. Nos despedimos una vez más, esta vez, ya con el entendimiento que no habría ningún beso.

Me llevé a mi hermana casi cargada, llegamos al apartamento, vomitó un universo y un poco más, sacó las tripas como le dicen. Después de forcejeó, varios encierros en el baño y otros clavos, al fin la logré meter a la cama. Llamé a Lucía y le pregunté si todavía sería posible regresar a la fiesta, me dijo que si y que llegara pronto porque ya iban a prender el jacuzzi, lo pensé un poco más y le dije que mejor la esperaba porque no quería dejar a mi hermana sola.

Después de un par de horas, Lucía llegó a mi apartamento contándome todos los eventos que habían transcurrido en el rato que no estuve y sobre todo como al final de cuentas nunca prendieron el jacuzzi. Nos metimos a la cama, cada uno en un extremo, dejando el medio como una especie de zona desmilitarizada. Platicamos por un ratito más, nos fuimos a dormir y nunca más volvimos a hablar de esa noche.

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Drogas, pan, champán y El Club de las Serpientes

Era el día de mi cumpleaños 21, habíamos tomado mucho en la terraza de mi edificio y ya era hora de salir a la discoteca, en realidad ya íbamos tarde, pero salimos de igual manera. Al entrar al lugar nos tomamos unas de esas pastillas prohibidas y uno que otro lineazo de medicamento para caballo. Treinta minutos habían pasado y el cóctel me estaba pegando con fuerza total, iba a vomitar cuando el dueño de la discoteca me vio y me llevó al baño corriendo. Después de dejar toda la cena en el inodoro me quedé en la esquina del baño, era extraño porque me sentía como nunca pero no estaba haciendo nada.

Ahí fue cuando me llegaron a ayudar, la música ya la habían quitado, pero yo la seguía oyendo, retumbando en mi cerebro. Les dije que no me quería ir de la esquina porque me la estaba pasando bien ahí, pero obvio, había que irnos de la discoteca cerrada.

De esta parte poco recuerdo, pero se que después de mucho forcejeo, declaraciones inapropiadas de amor e intentos de besos al de seguridad y dueño del lugar, al fin lograron meterme en un Uber.

Nos fuimos de regreso a mi apartamento, de esto no recuerdo nada, pero aparentemente me quité la ropa y solo me lograron convencer de regresar a camisa y calzoncillos. Después de muchas más declaraciones de amor, abrazos y uno que otro intento de beso, logré aterrizar a la tierra, para eso ya estábamos acostados intentando ver una película, aunque en vano fue el intento porque regresamos al comedor para seguir con el cóctel.

Estuvimos mil años en trance, vivimos tres vidas juntos para volver a la tierra y vivir otras tres más. Horacio y yo nos pusimos uno en cada pierna de La Maga dándole un abrazo como niños sobre su madre, estuvimos ahí en un estado de amor puro. Después bailamos, reímos, y platicamos, nos cambiamos de asientos para regresar a vernos las caras, pero ahora en otra configuración, y repetimos por horas.

Cuando ya no había nada más que inhalar, decidimos regresar a 8½, la película que a medias a habíamos dejado, a pesar de ser una película en blanco y negro nosotros estábamos viéndola a color. Nos sorprendía su calidad, aunque creo que ninguno la estaba entendiendo mucho.

Al terminar la película, nos agarramos las manos y abrazamos muy fuerte para irnos a dormir, pero ellos se empezaron a besar apasionadamente, sin soltarme el abrazo o las manos, casi como invitándome al beso, sigilosamente Horacio comenzó a desnudar a La Maga, como creyendo que no lo iba a oír o darme cuenta, o quizá para fingir que lo que estaba pasando era un mero accidente. Como fuera, yo no quería participar en el beso o en nada más, deshice el nudo de manitas, saqué mi brazo de entre sus cuellos y fui al baño, al salir tuve que pasar frente a ellos, estaba oscuro, pero se podían ver los movimientos bajo las sabanas, fui a la otra habitación, y me acosté.

Fue un día muy especial para mí, me sentí profundamente querido y feliz, pero había algo en el fondo que me hacia sentir mal, en ese momento no lo entendía pero ahora se que me sentía celoso, no por uno o por el otro, si no del amor que tenían entre ellos, porque sabía que ni yo lo podía sentir hacia ellos ni ellos hacia mi, porque en este tridente había dos y luego estaba yo, sabía que, en esta historia, con este Horacio y con esta Maga yo no era nada más que un personaje secundario, solamente uno más del Club de las Serpientes.

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Amor

Pusiste mi vida en desarreglo total. No puedo no pensar en vos. Solo vos sos capaz de llenar un vacío monstruoso que tengo.

Sin vos los bajos son tan bajos y con vos los altos son altos. Es fuera de este mundo cuanto he caído en el amor; todos los dias pienso en mi vida con vos, en la familia que vamos a tener, en la casa que vamos a comprar y a todos los lugares que vamos a ir.

Tiraste todas mis prioridades al vacio, todo lo hago por vos y para vos. Dependo de vos para poder despertar, caminar, respirar y cualquier otro tipo de actividad cotidiana. 

Lloro y berreo cuando no te veo más de una semana, es fuera de este mundo lo que significas para mi. He perdido toda independencia y control sobre mi vida, yo quiero que vos estes a mi lado toda mi vida.

Pero a pesar de todo soy incapaz de decirlo, incapaz de decirte en palabras hasta donde tiraste mi vida en desarreglo, soy incapaz de decirte que tanto te amo.

Pero te lo digo aquí, donde nunca lo vas a leer. TE AMO COMO NADA EN MI VIDA.

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Cerote

¿Para qué sufro?, ¿para qué me desvelo?, ¿para qué estoy haciendo algo que no necesito?

¿Es el odio a ese cerote suficiente para empujarme al delirio, a la depresión y al cansancio fuera de lo humano o de lo correcto?

Aparentemente sí porque sigo aquí y sigo haciendo todas estas cosas que no quiero seguir haciendo. Aparentemente su inutilidad de tomar las riendas de su vida me afectan de tanto que ese se ha convertido en mi mayor miedo, perder todo control, ser avanzado y odiado.

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Ansiedad

Mientras más ansioso estoy, más escribo, encuentro la necesidad de liberarme,  de soltarme de la caja que cada día me presiona más. Mientras menos tiempo tengo, mientras más obligaciones necesito ocupar parece que menos me interesa cumplirlas y simplemente dejar que la caja me termine de aplastar; que me acabe y quizá así logre finalmente terminar este ciclo horrible de implosión y explosión. Quizá solo así dejando que mis obligaciones me arrastren como el mar a un borracho pueda en realidad soltarme de todas las preocupaciones. Regresar a lo primitivo, al barril de Diógenes y sacarle el dedo a Jimmy Morales y a cualquier otra preocupación puramente de la mente y no del cuerpo.

Quizá en nuestra búsqueda incansable del ocio y la mejoría humana nos hemos destruido por dentro, hemos roto los valores más humanos; la colaboración, la empatía y el amor. Quizá hemos tumbando el alma por necesidades utilitarias y necesitamos retornar a la falta de razón, a lo primitivo, a lo animal.

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Rayo laser

Vos sabías que me gustas y yo sabía que estabas despechada, no me soltabas la mirada y sabías que no podía evitarte. La marihuana y el alcohol hicieron nuestras cabezas magnéticas y por más que te evitará había una fuerza que me jalaba hacia vos, no dejabas de ver mi boca mientras te contaba historias sin sentido que no lograba terminar y yo no podía dejar de ver tus ojos y tu sonrisa, cada turno hablábamos más callado y más cerca.

Eramos dos imanes siendo detenidos por la más delicada fuerza, listos para que cualquier resbalón nos uniera a toda velocidad, era evidente lo que estábamos proponiendo con cada palabra, era evidente lo que no debíamos hacer con cada centímetro que nos acercabamos. Pero ninguno soltó, primero llegó el novio que te engaña y yo regresé a razón.

Era un alivio saber que iba a poder regresar esa noche sin hacer nada incorrecto, sin tener que rendir cuentas o esconder secretos pero una decepción no haber dejado que las fuerzas naturales nos llevaran a donde querían, una decepción no haber dejado que por un momento el cuerpo decidiera sobre la mente y el corazón.

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Midtown in the 1920s, New York City

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City of shapes