Tumgik
fede-ratas-blog · 13 years
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  Posteo original de Fran Fariña www.belelu.com
Realmente fue una vergüenza ver la nota de Claudio Fariña sobre la cobertura a la marcha por el orgullo gay, que se realizó el sábado en la capital. Lo primero que pensé al verla, es que doy gracias por no ser ni cercana ni familiar al periodista de TVN. Su nota de casi cuatro minutos fue realmente un chiste. No hizo más que ridiculizar el acto que recibió a más de 12 mil personas en busca de apoyar la cruzada a favor del amor y la igualdad.
Me parece impresentable que el señor Fariña- que me estresa que tenga mi mismo apellido- abra la nota con la canción In the Navy de Village People, artistas  reconocidos por ser íconos gay, lo que ya de entrada deja ver el prejuicio, las ganas de ridiculizar y de quitarle el sentido a lo que se estaba realizando.
El “gran periodista”, además se las dio de bacán al poner al aire sus preguntas. Debe haber pensado “me las voy a dar de periodista atrevido y le diré a Tomás Jocelyn-Holt si se identifica con la cruzada porque es gay”. Como no entiende que esto va más allá de si alguien es gay o no, la idea es tratar de invitar al país a respetar, a abrir la mente y a aceptar que en el mundo no solo hay heterosexuales, pero Fariña hizo totalmente lo contrario.
  Periodísticamente hablando, está pésimamente mal construida. Es una nota parcial que muestra solo homosexuales, transformistas y parejas gay. Me pregunto ¿dónde habrá dejado a familas completas que fueron a apoyar? A las familias heterosexuales que fueron hasta con sus hijos, con el fin de enseñarles a ellos lo que es el respeto y la tolerancia. ¿Por qué no entrevistó a los amigos de homosexuales que estaban en ese lugar sumando fuerzas para lograr cambios? Sumado a esto, los entrevistados no entregan contenidos o datos relevantes sobre las demandas, ni mucho menos sobre el sentido de la marcha. Solo se ve a un periodista ignorante, asombrado por ver transformistas que de día son hombres y de noche, mujeres. Estupidez máxima.
Debo decir que no me sorprenden este tipo de notas por parte de Claudio Fariña. De hecho jamás me ha gustado su trabajo. Es el típico periodista que sale vestido de bombero en un incendio, que sale con dos guaguas para el día de la madre, que se las da de “cercano” y que relata con frases hechas y visita lugares comunes. El que invita a nostalgia con canciones mamonas de fondo o que musicaliza la nota de la Teletón con “Color Esperanza” de Diego Torres.
Lo que me deja tranquila es que no solo yo me di cuenta de semejante asco de nota. El hashtag #farina fue de los temas más hablados en twitter y menos mal que no por opiniones favorables. La mayor parte de twitterlandia (TL), por no decir toda, criticó el periodista. Algunos lo tratan de pésimo profesional y otro como @TatanEspejo, un simple chileno, dijo “vi el video de #Fariña y me pareció, a lo menos, bajo”. Hasta la misma Andrea Aristegui (@tvn_andrea), la presentadora que aparece al principio de la nota, se manifestó por la TL y dijo “Entiendo el enojo de muchos, con @jananeme estamos igual. Lamentablemente no depende de nosotros. Pero ponemos la cara y pedimos disculpas”. Entiendo un poco que haya sido fin de semana largo y hayan tenido que mandar a Fariña a cubrir la marcha, pero asumo que de los errores TVN tendrá que aprender.
Le digo al señor Fariña que su nota estaba para -por último- una columna de opinión, no para el noticiero de televisión abierta. Esa no es la pantalla para que presentes tu homofobia. El público se merece un poco más de respeto.
Revisa la polémica nota
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fede-ratas-blog · 13 years
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Entrevista a Mario Waissbluth truncada unilateralmente por el Mercurio en su seccion reportajes, domingo 10 de julio
En negritas se marcan los temas prolijamente omitidos.
- Entre las universidades privadas se manifiestan prácticas lucrativas ¿Qué prácticas identifica usted en el sistema? ¿Cuáles son las más usadas?
Antes de responder la pregunta, dos precisiones. La primera es que, mientras el 45% de los egresados de Media no entienda lo que lee ni sepa razonar una regla de tres, al cáncer de la educación superior sólo le podremos poner morfina. Necesaria, pero morfina no curativa. Los 90 minutos del partido de la educación en Chile, hoy, se juegan en Preescolar y Básica. Media y Superior son el alargue, difícil de remontar si el alumno en 4º Básico ya no entendió lo que lee.
La segunda es desmitificar el absurdo concepto de que el lucro ocurre cuando un profesor cobra un salario. Si mañana Michael Porter aceptara ser profesor en la U. Adolfo Ibáñez o la U. de Chile y hubiera que pagarle 15 millones mensuales, es lo que vale y habría que hacerlo. Aquí estamos hablando de lucro institucional. Una empresa se distingue de un ente sin fines de lucro en sólo una cosa: este último no le puede distribuir utilidades a sus fundadores bajo ninguna circunstancia, directa o indirectamente.
Ahora bien, no tenemos evidencias documentadas, pero sí relatos verbales de algunas Universidades que, por Ley del gobierno militar debieran ser sin fines de lucro, extraen utilidades por diversas rutas, siendo el cobro de rentas inmobiliarias excesivas sólo una de ellas. Los dueños de algunas universidades, no de todas, – según nos relatan pero no por escrito - cobran salarios completamente fuera de mercado, montan empresas de aseo, venta de computadores, laboratorios, y servicios varios, en que sobrefacturan para extraer renta. Lo más grave sería – y no lo sé - si acaso esas mismas universidades hubieran estado recibiendo donaciones con descuento tributario. En ese caso, en adición a una violación de la LOCE, habría fraude tributario. Es responsabilidad del Ministerio de Justicia y el SII supervisar esto desde hace 22 años, y deben responder de inmediato si lo han hecho o no.
En mi opinión, independientemente de lo que se decida a futuro, el país no puede continuar escondiendo mugre bajo la alfombra. Concuerdo plenamente con el Padre Montes. Para avanzar en la discusión, bastaría una ley corta de pocas líneas, en menos de un mes: toda entidad de educación superior, privada o pública, debiera publicar sus balances auditados de los últimos 10 años, incluyendo transacciones con entes relacionados, remuneraciones de directivos, donaciones con descuentos tributarios, y por cierto, información académica clave en este obscuro “mercado”: puntajes de corte, tasas de deserción y titulación por carrera, años reales promedio de duración de la carrera, y el número de años en que cada carrera está acreditada, si es que lo está. La ausencia de esa información es la forma más perversa de publicidad engañosa. A esto es lo que he llamado La Polar Universitaria.
Las entidades de educación superior, tanto universidades como institutos y CFT, y por cierto las escuelas primarias y secundarias, son depositarias de la fe pública y usan de un modo u otro recursos del estado. No veo porqué no debieran tener la misma transparencia informativa que las Sociedades Anónimas abiertas. Todos los chilenos somos sus accionistas.
- ¿Qué ocurre con universidades como la Corporación Santo Tomás, o la Universidad Central, que está ad portas de ser vendida en un 50% al grupo Norte-Sur? ¿Cómo explica usted el caso de universidades cuyos propietarios son grupos internacionales como Laureate International o Apollo Group?
Insisto en que desconozco casos específicos, y no los tenemos documentados. Pero el hecho de hayan existido y continúen existiendo transacciones millonarias en relación a la compraventa de entes sin fines de lucro, constituye a lo menos una violación ética y en el extremo un delito. Educación 2020 es una Fundación sin fines de lucro que recibe donaciones con descuento tributario. ¿Cómo se vería que yo cobrara un sueldo de 50 millones mensuales? ¿O que yo le arrendara mi casa a la Fundación en 50 millones mensuales? Habrá que ver. Si el gobierno enviara la ley corta que mencioné, todo quedaría claro. La verdad universitaria os hará libres. E insisto en que ojalá no haya habido delito alguno.
- ¿Cree usted que debe existir el fin de lucro en la educación superior? En caso de que su respuesta sea afirmativa, ¿cómo debiera regularse?
Dos precisiones previas. La primera es que no hay solución a este dilema sin una ley urgente – tipo UTI – de reestructuración radical del sistema de acreditación, haciéndolo obligatorio y con estándares completamente redefinidos. Luego, y una vez despejados los temas éticos y jurídicos del pasado, no hay que teologizar la palabra “lucro”. Vivimos en la órbita capitalista, y la discusión en Chile es respecto a un modelo de “capitalismo salvaje chorreador” tipo USA o Chicago Boys, o uno más socialdemócrata, con mayores cargas tributarias y mayores beneficios sociales. Pero en ambos casos hay mercado y lucro en el cemento o los cepillos dentales. La pregunta es si el lucro cabe o no en la educación, general o superior.
La experiencia internacional dice que las mejores universidades son siempre estatales o privadas verdaderamente sin fines de lucro, como Harvard u Oxford. En cambio, por su estructura de incentivos, las entidades con fines de lucro tienden a tener baja o nula selectividad al ingreso, nula selectividad al egreso, alta tasa de deserción como daño colateral, escasa construcción de actividad académica de largo plazo, y abuso de la figura del “profesor taxi”. En el caso de la educación escolar es diferente: aunque sean de buena calidad - que las hay - hay un incentivo intrínseco a segregar, a no admitir o expulsar alumnos de bajo rendimiento. No digo que todos lo hagan, pero ahí está el incentivo. No es casualidad que tengamos el segundo sistema escolar más segregado socialmente del mundo. Yo no tendría problema con entes con fines de lucro que hagan las cosas bien. La gran pregunta es si una Superintendencia es capaz de supervisar malas prácticas en 10.000 escuelas o en 7.000 carreras de educación superior, privadas o publicas, sino han sido capaces de supervisar a unas pocas empresas de retail. Sinceramente, lo dudo.
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