Tumgik
firstcommander-marco · 10 years
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Love is when the other person’s happiness is more important than your own.
(via marco-fushicho)
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firstcommander-marco · 10 years
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身長差 by 瓜
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firstcommander-marco · 10 years
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—¡Ace, no! —Fuck, ese mocoso, ¿no podía haber elegido un mejor momento? No, es más, ¡a veces lo ha invitado a volar y nomas no! Pero claro, justo cuando no quiere, lo 'manda a volar'. (?)
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I would do this…
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firstcommander-marco · 10 years
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Sus ojos se fueron directo a esas cartas, notando sin necesidad de ver la mueca de suficiencia en el otro, que había perdido—. No importan los años, sino lo que hagas en ellos. —respondió por fin al primer comentario del otro, y ciertamente él no contaba sus años, rara vez le daba una ojeada a su reloj de vida, pese a que bastaba con bajar la mirada para notar los siglos que llevaba encima. 
—No hace falta conocerte. —Agregó entonces, tomando la mano del menor -porque eso sí lo tenía claro, debía ser bastante menor que él- para al momento sentir que algo le recorría desde los dedos con los cuales rozó su piel, hasta el toso, la sensación le secó la boca y provocó que tuviera que dar otro trago corto a su bebida; en el fondo de su mente, se cuestionó si habría sido su imaginación—. Dos semanas. —Murmuró, pasando el tiempo y apenas prestando atención en como sus propios números descendían e forma imperceptible, y los ajenos aumentaban. El verde resplandeció incluso más brillante durante ese momento.  
[In Time AU]
— Quizá tu lo cuentes por tu gran reloj lleno de números, pero para mi ir contándolo no es realmente importante. —Además, resulta bastante deprimente ir viendo todo el día o contando las horas que se van con extremada rapidez siendo que nunca ha llegado a tener más de 1 año en el reloj. Se encogió de hombros y se quedó mirando sus cartas con atención. Realmente la plática no es un tema que le agrade mucho.
Miró entonces las cartas, bien, al parecer no le había ido tan bien como parecía. Ace ya se había desecho de las cartas que no le habían resultado útiles, al final, terminó colocando las cartas en la mesa y sonriendo de cierta manera victorioso, no iba a dejar pasar la oportunidad de sentir que había ganado bastante tiempo.— Color. —El color negro de las cinco picas le resultaba incluso de buen ver ahora que con ello lograba algo más que los dobles.— No deberías basarte mucho en mi actitud, considerando que no me conoces. —Murmuró momentos después, frunciendo el ceño. Le preguntaría más tarde a Dadan cuantos años tenía ya, ella los contaba.
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firstcommander-marco · 10 years
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I drew these for the op69min prompt on twitter and i regret everything bc i made myself cry
the prompt was “crying.”  HHAa //cries
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firstcommander-marco · 10 years
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—¿No sabes cuánto tiempo has vivido? —Una de sus cejas se elevó con presteza, mientras sus ojos azules se mantenían fijos en su juego. No estaba teniendo el mejor juego, y hacia falta ser un experto en ello para notarlo, negros y rojos, además de diamantes y picas no eran precisamente una buena combinación. Pero por el momento, no podía tomar más cartas, así que sólo quedaba mostrarlas. 
Dejó sus cartas caer, revelando un Dobles de parejas a rojo y negro. No era en sí tan malo, pero usualmente tenía mejor suerte y lograba sacar la escalera de color o un full—. Dobles. —dijo, señalando lo obvio. Su juego estaba desplegado sobre la mesa, así como sus dos semanas estaban dispuestas—. Tu actitud no parece de mayor de los 30 años, pero si ya necesitas tiempo es claro que tienes más de 25, yoi. —Usualmente no habla mucho, es más bien como una estatua que sólo viaja de un lugar a otro, y sólo cambia cuando se embriaga; hoy sin embargo, no está borracho. 
Abrió una de las botellas de cerveza que pidió antes y dio un trago largo, dejando después la botella sobre la mesa y mirando de forma intensa al otro -espera, ¿tenía pecas o era su imaginación?, por el momento, pensó que quizá era efecto de la luz- esperando a que mostrase sus cartas.  
[In Time AU]
El hombre no le daba muy buena espina, aunque tenía sentido, Ace rara vez confiaba en alguien considerando como estaban las cosas en aquellos días. La escasez de tiempo y la desesperación de muchos. El que se sentara en la mesa de aquel sujeto era simplemente porque le había ofrecido bastante tiempo, quizá para la mayoría de aquellos ricos que tenían hasta 100 años en sus malditos relojes no significara nada pero para él era incluso un milagro que no le dijeran que para jugar con ellos tenía que tener al menos 1 año, cosa que obviamente no tenía. Miró el reloj en su brazo en el cual sólo marcaban 48 horas. Estaba tranquilo, no sentía inquietud pero trataba de conseguir el tiempo suficiente para dos mujeres que lo cuidaron de niño. Llevó una mano a su mejilla, acomodándose en la mesa y tomando las cartas que el otro le ofrecía. Se había dado cuenta de que tapaba el reloj, le daba algo de curiosidad pero la ocultaba todavía bajo su mirada de desdén, un simple asentimiento ante la pregunta -aunque tardará un poco, considerando que ya tenía las cartas en la mano- y las miró con atención, iba a dar todo en ello, estaba orgulloso de la capacidad que tenía para las apuestas, hasta era considerado un delincuente. Bah, tonterías. Luego, ante el comentario no hizo más que alzar una ceja.— Ah. ¿Debería opinar algo al respecto? —Porque no tiene sentido que saque algo así de la nada, considerando que no habían cruzado palabras con intención de platicar. Sus ojos se entrecerraron, se pensó bien que decirle, no recordaba a la perfección.— 22 años, y en realidad… No lo sé, no paso de los 40. —No ha vivido mucho, era bastante obvio, estaba demasiado enfrascado en sus dudas como para haber vivido demasiado.— Quizá más, quizá menos.
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firstcommander-marco · 10 years
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エースさんをどう描いたらいいのかさっぱり分かりませんでした
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firstcommander-marco · 10 years
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エースとマルコ詰め合わせ〜  by サヰ子
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firstcommander-marco · 10 years
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[Momento de ir a descansar]
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firstcommander-marco · 10 years
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Ya cuando estuvieron en una mesa más cómoda, más lejos del resto de gente en el bar, se acomodó cómodamente en la silla y ofreció al otro que usase la que estaba frente a él, pese a que sabía que no hacía falta que le ofreciera asiento. Ahí, el extranjero era él después de todo. Había, vagamente, escuchado el comentario que había realizado el pelinegro, y mentiría si dijese que no le causó curiosidad; pero no le incumbía al fin y al cabo, así que no preguntaría. 
Nuevamente, ofreció su mano al otro, esta vez para mostrarle la baraja que sostenía, habiendo sido sacada del bolsillo de su pantalón -en realidad, la había tomado de otra mesa minutos atrás, cuando se encaminaban a la última mesa del lugar. Para ese momento, ya habían atraído un par de miradas, él esperaba que no fuera por su culpa (el cabello rubio sobre su cabeza, en la coronilla, y el resto rapado) o por su reloj, el cual cuidadosamente se encargaba de cubrir, no tenía ganas de morir aún, después de todo, y aunque no fuera tan pijo como los demás ricos y supiera defenderse bastante bien, contra muchos no podría. 
Como fuere, por el momento estaba bien—. ¿Comenzamos? —preguntó, pidiendo algunas cervezas para ambos, el punto era divertirse después de todo, relajarse él y el otro chico podría obtener algo bastante bueno, de ganarle en la partida. Repartió las cartas, luego de revolverlas bien frente al otro, sin trampas. Cinco cartas para cada uno y el resto fue a dar al centro de la mesa—. He mirado a algunos que tienen bastante talento. —comentó entonces, tomando sus cartas y acomodándolas a como mejor le pareció, o mejor dicho, a como era.
Tiró una carta y tomó otra, esperando a porque el otro se deshiciera de las cartas que le sobrasen o le fueran inútiles—. ¿Cuántos años tienes? En realidad. —preguntó, después de algunos minutos. 
[In Time AU]
El tiempo, el jodido tiempo tan importante que sólo hacía que los desesperados -como él- tuviesen que estar por allí robando o incluso engatusando gente para poder conseguir algo de ello, en realidad Ace a pesar de todo no tenía ningún problema con ello, le gustaba hacerlo, conseguir tiempo para los demás también era una opción, un poco para su “madre” Dadan que aunque se hiciera la dura, lloraba a escondidas cuando él le entregaba algo de su tiempo y luego le decía que era un desagradecido por hacerlo. Eran tiempos difíciles, gente como ellos que estaban muy por debajo de los demás que tenían que hacer cosas bastante ridículas o simplemente, cosas que podrían considerarse humillantes.
Era una tontería, si se lo preguntaban, de igual forma gustaba de las apuestas, era excelente en ellas pero por desgracia no podía estar todo el tiempo allí, el entrar sin el tiempo que podría decirse suficiente para una apuesta digna le costaba bastante, había veces en que le tocó estar con 1 hora de vida y tener que correr por ella hasta poder conseguir algo de tiempo, era bastante difícil pero no se quejaba. Odiaba al mundo, no iba a negarlo, desde que era un niño. ¿Qué importancia tenía? Se había sentado en una mesa, tan rápido como cuando había entrado al lugar y le dirigió una mala mirada al tipo de alado, todos lo miraban con cierto asco por su aspecto. El cabello negro desordenado, su expresión de desdén, las pecas que cubrían el rostro algo sucio por los lugares en donde solía caminar. 
Por eso, cuando notó que alguien se le acercaba estuvo a punto de murmurar aquél “Lárgate” del que estaba acostumbrado, era obvio que esas palabras murieron mucho antes de ser murmuradas y el pecoso le miró fijamente, con una expresión indescifrable antes de torcer sus labios en una mueca de desdén y mirar la mesa unos momentos, el otro ya se había marcado. Las dos semanas le servirían para una apuesta mejor y con algo de esfuerzo -más que nada porque no quería levantarse e ir.- caminó en la dirección en la que el otro había salido. — Esto es una tontería, pero es lo mejor que puedo hacer. Makino también está haciendo un gran esfuerzo ahora. —Y asintió, no perdía nada realmente.
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firstcommander-marco · 10 years
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[In Time AU]
► 21:31 horas, Dayton; Gueto. 
El tiempo, durante cientos de años se había convertido en la premisa, lo más importante para los humanos. Ahora, lo que alguna vez fue el dinero, era el tiempo; con él se compraba y se satisfacía todo lo necesario, incluso se podía conseguir más tiempo apostando. Que, de hecho, era justamente donde él estaba. Una casa de apuestas, los monótonos días en New Greenwich le habían cansado, aún cuando apenas tenía un par de meses -de nuevo- en la ciudad, y por ello, estaba ahora en el gueto de Dayton.  
Claro que no estaba, ni había, mostrado su reloj en ningún momento; no era precisamente alguien que sobresaliera, pese a su estatus social, nunca había mantenido el estándar normal; le gustaba apostar ocasionalmente aunque prefería hacerlo en casinos en la ciudad, pero lo que le hacía parecer otro más del gueto era que usaba pantalones cortos y sandalias, bastante simplón para ser alguien con ya muchos siglos de vida encima, y otros muchos más en la muñeca, en ese reloj de números verdes cuasi neón. 
Acababa de perder una semana, cuando la puerta se abrió y entró la primera persona que se le figuró distinta en ese lugar; cabello negro y expresión de odiar a todo lo que se le pusiera delante, al menos, eso fue lo que le transmitió en un primer momento, antes de verle dirigirse a una de las mesas. Entrecerró los ojos, el azul de los mismos relampagueó durante unos momentos, antes de simplemente levantarse y, abotonando lo justo de su manga, se encaminase a aquella mesa. 
—Dos semanas. —Fue lo que dijo, cuando se sentó frente al chico y le extendió la mano, cuando se sobrepasaban los 25 años, dos semanas eran ya sumamente valiosas, así que esperaba que el chico aceptase, aunque ¿era en realidad un chico? En la actualidad, todos mantenían apariencias jóvenes, así que o podría saberlo, él mismo aparentaba no pasar de los 35 años—. ¿Qué dices? —De una manera casi imperceptible, una ueca que simuló ser una sonrisa curvó sus labios gruesos, antes de desaparecer tan rápido como había llegado. 
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firstcommander-marco · 10 years
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Pero si es una monada♥ 
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【イラリク】「焼かれてぇのか」 by いぬころ
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firstcommander-marco · 10 years
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firstcommander-marco · 10 years
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Tenía un tiempo sin salir de New Greenich, no más de un año, pero había tenido que regresar para atender algunos asuntos en las empresas de la familia. Él siempre estaba yendo de un lugar a otro, entre viajes de placer y otros por sus ocupaciones, casi nunca estaba en la mansión -un lugar bastante grande y hermoso, no podía negarlo, pero que a veces le parecía una prisión-. Él era alguien libre después de todo. 
Y por eso ahora estaba yendo fuera de los muros, algunos asuntos en Dayton que requerían de su atención. Mientras el chófer conducía, él mantenía una revista de los nuevos jardines que habían establecido frente al banco, o informes criminales de los Milicianos a las afueras de los muros; no le preocupaba mucho, nunca había tenido problemas con algún grupo numeroso de ellos, pera tampoco había sido detenido en medio de la nada, prácticamente. 
Cuando la limusina se detuvo, bajó la revista e inevitablemente tensó los hombros, no era normal, aún faltaba para llegar a su destino, no tenían porque detenerse aún; entendió, o más bien confirmó, sus pensamientos cuando la puerta fue abierta y al instante aquel chico apareció. Le miró fijamente, sus ojos azules le recorrieron de pies a cabeza, notando que no era más que un niño, al menos para él. Aún cuando llevase un arma, no le logró intimidar. 
—No. —Fue su respuesta, directa y sin titubeos; no era que no le diera miedo, era que no le preocupaba. La mirada del pequeño pelinegro era ciertamente un tanto incomoda, pero había lidiado con peores, como Teach o sus lacayos, otro grupo de Miicianos—. No te voy a dar mi brazo. ¿Por qué no subes acá y negociamos, chico?  —Invitó, cruzando una pierna sobre la otra, dejando entrever que llevaba unos pantaloncillos cortos y sandalias con cordones de cuero y hebras sueltas (como tiras) en una de las piernas. Era bastante simplón para ser un rico, con varios siglos -muchos en realidad- encima. 
{'InTime AU'}
Estaba confundido y al mismo tiempo, alarmado, Luffy tenía, de ahora en más, los días contados, eso decía su reloj, el cual se había activado hacía apenas dos meses, no estaba preocupado, desesperado o alarmado, sólo confundido, era difícil, tenía como dos meses para vivir cómodamente por lo menos, bueno, un mes quizá, pero no tenía muchas ganas de morir, o condenarse a trabajar en una fábrica donde explotaban a todos. 
Quería tal vez… conocer otras Zonas Horarias. Eso, la falta de libertad era lo que más le molestaba, cuando viajar entre Zonas te cuesta semanas, meses, es cuando empiezas a considerarte atrapado. ¿Fue su mala suerte el haber nacido ahí? ¿Destino? Vivir en lugares donde la gente tiene siglos en sus relojes era un sueño ambicioso y estúpido. Luffy sólo quería tener suficiente como para conocer todo el mundo. Considerando que su hermano logró llegar a mas de 27 años y huir de ese lugar, lo esperanzaba quizá un poco. Hubiera seguido sus pasos pero la economía le impedía ahorrar lo suficiente, el año que consiguió cuando su cuenta regresiva se activó, fue casi suficiente para aprender a vivir por su cuenta. 
Y para conocer a los Milicianos.
Luffy no se consideraba una mala persona, pero se juntaba con gente que tal  vez sí se considerara, Shanks nunca rompió algún código o ley que a Luffy le pareciera mal, ese hombre era la razón por la que Luffy quería conocer el exterior fuera del gueto. Él le contaba aventuras y las maravillosas hazañas que había llevado a cabo por todas las zonas horarias. Shanks era, por así decirlo, el que más significó para él, un hombre buscado, anarquista por naturaleza. Era un reloj cuyo tiempo corría al revés. El día que los Milicianos lo acorralaron y quisieron robarle su tiempo ahí estuvo Shanks. 
Y ahora, con dos meses en su antebrazo derecho, iba a salir del gueto aunque le costara la vida. estaba en la primer frontera, escondido, aguardando por un auto. Tenía un arma que no necesitaba porque sabía pelear, pero intimidar era la cuestión. No iba a hacerle daño a nadie, sólo necesitaba un poco de tiempo para salir, necesitaba a su vía de escape. Cuando vio que se aproximaba una limusina, se paró delante y apuntó al chofer. Le ordenó que abriera la puerta trasera y se preparó para conseguir algo tiempo. No había Guardianes de tiempo en ningún lado y las cámaras estaban inhabilitadas. 
"¡DAME TU BRAZO!" Gritó al principio, sin embargo luego sonrió sin bajar su arma, con esa decisión en la mirada que espantaría a cualquiera. “Sólo necesito un par de meses, te los regresaré.”
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firstcommander-marco · 10 years
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Mordisquea una de sus uñas, la del pulgar, para ser más específicos. Está sentado sobre una roca, en la isla donde ahora han anclado, recientemente volvió al Moby Dick, quizá hará unas horas, y les encontró en esa isla. Pero, incluso Padre ha bajado, en cambio él decidió quedarse cerca del navío, por primera vez no ha acompañado a Shirohige y dejó que fuera Thatch quien le acompañe, además del resto de comandantes. 
En su mano libre, esa que no mordisquea y maltrata sus uñas, sostiene un cigarrillo a medio consumir. 
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firstcommander-marco · 10 years
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pirate-prince-rommel:
Se cruzó de brazos por simple comodidad, mientras le escuchaba. Era cierto, el lugar estaba completamente tranquilo y los habitantes no eran muchos; para su fortuna, tampoco habían Marines, facilitando más su estancia en el lugar. —Son incidentes bastante incómodos. La verdad es que estoy preocupado por mis Nakama y Bartolomeo —tenía que mencionar a este último, sin importar que el rubio lo conociera o no. El lugar podía ser lo más tranquilo del mundo, pero él lo sentía como un caos por la falta de las personas importantes—. Pero, pienso no tardaremos mucho en volverlos a ver.
Asintió, no le molestaba que fuera sincero, y claro que algo había escuchado de Bartolomeo, últimamente bastante mencionado, aunque de forma vaga aún—. Deben de estar bien, yoi. —Dijo, pasando una mano por su nuca rapada, como si buscara darse un confort que sólo Ace había podido darle siempre, al menos, hasta el momento.  —Inicialmente estaba también un poco ansioso, por mi tripulación y por Ace, pero... están bien. —En ese momento, ambas manos fueron a dar en sus bolsillos, ante el desgano de mostrarse aunque fuere algo ansioso con el menor. 
Encuentro
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firstcommander-marco · 10 years
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Asintió, como dijo antes, tampoco esperó verlo de nuevo en por lo menos un par de días; bueno, no por lares e islas desconocidas—. Sí, tal parece. Ciertamente es curioso, regresamos allá al mismo tiempo, y volvemos, yoi. —Se refiere con lo último a 'volver a irse', o desaparecer, en otras palabras. 
—No es tan malo acá, los aires se sienten más calmos, pero... faltan. —Un fluido encogimiento de hombros, corto. 
Encuentro
Justo cuando escuchó su nombre, sonrió, carismático como siempre sin perder la vanidad en sus expresiones; era muy desmostrativo. Y quizá por ese mismo hecho es que se podía percibir en sus ademanes y mirada que estaba incómodo, pero no por la presencia ajena, si no por la situación.  —Oh, Marco. No pensé encontrarme contigo otra vez —se acercó un poco más, así la palabras serían más fácil de intercambiar. Suspiró—. Parece ser que estamos en la misma situación, ¿no? 
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