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Caos
Apenas escuche la afirmación por su parte me puse a armar aquel discurso a medida. Esto era muy importante, podría decirse que era de vida o muerte porque, efectivamente, esto marcaria un antes y un después en el juego. Era meterme de lleno en la partida con un pisotón firme, valiente y decisivo. Yo también estoy dispuesta a ganar o morir en esta contienda.
-¿Estas lista?-
Asentí, trague saliva y me acerque al micrófono que se encontraba en la habitación. Esta aparentaba ser una sala de grabación, o tal vez una de radio, no lo sabia con certeza pero eso ya no era lo importante en este momento. Espere la señal y cuando todo estuvo listo...
-A todo aquel que me escuche, difunda este mensaje. El audio que se acaba de reproducir se grabo durante una investigación llevada a cabo hace un par de días por una periodista independiente conocida como Lía Ward, su paradero es reservado ya que ella corre peligro gracias a la amenaza de la familia Di nappoli. En la grabación se retrata el momento justo en el que Ezequiel Giannoli fue asesinado a sangre fría por Vittoria Di nappoli y el intento de secuestro de la señorita Lía. Este mensaje es una advertencia para todo aquel que confié en esta mujer o en esta familia, no son lo que parecen. En cuanto dejes de servirles o comprometas sus planes, se desharán de todos ustedes. Piénsenlo dos veces antes de que sea demasiado tarde-.
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Hoy me permití volver a abrir la libreta... son sentimientos encontrados. Hoy fue un frenesí de emociones, de estar contenta a hecha mierda. Solo puedo expresar las sensaciones que me inundan la cabeza y el pecho con la historia de mi imaginacion. Tengo una pregunta, ¿por que es que siempre está oscuro?
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Resurrecna
La fría oscuridad lo envolvía, lo congelaba sin una pizca de compasión por su incesante sentimiento de soledad. Tan sumergido estaba en su dolor qué no había notado cuando fue que la cálida luz de esa mujer había llegado a su cristalina piel. Abrió los ojos para volverlos a cerrar con ligera molestia al deslumbrarse, era normal, ya se había acostumbrado a la oscuridad.
Su camino parecía infinito, pero ella no se detendría, no podía estar sola, no quería aceptarlo. El sentimiento de negación era fuerte, pero compenzaba a flaquear ¿y si me rindo? ¿Que gano con esto? Aun así, algo cambió, vio algo extraño en el horizonte. Su voluntad sonrió con incredulidad y aceleró. Las preguntas ideales pasaron a toda velocidad por su mente mientras se acercaba a lo que parecía ser... ¿alguien?
Sus miradas se cruzaron y todo su alrededor estalló en colores. Silencio, solo eso se escuchaba mientras ellos no miraban otra cosa que la majestuosa vista qué tenían en frente.
El hombre de agua deshizo su posición fetal para pararse sobre sus piernas, la mujer de luz bajo con cuidado de su levitación, todo esto sin apartar la mirada del otro.
Pocos segundos después Gisili río, como evitarlo, estaba entrando en extasis, ella lo sabía, no estaba sola. A su armoniosa voz se le sumo la de Akalchet, la cual estaba combinada con sollozos de alivio, el lo sabía, no estaba solo.
El deseo y el amor por el otro se demostró en el abrazo entre ellos dos, las luces de colores giraban con ellos y la velocidad aumentaba con el pasar de los segundos hasta que fue imposible separarlos.
Estos dos universos chocaron entre si y explotaron en una fusión, el universo de Resurrecna había nacido y con el una niña del mismo nombre.
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Todos teníamos un lobo debajo de la cama
Mariana Miranda
A mi lobo yo lo conocí hace muchísimo tiempo, no se en que circunstancia, pero si recuerdo la emoción que lo hace salir de su escondite. La frustración y la ansiedad hacen que su estómago gruña. Su nariz se asoma por debajo de la cama olfateando mi angustia progresiva y empieza a salivar como una bestia que no come hace días.
Desde ese primer día, siempre me cuide de no tentarlo. Conocí gente que me alejaba de los sentimientos nocivos y con el paso del tiempo pensé que aquella bestia ya había muerto.
Presumía con mis nuevos amigo de como yo ya no tenia aquel peligro bajo la cama, estaba orgullosa de haber podido superarlo mientras ellos me comentaban como seguían batallando contra el suyo. Ingenua fui al pensar que sus bestias no me afectarían a mi.
A pesar de todos mis esfuerzos por ayudarlos a liberarse de sus lobos, siempre volvían aún más fuertes. Ya no les afectaba solo a ellos, sino que también me llegaban arañazos y mordidas que no sabía como curar.
Pronto las infecciones devolvieron a mi pecho los sentimientos de frustración reprimidos que había escondido tan abajo del colchón. Esa noche mientras dormía, las pesadillas torturaban mi mente como consecuencia de todo lo que estaba guardándome.
Un dolor punzante golpeó mi pierna pero no me moví, nisiquiera me atreví a abrir los ojos, sabía que era el y lloraba por eso. Tenía miedo pero por alguna razón no me defendí. El dolor subió por mi pierna hasta mi cintura y siguió subiendo hasta el pecho, faltaba poco para que llegara al cuello. Yo solo me resigne y renuncie a la idea estúpida de haber acabado con aquella bestia.
Después de todo, todos teníamos un lobo debajo de la cama.
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Que fascinantes son los pequeños e inusuales momentos en los que un escalofrío recorre mi espina y de un momento para otro soy consciente de todo, a la par que de nada.
Usualmente me sucede cuando estoy viajando, concretamente en el transporte publico, sentada en el último asiento individual de la izquierda.
Cuando pasa debo dejar de hacer lo que estoy haciendo, como en esta ocasión leer "el perfume", y disfrutar la sensación mientras reflecciono como fue que llegue a esta situación. Suele ocurrir cuando me encuentro yendo a la facultad, recuerdo como es que comencé y el porque estoy viajando a ese lugar.
La verdad es que me genera una paz inconfundible, mientras también soy consciente de mi misma, de cómo me siento física y psicologicamente. Es un momento maravilloso, pero breve, y por eso es que quería describirlo de alguna manera.
Deje de lado la lectura del libro prestado y empecé a escribir en mi teléfono.
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¿Qué esperabas que dijera?

Las decisiones que se toman durante la aventura más importante son muy complicadas, mucho más cuando la misión se está tornando más difícil de lo que aparentaba. "Tengo vidas de sobra...", penso, pero las muertes intento tras intento empiezan a sentirse dolorosas.
Pudo pedir ayuda a sus compañeros de equipo, total, ellos siempre estaran ahi para el, pero ¿cuantas vidas tienen ellos? no morirán en el proceso ¿o si?
Tirarse de cabeza a la batalla imprudentemente también es peligroso, y aunque la misión puede resultar no ser tan importante para sus compañeros en específico, pero el querer ser un buen compañero trae consecuencias que le afecta igualmente, como perder vidas a lo tonto. Esa persona no quiere perderlo, pero cuando el dolor es recurrente no le queda otra solución que huir para poder vivir, prepararse mejor y librar todas las batallas que este tiene.
"No es personal, simplemente no me siento bien"
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