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[flor-y-lucero-de-la-tarde]

Me canso de la vida, de la crueldad del mundo, de la incoherencia de los humanos y del paso del tiempo. Llegó a casa exausta y me levanto con desgano. Ducharme es la única tarea que marco a diario en mi check list, porque puedo olvidar comer pero nunca bañarme (esa es mi referencia de "estar bien"). A veces me detengo en una calle cualquiera y me siento en la banqueta para quitarme las ganas de llorar. Peleó a diario con las ganas de arrojarme o autosabotearme. Pienso mucho aunque a veces actuó como si no lo hiciera. Odio correr, pero lo hago porque soy ansiosa y desesperada. Amo, disfruto e incluso soy feliz, pero en ocasiones siento que eso solo lo hace más difícil.

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Y yo contigo ya vali verga, porque me gustas tanto que me dolió que te acercaras a dedicarle una canción a una desconocida (y que canción). Y aún con mi egoísmo, estoy dispuesta a sacrificar el placer de tenerte cerca.

No me digas que le gustó a tal o cuál, porque no necesito premios de consolación. No me preguntes como te ves cuando vas a coquetear con alguien más, porque me hiere pensar que me encanta como luces.

Ya me di cuenta que me mama enamorarme de weyes que no están disponibles emocionalmente, supongo que porque así no siento la necesidad de huir del compromiso. Y a ti te ví el letrero de "cerrado por remodelación" desde muy lejos.

Qué lastima que solo compartimos un único besó... qué ganas de volver a probar tus labios... pero supongo que a veces hacer el amor significa llevarte al mundo y no a la cama... aunque en el trayecto te lleves (sin saber) un trozo de mi corazón.

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Tienes cara de proyecto a largo plazo, pero también ese horrible letrero que anuncia “no disponible emocionalmente”... y es que como me mama enamorarme de gente así. De esos que quieren jugar a qué no están jugando. Que ponen las cartas sobre la mesa e invitan a volver todo más complicado.

Tal pareciera que me encanta no terminar de sentirme segura, porque comprometerse conmigo incluye siempre un listado infinito de terminos y condiciones, con una cláusula de sinceridad que a veces se transforma, sin querer, en sincericidio. Lo justifico diciendome que el amor romántico hace más daño pero a veces también deseo egoístamente que me prometan un “para siempre” aunque yo sea incapaz de hacer lo propio.

Aunque… alguna vez lo tuve y no salió nada bien (sí, una vez, por un corto tiempo, soñé con un esposo de carro gris, tres hijos perfectos y una casa en los suburbios). Terminé con el corazón destrozado y muchas piezas perdidas. Al punto que, a veces, me preguntó si los humanos de verdad nacimos con la capacidad de amar… si “amor” es un concepto que no encaja con la realidad o si somos nosotros quienes no lo podemos llenar.

Porque “todos matamos lo que amamos” y por más que nos esforzamos en crear puntos comunes para desarrollar las relaciones, al final siempre quedan cabos sueltos que general malestar, incertidumbre e incluso dolor a las personas que “amamos”.

Me encanta tu carita de “tú y yo contra el mundo”, pero creo que a tí, a mí y a todos, nos trato mal el amor. Me relaciono con los otros descubriendo cicatrices, dolores y sinsabores. Lo que impulsa a uno, hunde a otro. No hay una receta universal y a veces parece que vamos por la vida haciendo daño porque es la forma más fácil de hacer las cosas.

Buscamos seguridad al vivir en un mundo salvaje pero “una relación es una inversión como cualquier otra, ¿y a quién se le ocurriría exigir un juramento de lealtad a las acciones que acaba de comprarle al agente de bolsa? ¿Jurar que será semper fidelis, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, «hasta que la muerte nos separe»?”

Tienes la cara perfecta para protagonizar mis fantasias sexoafectivas y la composición adecuada para curarme de la vida, por once minutos, como diría Cohelo. Pero todo se arruina por ese maldito letrero que reza “cerrado por remodelación”... y como me caga que me moje que al final del día, seas tú, tu proyecto más importante.

¿Qué más puedo decir?, tengo hambre de tí, pero estoy a dieta, porque al final del día, a ninguno de los dos nos llena la opción de intercambiar, entre nosotros, fluidos sin amor, sin compromiso, sin futuro… pero el tiempo, las circunstancias, la conciencia o el cinismo, nos evitan la pena de volvernos dos idiotas que se entregan por amor.

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Corazón ¿Cuál de tus carreras fue la más veloz?

¿La de la última vez que cogimos o la del día en que nos rechazaron?, ¿Cuando nos miraron con amor o cuándo te enfurecio como nos trataron?

¿Serán las noches que pasamos en vela en compañía de la ansiedad? ¿O se promedian con la depresión que nos paraliza después?

¿Participan los días en los que nos noquean los recuerdos? ¿O el paso del tiempo los saca de la contienda? Si participan, son sin duda los invictos vencedores.

Porque hay días en los que nada nos aleja del pasado, pero no entiendes y aunque nos quedemos en cama, sigues corriendo con todas tus fuerzas.

Pero no, corazón, ¡comprende! nadie escapa. Ahórrate la mensualidad del gimnasio y los tenis desgastados. Inviertelo en una de esas botellas mágicas que te prometen felicidad líquida.

O evitate eso también y solo ¡basta!... basta de tantas carreras... de intentarlo... respira... y más que respirar... detente.... DETENTE... y MUERE.

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¿Qué podría decirte de mi si me conocieras?

Si lo adivinaste todo aquel dia en que me dijiste “se nota que tienes muchos traumas”, y es que no hay forma de esconderlo, si tú mismo te has dado cuenta que cada dos por tres, se me acaba la alegría y bajó la cabeza en momentos en que debería hacer uso de toda mi fuerza.

Me dan ganas de decirte que no pierdas tu tiempo. Que no me busques, porqué hace mucho tiempo que ni yo misma me encuentro. Que no vale la pena preocuparte por mis tristezas, porque me he acostumbrado a vivir con pena.

Quisiera que no supieras nada, pero cada vez que te veo, me dan ganas de contarte todo. De perderme en tu mirada y de volver eternos los momentos en los que nuestros dedos se entrelazan. Y ¿sabes?, creo que tú también te quedas con las ganas.

Pero ¿quién podría decirlo? Quizás es solo la asfixia que me provoca tu brazo al rodear mi cuello. Quizá es solo mi egoísmo que se muere de ganas de que no seas de nadie más. Quizá son tus uñas en mis piernas, que me hacen perder la cabeza. O el anhelo de tenerte una vez, solo una vez, eternamente mío.

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“Hoy me desperté muy decidido, con ganas de ser más valiente. Le llamé y le dije: “Estoy hasta la madre de tener que esperar, de dejarle toda la labor al destino, hay cosas uno acepta y otras que se pueden cambiar, y la neta, quiero conocerte, a lo mejor no quieres nada serio, a lo mejor sólo quieres coger, y está bien, siempre he creído que dos personas que se cogen con la mutua empatía del deseo hacen un mundo mejor, tal vez tenemos más en común de lo que pensamos, tal vez podemos hacer una configuración distinta de la existencia. Somos millones y millones de seres, y encontrarnos, reconocernos, es otra manera en que se manifiestan los milagros. No te pierdas la oportunidad de conocer a alguien a quien con tu sonrisa más espontánea le provocas arte en las entrañas.“ Y ella me dijo: “Si cogiendo hacemos un mundo mejor, yo le entro”

— Quetzal Noah (via quetzalnoah)

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Lo vi con toda claridad

"Lo vi con toda claridad, vi nuestras discusiones y la dolorosa distancia sideral que nos separaba, y sentí la pesadumbre de haberme metido en una de esas relaciones que tú sabes desde el principio que no pueden funcionar, que de hecho no funcionan, y que, sin embargo, alargas unos cuantos meses más por pura idealización, por el espejismo de creerte enamorada.”

Pude verlo, de la misma forma imaginaria en que Rosa Montero lo hizo. No sabría decir si era ansiedad, anticipación o imaginación, pero se que es mentira cuando una viñeta en FB me dice que “nada puede lastimarme porque todo eso ya lo viví cuando lo sobrepensé”, a mi me duele cada vez que la realidad se aproxima peligrosamente a mis pensamientos fatalistas:

Y entonces, nos veo caer a través del paso del tiempo que es la vida, demasiado conscientes de los solitarios límites que impone la mente, pues no importa cuanto lo expliques, al final solo tú eres dueño de todo aquello que construye la percepción que tienes de las cosas.

Te veo tratando de aferrarte a algo y la angustia me invade cuando observó como aquel soporte se derrumba en cuanto surge la duda. Te tiendo la mano y con horror me doy cuenta que mi estabilidad es también un espejismo. Nos tomamos de las manos y por un momento caemos juntos, girando y danzando al ritmo de la música que suena en nuestros oídos. Creemos que escuchamos lo mismo, pero ¿Quién lo sabe con certeza?

Nuestra caída se detiene y nos sentimos uno con el universo… solo por un instante maravilloso, después, volvemos a caer: siempre regresan las dudas existenciales y los reproches autoinflingidos por no cumplir con los cánones de una sociedad capitalista.

Nos soltamos, porque no queremos ser dependientes, porque ansiamos nuestra individualidad y porque tememos arrastrar al otro hacia nuestro abismo. Resuenan entonces en mi cabeza las palabras de Khalil Gibran: “no quiero que veas mi Infierno. Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar solo en mi Infierno.”

Como muchos, yo también soy fan del amor romántico, y en mis mejores momentos se me salen de la boca esas tonterías de “yo soy tuya y tú eres mío” e incluso llegó al punto de creer que es verdad que somo “tú y yo juntos contra el mundo”, pero lo cierto, es que eso no es verdad. Hay días en los que no puedo darme a nadie, pues no soy ni siquiera mía. Días en los que (como dicen Beatriz Rivas y Federico Traeger) “Todas mis células se rebelan contra mí. Me odian. Quisieran dar un golpe de estado y mudarse a otra persona o que alguien más me reemplazará”, ocasiones en las que el enemigo no es el mundo, sino yo misma. ¿Qué se hace entonces?

Dicen, que si no puedo levantarme, entonces te acuestes conmigo… que romántico e inútil es ese consejo para una persona [con depresión más que] depresiva. ¿Cómo voy a querer que te tires conmigo cuando lo que tengo es patológico?, lo que más deseo es verte volar… nadar, cavar bajo tierra o quedarte inmóvil como una planta… lo que sea, pero a tu manera… Sé bien que [como yo] estás enfermo de cosas abstractas.

Quizá no es el momento de lo físico, de los grandes planes ni de una vida juntos. Quizá no es el momento de planear viajes, ni de cocinar certezas o esperar alegrías. Tal vez nos corresponde ser egoístas y auto compadecernos en vez de pensar en que hacer para salvar al otro. Solo que hoy, la soledad no se siente como un camino de salvación o autoconocimiento. Hoy duele, como duele la vida, como duele el amor cuando por amor termina.

No es el fin, es solo que hoy (por ansiedad, anticipación o imaginación) volví a escuchar tú voz diciéndome “quizá no somos tan compatibles como pensábamos” y entonces “Lo vi con toda claridad, vi nuestras discusiones y la dolorosa distancia sideral que nos separaba…”...

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Escribiré, porque tu recuerdo se condensa en mis ojos y abandona su estado etéreo para volverse mundano mojando mi piel.

Lo haré, porque mis manos ya no pueden tocarte y el corazón se constriñe pensándote.

Anhelare esos días en que te tuve mío, en otro mundo y en otra vida, que limitan su existencia a los sueños que te vuelven protagonista de lo que nunca fue.

Te absolveré de tus fallas y minimizaré las mías, para sumergirme en la ilusión de lo que pudo ser, ignoraré las señales de advertencia que me llevaron a alejarme y diré que fue cobardía, para volverte a tener.

Te buscaré y cogeré tu mano temblando, igual que la primera vez, la emoción desbordara mi cuerpo, para que sientas cuanto te extraño y cuando me mires sabrás, que no solo te quise, sino que te amé.

Solo que no lo haré: ya no eres mio y yo no soy tuya, son solo delirios de los que jamás te hablaré.

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Sabía lo arriesgado que era sabía que tarde o temprano uno de los dos tendría que ceder  y es que en el contrato de “Vamos a coger sin enamorarnos” cuando se hace por una larga temporada la garantía de no involucrar corazones queda clausurada Tan bien que estábamos cogiendo teníamos conversaciones fenomenales los rostros con la preciosa paz que no se asomaron en otros convenios no sé si piensas que nadie te va a coger mejor y por eso piensas en amarrarme no culpo a tus emociones después del sudor, las caricias, las mamadas, los orgasmos, mi semen en tus nalgas, los squirt que te provocaba es natural tender a la ilusión de un afecto que dure para cuando ya no duren las erecciones no estás mal por enamorarte también me habría sentido culpable si fuera mi caso y ahora es momento de ceder de dejarte para que no se consuma tu corazón con una salvaje tentación de nudo al cuello me voy permitir una estación lejos de afectos corporales

El color de los tallos, Quetzal Noah (via quetzalnoah)

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Hoy llegó un paciente atropellado.

Era un perrito.

Tenía 3 de su 4 patitas con múltiples fracturas, la pelvis destruida y los riñones y vejiga explotaron por la fuerza del impacto.

Se le aplico eutanasia lo más rápido posible.

El murió en mis manos.

Es extraña la mortalidad, no hay mucha solemnidad en ella, un segundo vivo y al siguiente muerto.

El hombre que lo rescató lloro frente a nosotros.

Lo guardamos en una bolsa para después limpiar su sangre de la mesa y el suelo.

Y fue como si nunca hubiera venido a nosotros...

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Carta a mi psicóloga.

Hola Melissa.

Estás últimas dos semanas han sido caóticas: el matrimonio disfuncional de mis padres se

acerca (finalmente) a punto de quiebre. El desmoronamiento es veloz y el cambio tan brusco que aún a la distancia me desestabiliza.

De una semana a la otra no reconozco las personas que son y me aterra notar como de repente los dos parecen tan dispuestos a aferrarse a mi, como si de una tabla de salvación se tratara, a la vez que utilizan la historia que de mi se han forjado, como municiones en la guerra para destruir al otro.

Los noto rotos, cansados, desilucionados, rencorosos y desdichados. Tratando de "protejerme" mientras inconsciente y egoístamente intentan cargarme a la espalda el peso de la reorganización de los lazos familiares.

No soy ni seré su vertedero de su basura, sin embargo, en muchos debrayes de mi mente he considerado que es mi responsabilidad ayudarlos a soltar su carga.

¿Qué me puede ayudar a entender y deconstruir ese deseo de hacerme responsable de dirigir la limpieza de su cochinero?... ambos tienen disponibilidad de acudir a terapia... solo falta que acabe la pandemia porque, tú sabes, ahorita no hay con quién acudir 🙄... necesito romper esa cadena que me condiciona a escuchar, ser amable y estar bien cuando veo que otros están mal.

~*~

<<Entonces... ¿Era encerio que no querías?>>... cuando ví que quien me violo se sentía mal deje de llorar y lo tranquilice, evite contar la verdad de lo sucedido, mantuve la apariencia de amistad para que no fuera señalado, lo defendí de quienes intentaron lastimarlo porque conocían la verdad, me culpe tantas veces para seguir viendolo sin mancha... ahhh...

...repudio esa programación... ¿con que empiezo para erradicarla?

~*~

El barco se hunde y temo que me arrastre.

El barco se hunde y deseo tirarme al mar

para intentar salvarlos aun sin saber nadar.

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No creo ser bonita, hermosa ni llamativa. Estoy convencida de que sexualmente no tengo ningún atractivo. Visto con pantalones grandes porque los vestidos que tuve un día, ya no me quedan. Me desiluciono cada vez que me miro al espejo porque con tanta grasa mis ojos ya no brillan y mi sonrisa ya no deslumbra. Soy la chica que se siente incómoda cuando le hacen algún cumplido, porque siempre parecen motivados por la lastima de tirarle una flor a la gorda fea que -seguramente- está necesitada de halagos porque nunca los ha recibido (no los merece) Soy la mujer que no hace nada por "arreglarse" porque de nada sirve un empaque bonito cuando está rota por dentro. A diario apilo la basura de mi interior en gigantes montones que permitan que guarde un poco de felicidad. Por la noches sueño que algun día nacerán flores en ellos. Cada día siento asco por como ven a las chicas "deseables"... cada día me preguntó si el que te miren con asco es realmente mejor... porque ni eso te proteje de los idiotas... si volviera a ser delgada... ¿Podría soportarlo? Creo que mi novio me desea porque me quiere... y que me desearía más si tuviera un cuerpo que fuera atractivo. Ya no me masturbo mirándome, porque ya no despierto mi propia atracción o deseó. Un chico me pidió quedarse a dormir en mi casa. Dicen que es obvio que quería coger. Él mismo lo confirmo. Yo no lo creí así "no pienses pendejadas L... tendría que estar enfermo para querer hacerlo, estás hecha una cerda y con los gases que tienes, apestas" En estos días no me siento a gusto con mi cuerpo. Me juzgo por como me veo y lo dañada que estoy. Mediocre en todos los aspectos... No me sorprende que tenga meses sin tener sexo. Cuando A... me toca, imagino los cúmulos de grasa que están sintiendo sus manos y se me baja la excitación. Creo que soy asco, y que nadie en su sano juicio podría sentir algo diferente.

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the invisible architect 

it’s okay to not be okay know that nobody has it together, they’re all mad as you keep f**king going through hell, if that’s where you find yourself

there is no finish line but so what?

keep f**king going anyway

what is it that you’re afraid of? emptiness?

to be empty is to be the sky in its infinite glory rather than the shifting current perpetually hitting against the rocks like grudges & glitches stuck in our emotional bodies & the weight

to be empty is to never try like our OG yoda once said do or do not 

to be empty is to be free

and to live effortlessly

to be empty is never waiting because there is only now

there is no past & there will be no future

this moment is the only thing that’s real.  

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"En toda mi vida, amé pocas personas, sin embargo sentí atracción física por varias. Vea bien, yo dije atracción física y no dije amor. Dejame explicar. No hay problema en sentir atracción física por otra persona. Eso es normal. Pero cuando se confunde atracción física con amor, ahí si es un gran problema. Es un problema porque a partir de esto surge el amor líquido. O sea, personas que creen estar amando a alguien, cuando en verdad sienten atracción física y sexual por el otro.

Ese es el gran punto, porque atracción física y deseo sexual son pasajeros. Cuando el deseo y la necesidad acaba, la relación acaba. Es todo muy vacio.

Las personas están usando la palabra amor de una forma cobarde. Yo digo que te amo sólo para satisfacer mis deseos y mis carencias. Eso es cobardía"

Zygmunt Bauman.