fosahadal

[fosahadal]

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No puedo dormir, estoy en ese momento final en el que me queda perspectiva para entender y juntar.

Ahorita a mis pies tengo una ventana amplia que me va a despertar cuando el Sol salga... pocas veces en este año 2024 sentí ilusión de que el sol naciera, la sentí sobre todo cuando amanecía corriendo para ver el pan crecido de toda la noche y para ir a la clase de en la mañana de yoga.

un año muy difícil que me permitió poner los pies en lugares nuevos pero también me obligó a quitarlos de otros.

acepte los intersticios sin saber, pero con fé, acepté por primera vez tomar hasta las 3 am con un grupo de desconocidos con quiénes formaría una amistad; y tengo conmigo todos los momentos en que ví por primera vez a muchas personas que significan mucho para mí ahorita, también tengo conmigo los momentos en los que muchas personas que significaron mucho para mí dejaron de concretarse en mi vida al mismo tiempo.

toma mucho tiempo procesar algunos ritmos, ojalá tomara menos tiempo y ojalá fuera menos desquiciante, sin embargo cuando hablamos de ritmos de reconocimiento no nada más es una mostrándose, es una observando otras formas. me queda amar toda la sinceridad que me hizo sentir confianza y familiaridad.

había andado de pésimo humor estos días, porque me duele verdaderamente mucho el tiempo que me puse a estos intersticios de reconocernos, porque nunca me sentí lo suficientemente segura de reconocer mientras también desconocía, aquí se incluye el momento en el que sentí que casi me moría haciendo pan por primera vez, sintiendo cómo mi cuerpo asumía una nueva forma, una y otra vez.

este año cociné mucho porque necesité mucho arraigo, si, también es necesario volar, por eso he hecho todo lo que puedo alquimicamente para poder entender cómo lograrlo, como tener un arraigo estomacal mientras todo vuela.

este año conocí en sueños a personas que me están ayudando a construir mi camino, ví el estudio del Chanate y ví toda la gráfica de Norberto, también escuché la voz de Rebelle, y ví a Brenda con maleta irse. Estuve peda cuando dijeron "ella es la artista de la exposición".

Odié mucho no ser más jóvenes y más ingenuas, odié mucho no poder recibir lo que quería, odié mucho entender que hacer una nueva relación no era hacerla con la misma persona, aún siento que la confianza aquí va aprendiendo a caminar pero que aún se toma de la pared, me sentí equivalente a mis deseos, no pensé que hubiera a haber una tercera o segunda emisión mía enamorada de alguien a quien admiro tanto, me intimida tanto y al mismo tiempo me ha mostrado su lado más humano y vulnerable. la quiero como si estuviéramos sentadas viendo el mismo lago, aunque este año no me haya alcanzado para vernos.

este año maduré mucho sabiendome muchos días no una mejor versión, solo una versión desconocida que necesitaba andar como anfibio, ya no me parezco en el espejo tanto, porque tuve tantas versiones diferentes como si una intentara desprenderse por completo de la otra.

hay gente que amo y que toda mi vida voy a amar que me regalan su amor incondicional, y en ese amor incondicional siempre estará Nayely, porque en los momentos más vomitivos de este año me enseñó nuevamente a qué sólo ahí con ella me siento realmente como un ser humano.

este año tuve que existir mucho en la vida real, y cohesionar muchas formas a pesar de lo mucho que odio verdaderamente estar en la realidad; acepté todas las fuerzas y las vidas, y todas las muertes, no pararon los duelos, me cortaron más lazos conmigo misma, me obligaron a seguir llorando, siento que tengo un cuadro de depresión.

este año conocí a mis simbiontes, y comencé una relación con ellos sin darme cuenta, pero me enseñan tanto que cuidamos de nuestras vidas, como mi gatita, y como despedir a Vin.

no sé. no he dormido nada. estoy muy emocionada, tal vez porque por fin está terminando el año, y porque pasé una prueba muy dura que me enseñó cosas muy valiosas, y ahora hay gente nueva en mi vida, y sé hacer pan, y estoy aprendiendo a caminar creativamente con consistencia, y estoy aprendiendo a dialogar con estos procesos.

estoy feliz, feliz en letras naranjas de poder ver qué los cursos terminan y continúan otros.

no había sentido tanta emoción como esta noche, ya quiero que amanezca, quiero ver a Victoria, quiero cocinar, quiero tomar agua, quiero que entre el sol por la ventana, quiero bailar, y esto es maravilloso porque estos días había estado muy triste, porque estoy tan desgastada y agotada al mismo tiempo.

que bueno que mis instintos de bruja son más sabios que mis depresiones. estoy muy feliz festejando la oscuridad, deseando que amanezca, deseando mucho que la vida siga. por eso caigo mal, por lunática.

me gusta tener el corazón feliz ahorita, ojalá esté 2025 descubra que el anhelo es una fuente de vida.

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el yule

pues puedo reconocer que sigo hambrienta de sueños, aunque se me derritan las alas yo sigo azotando entre las nubes.

me sigo quemando los dedos queriendo tocar el sol.

demasiados cambios, demasiadas muertes y demasiados amaneceres.

sueño con leer con la mente callada, sueño con que las mariposas de mi estómago no sean un llamado del deseo, quisiera que la realidad superara todas las cosas que soy capaz de sentir deseando.

demasiado deseo, demasiado dolor, demasiada asfixia, demasiado, siempre demasiado.

no he parado de llorar desde hace meses, porque las líneas entre mis manos se me confunden, porque mientras sueño, también deseo, y al mismo tiempo vivo, honestamente mi vida no ha ido mal, yo mientras la vivo si he estado mal, he tenido el estómago abierto y con amor lo tomo entre mis manos, con mis débiles manos que también hacen malabares para secarme las lágrimas.

he creado como loca, porque estoy loca. y el silencio del invierno me marca un espacio de muerte y de nacimiento que me dieron ganas de poner mi cama frente al sol; quiero verlo nacer todos los días a partir de este solsticio.

imagínate que todos mis intentos de entender el deseo se reduzcan a un: te veo y me arraigo en todos los vacíos que ya me hice pensando miles de veces cuando.

esta rotación de cultivo ha sido muy difícil, muy difícil, no siento que esté siendo una mejor persona, sólo sentí de cuántas maneras estoy despojándome de lo que me queda, de cuántas formas estoy paralizada y de cuántas formas la vida de todas maneras me alcanza.

sólo estoy aquí en el silencio de un sol ausente esperando nacer, y yo amo muchísimo este invierno seco con aroma a fermento que se concentra en lo que le da calor a mi corazón aún sabiendo cuantas cosas ya me arranqué.

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la templanza

que sea mi amuleto post cosecha, cuando ya pude jugar en el rio con la fuerza y la sacerdotisa en forma de estrella.

ahora tengo las aguas conmigo en la tierra.

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Esto es horrible

In order to find the right place -  you have to leave the one  who feels like home.

- Laura Chouette (Profound Reverie)

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Nunca no ser egoísta, nunca no ser egoísta.

Estaba poniéndome al día de lo que significa Lammas.

Además he estado soñando en rojo, muchísimo rojo.

Y muchísimo proceso doloroso.

¿Ya qué más da? Ya entendí que es normal que haya capítulos existenciales donde las cosas no están cien por ciento acomodadas porque por sí mismas irán acomodándose.

Y ya, así y listo.

Me corté el cabello y dejé descubiertas mis orejas, es la primera vez en toda mi vida que no tengo la intención de ocultarlas, como los últimos meses, que mi cabello no cubría mi cara. Estoy reinventándome tanto que me sigo muriendo. Yo sinceramente si soñaba con que el día que llegara Agosto, estaría en San Luis Potosí planeando cada tres o dos semanas quien iba o quien venía. Porque en el fondo deseo muy sinceramente estar asentada. Pero ahorita quiero arrancarme del corazón y de la mente las palabras, la continuidad, el darse el tiempo, el entender algo; ahorita que hay cosecha y hay huecos, ya no me sabe más amargo el vacío.

Ayer estaba viendo la película de la peor persona del mundo, y me puse a llorar, como el otro día lloré en la clase de la maestra Martha. Lloré porque en el fondo sólo el tiempo marca lo feo que se siente abandonar un hogar que tú hiciste con alguien que amabas, y el frío existencial que produce volver a hacer la vida sin tener más ese lugar seguro que te abrazaba antes de dormir.

Estoy cansada, y en esta parte del año donde nuevamente vamos a entrar a la introspección y al silencio, siento que mi mirada va dirigida al espejo, para ver la cara nueva que tengo, y como hablan por estos procesos más mis acciones que mis palabras o mis silencios. Me duele el corazón. Y por primera vez en mi vida, pude destruir un concepto mío de ser mujer y atreverme a serlo diferente, y eso es algo que en el fondo necesitaba.

Y agarrar fuerza para atreverme a ser libre, aunque si, siga doliendo lo que se sigue rompiendo, y el silencio matutino sea roto por una gatita que quiere comer mientras yo quiero dormir para no sentir. Y luego en el día encuentro el silencio.

Es normal, es normal, es normal. Es normal.

Me queda la oscuridad profunda, llena de niebla, esa que me hace llorar sin darme cuenta. El corazón lleno de preguntas. ¿Y para cuándo?

Ayer pensaba que ya no podía sostener sola una planta que me exige tanta adaptación de mis propios sentires, solita salió mi calavera de fuego a prender mi afecto, y a decir, yo sé que hoy será un día más para que no me hables y un día más para que quepa una explicación que yo seguramente tenga la buena voluntad de querer entender. Y que me dejará un hueco. No hay forma. Y tampoco más.

También lloré porque el tiempo me ha alejado, y que alguien que yo pensaba que era como una hermana tiene tiempo desde que le dejé de caer bien y no me lo había dicho. Y yo ya no estoy en condiciones de quedarme donde no me quieren, para mí no es necesario ofender, ni tampoco quedarme a justificar mis acciones ni las cosas buenas o malas que hago. Ha sido agotador.

Al mismo tiempo ha Sido maravilloso descubrir tanto más de lo que significa el cuidado y la paciencia. Ay. Aquí estamos, incursionando en la realidad cruda, con desempates, pérdidas, y sostenimientos; a pesar de todo esto, me siento muy tranquila conmigo misma, me siento que si algo he hecho en estos meses ha sido nutrir mi centro de gravedad y mi estómago precisamente para poder digerir.

Hace poquitos meses no podía creer que estuviera pasando, y hoy tampoco puedo creer que esté pasando. Ambivalentemente pasando.

Las cosechas, los silencios, la parte oscura del año donde estamos a menos de cuatro meses para terminarlo nuevamente.

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en este capítulo de existencia, vengo manejando:

Las mujeres que me rodean: vida, obra y magnificencia.

La cantidad de estirones de orejas que me producen sus existencias enormes ante mi pequeñeza existencial.

Hoy me dijeron que qué mirada tan interesante tenía, si no me lo hubiera dicho una mujer que también pienso que tiene una mirada interesante, no se lo hubiera creído. Le serví un té de menta, y le pregunté ¿Cómo te hiciste amiga de mi mamá? ¿Por qué me escribiste? Yo me acuerdo de tí cuando te fuimos a ver al teatro. Mis papás y yo.

Porque una amiga mía me habló de ti.

Esto quiero que suene muy dramático, porque en el fondo lo es, todos los encuentros son dramáticos e importantes, también los des-encuencuentros, que en mi versión hongo son mi pan de cada día porque la realidad es que voy bien lento en el reconocimiento de mis entornos, bien lento, tan lento que necesito levantar la mano de vez en cuando para recordar que ahí ando existiendo presente en mis devenires ausentes, y además, que tengo tartamudeo emocional de vez en cuando.

Escribo esto en el suelo del baño. Luego una se marea muy cabrón con la vida. Siempre traigo atravesadas estas voces, de las mujeres que admiro, quiero, significan, me acompañan, y también me ven crecer.

No hay ningún punto aquí, pero nomás.

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Ya se me puso muy personal. Hoy en la mañana leí una historieta pequeña acerca de las cicatrices que te deja el amor, me dieron obviamente ganas de llorar, porque ahorita que estoy de regreso de San Luis, que fue el solsticio de verano y que pasaron con eso tantas cosas de golpe que sólo hacen referencia a los nuevos frutos, sólo me queda una sensación en una piel nueva que no sé si es de frío o de estiramiento. Viví muchos años en la misma ciudad, estuve enamorada muchos años de la misma persona, estuve muchos años haciendo las mismas cosas, aunque se me trabara la mandíbula. Regresar de San Luis a esperar un resultado de maestría en un área completamente nueva, y también tenerle un poquito de natural miedo a toda la nueva vulnerabilidad que siento y que tiene ganas de irse a compartir con alguien a quien estoy muy feliz de conocer y que me gusta muchísimo. Me hubiera gustado mucho que me acompañara, pero a veces si es cierto que la vida te dice: No, métete sola a tus túneles, a reconocer su otro lado. Anoche tenía muchas ganas de llorar, y no lo entendía casi. Es un silencio más edificativo, y también más equilibrado. En cuatro días voy a saber si sí se arma o si no, y también se me extienden los sueños más, soñar con vernos caminar en el parque, y acercarme, y luego ya no verle sentido a más, ya no tiene sentido sentirme o no menos, ni nada, sólo estoy aquí, yo sola haciendo lo que yo creo que me toca. Está bien loco que el aire esté siendo así, en medio de una tormenta que nos hace eco, no lluvia. Se siente el frío rondar la tierra caliente, y se estremece, son tantas dudas, que si bien no necesito resolver ahora mismo, si se sienten como se siente cerrar los ojos y verse en bici de noche, atravesada hasta por la nueva música.

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Tamar Nadiradze (Geo)

Under the Cover (2021)

watercolor on clay

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Sht te escribí algo,

Gracias por haber sido la mejor compañera de viaje durante tantos años. Gracias por toda la luz que tus ojos me regalaron, deseo tanto que seas feliz y que tu luz se siga nutriendo. Siempre tendrás un lugar bien especial en mi corazón, aún cuando la vida es vida y los bosques sigan siendo bosques en otras tierras.

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Está bien que existas tu y que existan todas tus historias y que existan todas las transformaciones que necesites, y que así nos encuentren.

Me da calambre existir y verte, más que la vida me arroje a verte de cerca cuando lo único que pude hacer fue verte lo más lejos. Tienes una forma de observar que, penetra. Y yo veo al cielo cuando hablo. Ojalá que te gusten las nubes, a mí me gusta lo que me asusta.

Espero que encuentres algo aquí entre mis dudas, entre la oscuridad, entre el desierto, así como yo encuentro entre tus miedos, entre tus pastizales y tus pedregales.

Tengo miedo, y desearía correr al pasado a veces a seguir viendo las copas de los árboles cuando aún no existías, y caminaba por pan antes de las 9 de la noche. Ojalá hubiera acomodado más preguntas. Pero ya no hay pan a las 9 de la noche, y las copas de los árboles ya no se ven iguales, lo único que tengo en frente es que existes ahorita aquí, y yo me voy adaptando a eso, a los ritmos, a conocerte, y asustarme menos, a sacarme fuerza para transmitirla en el suelo que compartimos, porque se supone que si yo algo tengo es fuerza.

Muchas historias, y muchas variantes entre ellas. Que horror. Ya ni modo. Me tocará ser sincera, como lo he sido, y sdecir que no se nada, y que sólo siento que está bien estar aquí. Si está bien.

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devouring me

Anaïs Nin, Delta of Venus, originally published: 1977

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Amanecí con el corazón atravesado, pero no de esas veces que lo sacrificas, más bien de las veces en las que la vida lo toma y lo inunda.

Me gustan tus sentimientos, tus percepciones, tus suavidades, tus dualidades, tu risa, tu risa me gusta mucho, me gusta tu forma de observar. Me atraviesas, y cada día siento que es mejor permitirme recargarme en tu suavidad.

Ayer hablaba contigo, y comenzó a llover, porque eres la lluvia más insólita y fresca de este desierto. Estan en ti todos los factores más raros del universo. Tu voz, tu compañía, tu lluvia. Tu tormenta que refresca mi suelo.

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Has sido como la lluvia

Parece que una vez más tengo que recordarme a mi misma que no debo anular lo que por alguna razón siento, ¿Verdad? Que todas esas pequeñas grietas que se integran son brotes.

Pero si, sinceramente me gusta más el verde desde que te conozco, y vengo cargando una sensación muy rara de querer compartirte todo; el cielo rojo, las cosas de fantasmas, las historias, mis sentires.

Me he sentido rara por una parte, porque me estoy perdonando quererte en tiempos de guerra, porque seguramente ni en lo mas recóndito de mi misma imaginé como sería sentir que el cielo le pertenece a otros ojos diferentes.

Pero bueno, si, si pienso que tus ojos son de otra dimensión, y que me gustaría pronto volver a verlos, y me gustaría verte existiendo entre el color dorado del cielo, para mí has sido un ocaso.

Eres la lluvia que refresca más cenizas.

Mi corazón se pega al suelo para entregarle mucho de mi llanto, porque no lo entiendo, pero luego estas tú, en tus madrugadas, en tus desvelos y en tus procesos, siendo la tormenta, bajando mi sangre hasta los pies.

Qué bonito es pisar una nueva dimensión para encontrarte.

🫘🫒🤎

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ando queriendo practicar el radical arte de la aceptación, es muy fastidioso ya que tengo una mente muy ruidosa, pero es una forma de sentir que la piedra que sujeta mis pasos no se mueve tanto con dudas.

que si otro planeta, que si no puedo, que si quiero, que si olvido, que si aprendo, que si necesito,

siento raro querer, acceder a querer, acceder a todas las acciones que implican querer, objetivar, intentar, procurar, obviar, aproximar, y eso

a su vez traigo de moda la palabra estremecimiento, como si pudiera estremecerme en vez de sentirme, tomar ajena la cucharada de lo que es, observar.

estremecer con los ojos cerrados, situando un verde o un azul, o lo que se augure, situarse ahí

Tal vez con un poco de suerte las mutaciones que encontremos en el camino también nos encuentren, también signifiquen más, un encuentro, una cercanía, una forma de resistir en el mundo. En fin. Es todo lo que puedo resumir un sentimiento tan desesperante, tan lleno de ilusiones que no puedo evitar, ni tampoco pretendo hacerlo aunque tenga miedo. Es lo que es. Es inevitable para mí llenarme de emoción, ya deja tu cuántas carencias emocionales tenga o no tenga, sólo así es, me llena de emoción

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— Franz Kafka, from Letters to Milena (via lumamonchtuna)