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MX
Hola México... han sido dias duros para ti y tus hijos, los que tuviste y lo que adoptaste, pero sobre todo aquellos en Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Morelos, Puebla, Edo Mex y la gran CDMX. Pero no estas solo, tienes hijos fuertes y solidarios que están para ti en los momentos difíciles. Todos ellos, a su modo, te han llevado siempre en las venas y en su corazón y por eso se han volcado a rescatarte y levantarte. A demostrarte de alguna manera, que estamos para servirte. Pero hizo falta una sacudida para que tus hijos se dieran las manos, como hace 32 años no pasaba. Hemos dejado de hablar de razas, religion, clases y preferencias, para decirnos todos Mexicanos. Hoy veo tu bandera, tu escudo y tu gente como uno solo. Saldrás adelante, te levantaras y serás mas fuerte. Pero no claudiques, le has dado una lección a tus hijos, la mas valiosa de esta generación. Les has enseñado que juntos, pueden lograr algo grande, que hay unidad, que cada pequeña acción suma. México, dile a tus hijos que sus lagrimas no serán en vano, que ahora pueden llevar lo que han aprendido a sus vidas cotidianas. Recuérdales que no hace falta una tragedia para darse la mano, para dar el paso al peatón, para no robar y respetar las leyes, para tirar la basura en su lugar, para dar un ejemplo a los hijos de tus hijos. México, vamos a cuidar de ti y haremos que te sientas orgulloso de tus hijos. Te extraño México. Te amo Mexico!
Memo Elizondo Los Angeles, CA. 21/Sept/2017
PD. No te olvides de tus hermanos en el Caribe, también están sufriendo mucho.
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WW3
Entre septiembre de 2003 y enero del 2004, el telescopio Hubble tomo una serie de imágenes que se llamaron Hubble Ultra Deep Field (Espacio Ultra Profundo Hubble). La composición de estas imágenes, ayudo a observar aproximadamente 10,000 galaxias. Lo interesante de esto, es que la porción de cielo enfocada por el telescopio, equivaldría a una superficie menor a 1 mm x 1 mm de papel vista a 1 metro de distancia.

Volvamos a la Tierra. Así como el hecho de observar una minúscula fracción de cielo significa que vemos una inmensidad potencialmente infinita, algo así es el internet.
Podemos decir que el internet que conoce un usuario promedio, es como el cielo que ve por la noche desde el jardín de su casa. Para ver el internet profundo, se necesitan algunas herramientas extra y algo más de conocimiento.
Mucho se dice de la Deep Web, principalmente que se presta para todo tipo de perversión, you name it, esto gracias al anonimato que caracteriza su funcionamiento y es lo que muchos medios venden al hablar del tema. Sin embargo también es una herramienta segura para muchas otras cosas, como bases de datos de empresas, centros de investigación científica, divulgación, periodistas y un larguísimo etcétera.
Sin embargo, lo que yo encuentro más interesante acerca de la Deep Web, es la guerra silenciosa que se lleva acabo, en distintos frentes.
Cada minuto ocurren en promedio 4,000 ataques de ransomware (WannaCry, Not Petya), DDoS (Mirai Botnet) o Worms (Stuxnet). Estos que menciono han sido tal vez los más famosos y masivos. Stuxnet por ejemplo, afecto directamente equipos específicos en Irán e India, usados en instalaciones de energía atómica. De igual forma, ataques de ransomware provenientes de Rusia, han afectado infraestructura vital en Ucrania. Quiere decir ya no es necesario invadir un país para afectar su instalaciones y servicios estratégicos.
En hechos geopolíticos, la Deep Web ha tomado especial relevancia en la transmisión de información, tanto de gobiernos y corporaciones, como de activistas, opositores y también terroristas. Los líderes durante el nacimiento de la Primavera Árabe, los opositores chavistas, Wikileaks o Reporteros sin fronteras han encontrado en la Deep Web el medio ideal para el intercambio de información, protección de fuentes y asignación de tareas. Sin embargo también ISIS, carteles mexicanos u otras organizaciones criminales han sabido potencializar su uso. Es una guerra de ideología, un ‘todos contra todos’.
En otro frente (y a mi parecer el mas importante), así como en un ataque DDoS con el cual miles de Bots saturan de solicitudes a un sitio en específico, se pueden usar Bots para viralizar información, de forma geopolítica y económica. Esto está detrás del concepto que recién se hizo famoso, Fake News. ¿Qué objeto tienen las Fake News? Pues ganar dinero por medio de tus clicks. Gente como Alex Jones o Steve Bannon han generado toda una horda de seguidores, con noticias falsas, conspiracionistas o engañosas.
¿Y qué pasa si quiero influir social y políticamente como para afectar, no sé, tal vez unas elecciones presidenciales? Pues soltamos unas fake news por aquí y por allá hasta convertirlas en verdad.
Un gran ejemplo de ello es el Pizzagate. A grandes rasgos, los defensores de esta teoría de conspiración argumentan que hay un ‘circulo de elite’ donde los Clinton, el jefe de campaña John Podesta y sus asesores más cercanos, llevaban a cabo actos de pedofilia. Esta trama inicio gracias a una historia de ficción rastreada hasta la Deep Web, que incorporaba fuentes falsas y fragmentos de correos reales filtrados por Wikileaks tiempo atrás. Después, la historia fue subiendo a la ‘superficie’ (como pasa con muchas cosas que vemos en Internet común), llegando a 4Chan y Reddit, donde se hizo viral.
El Pizzagate es talvez el ejemplo más notorio, por la dimensión que alcanzo y el trayecto que recorrió hasta convertirse en una ‘verdad’ para tantas personas; hubo manifestaciones organizadas, campañas de información, presentación de pruebas “irrefutables”. Otras noticias falsas fueron “el Papa Francisco apoya a Donald Trump” con al menos 950,000 lecturas en Facebook o “Wikileaks confirma que Hillary le vendió armas a ISIS” con 750,000 lecturas en Facebook. Los sitios que dieron a conocer esas noticias, ya no existen. Imaginen lo que pasara en México en 2018, empezando por la desaparición del IMSS y el ISSSTE.
George Friedman argumenta en su libro “The Next 100 years”, que la próxima gran guerra tendría lugar en el aire y el espacio, donde las armas remotas serán clave. Yo creo el siguiente gran conflicto será totalmente diferente, que será llamado la Guerra de Internet.
Y si en el futuro, de una de esas 10,000 galaxias observadas, viniera una civilización más avanzada a invadirnos, pues ya no suena tan descabellado que un virus de computadora nos salve del aniquilamiento. Y que después nos aniquile a nosotros.
GS ELIZONDO
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Dimensión desconocida
- Disruptive: innovative or groundbreaking. En ingles, la palabra refiere a algo que cambia esquemas, rompe moldes o modifica sustancialmente.
La impresión 3D es, a mi parecer, el gran invento posterior al internet y que tendrá un alcance abrumador. Cambiará totalmente la forma de hacer negocios B2B, B2C y B2D; creara un nuevo modelo económico per se y una experiencia totalmente diferente de adquirir productos tangibles.
Logística, condiciones, garantías y cada aspecto en la fabricación, distribución y venta de un producto, deberá ser reevaluado y adaptado a este sistema.
Necesito comprar unos lentes de sol; ingreso al sitio de mi marca favorita, toman el patrón de mi rostro y cabeza de mi perfil de compras, selecciono los modelos de mi agrado, el “yo” virtual se prueba los lentes; entonces cuando haga la compra, simplemente recibiré un link de descarga, para obtener un archivo de diseño y modelo en 3D. Lo ejecuto, ‘ctr-p’ y voila… lentes de sol nuevos, sin salir de casa y usando solo mí teléfono.
Materiales tan diversos y diferentes como plásticos, textiles, cerámicas e incluso tejidos orgánicos como la piel humana, ya han sido impresos. Una vajilla, una pieza para el auto, una silla… ¿Qué tal una casa? ¿O, se te antoja una hamburguesa? ¿Necesitas un hígado sano… un hueso roto? Todo se imprimirá.
El consumo masivo y el retail tendrá que reinventarse; desaparecerán muchas empresas y otras evolucionarán. Imagino que cadenas como Walmart o Amazon, sobrevivirán a base de exclusivas y licencias, sin embargo, siempre se encuentra una manera de vulnerar, imitar y mejorar. La producción en serie será reestructurada y solo existirá para ciertos sectores, disminuyendo drásticamente la intervención humana.
Las redes P2P, tendrán su gran apogeo, pero ahora enfocado no solo en la información o entretenimiento, sino en TODO. Bastara con buscar el archivo en sitios de indexación, como los actuales torrents, para tener a la mano cualquier cosa. Think green before you print.
GS ELIZONDO
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There is no spoon
Sales de la oficina en invierno, llegas a tu auto que ya estaba encendido en modo ahorro, pero con la calefacción puesta, gracias a tu teléfono que envió una notificación automática cuando salías del edificio. Una vez que entras al auto, indicas que te diriges a casa y el auto autónomo seguirá la ruta preestablecida, a menos que reciba algún alerta de tráfico haciendo que busque la ruta óptima. Mientras tanto, el teléfono enviara una notificación para que tu familia sepa la ubicación en la que te encuentras. Para disfrutar tu camino, el auto tocara música acorde a tu historial de reproducción y recibirás recomendaciones para la cena, que podrás seleccionar con solo dos ‘clicks’ de tu dedo y serán enviadas a tu domicilio, pagándose en automático de tu crypwallet.
Suena como algo que ya ocurre, pero a principios de siglo apenas se imaginaba. Lo cierto es que aún no es tan fácil y no será tan común hasta dentro de unos 15 o 20 años cuando menos.
Intento recordar la primera vez que escuche sobre el internet de las cosas y fue un concepto similar, por aquellos días posteriores al Y2K.
Una vez pasado el susto de las 00:00 del año 2000 y comprobar que el mundo no colapso, hubo muchas interrogantes sobre el rumbo que tomaría el desarrollo de la tecnología, gracias a internet; se dijo entonces: “el futuro ha llegado”. No era como lo imaginamos 50 o 100 años antes, pero estaba sucediendo.
Las aplicaciones prácticas al internet de las cosas son infinitas. En la industria, maquinas que se auto diagnostiquen para determinar cuándo se requiere mantenimiento y no cuando una persona lo tenga programado; que además envíen estadísticas en tiempo real del ciclo que cumplen o que apliquen un cambio de modelo con solo una instrucción de algoritmos según las estadísticas de ventas. En medicina, nano robots implantados que liberen una dosis de insulina, según los niveles identificados y que sean supervisados a distancia por tu médico, para que ajuste la dosis o cambie los parámetros sin que tengas que estar en consulta; otros nano robots que monitoreen el colesterol y envíen información que genere un reporte a tu cardiólogo, nutriólogo… o a las agencias de seguros.
¿A dónde irá toda la información que se recopile? ¿Dónde estarán esos servidores? ¿Quién será el dueño de la infraestructura? ¿Serán suficientemente seguros?
Esos enormes bancos de información, son el nuevo petróleo pero para un mercado aun más negro. Regalamos toda nuestra información para beneficiarnos y hacer nuestra vida más fácil o entretenida, pero también para que nuestra vida se adapte a un molde que otros decidan. Ya en estos días, nuestra información es traficada para que nos contacten, sin nuestro consentimiento, aseguradoras o bancos para ofrecer servicios no solicitados, en el mejor de los casos. Pero también el robo de identidad es un delito cada vez más común y entonces debemos responder por obligaciones de las que no teníamos ni la más remota idea.
¿Cómo será cuando decidamos o tengamos que compartir toda nuestra información financiera, civil o fiscal, para que podamos desenvolvernos en una sociedad o economía de forma cotidiana?
¿Qué pasará si mi auto es hackeado para obtener toda mi bitácora de ubicaciones y traslados, mi rutina diaria? ¿Se puede hackear una red de abastecimiento completa de agua, de gas?
Un internet de las cosas masificado, significara una red inconmensurable de información y dispositivos conectados. Por lo tanto, se necesitaran sistemas más complejos que procesen hábitos de consumo, horarios, mercados financieros, precios, clima, ad infinitum. Vamos a delegar tanto a los algoritmos digitales, que eventualmente decidirán por nosotros que ropa vestiremos, la música que escucharemos, la comida del día, nuestras vacaciones. Y entonces, en algún punto ocurrirá la singularidad tecnológica. Pero para eso falta mucho… unos 50 años.
GS ELIZONDO
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