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ALEX CORA PONE EN ORDEN SU PITCHEO Y BOSTON VUELVE A SER CONTENDIENTE.

​Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Después de tener una de las más malas temporadas en la historia del equipo en el 2020, los Medias Rojas de Boston sabían que difícilmente este año podría ser peor, presentían que con el regreso de Alex Cora al timonel y el inicio de un período de estabilización, la situación empezaría a mejorar poco a poco, pero jamás se imaginaron que los resultados positivos se presentaran casi de inmediato, y de una forma contundente y esperanzadora.

​Tras iniciar la temporada de la peor manera posible, siendo barridos en casa por los Orioles y con un pitcheo que dejó mucho que desear, los Red Sox se apoderaron del primer lugar de su división apenas 6 días después de esa serie, y no han soltado la posición de honor desde entonces. Tras haber permitido 18 carreras en esos tres juegos ante Baltimore, el pitcheo de Boston enderezó por completo, Cora comenzó a armar su bullpen y a estabilizar la rotación de abridores y hoy, a solo dos días de terminar el primer mes de la temporada, los patirrojos barrieron a los Mets a domicilio en dos juegos en los que permitieron sólamente una carrera en total.

​Los Medias Rojas llegan a Arlington para serie de cuatro ante los Rangers, con su pitcheo habiendo ligado 16 entradas sin permitir carreras, con una efectividad de 1.33 en esos tres juegos recientes en los que les han bateado apenas para .163 y mientras los lanzadores han regalado solo 5 pasaportes, han ponchado a 39 rivales en ese período.

​El primer paso para Alex Cora fue establecer una rotación sabiendo, desde el mismo campo de entrenamiento, que no podia incluír en sus planes al estelar Chris Sale, quien sigue recuperándose de la operación Tommy John. El año pasado, el equipo utilizó a 16 abridores diferentes (una locura en temporada de 60 juegos) y la efectividad colectiva de 5.58 fue no sólamente la peor en su historia, sino la número 28 de las 30 novenas de las Grandes Ligas, superando solo a Rockies (5.59) y Tigers (5.63). De esa larga lista de abridores del 2020, mantienen solo a Nathan Eovaldi y a Martín Pérez, pero con el regreso de Eduardo Rodríguez, quien fue el mejor pitcher en el equipo en 2019 antes de perderse toda la temporada anterior por los problemas derivados del Covid-19, la adquisición de Nick Pivetta, quien llegó el 21 de Agosto del año pasado y lució bien en la recta final de la temporada, y la firma de Garrett Richards como agente libre, se ha conformado una rotación de abridores que, sin “nombres” de la talla de Chris Sale, es muy sólida, y aunque la efectividad de quienes inician juegos en Boston es de 4.09, las 11 victorias de sus abridores son sólamente superadas por las 12 de la rotación de los Dodgers en todas las Grandes Ligas.

​Si la mejoría del cuerpo de abridores salta a la vista, la del bullpen no se puede dejar atrás. No ha tomado mucho tiempo a Alex Cora el encontrar las piezas adecuadas y acomodarlas, y sus diez relevistas utilizados hasta el momento en los primeros 25 juegos de la temporada, registran 3.07 en carreras limpias admitidas, han permitido anotar al 28% de los corredores heredados y tienen 7 salvamentos en 9 oportunidades, 6 de ellos por el nuevo cerrador del equipo, Matt Barnes, quien en sus primeros 6 años en las mayores, siempre con Boston, había salvado 6 juegos en total, pero colocado en ese puesto por primera vez, respondió con 9 el año pasado, por lo que su manager decidió darle esa responsabilidad nuevamente, a lo que Barnes esta respondiendo de forma sensacional: ha ponchado a la mitad de los bateadores a los que ha enfrentado, no ha permitido carreras como visitante, 8 de sus 13 juegos han sido relevos perfectos, y no ha fallado todavía un solo intento de salvamento.

​Habiendo puesto en orden el pitcheo del equipo, Alex Cora ha resuelto el problema más importante de los Medias Rojas. La ofensiva que tienen, con Xander Bogaerts, Rafael Devers, J. D. Martínez, Alex Verdugo y las llegadas de Kike Hernández y Marwin González, no debe tener problemas para mantener un buen nivel a lo largo de toda la campaña. Los Medias Rojas estan de regreso y con las dificultades iniciales de Yankees, Rays y Blue Jays, terminarán abril en la cima de la división. Si no hay lesiones de gravedad, si no sucede una catástrofe con el pitcheo del equipo, la tónica no cambiará mucho por el resto de la temporada y en Boston, podrán esperar con calma el regreso de Chris Sale.

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PADRES VS. DODGERS: CAPITULO 2.

​Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: luego de haber ganado dos de tres juegos el fin de semana pasado en San Diego, los Dodgers reciben ahora para cuatro encuentros a los Padres, en la segunda serie del año entre los equipos que supuestamente protagonizan el renacer de una rivalidad en el Oeste de la Liga Nacional.

​Al llegar a Los Angeles, los carmelitas se encuentran en serios problemas de que esa rivalidad se haya encendido de nuevo, pero solo por algunos meses, ya que los standings y las circunstancias siguen apuntando a Gigantes-Dodgers, como el clásico de tradición en esa división del viejo circuito. Para comenzar, San Francisco es quien persigue a los Esquivadores, habiendo ganado seis de sus recientes diez encuentros, mientras los Padres tienen marca de 3-7 en ese mismo período.

​La serie de postemporada entre San Diego y los Dodgers estuvo cargada de intensidad, declaraciones y emociones muy fuertes. La primera del año el fin de semana pasado en Petco Park se vivió con un ambiente de Play Offs, pero si los Padres quieren dejar de ser los “Niños Intensos”, tienen que comenzar a ganar juegos a los Dodgers, y no cederle el terreno a los Gigantes para que esa siga siendo la gran rivalidad de la zona. Los problemas en San Diego son profundos. En una semana perdieron a dos lanzadores más cuando Adrián Morejón que había salido de su apertura del 11 de abril con dolencias en el antebrazo izquierdo, fue confirmado para operación Tommy John que lo deja fuera por el resto del 2021 y gran parte del año que viene, y días después, Dinelson Lamet también tuvo que salir temprano de lo que era su primera apertura de la temporada, con el mismo tipo de molestias, aunque por ahora la situación no parece ser tan grave. El fin de semana Dan Altavilla regresó a la lista de lesionados apenas unos días después de haber salido de la misma, y eso sin olvidar que Javy Guerra y Mike Clevinger ni siquiera han visto acción y en el caso de Clevinger ni la verá durante el resto de la campaña. La situación del pitcheo de los Padres comienza a ser altamente preocupante y de no ser por las contrataciones de Yu Darvish y Blake Snell durante el receso invernal, el panorama sería crítico con tantas bajas monticulares.

​Y hablando de Snell, ya hizo también su primer berrinche de la temporada, cuando le tuvieron que aplicar la grúa tempranera en una salida en la que ni siquiera alcanzó a salir de la primera entrada y terminó llevándose tres carreras limpias luego de 38 lanzamientos. Si al cúmulo de lesiones de los pitchers de San Diego le sumamos el temperamento voluble de Snell, la combinación se parece más a una bomba atómica, que a un rotación de postemporada.

​Afortunadamente para los carmelitas, existe su ofensiva. Un line up que ha sido cargado por Eric Hosmer con una tremenda temporada hasta el momento. Un line up en donde Wil Myers es co-líder en cuadrangulares y segundo en producidas detrás de Hosmer. Un line up en el que Trent Grisham y Jake Cronenworth coquetean con el .300 y en donde Manny Machado ha tenido un buen arranque de temporada. Pero también un line up que es 10o. de 15 equipos en carreras anotadas en la Liga Nacional y un line up que sigue extrañando a Fernando Tatis Jr. que antes y después de su lesión ha tenido muchos problemas para batear, con .154 en AVG tras 11 juegos, 2 Home Runs, 3 carreras producidas y 15 ponches, situación que se ha reflejado también en su defensiva, en donde con 7 errores, es el líder en MLB con tres de ventaja sobre quienes le siguen. El parador en corto de los Padres poseé tanta calidad, que llegará ese momento de asentarse, de dejar de querer hacer de más, de entender que su nuevo contrato no lo tiene que desquitar en un par de meses, de empezar a disfrutar relajadamente de lo que hace, para volver a ser ese pelotero que nos ha demostrado ser en sus primeras dos temporadas en las mayores y con potencial para convertirse en un super estrella del Beisbol.

​Mientras eso sucede, es momento para que los Padres acompañen su efusividad, sus declaraciones, su intensidad y su nómina (que por primera vez en muchos años esta entre las 10 más altas en las mayores), con triunfos. La mezcla de todos esos factores no da para ser un equipo de .500, obligadamente tiene que dar para más. Es entonces, justo ahora con esta visita de 4 juegos a Los Angeles, que el equipo tiene que reflejar todos esos factores en el standing. Una rivalidad se enriquece con declaraciones y con intensidad en el terreno de juego, pero se forja con resultados, con victorias de los dos involucrados. De lo contrario, desparece pronto.

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JAVIER BAEZ Y EL FUTURO DE LOS CUBS.

​Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Cuando Theo Epstein llegó a la organización de los Cachorros en octubre del 2011, se dió a la tarea de repetir la hazaña que recién había conseguido en Boston: la de romper con la sequía más prolongada sin títulos en el Beisbol de las Grandes Ligas. Al frente de los Medias Rojas, Epstein consiguió ganar la Serie Mundial en el 2004, la primera para la novena desde 1918, así que ahora llegaba a un equipo que no había levantado el trofeo de campeón desde 1908. Apenas cinco años después, Theo conseguía de nuevo el milagro, los del norte de Chicago se imponían a los Indios de Cleveland en el Clásico de Otoño y, más allá de terminar con 108 años de espera, había conformado una verdadera dinastía, que amenazaba no solo con terminar ese ayuno, sino con dominar la Liga Nacional por mucho tiempo.

​Cinco años después, y con sólamente ese título del 2016 en sus vitrinas, la aparente dinastía formada en los “Confines Amistosos” del Wrigley Field está a punto de extinguirse. El capitán de ese barco, Joe Maddon, navegó con otros rumbos después del 2019 yéndose en no muy buenos términos. Jugadores como Kyle Schwarber, Albert Almora y Jon Lester tampoco estuvieron de regreso para el 2021 y el futuro de la columna vertebral de aquel exitoso equipo, pudiera desarmarse en cualquier momento, con tres de sus grandes pilares (Anthony Rizzo, Kris Bryant y Javier Báez), en la mira de varios equipos que saben que esta podría ser su última temporada en Chicago y aun peor, con el lento arranque de campaña de los Cachorros, los rumores indican ahora mismo que el éxodo masivo podría iniciar incluso antes de la fecha límite de cambios en julio.

​Hace ya una década que los Cubs seleccionaron a Javier Báez, nacido en Bayamón, Puerto Rico, y drafteado en la primera ronda del 2011 por el equipo de la “Ciudad de los Vientos”. El boricua debutó en las mayores el 5 de Agosto del 2014 a los 21 años de edad, fue parte importantísima en el campeonato de su equipo en 2016 y quedó segundo en la votación para el MVP en el 2018, cuando terminó como líder de la liga con 111 carreras producidas. Junto a Rizzo, Bryant, Schwarber y Contreras, se convirtió en la base de esta nueva dinastía, y junto con los demás de ese grupo, en los peloteros más queridos y admirados en el norte de Chicago, que además pronto conoció al puertorriqueño como “El Mago”, en alusión a que literalmente hace magia en el infield del Wrigley Field con su pimentosa defensiva.

​“Esto es un negocio y todos nosotros lo entendemos”, nos comentó Javy con miras a nuestro juego de Domingo de Grandes Ligas en el que los Cachorros reciben a los Bravos. “Me he sentido muy bien en Chicago, he sido feliz en esta ciudad y con estos fans y me encantaría jugar siempre aquí, pero entiendo, al igual que todos mis compañeros, que esto es un negocio y así tiene que funcionar¨. Báez esta consciente de que este será un año de muchos rumores, de aparecer en los medios de comuniación y no precisamente por conectar un Home Run o por hacer “magia” a la defensiva, sino también por los constantes rumores que tratándose de un equipo como los Cubs, crecen exponencialmente y lo harán conforme se acerque julio.

​El año pasado no le trajo nada bueno al boricua en cuanto a su ofensiva. Su .203 de bateo fue lo más bajo para él en su carrera desde que bateó .169 en su año de debut en 2014 cuando no jugó la temporada completa. “Fue un año especial, la situación de la pandemia me afectó mucho, había sentido de urgencia, de necesidad, de ansiedad, el saber que no había tiempo para meterse en slump o para trabajar cuando eso sucediera, cambió mucho mi temporada”, nos comentó Baez quien por otro lado, a pesar de los sinsabores pandémicos y ofensivos del 2020, terminó ganando el Guante de Oro por primera vez en su carrera. “El haberme mantenido en una misma posición fue la clave”, comenta Javy, quien jugó 56 de los 59 encuentros en los que participó cubriendo las paradas cortas. “En años anteriores tenía que desempeñarme en varias posiciones del infield y eso me quitaba posibilidades de ganar el Guante de Oro”, añadió Báez quien bajo la batuta de Maddon llegó a jugar todas las posiciones excepto la receptoría, pero que con un lugar fijo en el infield, ya demostró que es capaz de ser el mejor en las mayores.

​La obligación de Báez y los demás cachorros es mantenerse concentrados en el terreno de juego, ganar partidos para su equipo y meterlo a la pelea por la postemporada, aún sabiendo que entre esas cosas que no pueden controlar, esta el hecho de que posiblemente cuando arranque el 2022, este gran grupo se haya disuelto y sus caminos hayan seguido diferentes direcciones, situación que podría ocurrir esta misma temporada, si las cosas no se componen.

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EL DIA DE JACKIE ROBINSON.

​Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: de todas las celebraciones que tenemos a lo largo de una temporada de Beisbol de las Grandes Ligas, muy probablemente la más significativa sea la que se lleva a cabo cada 15 de abril, recordando el debut del primer afro americano en el mejor Beisbol del mundo, ocurrido en esa fecha, en 1947.

​La presentación de Jackie Robinson con los Dodgers de Brooklyn, merece homenajear en primer lugar al propio pelotero, que se impuso a cualquier cantidad de problemas no sólamente en su camino a las mayores, sino ya una vez que había debutado y viajaba con el equipo a otras ciudades, otros estadios, pero dentro de la misma cultura que entonces, de manera más acentuada, hacía a las minorías la vida imposible, por supuesto hablando mucho más alla de lo que ocurría en los diamantes de Beisbol.

​Al mérito de Robinson, sumamos el de los Dodgers como la organización que tomó ese riesgo como pionera en las Grandes Ligas gracias al visionario e intrépido Branch Rickey, entonces Gerente General del equipo y a quien se debe no solo la firma, sino el desarrollo y la evolución de un Jackie Robinson que más que coaches que le ayudaran con sus mecánicas, necesitó siempre de ese apoyo moral, de esa figura de mentor que Rickey representó para él como nadie más a su alrededor.

​Mas allá de todas esas circunstancias, rodeado de esos apoyos al que por supuesto sumamos el de su familia, destacando su esposa Rachel, que también estuvo a la altura de las circunstancias, el resto ya lo conocemos: una década en las Grandes Ligas con los Dodgers, Novato del Año en 1947, Jugador Más Valioso en 1949 tras haber terminado la temporada como Champion Bat, líder en bases robadas de la Liga Nacional en dos ocasiones, 6 participaciones en Juego de Estrellas, 6 Series Mundiales, incluída la de 1955 en la que los Dodgers levantaron por primera vez el trofeo de campeones, y desde 1962, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.

​La presentación de Robinson en las mayores abrió las puertas no sólamente a los afroamericanos que poco a poco fueron llegando (Larry Doby se convertiría en el primero en la Liga Americana menos de tres meses después del debut de Jackie), sino a lo que hoy en dia ha sido una apertura total de las Grandes Ligas, hablando de peloteros latinoamericanos y de otras partes del mundo, hasta llegar al punto en que no podemos imaginar el mejor Beisbol del mundo en la actualidad, sin esas figuras que nuestros países aportan, sin esos fenómenos que causan en oriente cuando alguno de sus peloteros firma con cualquier equipo, o sin el trabajo de penetración que ya actualmente se hace en países de Europa.

​Por eso, momentos bien importantes en esta historia de 74 años, han ido ligados a situaciones que ese acontecimiento provocó. Aquella noche del 15 de abril de 1997, cuando en Shea Stadium se celebró el aniversario 50 de la llegada de Jackie Robinson a las mayores, los Dodgers visitaban a los Mets, y los dos abridores de aquel juego eran mexicanos: Ismael Valdéz que inició por los Esquivadores y Armando Reynoso por los Metropolitanos. El potosino le ganó al tamaulipeco, pero antes del juego, en ceremonia especial, el Comisionado Bud Selig tomó una de las medidas más importantes en la historia de la pelota: la de retirar definitivamente el número 42 utilizado por Jackie Robinson, que a partir de ese momento, solo los peloteros que ya lo estaban usando podrían seguir haciéndolo hasta retirarse, medida trascendental y que hoy se rompe únicamente en cada 15 de abril, cuando TODOS (jugadores, managers, coaches, umpires), utilizan el 42 a manera de homenaje.

​¿Quién fue el último en lucir el 42 en su uniforme? Por supuesto el mejor relevista de todos los tiempos, también latino y también grande como Robinson. Mariano Rivera tenía apenas dos años en las mayores cuando se tomó la medida de retirar el número en todos los equipos, y el panameño lo utilizaría 16 temporadas más, hasta su retiro, permitiendo así que el “Ultimo 42” quedara en muy buenas manos: en las del único pelotero en la historia que ha sido electo al Salón de la Fama por unanimidad.

​Hoy, a 74 años del debut de Robinson, los Dodgers lo celebrarán de forma especial como lo hacen cada año. Los jugadores, a iniciativa de su manager Dave Roberts, visitan la estatua de Jackie Robinson en las afueras de Dodger Stadium, la pantalla gigante del inmueble recordará los mejores momentos de su carrera…. y el mexicano Julio Urías subirá a la loma para enfrentar a los Rockies. Quien sacara el último out de la Serie Mundial, del clásico de otoño que terminó con 32 años de espera por un nuevo título para los Dodgers, tiene hoy otra cita en fecha importante… probablemente la de más peso para todos los peloteros foráneos que actualmente participan en las Grandes Ligas.

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YA NO ES MÁS “MINI MIGGY”, AHORA ES EL ANCLA DE SU LINE UP.

Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Un fin de semana espectacular en St. Louis ha marcado la pauta de lo que puede ser una gran temporada para el venezolano Avisaíl García, que ha llegado a su segunda campaña con los Cerveceros de Milwaukee, mejor preparado que nunca, y los resultados ya se estan dando.

El anaquense conectó par de cuadrangulares en los juegos de sábado y domingo, impulsando 7 carreras entre los dos, para que Milwaukee saliera triunfante de su serie en Busch Stadium y regresara a casa con marca positiva, quitándole de paso el buen momento a los pájaros rojos, que habían ganado cuatro en forma consecutiva.

Además de esos 7 remolques en los últimos dos juegos de la serie, el par de Home Runs significó para Avisaíl el hecho de convertirse en el vigésimo séptimo pelotero venezolano en alcanzar la cifra de 100 batazos de vuelta completa en las Grandes Ligas, alcanzando en ese lugar a Martín Prado y a sólamente un bambinazo de igualar al “Rey” David Concepción.

El papel de Avisaíl será muy importante en el line up diario de su manager Craig Counsell, pues el timonel de los Cerveceros ha ratificado que él será su 4o. en la alineación durante prácticamente todos los días, viniendo detrás de Christian Yelich para que con la facilidad que tiene García de encontrar los callejones, el hecho de venir a batear con Yelich en las bases signifique prácticamente asegurar carreras.

A sus 29 años de edad, Avisaíl ya cumple con una década en las mayores, pero a pesar de demostrar poder desde un principio, por una cosa o por otra, sólamente en cuatro de esas campañas ha podido jugar en más de 100 partidos y quien fuera conocido al principio de su carrera en Detroit como “Mini Miggy”, por el gran parecido físico y en su forma de batear con Miguel Cabrera, no había podido siquiera poner números que justificaran esa comparación. Luego de una buena temporada con los Rays en el 2019, los Cerveceros le dieron contrato por dos años y 20 millones de dólares, pero en su primera campaña con Milwaukee, tuvo que tomar la responsabilidad de ocupar el jardín central ante la ausencia de Lorenzo Cain, que decidió no jugar por el Covid-19, situación que le pasó la factura en cuanto al físico y aunque terminó jugando en 53 de los 60 encuentros, molestias en el tobillo también mermaron su producción, y terminó bateando .238, con apenas dos cuadrangulares.

García cambió entonces su régimen alimenticio. Perdió casi 17 kilogramos durante el receso invernal y llegó al campo de entrenamiento de los Brewers en la mejor forma de su carrera y desplegando un poder a la hora de batear que fue muy bien apreciado por Craig Counsell, llevándolo a la decisión de darle la responsabilidad de ser el 4o. en la alineación de un equipo que a pesar de que practica el beisbol moderno y la sabermetría, ha apostado por mantenerse firme con esa parte medular del line up, gracias en parte, a lo que el dirigente ha visto en el venezolano.

Los 20 Home Runs que conectó con Tampa Bay en el 2019 son la cifra máxima en su carrera; 80 producciones su record personal, conseguido en el 2017 con los Medias Blancas, pero el objetivo de este año para Avisaíl es superar esos 148 juegos del 2015 también en Chicago, sabiendo que de conseguir esa meta, muy posiblemente sus marcas personales en estadísticas ofensivas serán superadas, además de poder regresar a un Juego de Estrellas y lo más importante: poner a los Cerveceros de regreso en los Play Offs siendo el ancla de la ofensiva en Milwaukee.

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LA MÁQUINA BEISBOLERA.

YA PASARON CUATRO DÉCADAS, Y SIGUES FALTANDO EN COOPERSTOWN.

Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Se cumplen 40 años del inicio del fenómeno que más impacto ha tenido en toda la historia del Beisbol de las Grandes Ligas. El 9 de abril de 1981, el abridor de los Dodgers en Día Inaugural ante los Astros, Jerry Reuss, no estuvo disponible para su manager, así que Tom LaSorda le pidió a Fernando Valenzuela que tomara la pelota, subiera a la loma y enfrentara a los tejanos ante estadio lleno en Chavez Ravine.

El novato sonorense, que había visto acción en 10 juegos siempre viniendo del bullpen a finales de la temporada anterior (debutó el 15 de septiembre de 1980), procedió a blanquear a Houston, permitiendo solo 5 imparables en la ruta completa, para que su equipo ganara 2-0 y para que todo el mundo beisbolero de México, volteara a ver a quien se había convertido meses atrás en el pelotero 39 nacido en el país en alcanzar las ligas mayores. Los diarios deportivos mexicanos colocaban la hazaña de este desconocido zurdo de Etchohuaquila, Sonora en sus primeras planas, y un par de semanas después, ya todo el mundo conocía al “Toro” Valenzuela, llenaban el Dodger Stadium en sus aperturas, compraban jerseys con el número 34 y la televisión mexicana transmitía en vivo todas las aperturas de Fernando, un auténtico fenómeno que se dió no solo a raíz de esa primera salida de Valenzuela derrotando a los Astros, sino por el inédito hecho de que sus siguientes siete aperturas terminaron con el mismo resultado: victorias para los Esquivadores y para Valenzuela, que comenzó la campaña con marca de 8-0, lanzando las 9 entradas en todas y cada una de esas aperturas, con 5 blanqueadas incluídas.

Tras ese debut triunfal en casa, el “Toro” subió a la loma para abrir juegos en San Francisco, San Diego y Houston, siempre con el mismo resultado de victoria, permitiendo en total UNA carrera limpia en 36 entradas, así que para cuando el equipo regresó a Los Angeles, el BEISBOL en la ciudad californiana había cambiado por completo. Los boletos para su apertura siguiente contra los Gigantes se agotaron de inmediato, la comunidad mexicana y latina, tan numerosa en la ciudad y en el estado, tenía ahora un héroe, un representante, un estandarte en la persona de este personaje que había ya revolucionado el mundo del deporte. En ese mes de abril del 81, la “Fernandomanía” invadió no solo la ciudad de los Dodgers, sino que cuando estos volvieron a la gira, las multitudes no se hicieron esperar en Montreal, New York y Philadelphia para sus siguientes inicios.

Para cuando Fernando subió a la loma en Canadá en su primera apertura del mes de mayo, en todos los rincones beisboleros del orbe habían conocido a personajes como Mike Brito, el buscador a quien se le acreditaba el hecho de haberlo descubierto y de quién la gente se enteró que siempre estaba detrás del home plate en Dodger Stadium con su pistola de radar, como Tony DeMarco, el agente de Valenzuela, como Roberto “Babo” Castillo, lanzador que ayudó a Fernando a perfeccionar el screw ball, el lanzamiento que lo hizo famoso, que lo hizo ese pitcher que hacía ver muy mal a sus contrarios cuando trataban de batear su famoso tirabuzón. Etchohuaquila  literalmente “se puso en el mapa” ya que las publicaciones y los canales de televisión estadounidenses enviaron corresponsales a ese lugar para conocer el sitio de donde había salido este fenómeno, a sus familiares, a sus hermanos, a los lugares en los que jugaba cuando empezó a practicar el Beisbol. Cuando el “Toro” comenzó con ese fenómeno, Etchohuaquilia era un lugar cercano a Navojoa, un par de semanas después, Navojoa estaba cerca de Etchohuaquila.

Dos personajes que ya tenían muchos diamantes galopados, aparecían siempre al lado de Fernando en los momentos de contacto con la prensa, su manager, Tom LaSorda, y el narrador de Salón de la Fama, Jaime Jarrín, quien fungía entonces como su traductor, y pudo atestiguar cada minuto de la “Fernandomanía”, siendo protagonista, ayudando a Valenzuela en esos momentos difíciles y metíendose en los hogares de miles de mexicanos que tuvimos la oportunidad de escuchar por radio cada una de las salidas del “Toro”, situación que no quedó ahí, pues Jaime Jarrín, trabajando entonces con René Cárdenas, que ya eran parte de la vida de toda esa comunidad mexicana en Los Angeles, llevando los juegos de los Dodgers por la radio día a día, pasaron a serlo también de miles de hogares en México, que ya no solo escuchaban al equipo las noches en las que Valenzuela subía a la loma, sino durante todos y cada uno de los juegos en la temporada.

El 12 de junio, la huelga nos impidió seguir disfrutando de esa gran primera temporada del sonorense. Las Grandes Ligas venían de paros laborales, el más reciente apenas en 1980, pero que no había afectado el calendario de juegos, el público no estaba contento con la forma en que se estaban dando las cosas, ya que en 1973, 76 y la ya mencionada del 80, los paros no habían recortado las temporadas, pero ahora si no hubo otra opción que detener la campaña desde esa fecha y hasta el 9 de agosto, cuando tras llegar a un arreglo, la temporada se reanudó con el Juego de Estrellas en donde, por supuesto, Valenzuela fue el abridor. La mágica historia del zurdo mexicano hizo que los fanáticos olvidaran muy pronto los sinsabores de la huelga y los paros laborales.

La campaña recortada obviamente privó al “Toro” de terminar con números que hubiesen sido históricos, pero no lo dejó sin aquella victoria en el tercer juego de la Serie Mundial, cuando tras haber perdido los Dodgers los primeros dos juegos en Nueva York y ante los Yankees, Valenzuela subió a la loma en casa para, con un triunfo, cambiar completamente el rumbo de aquel Clásico de Otoño que terminó en victoria para su equipo. Tampoco privó al sonorense de convertirse en el primero en la historia en ganar el Cy Young y el Novato del Año en la misma temporada, y mucho menos de haber sido el causante del más grande fenómeno que las Grandes Ligas hayan presenciado.

Hoy, a 40 años de aquel inicio de una de las historias más increíbles del Beisbol, seguimos esperando que a Fernando Valenzuela se le abran las puertas de Cooperstown. A un Salón de la Fama se debe ingresar no solo por números y hoy más que nunca en el Beisbol hemos entendido esa situación. Al templo de los inmortales también se ingresa habiendo provocado algo como lo que ocasionó Fernando, se ingresa siendo un ejemplo en la vida personal, se ingresa manteniendo esa imagen intachable cuatro décadas después, cuando Fernando día a día asiste a Dodger Stadium para fungir como analista en las transmisiones de radio y de televisión de su equipo, en donde el público hace largas filas para esperarlo al salir del palco de transmisiones y tomarse la foto o pedir el codiciado autógrafo. Y ni que decir de cuando asiste a actividades programadas por el equipo en comunidades de la ciudad o sus alrededores.

Lo que hizo Fernando para el Beisbol de las Grandes Ligas en general, para ese mismo Beisbol de las mayores y su penetración y renacimiento en México, para la comunidad hispana en la ciudad de Los Angeles, a quienes les dió un estandarte, un ídolo, una figura para que se dieran cuenta de que aún con la piel morena y el idioma “masticado”, pueden ser capaces de llegar tan alto como se lo propongan, bien merece que, en primer lugar, los Dodgers retiren para siempre su famoso número 34, ya que no es suficiente que nadie lo use para considerarlo sagrado, hay que exponerlo en ese sitio especial en el jardín izquierdo en donde se recuerda a los grandes héroes en la historia de los Dodgers, desde Brooklyn hasta Los Angeles, y en segundo, que la placa de Fernando luzca en el Salón de la Fama de Cooperstown, mencionando ahí mismo que el “Toro”, fue quien ocasionó el máximo fenómeno que ha existido en la historia del Beisbol.

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LA MÁQUINA BEISBOLERA.

ATLÉTICOS DEJAN ATRÁS EL PEOR INICIO DE SU HISTORIA.

Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Luego de igualar su peor inicio en más de un siglo, finalmente llegó la primera victoria de los Atléticos de Oakland en la temporada. Tuvieron que ir a extra innings, pero terminaron imponiéndose por 4-3 a los Dodgers para con eso colocar su marca en un ganado y seis perdidos. Fue en 1916 cuando el equipo, todavía jugando en Philadelphia, también comenzó la campaña con marca de 0-6, el peor arranque de su historia que llegó a ser igualado 105 años después, pero para su fortuna, el sencillo productor de Mitch Moreland en la baja de la 10a. entrada hizo anotar a Mark Canha y dejaron tendidos en el terreno a los Dodgers, terminando con ese inicio de calendario de verdadera pesadilla que vivieron en la bahía.

El equipo de Bob Melvin evidentemente tiene el potencial para jugar mejor pelota, y ese récord de 1-6 en el comienzo, no es un reflejo de lo que vamos a esperar de ellos en el resto de la temporada. Se han conjuntado varios factores para este mal inicio y en primer lugar, esos “caprichos del calendario”, que le dieron al equipo de Oakland el nada envidiable honor de medirse a dos de las mejores novenas de todas las mayores en sus primeros 10 juegos de la temporada, ya que tras ser barridos en serie de cuatro ante los Astros, perdieron dos de tres ante los campeones Dodgers, y ahora continurán con visita a Houston para sus siguientes tres partidos. Una vez que dicho comienzo quede atrás, vendrán rivales más cómodos, como Diamondbacks y Tigres, los siguientes dos equipos en el calendario. La otra situación han sido las lesiones que atacaron temprano a los “Elefantes Blancos”, comenzando todo desde el mismo entrenamiento primaveral, cuando Frankie Montás tuvo que ir a la lista especial de Covid-19 por un resultado positivo apenas a mediados de febrero y después de eso, ya sobre la marcha (y conste que apenas va una semana de temporada), han caído Mike Fiers (espalda baja), Trevor Rosenthal (hombro derecho), Reymin Guduan (pulgar izquierdo), Chad Pinder (rodilla izquierda) y Burch Smith (ingle). Oakland ha tenido que usar la lista de lesionados 6 veces este año y, tomando en cuenta que la utilizaron sólamente en 8 ocasiones el año pasado, es evidente que van a superar la cuota de lesiones que fue tan baja en el 2020 y que los colocó como el segundo mejor equipo en ese sentido, sólamente por debajo de los Indios, que usaron esa lista en 4 oportunidades.

La filosofía de Bob Melvin durante este temporal de inicio es mantenerse en el día a día, manejar juego a juego y por supuesto, no perder la calma. Es en este tipo de situaciones en las que es agradebe tener un manager con tantos años de experiencia y que sabe no solo guardar la calma, sino transmitir esa tranquilidad a sus peloteros. Después de todo, el timonel vivió una temporada de 99 derrotas con los Marineros cuando apenas manejaba en su segundo año en las mayores, un año en el que comenzaron 0-5 y en el que llegaron a ligar hasta 9 descalabros seguidos a inicios del mes de julio.

La ofensiva del equipo, aun después de ganar su primer juego, sigue siendo la peor en bateo colectivo y en carreras anotadas dentro de la Liga Americana y penúltima en Home Runs, y su pitcheo el peor del joven circuito (7.17 ERA) y 29o. de 30 equipos en las mayores. Pero el talento esta ahí: Matt Chapman no se va a mantener bateando .174, como tampoco lo harán Matt Olson con su .235, Mark Canha y su .222, Elvis Andrus .042 o Mitch Moreland .143. Esos bates van a despertar a muy corto plazo y llegará más ofensiva para apoyar a un grupo de lanzadores cuyo inicio ha sido más preocupante que la falta de ataque. Tras siete juegos, los abridores de Oakland (Bassitt, Luzardo, Irvin, Manaea y Montás), tienen efectividad combinada de 8.10, mientras relevistas tan importantes como Jake Diekman, Reymin Guduan, Adam Kolarek, Sergio Romo y Jordan Weems tampoco han comenzado la temporada en ritmo, aunque ya el propio Kolarek y Diekman lucieron en su primera victoria de la temporada, combinándose con Romo, Trivino y Petit para permitir solo una carrera en 4.2 innings de trabajo ante los Dodgers.

Bob Melvin sabe que tiene tiempo para corregir, pregona esa filosofía de “día a día” porque no se puede dar el lujo de contagiar nerviosismo a su grupo de jugadores, y porque en verdad creo que debe estar tranquilo. La ofensiva entrará en ritmo, en su bullpen va a encontrar la fórmula exacta para ajustar roles, y la rotación de abridores tiene que mejorar. Ese es el punto que sí resulta URGENTE para el alto mando del equipo. Después de todo, quedan 155 juegos por delante, y estos Atléticos son un conjunto obligado no solo a llegar, sino a ganar en postemporada.

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LA MÁQUINA BEISBOLERA.

UNA PÁGINA MÁS EN EL LIBRO DE CARLOS SANTANA.

Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: en una de las primeras ocasiones en las que tuve la oportunidad de entrevistar a Carlos Santana, hace ya varios años y en las instalaciones de Spring Training de los Indians, el dominicano me comentaba antes de comenzar la entrevista, que si hablábamos de su carrera, necesitaríamos un libro completo para tratar todo lo que le había sucedido tanto en ese largo viaje a las mayores, como en sus inicios dentro del mejor Beisbol del mundo.

El nativo de Santo Domingo por supuesto había sufrido muchas caídas en su camino a establecerse en las Grandes Ligas y, aunque en ese momento pensábamos que lo de escribir un libro de su carrera pudo haber sonado exagerado, hoy, una década después, estaríamos felices de leer una biografía tan interesante de un hombre que ha sido gran jugador, pero que ha superado lo hecho en el terreno de juego con esa gran humildad y caballerosidad que siempre ha demostrado con los fanáticos y los medios de comunicación.

Santana fue firmado originalmente por los Dodgers cuando apenas iba a llegar a los 18 años de edad en el 2004, pero nunca le dieron la oportunidad de ir mas alla de nivel Rookie y de Clase A, y terminaron por cambiarlo a los Indios cuatro años después. Una vez ahí, el camino continuó siendo muy difícil, cuando el nivel A+ volvió a ser su primera parada en su nueva organización, subiendo a Clase AA solo para ver acción en dos juegos al final de la temporada.

En el 2009 y ya con cinco años como profesional, pasó la campaña entera en AA con extraordinarios números, bateando .290 con 23 HRS y 97 RBI en 130 juegos, pero la promoción al escalón previo a las mayores no llegó ese año, lo hizo hasta la siguiente temporada y después de jugar pelota invernal con los Leones del Escogido. El 2010 lo comenzó en AAA y lo hizo tan bien, que a los Indios no les quedó de otra que subirlo al equipo grande en donde por fin, tras 6 años como profesional, llegó su esperado debut el 11 de junio, en casa, ante los Nationals.

En sus primeros 46 juegos en Grandes Ligas, 40 de ellos en la receptoría, Santana bateaba .260 y había conectado ya 6 cuadrangulares, cuando la tragedia volvió a asomarse a su carrera. El 2 de Agosto la tribu jugaba en Fenway Park con su flamante Catcher listo para seguir impresionando, pero Santana salió de aquel partido en el “Carrito de las Desgracias”, con un yeso de protección en su pierna izquierda, después de un choque durísimo con Ryan Kalish en una jugada tan aparatosa en el plato, que se pensó en ese momento que podia haber terminado su carrera.

A eso se refería Carlos Santana en aquella mañana de primavera antes de nuestra entrevista. A esas alturas, ya su trayectoria era digna de un “Best Seller” que hubiese sido también un libro de motivación para cualquier lector. Santana no pudo regresar a jugar más en esa, su temporada de debut en MLB. Pero el 1o. de abril del año siguiente, ahí estaba listo, estocio, sano y con ese férreo carácter que siempre le ha caracterizado, para comenzar una nueva campaña.

Una década después, el dominicano, que pasó 10 de sus primeros 11 calendarios en las mayores con los Indios, regresó a Cleveland, ahora con el uniforme de los Reales de Kansas City. El público en las tribunas de la que fue su casa por una década le brindó una muy fuerte ovación, de esas que ponen la carne de gallina, a lo que Santana, con esa humildad que siempre le ha caracterizado, respondió con un saludo a los casi 9,000 fanáticos presentes (en la era del Covid-19, el equivalente a un lleno total).

Carlos conectó 216 Home Runs con el uniforme de la tribu, jugó 1,334 partidos con ellos y entregó alma vida y corazón en cada uno de los 23 encuentros de Postemporada en los que participó, incluídos 7 de una Serie Mundial en la que los Indios estuvieron más cerca que nunca de romper su ayuno sin títulos, que data desde 1948.

Estoy seguro de que tras el partido en Cleveland y al reflexionar sobre ese cariño demostrado por la gente, con ovación DE PIE incluída, hoy Carlos Santana, igual que yo, está convencido de que lo que él pensaba que era un libro con todas sus andanzas antes de llegar a las Grandes Ligas, hoy se mira solo como el prólogo de una obra maestra que contiene todo lo que ha hecho al nivel máximo del Beisbol.

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Hoy en mi columna LA MÁQUINA BEISBOLERA:

EL CAMBIO DE URÍAS QUE CAMBIÓ SU HISTORIA EN COLORADO.

Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: luego de haber cerrado la campaña anterior consiguiendo el último out de la Serie Mundial que le regresó el título a los Dodgers tras 32 años sin ganarlo, Julio Urías subió a la loma en Colorado para su primera apertura de la nueva temporada, demostrando que toma las cosas en donde las dejó en octubre pasado.

Los tres primeros en la rotación de los Esquivadores habían batallado en sus aperturas a la altura de Denver: Clayton Kershaw se llevó 10 hits y 5 carreras limpias en 5.2 entradas para cargar con la derrota el jueves en el duelo inaugural, Trevor Bauer terminó admitiendo 4 limpias en 6.1 innings ya que, a pesar de haber mantenido sin hit a los Rockies durante 6 episodios, le cayeron a palos en la séptima hasta con dos cuadrangulares y Walker Buehler se fue sin decisión, aunque lanzó sólido durante 6 innings permitiendo apenas dos carreras. La de Urías fue entonces la mejor en esta primera ronda de la rotación de los Dodgers, con 7 capítulos de sólamente una carrera y con 6 ponches.

El culichi se aplicó en un detalle que ha sido vital a lo largo de su carrera cuando viene a abrir juegos: ser económico en cuanto a número de lanzamientos. Generalmente la cuenta de pitcheos de Urías se eleva demasiado en las primeras entradas y eso le ha evitado ir profundo en sus aperturas, pero el domingo en Denver, la historia fue diferente. Urías fue capaz de sacar innings económicos y como resultado, lanzó 7 entradas por primera vez en su carrera, superando su marca personal de 6.1 IP, que había conseguido el 9 de mayo de 2017 en un juego en el que se fue sin decisión ante los Piratas de Pittsburgh.

“Todos mis pitcheos estuvieron trabajando muy bien, lo cual, para ser Colorado es muy bueno”, manifestó Julio al final del partido, “he trabajado bastante desde el año pasado con el agarre de mi cambio, junto a todos mis coaches hemos hecho un gran trabajo y simplemente salí a tirarlo hoy, siendo agresivo como siempre trato de serlo y gracias a Dios dió resultados”.

El desarrollo de ese cambio le da al sinaloense un verdadero extra en su intento por quedarse ahora sí como parte de la rotación de abridores por largo tiempo. El manager Dave Roberts, al referirse al repertorio de Julio con ese cambio de velocidad añadido, mencionó que ahora es un abridor de calidad probada y auténtico, mientras su receptor Will Smith, hizo referencia a que la curva de Urías, que en muchas ocasiones la han utilizado como el pitcheo para salir de problemas, no fue ahora tan requerida, gracias al extraordinario trabajo que realizó con ese cambio de velocidad.

Cuando uno pone todos esos elementos a consideración, sabemos que se puede esperar una gran campaña de Urías, si no hay lesiones o problemas de salud. Alguna vez, platicando con él antes de una apertura en Denver, me dijo que el factor altitud por supuesto que te afecta en tus lanzamientos, la forma de ejecutar es diferente, porque el rompimiento también es diferente, pero que la clave cuando lanzas en la casa de los Rockies es no dejar que eso se meta en tu cabeza, no darle importancia al hecho de estar a una milla de altitud para evitar que eso te dañe mentalmente.

Aunque Julio ha tratado de hacerlo así cada vez que sube a la loma en Coors Field, sus salidas previas arrojaban un 6.55 de efectividad en seis juegos en ese escenario, una situación que cambió dramáticamente este domingo, no solo manteniendo la mentalidad que Urías siempre aplica aqui, sino mezclando con agresividad ese repertorio que ahora ha crecido en cantidad y en calidad. Después de todo, con esa salida, el culichi se convirtió en el primer lanzador de los Dodgers en tirar por lo menos 7 innings permitiendo 3 o menos imparables en Coors Field desde Clayton Kershaw en el 2014.

La próxima salida de Urías será en casa, a finales de la semana que viene y contra los Nationals. El problema de casos positivos de Covid-19 en el equipo de Washington poidría cambiar los planes, pero por ahora Julio, con la motivación que le ha dado una primera salida tan buena como esta, comienza a preparar lo que será su presentación en casa, ante una afición que le debe una cerradísima ovación desde octubre del año pasado.

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EL CALVARIO DE JOHN MEANS.

​Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Una mañana helada en Boston, un juego inaugural que tuvo que esperar 24 horas para llevarse a cabo debido precisamente al mal clima que reinaba en la capital de Massachusetts desde el día anterior, un Fenway Park que por primera vez en 18 meses tenía público en las tribunas, y un uniforme que no ha pesado en los recientes años y que de hecho, más se le ha relacionado con el sótano de su división que con el concepto de jugar pelota en octubre.

​Todos esos factores enfrentaba John Means, el zurdo de 27 años de edad que subía a la loma para abrir el juego inaugural por los Orioles en la casa de los Medias Rojas de Boston. Lo que el nativo de Olathe, Kansas procedió a hacer, fue meterse a los libros de historia del “Día Inaugural” de las Grandes Ligas. Durante 7 entradas (97 pitcheos), Means permitió sólamente un hit, conectado por Kike Hernández, su primer enemigo en el juego, sin regalar bases por bolas y con cinco ponches, para conducir a Baltimore al triunfo por 3-0 en el Juego Inaugural ante los patirrojos, retirando a sus últimos 18 enemigos en forma consecutiva.

​Lejos de ser un joven que comienza su carrera profesional con esta clase de pasos firmes, Means ha vivido toda clase de obstáculos en su camino para llegar a estos momentos de gloria. Jugando pelota desde sus épocas de preparatoria, Means no fue reclutado por ningún programa de Beisbol Universitario, y cuando los Bravos enviaron un scout a checarlo, sufrió una lesión que interrumpió el proceso, obligando al zurdo (además por recomencdación de la propia organización der Atlanta) a inscribirse en un Colegio Comunitario en donde jugó un año, angtes de ser transferido a la Universidad de West Virginia, en donde finalmente tuvo la oportunidad de lucir a buen nivel, para que los Orioles lo seleccionaran en la ronda 11 del draft del 2014, como el número 331 en total.

​A partir de ese año, comenzó su recorrido por todo el sistema de sucursales de los Orioles, volviéndose experto turístico en Aberdeen, Delmarva, Bowie y Norfolk, hasta que finalmente llegó el día de su llamado a las mayores después de 119 juegos en 5 años en las menores. El 26 de septiembre de 2018 debutó con el equipo grande precisamente en Boston, y el resultado no fue lo que hubiera querido. Means vino en relevo en la tercera entrada y primer enemigo en las Grandes Ligas, Mitch Moreland, fue ponchado y de hecho terminaría retirando en orden ese primer inning de trabajo. Pero después de dos outs en su segundo episodio, Mookie Betts le conectó doblete, Benintendi siguió con sencillo, y J. D. Martínez le estropeó el debut con cuadrangular de tres carreras. Lo peor de todo es que ya no hubo otra oportunidad. La temporada se acabó y Means tuvo que ir a otro largo invierno, con esa espina clavada de no haber tenido un buen debut.

​Las cosas cambiaron para él al año siguiente, cuando se le consideró ya parte de la rotación de abridores y viviría una gran temporada. En 31 juegos (27 inicios), registró marca de 12-11 con 3.60 de efectividad en una cifra record para él de 155 Innings lanzados. Ya había oficialmente colocado su nombre como una de las piezas importantes en el futuro de la organización. Pero su temporada de ensueño, para variar, tuvo que pasar por momentos complicados, especialmente después de haber logrado ser el único representante de los Orioles en el Juego de Estrellas, y cuando se cumplía uno de sus sueños, el de lanzar en el Kauffman Stadium, casa de los Royals y en el lugar en donde creció, ante casi 100 invitados especiales entre familiares y amigos, Means tuvo que pasar la semana previa en el hospital, con su padre, Alan, habiendo sido diagnosticado con cáncer de pancreas.

​“Fue una noche muy emocional para él”, comentó su manager Brandon Hyde después de que Means lanzara muy bien durante siete entradas. “No puedo ponerme en sus zapatos, podia escuchar a sus familiares y amigos apoyándolo detrás de nosotros. Realmente impresionante. Es un adulto con mucha compostura, es un HOMBRE. Estoy impresionado con la forma en que manejó las cosas y como lanzó”.

​Ese “Hombre” volvió a subir a la loma para el Opening Day el viernes en Boston. Su padre falleció apenas en Agosto del año pasado tras esa larga batalla con la enfermedad. Así que no fue mera coincidencia que en este día tan especial, Viernes Santo, Means subiera a la loma para lanzar uno de los mejores juegos de su carrera, después de haber pasado por un terrible calvario en su camino hacia la cúspide.

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LA MÁQUINA BEISBOLERA.

LO MEJOR DEL DÍA INAUGURAL.

Aficionados y Fanáticos al “Rey de los Deportes”: Aunque el Opening Day en las Grandes Ligas comenzó con la mala noticia de los Nationals quedándose sin jugar su primer partido de la temporada por los casos de Covid-19, el transcurrir del día hizo a los fanáticos al Beisbol olvidar lo negativo para enfocarse en las cosas buenas que se dieron en este inicio del calendario regular.

Para los seguidores de los Blue Jays, la campaña no pudo comenzar mejor: los Azulejos le pegaron al gigante de su división y a domicilio, en un juego en el que Gerrit Cole ponchó a 8 rivales en 5.1 entradas de labor, pero no fue suficiente en parte, por la poca ofensiva de su equipo. Cinco relevistas de Toronto no permitieron daño alguno, y todo lo que los Yankees pudieron hacer a la ofensiva fue el Home Run de dos carreras de Gary Sánchez en el segundo capítulo. Una extraordinaria noticia para los canadiense fue el hecho de sacar el triunfo en el Bronx, a pesar de que sus primeros tres en la alineación (Marcus Semien, Cavan Biggio y Bo Bichette), se fueron de 14-0 con 7 ponches entre los tres. El manager Boricua Charlie Montoyo manejó sus cartas por nota una vez que había retirado de la loma al abridor coreano Hyun-Jin Ryu y el doblete de Randal Grichuk hizo que aprovecharan la ventaja de comenzar los extra innings con hombre en segunda y salieran con la victoria.

En Detroit, Miguel Cabrera conectó cuadrangular bajo la nieve en su primer turno de la temporada para alcanzar 488 en su carrera, colocándose a cinco de Lou Gehrig y Fred McGriff, que comparten la posición 28 en la lista de todos los tiempos, pero además se convirtió en el tercer jugador en la historia de los Tigers en conectar 350 o más HRS con ese uniforme, uniéndose al inmortal Al Kaline (399) y a Norm Cash (373). No se podia pedir mejor inicio de temporada para el “Tigre de Venezuela”.

Los campeones comenzaron la campaña recibiendo abolladura en su corona, cuando los Rockies los derrotaron 8 a 5, en un juego en donde un cuadrangular de Cody Bellinger terminó en sencillo, en una situación que difícilmente se presenta en un juego de Beisbol, cuando Justin Turner corrió mal las bases, regresó de la intermedia al pensar que el batazo había sido atrapado por Raimel Tapia junto a la barda en el jardín izquierdo, y al quedar atrás de Bellinger, automáticamente fue declarado out. Independientemente de la bizarra jugada, la línea de Clayton Kershaw no fue nada halagadora para los Dodgers, ya que permitió 10 hits y 6 carreras (5 limpias) en 5.2 entradas de labor…. factor “Coors Field” indudablemente, pero queda ahora con la mira puesta en su próxima salida, en Oakland durante los primeros días de la semana entrante.

La Gran Jarra de Café llegó por partida cuádruple, pero solo un equipo visitante, los Azulejos, aprovecharon la ventaja de iniciar los extra innings con corredor en segunda base para ganar su partido. Los Mellizos no lo hicieron y terminaron cayendo 5-6 en Milwaukee, y tampoco los Bravos, que perdieron 2-3 en Philadelphia. El haber mantenido esa regla especial por la situación de la pandemia, mantendrá la controversia de utilizar el toque de pelota en esas condiciones y abriendo el inning, una situación que en este primer día de temporada, Charlie Montoyo, manager de Toronto, buscó sin éxito pero cuando ya tenía una carrera anotada en la alta de la 10a.

El que comenzó con el pie derecho su temporada fue el mexicano Giovanny Gallegos, quien lanzando una entrada perfecta (la 8a.), se apuntó el triunfo cuando sus Cardenales vencieron 11-6 a Cincinnati. Cambiado de los Yankees a St. Louis en 2018, el obregonense ha demostrado en sus dos primeras temporadas completas con los Pájaros Rojos, que si bien los neoyorquinos ganaron mucho en ese cambio al hacerse de los servicios de Luke Voit, también los Cardenales van a tener dividendos, con una pieza que es capaz de ayudar muchísimo en el bullpen.

Como se esperaba, los abucheos y rechiflas a los jugadores de los Astros en parques visitantes no se hicieron esperar. La fanaticada en el Coliseo de Oakland tuvo el honor de ser la primera en hacerle saber a los tejanos que el mundo del Beisbol no olvida su escándalo de robo de señales y, aunque la situación va para varios de los miembros del equipo, se notó mucho más marcada contra Carlos Correa, que fue el deleite de los aficionados de la bahía y hasta del propio abridor Chris Bassitt, que también se encargó de propinarle su respectivo pelotazo. Al final, el parador en corto boricua de los Astros se fue de 3-1, pero aunque la gente celebró cada vez que fallaba, no pudieron festejar una victoria de sus queridos Atléticos al final de la jornada.

El Opening Day es parte de la historia. Terminó la celebración de ese día tan especial y ahora los equipos emprenden ese largo y pesado viaje de 161 juegos más, buscando su lugar para los Play Offs y con la esperanza de jugar pelota en octubre.

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LA MÁQUINA BEISBOLERA.

OPENING DAY: GRACIAS POR LLEGAR A TIEMPO.

Aficionados y fanáticos al “Rey de los Deportes”: El Opening Day, el día marcado en el calendario de todos los beisboleros, el día en que para los amantes de la pelota caliente es la página en el calendario en la que en verdad comienza el año, ha llegado y ahora si, a diferencia de la temporada pasada, lo hace a tiempo. Pocas cosas peores hubo en el 2020 que tener un Día Inaugural en Julio, cuando ya en realidad el mundo beisbolero esta enfocado en el Juego de Estrellas y en cambios de jugadores.

Pero tras los sacrificios obligados por la pandemia, finalmente los estadios tendrán aficionados (aunque no al 100% por el momento), y el Opening Day llega cuando debe hacerlo: cuando la primavera acaba de entrar y los vientos fríos todavía circulan por los parques de pelota.

La temporada 2021 comienza con todos los equipos viendo acción el mismo día de arranque, aunque evidentemente con metas y espectativas muy diferentes para cada uno de ellos. Mientras para algunos como los Dodgers, la vara se ha puesto muy alta (nada que no sea volver a ganar la Serie Mundial sería exitoso), para otros como los Piratas la temporada puede ser verdaderamente larga y pesarosa ahora que se han deshecho de más de sus figuras importantes.

Es por eso que hacemos un recuento de nueve innings con lo más importante a tomar en cuenta durante el calendario beisbolero que este jueves estamos comenzando:

1.-DERROTANDO AL COVID-19: En 2020, equipos como los Marlins y los Cardinals vieron seriamente afectadas sus temporadas cuando los casos positivos de Coronavirus se extendieron en sus organizaciones. Miami ganó dos de sus tres primeros encuentros, pero ahí mismo tuvo que parar por ocho días para luego regresar a la acción con un equipo improvisado y parchado por la situación de la pandemia. Y cuando todavía los Marlins no salían de eso, St. Louis se metió en el mismo problema, que se prolongaría hasta por 16 días en que los pájaros rojos estuvieron estacionados en marca de 2-3. Hoy, así como el mundo va avanzando en el combate a la pandemia, las Grandes Ligas no se quedan atrás, y los exámenes practicados a todos los miembros de los equipos, arrojaron resultados muy alentadores en cuanto a que sea posible terminar en buena forma a pesar de la pandemia.

2.-ADIÓS A UNO DE LOS MÁS GRANDES. No es oficial todavía, pero todo parece indicar que el último año de su contrato con los Angels, será también la temporada final en la carrera de Albert Pujols, quien debería entonces ingresar a Cooperstown en cinco años. El dominicano dejó atrás a Willie Mays en la lista de cuadrngulares de todos los tiempos el año pasado (660), y necesita un total de 38 más para alcanzar los 700, una situación que parece muy complicada, tomando en cuenta que no termina una campaña con una cantidad similar desde el 2015, cuando finalizó con 40. Pero como quiera, Pujols se despedirá dentro de los 20 mejores en categorías ofensivas importantes como Hits, Dobletes, Carreras Anotadas, Carreras Producidas y Victorias Sobre Reemplazo (WAR).

3.-ASTROS ESTRELLADOS. Lo que la pandemia prolongó el año pasado, será ahora si inevitable para los tejanos. El público en los estadios se encargará de hacerles saber a los jugadores de Houston que siguen molestos por el escándalo de robo de señales y especialmente esperaremos con ansias las visitas del equipo a Yankee Stadium, situación que ocurrirá temprano en la temporada (4 al 6 de mayo) y a Dodger Stadium (3 y 4 de agosto), aunque irán a Los Angeles para visitar a los Angels apenas arrancando el calendario, el 5 y 6 de abril, en donde muchos fanáticos de los Dodgers se trasladarán a Anaheim sólamente para demostrarle a la gente de los Atros que no se han olvidado de lo ocurrido.

4.-RIVALIDAD QUE RENACE: Los Dodgers han ganado 8 títulos divisionales en forma consecutiva, y antes de que llegara ese 8o. el año pasado, habían tenido resistencia de todos los equipos de su división, exceptuando los Padres. El 2020 marcó el renacer del equipo de San Diego y con ello, la rivalidad enterrada entre estos dos, salió de su tumba. Se trata de dos mercados que, deportivamente hablando, no se quieren nada. El hecho de que los carmelitas hayan finalmente comenzado a invertir desde hace algunos años, los ha puesto de regreso en el panorama, y sus 19 duelos de temporada regular contra los Dodgers, estarán cargados de intensidad y de “odio deportivo”, con personalidades como Fernando Tatis Jr., Manny Machado, Mookie Betts, Cody Bellinger y elenco que les acomnpaña.

5.-EL REGRESO DEL ABOGADO: Tras una década de ausencia, uno de los mejores managers de la historia regresa al banquillo, y lo hará precisamente con el equipo que le dio su primera oportunidad como dirigente. La combinación es muy atractiva: Tony LaRussa es el tercer manager con más victorias (2,728), solo detrás de Connie Mack (3,731) y John McGraw (2,763), y por otro lado, los White Sox son un equipo atractivo, con una ofensiva que mete miedo y un pitcheo que no solo va a mantener al equipo en la pelea, sino que los han hecho ya para muchos, los favoritos a llevarse su división.

6.-REGRESA EL HIJO PRÓDIGO: Alex Cora, adorado, reverenciado, admirado e idolatrado en Boston, regresa al equipo al que ya llevó al título en el 2018, tras perderse un año de mutuo acuerdo por el escándalo en Houston en donde era Coach de Banca en ese momento. El banco del manager en Boston ha estado hechizado en el Siglo XXI: cuando llegó Terry Francona, rompió la “Maldición del Bambino” en su mismísima primera temporada, llevando al equipo al título de la Serie Mundial por primera vez en 86 años. “Tito” terminaría ganando dos clásicos de otoño en su paso por Boston antes de salir para que Bobby Valentine tomara las riendas. A Valentine le fue tan mal, que ocupó el último lugar y no regresó más, así que llegó John Farrell quien, al igual que Francona, ganó el título en su primera campaña. Lo de Farrell fue tan extraño, que en 5 temporadas como timonel ganó tres títulos divisionales pero terminó en el sótano los años en los que no fue campeón. Lo sucedió Cora, tercero en ganar Serie Mundial en su primera temporada en Boston, pero que tras dos calendarios al frente, tuvo que salir para que Ron Roenicke tuviera un año de verdadera pesadilla y sótano en el 2020. El guión no contempla lo que sucede en Boston cuando un manager regresa, pero el boricua, con un mejor equipo que el del año pasado, se encargará de responder esas dudas.

7.-LA LEGIÓN AZTECA: Por primera vez en la historia, dos hermanos NACIDOS EN MÉXICO, hacen roster de Opening Day en una misma temporada. Ramón Urías (Orioles) y Luis Urías (Brewers), fueron avisados por sus respectivas organizaciones de que se quedarían con el equipo grande, lo cual sucedió con Adrián González y su hermano Edgar en 2009 (ambos mexicanos pero nacidos en Estados Unidos). Los Urías, que nada tienen que ver con Julio, encabezan la lista de 14 mexicanos que arrancan la temporada al nivel más alto de Beisbol. Oliver Pérez viene para su campaña 19, cifra record para cualquier mexicano en Grandes Ligas, pero es Julio Urías el que llega con la mayor espectativa, después de lo sucedido en la Postemporada y la Serie Mundial del año pasado.

8.-32 AÑOS TERMINARON, AHORA DODGERS A PONER FINAL A 21: Tras conseguir su primer título de Serie Mundial en 32 años, los Dodgers de Los Angeles van ahora a tratar de romper otra sequía: la de 21 años sin que un equipo repita como ganador del Clásico de Otoño.  Desde aquellos Yankees que ganaron tres en forma consecutiva: 1998 ante Padres, 1999 ante Braves y 2000 ante Mets, ningún equipo ha podido ganar dos seguidas. La presión sobre los Dodgers será máxima, no solo por ser el campeón defensor, sino porque este equipo luce mejor que el del año pasado, con la adición de Trevor Bauer, el regreso de David Price, y la rotación de abridores complementada con Clayton Kershaw, Walker Buehler, Dustin May y Julio Urías.

9.-A NEGOCIAR: Las Grandes Ligas y el Sindicato de Peloteros nos demostraron el año pasado durante la pandemia, que lo que todos creíamos que era una relación inmejorable, esta peor que nunca, y que van a tener que superar muchas diferencias si es que quieren llegar a un nuevo arreglo, tomando en cuenta que el Contrato Colectivo termina este año. Lo mejor sería evitar que las negociaciones se filtren a la opinion pública durante la temporada regular para centrar atención en lo que sucede en los diamantes, porque las discusiones ya tuvieron un “Spring Training” durante la pandemia y, por lo que vimos, esa batalla se podría ir a extra innings y arrancando con corredor en segunda base.

Disfrutemos del Opening Day y de una temporada que será spectacular. El Beisbol regresa casi al 100% después de un año tan complicado, y a través de todas nuestras plataformas en ESPN seguiremos la acción, lanzamiento a lanzamiento, hasta coronar a un nuevo campeón en octubre…. o al mismo del año pasado.