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hanioppa left a comment on kumiho’s photo: CHOI SORA, VOLVÉ YA CON EL NENE A LOS DORMS ES UNA ORDEN

kumiho answered hanioppa’s comment: obligame @hanioppa

hanioppa left a comment on kumiho’s photo: TE VOY A CAGAR A TROMPADAS CUANDO TE VEA 

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@hanioppa: i hope all men besides the men i work with all choke and fucking die.

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hanioppa left a comment on juniperyoo’s photo: awww, que linda mi asesina, así me gusta, besitos la tía hani.

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No era fácil encargarse de ocho chicas, arreglarles sus agendas, chequear que estuvieran sanas y otras cosas que eran su responsabilidad, pero Hani sabía en lo que se metía cuando ingresó al grupo “Hola chicas” saludó entrando, bastante exhausta porque había tenido que ir a filmar Weekly Idol, escuchó a un par de chicas contestarle pero le sorprendió que Mei no lo hiciera, ya que por lo general ella se quedaba dentro de la casa jugando con su Nintendo DS “¿Donde están Yeonhee, Sora y Mei?” preguntó, porque ya se estaba haciendo tarde y tenían que cenar todas juntas. Hani caminó hasta la heladera donde por lo general encontraba las notitas de las chicas avisándole a donde ese iban, Sora como siempre dejó una diciendo que “se iba por ahí”, Yeonhee decía que se iba a ver ropa, lo cual tampoco era extraño, pero Mei no había dejado dicho nada “¿Alguien sabe donde está Mei?” preguntó nuevamente y nadie le respondió, lo que significaba que tenía que encontrar respuestas, y rápido. 

“Está muerta, ella y el toca piernas descarado ese” dijo estrujando una botella de plástico, esperando detrás de la puerta que apareciera. Hani no tenía problema de que ninguna de sus chicas saliera con chicos, pero ese tipo tenía seis años más que su pequeña Mei, a parte que no sabía para que se estaba juntando con él, sabiendo que el era amigo de Nam Taehyun, el chico que tanto la odiaba, y sobre todas las cosas que no le dijo donde estaba, lo cual era un strike “Ahí están” dijo sacando sus brazos por la puerta agarrándoles la oreja a los dos y luego de meterlos adentro cerró la puerta de una patada y caminó hasta el comedor y los sentó en el living “¿CÓMO SE TE OCURRIÓ IRTE SIN AVISAR, TAO MEI XIAO?” le dijo bastante furiosa “Dame tu celular, estás cancelada” le dijo mientras tomaba su celular y lo apagaba “Y tu, pedazo de... no lo sé... ¿No se te ocurrió que ella solo tiene 17 años y es una literal niña como para andar tan tarde sola?” preguntó y justo Hyomin pasó detrás de ella y le dijo que solo eran las siete de la tarde “¡NADIE TE PREGUNTÓ!” le respondió para luego poner la mano en frente de Song Minho “Tu celular” dijo, pero en cuanto el chico estaba dudando de si dárselo o no, la puerta de entrada se cerró furiosamente y pudo ver a Boa entrar corriendo a encerrarse a su habitación “Song Minho, afuera y como yo me llegue a enterar que esto tiene algo que ver con tu amigo voy a ir a sus dorms y los voy a prender fuego con ustedes adentro” dijo señalandole la puerta para dirigirse a la habitación de Boa “¡No te pienses que ya te salvaste, estás castigada” le dijo a la maknae, mientras le tocaba la puerta a Boa “Boa-ssi ¿Qué pasó?” preguntó escuchando que Boa estaba llorando dentro de su habitación, desconsoladamente. 

“Yo tampoco lo entiendo.” Murmuró bajando la mirada a su milkshake sintiéndose culpable, porque simplemente no podía evitar sentirse para la mierda sabiendo que todos los problemas que estaba teniendo esta pobre chica gracias a la inmadurez de Taehyun eran todos por su culpa. Y toda tíotocapiernez de lado, Mino realmente estaba disfrutando de estar en compañía de Mei porque ella parecía ser una buena persona, de verdad, y él… él era el causante de que un tipo cuatro años más grande que ella la odiara sin tener una razón realmente coherente. “Ay, no. Por favor no llores, que…” Dijo y sin pensar antes se paró con la intención de pasarse junto a ella y darle un abrazo o algo para consolarla, pero antes de que él pudiera decir otra cosa ella ya estaba cambiando de tema ofreciéndole tomar de su milkshake. “Eh… yo…” Mino de repente ya no estaba pensando en amabilidad o en simpatía… Mino estaba pensando en que si tomaba del milkshake de Mei eso iba a implicar un indirect kiss y… “Te agradezco, ya estoy lleno.” Sonrió a pesar de que estaba apretando el puño por debajo de la mesa para no gritar. “Como te decía, no hay nada mal contigo, en serio. Taehyun es una persona medio rara, pero te prometo que yo voy a hablar seriamente con él y voy a hacer que entre en razón porque lo que hizo es totalmente inaceptable.” Dijo con honestidad conteniendo las ganas de tomarle la mano o hacer algo estúpido porque no quería que ella pensara que era un degenerado atrevido — y por eso rogaba que no fuera esa la razón por la cual se levantó y se fue al baño de golpe. 

“Calmate, pajero.” Susurró poniendo sus manos en una posición de rezo y cerrando los ojos por unos segundos sólo para que menos de cinco segundos después escuchara a alguien tosiendo para llamar su atención. “¿Tae?” Musitó quedándose helado porque esto sólo iba a ser para problema, y se sintió horrible al ver la cara de decepción de su dongsaeng pero no había nada que pudiera hacer. “¿Qué hacen acá?” Preguntó mirando a la chica, quien no era nadie más ni nadie menos que Choi Sora a.k.a. la unnie de Mei, la ex de uno de sus mejores amigos, y su amiga que le estaba diciendo animadamente que creyó haber visto a una amiga pero que en cuanto entraron una ahjumma reconoció a Taehyun-ssi y les dijo que él estaba ahí con alguien. “Debe haberse confundido. Como pueden ver, estoy solo.” Dijo mirándola y dándole a entender que necesitaba que lo cubriera mientras Taehyun miraba hacia un lado, probablemente para rodar los ojos sin ser visto, y ella se encogió de hombros diciendo que seguro se había confundido antes de tomar a su amigo de la mano y anunciar que se iban. Sin decir nada, él la siguió y no fue hasta que estaban a unos pocos metros de la puerta que Taehyun se giró lo suficiente para mirarlo por encima de su hombro — de una muy mala manera. ¿Acaso esto estaba pasando en serio? “Mald… ¡ey, hola!” Exclamó con una sonrisa porque Mei acababa de reaparecer dando saltitos y riéndose porque ‘le pareció’ haber escuchado a Sora unnie. “Debes haberlo imaginado, estamos solos.” Le aseguró mirando como si nada por la ventana, viendo un auto alejarse a toda velocidad. No iba a prestarle atención detallada a la situación hasta que llegara a los dorms, pero entonces su teléfono sonó y Mino no necesitó mirar para saber quién era —de verdad, tenía su ringtone especial al igual que todos sus amigos— y suspiró de manera discreta sin quitar la sonrisa de su rostro. “¿Querés que pidamos otra cosa o tenés un horario para volver a tus dorms? No sea que tus unnies se preocupen o algo.”