hepkra
hepkra
Hepkra
2 posts
Historias, contenidos visuales y mucho más. 
Don't wanna be here? Send us removal request.
hepkra · 4 years ago
Text
El joven aprendiz de imprenta
Protagonista: Fernando López Heptener
Año: 1910
La anécdota que hoy rescatamos fue escrita por Fernando López Heptener y mas tarde publicada por Mariano Cebrián en su libro ‘Cine Documental e Informativo de empresa’. Esta y otras memorias son de acceso público en las bibliotecas de CyL, o a través de este enlace.
Pero volviendo a lo que hoy nos ataña, incluiré en este post un fragmento del libro donde se narra las primeras experiencias de Fernando L.H. con el cine mudo-sonoro: “En los veranos de Cádiz, donde Fernando pasó su infancia, se instalaba un cine al aire libre y fue donde vio las primeras películas. El cine se componía de una caseta donde estaba el proyector. Entonces ya le intrigó el misterio de cómo salían de aquella caseta unas imágenes en movimiento. Y sin pensarlo tuvo la osadía de subir los peldaños de la escalerita de madera y se encontró dentro de la cabina, pero el operador, de un modo casi brutal, le echó fuera antes de haber podido satisfacer su curiosidad y no se enteró de nada. Entonces era un niño de 8 años y no podía intuir que aquella curiosidad nacida en su infancia podía marcarle una vocación, disposición y actitud y, por encima de todo, una afición que le uniese tanto al cine.
A unos 15 ó 20 metros de la cabina de donde salían las imágenes en movimiento y un ruido ensordecedor que sobrepasaba el área ocupada por el público de “pago”, se alzaban dos astas que soportaban la pantalla, la cual debía de ser de una tela muy fina porque por transparencia se veía también la proyección por detrás. Naturalmente desde las sillas situadas entre la cabina y la pantalla se veían los letreros que acompañaban a la imagen normalmente, pero los que tenían silla detrás de la pantalla, tenían que leerlos de derecha a izquierda. Los “potentados” pagaban su localidad de preferencia, que era de una perra gorda (10 céntimos), y los “proletarios", los que leían de derecha a izquierda, entre los que se encontraba Heptener, como toda su pandilla de muchachos, que les costaba sólo una perra chica (5 céntimos). 
Casi nunca daba tiempo a leer los deficientes letreros. Esta dificultad se solucionó cuando oyeron a un chico leer de corrido todos los letreros. Contactaron con él y resultó ser aprendiz de una imprenta y su misión era deshacer las “galeradas” escritas de derecha a izquierda y devolver a su cajetín la letra correspondiente.  ¡Aspiraba nada menos que a ser “cajista de imprenta”! como el honrado Julián de “La verbena de la Paloma”. Llegaron con él a un acuerdo financiero. La pandilla le pagaba la silla (una perra chica) y él les leía en alta y potente voz todos los letreros. Al recordarlo cree “que con este chico descubrimos lo importante y transcendental que podía ser dotar a las películas de la palabra, pero nunca pudimos pensar que habíamos descubierto a un precursor de Matías Prats (entre otras muchas cosas había la diferencia de que sólo cobraba un perra chica por poner su voz a una película entera). 
El locutor no sólo se limitaba a leer, sino que entre letrero y letrero, hacía unos comentarios con “el gracejo del que están dotados algunos andaluces, y a éste le salía la gracia hasta por las orejas. También adornaba su comentario con algunos efectos sonoros que le sugerían las imágenes, así, cuando pegaban un tiro, expresado en imágenes con un chorrito de humo que salía por el cañón del arma, él lo completaba con un potente y sincrónico “pum” que daba más realismo a la secuencia”. Cuando relata esta anécdota destaca “siento no recordar su nombre, no sé si lo llegué a saber, pero me habría gustado reflejarlo en esta anécdota porque para mí puede ser un precursor y pionero de lo que hoy llamamos Película Comentada, tan eficaz e indispensable en todo documental”.
0 notes
hepkra · 5 years ago
Text
¡Hola!
Bienvenido al nuevo blog de la familia Heptener Krahe. Aquí podrás encontrar una selección de la mejores historias y contenidos que no queremos que se pierdan con el paso de los años. 
Estas serán nuestras historias y así se las hemos contado. 
¡Disfruten!
0 notes