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yeonjun's pretty face stickers @ act promise ep 2 in incheon

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“ puedo imaginarte, ¿sabes? alborotando sentimientos y arrancándole la estabilidad a esas damas finas. ” sus manos interpretaban todo lo que su boca soltaba, moviéndose con exageración en el aire. por supuesto que siguió el tontorreo, su creatividad disparándose fácilmente por escenarios ficticios que cumplían muy bien con su papel: entretenerle en demasía. “ lo mío... bueno. soy pésimo escogiendo prospectos. me deleito con red flags andantes. no me he topado con una sola persona normal en mis veintisiete años. ¿no te ha pasado nunca? ”

                    " suelo provocar eso en las damas finas. " se apoyó en lo más cercano, para observar al otro y el animal desde cierta distancia. " ¿cómo es eso del historial amoroso terrorífico? necesito saber más de eso. " guardó las manos en sus bolsillos, y posando el peso de su cuerpo en la baranda, cruzó los pies frente a él. la vida de otros le fascinaba. la de los herederos, principalmente, pero sus colegas no se quedaban muy atrás. " ah, un poco de todo. ya sabes cómo es, en estos lugares nadie descansa. "

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“ ¿me lo estás recomendando por experiencia propia? si tuviera la posibilidad, tendría en mis aposentos a toda clase de criatura pomposa de cuatro patas. y sin lugar a dudas daría a todos una vida digna. tenga o no su afecto. ” porque la existencia de animalitos ariscos era una realidad. mas no un impedimento para kian. “ prometo que, si ocurre una desgracia, me inventaré una hazaña memorable. dejaremos tu reputación pulcra e intacta. ¿necesitas ayuda para subir? ” pues, a todas estas, continuaba sobre el lomo del caballo. extendió una mano hacia al adverso, prolongando la sonrisa gentil y cálida. por suerte, el equino permanecía sosegado. atento a la interacción de ambos. “ coloca tu pie en el estribo e impúlsate. no lo pienses demasiado. puedes sostenerte de la propia montura o de mi. solo mantén el equilibrio. ”

‘ esa es la dura realidad con cualquier animal domesticado. si quieres sentirte verdaderamente amado y elegido, prueba con un gato ’ curioso que lo dijera él, que era totalmente alérgico a ellos. tal vez estaba destinado a nunca sentirse verdaderamente amado y elegido. ‘ pero no me hagas mucho caso, no sé nada de caballos ’ admitió después, apartando la mirada del animal para fijarla en el otro. ‘ hm... ¿si me tira podemos inventarnos una historia menos bochornosa que el simple rechazo? ’ pero no dependería de eso para tomar una decisión: ya se le había antojado. ‘ yo no tengo mucha experiencia con ellos, supongo que mi niñez... prescindió de lo imprescindible ’ ¿lo había dicho bien?

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oh, oh. princesa a la vista. debe medir sus formas. comportarse como es conveniente. “ mhm, ese es un excelente comienzo, si me pregunta. ” aunque ha pasado completamente por alto la realización de que tuviese un dueño. claro que existiría un heredero con el nombre incrustado en sus cuatro patas. por favor... estaba ilusionándose tan gratuitamente. “ si tengo suerte, se tratara de un caballo salvaje e independiente en la espera de su dueño ideal. ¿guardará el secreto por mi? este amor clandestino debe mantenerse a flote. ¡mh! y sí, algo. de las pocas veces que lo he hecho, me he despejado bastante. ¿lo ha probado? ”

"todo parece indicar que no quiere matarlo." y eso es mucho decir, no es fanática de los caballos ni nada que se le parezca. son animales demasiado grandes para tratarles con tanta confianza. "pero eso no quiere decir que no le traicionará por su dueño, dicen que son leales." no le consta, pero los trabajadores y demás conocidos lo hacen sonar como si fueran perros extra-grandes. "¿le gusta mucho cabalgar?"

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quizás kian no lo había notado, no todavía, pero le fue inevitable no permanecer con la mirada fija en la señorita durante unos segundos que podrían considerarse... algo prolongados. ¿por qué le produjo este enternecimiento fugaz? “ es de las primeras que no me rompe la ilusión. estoy fascinado. ” confiesa totalmente encantado. sus formas y toda la cortesía regresando a su cuerpo una vez reconoció a la heredera. “ inseparables, ¡mh! sería una linda historia para contar. ¿usted ya tiene a su media naranja de cuatro patas, alteza? ”

una risita suave se le escapó sin querer. "¡yo diría que sí le gustas!" comentó con una sonrisa cálida, mirando al caballo que movía las orejas como si estuviera atento a la conversación. "parece que ya te adoptó." se inclinó un poco para observar mejor al animal, que respiraba tranquilo. "y si terminan siendo inseparables... bueno, creo que sería una amistad muy linda."

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muy inocentemente había creído que no quedaba rastro de algún heredero por la zona. se las arregló (de muy mala forma, por lo visto) para cumplir su hazaña lejos del escrutinio real. por eso, cuando reconoce casi de inmediato la voz del príncipe, siente cómo todos los colores abandonan su cara. pálido, posiblemente con la bilis ascendiendo a su garganta. por amor a... “ s—su alteza... discúlpeme. ” ¿decir que lo confundió empeoraría el asunto? “ por suerte, tuve ciertas experiencias en la infancia. nada demasiado estrafalario. pero he de confesarle que tengo un dote. ” sin afán de presumir, kian siempre tuvo esta conexión con la naturaleza. una facilidad innata para ganarse el visto bueno de los animales. “ parece estar bien instruido. ¿es también un apasionado de la equitación o le va mejor en eso de informarse primero? agradezco la guía. ”

ignoró la forma informal con la que se refirió a su persona, a pesar de su agudo sentido de la obligación '¿ha montado un caballo antes?' no puede evitar cuestionar, un instinto que parecía anunciarle que contrario era un novato en aquel deporte 'le sugiero que lo saque a caminar antes de montarlo, no querrá terminar en el suelo la primer vez que use su montura' sugirió, llevando sus manos al interior de sus bolsillos 'la confianza del caballo no es fácil de ganar luego del primer rechazo' y parecía bastante emocionado con el equino como para que este rompiese su corazón en su primer aventura.

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“ bueno... los animales suelen ser más agradables que las personas. ” poniendo título a su espectadora, kian comprende que no está frente a una persona ordinaria. ni más ni menos, alguien de la realeza. si es que no está confundiendo a la jovencita. por tanto, extendiendo la sonrisa afable y la calidez en su tono, prosigue. “ hace no mucho, su alteza. después de un café, una charla de dos horas, ya sabe... rompiendo el hielo entre nosotros. ¿tiene usted talento para la equitación? ”

noriko mira al hombre y después al caballo y no siente que allí haya ninguna conexión mágica. quizás sea que ella nunca se sintió demasiado en sintonía con los animales tan grandes, no sabe leer al semental como a las personas.

‘ tienes rapidez para hacer amistades ’ bueno, si acaso a su vínculo con el caballo así puede llamarsele. ‘ ¿te ha dejado montarle ya? ’ por lo que entiende de equitación, no siempre un buen trato con el animal desemboca en éste permitiendo al otro ir encima.

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“ ¿te parece que soy demasiado apasionado? podría terminar con el corazón hecho pedazos. una cita extra y le pido la mano a sus hermanos. serás mi testigo. ” quizás era el sol, el viaje, los choques culturales, pero kian estaba reuniendo un sinfín de disparates que lo despejasen lo suficiente. parloteaba con ligereza y su expresión, aunque era cortés y con una sonrisa infaltable, se le notaba de leguas lo obvio: estaba borracho de cansancio.

por la esperanza de una charla amena, siguió el ritmo del adverso. sus manos repartían cariños efímeros al animal. lucía tan esbelto, majestuoso e imponente, que era de esperar un flechazo de parte de cualquiera. si él tuviera los recursos, el tiempo y otra vida... le gustaría un establo propio. “ lo hice un par de veces. no muchas, pero lo justo para mantenerme encantado durante años. ¿qué hay de ti? ”

le dedicó una corta mirada al tercero, luego viajó hasta el caballo. evaluándolos con la misma calma. ‘ podría ser — aunque, tal vez, él aún esté decidiendo. ’ no sonaba burlesco ni particularmente interesado, sólo era una especie de observación que iba con una carga de gracia. aún así, dejó en escena la posibilidad de que una conexión celestial fuera recíproca o quizás no del todo.  ‘ ¿para siempre no es mucho tiempo? ’ lo miró con ambas cejas en alto. ajustó la brida, asegurándose de que el caballo —que regresaba al establo— estuviera bien sujeto antes de comenzar a quitarle los artículos que usó para cabalgar. ‘ quizás deban conocerse un poco más, ya sabes, un par de citas o dos ’ se rió entre dientes, mientras sacaba la montura de su equino. ‘ ¿tienes experiencia cabalgando? ’ suponía que sí, por algo estaba allí, ¿no?

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“ vanagloria... ” repite con suavidad, recabando en su acompañante con más detenimiento. con más atención. si sus ojos no le engañan, está frente a una sucesora. ha parloteado ((como un soberano tonto)) bajo el escrutinio de una heredera. uf... el porte, la voz y la entereza fue mecánica, corrigiendo sus formas. pese al bochorno, conservó la parsimonia y la sombra gentil de su sonrisa. “ no todo siempre es lo que parece, majestad. ¿le apetece ese tipo de entretenimiento burdo? ”

“No sé si los caballos sean fanáticos de la vanagloria ajena,” Menciona con sinceridad, aproximándose al equino sólo lo suficiente. Después de contemplarlo un poco, por fin aproxima su mano hasta la frente para acariciarlo—Britta no parece muy atenta al más bajo, hasta que vuelve a dirigirse a él: “Sólo hay una manera de comprobarlo. ¿Por qué no lo monta? Si termina lanzándolo por los aires, sabrá la respuesta.”

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“ hay que ser honestos... políticos. ” y correctos. kian no se raya en confesar que los herederos son ¿peculiares? tan fascinantes como el atardecer y aterradores como un cataclismo advertido. era cuestión de suerte. según como estuvieran las aguas, si estaba o no en el momento preciso. “ me correspondía cuidar a quién estuviera indispuesto en general, aunque ahora debo ver personalmente por una princesa de longyun y un príncipe de eberhardt. ” abandonando el lomo del animal, el coreano pone los pies en la tierra con un movimiento grácil. anula los metros que había entre ambos y se deshace del pequeño guante decorando su mano derecha. “ quizás se apiaden un poco del doctor de turno. ¿no lo harías tú? mi nombre es kian, por cierto. ”

"Por supuesto, encantadora es una... opinión." A pesar de saber que no se encontraba tratando con ningún heredero, Ren supo morderse el interior de una de sus mejillas a tiempo. No quería ser excesivamente honesto o confianzudo con desconocidos. "Pronto podrás tener una perspectiva propia. Aunque las cosas no tienen que ir mal, todo depende del lente con el que se mire. Podrías decir que, si al príncipe o princesa que estés asistiendo le gusta la equitación, tu facilidad para tratar con tu amigo podría jugar a tu favor. ¿A quién estás a cargo?"

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“ supongo que podríamos negociar... guardar un secreto por otro. ” o quizás el sol está afectando demasiado al castaño y su filtro pasó de racional a defectuoso. todo era posible. acarició afectuosamente el pelaje del animal, sin perder de vista al adverso. kian pudo recaudar tres aspectos interesantes. cauto, medido y... ¿prevenido? eso le parecería. quizás era adelantarse demasiado. “ me temo que no he tenido la suerte de asistir nunca a la realeza. debe ser una experiencia... encantadora. ”

"Yo, siendo tú, no estaría tan feliz..." Ren estudió la escena desde un par de metros de distancia, ladeando la cabeza y admirando la majestuosidad del animal pero sin arriesgarse a dar siquiera un paso. Le tenía un tanto de respeto a los equinos. "¿Qué harás cuando alguno de los príncipes descubra que su caballo favorito ha sido conquistado por un...?" ¿De qué se desempeñaría el otro? "¿...Asistente?"

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“ ¿en qué momento esto se convirtió en una guerra por su amor? cuidado que me lo puedo tomar muy, pero muy en serio. ” entretenido por la vuelta del asunto, y con lo relajado que se veía el animalito de cuatro patas, kian tarareó con brevedad, maquinando la vida estrafalaria que podría darle a su nuevo amor. “ fresas y heno por montón. una vida digna, en libertad, donde no tenga que aguantarse a nadie más que a mi. y carantoñas, eso sobre todo. día y noche. ¿qué ofreces tú? ”

‘ claro que no ’ suelta de repente en un galante infantil, ha de acercarse al caballo y acariciarle un poco debajo de la boca. ‘ yo le gusto más, sabe que tengo madera de caballero medieval ’ sólo que no, menos mal que el contrario no le había visto en su intento fallido por subir a uno de ellos. ‘ ¿qué tienes tú que ofrecerle? ¿qué traes a la mesa? ’

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“ estos bonitos son muy sensibles, ¿sabes? no me sorprendería que tu presencia esté interfiriendo en el amor. ” chistó, con media sonrisa ladina y un tenue bailoteo, todo por cortesía de los movimientos del animal. kian, que no era de perder su buena cara, siseó con suavidad, repartiendo palmadas cariñosas como un llamado a la calma. lo segundo, fue ojear de soslayo aquel toque. ceja enarcada más que evidente. “ aquí entre nos, tengo un historial amoroso muy terrorífico... y tú, ¿vas por ahí consolando extraños? ¿rompiendo sueños? ”

                   " yo no tocaría las campanas todavía. " el animal bufó, meneando la cabeza en movimientos que no decían nada, pero raymond lo señaló. " ¿viste? " dijo, acercándose al otro. " dijo que te odia, yo le escuché. " le dio una palmadita en el omóplato —al chico, no al caballo— y estiró una sonrisa carente de sentimiento. " no te preocupes, todas son así. ya conocerás a alguien mejor, hay muchos peces en el mar, yada yada. "

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“ eso es un poco... ¿rudo? de tu parte. mh... pero lo tomo. quizás él es demasiado manso y yo demasiado iluso. ” casi al instante, las comisuras se estiraron bonachonas. dulces. kian no era precisamente fanfarrón, pero si la situación y el momento correcto se lo permitían, aprovechaba de relucir su buen humor. “ tengo historia con algunos. supongo que son experiencias imprescindibles de la niñez. ¿qué hay de ti? ¿quieres probar suerte también o es una invitación muy atrevida? ”

‘ parece que no le queda de otra ’ sugirió, a modo de broma, mientras le ofrecía unas pequeñas palmaditas sobre el lomo al animal. parecía lo suficientemente tranquilo como para que su comportamiento fuese a ser relajado ante cualquiera que quisiera acercarse, ¿sería verdad que el otro había resultado su compañero ideal, o habría sido lo mismo con cualquier otro que se presentara? ‘ ¿tienes experiencia con caballos, o este es tu primer acercamiento a uno? ’

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# 001 * 07 / 03 . establo imperial.

“ ¿qué dices? ¿le gusto o no le gusto? ” al caballo, por supuesto. que lucía demasiado fino, bonito y tranquilo como para resistirse de buenas a primeras. no necesariamente fue una auto-invitación. estaba seguro de que su conexión a primera instancia fue irrefutable. evidente. celestial. “ me parece que seremos él y yo por siempre. ”

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━━ 「 ‶ 𝐍𝐀𝐌𝐄 ″ 𝐈𝐒 𝐊𝐈𝐀𝐍 」  .    .    .    ✧ 𝒗eintisiete años complicados ─❨  🩺 𝒎édico real a tiempo completo ║▌║ ─── llenando vacíos que el · · · tiempo · · · dejó * made in GYEONHWA.