iamdermond

[iamdermond]

Capítulo 🔺

🔺.1 Se había dedicado a rescatar momentos, para usarlos en pro de lo que habría de hacer. Para lo que fue llamado. El tiempo había llegado. Era 23, como su 23 de marzo de nacimiento. Del 95, era ya de 26 años al tiempo cumplirse el tiempo.

🔺.2 El tiempo de pelear por el pueblo.

Había sido llamado Josué David, para cumplir una misión como soldado y como rey, hijo de uno, al fin y al cabo.

Gustavo, rey en su tiempo, del proveniente alemán <<cetro de rey>> quien fue pastor cristiano de la iglesia cristiana cuadrangular de la américa, al servicio de Dios como sacerdote principal de la congregación de ese sector, en el que vivieron en su juventud.

🔺.3 Y habiendo vivido en Belén, La América, Santa Mónica, San Javier, Barrio Cristóbal, en el tiempo del asentamiento, provenía del linaje del doctor estrada, reconocido profesional en los tiempos anteriores al cambio de siglo. De la empleada, un hijo negado con sangre de rey, fue el abuelo de Josué.

🔺.4 Hombre de respeto que usaba la elegancia y el sombrero para limpiar la barra de su bar a los 20 años en aquella antigua época.

🔺.5 Medellín estaba en crecimiento por los 1930.

🔺.6 El abuelo de Josué fue padre de Gustavo, y otros hijos. Marcela y Lorena, hermanas de su padre, fueron las tías a quien Josué más quiso.

🔺.7 Ellas habían dedicado su vida a sus padres cuando envejecieron y aquello lo demandó.

🔺.8 Fueron las heroinas de nuestra familia que nadie aplaudió, que no se viralizó, pero que en aquella época no tenía celulares para mostrar que se hace lo correcto.

🔺.9 Héroes del silencio, las llamaba Josué cuando tenía sus abuelos vivos y para siempre.

🔺.10 Habiendo podido tener una vida, siendo ambas profesionales en los campos de la medicina y la pedagogía.

🔺.11 Enfermera y Maestra, entregaron sus esfuerzos a mantener en alto el nombre de sus padres, demostrando el respeto que tenían por ese matrimonio.

🔺.12 Ese día Josué se dirigió a su padre y le dijo:

🔺.13 Padre, Dios obra de formas muy curiosas. Y quizás si tú pides, los cielos se abren sobre nosotros y derramará bendición el Señor sobre nosotros.

🔺.14 Sobre este pueblo, este pueblo no ha de aguantar más el abuso del presidente.

[iamdermond]

Ser tú es lo que realmente te permite asar al siguiente nivel. Muchos tienen el coraje de serlo y por eso se convierten en lo que son. Porque se permitieron ser. Y ese es el problema al que se enfrenta mucha gente aquí. Eso es lo que tenemos que dejar ir y ser más nosotros. Yo que siempre fui escritor, ser más escritor. Que siempre contaba historias, pues, juntando esas dos partes de mí a lo mejor terminarían en algo bueno. Al fin y al cabo era yo. Y eso es irnos al principio. Mi nombre es Josué David Berrío Guzmán.

Mi padre dice que mi abuelo era hijo de un doctor Estrada que vivía en el sur muy reconocido en su época. Y ese señor tuvo un hijo con una empleada. Ese vendría siendo mi abuelo, que a sus 22 años limpiaba un bar en Itagüí, muy bien vestido y con un sombrero que tenía una pluma.

Supongo que era algo con mucha clase para ser un bartender de la época. Un hombre que siempre olía bien. Ser un hombre muy decente enamoró a mi abuela. Una mujer muy respetada que, en aquella época, se casó con este gran hombre.

Mi abuelo viajó por todo Colombia convirtiéndose en camionero. Mis tíos viajaban, conociendo Colombia en después de los 60s trabajando con su papá. Yo poco hablé con mi abuelo, cuando yo era un niño mi abuelo estaba ya viejo, y mis tías cuidaban de él. Ellas dieron su vida para estar con su familia y cuidar de sus viejos. Mis tías y mi familia son el ejemplo más hermoso del amor de un hijo hacia un padre. Una historia que luego contaré, acerca de mis tías Marcela y Lorena. Mi tía Lorena sé que disfrutaría mucho saber que escribiría una historia acerca de ellas. Ella sabe el aprecio tan grande que le tengo y lo muy identificado que yo me siento con ella al ser una gran maestra y talentosa mujer que siempre quiso lo mejor para mí. Yo a mi tía la amo y que Dios le de años de paz hasta que El la llame a su presencia a descansar con sus padres.

[iamdermond]

De ese matrimonio salió mi padre Gustavo.

Y era muy curioso que yo recordara mucho este cuadro que había en casa, porque decía que mi padre poseía un singular talento artístico. Y mi padre siempre fue diseñador u decorador de espacios interiores, pero mi padre se dedicó fue a Dios, a servir como pastor del cristianismo. Un hombre muy devoto y entregado a la oración, el ayuno y el servicio a Dios de manera genuina y honrosa. Mi padre siempre fue un caballero, venía de una familia de príncipes y princesas. Y lo que más me llama la atención es que finaliza diciendo que no triunfarían por tímidos. Y mi padre fue nada más ni nada menos que eso, un cetro de rey, que un Rey usa para lo que ha destinado y se le trata como herramienta de trabajo, pero a quien se aprecia porque el cetro del rey era mando, era liderazgo, era autoridad. Y eso Dios a mi papá entre los hombres, una autoridad espiritual y una guía muy especial para el camino de las personas que amaran verdaderamente a Dios.

De la teología, estudiando lo que son los nombres, su origen y significado y del linaje, y el acercamiento al texto bíblico durante toda mi vida, aprendí cosas muy fuertes e importantes acerca del nombre de las personas. Y, felizmente yo fui nombrado Josué David. Dios es el que salva y Amado de Dios.

De alguna forma Dios me había escogido para ser amado por un padre muy parecido a lo que sería el amor de Dios mismo. Mi padre durante toda mi vida ha sido el padre más magnífico de todos. Me ha hecho sentir el hijo más amado de mi casa y es muy especial que mis hermanos no tengan problema con eso porque Dios permitió que así fuera sin ser un problema para nadie. Ni para mí ni para mis hermanos, que tanto son amados también por ser tan especiales y únicos. Felizmente vengo de una casa cristiana en la que mi vida fue enseñada por un camino sagrado que, independientemente de cuál sea el camino que la gente escoge para destinar su vida, opinó que es uno muy bello. Estar en la iglesia durante años descubriendo los talentos que Dios me había regalado como persona y ser humano eran un lugar muy especial para descubrir quién era y qué lugar tenía sobre la tierra.

Se me dio regalos muy especiales, como el don de la música, el canto, el ojo crítico, la fotografía, la capacidad de desarrollar cualquier habilidad a la que le dedicara tiempo como volverme bueno en bolos, natación, videojuegos, deportes extremos, habilidades tecnológicas, lógicas, el trabajo que realizara, la disciplina que tuviera cómo hablar inglés o entender el funcionamiento de cualquier sistema que se volviera tendencia en el momento como lo que era la robótica, el cine, el arte, la música, el deporte, la industria, los mercados digitales, la economía, y corroborar todo muy de cerca con el estudio bíblico de todo lo que ocurría al alrededor, para mapear lo que uno había aprendido. Y dirigí mi vida en una dirección segura a la que sabía que nada faltaría, pero donde no quería pasar el resto de mi vida porque siempre quise más.

Y para tener más, hay que dar más.

Así que por qué no darle a mi mismo, si por 26 años fue lo que hice desde mi servicio en la iglesia como cada uno de los más de 25 trabajos distintos en diferentes disciplinas que he tenido como empleado.

Toda mi vida la he trazado detrás de lo que soy. Y tengo que dar solo un giro de 180 grados y seguirlo haciendo, seguir dando, pero mostrar más de lo que se da. Porque de lo que se tiene se da, y si Dios me hizo escritor, más letra daré. Si me hizo historiador más historias contaré. Para servir. Es lo que me hizo y así lo quiso. Gracias al ejemplo de mi padre lo entendí.

Todos tenemos un propósito, pero si no somos nosotros mismos, nunca lo alcanzaremos.

Serán sueños que tenemos despiertos todos los días que creemos que lo estamos construyendo.

Y los sueños no se cumplen, se tienen en las noches al ir a dormir. La realidad es la que tiene que ser la que debería, y si ha de ser así, que así sea. Como diría mi familia al comer, amén.

[iamdermond]

Guardando de todo un poco, aquí en Altavista hay unos animales muy curiosos, de esos que uno conoce pero quizás no ve demasiado. Tengo que buscar unas fotos de mantis religiosas y hablar de esas cosas. Las cosas que todo el mundo sabe pero yo que las he tenido ahí al lado son muy interesantes en su hábitat natural.

[iamdermond]

Mi padre siempre me crió como un príncipe. En una cultura occidental, por supuesto, pero me dio una niñez donde me sentía en otra época. Las casas, no siendo costosas, siempre tuvieron lujosos arreglos arquitectónicos de muy buen gusto, porque eso era lo que mi padre siempre tuvo.

Al vivir en casa de mi padre era como vivir en un Castillo, un palacio. Estaba lleno de todo tipo de decoración y todo estaba en un lugar adecuado para que se viera bonito, a papá le gustaba eso. Le gustaba ordenar todo de manera que se viera llamativo. Como mi cama, de más de dos metros de largo y dos metros de ancho. Era inmensa, la cama de un príncipe.

[iamdermond]

Hay una razón por la cuál yo siempre he pensado que mis fotos, las que yo amo con el corazón, como esta, hablan mucho de mí, de la persona que soy dentro de lo poco que se alcanza a compartir con el mundo exterior, y por eso las veo con tanto orgullo. Porque yo les haría una galería. Qué importa que sea de mí, me gustan tanto como para que así fuese. En algún momento haría una galería de mí en mi casa.

[iamdermond]

It’s time to start from zero, my friend at the phone said.

Y nunca he estado más dispuesto que nunca a hacerlo. Cuántas veces lo he hecho? No es algo que no sepa hacer o algo que no haya hecho antes. Pues si viene la ola de comenzar de cero, creo que ya he disfrutado también de lo que quise hacer por un buen tiempo, pero recuperarse a sí mismo para ser y estar como se piensa, es un deber de cada uno.

Si te pierdes en el camino y la vida te lleva a tus orígenes, no se debe desaprovechar la oportunidad para agarrar todas tus cosas y darles su lugar, edifica con lo que tienes que si no lo haces con eso, faltará aún más para edificar con lo que hace falta.

Este blog que contiene fragmentos de mi vida, ha de tener en su momento mucho más, porque este espacio destiné para registrar datos importantes que han ocurrido a lo largo de mis años y ya no he vivido poco, porque en los días de hoy vivimos demasiado rápido, y hemos de tener cuidado, porque nos desviamos tanto que regresar es un poco difícil en cierto punto. Además, lo que se me pasa por la mente mientras escribo esto, no tiene nada que ver con lo que piense al leerlo en unos años, pero quiero que ese futuro yo lea con satisfacción lo que pensaba un domingo santo después de capítulos de mi vida tan agitados, y no lo lea con nostalgia o tristeza.

He estado fortaleciendo mis conocimientos para que entonces, ahora que es el día que tengo, funcione como debería. Habré aprendido más sobre otras cosas y algunas no tendrán la prioridad que antes pero con pocos cambios a sé qué cambia el rumbo de un barco. Es una cuestión de fuerza de voluntad y mantener un destino más directo y más parecido a como se piensa. Más minutos, más pensamientos y acciones dedicadas a la realización de las metas y los sueños, no tanta pérdida de tiempo, porque ya pasó tiempo para que todos podamos decidir colorear esa silueta que pensamos como realidad personal ideal.

[iamdermond]

MY LIFE IN FULL SCREEN

Escogí ropa fresca, estaríamos solos, sin nada que nos interrumpiera. No íbamos a dejarlo pasar. 

Sabíamos que haría calor. 

Lo quisimos así.

Disfrutaba cada vez que me llamaba, nos encontrábamos, nos divertíamos. 

Hubo una conexión desde el día, que por curiosidades de la vida, fue muy fuerte.

Pero no voy a negar que siempre habíamos sido nosotros mismos y eso cambiaba todo. 

Desde temprano quedamos, a cualquiera hora iba a querer verlo.

De lejos me miraba al llegar, y mientras parqueaba intentaba no dejar de mirarme. 

Después de un rato, ya no quería estar sentada. Él estaba en el sofá, con una brisa que pasaba por el balcón. Un día de verano en Medellín. 

Algo estaba ocurriendo esta vez. Por alguna razón me intimidó un poco. Parecía ansioso, y lo ocultaba. No podía, pero lo intentaba. 

Supe lo que quería. Hace tiempo lo sabía. El caía, yo haría lo que yo quería. 

Le dejé que se acercara. Y la mejor parte es que este era solo el comienzo. 

[iamdermond]

Febrero 20-2021

Hoy quiero cambiar mi vida, ayer quise. Antes de eso quise, años atrás quise.

Ya no quiero. Ahora lo voy a hacer.

Qué vamos a hacer va a ser mi serie de testimonios y relatos de por qué me veo donde me veo en unos años y por qué he querido aprender ventas.

Porque ayer vendí! Y algo raro pasó. Y es que supe que eso, no iba a pagarle a tanta gente, porque mi dinero no es mío. Y eso es triste, la esclavitud de este sistema no puede dejarme más ahí. Por eso, hay que poner en marcha todo, a quien le interese, trabajaré arduo para hacer de mis capacidades suficientes para salir de todas esas cadenas que no me quieren dejar salir adelante.

A partir de estos dos puntos, les presento: Mi vida

Esto le iba a decir a papá pero luego me pregunté...

¿Es necesario que él sepa esto o que yo solo SEA quien lo sepa?

Al final este es un diario. Solo lo sabré yo 😂

Entonces lo guardé en mis mensajes privados. Lo volví a leer y lo entendí.

Josué, crece. Enfócate y madura. Afronta tus miedos, vergüenzas y tristezas. Ponlas todas juntas y míralas de frente a todas esas cosas que te quieren detener de ser quien mereces. Dile que estás cansado de que te diga hasta dónde es el límite o por qué no se logra rápido. Dile que ya no se puede seguir sufriendo por eso, y para ser libre, hay que librar todas las batallas, cada día, porque las deudas no se pagan solas.

Siempre he creido que es una gran idea publicar en algún lugar tu recorrido por el mundo haciendo de ella una autobiografía. Por lo que aquí me desglozaré para llevar lo público al mundo real. Porque el mundo está ahí afuera, en aplicaciones gratis para que ellos puedan aprender de todo lo que tienes que dar.

Para personas que realmente les interese quién soy en persona, hablaré de mi historia, en el testimonio detrás de lo que es supuestamente una imagen que la gente tiene de uno.

Porque yo no quiero que las cosas se malinterpreten. Tantos planes con tantas deudas al principio, no es justo para nadie empezar con esa desventaja.

Así que honestamente todo lo que diré pueda estar seguro de qué fue así, así lo viví y así lo estipulé cuando escribí una novela incompleta de un capítulo de mi vida que ocurrió en Cali en marzo de 2020. Ayer en un mes hace un año 🥴 empezó Cuarentena en Cali. Yo fui el 5. El día que decidí independizarme. Fueron ganas y miedo, riesgo y sueños por cumplir. Deseos de sentir la vida tal cual es.

Mi vida ya era un bucle tan extraño, que yo sabía que algo no andaba bien ahí. Algo detenía mí capacidad para hablar con propiedad y sentirme tranquilo de mí mismo. Era un miedo. Al que le hice frente el día que sin dinero, amigos, residencia, ahorros, ni nada, tomé un bus y quise sin saber lo que es el mundo conocerlo. Me enamoré de la creación, quise salí de mi Edén. Salí y entendí tantas cosas hermosas que tiene la vida y que uno pierde por encerrarse en su confort. El confort es un enemigo del progreso. El progreso fue siempre una palabra que yo sentía que me identificaba, por lo menos en la forma en la que pensaba. Y disfrutaba de todo lo que hacía pero algo me detenía para llegar más allá. A eso le llamaría no hacer lo que quieres.

No hacer lo que quiero es todo lo que se me ha enseñado en la vida. Hacer lo que yo quiero no es algo malo siempre y cuando tú, conociendo el bien, hagas las cosas bien. Por lo que este espacio es no solo para regalarles mis historias y compartir con cada uno una charla algún día de cosas curiosas que nos hizo quienes somos. Me parece que son las anécdotas más navajas de todas.

Yo creo que mi vida entera juega a enseñarme lo que quiero todos los días y el miedo no quiso soltarme. Hasta que me solté.

Quiero ir muy atrás, gracias a Dios por las fotos y hablarles de muchas cosas. Ojalá encuentre todo el material que quisiera tener para mostrarles la mayor cantidad de información personal para llegar a un punto en el que te das cuenta que ya la vida no es igual, que tiene que cambiar, que se tiene uno que agarrar fuerte para decir, lo voy a lograr y voy a sacar mi vida adelante.

Porque la saqué el día que no tuve nada en Cali, y todo salió terriblemente mal. Y por la misericordia de Dios estoy aquí hoy, un día más, para darle gracias porque aquí sigo. Ya no más incapacidad, ya no más temor. Como dicen con mucha razón...

Es sin miedo al éxito papi!

[iamdermond]

Un día, hace muchos años mi papá vio esta casa

Un día, la pudo habitar

Un día, me enseñó cosas buenas

Un día, me dio amor

Un día, lleno toda la casa de calor

Un día, mamá me enseñó a escribir

Un día, le escribí cartas... me di cuenta que le gustaba cómo escribía

Un día, leí algo que escribí yo mismo y no podía creer que había sido yo.

Un día, conseguí un amigo

Un día, conseguí muchos amigos

Un día, comí una cámara y me puse a tomar fotos

Un montón de fotos

Un día, me dio por grabar

Un día, me di cuenta que me gustaba mi vida

Un día, creí que estaba viviendo en una película

Un día, supe lo que quería

Un día, supe cómo conseguir todo eso que soñé

Un día, desperté en un castillo

Un día, me di cuenta que era un principe

Un día, supe que mi hermana es toda una reina, y que tiene una princesa.

Un día, supe que las amaba

Un día, viví en la soledad

Un día, me fui solo para otra ciudad

Un día, conocí el hambre

Un día, le quite el hambre a alguien

Un día, a la vida salí a enfrentarme

Un día, a mi ciudad volví

Un día, en la casa de dos ex me tocó vivir

Un día, las puertas de mi casa abrí

Un día, bastó para todo conseguir

Un día, le di gracias a Dios, por todo

Por todo

Un día, tuve más de 25 trabajos

Un día, intenté ser independiente

Un día, me tatué

Un día, mis amigos me tatuaron

Un día amé

Un día lloré

Un día canté

Un día toqué

Un día dibujé

Un día con mis amigos parché

Un día un amigo se me fue

Un día a muchos amigos no volví a ver

Un día, una buena amistad logré

Un día, una amistad descuidé

Un día, para lo último todo dejé

Un día, a todo mundo amé

Un día, a mi enemigo abracé

Un día, a todo el mundo saludé

Un día, todo el mundo me producía alegría

Un día, no sabía ni qué hacer

Un día, estuve perdido

Un día, tuve que arrodillarme y orar de verdad

Un día, sentí mucha paz

Un día, sentí el amor propio

Un día, mire a mi alrededor

Un día un amigo me dijo: Nosotros ya somos millonarios, hay muchos a quienes les toca muy duro.

Un día, me trasnoché y buenas letras saqué

Un día, no me conformé

Un día, hice un brindis por cada riqueza que tenemos, porque la familia, una sonrisa, la vida, es una riqueza.

Un día a todo lo que me hizo daño perdoné

Un día a mis hermanos sin importar qué los amé

Un día los tragos amargos pasé

Un día de sentirme mal por todo me cansé

Un día me cansé de esperar

Un día me quise levantar

Un día hice pereza, bastante

Un día quise lograr todo lo que me había propuesto

Un día quiero llegar a hacerlo

Un día como hoy, un día en el que siento que ya lo tengo todo, es solo que no estaba atento.

Un día todo va a cambiar

Un día nada va a ser igual

Un día quizás ya no lloverá

Un día lo que quieres alcanzarás

Un día todo valdrá la pena

Un día sabrás que llegaste al final

Un día mirarás atrás

Un día darás un último suspiro

Un día, ojalá nunca, te arrepentirás

Un día a Dios verás

Un día, pronto, notarás

Todo lo lindo alrededor que hay en cada segundo mientras late tu corazón

Un día, contigo te encontrarás

Un día, uno de estos... me entenderás

Un día, las camas te van a llegar

Un día, ya nada te va a importar

Y que ese día, sea el mejor día de tu vida.

Porque ser millonario no es tener plata, es tener millones de días, hasta que Dios diga.

El día que entendí eso, entendí que era todo lo que quería hacer, y que lo que venía, eran buenos días. Y que tenga un día.

Uno más, para vivir lo que te tocaba vivir.

Un día, 25 de diciembre, una madrugada, decidí por mí.

[iamdermond]

4:45 am, ella preguntó qué fue lo primero que pensaste de ella al verla en instagram. Le respondí, aunque no debía, que todavía lo pensaba. Ella era la mujer que me había cambiado por completo, le dije.

Iba hacia mí casa pero... Era un pueblo fantasma, si me sentaba en la esquina, en una acera, ¿qué pasaría?

Nada en absoluto.

Eso hice.

Sentía cómo suaves gotas de una dulce brisa caían sobre mi cuerpo mientras miraba el mundo alrededor. No había nada más que oscuridad y silencio. La noche ya no era igual, seguía oscura y sola, pero con otro significado diferente. Escuchaba los pájaros cantar, esos que cantaban desde las dos de la mañana. El crugir del cielo era tenue, eran luces de relámpagos al sur de la ciudad, mucho más lejos de la casa de París. Ya eran 10 días desde la última vez que hablamos, pero esa palabra no era como comúnmente la usábamos, era algo así como definitiva. Posiblemente no íbamos a hablar más. Yo no podía buscarla, ella no me quería hablar, y ella no lo haría, ni aunque fuera necesario. Quería dormir temprano, como todas las noches, ya no tenía internet pero sí una mente inquieta, siempre era lo mismo. Si no estaba trabajando o entretenido, era ella en mi mente.

Nunca he sufrido de depresión, pero lo admito. Cuando pensaba en ella recordaba cada momento que vivimos, esos pocos, era perfecto, diferente a como he sentido antes, como nunca antes y eso me hacía hacer un gesto triste con mi boca y se caía mi mirada. No soy capaz de describir lo que siento, no puedo transportar mis emociones a estas palabras pero no era feliz. No soy feliz.

La felicidad no debe depender de alguien, aconsejaba yo a muchos diciendo eso durante toda mi vida.

Sigue tus propios consejos, me dijo un amigo hace tiempo. Mi buen amigo Adrián, de Alemania siempre fue Franco y dijo que todo tenía que terminar donde ella lo dejó y que continuara. De alguna manera siento que continúo, pero de otra manera siento que sigo en el mismo punto. Vivo en dualidad, pero no siento el equilibrio, no debería ser así.

[iamdermond]

¿Pensaste alguna vez que podrías dejar de existir en un momento siguiente? ¿Contemplado la posibilidad de que a partir de un momento tu lugar en el mundo se desvanecieran por completo? ¿Cómo verías tu cuarto, o las fotos, tus amigos y amores, seres queridos? ¿Qué pasaría si supieras que en mañana ya no existes? ¿Qué harías? ¿Cómo y qué sentirías? ¿Le dirías algo especial a alguien? ¿Les dirías a todos todo lo que piensas acerca de ellos o solo las cosas buenas que los destacan para que tengan un lindo recuerdo? Pero... ¿Qué pasaría si cuando dejaras de existir mañana, nadie te pudiera recordar, como si nunca hubieses estado jamás? Si hubiese esa posibilidad, ¿Gastarías tu tiempo hablando con las personas? ¿Qué harías? Si tan solo todo el mundo, lo que has visto y aprendido, el universo como lo conoces, absolutamente todo solo fuera parte de tu imaginación y ... Dejaras de existir, ¿dejarías de existir tú, o dejaría de existir absolutamente todo? Si fueras un ser que decidió crear la realidad en la que vives y solo te cansaste desde el otro lado y decidiste detenerlo y comenzarlo de nuevo, crear otra realidad, otras condiciones, otra vida, otra época, otros gustos, otra historia ... ¿Qué vivirlas, escogerlas algo de lo que viviste en tu existencia anterior? ¿Incluirlas en tu nueva realidad a algunas personas que existieron en tu anterior vida? Pero la que más me inquieta... Si siguieras existiendo y pudieras hacer que el tiempo dejara de existir, y todo quedara estático, inmóvil, sin avanzar, totalmente congelado, también dejarías de existir de alguna forma, pero... ¿Habría un momento especial en el que quieras quedar atrapado para siempre? ¿Es el tiempo tan largo como lo conocemos y tan corto a la vez? ¿Sería posible que estemos viviendo - no vidas, o una vida - sino momentos, un momento por vida, que incluye todo lo que has pasado durante estos años? ¿Considerarlas este momento, tu vida, esta que tienes ahora, como un buen momento de tus vidas? Si pudieras eliminarla y comenzar otra, ¿Lo harías?

¿Podré entender de dónde surgen estas preguntas en mi mente? ¿Son solo cuestionamientos sin sentido o quizás depósitos que he dejado en esta vida desde una anterior? ¿Tiene sentido? ¿Debería tenerlo? ¿Qué tanto quieres vivir? ¿Qué tanto puedes vivir? ¿Qué tanto vivimos? ¿Cuánto dura nuestra existencia? Lo que sabemos acerca de eso en esta vida ¿Es la verdad? ¿Podemos confiar en ella? Si todo fuera diferente, ¿Escogerías saberlo? Si te preguntaras todo esto alguna vez, ¿Podrías simplemente dejarlo pasar como un pensamiento filosófico o buscarías una forma de averiguarlo?

[iamdermond]

Han pasado muchos días desde aquel domingo, cuando todo fue perfecto. Los detalles los obviaré y seré breve para llegar al punto en el que estamos hoy, 25 de Marzo, dos días después de mi cumpleaños.

El 11 de Febrero, diez días desde que había vuelto a mi vida por voluntad propia, Sabrina, una chica con quien yo había trabajado antes apareció y le dije que estaba espectacular, de una manera particular, París supo eso y se enojó tanto, que me dejó de hablar. Estuve unos días buscando la forma de arreglar las cosas y explicarle a París que Sabrina no era nada importante para mí y que mi cumplido iba seguro de manera que ella supiera que no me interesaba en lo absoluto. Fue difícil, pero recuperé a París.

4 días después de aquel domingo, Sabrina siguió en instagram a París. ¿Qué tanta suerte puedo yo tener para atraer tanta desgracia a una relación que solo quería que fuera la mejor de todas? ¿La vida quería quitarme lo que me hacía feliz?

París me envió una captura a mi mensajería de chat diciendo: -¿Y tu novia qué?

Decidí que la llamaría a pedirle que se alejara de París, me estaba causando problemas así que le dije a París esto. París me pidió que no lo hiciera, y yo... Lo hice.

Sabrina bloqueó a París de instagram para alejarse pacíficamente de mí relación y París... Lo supo al instante.

Me dijo que le dijera la verdad sobre lo que había hecho. Le envié un audio diciéndole que había tomado la decisión de cortar mi amistad con Sabrina por el buen de nuestra relación.

Ella nunca escuchó el audio. Solo, con mucha rabia, me dijo que la había defraudado por haber hecho algo que le dije que no haría. A partir de ahí, todo cambió.

.... Continúo luego.

[iamdermond]

Todo el mundo quiere un amor por el cual luchar, pero cuando están en frente de él, prefieren mantener el orgullo.

10:10am, Marzo 17

[iamdermond]

Capítulo 3

Faltaban dos días para la luna llena, 7 de Marzo, aunque la luna todavía se tardaría en estar sobre nosotros. Su jefe le dio esa posibilidad, cumplir su meta y ganarse un día libre. Su día fue arrollador, me dijo que le había ido como nunca. Quise pensar que yo habría tenido que ver, habernos visto quizás le había dado una sonrisa especial pero preferí atribuirlo a su propio mérito, la importante de la historia es ella.

Amaneció mientras yo estaba despierto, no es que hubiese tenido mucho sueño con días con tantas cosas pasando y tanto por aprender. Mi meta siempre era aprender sobre lo vivido en el día antes de dormir, tenía mucho en lo que pensar.

Me dijo en cuanto pudo: —¡Coronamos! Esta noche iré a casa, contigo. Todo el tiempo había pensado que faltaba un día para volver a tener en frente su mirada, para percibir su fragancia, para cruzar los brazos a su alrededor. Todo esto pasaría hoy.

Dulce tiempo, ¿Cuando entenderé tus misterios?

Vida, siempre me emocionan las sorpresas que le pones al tiempo para que lleguen en un orden inesperado a medida que te recorremos. 

Luna, pensé que estarías completa para nuestro encuentro, no importa, si estás ahí, sigue siendo perfecto.

El sol siguió su recorrido por la tierra para darle espacio en el cielo a aquella misteriosa lumbrera; siempre bella, inalcanzable y precisa.

París nunca mencionó dónde vivía, mientras que yo jugaba a adivinar según una imagen borrosa en los mapas que me había enviado días atrás. Sentí preocupación. Le hice saber que no tenía claro hacia dónde ir, sin embargo, aunque estaba al otro lado de la ciudad, tomé transporte para ir a un centro comercial que estaba cerca del sur, sabía que era en algún lugar del sur. 

El lugar cerraría en dos horas, lo recorrí todo, como quién no tiene destino, divagando entre vitrinas cerradas y gente cansada. La luna avanzaba, yo estaba estancado. Cómo siempre, sabía dominar la paciencia gracias a mi forma de recorrer y fragmentar mis pensamientos que, con tanto en qué pensar, me mantenían distraído del tiempo.

El futuro, siempre impredecible, a veces se dejaba manipular por nuestros planes, solo esperaba que los nuestros llegaran como pensábamos. La ansiedad no quería que ellos se dilataran en el recorrer de la luna y se desvanecieran mientras amanecía. Yo quería que todo se cumpliera esa noche.

Me escribió, era hora de salir del lugar, estaban cerrando todo, pero ella no estaba lista. Jugando con mi ilusión, permanecí en los parqueaderos del lugar, esperando a ser guiado por ella antes de ser amonestado por los vigilantes del lugar.

Mi celular vibro, con ese patrón de vibración único; era ella.

Ya sabía a dónde tenía que ir, aún con mi obsesión con los misterios del cielo y mi admiración por su naturaleza no fui consciente de cómo están conectados los designios de la vida, pero ahora, mientras escribo, caigo en cuenta. El nombre del lugar le pertenece al cielo, procede del latín y es relativo al cielo. De alguna manera, yo ya sabía que estaríamos allí. 

En el momento en el que lo ubiqué en el GPS, una notificación que yo nunca había visto en mi vida apareció. “Defina su red de conexión”. Ya no tenía internet.

En los días previos había agotado ociosamente muchos datos de navegación de Internet. No pudo ser más precisa mi suerte. He agradecer que mi plan permitía seguir conectado en la mensajería de chat y no estaría incomunicado con ella.

—Sal en 10 minutos, yo estoy de camino.

Sentí miedo y mi mente me atacó con preguntas de duda mientras iba de camino hacia su casa. A mitad de camino noté lo que estaba pasando. Temblaba de nervios. Un momento que vivía y tenía tantas formas definidas en indefinidas de atravesar mi consciencia y materializarse; lo que planeamos… sería real.

Estaba en frente de la portería, fui anunciado y al bajar del taxi supe que los nervios no servirían de nada. Así que no atravesaron la puerta y los dejé allí afuera, donde no podrían molestarme.

Nunca me gustó tocar un timbre y que sonase agresivo, así que, delicadamente, tímido, presioné el botón… No timbró. Cuatro veces lo intenté y al final sonreí. Me detuve y me susurré ante la puerta: —Respira.

La confianza lo hizo sonar perfectamente sutil. Ella estaba frente a mí. Le abrió la puerta a un desconocido, pero ella sabía que la amaba, aunque ella no sabía cuánto. Lo entendí en ese momento, ella también había saltado el precipicio del riesgo, como yo. Confiamos el uno en el otro.

La bestialidad y desenfrenada pasión de dos titanes chocando entre sí, causando un caos histórico con la que concebiamos nuestras conversaciones de aquel exacto momento… no ocurrió. ¿Para qué? La lujuria no dominaba el momento, nos habíamos tomado la mano delicadamente en nuestras mentes y nuestro corazón estaba tranquilo, el uno… con el otro. Aunque el mío parecía que fuera a explotar; rugía, tenía todo por lo que había abandonado una vida en su propio espacio personal, me había confiado la entrada a su hogar.

Atravesé la puerta y supe que ya había entrado allí antes. Pude saber, pude confirmar que había entrado a su corazón. No teníamos por qué temer, yo le había dado el mío.

Nos compartíamos el aire fresco, ella había acabado de entrar. Tenía pendientes por organizar así que descargué mi maleta junto a su cama y reconocí su apartamento, era bello, de todo mi gusto, estaba casi vacío, solo eramos los dos. Entré al balcón de su sexto piso, mis ojos sospechaban que el cielo estaría listo para dejar a la luna ser testigo. Una curva lenta y poco pronunciada en mi boca arrugó una de mis mejillas. Allí estaba. La luna, completamente sola, brillante. Las nubes la habían abandonado y sobrevolaban el extremo de la ciudad. Estaban al fondo, dejándonos la noche para nosotros solos. La sentí a mi lado, debía llenar unos papeles como nueva residente del conjunto. Luego de eso, caminamos juntos a entregarlos a portería. Entramos nuevamente pero no llegamos al cuarto.

Un lobo que existe dentro de mí exigía tomar el control, y empujándola había una pared se lo permití. Le devoré sus labios, le desgarré el alma mientras nos cruzábamos los labios mojados, con tanta fuerza que aquel lobo necesitaba más, tenía tanta sed de ella, desde hace tanto, que yo no tenía más remedio que cerrar los ojos y detenerlo. Me ahogaba, la miré a los ojos, ahogado, agitado, totalmente perdido en su mirada, así que reaccioné. Toqué tierra, me salvé. El lobo estaba encadenado, sellado, así que di un paso atrás, pero sus garras estaban clavadas en mis pulmones, no se detendría tan fácil.

Entramos al cuarto y me pregunto, luego de una anécdota con sus amigas, que si ya había comido. No lo había hecho, pero sentía hambre, muchísima, por saciar el crujir de dientes dentro de mis ganas, quería salir de su prisión; y yo, sabía que tendría que dejar a mi lobo interior salir. Dejé en el olvido, en un plano secundario mi necesidad vital, mi hambre, pero mi necesidad carnal, mis ganas de estar con ella estabam sobre mí, y ahora… yo sobre ella.

Me agarraba la cara y me arrastraba a sus labios mientras preguntaba: —¿De qué te ríes?

Evadimos el placer con un tema irrelevante. 

Solo duró unos minutos nuestra capacidad de contenernos. Nos conocimos, nos amamos.

Su cuerpo se sintió más satisfactorio de lo que podría haber imaginado. Nunca pensé en las sensaciones al tocarla, eran nuevas para mí. Solo había imaginado vagamente cómo se sentiría, no quería arruinar la sorpresa.

Su piel, tan suave como la superficie del agua, se sentía como ninguna otra piel, una sensación tan única, alucinante.

Me destrozaba los labios, no sabíamos cuál era el límite, los compartiamos sin límite alguno. Ella, agitada, demasiado agitada. Yo, condenado a venderle mi alma y ser suyo, mientras la hacía mía.

Creo que tuvimos todo el tiempo el control, aunque parecía como si nos devoraramos el uno al otro, era su fuerza contra la mía, sus ganas mezcladas con las mías estallando en cada movimiento de nuestros cuerpos.

Mis manos sentían tocar un dios, mis labios sentían el dolor de tanto tiempo queriendo esto, mi mente estaba en shock. Nos teníamos, nos queríamos, deseábamos esto.

Dominé la cama por un rato, yo amé comenzar suavemente recorriendo su cuerpo, mientras ella tiraba la cabeza para atrás y me agarraba del pelo, estábamos compartiéndolo todo.

Sus piernas recogidas sobre mis hombros y mis manos agarraban fuertemente sus muslos. Me saboreaba intensamente su cuerpo y ella, se retorcía y se quejaba en círculos.

Apretaba su abdomen, me halaba del pelo. Fuimos nuestros.

Mi pecho contra el suyo, torpemente desnudé cada parte de ella, su cuerpo, su mente, su alma y su corazón. Estábamos tan juntos, tan cerca, que éramos uno, el tiempo dejó de sonar dentro de mí cabeza.

Ella me transportaba a un lugar silencioso, lleno de paz, donde reinaba la pasión y solo nos sentíamos el uno al otro. La tomé detrás de su cabeza, por el cuello mientras mi boca jadeaba en su oído, y ella en el mío. Mis labios rozaban su cuello en un momento tenso, brutal y perfecto. Éramos caos. Apretaba su cuello y ella apenas respiraba, sus ojos se exaltaban y su boca luchaba, yo mordía mis labios mirándola, siempre ha sido perfecta, y cada segundo era aún más.

La tomé por la cadera, le di la vuelta, apretaba su cintura, acariciaba sus piernas, y desgarraba su espalda. Ella solo podía recostar su cara en la cama, su mejillas se turnaban y sus manos apretaban la cobija.

Su cuerpo, el más hermoso que existe en el universo, chocaba con el mío.

La giré y puse mi nariz contra la suya. Le declaré mi amor, le pedí perdón por fallarle en el futuro, le dije que lo sentía, que nunca intentaría ni tendría intenciones de dañarla, de equivocarme, y besé su mejilla derecha. Le dije que me dijera que era real, que no iba a despertar sabiendo que no estaba pasando. Era la noche de mi vida, la mejor noche de toda mi vida. Eres la mujer de mi vida, cosita.

Cariñosamente la besé, la extrañaba, incluso habiéndola visto por tanto tiempo, estaba a mi lado, tan cerca como se podía estarlo, era todo lo que quería en mi vida, se convirtió en mi vida en el momento en que decidió volver. Ahora no teníamos que volver nunca más, estuvimos juntos.

Caímos como muertos, respiramos, le dije acerca de mi forma de ver la vida, una conversación aburrida pero quería que me conociera las cosas más personales que yo era, lo que soy en realidad. Le dije que no sería igual, que yo era diferente y que la quería amar.

No pude contenerme, cruzar palabras podría ser luego, vivía la noche que soñé, éramos solo ella y yo, nadie más.

Me dijo que era su turno y me tiró la cabeza fuera de la cama, ahora ella estaba sobre mí mirándome, estaba perdido, ella destruía mi cuerpo, la cama se movía a golpes de lugar, era rápida, atroz, imparable, tenía ese carácter… tan sexy.

Se acercó y me mordió el cuello, la dominé estando así, apretando sus curvas y la sostenía para no tumbarla mientras su boca estaba abierta y sus ojos parpadeaban como un aleteo de mariposa. Mis dedos cruzaban bruscamente su espalda y ella me desgarraba el pecho, me mordía y teníamos hambre, más de nosotros que de cualquier cosa en la vida, era un abrazo eterno y brusco, se nos olvidó todo, se nos olvidó el tiempo. 

La empujé bruscamente para caminar de un lado al otro junto a la cama como un león enjaulado, sabía que no podría parar por mucho tiempo así que intentaba volver en sí. No era posible, estaba totalmente entregado a sus ojos, a su cuerpo y a su alma, mi corazón era suyo, ella contaba con el poder de destruirlo con una sola palabra, pero era tan linda conmigo, me miraba tal como yo la miraba. Estábamos juntos en esto, sabíamos que era perfecto. 

Me preguntó por la comida, accedí a pedirla pero no podía decidir qué comer, estábamos recostados uno al lado del otro y no pude contenerme. Tuve que subir sobre su cuerpo, sobre su pecho y mirar lo perfecta que era, sentirla cada segundo de esa noche, no pudimos detenernos.

Dormimos muy poco, no comí nada, pero no era importante, todo mi ser estaba con ella y era suficiente, no necesitaba nada más.

La luna siguió su rumbo y desperté con una mañana preciosa, ella junto a mí, en su pijama, perfecta. 

La abrazaba, dormía tranquila, en paz.

Yo… Lo admito… No pude dejarla dormir, no sé cuántas veces lo hicimos, mi cuerpo no tenía energía, pero ella llenaba todo, absolutamente todo para mí. No necesitaba nada más en mi vida, ella era todo.

Su mirada me lo decía claramente, yo lloraba en mi interior de emoción, era difícil creer que había pasado. Me dije a mí mismo: —Sus ojos no mienten, ella te ama de verdad. Nos amamos verdaderamente. 

Incluso tomamos una ducha juntos, su cuerpo mojado mientras yo paseaba mis manos llenas de jabón y masajeaba toda su figura con ternura, se sentía como en casa, era privado, nadie podría molestarnos.

Compré desayuno, salí del apartamento como sintiendo que vivía allí, que tenía a la chica perfecta esperando en la cama y así la encontré al volver. Comimos algo juntos, yo fumaba mientras ella se organizaba. Me detuve a mirarla. Ella decía: —¿Qué estás viendo?

Yo ya no sabía cómo decirle lo mucho que me gustaba, mis palabras no podían dimensionar lo que sentí, lo que siento por ella. No puedo dejar de sentirlo, y querer escribir esto en presente, porque no es algo que haya dejado de sentir, cada vez la amo más.

Salimos juntos a hacer unas compras, siempre fue aburrido salir de compras con una chica. París hizo que fuera divertido, me pidió usar mis pestañas para escoger una pestañina u otra. Me veía hermoso usando pestañina, pero mi parte favorita era que ella fue quien me trataba con cariño, me amó.

Comimos juntos y tuve que dejarla en su trabajo, mi celular ahora tiene la misma contraseña que ella usa en el suyo, seguí de regreso al hotel, no puedo dejar de pensar en ese día, no sabía que un domingo se convertiría en un día tan perfecto, que podría recordarlo tan bien.

Tú sacas lo mejor de mí, lo que estaba perdido está de regreso y lo que tengo que cambiar está cambiando. Eres tan especial, París…

Si ves esto… 

Quiero que sepas que te amo, escucha nuestras canciones, me llenas completamente y no quiero nada más en mi vida que tú.

Recuerda, ¡y vive!

¡Vivamos juntos la vida! Tú eres la mía.

Du bist alles für mich

[iamdermond]

Todavía no me siento capaz de terminar el tercer día. Pronto lo haré

[iamdermond]

—Personas como tú no hay. Dijo

Estaba en mi ventana, mis primeras horas en mi nuevo hogar. Todo era mío, al fin.

Hablaba con mi maestro de Alemán, Adrian. Él se había ofrecido a enseñarme el idioma que ahora quería aprender. Un buen hombre de Berlín, con quien compartía mi historia, hace días no hablábamos.

Prendí un cigarro. Alguien se acercaba en la calle caminando, eran las 3:53 am. Había intentado despertar a París para que pudiera trabajar, no lo había conseguido. Pensaba en que cuando viviéramos juntos, estando juntos, siempre podría despertarla y lograr ver sus ojos abrir.

Se dirigió hacia a mí, el caminante de la bolsa blanca en su espalda. Me pidió un cigarro. Me preguntó qué hacía tan tarde chateando, mi ventana era ancha y mi nueva cama estaba al lado de ella, así que cualquiera podría ver hacia mi casa en ese segundo piso a la que le faltaban las cortinas. Le dije: —Hago una lista de compras, necesito unas cortinas y una sábana para esta cama.

Le lancé un cigarro por la ventana y me dijo: —Yo te regalo mi sábana. No lo podía creer, un caminante humilde me regalaría algo suyo sin pedírselo. Le dije que me esperara en la calle. Bajé a la calle y me senté a su lado a fumar con él. Le conté que estaba de aventura y que tenía mucho por conseguir. Su meta; una larga caminata, la mía; una larga caminata.

Le conté de París y que estaba en la ciudad comenzando de cero. Me dijo que Dios me cuidaba y estaba en control de la situación. Le dije: —Estás en lo cierto, hermano.

Alaska me había regalado una deliciosa comida esa tarde, mi celular no funcionaba para pedir domicilios así que ella desde su ciudad me ayudó pero no me dejó pagarle. Era tanta comida, había guardado la mitad para el siguiente día, era tan deliciosa que no quería botarla. Pero tenía a mi lado una persona solitaria, un lobo, un similar a mí, yo también era un lobo.

—Esperame aquí.

Subí a mi apartamento, mi tarrito de agua lo llené y bajé con el detalle mordido de Alaska.

—Mejor en tu estómago que en el mío. Dije

Lo abracé y le dije, este libro de reflexiones tiene una por día, creí que me serviría para este viaje, pero te servirá más en el tuyo.

Comenzó a llover y ambos teníamos que volver a lo nuestro. Apretamos las manos, lo abracé y lo entendí. La vida no se puede dejar pasar, es preciosa. Cada uno tiene su propio camino, pero ambos supimos que en el de ambos, nos guiaba Dios.

Se alejó y me despedí. Que llegue a su destino... Y yo también. Amén