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» 𝟒𝐭𝐡 𝐚𝐧𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐚𝐫𝐲

　　　　　　　　　2018년 9월 4일 | Paris, France | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐨𝐮𝐫 𝐝𝐚𝐭𝐞; 𝟒𝐭𝐡 𝐚𝐧𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐚𝐫𝐲 　　　 　　　 　　　 Los primeros rayos del sol iluminaron aquella habitación con lentitud, las persianas cerradas permitían que la pareja recostada sobre la cama pudiera segur durmiendo disfrutando de la paz que se vivía en el ambiente, de esa manera los minutos fueron pasando hasta que el sueño abandonó a uno de los dos cuerpos. DuJun fue el primero en despertar,   se removió con algo de pesadez al querer seguir descansando pero su cuerpo lo obligó a que abriera los ojos. 　　　　　　　 Frunció el ceño de inmediato cuando observó la habitación, estaba tan desorientado que no reconocía aquel lugar, no era su habitación, claramente no estaban en su casa. Con la mirada investigó todo el lugar mientras su cerebro procesaba todo haciéndole recordar que estaba de viaje; en cuanto aquel hecho golpeó sus pensamientos una boba sonrisa se formó en los labios bajando la vista a observar a su esposa que seguía durmiendo plácidamente. Siendo cuidadoso -como siempre lo era- se separó de ella para ser capaz de dejar la cama colocándose de pie; lo primero que hizo fue estirar su cuerpo y sacudir su cabello desordenado por la buena noche de sueño que había tenido, ya se había recuperado del jetlag por lo que sus ánimos estaban a flor de pie. 　　　　　　　 Como cada mañana hizo su rutina la que consistía en usar el baño para hacer sus necesidades, lavar bien sus manos como rostro saliendo más despejado, luego de eso siempre iba a ver a sus hijos pero en esa ocasión ellos no estaban lo que le hizo sentir un tanto extraño. Tras salir del baño tomó una playera la cual se colocó mientras bajó al piso inferior donde estaba el pequeño living y la cocina. Una vez abajo lo primero que hizo fue caminar directo al refrigerador de dónde sacó una botella con agua con la cual se acercó al ventanal, corrió las cortinas encontrándose con esa maravillosa vista que tenía, estar tan cerca de la Torre Eiffel era lo mejor, poder apreciar aquella arquitectura y el paisaje de alrededor le llenó con una emoción única, talvez era la mezcla de estar allí con la fecha que iba a celebrar con su pareja pero su corazón se sentía lleno, no podía dejar de sonreír mientras varios recuerdos fueron pasando por su cabeza haciéndole sentir avergonzado. Desde el primer día que la vio, sus encuentros secretos hasta cuando se hicieron novios y formaron una familia, habían pasado muchas, muchas cosas juntos y sabía que aún faltaban más por vivir. Se estaba viendo superado por todo lo que estaba sintiendo, quería gritar allí mismo, estuvo a punto de hacerlo hasta que recordó que andaba en ropa interior y que si alzaba demasiado la voz despertaría a su esposa de una manera no agradable por lo que mordió su lengua. 　　　　　　　 Al terminar la botella de agua volvió a subir al piso superior, con lentitud caminó hasta la cama viendo como su esposa seguía durmiendo, amaba verla dormir, era como un pequeño monstruito tierno, su cabello desordenado daba ese motivo para que le llamara de tal forma pero aun así la encontraba hermosa. Volvió a usar su lado de la cama, se acomodó cerca de ella para poder abrazarla y así comenzar a cantar una canción que llegó a él en el momento perfecto, era una canción que transmitía bien sus sentimientos y que le había dedicado tiempo atrás. La melodía se reproducía en su mente como si se trataba de un reproductor de música, su manejo en el idioma materno de la mujer le permitió expresar todo el sentimiento de la letra mientras iba cantando con la intención de despertarla lo cual funcionó bastante bien. Con su diestra le corrió el cabello del rostro para despejarle este y ser capaz de verla a la perfección, en las pausas le dio algunos besos sobre los labios como otros sobre la frente para que no hiciera berrinche por ser despertada. 　　　　　　　 　　　　　　　 – PeiPei~ –Con ternura la llamó a la mitad de la canción por si su sueño pesado no le había dejado escuchar lo que estaba cantando, era su forma de asegurarse de que despertara en ese momento. Continuó cantando mientras le iba acariciando el cabello hasta terminar por completo aquella melodía, le besó la frente y observándola con una sonrisa susurró– Feliz aniversario, mi amor...

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»𝐭𝐡𝐞 𝟐𝟕𝐭𝐡 𝐈𝐧𝐟𝐚𝐧𝐭𝐫𝐲 𝐃𝐢𝐯𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧

　　　

　　　　　　　　　 2018년 8월 24일 | Gangwon, Korea | 윤두준   　　　　　　　　　　　» 제 27보병 사단.

Una nueva etapa comenzó en su vida en el instante que cruzó aquel umbral, ya no era un civil, ya no era un idol, ni era actor, mucho menos una celebridad que sería perseguida por sus fanáticos, en cuanto puso sus pies en aquella base militar se había convertido en un soldado más, en un hombre que debía ser entrenado para cuando llegara la guerra -esperaba que ese día nunca llegara- y defendiera a su país del enemigo latente que vivía en el exterior. 　　　　　 Por los siguientes 20 meses, aquel lugar iba a ser su hogar. Por las siguientes cinco semanas, aquel recinto era lo único que iba a conocer, todo el mundo exterior era ajeno a su día a día. 　　　　　 　　　　　 　　　　　 　　　　　 Como su enlistamiento fue repentino, la ceremonia de ingreso fue algo que el moreno nunca iba a conocer, ya se había llevado a cabo días atrás y él era el único ingresando en la base aquel viernes por la tarde a lo que solo le quedaba acostumbrarse al ritmo de vida que los demás llevaban. Siguiendo al soldado que había ido a buscarlo caminó por todo el lugar hasta el primer edificio, ingresó en el edificio mirando a su alrededor con curiosidad, todo era nuevo para él, el ambiente que allí habitaba era indescriptible, tenía esa sensación de que solo podía hablar cuando se lo ordenaran y así lo hizo, en cuanto el soldado le ordenó esperar respondió de manera firme quedándose de pie a un costado mientras solo miraba moviendo sus ojos, iba a ser complicado adaptarse a aquel estilo de vida donde no podría hablar cómodamente, tampoco podría hacer bromas si veía a los demás hombres tristes, agotados o estando en el límite de sus capacidades, allí iba a aprender a quedarse al margen por muy difícil situación que se presentara. 　　　　　 Al regresar el soldado, el moreno enderezó su postura y dejó un semblante neutro viendo como entre las manos traía una montaña de ropa entre otras cosas; sin evitarlo estiró sutilmente sus labios abriendo un poco sus ojos ante la sorpresa de ver todo eso, la bolsa que sostenía en su siniestra la movió para dejarla colgando de su muñeca y así recibir todo aquello con ambas manos lo que le obligó a alzar un poco su cabeza para no golpearse con el casco que estaba hasta arriba. 　　　　　 　　　　　 — Ese es tu uniforme, allí está todo lo que necesitas para poder vestirte además de tus útiles de aseo, no puedes perder nada porque no se te hará entrega de otro. Más tarde te haremos entrega de su buzo para con el que vestirás cuando estés en descanso. Ahora iremos a tu habitación. 　　　　　 　　　　　 DuJun no tuvo tiempo de responder, el hombre frente a él tampoco esperaba una respuesta a cambio o que le hiciera algún tipo de pregunta, lo que debía saber luego se le iba a decir junto al escuadrón donde iba a ser incorporado. Sin tener que hacer algo más allí ambos hombres se dirigieron al otro edificio donde los dormitorios se encontraban, ya todos estaban ordenados por lo que el moreno se integraría en algún lugar que tuviera espacio para acogerlo. Cuando llegaron al edificio el moreno debió colocar bastante atención de dónde dormiría, al ser alguien que tenía cero sentido de orientación no quería pasar vergüenza entrando en un cuarto que no era el de él o que sus superiores lo castigaran por merodear por allí cuando suponía debía estar atento para cualquier llamado, por ello cuando se detuvieron alzó la mirada para memorizar el número del cuarto donde ingresó sin más viendo el orden y la limpieza del lugar; el lugar era igual a los mostrados en los programas como “Real Men” solo que algo le decía que la vida allí sería más dura de lo que podía apreciar en el programa. 　　　　　 Esa pequeña distracción fue detectada por el soldado quien le ordenó que acomodara sus pertenencias en el bloque vacío; avergonzado, el moreno respondió con un fuerte cómo energético ‘sí’ en lo que subía el pequeño desnivel acercándose al lugar que le pertenecía, acomodó todo lo que se le había entregado junto a la bolsa con su ropa limpia y con ello listo se paró frente al hombre quien nuevamente sin decir algo salió de allí caminando por los pasillos de aquel edificio, DuJun solo le siguió en silencio llegando pronto al área que se utilizaba para entrenar, los reclutas estaban en reunidos en diferentes grupos, desde la altura todos se veían iguales, nadie resaltaba, a excepción de él que aún llevaba ropa de civil puesta. Bajaron las escaleras caminando por el terreno de tierra hasta uno de los escuadrones que estaba conformado por 18 reclutas, entre ellos, uno resaltaba, ya que, era alguien que el moreno conocía bastante bien, se trataba de aquel muchacho que quería como un hermano menor, aquel que lo vio crecer como cantante y encontrarlo allí fue la mayor alegría que pudo sentir entre toda la tristeza por la repentina noticia que lo llevó allí. 　　　　　 Una amplia sonrisa se formó en los labios del moreno, quería ir y saludar a su amigo pero se contuvo frotando sus manos contra los costados de su pantalón mientras avanzaban hasta llegar donde estaba el grupo reunido, en cuanto Seo EunKwang observó a su amigo se escuchó un fuerte grito de felicidad y tras aquello ambos hombres se abrazaron con fuerza mientras reían y gritaban creando un espectáculo que todos se voltearon a ver, no debían conocerlos para saber que ambos se conocían, más que eso, que ambos tenían un cariño especial por el otro que los reclutas que estaban allí sonrieron contagiados por felicidad que irradiaban ambos la cual se acabó cuando el soldado carraspeó y llamó a que se formaran. 　　　　　 　　　　　 — Como ya vieron llegó un nuevo recluta al escuadrón número cuatro; fórmate frente a tus nuevos compañeros y preséntate. — ¡Sí! —Dando un paso al frente dejó la fila, caminó hasta donde estaba el soldado que le había hablado quedando de frente a sus nuevos compañeros. Se paró firme, alzó su diestra dejando la punta de sus dedos sobre la ceja y con fuerza pronunció aquella palabra que utilizaban para saludar— Recluta número 49, Yoon DuJun, es un placer conocerlos. — Vuelve a tu puesto… Como ya saben, su entrenamiento comenzará el día lunes a primera hora, durante estos días les enseñaremos lo básico como saludar correctamente y la postura que deben adoptar cuando estén formados, hoy tendrán actividades religiosas. Aprovechen de descansar y prepararse para las siguientes cinco semanas, a partir del lunes no volverán a tener libre ¿Entendido? —Un ‘Sí’ normal se dejó escuchar entre los reclutas lo que hizo que el soldado frunciera la frente— ¡¿Entendido?! —Volvió a repetir con más fuerza lo que obligó a los reclutas gritar su respuesta afirmativa quedando libres hasta la hora de la cena. — Woah~ tenemos a dos celebridades en nuestro escuadrón. — Mi hermana es fan de DuJun hyung, no me dijo que vendría aquí. — ¿No habrá avisado antes a sus fans? — Hyung, ¿Por qué te estás enlistando hoy? La ceremonia de ingreso fue hace unos días 　　　　　 　　　　　 Los reclutas no perdieron tiempo en demostrar la sorpresa de tener el líder de HIGHLIGHT y BTOB con ellos pero la mayor sorpresa era que el moreno se estaba enlistando solo en un día bastante extraño pues, nadie más había ingresado aquel día, por ellos todos rodearon al recién llegado junto a EunKwang quien estaba frente a DuJun sosteniendole una de las mano. 　　　　　 　　　　　 — Fue algo repentino, me llegó la carta de enlistamiento hace dos días y decía que hoy debía presentarme, yo había ido a presentar el exámen para ingresar a la policía pero quede descalificado, en eso me llegó la carta y llegué aquí… estoy bastante feliz de que quedáramos juntos y con todos ustedes, espero nos llevemos bien. 　　　　　 　　　　　 Con una gran sonrisa el moreno le habló a todos los reclutas quienes de manera amigable lo acogieron de inmediato, no le hicieron ninguna pregunta sobre su trabajo, en cambio se ofrecieron a enseñarle el lugar, debían cuidarse unos a los otros y eso tenían pensado hacer, sería irracional odiarse entre ellos creando una tensión incómoda, lo mejor era llevarse bien y las personalidades de ambos idol ayudaba a que eso sucediera. 　　　　　 Luego de todo el trabajo sin descanso que había hecho durante el año, tendría un descanso. Luego de vivir sus últimos diez años de vida sin un horario fijo para sus comidas u hora de dormir, tendría uno. El futuro era incierto, los meses que estarían allí podrían cambiar el rumbo de su carrera pero pensar en aquello solo lograría que su corazón se sintiera más angustiado de lo que ya estaba, debía relajarse, despejar su mente y prepararse para su nueva vida. Debía aprender muchas cosas. Debía convertirse en un soldado completo. Debía saber cómo defender a su país cuando este lo necesitara. Debía convertirse en un hombre para todos quienes le esperaban afuera.

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» 𝐬𝐞𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐧𝐞𝐱𝐭 𝐭𝐢𝐦𝐞.

　　　　　　　　　2018년 8월 24일 | Seoul, Korea | 윤두준 　　　　　　　　　　　» 잘가 다음에 보자. 　　　 　　　 　　　 Cumplir 30 años se sentía bien, podía decir que era todo un hombre, o al menos eso quería ser, pues para ello debía pasar por una experiencia única, una que estaba a la vuelta de la esquina considerando su edad y que jamás se dio el tiempo de realizar en el pasado al estar ocupado con distintas promociones, tanto grupales como individuales pero ya era hora de que dejara todo preparado para cuando realizara su servicio. 　　　　　　 El deseo que todos compartían era el de enlistarse los cinco juntos, de esa manera su tiempo fuera de los escenarios sería menor, el problema era que cada uno tenía actividades distintas; DuJun estaba a pocas semanas de terminar su drama, KiKwang y JunHyung seguían en grabaciones; YoSeob y DongWoon por su parte eran DJ de programa de radio así que encajar las fechas parecía complicado, pero aún tenían tiempo, podían hacer que las fechas no fuesen tan separadas entre ellos. 　　　　　　 DuJun y YoSeob al ser los más libres de tiempo tomaron el exámen juntos para cumplir su servicio en la policía, si tenían la fortuna de estar juntos no se sentirían tan solos el día de su despedida. Con confianza se presentaron, daban por hecho que ambos quedarían seleccionados pero la verdad fue otra, DuJun no quedó en la lista lo que dejó a YoSeob como el primer miembro en irse, aunque aún no tenía fecha de cuando debía presentarse. 　　　　　　 Sin mayor preocupaciones dieron la noticia a saber, los fans tenían derecho a saber lo que ocurría como también que se prepararan para cuando la fecha fuese establecida, de esa manera pensaron como organizar el comeback que llevaban planeando de meses atrás, no querían irse sin mostrarse a los fans los cinco juntos. Con ese pensamiento en mente cada uno fue viendo que fecha era la más óptima para el comeback, lo que no sabían era que ese comeback quizás tendría que posponerse por más de dos años. 　　　　　　 De un segundo a otro varias plataformas comenzaron a llenarse de una sola noticia "Yoon DuJun se enlistará el día 24", "Let's eat 3 deberá cancelar 2 capítulos por el enlistamiento de Yoon DuJun", "El líder de HIGHLIGHT entrará al ejército el día 24", como era de esperarse todos comenzaron a reaccionar, preguntar si la noticia era cierta, que porque tán repentina si horas atrás se había anunciado que el moreno no había calificado para ingresar a la policia. Por varios minutos la angusticia se vivió por diferentes partes del mundo, todos con un solo deseo que era saber la verdad aunque el primero en confirma la noticia fue Let's eat 3 al decir que tras la reciente noticia el drama que estaba planificado para 16 episodios tendría que ser reducido a 14 episodios. 　　　　　　 Mientras ese caos se vivía en Internet, en Around Us Ent. también se vivía un caos por la noticia, aunque más que nada era la tristeza lo que invadía todo. Lo más sencillo era sacar un comunicado oficial aclarando todo pero DuJun rechazó la idea, no quería explicar las cosas de esa manera así que pidió un tiempo el cuál utilizó para sentarse en una mesa con un lapiz y hoja de papel en blanco. No debió pensar mucho lo que iba a escribir, cuanto sus fans aparecieron en su mente las palabras fluyeron a través de su mano llenando aquel papel con una hermosa caligrafía llena de emociones, incluso él que estaba escribiendo era atacado por un sin fin de sentimientos que estaba controlando de la mejor manera posible. 　　　　　　 Una vez estuvo listo la carta fue subida y de tal manera todo se confirmó dando pie a los mensajes de los fans como más noticias que confirmaban la fecha de enlistamiento. De por sí toda la situación era triste pero eso no le importó a Choi GyooSik, el director de Let's eat 3, quién atacó al líder de HIGHLIGHT tratandolo de irresponsable por no terminar sus grabaciones e irse tan repentinamente, pues debido a él, su drama había sido afecto. Sin tardanza diferentes comentarios fueron dejados en la noticia publicada defendiendo a DuJun quien era la principal víctima de lo que estaba ocurriendo, era un enlistamiento repentino, nadie podía hacer algo, si la fecha fue dada solo quedaba que cumpliera ya que el mismo gobierno lo había llamado para que cumpliera con su país. 　　　　　　 Noticia tras noticia referente a lo mismo, fue una en particular que terminó con el asunto, pues fue un reportero quien habló por parte de todos los fans y expectadores al decir que el drama no era comparable con sus temporadas anteriores, que todo el drama era desilucionante y el hecho de no tener un plan de contingencia para algo que se sabía era culpa del mismo director. 　　　　　　 Inicialmente DuJun había rechazado de participar en el drama pero trás innumerables llamadas y reuniones lo terminaron convenciendo de que actuara nuevamente Goo DaeYoung, por que sí, la responsabilidad de tener un guión B era del director en sí. 　　　　　　 A dos días del enlistamiento, todos esperaban que el moreno descansara, compartiera su último día con su familia y amigos pero eso no ocurrió. DuJun se sintió responsable de lo que ocurría por lo que llegó al set de filmación desde muy temprano, quería dejar todas sus escenas listas antes de irse, por ello fue el único actor en estar allí, estudiando las nuevas escenas que debieron ser escritas y a pesar de su estado de ánimo debió actuar como si nada sucediera. 　　　　　　 Las horas fueron pasando, los mensajes se acumulaban en las redes sociales, su corazón dolía a cada hora pensando en sus fans a quienes no podría ver antes de irse. Así pasó su último día fuera de la base. 　　　　　　 (DuJun) Sin esperar nada, dos personas llegaron a visitarlo al set de grabación, Yoon Park y Kwang DongYeon, sus amigos y ex-coestrellas del drama Radio Romance, ambos hombres fueron a pasar un pequeño tiempo con él mientras se preparaba para grabar, verlos allí fue un apoyo incondicional que agradeció profundamente, sus amigos (JunHyung, YoSeob, KiKwang y DongWoon) estaban ocupados con sus propias actividades que le había pedido no descuidaran por él. 　　　　　　 Al set no solo llegaron esos dos hombres, también llegaron los padres de DuJun, era normal para los padres querer cenar con su hijo, lo normal hubiera sido estar en casa pero para ellos no, ellos visitaron a su hijo en el trabajo para pasar la mayor cantidad de tiempo con él antes de despedirlo. 　　　　　　 Para DuJun era difícil contener sus lágrimas por los gestos de todos, se sentía tocado ese día lluvioso, que hubiera una tormenta no ayudaba en nada, aun así, una última sorpresa le fue dada cuando un camión de comida llegó para apoyarlo. Sus fans habían hecho su trabajo al enviarle aquel camión con comida deciliosa, un eslogan que dejaba en claro la posición que tenían y un televisor para que viera el video que le habían preparado. Sin importarle mucho lo que le dijeran se tomó su tiempo en ver el camión, de leer cada cosita que allí estaba y de ver el video que duraba un poco más de 21 minutos. 　　　　　　 Ese gesto de sus fans realmente lo tocó haciendolo sentir amado de una manera indescriptible, se seguía sintiendo culpable pero también aliviado por saber que lo iban a esperar hasta que saliera. 　　　　　　 Ya era hora de que regresara a casa pero antes de eso se acercó al dueño del camión a quien le sonrió con suavidad e hizo un solo comentario "Esta será la última vez ¿Puede tomarme una fotografía?" Con ello quedó finalizado su trabajo como actor. 　　　　　　 Tomó sus cosas, se despidió del staff y sus amigos para irse con sus padres, no a su casa, sino a la empresa al tener aún temas pendientes, entre ellos su corte de cabello. Por sí mismo intentaba darse ánimos para no hundir los ánimos de los demás -más de lo que ya estaban- pero en cuanto llegó a la empresa sus amigos estaban allí para él, se habían hecho el tiempo para compartir unas horas y como era de esperarse, los chicos hicieron todos sus esfuerzos para que esas horas fuesen divertidas, querían hacer sonreír a su líder como él en varias ocasiones los hizo sonreír a ellos mientras lloraban. 　　　　　　 DongWoon por desgracia era el único que no estaba presente, el maknae del grupo viajó antes de la noticia a Japón por lo que despedirse en persona fue imposible, aún así hicieron una video llamada para que todos pudieran verse y conversar entre ellos, como también, sacarse la última foto grupal que cada uno posteo con mensajes distintos. 　　　　　　 Ya listo y a horas de tener que irse, DuJun no pudo dormir, se pasó la noche en vela revisando los mensajes que sus fans le habían dejado como también los comentarios de apoyo de los k-netizen quienes lo apoyaban y enviaban palabras de amor, inclusive vio el evento que sus fans habían organizado para despedirlo en Melon. Las primeras 10 canciones eran exclusivamente para él, habían traido al chat canciones antiguas que escuchó con un corazón angustiado. 　　　　　　 Siendo ya 24 se levantó, se preparó y viajó a la empresa donde sus amigos lo estaban esperando junto al staff y sus padres, KiKwang por estar con las grabaciones de su drama debió irse sin tener la oportunidad de acompañar a su líder pero eso DuJun lo entendía por lo que no había resentimiento, en cambio, el mayor se sentía triste por no poder pasar tiempo con él como hubiese querido. Teniendo algunas horas extras solicitó realizar un Vlive, si él no podía ver a sus fans dejaría que ellos lo vieran a él y por ello hizo un pequeño video donde conversó un poco, mostró su cabello corto el cuál comentó que odiaba y leyó los mensajes que le iban llegando. 　　　　　　 Cada mensaje le nubló la mirada, estaba a nada de colocarse a llorar así que terminó la grabación a los pocos minutos de empezarla y con ello solo le quedaba partir... 　　　　　　 Todos se subieron a distintos vehículos viajando hasta la provincia de Gangwon donde estaba el campo de entrenamiento de la división de infantería n°27 de Hwacheon, allí era donde DuJun pasaría los siguientes 20 meses. Al bajar de los vehículos el ambiente se volvió triste, el personal del staff, los padres de DuJun, los manager, Kim TaeJoo, JunHyung y Yoseob, cada uno de ellos se colocó a llorar siendo la primera la madre del moreno. 　　　　　　 DuJun se tomó su tiempo en despedirse de cada uno siendo el primero JunHyung quien intentaba no colocarse a llorar allí mismo. Ambos (DuJun y JunHyung) eran casi de la misma estatura, el rapero era unos pocos centímetros más bajo pero sin importar aquello el moreno se puso de puntillas para rodear de buena manera los hombros de su amigo quien le rodeó la cintura y subió una mano hasta la espalda donde se aferró por largos segundos para despedirse. 　　　　　　 JunHyung odiaba estar lejos de su amigo pero más que nada, odiaba cuando DuJun no estaba cerca de él. 　　　　　　 Luego del rapero, DuJun se despidió de YoSeob quien intentaba hacer bromas para no echarse a llorar. Luego fueron los propios padres pasando a despedirse del staff, siendo el primero el propio manager del moreno quien no aguantó las lágrimas. 　　　　　　 "Hey, ¿Por qué estás llorando? No llores" Esas fueron las palabras del moreno cuando vio al hombre llorar, con cariño lo envolvió entre sus brazos y dejó suaves palmadas sobre la nuca para consolarlo o al menos hacer el intento hasta que lo llegaron a buscar, un soldado fue el encargado de terminar con la despedida, DuJun se despidió de todo antes de seguir al hombre ingresando en la base con la cabeza gacha al soportar sus lágrimas, caminó varios metros antes de darse vuelta, observó a todos por última vez y agitó su mano para volver a despedirse. 　　　　　　 Los vería en cinco semanas, aún así, era triste despedirse.

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» 𝐝𝐮𝐭𝐲 𝐦𝐢𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐲 𝐞𝐱𝐞𝐦𝐩𝐭

　　　　　　　　　2018년 8월 24일 | Seoul, Korea | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬; 𝐝𝐮𝐭𝐲 𝐦𝐢𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐲 𝐞𝐱𝐞𝐦𝐩𝐭 　　　 　　　 　　　 19:55 PM, su móvil vibró y sonó avisando que un nuevo mensaje había llegado a lo cuál ignoró por completo sabiendo de quién podía ser, solo tenía dos opciones, su esposa o sus padres, cualquiera que fuera no le iba a responder, no quería leer nada que pudiera alterar más su estado de ánimo ya que estaba al borde de las lágrimas pensando en lo peor. La espera para saber su resultado estaba volviéndose una eternidad, parecía como si ese día nunca acabaría, todo el optimismo que podría tener fue enterrado por la negatividad que la situación le generaba. 　　　　　　　　 Múltiples pasos dejaban ver lo ansioso que todos estaban, la sala de espera estaba en completo silencio, uno incómodo y lleno de tensión por saber quienes de allí volverían a casa con una sonrisa y quienes llegarían con una cuenta regresiva determinada. El moreno rogaba al cielo estar estar en el segundo grupo. 　　　　　　　　 Los minutos seguían pasando, el sonido del segundero avanzado lograba que cualquiera se pusiera de mal humor, algunos incluso susurraban insultos por la demora de la lista final. 　　　　　　　　 20:33 PM. Un hombre hizo acto de presencia en el lugar dejando a todos con el corazón en la mano; en la pared fueron pegados 5 pliegos de papel diferente y sin decir una palabra volvió a regresar por donde había salido dejando a todos los posibles reclutas estáticos, algunos mostraban la intención de avanzar pero se quedaban en su lugar, otros agacharon sus cabeza para orar tal vez, otros caminaron hacia los pliegos en la pared y por último estaban los hombres igual a DuJun, quienes se quedaron mirando a la distancia dejando que otros buscaran sus nombres antes que ellos. 　　　　　　　　 En ese preciso momento, DuJun regresó en el tiempo a la época de escuela cuando los exámenes eran entregados uno por uno por el profesor quien con un solo gesto dejaba saber la calificación obtenida. La única diferencia con aquel momento era que nadie le haría un gesto para saber el lugar que había obtenido. 　　　　　　　　 Iban a ser 10 minutos desde que la lista estaba allí esperándolo, ya había visto ambas reacciones esperadas, hombres alzando sus brazos en modo de celebración mientras que otros bajaban sus cabezas dejando saber que ellos regresarían en un tiempo más. Apoyó sus manos sobre las rodillas y de un solo impulso se puso de pie, avanzó la corta distancia y sin decir palabra alguna se hizo un espacio para buscarse; las listas estaban separadas por cada 100 números, del 1 al 400 eran los que habían sido aceptados, el resto eran los rechazados que debían volver después a menos que tuvieran a un costado de su nombre la palabra "exento". 　　　　　　　　 Calmado comenzó a buscar su nombre, la primera hoja quedó atrás, la segunda, llegada a la tercera su corazón latía con tanta fuerza que podía jurar que su pecho se iba a abrir por la presión, la respiración se volvió agitada mientras sus ojos iban bajando, estaba llegando al final y aún no aparecía su nombre. Los últimos 10 nombres fueron lo peor. Uno a uno fue leyendo disminuyendo las posibilidades de estar allí, mordió su labio inferior con fuerza hasta llegar al 400. Su nombre no estaba allí. 　　　　　　　　 Cualquiera se hubiera relajado a ese punto pero él seguía tenso, pasó a la cuarta hoja donde se siguió buscando llegando a dar con su nombre en el puesto 425, había sido rechazado pero lo que buscaba estaba a un costado tras sus datos, cerró sus ojos unos segundos antes de mirar esa casilla en particular, abrió sus ojos y de inmediato leyó lo escrito allí "exento", pestañeó varias veces para estar seguro de era verdad y no un sueño, para la quinta vez que repetía esa palabra en su mente una enorme sonrisa le adornó el rostro, sus hombros se relajaron y una risa salió de sus labios al desaparecer todo su estrés en un segundo. 　　　　　　　　 Miró a su alrededor viendo distintas expresiones por lo que se sintió mal por estar allí feliz, por ello salió del lugar hasta quedar fuera del edificio donde finalmente leyó el mensaje que le había llegado y era de su esposa, con solo ver el remitente sus ojos se humedecieron, todas las ideas que en su momento cruzaron su mente se borraron para siempre lo que le dejó responderle calmado el mensaje. 　　　　　　　　 Ya era tarde, lo mejor era llamar a sus padres para irse a quedar con ellos aquella noche pero no quería, ya extrañaba a su familia, extrañaba a sus hijos y a su esposa que había dejado preocupada por lo que decidió regresar ese mismo día. Salió del recinto esperando un taxi que lo llevara al aeropuerto y en ello la llamada de su madre alumbró la pantalla de su móvil, cogió la llamada escuchando esa voz que le hizo sonreír cual niño pequeño. 　　　　　　　　 　　　　　　　　 — Omma~ — DuJunnie~ Por tu voz debo suponer que tienes buenas noticias. — Sí, aunque no sé si serán buenas para ustedes o ara appa.... — ¿Quedaste excluido? — Sí... — Felicidades hijo, no te preocupes por tu padre, él lo aceptó. — ¡¿De verdad?! Eso me hace más feliz, no quería desilusionarlo. — Nunca lo has desilusionado y nosotros estamos felices, no debemos despedirte. ¿Qué harás ahora? — Quiero regresar a casa. — Ve, Fei-ssi debe estar preocupada por ti. — Gracias omma. En un tiempo vendremos de visita. — Lo sé, ten un buen viaje. 　　　　　　　　 　　　　　　　　 No fue la llamada más larga pero fue la más satisfactoria en ese momento, las palabras de su madre y su compresión lo eran todo para regresar a casa con un corazón aliviado. 　　　　　　　　 Mientras iba viajando en el taxi continuó mensajeandose con su esposa, escuchando un audio de sus hijos y él dejando uno para ellos, así se lo llevó durante todo el transcurso sin decirle a su esposa que regresaría esa misma noche, más bien le hizo creer que se quedaría en Corea por la noche. 　　　　　　　　 Pasadas unas horas abordó el avión para regresar a su hogar, a diferencia de su ida allí que no pudo cerrar los ojos, una vez el avión despegó se quedó profundamente dormido hasta llegar a Haikou. Una vez bajó del avión y tomó un taxi nuevamente se quedó dormido hasta quedar fuera de su domicilio, el taxista fue el encargado de despertarlo a lo que se disculpó, agradeció y pagó por su viaje. 　　　　　　　　 Siendo la mañana del día 24, su viaje finalizó, ingresó a su casa en silencio, subió hasta la planta alta para dirigir sus pasos a la habitación matrimonial donde estaba toda su familia siendo su esposa quién despertó por lo que tuvieron ese pequeño momento juntos donde le dijo la verdad de su viaje y el resultado que había obtenido. 　　　　　　　　 Junto a una felicitación recibió un regañó por mentir, fue mimado unos minutos y por último mandado a la cama para que descansara apropiadamente.

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» 𝐦𝐢𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐲 𝐞𝐱𝐚𝐦

　　　　　　　　　2018년 8월 23일 | Seoul, Korea | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐫𝐧; 𝐦𝐢𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐲 𝐞𝐱𝐚𝐦 　　　 　　　 　　　 Volar de noche había sido una buena idea, para cuando el reloj marcaba las 10:55 A.M, él estaba fuera de la base militar, quieto, mirando la fachada mientras las manos le temblaban aún teniendo estas cerradas en puños, mordía constantemente su labio inferior de los nervios, a su lado pasaban varios hombres casi en su mismo estado, algunos de su edad, otros más jóvenes y varios que apenas habían cumplido su mayoría de edad; todos estaban nerviosos por los resultados que tendrían aquel día, ya que, solo unos pocos saldrían de allí con una sonrisa en sus labios. 　　　　　 Sin poder perder más tiempo suspiró de forma pesada, exhaló todo el aire que tenía en sus pulmones y con ello liberó su mente de todos los malos pensamientos que lo atormentaban, dejó su mente en blanco y endureció su corazón para no quebrarse en la mitad del camino. 　　　　　 Ingresó en la base caminando junto a los demás hombres reunidos allí. Lo primero fue cambiarse de ropa por un short y playera verde, todos estaban vestidos de igual forma lo que significaba que estaban por la misma razón; rendir el examen. Las pertenencias de cada uno quedaron en casilleros individuales, no debían preocuparse por perder algo valioso, así toda la concentración podía estar en las pruebas que esperaban por ellos. 　　　　　 La primera prueba era rellenar un formulario con los datos personales de cada uno, para ello ingresaron en un auditorio, cada uno se sentó en un lugar libre quedando a los pocos minutos listos para comenzar. Fueron entregados los formularios y dadas las instrucciones antes de comenzar; aquello era sencillo, era ir rellenando las casillas vacías con los datos solicitados como nombre, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, estatura, peso, enfermedades crónicas, cirugías, entre otros. 　　　　　 Yoon Dujun, 4/7/1989, Goyang, 1.79cm, 67 kg, Asma, Cirugía ocular por deterioro visual y cirugía en la rodilla por desgarro de ligamento. Cada casilla fue escrita con la verdad que el moreno estaba tranquilo pues no tendría problema de que le acusaran de mentir. 　　　　　 Terminaba aquella parte de la prueba fueron trasladados a otra sala donde verificaron la estatura y peso, además a cada uno se le realizó un exámen de sangre, una radiografía al tórax para descartar problemas cardíacos y exámen de orina para descartar ciertas enfermedades como también para verificar que nadie estuviese drogas en su organismo. 　　　　　 Cada prueba llevaba su tiempo, por la cantidad de hombres en el lugar las horas fueron pasando, así la mañana quedó atrás llegando la calurosa tarde pero aunque hiciera calor, en el exterior había una tormenta que no ayudaba a subir el ánimo de todos allí, en especial de los más jóvenes quienes estaban en su primer año de universidad, enlistarse significaba perder a sus amigos y perder el año académico por completo. Eso no era para nada reconfortante sabiendo que muchos estaban endeudados para sacar su título universitario. 　　　　　 Por su parte, el moreno estaba alejado de todos los grupos, quería estar solo, quería mantener su calma para pensar de forma razonable lo que podía hacer en caso dé, pero, a final de cuentas solo llegó a una respuesta extrema, regresar a Haikou sin importar si eso significaba quedar como un traidor, valía más cumplir su promesa con su esposa que quedarse encerrado dos años sin poder verlos, no tenía el corazón ni el valor suficiente para dejarlos solos, ellos lo necesitaban y él los necesitaba a ellos, ya llevaba un par resignandose a la idea de enlistarse por lo que pensar nuevamente en ello le hacía querer llorar, gritar y maldecir a toda persona a su alrededor, aunque claramente eso no lo hizo. 　　　　　 Cuantas más horas pasaban más angustiado se sentía, quedaban pocas pruebas para cuando el sol comenzó a esconderse, nuevamente sus manos comenzaron a temblar cuando estuvo frente a la última prueba, eran preguntas claras donde debía responder si o no, claramente todas sus respuestas eran no, pues no tenía ninguna enfermedad mental pero allí estaba, tentado a mentir para sabotear su examen, era sencillo marcar en el círculo contrario aunque eso significaba arriesgar una pena de cárcel por mentir en un examen oficial del ejército así que desistió de toda idea y respondió con la verdad. Al finalizar entregó su examen con la mirada perdida, solo quedaba la entrevista personal y de allí esperar la lista con el resultado oficial. 　　　　　 Si su nombre aparecía en la lista de convocados iba a ser el fin de todo. 　　　　　 Siendo el turno de él ingresó en la sala para su entrevista ya cambiado de ropa y sus pertenencias en mano, saludó a los hombres sentados frente a él y de su mochila sacó los papeles de su inscripción en la universidad, dejó todo sobre la mesa para que lo vieran en lo que él tomó en la única silla libre que estaba allí. La expresión de los reclutadores no fue la mejor, los tres fruncieron el ceño, susurraron entre ellos mientras miraban algunos papeles y tras unos incómodos minutos comenzó la entrevista que lo mantuvo nervioso cada segundo hasta que finalizó. De allí solo debía esperar el resultado...

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»𝐚𝐰𝐤𝐰𝐚𝐫𝐝 𝐭𝐫𝐚𝐯𝐞𝐥 𝐭𝐨 𝐊𝐨𝐫𝐞𝐚

　　　　　　　　　2018년 8월 22일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐭𝐦𝐞𝐧𝐭?; 𝐚𝐰𝐤𝐰𝐚𝐫𝐝 𝐭𝐫𝐚𝐯𝐞𝐥 𝐭𝐨 𝐊𝐨𝐫𝐞𝐚 　　　 　　　 　　　 El día que tanto había aplazado había llegado. Desde su adolescencia había pensado enlistarse cuando fuese cumpliese la mayoría de edad, de esa manera saldría de aquel trámite rápido, pero, en cuanto eso sucedió se vio envuelto en un nuevo mundo que lo llevó a pensar "Cuando tenga tiempo me enlistaré"; de esa manera se llevó los años con él y en cuanto tuvo tiempo una nueva etapa comenzó en su vida que le hizo cambiar por completo su mentalidad; su deber se volvió una completa molestia que no sabía cómo superar y mientras pensaba, la cuenta regresiva se puso en marcha. 　　　　　　 Las últimas semanas habían sido un caos para el moreno, los planes que tenía se veían amenazados por una conversación que tuvo con su padre quien además de explicarle la nueva legislación le hizo pensar bien sobre de decisión que estaba tomando, DuJun sabía bien lo que quería pero entendía a su padre y su desilusión cuando le comunicó que no iba a realizar su servicio como todo ciudadano coreano, comprendía que lo había lastimado pero tampoco era algo fácil para él, ya que, irse al ejercito era un tema que de niño le habían explicado, era su responsabilidad cumplir con el llamado de su nación, por lo cual, no presentarse en parte le hacía sentir que le estaba dando la espalda. 　　　　　　 Realmente se estaba perdiendo una experiencia única. También estaba ganando muchas otras que le llenarían el alma. 　　　　　　 Inscribirse en la universidad de Hainan para realizar su magister en música se vio adelantado, todo el proceso lo hizo a escondidas de su esposa al no querer que se  preocupara, no quería que ella tuviera que cargar con esa angustia que él tenía, como tampoco el miedo o la desilusión que todos sus planes se vieran arruinados si no dejaban que estudiara allí para el siguiente año, incluso para asegurarse, estaba pidiendo la inscripción para una materia es específica que comenzaría a fines de Octubre. Eso debía ayudar a que sus posibilidades de tener éxito fueran altas. 　　　　　　 Toda la angustia que tenía por saber su resultado lo estaba comiendo por dentro, sus ánimos se vieron afectados y el entorno alrededor de él comenzó a sentirse extraño, era lo que más odiaba, sentirse triste, alejado de su esposa, sentir que todas sus acciones la lastimaban y su mente se encargaba de hacer sentir culpable por todo lo que solo generaba que se hundiera cada día más en su tristeza, tanto así, que cuando fue aceptado en la universidad no pudo celebrar aquello, tampoco se lo dijo a su esposa pues por su mente solo pasaba la idea de que su enlistamiento lo obligara a irse por casi dos años. 　　　　　　 Con su matrícula lista en la universidad estaba a un paso de cumplir su deseo, eso debía ser motivo para que volviera a ser el mismo de siempre pero en cambio sentía una opresión en su pecho, una como espina que estaba clavada en lo más profundo de su corazón que lo hacía sentir inquieto, su mente positiva se volvió pesimista, y el sentir que algo malo podía suceder no lo dejaba dormir por las noches. Fue así que un día todo se juntó para hacerlo sentir la peor persona del mundo; estaba consciente que si debía ingresar al ejército tendría que dejar a su esposa e hijos solos pero no solo ellos, la realidad lo golpeó con fuerza cuando se percató que había una posibilidad de que su esposa estuviera embarazada, llevaban un tiempo planeando la llegada del tercer bebé y por lo despistado que había estado no se dio cuenta del atraso de su esposa, aquello fue la gota que lo superó, en cuanto ese pensamiento apareció en su mente sus ojos se humedecieron de inmediato, la respiración se le cortó y las ganas de llorar lo hundieron al punto de alejarse de todo dejando a su esposa sola cuando ella necesitaba de él, sabía que estaba haciendo mal, se sentía culpable por no poder estar para ella pero si en ese momento la veía, se iba a romper en un profundo llanto que había estado aguantando por días. 　　　　　　 Siendo superado por todo decidió hacer el viaje que tanto había aplazado, debía ir hasta Corea para presentarse en el ejército y rogar que le dieran la suspensión para el servicio, fue así que sacó el pasaje de avión para la madrugada del 23 de Agosto, viajaría desde el aeropuerto de Haikou hasta Seoul lo que hacía un vuelo de casi 6 horas, a eso debía incluirse el viaje al aeropuerto de casi 1 horas más el viaje desde el aeropuerto de Seoul hasta la base militar a la cual se presentaría. Con todo aquello su viaje se volvió de 9-10 horas por lo mínimo. 　　　　　　 Sufriendo de insomnio la noche anterior a su viaje decidió usar el tiempo en armar su mochila, ropa de cambio, sus papeles de la universidad, sus cosas de uso personal, todo lo que necesitaba lo dejó listo en su mochila mientras su esposa dormía con calma, lo único que le faltaban eran sus documentos para viajar, aquello su esposa debía tenerlos por lo que regresó a la cama e intentó dormir un poco para estar mejor la mañana de su viaje que había dejado en secreto de su familia. 　　　　　　 Pasó la mañana como un día normal hasta la hora de la siesta donde sus hijos descansaban, no sabía como decirle a su esposa o mejor dicho, que le iba a decir pues el tema de su ida al ejército por ningún motivo lo iba a nombrar así que se paseó por la casa hasta tener algo en mente y la fue a buscar, para su sorpresa ella estaba despierta lo que les dio un tiempo a solas para que pudieran conversar. Se armó de valor para decirle que viajaría por 2 días a Corea para realizar unos trámites, en cuanto fue cuestionado de que trámites se trataban mintió diciendo que sobre la universidad pero la verdad era que él era pésimo para mentir y eso su esposa lo sabía bastante bien que pudo leer a través de sus mentiras dándole algunas palabras de apoyo a lo que él debió morderse la lengua para mantener todos sus pensamientos y secretos con él. No le diría la verdad hasta estar seguro de todo. 　　　　　　 Llegada la noche se despidió de su esposa, la besó varias veces y le sonrió como si nada sucediera tomando su equipaje, con ello salió de casa borrando su sonrisa de inmediato, ¿Por qué sentía como si fuera una despedida prolongada? ¿Así se sentían los soldados al irse? No podía saber eso pero así se sentía. Suspiró de manera profunda saliendo totalmente de su casa para tomar el taxi que había llamado. Apretó sus dientes y abordó sin vuelta atrás, lo que sucediera al día siguiente debía aceptarlo como el hombre que era. 　　　　　　 Aquellas horas de viaje se le hicieron una eternidad, su pecho estaba oprimido a cada hora y la desesperación por saber lo que sucedería lo mantuvo despierto durante todo el vuelo, aquello simplemente lo llenó de pensamientos que intentó esconder al escuchar música, al pensar en otros temas hasta que el aviso de que estaban llegando lo regresó a la realidad haciéndole ver que estaba a poco de saber el destino de su vida, o al menos, de los dos siguientes años...

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daughter & dad playing

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 8월 8일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐞; 𝐝𝐚𝐮𝐠𝐡𝐭𝐞𝐫 & 𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠 　　　 　　　 　　　　 La tarde en la familia Yoon-Wang se usaba para la siesta, era normal siendo que ambos infantes aún eran pequeños y necesitaban de esas horas para reponer sus energías antes de volver a jugar hasta la noche. Por costumbre, cada adulto acostaba a uno de los pequeños, aquel día el moreno acostaría a su hija quien seguía jugando en el piso a pesar que su madre, hermano y cachorros subieron a la planta superior para descansar. 　　　　　　 　　　　　　 — Mei~ Es tu hora de la siesta — "¡Ño!" — Aigoo... debes dormir conejita — "Ño, ño, ño" 　　　　　　 　　　　　　 Mei había heredado lo testarudo de ambos adultos por lo que sabía bastante bien lo que la palabra 'no' significaba a tal punto que se levantó del piso y huyo de su padre para no ser acostada. En el pasado DuJun hubiera hecho de todo para hacerla dormir perdiendo horas en inservibles métodos pero la experiencia adquirida en los años tenía la respuesta a ese pequeño "problema". 　　　　　　 En vez de perseguirla se sentó en el piso con las piernas y brazos estirados, esa acción llamó la curiosidad de la pequeña y más que nada la hizo correr hacia su padre a quien abrazo y mordió la mejilla al ser una muestra de afecto que tenía con él; DuJun abrazó a su hija con ternura riendo divertido por esa mordida que regresó en una muy suave contra esa pequeña y esponjosa mejilla de la menor. 　　　　　　 　　　　　　 — ¿De verdad no quieres ir a dormir? — "¡Shi!" — Mh... mami y Junhao están durmiendo ahora mismo así que debemos estar en silencio, ¿Nos escapamos al parque? 　　　　　　 　　　　　　 Más que una afirmación, Mei chilló como respuesta ante la pregunta del adulto, aplaudió y mostró la mas grande sonrisa por saber que saldría de casa para jugar, DuJun solo la miró enternecido y llenó de besos antes de tomarla bien en brazos para levantarse con ella e ir directo a la entrada de casa donde tomó las zapatillas de ambos. 　　　　　　 El parque no estaba muy lejos de donde vivían por lo que fueron caminando, mas bien, el moreno caminó mientras la infante era cargada y "conversaba" con su padre, estaba en esa edad donde sabía pocas palabras por lo que podía formar frases sencillas, la mayoría eran balbuceos o preguntas de que era lo que iba mirando a lo que el mayor con una sonrisa iba respondiendo todo sin importarle que tuviera que repetirlo más de tres veces, le encantaba esa inocencia y curiosidad de la más pequeña de la casa. 　　　　　　 Llegando al parque el moreno bajó a la pequeña quien corrió de inmediato hasta los juegos llamando a su padre para que le ayudara a subirse a estos. Debido a la hora muy pocos niños estaban jugando allí por lo que Mei pudo utilizar cada juego que quería siendo ayudada a subirse; los chillidos y risas era lo único que se escuchaba en el lugar acompañada por las sonrisas de cada padre que estaba junto a su hijo. 　　　　　　 A diferencia de otros parques, aquel tenía columpios para niños, aquellos donde los más pequeños podían sentarse solos sin miedo a caerse, DuJun subió a su hija en uno de esos e impulso lo suficiente para escucharla gritar por la diversión que estaba teniendo la cuál la llevaba a que golpeara el aire mientras movía los brazos. Frente a los columpio habían barras de diferentes tamaños, desde las más bajas hasta las más altas por lo que el moreno se acercó a la más alta, se puso de puntillas para tomarse con firmerza y empezar a hacer unas barras mientras miraba a su hija quien de inmediato le estiró los brazos y llamó en un grito para que la bajara. 　　　　　　 　　　　　　 — Noo~ tu estás jugando allí, yo estoy jugando aquí — "¡Papi!" 　　　　　　 　　　　　　 Una de las cosas que DuJun amaba era molestar a sus hijos por ello jugó con su hija un momento, se soltó de las barras y caminó hasta su hija a quien tomó en brazos y besuqueó la mejilla notando como señalaba lo que había estado usando antes. 　　　　　　 　　　　　　 — ¿Quieres hacer barras? Bueno, veamos cuantas puedes hacer 　　　　　　 　　　　　　 Tomó bien en brazos a su hija para dejar que ella se sostuviera de la barra o hiciera el intento pues sus pequeñas manos no lograban rodear todo el metal, el moreno la sostuvo por la cintura y la azó para que hiciera la primera flexión de brazos que terminó con él riendo con fuerzas. Mei desde pequeña imitaba los gestos de su padre y las exageraciones de este cuando jugaban por lo que, al flectar sus brazos su rostro se arrugó como si estuviera haciendo la mayor fuerza de su vida siendo que estaba siendo ayudada en todo y eso hijo que el adulto riera divertido por esa expresión tan actuada. 　　　　　　 　　　　　　 — ¡Yah! Mei, no hagas esas caras 　　　　　　 　　　　　　 La infante solo se río divertida y las siguió haciendo mientras se ejercitaba hasta que se aburrió y fue a otro juego. Se la pasaron de aquella forma, de juego en juego por largos segundos hasta que el sueño venció a la infante quien se durmió en los brazos de su padre sin mostrar señales de querer despertar. 　　　　　　 　　　　　　 — Es hora de regresar a casa... 　　　　　　 　　　　　　 Susurrando eso para si mismo, el moreno retomó su viaje de regreso a casa para que su hija descansara como debía y él mismo tomara una siesta, desde que se estaba ejercitando diarimente aprovechaba las tardes para dormir un poco antes de irse a la playa a surfear pero no ese día, ese día sería un oso dormilón junto a su esposa.

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run in the beach

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 7월 29일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐞𝐱𝐞𝐫𝐜𝐢𝐬𝐞; 𝐫𝐮𝐧 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐞𝐚𝐜𝐡 　　　 　　　 　　　　 Era común escuchar que cuando un hombre se casa este comenzaba a subir de peso y DuJun apoyaba aquello, desde que había formado una familia junto a su esposa de a poco fue ganando peso, nada drástico gracias a que se le pasaba jugando todos los días con sus hijos pero aún así, si se miraba al espejo podía apreciar más que nada en la zona de su abdomen que estaba más flácido de lo que una vez estuvo acostumbrado a estar, sus músculos marcados también habían desaparecido y, a pesar que nunca se preocupó por mantenerse en forma, en aquella ocasión estaba decidido a bajar algunos kilos como marcar los músculos de su espalda, brazos y muslos. 　　　　　　 Tenía menos de un mes para llevar a cabo su misión, la mejor opción que podía tomar era el de ir a un gimnasio para entrenar diariamente pero eso no llamaba su atención en lo más mínimo, él más bien era alguien de entrenar en casa, tener un entrenamiento más rural y en eso se enfocó. Vivía a pocos minutos de la playa donde podría ejercitar sus piernas, para sus brazos y espalda existían ejercicios básicos donde el uso de pesas no era necesario pero en caso de necesitarlos, una botella rellena con arena cumpliría la misma función o inclusive, sus propios hijos quienes podían ayudarle como si se tratase de un juego. 　　　　　　 Lo primero que hizo fue entrar en Internet, buscó guías de ejercicios que se acomodaran a él, de esa manera, en una hoja fue escribiendo su nueva rutina que no solo le ayudara en ese mes, sino también que se acomodara a su vida diaria y que pudiera seguir regularmente. Mientras iba escribiendo, sus hijos jugaban entre ellos sin prestarle demasiada atención hasta que su presencia fue requerida por la menor de la familia para que le ayudara a alcanzar un lápiz que se había caído bajo uno de los muebles. 　　　　　　 　　　　　　 — "¡Papi!" — Estoy aquí Mei, ¿Que pasa? 　　　　　　 　　　　　　 La infante señaló con su pequeño dedo el mueble donde su hermano mayor intentaba con todas sus fuerzas alcanzar el lápiz perdido, DuJun observó la escena unos segundos antes de recostarse en el piso para rescatar aquel lápiz con facilidad a lo que su hijo frunció la frente y se quejó de la misma forma en cómo él lo hacía lo que le sorprendió e hizo reír. 　　　　　　 　　　　　　 — Yah, JunHao... Papi tiene brazos más largos, por eso pude alcanzar el lápiz — "Yo quiero brazos largos como papi" — Tu tendrás brazos cortitos como mami — "¡No!" 　　　　　　 　　　　　　 Molestar al pequeño de esa manera era divertido para el moreno quien ya sabía que su hijo iba a ser igual que él cuando fuera mayor, era bastante obvio por como iba creciendo el mayor de los hermanos. 　　　　　　 Por jugar con su hijo había olvidado lo que estaba haciendo hasta que escuchó a la infante pregunta "¿Qué es esto?", fue allí que la miró notando como estaba cerca de la computadora a lo que se apresuró a levantarse y tomarla en brazos. 　　　　　　 　　　　　　 — Es una computadora, Mei, es para trabajar — "¿Papi tiene trabajo?" — Algo así... Estaba buscando algo que necesitaba 　　　　　　 　　　　　　 JunHao curioso se acercó a la computadora para observar el nuevo trabajo de su padre, a pesar de que no entendía lo que esa palabra significaba, buscó alguna pista en aquella pantalla que en pocos segundos hizo que perdiera el interés y volviera a su cuaderno a colorear junto a su hermana quien luchó entre los brazos del mayor para ser bajada. 　　　　　　 Llegada la hora de la siesta, el moreno acomodó a los pequeños en sus respectivas camas con ayuda de su esposa quien de igual forma se fue a descansar, en ese momento estaba acostumbrado a ser el único despierto por lo que empezaría su entrenamiento el cuál sería algo sencillo según él, correr por la playa al menos unos 30 minutos si es que el cansancio no le hacía detenerse antes. Se vistió con ropa holgada como fresca, se echó protector solar por todas las partes visible de su cuerpo y por último tomó su balón de fútbol y con este se dirigió al mar. 　　　　　　 Vivían a menos de diez minutos de la playa caminando así que el moreno no perdió tiempo en ello. Con naturalidad caminó hasta la playa y de allí hasta donde las olas mojaban la arena, sabía que iba a ser difícil correr sobre ese terreno pero estaba determinado a mejorar su condición física. Realizó ejercicios de calentamiento por largos minutos hasta que se sintió listo, dio una primera patada a su balón el cual avanzó como quería y tras de él comenzó a correr con dificultad por sobre la arena, el impulso que debía hacer para avanzar era mayor que si estuviera corriendo sobre pavimento o césped pero eso no le importó, el solo hecho de estar jugar con su balón fue suficiente para que se despreocupara de su alrededor. 　　　　　　 Como lo había esperado, el aliento se le fue dificultando después de empezar a correr con todas sus fuerzas, sus piernas comenzaron a doler ligeramente pero llevaba un poco más de la mitad del tiempo que quería lograr por lo que se empujó así mismo a continuar con su corrida hasta que la alarma en su reloj de muñeca le avisó que el tiempo se había cumplido. Rendido cayó de rodillas sobre la arena y de así se recostó boca abajo para girarse quedando sobre su espalda la cual se fue mojando por las olas que iban llegando a la orilla; estaba cansado, su respiración estaba en peor condición a comparación de cuando intimaba con su esposa, sus piernas dolían, inclusive las sentía palpitar lo que le hizo saber que al día siguiente tendría problemas para mantenerse en pie sin sentir que estaba temblando a cada segundo, podía haber sido que se fue al extremo, lo estaba recapacitando mientras estaba allí recostado mirando las nubes pasar por el cielo pero sabía que esa era la única forma para cumplir con la meta que se había impuesto.

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South Korea’s win

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 6월 27일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐜𝐮𝐩; 𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐊𝐨𝐫𝐞𝐚'𝐬 𝐰𝐢𝐧 　　　 　　　 　　　　 27 de Junio de 2018. 10:00 P.M Fase de grupos. Grupo H 　　　 El último partido de la escuadra surcoreana se llevaría a cabo, estaban en último lugar con cero puntos acumulados, no habían podido anotar en las anteriores dos fechas lo que dejaba en claro que soñar con entrar a octavos de final sería más que un milagro pues para ello, México debía golear a Suecia y Corea del Sur debía ganarle a Alemania, algo que se veía complicado por la diferencia futbolistica entre ambos países y porque la escuadra Alemana era el actual campeón de la copa del mundo pero sin importar aquello, DuJun estaba sentado frente al televisor para animar a su país desde Haikou, China; para él no importaba en que parte del mundo estuviera, si Corea jugaba vería su partido para alentar con todo su corazón. Ese tipo de hincha es que era el moreno. 　　　 El partido comenzó moviendo para Corea, desde el primer minuto la escuadra Alemana comenzó a atacar, era normal, ellos debían ganar para poder clasificar pero a pesar de ellos, los coreanos jugaban como si sus vidas dependiera de aquel partido lo que daba esa emoción de asustarse cuando el balón estaba dentro del área asiático, lo que hacía que DuJun susurrara para que despejaran aquel balón, como también reaccionara con el característico "UH!" llevando sus manos a la cabeza cuando los Alemanas pateaban buscando el primer gol. 　　　 Cerca de los 19 minutos de juego, los coreanos tuvieron la jugaba para anotar, el moreno apretaba sus labios y en cuanto el balón más se acercaba al área enemiga, el hombre se iba levantando del sofá para gritar pero la pelota salió del campo lo que le hizo regresar a sentarse en su lugar palmeando sus rodillas por los nervios que le recorrían todo el cuerpo. 　　　 Los minutos pasaban, la tensión dentro del campo de juego podía sentirse, Alemania presionaba con todo, atacaban para ganar, disparaban al arco en busca del gol pero el balón pasaba cerca lo que hacía sudar al moreno quien confiaba en que sus jugadores podían dar pelea si demostraban el nivel que tenían. Cada jugada era peligrosa, los gritos en el estadio más los gritos internos del moreno llevaron a hacer que aquel primer tiempo pasara más rápido de lo esperado; en cuanto el arbitro dio el pitido para finalizar DuJun suspiró de forma profunda, sus manos temblaban un poco pero nada de que preocuparse, en cambio aprovechó los 15 minutos del entretiempo para utilizar el baño, beber un poco de agua y buscar en Internet como había terminado la primera mitad del partido simultaneo de México/Suecia; ambos partidos habían terminado a cero lo que colocaba aún más presión en los tres equipos que más posibilidades tenían de obtener un cupo en la siguiente fase del mundial. 　　　 Pasado los 15 minutos el partido se renaudó, ambas escuadras comenzaron a atacar de inmediato, primero Corea buscando un disparo directo que llegó a los guantes del arquero Alemán. El juego no daba tregua, Alemania buscaba creando oportunidades para el primer gol, fue en eso que delantero n°11, Wenrer hizo sudar a todos los hinchas en el estadio de Kazán y a DuJun gritar un "¡No!" debió callar de inmediato al llevar ambas manos a la boca al recordar que sus hijos estaban durmiendo, sabía que debía estar en silencio pero la adrenalina que le recorría lo estaba superando para mantener la compostura en esos instantes. 　　　 Cinco minutos de aquel casi gol, llegó otro realizado Kross que hizo temblar la portería surcoreana. La presión que vivían los Alemanes era cada vez más grande cuando Suecia metió su primer gol, con ello debían anotar una vez para pasar y aquello se notó en el juego alemán que se hizo más feroz pero que los asiáticos podían mantener el ritmo e inclusive dar lucha haciendo temblar a los contrincantes cuando llegaban cerca del área. El partido era de ida y vuelta, ambos equipos presionaban, el tiempo iba contra reloj, pocos minutos quedaban para finalizar el encuentro llegando a los noventa minutos obligatorios a lo que el árbitro dio seis minutos más. 　　　 DuJun estaba nervioso, el corazón le palpitaba, por lo agitado pequeñas gotas de sudor se veían sobre su frente y costados de la mándibula; rezaba para que Corea metiera un gol y allí fue, al primer minuto de complemento, Corea tuvo un tiro de esquina, el balón voló hacia los jugadores que esperaban para rematar, en ello Kim YoungGwon realizó el primer gol que el moreno grito sobre uno de los cojines del sofá al no querer hacer demasiado demasiado ruido pero a los segundos su alegría se volvió en frustración peleando con el árbitro quien invalido el gol por posición de adelanto que fue corregido por el VAR lo que provocó que volviera a gritar contra el cojín que no soltaría por la euforia que estaba viviendo en ese momento. 　　　 Eran los últimos minutos de partido, toda Alemania subió en busca de ahora, dos goles para clasificar, los nervios estaban a flor de piel, la escuadra Alemana buscaba desesperado anotar lo que trajo la segunda oportunidad cuando aquel largo tiro fue realizado, DuJun apretó el cojín contra su boca mientras gritaba repitiendo "¡¡Corre!!"; la portería alemana estaba totalmente desprotegida, el gol estaba asegurado y más cuando Son HeungMin, a los seis minutos complementarios ayudó a que aquel balón marcara el 2-0 contra Alemania lo que hizo gritar euforico al sur coreano como dar saltitos en su lugar sintiendo esas inmensas ganas de llorar por estar ganando, ya no quedaba nada de partido y tras terminarse los diez minutos complementarios, Alemania quedó desclasificada y Corea con orgullo podía decir que venció y eliminó al campeón del mundo. 　　　 Con el partido terminado, DuJun cachó sentado en el sofá, ocultó su rostro contra el cojín prisionero que tenía hace un buen tiempo y sin controlarse comenzó a llorar de alegría lo que podía escucharse como sollozos al estar en silencio la casa, estaba solo en el primer piso por lo que se quedó allí varios minutos en lo que se iba calmando, en lo que toda la euforia y adrenalina se iban apagando hasta que pudo calmarse, de allí se fue al baño para limpiar su cara para subir e ir con su esposa quien debía estar al tanto de lo que había sucedido por solo verle el rostro y quizás, por haberlo escuchar gritar como llorar.

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triple choco mousse

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 6월 26일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐜𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠; 𝐭𝐫𝐢𝐩𝐥𝐞 𝐜𝐡𝐨𝐜𝐨 𝐦𝐨𝐮𝐬𝐬𝐞 　　　 　　　 　　 Desde hace un par de días, DuJun tenía un nuevo pasatiempo que era mirar vídeos de comida, especialmente de repostería, del tiempo que llevaba con su esposa aprendió a disfrutar de aquellos dulces postres hasta llegar a disfrutarlos y querer comerlos de vez en cuando, además ver esas recetas le divertía como también le entraba hambre. 　　　　　　　　　 Podía decir con orgullo que era bueno cocinando, sabía preparar varios platillos y su manejo en la cocina fue incrementando bastante en los últimos años pero cuando se trataba de repostería no estaba tan confiado, por ello no se atrevía a hacer lo que miraba a excepción de un postre que llamó su atención, la preparación era bastante sencilla, nada del otro mundo y cuando se lo mostró a su esposa más ganas de cocinar le dieron al verla tan animada por aquel dulce postre de chocolate. 　　　　　　　　　 En la noche dejó un post-it creado en su móvil con todos los ingredientes que iba a necesitar, así, al día siguiente tras levantarse y levantar a sus hijos salió con ellos a dos direcciones, la primera fue el jardín infantil donde dejó a su hijo mayor y tras ello se dirigió con la pequeña de la familia al supermercado donde comprarían todo lo que necesitaban además de algunas cositas que faltaban en casa. 　　　　　　　　　 DuJun era ese tipo de hombre que disfrutaba de hacer las compras, más si estaba acompañado de alguno de sus hijos, era el momento ideal para pasar tiempo juntos, enseñarles palabras nuevas y mostrarles más cosas que en casa no podían ver, sumado a ello, Mei estaba en esa etapa donde las ganas de aprender todo la invadian. 　　　　　　　　　 Tras llegar a casa lo primero que hizo fue ir a la habitación de su hija para mudarla, un proceso sencillo al estar acostumbrado, luego de ello bajaron para ir a la cocina donde la pequeña fue sentada en su silla y dejado un pote con fruta para que comiera en lo que el moreno se preparó para comenzar con el postre. Lo primero que hizo fue moler y picar todos los ingredientes que necesitaba los que dejó en diferentes potes y lo demás lo ordenó a un costado. 　　　　　　　　　 　　　　　　　　　 ー Lo primero es la base, ya tengo las galletas molidas y debo agregar la mantequilla ー "¡Shi!" 　　　　　　　　　 　　　　　　　　　 Hablando en voz alta lo que debía hacer, la infante respondía con su tierna voz a lo dicho por su padre aunque no supiera lo que le estaba diciendo, ella se divertía y el moreno sonreía feliz al escucharla mientras continuaba mezclando los ingredientes como decía la receta. 　　　　　　　　　 Varios balbuceos y palabras sin sentido se escuchaban en la cocina al ser Mei quién le hablaba a su padre mientras apuntaba toda la comida en la cocina, a lo que DuJun respondía con un divertido "No puedo agregarle eso" y así se llevaron ambos en los minutos que la base y la primera capa de mousse de chocolate fue agregada en los diferentes pocillos que fueron llevados al refrigerador donde se mantendrían hasta antes del almuerzo al ser temprano aún por la mañana. 　　　　　　　　　 Cada dos horas el menor de la pareja se iba a la cocina, cuando transcurrieron las dos preparó la segunda capa de mousse que agregó a los pocillos que sacó del refrigerador para ello y los volvió a meter durante dos horas más, tiempo que utilizó en ir a buscar a su hijo, preparar el almuerzo y comer con toda su familia quienes luego se fueron a hacer la siesta y él volvió a preparar la última capa de mousse para dejar su postre terminado, el cuál podrían disfrutar cuando todos despertaran de su siesta. La única diferencia de su postre con la receta original fue la decoración, en vez de decorar con chocolate picado, lo decoró con fresas al ser del agrado de todos en la familia.

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finished project

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 6월 15일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐦𝐢𝐫𝐫𝐨𝐫 𝐡𝐚𝐧𝐠; 𝐟𝐢𝐧𝐢𝐬𝐡𝐞𝐝 𝐩𝐫𝐨𝐣𝐞𝐜𝐭 　　　 　　　 　　　　 Fei y DuJun tenían todo tipo de conversaciones durante el día, varias ideas de lo que podían hacer quedaban marcadas para un futuro, pues necesitaban tiempo para llevar a cabo varias de ellas. En una de esas conversaciones surgió la idea de decorar la habitación con espejos, fue un idea a la que el moreno aceptó de inmediato y prometió tener hecha dentro de los siguientes días, no había un día en específico pero ambos sabían que sería pronto. 　　　 DuJun tenía la mala costumbre de hacer cosas a espaldas de su esposa, más cuando se trataba de llevar a cabo sorpresas o comprar, se aseguraba que no se enterara de nada, por ello usaba los tiempos cuando tomaba la siesta con los bebés de la casa para preparar todo, lo cuál le obligó a tomarse varios días en encontrar y comprar todo lo que pensaba era necesario según sus investigaciones en Internet. Para temas así, era bien meticuloso, pensaba en todo lo que podía suceder y como asegurarse que nadie saliera lastimado, por ello hizo una gran compra la cuál tardaría dos días en llegar. 　　　 En la tarde de aquel Viernes, un camión se estacionó fuera de la casa Yoon-Wang a lo que DuJun salió al ser el único despierto a esa hora, lo cuál se alegró pues así su esposa no vería los espejos que había solitado como otras cositas que creyó importantes. Los repartidores ingresaron todo a la casa, llevando todo a la sala del segundo piso que tenía el espacio suficiente para guardar todo por el momento, el moreno agradeció por la ayuda dejando que los trabajadores siguieran con su labor en lo que él se aseguró que todo estuviera allí, además, aprovechó de buscar las pocas herramientas que necesitaba para trabajar en ese proyecto. 　　　 Las ansias por comenzar a trabajar lo carcomían por dentro, cada minuto parecía una eternidad hasta que sus hijos y esposa despertaron de su siesta. Como cada día fue por sus hijos a quienes tomó en brazos, esperó a que su esposa saliera de la habitación para besuquearla escuchando sus quejas como la de los pequeños y con calma bajaron al primer piso donde los dejó a los tres como a los bebés peludos y comentó "Estaré trabajando, quedénse aquí" Sabía que eso despertaría la curiosidad de su esposa por saber que haría pero se reservó cualquier comentario y subió al segundo piso dirigiendose a la habitación matrimonial primeramente para quitar todo lo que estaba en la pared como correr la cama dejando todo despejado para trabajar; tras ello fue por lo que había comprado cambiando los espejos con cuidado hasta la cama donde los dejó con cuidado para que no se rompieran. 　　　 Cada espejo que había comprado, lo aseguraría a la pared utilizando un pegamento especial, para ello era necesario que midiera la pared marcando con un lapiz donde iría cada espejo, se cercioró que las marcas estuvieran niveladas para pegar cada espejo como correspondía y por el tiempo que el envase del pegamento estipulaba, así no se caerían. Pegó una fila de tres espejos quedando la cama a la mitad de estos, utilizaban gran parte de la pared que decidió pegarles encima una capa protectora transparente, así, en caso de llegar a romperse, los trozos no caerían encima de ellos; también, pegó al armazón de la cama unas gomas que evitarían que los espejos se golpearan. 　　　 Todo ese procedimiento le llevó una hora completa pero no se desanimó por ello, al contrario, al ver que estaba quedando todo perfecto, se puso a medir el techo para también pegar los espejos que allí irían. Copió todo el procedimiento priviamente realizado con los espejos, solo que al tenerlos afirmados, a los costados del primer y tercer espejo atornillo al techo un pequeño anclaje, esto era para asegurar los espejos con una tira de metal que evitaría por cualquier circunstancia cayeran sobre la cama y encima de ellos cuando estuvieran durmiendo. También era para que él mismo se sintiera seguro estando allí. 　　　 Con una amplia sonrisa observó su trabajo, acomodó todo como iba y guardó las herramientas que había utilizado antes de salir de la habitación pasadas mas de dos horas, finalmente le mostraría a su esposa lo que había hecho cumpliendo la promesa que había hecho días atrás.

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day in the park

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 4월 16일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐝𝐚𝐝 & 𝐬𝐨𝐧; 𝐝𝐚𝐲 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐤 　　　 　　　 　　 Habían días como aquel en donde la siesta no era una opción para el pequeño de la familia. A pesar de pasarse toda la mañana jugando en el jardín infantil con sus compañeros, JunHao ese día no quería llegar a casa para tomar su merecida siesta, el infante de casi 3 años de edad quería salir, quería jugar con su padre en algún parque cercano mientras en casa, su hermanita y su madre descansaban pacifícamente. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー"Papi, ¿podemos ir al parque?" ー ¿Al parque? Pero debes tomar tu siesta, luego podemos ir al parque ー "No siesta, no sueño" ー Omo... ¿Ya eres un niño grande que no necesita tomar siesta? ー "¡Shi! JunHao niño grande" 　　　　　　　 　　　　　　　 La energía era más que evidente en ese pequeño niño por lo cuál DuJun sabía que llevarlo a casa y obligarle a dormir sería una perdida de tiempo, así que redigieron sus pasos para ir hasta el parque que ambos conocían bastante bien, no era la primera vez que salían juntos para jugar, tenían ese lugar que a ambos les gustaba pues estaba la cancha de fútbol como alguno que otro juego que hasta ese momento el infante no prestaba atención al ser aún pequeño como para alcanzarlos y porque disfrutaba más de correr por el cesped tras el balón de fútbol junto a su padre quién le celebraba cada pequeña acción como si fuese lo más grande del mundo. 　　　　　　　 Con casi 3 años, el pequeño tenía una vocabulario amplio, la capacidad de expresarse como quería aunque en varios momentos la emoción lo llevaba a tartamudear al intentar hablar más rápido de lo que podía, en esos momento el moreno moría de ternura y le daba el tiempo que necesario para que terminara sus oraciones antes de responderle con calma, impresionandose por todo lo que le contaba, que principalmente eran los juegos y canciones que aprendía en el jardín. 　　　　　　　 Así se la llevaron hasta llegar al parque que estaba vacío debido a la hora, los niños de primaria y secundaria permanecían en las escuelas estudiando por lo que podían jugar todo lo que quisieran antes que llegaran. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー "¡Pelota!" ー No traje la pelota, JunHao... 　　　　　　　 　　　　　　　 Por un momento el infante hizo un puchero y parecía que estaba a punto de hacer un berrinche por no poder jugar como él estaba acostumbrado pero por fortuna algo más llamó su atención, aquellos juegos que hasta hace unos meses parecían imposibles para él, ahora los veía con otros ojos, había crecido, podía divertirse con ellos y saber que sentían los niños más grandes. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー "Papi, eso" 　　　　　　　 　　　　　　　 Con su dedito señaló los juegos que en sí eran para hacer deporte como bicicletas, algunas para hacer abdominales, barras y entre otra variedad. DuJun observó estos y luego a su hijo, pensó unos segundos ante de tomarle la manito para que juntos fueran a ese lugar. JunHao avanzaba dando brinquitos y chillando de vez en cuando al sentirse un niño grande, finalmente podría hacer lo que los niños de primaria hacían cada día tras salir de la escuela. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー Hay muchos juegos... intenta este 　　　　　　　 　　　　　　　 Dentro de todos los juegos había una resbaladilla, lo curioso de esta es que no tenía una escalera para subir, mas bien estaba unida a una rampa empinada que los niños debían escapar antes de deslizarse. A la vista del moreno parecía un juego normal, uno que podía fácilmente subir caminando pero para JunHao era como una gran montaña, podía ser intimidante de subir y cuando pequeño varias veces intentó escalar sin lograr resultados, era su padre quien omitía esa parte y lo subía hasta la resbaladilla para que tuviera diversión. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー "Yo puedo" ー Tu puedes, ya eres niño grande 　　　　　　　 　　　　　　　 Por seguridad, DuJun se puso tras su hijo, no para ayudarlo o algo, mas bien para afirmarlo por si veía que se caía, lo dejaría intentar solo, estaba preparado para aquel desafío y JunHao estaba mas que listo para afrontarlo. Como podía fue subiendo aquella rampa moviendo sus manos y piernas como su padre le iba indicando, un par de veces se tropezó pero debido a lo terco que era no permitió que su padre le ayudara y continuó subiendo hasta llegar a la cima. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー ¡Lo hiciste! 　　　　　　　 　　　　　　　 Imitando a su hijo, el moreno alzó sus brazos al verlo arriba del juego, lo felicitó y celebró como si de verdad hubiera subido una montaña, no le importaba si estaba exagerando, era un gran logro para su hijo quien se mostraba satisfecho consigo mismo por lograr algo que tanto anhelaba. Esperó a que se deslizara por la resfaladilla para tomarlo en brazos y besuquearle las mejillas lo que provocó en el menor varias risas. 　　　　　　　 Juego tras juego fueron disfrutando de ese momento padre e hijo que tenían hasta que quedó un único juego, las barras, parecía imposible aún para el menor, su estatura no le permitía alcanzar las barras y tampoco era un juego donde la pasara bien, pero, aún sabiendo eso el moreno tomó en brazos a su hijo y le hizo afirmarse con sus manitos de aquel objeto mientras lo sonstenía. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー JunHao, veremos que tan fuerte eres... debes afirmarte lo que más puedas ー "Está alto..." ー No te vas a caer, yo estaré aquí para afirmarte cuando no puedas más 　　　　　　　 　　　　　　　 Dándole la indicación, DuJun separó un poco sus manos del cuerpo de su hijo quien quedó solo soportando el peso de todo su cuerpo en sus pequeñas manos que como podían se aferraban a esa barra. El moreno de inmediato comenzó a contar mentalmente los segundos que iban transcurriendo mientras su hijo hacía gestos por el esfuerzo que estaba colocando, sus manitos y rostro se estaban colocando rojos, cualquier otro niño desistiría dejandose caer pero él seguía allí queriendo demostrar lo fuerte que era. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー ... 23....24... ¿Estas bien? 　　　　　　　 　　　　　　　 JunHao no dijo nada, estaba colocando todo su esfuerzo en mantenerse allí hasta que sus manitos no pudieron mas y se soltó sin previo aviso, pero, DuJun al tener sus manos cerca lo afirmó de inmediato tomándolo bien en brazos estando impresionado, su hijo había durado mas de 36 segundos colgados en esa barra, no era un logro menor, más bien, demostraba la fuerza que tenía en sus brazos a esa corta edad. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー Woah~... JunHao, eres realmente genial, duraste mucho tiempo ー "¿JunHao fuerte?" ー ¡Eres muy fuerte! Lo hiciste muy bien 　　　　　　　 　　　　　　　 Nuevamente le besuqueó las mejillas solo que lo mantuvo en brazos para dejar que recuperara al aliento, parecía realmente cansado tras ese esfuerzo que había hecho. 　　　　　　　 Ya no había nada mas que pudieran hacer allí por lo que tomaron las cosas y fueron de camino a casa.

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doing floater

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 4월 1일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐰𝐚𝐯𝐞; 𝐝𝐨𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐥𝐨𝐚𝐭𝐞𝐫 　　　 　　　 　　　　 Iban dos meses y medio desde su primer encuentro con aquel deporte acuatico, por su curiosidad y deseos de hacer un deporte fue que llegó a esa isla con su traje especial para hacer surf, no estaba seguro si continuaría pero en esa primera instancia disfrutó del mar en su máximo esplendor. 　　　　　　　　 Le habían dicho que en un mes estaría surfeando por si mismo, podría montar una ola y moverse por esta a su antojo, sentir las gotas de agua caer por su rostro mientras se deslizaba en aquella tabla en lo que duraba una ola hasta que siguiera su camino hasta la orilla para romper. Sí, tan solo un mes si es que hubiera sido constante en su practica. 　　　　　　　　 DuJun era el tipo de hombre que todo le llamaba la atención y quería hacer pero, muy pocas cosas que comenzaba las terminaba, la gran mayoría quedaba a medio camino siendo olvidadas en el tiempo, el surf podría ser una de ellas, lo más probable era que así fuera, en unas semanas debería haberse olvidado del deporte aunque fue lo contrario; cada día que transcurría quería dirigirse a la playa para surfear. 　　　　　　　　 Por mucho que su deseo de pasar en el mar fuese grande, el moreno conocía bastante bien sus responsabilidades paternales, no era algo a lo que estuviera obligado, más bien, eran esas responsabilidades que amaba y cumplía con una gran felicidad, por ello pasar tiempo con sus hijos era más importante lo que le hizo salir de casa una, o tal vez dos veces por semanas mientras su familia tomaba la siesta. 　　　　　　　　 Aprender a colocarse de pie sobre la tabla fue el proceso más difícil al su cuerpo perder la practicar de estar sobre una superficie tan inestable como era el agua. 　　　　　　　　 Cada avance que lograba era mínimo, las personas con quienes comenzó a entrenar ya todas estaban por sus propios medios disfrutando de aquel deporte, era el único resagado, algo que no le colocaba mal, ya que, por su propia voluntad había llegado a ese punto. 　　　　　　　　 　　　　　　　　 ー Me impresiona que sigas viniendo, otras personas nunca más aparecen ー Incluso a mi me impresiona, pero es algo que de verdad quiero hacer ー Cuando lo logres ¿Traeras a tus hijos? ー Es lo que más quiero ahora mismo 　　　　　　　　 　　　　　　　　 Sentado sobre la tabla observaba a los niños en su practica, a un lado estaba el profesor quien ya le conocía y entendía las razones para que apareciera de vez en cuando por allí, razones tan validas que le entusiasmaban pues por fotografías conocía a los hijos del moreno quien como un padre orgulloso mostraba a sus bebés. 　　　　　　　　 Observar a los niños le llenaba de aquel sentimiento de querer ver a sus pequeños allí, sabía bien que aún eran jovenes, obligarlos a que surfearan de verdad era una tontería, mas bien, lo que quería era llevarlos para que amaran el mar, para que aprendieran a respertarlo y no le tuvieran miedo como él lo hacía. 　　　　　　　　 En su interior, el miedo estaba latente en cada oportunidad cuando se adentraba en el mar. 　　　　　　　　 La brisa marina era reconfortante, el sol brillaba de tal modo que todo era perfecto para estar allí, de alguna manera se podía sentir que aquel día sería el día. Sin perder tiempo comenzó a su practica. En su mismo lugar se arrodilló sobre la tabla, intentando que su cuerpo se acostumbrara a las suaves olas que movían la tabla, parecía imposible pero de alguna forma debía lograrlo, así fue como intentó colocarse de pie aguantando un par de segundos antes de caer al agua. 　　　　　　　　 Una tras otra caía de la tabla salpicando el agua en cuanto su cuerpo se sumergía es esa superficie, era normal si al día siguiente aparecía con uno que otro moretón en su espalda, brazos o piernas pues el golpe que se daba era bastante fuerte aunque aun así se colocaba de pie para seguir intentando, para durar un segundo mas de pie antes que, tras varios intentos logró mantenerse de pie a pesar de sentir sus piernas tambalear, era algo normal considerando que debía agustar a cada momento su equilibrio para mantenerse así. 　　　　　　　　 　　　　　　　　 ー ¡Oh! Ya puedes mantenerte en pie, estás listo para montar tu primera ola ー ¿Ya? ¿No me voy a caer cuando lo esté haciendo? ー Es lo más probable pero solo debes seguir intentando hasta que puedas hacerlo sin caerte 　　　　　　　　 　　　　　　　　 La idea de seguir callendose no era para nada alentador, su cuerpo ya estaba algo adolorido pero continuaría, tenía un gran deseo por montar su primera ola como varias veces había visto a los demás, era estrictamente necesario que él también lo lograra para sentirse bien consigo mismo. 　　　　　　　　 Mentalizado comenzó a remar, Intercalando el movimiento de sus brazos se adentró en el mar, lo suficiente hasta quedar a metros de donde se formaban las olas. Sus ojos estaban fijos en el punto donde la ola se formaba, se repetía cuales eran los pasos que debía seguir y en cuanto se sintió listo recostó todo su cuerpo en la tabla. 　　　　　　　　 Centímetro a centímetro acortó la distancia, dejó de remar en el punto exacto, sus manos se afirmaron de los bordes de la tabla para enderezar su torso y sin dudarlo realizó el "Take off", levantó su cuerpo por completo para colocarse de pie sobre la tabla. Por un momento creyó haberlo conseguido pero al segundo su cuerpo se fue hacia atrás al no pararse en el punto medio de la tabla donde podía mantener el equilibrio. 　　　　　　　　 No logró percatarse en el momento exacto en que se cayó, tan solo sintió como su cuerpo se sumergía y por instinto se impulso para sacar su cabeza tomando una gran bocanada de aire en lo que volvió a sentarse sobre su tabla. Sacudió su cabeza teniendo una gran sonrisa en sus labios, estaba a poco de cumplir su meta por lo que continuó 　　　　　　　　 Remar. Take off. Caerse. Otra vez. 　　　　　　　　 Los minutos pasaban, el sol iba descendiendo, señalando su encuentro con el horizonte y el moreno seguía allí. Por todo el tiempo que llevaba sus piernas las sentía temblar con mayor fuerza y su cuerpo se estremecía por el frío que lo estaba invadiendo pero aún así continuó. 　　　　　　　　 Ser terco en momentos así ya no sabía si era una virtud o una estupidez, ese era el pensamiento que indavía su cabeza mientras remaba con dificultad, sus brazos ya dolían por todas las veces que había repetido la misma acción. Al llegar al punto perfecto realizó el take off sin problema, esperaba nuevamente fallar pero en cuanto se dio cuenta estaba sobre la ola, era su primer "Floater". 　　　　　　　　 Un sentimiento de orgullo propio creció en el pecho de DuJun, poder lograr lo que se había propuesto hace meses era algo que amaba, incluido con ello nació un amor por ese deporte, quería volver a montar una ola, regresar a ese lugar para aprender todas las demás técnicas pero por aquel día era suficiente, ya llevaba un buen tiempo allí que debía regresar a casa con su familia lo cuál hizo tras remar hacia la orilla de la playa, entregar la tabla y tomar sus pertenecias para caminar los pocos minutos que le separaban de su casa.

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family call

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 2월 19일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐒𝐞𝐨𝐥𝐥𝐚𝐥; 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲 𝐜𝐚𝐥𝐥 　　　 　　　 　　　　 El fin de semana se había celebrado el año nuevo lunar, tres días de festividades donde la familia era el centro de todo acompañado con las distintas actividades que se realizaban; al igual que el año anterior, la familia Yoon-Wang lo celebró en China, por ello, DuJun llamó a su familia el primer día de festividades para saludar a sus padres como hermana y sobrino, a diferencia de cualquier día normal, esa llamada fue bastante corta, de un par de minutos donde se saludaron, dieron los buenos deseos para aquel año y de allí no conversaron durante todo el fin de semana al ir de un lado a otro festejando. 　　　　　　　 Como cualquier otro día, la familia tomó la siesta programa, ambos pequeños la necesitaban para recuperar sus energías y los adultos aprovechaban para descansar también. Lo normal era que todos durmieran cerca de 2 horas si es que no era un poco más, eso debía ser pero el infante, JunHao, tuvo otros planes en mente al despertar tras solo una hora de sueño. Sin problemas bajó de su cama y abrazado a su peluche de dinosaurio caminó hasta la habitación matrimonial donde se esmeró en despertar a su padre; le dio palmadas en la cara además de algunos apretones en la mejilla en lo que le llamaba con esa tierna voz que hizo al moreno salir de su sueño y abrir sus ojos para encontrarse con el pequeño a centímetros de su rostro. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー Bebé... ¿Que haces despierto? ー "Ya no sueño... vamos jugar" 　　　　　　　 　　　　　　　 Dando un bostezo, el moreno se sentó en la cama y bajó sus piernas dejando que su hijo se acomodara entre ellas para ser tomado en brazos junto a su peluche, colocándose en pie salieron de la habitación para bajar hasta el primer piso mientras ambos bostezaban al aún tener sueño pero el menor no dormiría, tenía la terquedad de su madre cuando se lo proponía que el mayor no gastaría energías en hacerlo dormir, solo conseguiría berrinches y un lloriqueo. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー Antes de jugar, ¿Llamamos a la abuela? ー "Shi" 　　　　　　　 　　　　　　　 Sentandose en el piso frente a la mesa de centro, DuJun tomó su móvil para buscar el número de su madre y así hacer una video llamada, dejaría que los viera a ambos como dos pequeños osos que acababan de despertar. Acomodó el móvil en la mesa y abrazado a su hijo esperaron hasta que la llamada fue aceptada, el rostro de la mujer de edad se dejó ver haciendo que ambos sonrieran en lo que llamaban a la mayor, DuJun como "mami" y JunHao como "abuela", dos palabras que hicieron feliz a la mujer que los llamó de forma cariñosa a ambos. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー ¿Que estilo de peinado están llevando? ー Acabamos de despertar, conejito bebé no quizo dormir más y me despertó ー Omo, ¿Eso es cierto? ー "Shi, yo querer jugar con papi... abuela, te extraño" 　　　　　　　 　　　　　　　 Al estar cerca de los dos años y medios, el vocabulario del infante le permitía tener conversaciones básicas además de expresar lo que sentía, él conocía sobre la tristeza, dolor, felicidad y el extrañar a alguien, por lo que sus palabras eran sinceras, aún más cuando se abrazaba a su peluche y hablaba con una voz voz aún mas tierna que derretía a cualquier persona que lo escuchara. 　　　　　　　 　　　　　　　 ー También te extraño, ya nos veremos y pasearemos con el abuelo y Mei ー "Shi abuela" ー ¿Donde están Mei y PeiPei? ー Siguen durmiendo, cuando despierten los llamaremos para que las vean 　　　　　　　 　　　　　　　 Entre los tres conservaron largos minutos hasta que el padre de DuJun se unió a ellos junto a Doori y Jun, la hermana y sobrina del moreno que felices conversaban entre todos; aunque estuvieran separados por kilometros, con aquella llamada podían sentir que estaban en el mismo lugar pasando un agradable momento en familia, en especial ambos menores que podían ver a todos haciendo que chillaran y aplaudieran en cualquier momento al jugar a través de la pantalla. 　　　　　　　 Pasaron el tiempo de esa forma hasta que los cachorros, Shun y Shaoran despertaron de su siesta, ambos comenzaron a ladrar para ser liberados de donde estaban como también exigían su comida, eso fue el aviso para despedirse y terminar la llamada, dejaron el móvil sobre la mesa y entre ambos hombres fueron a alimentar a los cachorros juguetones.

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saving the little bee

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 1월 31일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐬𝐭𝐮𝐟𝐟𝐞𝐝 𝐭𝐨𝐲 𝐡𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥; ����𝐚𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐛𝐞𝐞 　　　 　　　 　　 Shòu, el cachorro mayor de la familia Yoon-Wang desde pequeño tenía una abejita de peluche, la pareja le había comprado aquel objeto para que jugara cuando apenas era una bolita pero el cachorro usaba aquel peluche para dormir hasta convertirse en un perro adulto, él amaba su abejita, tanto, que aquel día comenzó a llorar frente al peluche tirado en el piso. 　　　 Ante los gemidos, el moreno extrañado se acercó al cachorro que estaba recostado en el piso moviendo al peluche con su nariz y nada más, una situación inusual para aquella bola blanca que normalmente jugaba con sus hijos por la casa. Al llegar a su lado, se sentó en el piso estirando su mano para acariciar al cachorro que le miraba mientras mantenía su llanto intacto, moviendo con su nariz el peluche para hacerle entenderque algo ocurría, DuJun tomó el peluche percatandose de inmediato lo que ocurría, la costura se había roto dejando a la abejita con un gran agujero de donde el relleno se estaba saliendo. 　　　 　　　 ー Abejita está lastimada, ¿Por eso estás llorando? 　　　 　　　 Como respuesta recibió un lloriqueo mas fuerte y que el cachorro se moviera para quedarse sentado entre sus piernas buscando consuelo para el terror que estaba viviendo con su juguete favorito. DuJun lo abrazó dejándole suaves caricias mientras miraba al peluche pensando que podría hacer para recuperarlo. 　　　 　　　 ー Tranquilo, voy a arreglar a tu abejita 　　　 　　　 Sabía sobre los hospitales de peluches, aquellos lugares en Corea y Japón donde personas se dedicaban a arreglar todo tipo de juguetes que le presentaran, lo malo, no sabía si allí en Haikou existiera un lugar como aquel para que arreglara bien aquel peluche pequeño. 　　　 Cuando tuvo la oportunidad, buscó un lugar parecido en Internet encontrandose con un hospital de peluche que estaban a varios kilometros de donde vivían pero que en vehículo no eran mas que minutos. En su mochila hecho la abejita de su cachorro como otros peluches que necesitaban algunos arreglos menores, aprovecharía de hacer todo aquel día después de ir a buscar a su hijo al jardín de infantes. 　　　 Pasadas las horas, se subió al vehículo para ir en busca de su hijo a la misma hora de siempre a lo que llegó antes que saliera lo que le dio el tiempo suficiente para estacionar el vehículo y esperar en la puerta al infante quién salió corriendo a los brazos de su padre a quién abrazó mas que feliz. 　　　 　　　 ー ¿Tuviste un buen día? ー "Shi!" ー Woah~ ahora debemos ir al hospital ー "No quiero..." ー Es por abejita 　　　 　　　 Dicho eso, el infante tomó mas interés dejándose llevar por su padre hasta el vehículo donde fue sentado en su silla y tras eso pudo ver lo que le había sucedido a esa abejita que tan bien conocía, al ver el peluches así hizo un puchero lloriqueando sutilmente. 　　　 　　　 ー No llores, iremos al hospital para que curen a abejita ー "¿Van a curar?" ー Así es, abejita se va a poner mejor y regresará a casa 　　　 　　　 Con una sonrisa paternal, el moreno le dejó un besito en la mejilla a su hijo quien lo llenaba de ternura por preocuparse así de un peluche que había visto durante toda su pequeña vida. Jugando, viajaron por esas calles durante largos minutos hasta llegar a un edificio en particular, el vehículo fue estacionado y ambos hombres desendieron ingresando por la puerta principal encontrandose con un ambiente bastante infantil y acogedor. Varios peluches adornaban el lugar haciendolos parecer que eran pacientes, enfermeras o médicos, algo que a JunHao llamó su atención haciendole chillar por ver todo aquello, por su parte, el moreno sonreía entusiasmado hasta que una mujer apareció con ellos saludando a lo que respondió y el infante imitó abrazandose a la pierna del mayor. Los adultos intercambiaron unas palabras hasta que la mujer se agachó para colocarle atención al menor. 　　　 　　　 ー 'Así que vienes a acompañar a alguien ¿Quién es el paciente?' ー "Abejita... ¿Puede curar?" ー 'Claro que sí, nosotros curaremos a abejita" 　　　 　　　 La amabilidad de la señora logro que el infante dejara de esconderse para hablar mas confiado y mostrarle el peluche cuando el moreno se lo entregó, una vez la señora vio el peluche sonrió y los hizo pasar primero a una pequeña parte donde una mesa de intante estaba lista con un papel encima que imitaba a una autorización para realizar una ciruajía, no era nada importante, solo algo que los niños podían hacer para hacer mas "real" el hecho de que estuvieran en un hospital. JunHao firmó el papel haciendo lineas aleatorias animado de que el peluche y los demás juguetes serían reestaurados. 　　　 Esperaron junto a todos los peluches mientras los especialitas hacían sus trabajos durante cerca de treinta minutos hasta que los llamaron para que ingresaran, una de las cosas que hacían eran colocar a todos los peluches en camitas con una manta encima haciendo como si estuviesen descanso luego de su cirugía. 　　　 　　　 ー "¡Abejita!" ー Abejita se recuperó y podrá regresar a casa 　　　 　　　 Feliz, el infante aplaudió hasta que el peluche le fue entregado, lo abrazó aferrandolo a su pequeño cuerpo en lo que daba las gracias mientras el moreno recibía los demás juguetes que fueron guardados en su mochila, dio las gracias, pagó lo debido para luego retirarse regresando a la casa. 　　　 Una vez llegaron, el infante corrió hasta la puerta con el peluche en brazos, en cuanto el mayor abrió la puerta ingresó chillando en lo que llamaba al cachorro quien estaba echado sobre el sofá sin querer moverse a pesar de que lo estaban llamando. 　　　 　　　 ー "Shòu, abejita" 　　　 　　　 JunHao se acercó al cachorro mostrandole el peluche lo que llamó la atención del can, sus animos cambiaron al levantarse ladrando de felicidad por tener a su peluche de vuelta el cuál tomó en su hocico para acurrucarse con él. 　　　 　　　 ー No duermas aquí, JunHao debe tomar su siesta, vamos arriba. 　　　 　　　 Subiendo al segundo piso, tanto el cachorro como el infante se quedaron dormidos junto a ese peluche que duraría un buen tiempo mas junto a ambos antes que necesitaran llevarlo de nuevo a reparar.

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first day of practice

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 1월 15일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐬𝐮𝐫𝐟𝐢𝐧𝐠: 𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐝𝐚𝐲 𝐨𝐟 𝐩𝐫𝐚𝐜𝐭𝐢𝐜𝐞 　　　 　　　 　　　　 La hora de la siesta era necesaria, mas que eso, una obligación aún para los menores de la casa que debían reponer sus energías para la segunda mitad del día donde podrían seguir jugando. Por ello, aquel parte del día era perfecto para ir a hacer el deporte que se había entusiasmado a practicar. 　　　 Una vez que sus hijos se quedaron dormidos, se dirigió a la habitación para colocarse su traje de baño nuevo y encima de este, un pantalón corto como una polera holgada; tomó su bolso y tras despedirse de su esposa salió de la casa directo a la playa que estaba bastante cerca de allí que, caminando le tomaría tan solo unos cinco minutos. Durante la última semana estuvo investigando acerca de lugares donde podría arrendar una tabla de surf y que le enseñaran lo básico, ya que, había pasado un buen tiempo desde que había montado una tabla así que su mente no era del todo clara al recordar lo que debía y no debía hacer. 　　　 Tras caminar el tiempo debido, llegó hasta el lugar que había visto con anterioridad, ingresó en el pequeño recinto donde saludó y sin perder tiempo se inscribió para tomar la clase de aquella tarde. 　　　 Completado el papeleo, se dirigió a los comerines donde tan solo se quitó su ropa que guardó en su bolso y este en uno de los casilleros; ya listo fue por su tabla la cuál fue elegida por el profesor a cargo, con ello listo esperó a los demás hasta que la clase comenzó. 　　　 Estando en la playa, lo primero fue estirar el cuerpo, como es cualquier deporte, se debía estirar cada músculo para evitar que estos se contrayeran, luego pasaron por la explicación teorica que llevaron a la practica y como se podía suponer, todos los presentes allí tenían dificultades para colocarse de pie, unos mas que otros, DuJun no era el mejor pero tampoco el peor, encontrar el equilibrio le tomó un par de intentos hasta conseguirlo sin caerse de la tabla en el intento. Pasando de eso, junto al profesor comenzaron a intentar tomar olas pequeñas, la única misión era colocarse de pie sin caerse; como era tan solo el primer día, avanzarían con lo básico que era mas que necesario para soltar el cuerpo y para el moreno, mentalizarse que nada malo le llegaría a ocurrir debido a su miedo por el mar. 　　　 Los minutos transcurrían con calma mientras el moreno estaba allí en el mar sin preocupaciones, viendo con su cuerpo se acostumbraba y podía ver los resultados de esa clases gracias a que ya tenía un muy leve conocimiento, quería quedarse allí pero la hora de clases terminó haciendo que todos regresaran para que se dieran una ducha rápida y se fueran a sus casas u otros lugares, eso dependía de cada quién pero si les advirtieron que no realizaran otro deporte debido a que el cuerpo les dolería al día siguiente por las repetidas caídas que habían tenido en esa hora. 　　　 Haciendo caso, se tomó una ducha para cambiar el traje de baño por su ropa donde se percató que no tenía ropa interior, había olvidado por completo ese "pequeño" detalle pero sin afligirse, se colocó su pantalón para regresar a casa, era extraño no llevar ropa interior estando fuera de su casa pero dudaba que algo extraño pudiera ocurrir en los cinco minutos que debía llegar hasta la comodidad de su hogar donde algo le decía que sería él quien necesitaría de una siesta luego de haber estado una hora en el agua, se sentía relajado mas de lo que esperaba.

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starting a new sport

　　　 　　　 　　　　　　　　　2018년 1월 7일 | Haikou, China | 尹王斗俊 　　　　　　　　　　　» 𝐖𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫 𝐒𝐮𝐫𝐟?; 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐚 𝐧𝐞𝐰 𝐬𝐩𝐨𝐫𝐭 　　　 　　　 　　　　 Acostumbrarse a estar nuevamente en China en parte era fácil y otra difícil. Estaba enamorado de Haikou y su casa era tan acogedora como siempre que en un par de días ya se sentía todo relajado por estar lejos de la ciudad, lejos de la vida apurada y todo aquello que de alguna forma lo estresaba; sus hijos tenían más patio y áreas verdes para jugar además que el clima era más que acogedor al no existir ese frío extremo del invierno, pero, lo que más le costaba era acostumbrarse al idioma, había perdido un poco de practica además de olvidar un par de palabras, por ello, decidió no salir solo en un par de semanas hasta lograr recuperar su nivel básico de conversación que lo dejaría sobrevivir allí sin perderse. 　　　 Sintiendose más confiado, decidió salir solo con sus hijos más allá del negocio que estaba cerca de casa, iría en vehículo hasta un mercado mas grande donde podrían comprar verduras y frutas frescas para la semana. Podría ir con su esposa también, todos juntos pero quería valerse por sí mismo y poner a prueba sus habilidades con el idioma. 　　　 Tomó a sus hijos en brazos para llevarlos hasta el vehículo, subió a cada uno a su silla donde los aseguró bien y luego se subió él comenzando a manejar sin problema. Como de costumbre iba cantando y jugando con sus hijos haciendo del viaje mas divertido hasta que llegaron, estacionó donde debía antes de bajar para dejar libres a sus pequeños; se colocó el cargador para llevar a su hija quien miraba todo curiosa llevando sus manos a la boca mientras JunHao iba aferrado a la mano de su padre mirando igual de curioso mientras avanzaban por el lugar. 　　　 Con calma iban avanzando, siempre los menores quienes recibían fruta de algunos comerciantes quienes les llamaban la atención, DuJun por su parte agradecía con una gran sonrisa mientras hacía las compras, se sentía feliz de que podía comprender cuando le hablaban y él expresarse de la mejor forma que lograban entenderle, aunque todos se daban cuenta que no era chino por sus facciones y la forma torpe en la que debía pensar mas de una vez lo que iba a decir para no tener errores grandes que pudiera provocar un malentendido. 　　　 Terminadas las compras regresó con los pequeños y las bolsas al vehículo, subió todo al maletero antes de subir a sus hijos a sus asientos para regresar a casa, hasta allí todo iba mas que bien, lo consideraba su victoria personal además de sentirse orgulloso por ese gran logro que para cualquiera parecería lo más mínimo y común de hacer. 　　　 De regreso, mientras iba jugando con sus hijos se pasó la calle por la cual debía ir, no estaba familiarizado con las calles que al darse cuenta entró en un pequeño pánico, el GPS estaba apagado para buscar una dirección y no vehículo un lugar donde pudiera detenerse para encenderlo, así que continuó mirando el sentido de las calles. Poco a poco comenzó a ponerse nervioso, no sabía donde estaba, no reconocía las calles o los lugares que pasaba, según él iba bien encaminado pero a ese punto se preguntaba seriamente que debía hacer, lo más lógico era usar el GPS o llamar a su esposa por direcciones, estaba en eso cuando su hijo lo llamó bastante urgido y lo próximo que escuchó de ese pequeño niño era que debía ir al baño. Internamente gritó entrando en pánico mientras seguía manejando buscando donde detenerse, cuando encontró espacio estacionó el vehículo y bajó sacando a sus hijos de sus asientos, tomó a ambos en brazos tras cerrar las puertas y así caminó por la vereda en busca de un local que pudieran usar, cuando encontró uno pidió permiso y se dirigió al baño dejando que su hijo hiciera sus necesidades sin tener ningún incidente en el camino. 　　　 　　　 — ¿Ya estás mejor? — "Shi, papi~" — Vamos a casa entonces 　　　 　　　 Tras dar las gracias salió del local con sus hijos, esa vez el pequeño fue caminando de la mano de su padre jugando en el camino al ir dando saltos hasta que los chillidos imprevistos de la menor llamó la atención de ambos chicos que la miraron por un segundo para luego mirar a donde apuntaba; al frente de ellos una tienda llamó la curiosidad de los tres; DuJun tomó en brazos a su hijo para cruzar la calle quedando frente a esa tienda que le hacía preguntarse miles de cosas, entre ellas, el porqué había una tienda de surf abierta si estaban en invierno. 　　　 　　　 — "¡Entrar! ¡entrar! papi, entremos" — ¿Quieren entrar? ¿Por qué? — "A Mei le gusto eso" 　　　 　　　 JunHao señaló las tablas de surf que se veía desde la entrada y efectivamente la menor estaba estirando sus manitos hacia las tablas que habían llamado toda su atención, por ello decidió entrar en la tienda mirando todo con total asombro que no sabía que hacer estando allí hasta que el vendedor les saludó a lo que respondió de regreso bajando a su hijo para que viera mejor. 　　　 　　　 — "Veo que a sus hijos les gusta les surf" — En realidad en la primera vez que ven una tabla de surf — "¿De verdad? Aquí es normal verlas todo el año en las playas" — Pero... estamos en invierno, ¿practican surf ahora? — "Veo que es extranjero... Sí, aquí en Hainan se practica surf todo el año gracias al clima que existe, muchos extranjeros vienen para seguir practicando además de las competencias que se generan todos los años" 　　　 　　　 Sorprendido, el moreno miró a su alrededor tocando algunas tablas de surf, una vez en su vida había practicando ese deporte que le quedó gustando, saber que allí se podía hacer le daban esos animos de surfear nuevamente aunque le tuviera miedo al océano, aquello era algo que podía pasar sabiendo que no se ahogaría u algo peor. 　　　 　　　 — ¿Todas las playas están aptas para surfear? — "Si, hasta el momento en todas se puede practicar pero son en algunos sitios en donde existen escuelas para aprender ¿Está interesado?" — Ya lo practique una vez, así que me gustaría surfear de nuevo... 　　　 　　　 Se había decidido a practicar un deporte aquel año, quería estar mas al aire libre y ejercitar su cuerpo como debía para mantenerse saludable; no conocía a más personas para jugar fútbol y buscar por internet algún grupo se le haría complicado, así que el surf era una buena opción, vivía cerca de la playa, su familia podía ir tambien a jugar en el agua e incluso podía hacer que sus hijos aprendieran a no tener miedo como él, eso era una gran ventaja así que se decidió a hacer surf nuevamente. 　　　 Aprovechando que estaba allí en la tienda, compró un traje a su medida, junto con ello le compró uno a su hijo y otro a su hija para cuando los llevara a la playa; también quería verse una tabla aunque conociendose y sabiendo lo que le diría su esposa, probaría con arrendar una para practicar hasta decidirse si era algo que haría todas las semanas o solo ahora que lo vio allí. Tener una tabla que jamás usaria, incluso para él era un gastadero de dinero innecesario y absurdo. 　　　 Compró los trajes, pidió dirección para regresar a casa y con todo ello finalmente pudieron regresar sin volver a perderse en el camino hasta llegar a casa sin complicaciones.