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itsbetford · 5 years
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itsbetford · 5 years
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LA LUZ DE LA LUNA
La luna iluminaba toda la ciudad, llamando a sus habitantes con su brillante luz, como si fueran luciérnagas, entre todas las sombras destacó, una que tambaleando se dirigía a una casa. La sombra abrió de golpe la puerta y gritando subió a una habitación, en su desdicha llorando, miro a esa luna que lo llamaba intensamente, y decidido se acercó a ella.
-Despierta Joseph
Una figura robusta y alta como un árbol se acercó a Joseph. Su cara era vieja y transmitía experiencia y madurez, su cabello era negro con pequeñas cisuras blancas y grises. Tenía una chaqueta marrón desgastada, debajo se vislumbraba una camisa azul clara, cegado por ella con dificultad comenzó a abrir sus ojos.
-Hijo llegas tarde
- ¿Padre?, ¿eres tú de verdad? - Exclamo Joseph sorprendido
-Claro que soy yo hijo
-Pero si tu habías… Joseph bajo la mirada recordando a su padre James Bedford
- ¿Qué dijiste?, bollocks eso no importa ahora Joseph, tu madre y tu hermana nos están esperando- Inmediatamente su padre arrastro al confundido Joseph.
Joseph fue arrastrado a una puerta roja, su madera estaba podrida y agrietada, como si hubieran olvidado su existencia en un antiguo baúl cerrado y botado la llave. La puerta dejaba pasar una luz cálida, invitando todo lo que estaba al otro a pasar. Joseph abrió la puerta con una mirada nostálgica recordando cosas que pensaba que estaban enterradas, cuando su mano se hizo uno con el pomo un escalofrió recorrió su espalda, con el pulso débil abrió la puerta pensando en lo que podría estar al otro lado.
Al entrar Joseph observo una mujer hermosa con un aura maternal y llena de vida, sus ojos eran cafés y afilados, eran un café nostálgico y hogareño, como una taza de chocolate en invierno. Su ropa estaba andrajosa y parcheada, estaba cosida a mano y destacaba una flor azul en su costado derecho, su ropa hecha en casa contrastaba con su radiante apariencia. Joseph quedo perplejo por la imagen que tenía delante.
- Ohm ¿porque llegáis tan tarde chicos? - Joseph por fin reacciono, como si la realidad volviera y abofeteara a Joseph en la cara, logro por fin hablar.
- ¿Madre? - Joseph susurro para el mismo
-Bueno eso ahora no importa, sentaos y serviré la cena. Por cierto tu hermana ya está en el comedor- Dijo la señora Ana Bedford
Joseph camino al comedor, al entrar como ya estaba acostumbrado ese día quedo sorprendido por la imagen que le mostraron sus ojos. Una chica joven, esbelta y atractiva, su cara era simétrica y tierna, su cabello rubio, largo y ondulado caía como una cascada hasta detenerse abruptamente en su cintura, sus ojos tenían un hermoso azul, igual a un cielo despejado en primavera, todo en ella era perfecto. Esto alivio a Joseph, se sentía libre y feliz, su mundo había vuelto a ser perfecto, “todo es perfecto”- pensó Joseph en ese momento.
-Joseph, pareciera que viste un fantasma- dijo Liara la ama de llaves
-No claro que no, vi un ángel hermosos- Joseph sonrió por primera vez en mucho tiempo
-Sentaos entonces- dijo la joven chica con sus mejillas ruborizadas
Joseph se sentó en el comedor y miro a lo largo y ancho de la sala. Su hermana no estaba, “madre dijo que ya estaba aquí”, Joseph divago sobre la situación de su hermana.
- ¿Liara donde está mi hermana?, la no presencia de su hermana incomodaba a Joseph.
-Esta arriba en su habitación, no se siente bien, hace poco fue despedida de la fabrica.
- ¿Fue despedida? - dijo Joseph mientras se sentía extrañamente nostálgico hacia su propia pregunta
-Si hijo que el señor Ryan consiguió una nueva secretaria, ¡lo mas probable es que sea su amante, maldito slag capitalista! - James grito mientras golpeo la mesa con fuerza, su puño se tenso deseoso de golpear al ya maldecido señor Ryan.
El padre de Joseph era no tenía trabajo, toda sus pertenecías y dinero era herencia de su padre, herencia que James despilfarro apostando y bebiendo, lo poco que tenía lo invirtió en el campo agrícola, pero la nueva maquinaria de la revolución industrial aplasto esta inversión, James ya estaba perdido, todo le enfadaba y le incomodaba.
-Cálmese por favor, señor Bedford- le suplico liara
-Lo siento joven, últimamente no logro controlarme bien- dijo mientras exhala e inhala calmándose poco a poco
Joseph decidió ignorarlo ya se había acostumbrado a sentirse incomodo cerca de su padre. Joseph divago por un rato, su mirada seguía posándose en Liara, sus miradas de vez en cuando se cruzaban y hacían chispa en su interior, solo quería hablar con ella de lo que fuera, no importaba lo tonta que fuera la conversación o si se complicaba mas de la cuenta, hablaría con ella de Platón o de Descartes, talvez de los viajes de Marco Polo o de algo tan sencillo como la elaboración de un yorkshire pudding. Pero ¿por qué?, Joseph comenzó a pensar en su repentina obsesión por Liara, no recordaba esta hermosa ama de llaves. Antes de pensar mas en ella, fue interrumpido por una voz triste y apagada.
-¿Otro fracaso te trajo de vuelta a nosotros hermanito?
Detrás de Joseph apareció una figura delgada y demacrada, con una mirada afilada y seria, su cabello era liso, pero estaba maltratado y cortado de mala manera, estaba parada como un cuervo acechando un cadáver, sus manos tomaron un pedazo de su vestido negro oscuro, parecía una viuda velando a su amado. Joseph tembló por esta figura.
-Pensé que te habías marchado de whitechapel para siempre Joseph. - exclamo con un tono arrogante la hermana de Joseph, Elizabeth Bedford.
-Yo no lo sé hermana- Joseph tartamudeo
-No importa hermano, no quiero hablar contigo igualmente.
-Hora de cenar familia- interrumpió su madre mientras entraba a la habitación
Después de la cena Joseph subió a su habitación, cansado miro por la ventana, ahí estaba la luna que tanto amaba lo estaba llamando de nuevo Joseph abrió la ventana y miro abajo, no había nada excepto oscuridad, una oscuridad vacía y triste pero que de alguna manera resultaba reconfortante,
-Joseph – susurro una voz angelical pero extrañamente fría
Joseph miro atrás y vislumbro en la oscuridad una figura iluminada por la poca luz que pasaba de la luna. Joseph conocía la figura, era Liara.
-que haces aquí liara
-Yo vine a avisarle que la señora Crane la Casera, está afuera esperándolo
-En serio?, esta bien ya bajo, gracias liara
Joseph no bajo las escaleras lentamente, en el fondo ya sabia el motivo             que movía ala casera a visitarlo tan tarde. Cuando por fin llego a la puerta, agarro el pomo mientras sudaba y abrió la puerta, poco a poco la puerta soltó un chirrido que ensordecía los oídos, al otro lado se encontraba una señora mayor, su espalda estaba curvada, sus rodillas temblaban, como unas columnas desgastadas que ya no podían con el peso de una casa, sus manos arrugadas como pasas, y su cara deformada por la oscuridad de la noche, que solo dejaban teorías de que tan espantosa podía ser.
-Señor Bedford Ya sabe porque estoy aquí no es verdad- dijo la señora mientras golpeaba contra el suelo su bastón
-Si señora es por los atrasos del pago de la casa cierto? - Joseph tartamudeo cada palabra mientras se tocaba su mandíbula
-No señor Bedford eso fue hace un mes, hoy vengo porque ya no puede hacer nada se tienen que ir, esas palabras no tenían sentimiento ni maldad, solo era un día más para ella
Antes de poder responder algo Joseph vio como la señora Crane se comenzaba a disolver, su cara cayó a un vacío, sus manos se desintegraron en el más allá, su cuerpo solo dejo de existir, Joseph que atónito, cerró la puerta de un golpe comenzó a gritar, De repente escucho gritos en la cocina y corrió a ella, ahí estaba su padre con su puño envuelto en sangre, que desdichado pudo haber recibido su furia, en el piso Joseph solo pudo ver a us madre escupiendo sangre y algún que otro diente, Joseph sentido rabia en su interior y golpeo a su padre en la cara, pero este al igual que su casera se desvaneció, con el golpe, su madre se arrastró hasta Joseph y lo intento abrazar llorando Joseph la tomo de los brazos pero se esfumaron, su madre ya no estaba.
-ohm hermanito te veo confundido-le susurraron por detrás
- Elizabeth?
-Si hermano soy yo, pero te daría igual cierto
- que está pasando ¡grito Joseph
- no te preocupes hermano, supe a tu recamara y lo averiguaras, pero recuerda, que nada IMPORTA YA- con sus ultimas palabras dichas su hermana fue arrastrada por una soga a el más allá
Joseph subió las escaleras cada paso le pesaba mas que el anterior parecía que solo su peso hacia tambalear al mundo, que sus movimientos lo hacían girar y que su mirada lo permitía existir. Llegando a su recamara Joseph vio de nuevo a su querido ángel, su hermoso ángel, ahí estaba liara, pero era diferente su cabello rubio ahora era negro su esbelta figura se había disminuido, sus ojos azules ahora eran de un negro profundo y vacío, todo en ella era diferente, pero de alguna manera Joseph sabia que ella era liara.
-Hola Joseph- se enfrió la habitación y abrió la ventana dejando pasar algo de luz de la querida y molesta luna
- ¿Que está pasan…- Joseph de repente se quedó mudo no podía hablar, solo observar y escuchar.
Imágenes comenzaron a pasar enfrente de sus ojos, eran repulsivas, egoístas, avariciosas y malévolas, pero eran reales... Lo único real en toda esa noche. Joseph vio la verdad una verdad que llevaba mucho tiempo escondiendo, evadiendo la realidad sumergido en un limbo que lo desconectaba de todo. La primera imagen mostraba a su hermana colgada, sin vida y totalmente vacía,
-TU HERMANA MURIÓ Joseph- esa voz de antes volvió a carcomerlo desde adentro mientras comenzó a relatarle su historia.
Tu hermana Elizabeth se suicidó hace un año, su jefe la acosaba constantemente pero ella aguantaba, hasta que la despidieron, su jefe estaba harto de que ella lo ignorara, y un día decidió tomarse el asunto por sí mismo y abusó de ella, pero nadie la ayudo, su querido hermano se había marchado lejos para ir detrás de una chica que lo abandonó y le quitó todo su dinero, tu hermana no aguantó más y se quitó la vida.
La segunda imagen era de sus padres, su madre en el piso sin vida y su padre llorando con una botella de ron en sus manos.
-TU PADRE MATÓ A TU MADRE y después fue golpeado hasta la muerte por sus vecinos furiosos- y de nuevo la voz comenzó a relatar.
Tu padre al perder todo, y su inversión verse destruida por el desarrollo de la industria, golpeaba a tu madre constantemente al llegar borracho del trabajo. Hasta que tocó fondo cuando lo despidieron y en su delirio mató a tu madre, la pobre ni siquiera se resistió, mientras tanto su hijo vivía apostando y bebiendo incapaz de ayudarla, también sufría por la muerte de tu hermana cada día, su muerte solo le trajo descanso, o eso pensaba ella.
Al terminar Joseph comenzó a ver su pierna desvanecerse y la habitación perdiendo la luz de la luna, todo se comenzó a oscurecer, solo escuchaba la fría voz.
Por último, tú Joseph bebías y apostabas todos los días, perseguías mujeres que se aprovechaban de ti, las idolatrabas y al final te abandonaban. Solo para llegar un día borracho a tu casa, después de ser despedido de tu trabajo en los muelles triste y solo, decidiste con tu último atisbo de cordura tirarte por la ventana y admirar la luna. MURIENDO EN EL INTENTO.
-...
- ¿Eres la muerte y vienes por mí?
-No Joseph, TÚ YA ESTAS MUERTO.
FIN
-Valentina Rincon Ortiz
-Eduar Sneider Castellanos Bermudes
-Diego Andrés Gómez Osorio
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itsbetford · 5 years
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Victorian spiritualism photography | Here’s Medium Stanislawa with her Ectoplasm from 1913
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itsbetford · 5 years
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