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pensamientos sueltos
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itssoca · 3 months ago
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El lago Desesperanza
Recordaba el día que se enteró que el Sol se extinguiría, dentro de millones y millones de años. Sintió como la última llamarada le dió directamente en la cara, un cachetazo electromagnético, rojo, y con ocho minutos de delay. El mundo que recién empezaba, ya se estaba acabando. Y la clase siguió, y los chicos siguieron jugando a la mancha y la gente siguió caminando. Los adultos siguieron trabajando, se enojaron por nimiedades y continuaron llorando a escondidas. Las señoras leían revistas en la peluquería por horas con la ilusión de que el tiempo sobraba. En la televisión, periodistas, actores, científicos, y presidentes: todos hablaban de cualquier cosa menos de la inminente destrucción de todo lo conocido. Hablaban de que el futuro era de los niños y se preguntó qué niños y de cuáles de todos los futuros estarían hablando. Pensó en el día que le tocará votar y no entendió por qué los adultos no entienden nada, ninguno. Las esperanzas que tenía anteriormente ya escaseaban, pero ese día se detonó una explosión silenciosa de la que extrañamente salió sombra en lugar de luz. 
En el bosque de su mente paraba siempre al refugio de un lago. El día de la explosión llegó tarde, por lo que el humo negro ya estaba avanzando. Recordaba las mañanas en las que practicaba levitar por allí, en las que todo era claridad y que habían pequeñas nubes que danzaban justo por encima del agua y que desaparecían a medida de que más luz se escabullía entre las ramas de los árboles. Ahora esa misma luz era lúgubre, era la señal de que lo que creía que daba vida, en realidad estaba muriendo y se iban a morir todos con ella. Convirtió esas nubes en polvo oscuro que avanzó fantasmalmente sobre el agua y se suspendió en ella. La brisa quedó inerte. La luz oscura avanzó con violencia sobre los árboles y las flores, censurando su voz e imperando el silencio. Se escuchaba únicamente un zumbido por lo bajo, casi como un grito enmudecido. Y tiñó para siempre la estancia sobre el refugio. Porque la decisión entre vivir allí o vivir en un mundo que se termina y todos alrededor ignoran por completo, era sencilla. 
No sólo se acabó el misterio de la vida porque la vida estaba terminada y no hay tal misterio, sino lo único que quedó fue esperar mirando el Lago Desesperanza. Y sólo pudo mirar con pesadez, porque sus ojos quedaron pintados de gris plomo. Y sólo pudo escuchar una sola frecuencia, porque estaba ensordecida por el zumbido. Y sólo pudo verse pálida y espectral, porque lo que tocaba su piel era la marca de la muerte inminente. Y perdió todo rastro de humanidad, porque el tiempo dejó de existir el día que se enteró que el Sol se extinguía.
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itssoca · 3 months ago
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La cantidad de energía que requiere despertar un muerto
No sé por qué, ni en qué momento, nos separamos. Poco sé también sobre lo que nos lleva a encontrarnos de nuevo, como hoy. Me pregunto si de nuevo esta va a ser una noche de pasión, de fuego total, quemaduras y posteriores cenizas. Si vas a ser mi amante durante algunos meses, para que la sumatoria de pequeñas insignificancias nos vuelvan a separar. Tomo responsabilidades enormes ajenas a sostener este vínculo, dando por sentado que siempre va a estar ahí. Y vuelvo igual como las personas vuelven a quienes se cruzaron y dejaron, por cualquiera sea la razón. Pienso en esas personas aleatorias que te vuelven a hablar que cómo, cuándo, ni a qué versión de mí conocieron es información que se me escapa. Pienso en esos desconocidos que te vuelven a escribir. Pienso en mí, cuando abandoné. Pienso en como nadie te explica que cuando dejás algo o alguien, por más de que las puertas estén abiertas y la casa siga estando ahí, cuado volvés el barrio no es el mismo. Abrís la puerta y la casa no es la misma. Los muebles se cambiaron de lugar. El papel de pared brillante ahora lucha por su vida. Tiene otro olor. Pero ese sentido de familiaridad sigue estando ahí, engañoso, recordándote lo que fue y lo que nunca jamás será de nuevo. Más allá del bien o del mal, de lo que te haga sentir, de lo positivo y negativo. Es algo que simplemente no existe más. Y punto.
Me sorprende lo poco que se habla de la cantidad de muertes en vida que hay, la cantidad de duelos. Se evita por esta connotación negativa, oscura que tiene. Como si la existencia (o no existencia) tuviese un juicio de valor. Se habla de que las cosas cambian, sí. No mucho igual. Pero el cambio para mí no existe. Existe la muerte. Existen los fantasmas. Existen los vampiros. Existen los espíritus. Y en el medio de todo eso, existimos nosotros.
Y también pienso en el código que se desenvuelve cuando los muertos cobran vida de nuevo, en este zombie del zombie del zombie. La vergüenza, la culpa de volver ahí. Todo lo que uno tiene que hacer para rearmar el Frankestain. Ir tumba por tumba. La cantidad de energía que requiere despertar a un muerto, molestarle su sueño, darte cuenta que nunca lo tenías que dejar morir y que todas las razones por las que se murió son ridículas. Tan ridículas que pasás por el sacrificio de resucitarlo, porque toda magia tiene un costo. Pata de rana, pestaña de bruja, ceniza de momia, moco de cabra del Himalaya. Cosas asquerosas, imposibles, difíciles de adquirir. Una inversión muy grande para revivir algo que ya no existe más, cuando se podría haber mantenido con vida. Pero acá estoy de nuevo, resucitando no uno, dos muertos. Podrían discutirse tres, o cuatro. Capaz es sólo uno. Dándoles agua de a poco. Juntando la energía, los horrocruxes. En otras palabras, traspasando la vergüenza, la culpa, y, por sobre todas las cosas, la duda. Para qué? Por qué? Me tiene que cambiar la vida? Me la tiene que invadir, dominar? Qué significa todo esto y qué quiero hacer con todo esto? Cuánto me va a durar? Y qué pasa si otra vez fallo el ritual? La fuerza interna, esa voz, lo único que me pide es paciencia y que lo haga una y otra vez. Como un rezo. Como veinitiquince rosarios. Que  mire acá y que no aparte la mirada. Es toda la información que tengo. Soy más obediente de lo que me gustaría, así que acá estoy. Porque no sólo soy pensamientos sueltos, también soy el lugar a donde resucito los muertos. 
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itssoca · 3 months ago
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se pronuncia soca
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