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jenesbonsmr-blog · 8 years ago
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Ficha
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Nombre: Daphne (Kim Jennie / Kim Ji Yeon). 
Apodos: Alice (desconocido por muchos).
Edad: 21. 
Fecha de nacimiento: 16/01/96 - 19/08/95. 
Orientación sexual: Bisexual 
Pareja: Felizmente casada con su nevera. 
Ocupación: Estudiante. 
Club al que quieras pertenecer: Fotografía. 
Historia: Os preguntaréis cómo una persona como yo ha acabado en un sitio como este, ¿verdad? Hija de uno de los grandes magnates y de una de las actrices más reconocidas del país tendría que estar siguiendo los pasos de mis padres, o bien aprovechar su fama y belleza que he heredado para subir fotos a Instagram y hacerme lo que es llamado ‘’influencer’’, siendo patrocinada por las mejores marcas del mundo, diciendo que sus productos son los mejores aunque no sea cierto. Pero no es así, de hecho ni si quiera se sabe de mi paradero desde hace un tiempo, y las ��nicas personas que conocen mi identidad son los que mandan en este internado. Cuando les preguntan a mis padres qué es de su hija única, ellos responden que me estoy formando para sacar lo mejor de mi, pero para ser sincera, no es así. Bien, pero antes de entender la razón por la cual acabé aquí, deberé explicar mi historia.
Yo, antes de entrar aquí, digamos que no llevaba una vida muy honrada. Debido a los trabajos de mis padres siempre he estado sola -en realidad tenía sirvientes que se hacía cargo de mí, pero mi relación con ellxs era meramente profesional y si les ofrecía pagos extra, ellos no decían nada a mis padres de mi ‘doble identidad’- por lo cual comencé a salir, conocer gente, y juntarme con la que no debía. Drogas, alcohol, sexo y fiesta era lo que me rodeaba casi a diario. No iba a clase, me pasaba los días en la calle o bien en antros de mala muerte. Me gustaba esa vida, me hacía sentir viva y lo mejor de todo era que nadie sabía quién era realmente pues mis progenitores nunca quisieron mostrarme en los medios, y como ellos se preocupaban más en sus vidas que en la de su hija, yo podía hacer lo que me apeteciera. En las calles no era Kim Daphne, era Alice. Bueno, así era como me llamaban por mi obsesión por el best seller de Lewis Carroll, porque sí, puede parecer extraño que alguien con mi estilo de vida sea una apasionada de la literatura, pero así es. Si no estaba por la calle, estaba leyendo. Ese era mi día a día. 
También os preguntaréis cómo llegué a formar parte de ese grupo de personas, ¿verdad? Bueno, anteriormente mencioné que yo me saltaba todas las clases, eso es totalmente cierto, pero no ha sido siempre así. Yo era una buena estudiante, de hecho sacaba las mejores notas de todo el curso, digamos que era una alumna de matricula de honor que cualquier padre quisiera tener, pero conocí a alguien que me desvió de mis estudios. Fue una chica, fue mi mejor amiga. En realidad fue algo más que eso. Yo me enamoré de ella, y ella de mí, o eso creía. Se llamaba Anne y era una chica americana, exactamente de San Francisco, pero por motivos de trabajo de su padre se mudaron a Corea. Rubia, con la tez blanquecina, de ojos de un color esmeralda, de baja estatura. Era como una muñeca hecha realidad. Lo que más me gustaba de ella era que, cuando estaba feliz, unos pequeños hoyuelos se le marcaban en las mejillas, los cuales iban acompañados de un tenue enrojecimiento sobre la misma zona. Resumiendo, era preciosa, y la comunicación no era ningún problema gracias a mis dotes de lengua inglesa. Nos conocimos en la clase de coreano ya que nos pusieron al lado -yo era la mejor y ella necesitaba ayuda, por lo cual pensaron que era una buena idea juntarnos-. Charlando nos dimos cuenta de que compartíamos algunos gustos en común, y eso hizo que nos uniéramos más, haciéndonos muy cercanas, lo suficiente como para que yo la considerara lo único que tenía en mi vida. 
En un principio ella y yo quedábamos para hacer los trabajos mandados, pero cada vez se volvió más habitual el estar juntas para divertirnos, dejando de lado nuestras responsabilidades. Entonces un día me dijo que la acompañara a un lugar, y fue la primera vez que asistí a una fiesta clandestina. Estaba fuera de onda, no sabía qué hacer o decir, o si ni si quiera debía hablar. No había probado gota de alcohol o consumido estupefacientes en mi vida, y ella me insistió en acabarme un vaso de golpe y la gente que se encontraba en el antro también. Yo, envuelta por la euforia de los presentes, me animé a hacerlo y si te soy sincera, no puedo explicar mucho más de esa noche ya que no recuerdo nada. Lo único que sé es que no me levanté en mi casa, sino en la que parecía ser la de ella. Sin ropa. Ambas estábamos abrazadas. Por razones muy obvias yo me asusté y decidí salir corriendo de allí. Aquella semana no fui a la escuela, y mucho menos respondí a los mensajes que Anne me había estado mandado.
Cuando ya acepté que todo aquello había ocurrido decidí volver a las clases -no podía dejar de lado mis estudios, sí, algo muy irónico- y allí estaba ella, esperándome, totalmente preocupada. Yo me excusé diciendo que estaba enferma y todo el mundo me creyó, menos ella. Cuando las clases terminaron Anne me agarró del brazo y me llevó a un sitio donde estuviéramos a solas y me preguntó porque la ignoraba, y variados. Debido a lo asustada que me encontraba -en ese entonces no estaba acostumbrada a ese tipo de cosas- le grité, le acusé de violación y de drogarme, entre otras cosas que no quiero recordar, a lo que ella respondió con una carcajada. Fue entonces cuando me mostró un vídeo de aquella noche donde yo estaba bailando y bebiendo, conociendo a gente, pasándolo bien. Entonces la miré y me besó, y fue cuando me di cuenta de que tal vez, y sólo tal vez, mis sentimientos estaban yendo más allá. 
Me enamoré, no quería pasar un momento que no fuera con ella, y al parecer nos divertíamos mucho cuando salíamos por ahí, entonces lo convertimos en nuestro día a día -aunque para ella no era ninguna novedad puesto que ya lo hacía en América-. Eramos como la pareja perfecta, bueno, “pareja”. No estábamos juntas, de hecho ambas nos besábamos y teníamos sexo con otras personas, pero nos queríamos. Nos pasábamos todo el día juntas y no podíamos estar una sin la otra, pero un día todo cambió. 
No sé cómo, ni por qué, pero me vi envuelta en ciertos asuntos que acabaron causando que la policía me detuviera, a mí y a mis amigos -los cuales también eran de ella-, a todos menos a Anne. Ella nos acusó en el mismo momento que se enteró de que la policía estaba tras nuestros amigos -narcotraficantes-. Cuando mis padres se enteraron estuvieron moviendo cielo y tierra para que mi detención no fuera la última exclusiva del mundo del corazón, no querían manchar su reputación, y tras pagar la fianza, sin ni si quiera preguntarme el porque había tomado ese camino, me metieron aquí. Tal vez no querían reconocer que de alguna manera había sido culpa suya por desatenderme y por eso decidieron encerrarme aquí sin opción a negarme a ello. Claro, es mejor dejar a tu hija tirada en un edificio que ayudarla a salir de todo eso. Aunque la culpa no fue toda suya. Soy consciente que no debí tomar ese camino y que debí pensar con claridad en qué podría afectar toda esa rebeldía en mi futuro, pero en aquel momento estaba tan cegada -nunca mejor dicho- que simplemente me dejé llevar.
Tal vez puedes llegar a pensar que soy una mala chica, pero no es así. Tal vez un tanto rebelde, sí, pero no lo anteriormente mencionado. Sólo encontré la felicidad de una manera extraña, aunque en realidad agradezco que esto haya ocurrido. Echo de menos a mis amigos, a mis vicios, y a mi antiguo estilo de vida, pero he encontrado otros. Desde que estoy aquí he podido centrarme más en la literatura y he encontrado la fotografía, medio por el cual me desahogo. La gente es amable, no me tratan mal y mucho menos me juzga o aprovecha de mi dinero y la fama de mis padres -aunque ellxs no son conocedores de mi pasado-. 
Y las últimas preguntas. ¿Qué fue de Anne? ¿Qué fue de nosotras? Para seros sincera, ni si quiera sé qué es de ella, aunque en realidad tampoco me importa demasiado. Me vendió, me hizo creer que yo era especial, pero tal vez sólo era una pieza más de su juego. Resumiendo, pasó de ser la persona más importante en mi vida a estar apuntada en mi lista negra. Conservo los buenos recuerdos, también las costumbres -sigo bebiendo y divirtiéndome en antros-, pues al fin y al cabo acabó siendo parte de lo que soy yo en día.
Otros: 
✧ A parte de la fotografía su otra pasión es la literatura. 
✧ Cuando está nerviosa comienza a mordisquearse los labios hasta el punto de dejarse heridas en este, por esa misma razón suele llevar bálsamo labial a todas partes.
✧ Pocos saben quién es realmente, y ella tampoco lo va comentando libremente. 
✧ Sus padres, cuando la van a visitar, lo hacen de manera totalmente discreta y debido a su apretada agenda serán pocas veces que los verá dentro.
✧ A pesar de su ‘pasado’ ella puede parecer una chica totalmente despreocupada, pero en realidad es una persona amable y sonriente que no dudará en ayudar a los demás. 
✧ Es vegetariana.
✧ Tiene dos perros (Kai y Kuma) y un hurón (Bollicao).
✧ Cuesta que llegue a confiar realmente en alguien. 
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