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Bajo las olas -Autor: Abraham Isaac Diego Hernández
Tras la catástrofe provocada por el último viaje, los humanos no pudieron crear la civilización que se tenía en el futuro. Se creo una línea temporal totalmente caótica, caracterizada por la muerte y la dictadura, John fue uno de los pocos que vivió en ambas líneas temporales. Tras cambiar el destino por un capricho, John cayó en un tiempo totalmente desconocido, en una ciudad submarina, donde los humanos vivían tras la caída de un asteroide en la superficie terrestre que siglos atrás aniquiló al 98% de la vida total y los sobrevivientes de vieron obligados a abandonar la tierra y huir al mar, pero todo se convirtió en un desastre. John despertó dentro de una nave extraña, que lo arrastraba a una de esas ciudades. Al llegar, una los capsulas submarinas de descenso, vio cientos de cadáveres amorfos que se apostaban a las puertas de su nave y exigían su carne. John logró abandonar la nave e intrigado inicio su investigación, ingresó a los hangares y se dirigió a buscar los laboratorios y oficinas de gobierno donde exigiría una explicación. Tras seguir la pista de múltiples letreros y matar a varios de esos cadáveres, descubrió la verdad. Tras golpear y matar a un pequeño cadáver andante que lo atacó, sus ojos se llenaron de lágrimas al descubrir que era una niña pequeña que solo estaba enferma; por lo tanto, todos los cadáveres que había estado matando eran personas como él. Agobiado por su conciencia, juró por la pequeña que buscaría una cura. Unas horas después de caminar, encontró los restos de oficinas gubernamentales, se encontraban saqueadas e incendiadas y totalmente vacías. Tras varios días, encontró los laboratorios donde recolectó ADN e inició su investigación para salvar a la población de aquel lugar. Estaba a punto de concluir su investigación, pero fue rodeado por las personas que enloquecidas lo asesinaron y comieron. La esperanza había muerto con cinco segundos restantes en la centrifuga.
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El corazón del sapo -Autor: Cristely Espinosa Morales
[Música de fondo de inicio]
Narrador- Damian un niño de 12 años vivía con su madre y padre. Su padre viajaba mucho y a cada lugar que iba le llevaba algún recuerdo a su mamá, por eso nunca estaba con ellos. Desde hace unos días Damian empezó a tener problemas con su mamá porque de todo se quejaba.
Mamá Damian- “Recoge tu cuarto “
“Ayúdame con la comida”
“Has la tarea “
“No dejes nada tirado “
Narrador- Él, harto de la situación, ya no sabía qué hacer, solo contarle a su mejor amiga Cloe. Ella era una niña de familia que desde pequeña había convivido con Damian. Sus familias eran buenas amigas, porque sus papás se juntaban para ir al billar [sonido de billar] y las mamás se quedaban a tomar el té, mientras que Damian y Cloe jugaban [Niños jugando].
Damian quejándose de su mamá y diciéndole a Cloe que ya estaba harto de ella.
Cloe- “tranquilo amigo, cuando seamos grandes no nos podrán decir nada”
Narrador- Damian inconforme por lo que pasaba, y enojado con su mamá, lo que menos quería era llegar a su casa, pero sabía que si no llegaba su mamá lo iba a castigar. Molesto entró a la casa.
[Sonido de puerta]
Mamá Damian- “¡Damian…! Del ático saca las especias que trajo tu papa de Turquía.
Narrador- El muchacho molesto porque no quería hacer nada, subió al ático [Sonido de escaleras de madera] de mala gana y empezó a buscar. Empezó por abrir un cofre, [Sonido de abrir un cofre] que estaba todo viejo y empolvado. Al momento de abrirlo se dio cuenta que tenía varios libros y mantas. Sacando todo del baúl, [Sonido sacando cosas]encontró un libro de conjuros. Lo comenzó a leer y hojeándolo [Sonido de hojear libro] se encontró con un conjuro llamado Furmaportus. Este hechizo era para aumentar de edad y dejar el pasado atrás. Al principio no le hizo mucho caso, pero después recordó lo que Cloe le había dicho “cuando seamos grandes no nos podrán decir nada”. Mientras leíael conjuro, escuchó que su mamá se acercaba, [Sonido de pasos] inmediatamente escondió el libro debajo de una manta. La mamá entró al ático:
Mamá Damian- ¡Damian! ¿Por qué te tardas tanto? La comida no se hace sola, tengo que terminar de prepararla… y tengo que hacer mil cosas, y tú te la pasas jugando y viviendo en tu mundo y no me ayudas en nada…
Narrador- La mamá balbuceando y agarrando las especias ya no le hizo caso a Damian. Cuando Damian se aseguró de que su mamá estaba en la cocina, bajó del ático lentamente, [Sonido de escaleras de madera] cerró la puerta muy despacio [Sonido de puerta cerrada] para que no lo escuchara y salió corriendo de la casa azotando la puerta [Sonido azotón de puerta]. Fue corriendo a buscar a Cloe, tocó la puerta apresurado [Se introduce sonido de tocar puerta].
Mamá Cloe- ¡Hola Damian! Cloe no está, se fue al panteón a ver a su abuela. Búscala allá
Narrador- Damian sin decir nada, se dio la media vuelta y se fue corriendo. Corriendo sin parar [Sonido de alguien corriendo] y agitado llegó al panteón, buscando a su amiga. La vio de lejos, enfrente de una tumba, corriendo hacia ella y gritándole desde lejos:
Damian- ¡Cloe…! ¡Cloe…!
Narrador- Ella notó que se acercaba feliz, emocionado y muy alterado. Cuando llegó le preguntó:
[Sonido de viento]
Cloe- ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? ¿Por qué vienes tan exaltado?
Damian- Ya sé cómo le haré para que mi mamá ya no me moleste y no me diga nada. En el ático, en un baúl, encontré esté libro de conjuros y hay uno que te hace crecer. La verdad no sé si funcione, pero no perdemos nada con intentar. ¡Necesito de tu ayuda!
Cloe- Mmmm… está bien, te ayudaré, pero qué se necesita.
Damian- Aquí dice que se necesita el corazón latente de un sapo, una pluma de cuervo y un alga de un lago. El conjuro se tiene que hacer a la media noche antes de la última campanada.
Cloe- ¿Y cómo vamos a conseguir el corazón del sapo? El único lugar donde hay sapos es en el lago que está aquí en el cementerio. Y a la media noche no está abierto.
Damian- Podemos brincarnos por la parte de atrás y así llegamos más rápido. Mientras, el corazón del sapo lo obtenemos agarrando a un sapo del lago. Hay que vernos aquí a las 11:50 de la noche, yo traigo el cuchillo, y la pluma del cuervo y tu traes el alga del lago.
Cloe- Si está bien, aquí nos vemos
[Sonidos de cementerio (animales y viento)]
Narrador- Ambos niños se fueron a sus casas y consiguieron todo lo necesario para el conjuro. Dieron las 11:50 de la noche, ambos estaban en el cementerio, tenían al sapo y seguían leyendo los pasos y las palabras para el conjuro:
“Sacarle el corazón a un sapo, antes de que deje de latir pegarle la pluma del cuervo y el alga. Antes de la últimacampanada para las 12:00 agarrar el corazón con la pluma y el alga y decir la palabra Furmaportus. A las 12:00 en punto Damian cortó al sapo a lo largo de la panza, metió la mano, y sacó el corazón aún latente, rápidamente Cloe le pasó la pluma y el alga, cerrando los ojos, agarrados de la mano, antes de la última campanada:
[Sonido brillos]
Cloe y Damian- ¡Furmaportus!
Narrador- Damian después de abrir los ojos, se dio cuenta que Cloe no estaba, que ya no estaba en el cementerio y que estaba más alto. Buscando a Cloe, y gritándole desesperado, ella salió detrás de una lona roja, y se le quedó viendo con cara de desagrado y de asombro. Cloe- ¡Damian! Te dije que fueras por el azúcar para los churros, tenemos clientes esperando y no queremos que se vayan, ¿o sí?
[Música de fondo]
Narrador- Damian asombrado por cómo lucía Cloe y por lo que le había dicho no entendía nada. Trató de explicarle a Cloe todo, pero ella lo veía con cara de confusión y sin entender. Damian tuvo que regresar con Cloe al puesto que tenían de churros. Entendió que tenía que trabajar y que en ese momento Cloe era su novia, ya que en varias ocasiones le daba besos y Damian no entendía qué pasaba. Terminando de trabajar casi a las 11:00 pm y exhausto, le dijo a Cloe que tenía que hablar con ella. Le logró explicar todo lo sucedido y ella empezó a recordar cómo fue que llegaron ahí. Después de muchas preguntas que se hacían ¿cuántos años tenemos? ¿Cómo fue que empezamos a trabajar y no estamos estudiando? ¿Por qué no recordamos nada de nuestra vida? Llegó la mamá de Damian al puesto, ellos asombrados por cómo se vía le preguntaron cosas de su vida, la mamá les explicó que tenían 27 años, que ese puesto de churros lo empezaron cuando tenía15, que los dos dejaron de estudiar a los 24 y que vivían juntos. La mamá les platicó que fue a verlos porque hacía mucho que no la veía desde hace como uno año. Damian impactado por cómo había cambiado su vida, estaba feliz porque ya no vivía con su mamá, pero estaba muy cansado por todo el trabajo que tuvo y no le gustaba eso, así que buscó desesperado el corazón del sapo, porque para que volviera a cambiar su vida tenía que decir la palabra agarrando el corazón. Lo encontró en su bolsa del pantalón y antes de la última campanada de las 12:00 cerrando los ojos dijo la palabra Furmaportus [Sonido brillos].
Narrador- Cuando volvió abrir los ojos, [Sonido de oficina] estába en una oficina, sentado detrás de un escritorio.
[Música de fondo]
En él estaban unos papeles que tenían un numbre, churros DamClo y Damian, leyendo los papeles y viendo las fotos que estaban en esa oficina, se dio cuenta que se había casado con Cloe, tenían dos hijos y que tenía que dirigir una empresa. Asombrado de lo que había logrado a lo largo de su vida, se sentó detrás del escritorio y por el teléfono ordenó que le llevaran una pizza y un refresco. Encantado por como lo trataban y porque no tenía que hacer nada, decidió que se quedaría en esa época de su vida. A lo largo del día recibió varias llamadas, pero no las contestó, en la tarde llego Cloe y empezó a reclamarle:
Cloe- ¿Por qué no contestaste mis llamadas? ¿Por qué no fuiste por nuestros hijos?, ¿Por qué no pagaste las cuentas de la empresa? Damian tienes 44 años y se te olvidan tus responsabilidades, yo no puedo hacer todo ni estar en todo…
[Música de fondo]
Narrador- Damian se dio cuenta que Cloe le hablaba igual que su mamá, así que apretó el corazón del sapo y dijo de nuevo la palabra. Cuando abrió nuevamente los ojos se encontraba en una habitación, recostado en una cama, frente a un espejo. Se dio cuenta que era un viejito, tratando de descubrir en qué momento de su vida estaba; intentó levantarse de la cama, no podía, el dolor que sentía en los brazos y piernas era intenso. Entró Cloe a la habitación, se vía como una abuelita, con bastón y caminando lentamente. Se sentó a un costado de Damian y le dijo:
Cloe- Damian, muchas gracias por toda una vida juntos, desde que somos niños siempre me has hecho muy feliz. Hemos pasado tantas cosas… eres lo mejor que me pudo pasar. Ahora puedo morir en paz porque hicimos todo lo que quisimos y viajamos todo lo que pudimos, tenemos unos hijos maravillosos que sé que nos aman. Muchas gracias por mi vida.
A Damian, asombrado por sus palabras y su apariencia, se le salieron las lágrimas al igual que a Cloe, y dijo:
Damian- Muchas gracias por siempre estar conmigo. Juntos hasta el final.
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Feliz descanso -Autor: Abraham Isaac Diego Hernández
— Otra vez, ¿Por qué lo sigues haciendo?
Jorge lloraba y sólo miraba por la ventana en tanto, sendas lagrimas rodaban por sus mejillas.
Solamente se oía un susurro —Fue un accidente, fue un accidente.
Su madrastra gritaba nuevamente —¡Por un demonio niño!, siempre he tenido que soportarte y ni siquiera eres mi hijo. Y de su interior nacía una nueva furia y lágrimas —Tu papá murió y me dejó contigo que eres solo una carga.
Jorge huyó de su hogar y gritando hacia el cielo decía —¿Por qué padre?, ¡Porque me has abandonado?
Mientras Jorge corría, un tornado se acercaba a su comunidad y lentamente destruía todo a su paso, a la vez se podían oír gritos y sollozos de dolor.
—¡Ayuda!
—¡Auxilio! —gritaban
Pero Jorge sólo corría, maldecía y se llenaba de ira.
—¡Malditos, muéranse hipócritas!—pensaba.
Sin embargo, aquel fenómeno era más rápido que Jorge y en un mal paso, Jorge cayó y no pudo levantarse más.
Su madrasta aseguraba que antes de desaparecer, Jorge exclamó —Gracias papá, gracias por venir por mí.
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Juliana -Autor: Héctor Nahun Romero Díaz
Había soñado durante mucho tiempo con este momento, más del que percibo en mi cabeza y a pesar de todo, tengo la sensación de que no vivo en la realidad.
Juliana ya ha crecido, ahora es una niña de 10 años, yo la recordaba mucho más pequeña e indefensa y ahora es una persona bastante independiente, pareciera que es una niña completamente distinta a la que yo algún día conocí y que no se tratara de aquella pequeña de cabello rizado que amaba jugar con muñecas y correr por los pasillos de la hacienda, sino de una mujer atrapada en el cuerpo de una infanta, lo cual me provocaba un gran desconcierto, además sentí un escalofrío que recorría todo mi cuerpo al mirarla a esos hermosos ojos negros que la caracterizan.
Había algo en el mirar de Juliana que me resultaba familiar, pero no familiar a la Juliana más pequeña a la que yo había dejado de ver hace seis años. Inconscientemente empecé a observarla con mayor detenimiento y al cabo de un tiempo, ella se percató de esto, al principio me miraba e inmediatamente se sonreía de manera muy natural como le sonríes a un amigo o a un familiar un día por la mañana. Sin embargo, su sonrisa fue cambiando y cada vez se tornaba mucho mas burlona y sarcástica, no emitía ningún sonido, solo sonreía como si ella supiera que yo había descubierto algo de lo que nadie más se había percatado.
Con esa última sonrisa, y al ver esos ojos negros, me invadió una idea completamente descabellada, la cual me provocaba terror, ¡es imposible!, me repetía una y otra vez, por un momento creí estar teniendo un sueño o mas bien una pesadilla. De repente me entraron unas nauseas y sentí que me desmayaba, perdí la noción del tiempo a raíz de eso, para mi fueron segundos pero el día me dijo que habían pasado horas, ahora era de noche y al buscar a mi familia por toda la hacienda me di cuenta de que me encontraba solo o al menos eso creí.
Sentía una gran desesperación y tenía que corroborar esa loca idea que albergaba en mi cabeza, así que me dirigí al estudio de mi difunta abuela Ana Julia, quien había fallecido hace ya seis años, y para mi sorpresa se encontraba Juliana, la cual se acercó hacia mi lentamente, por alguna razón no pude moverme y escuché aquello que en un principio consideré impensable, Juliana me dijo- “Te extrañe mucho hijo mío”.
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Soñando -Autor: José Manuel Maza Delgado
¿Quieres callarte, por favor?, ¿acaso no entiendes?, lo que me estás pidiendo va en contra de lo que soy, bueno … de lo que pretendo ser. No podemos hacerlo ¿Quién cuidará de mí?
¡No lo había pensado de esa manera! Parece ser que después de todo no eres un loco. Me resultas familiar, ese pensar, … creo que tú también me conoces, de hecho, mejor que nadie, hasta diría que yo mismo.
Recapitulemos, al momento de entrar nos lanzaremos hacia ella y tú con ese cuchillo acabarás con su patética vida, y … bueno, lo demás no importa ¡Estoy emocionado, por fin seré yo! Nadie nunca más me dirá qué hacer.
Atento. ¿Las escuchas?, ¡no de nuevo!, estas estúpidas risas, ¡quiero que todo esto termine!, ya sabes qué hacer, como lo practicamos, ¡AHORAAAAA!, no me dejes solo, haz tu parte, ayúdame, ¿por qué no me contestas?, eres un maldito, sabía que no podía confiar en ti, eres como los demás siempre me defraudan en el último momento.
…
Perdón mamá, me distraje por un momento, ¿en que estaba pensando? … ya sabes como soy, estaba soñando despierto. Claro, sí, sí mamá, ya no soy un bebé, ¿piensas que no me tomo el medicamento?, confía en mí.
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Palabras prestadas -Autor: Jessica Paola Díaz Valdez
Quisiera decir que tu cabello era como un trigal,
Que aquellos párpados sobre tus ojos eran suaves como los pétalos
Que tu boca era algo místico,
Que tu recuerdo era tierno,
Que tu aliento era algo entrañable,
O que el tacto de tus manos era tibio.
Sin embargo, no lo puedo decir,
Tu cabello era tan simple como las hilachas,
Tus ojos reflejaban mediocridad,
Tu boca siempre mostrando quejas,
Tu recuerdo ahora provoca una ampolla,
Tu aliento tan penetrante como las fritangas,
Incluso tus manos mostraban alguno que otro callo.
Quisiera desear tu muerte, enterrarte muy profundo,
pero eso nunca me haría mejor que tú.
Recuerdo los promiscuos hechos que descubrí y solo hacen mejor esta soledad.
El advenimiento de tu engaño ya lo presentía,
Volviéndome enigmática pude describir aquello que temía,
Siguiendo el rebaño de tus amigos te encontré,
Saliendo aquella noche encontré tus amantes,
Descubrí poco a poco los burdeles que frecuentabas.
Aquel día siempre me hará llorar de alegría
Y el interminable placer del recuerdo permanecerá en mí
Lo que ahora me consuela es recordar la manera en que te encontré…
Con unos calzones rosas y con la compañía de otro hombre.
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Los marcianos -Autor: Cristely Espinosa Morales
Después de la invasión de los Marcianos, todo el mundo era un caos. Los terrestres se estaban extinguiendo y los Marcianos gobernaban la tierra, reprimiendo a los pocos humanos que quedaban. Los cazaban para después matarlos. Así ocurrió desde el inicio de la invasión hasta cuando quedaban unos cuantos seres de la tierra. La conquista fue tanto en tierra como en mar.
Los Marcianos iniciando su niñez se entrenaban para la cacería de humanos. Asistían a escuelas especializadas, donde aprendían las técnicas de matanza. Al llegar a su madurez el trabajo con el que sobrevivían era la cacería. Mientras más cazaban más ganaban, sin embargo, ellos no tenían dinero solo ganaban comida y cuidados. Los mejores cazadores vivían con las mejores condiciones, como era el señor X y la señora K.
La familia K era una familia privilegiada, estaba constituida por el señor X, la señora K y su hija llamada Krim. Sus vidas eran cotidianas; el señor X era de los mejores cazadores. La señora K era ama de casa y atendía las necesidades de su esposo y su hija. Krim era estudiante y una niña marciana feliz. Fue pasando el tiempo, sus papás fueron envejeciendo y ella fue creciendo. Ella pensaba que la mentalidad que se tenía hacia los humanos estaba mal, ya que ella sabía que tenían sentimientos y que deberían de vivir igual que ellos.
Después de varios años en la escuela, Krim salió a cazar por primera vez. Estaba buscando a su presa cuando vio correr a un muchacho y fue detrás de él. Él huyendo de ella, y ella tratando de atraparlo llegaron a un callejón sin salida. El muchacho se le quedó viendo, por su mente pasó que si estuviera en el lugar de la marciana y tuviera que matar para vivir él haría lo mismo, sin embargo, la marciana lo observó con gesto de asombro.
El muchacho se dio cuenta que no era una marciana con experiencia en la cacería, ya que él un día vio cómo un marciano mató a su mejor amiga. Ese asesino no se tentó el corazón al ver a su amiga y cuando la tenía en frente sin salida alguna, le disparó sin titubear. Krim lo vio y le apuntó con el arma. Krim al ver sus ojos, quedó flechada. Al darse cuenta de lo sucedido, volvió a apuntar con más firmeza. El muchacho dijo:
-Por favor no me mates.
Krim respondió:
-Te tengo que matar, sino a mí me matarán. Tengo que enorgullecer a mi padre.
El muchacho desvió la mirada y con cara de asombro vio pasar al comandante Jonathan. Era compañero del padre de Krim y se conocía por ser despiadado. Ella volteó hacia el comandante y sin pensarlo le disparó. El muchacho impactado por lo que vio, cayó al suelo de rodillas y empezó a llorar. Krim empezó a llorar y le dijo entre sollozos:
-Lo tenía que matar, sino lo hacia me obligaría a matarte.
Él respondió:
-Gracias, muchas gracias. Prometo no decir nada de esto. ¿Cómo te llamas?
-Krim, ¿y tú?
-Me llamo Alesh.
-Vete, vete antes de que nos descubran.
Alesh salió corriendo y fue a esconderse. Ella salió asustada y fingiendo buscar a alguien. Se fue corriendo a casa tratando de analizar lo sucedido. Después de varias horas en su casa, tocaron la puerta. Krim abrió y de un jalón se la llevaron. Ella preguntando qué pasaba, el comandante William contestó:
-Serás arrojada al agujero negro por no matar al humano Alesh y por asesinar al comandante Jonathan.
Ella tratando de negar todo, el comandante la desmintió. Él había visto todo lo sucedido. La enviaron al agujero negro y no sabiendo qué hacer empezó a llorar, arrepintiéndose de sus actos. Después de un rato un muchacho la encontró y acercándose lentamente le preguntó:
- ¿Eres humana?
Ella sin pensarlo le respondió que sí. Después de unos segundos se dio cuenta de lo que había dicho. El muchacho le preguntó:
- ¿Por qué estás aquí?
- ¿Cómo fue que no te mataron?
Ella respondió:
-Perdón no soy humana, no sé porque dije eso. Me enviaron aquí por salvar a un estúpido humano llamado Alesh.
-Yo lo conozco, es mi mejor amigo. Por favor ve a salvarlo porque sino lo matarán.
-Vamos a salvarlo, pero hay que salir de aquí.
-Tengo un cohete, con el saldremos.
Krim le pregunto:
-¿Cómo te llamas?
-Me llamo Adof
Después de tratar de salir del agujero negro varias veces, Adof se dio cuenta que los dos no podrían salir ya que era mucho peso para el cohete. Krim se estaba dando por vencida cuando Adof le pidió que lo volvieran a intentar. Al momento de despegar el cohete, Adof se dejó caer y le grito a Krim:
-¡Ve a salvarlo, por favor sálvalo...!
Por fin pudo salir del agujero negro. En seguida, fue a buscar a Alesh, lo tenían en una mazmorra. Krim haciendo que se escapara Alesh sabía que podía terminar muerta, sin embargo, no le importó y ayudó a su liberación. Ambos tomaron caminos distintos y nunca más volvieron a verse.
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