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planepilotss:

“De las tuyas” repite, permitiéndose en ese preciso momento la pausa, la actuación de quién saborea lo escuchado “sólo estás invitando a un posible extraño a bailar, tanto no aprovechas. Y yo que pensé que era el aburrido” roba oración, deformada y usada ahora a su favor, a inclinación de la burla y entretenimiento a costas del enigma femenino. Pese a que la melodía risueña peca de contagiosa, de su parte por ahora no hay, quizá producto de la distracción de pensar soluciones (o maldecir a la mala suerte que lo persigue como una sombra, como una anónima señal que le da motivos a la hora de repensar una posible huida en medio del caos de cuerpos). “Vale, quítatelo entonces” carece totalmente de la soltura o despreocupación como para cumplir, insuficiente licor en sangre, pero deseos suficientes para devolver las divertidas provocaciones, suficientemente obnubilado o ajeno como para ser algo (fantasma sin conciencia ni decisión) como para dejarse arrastrar, mover, sentar. “Supongo que para muchos esta es una noche de excepciones” canturrea, sabiendo que los errores e impulsos cometidos bajo la complicidad nocturna esperan quedar ahí, como sucesos sin demasiada divulgación, un pedacito de cielo. Mirada pasea, sigue los movimientos ajenos que se mueven inestables entre la torpeza y pobre eficacia notoria, quizá por eso de manera involuntaria se ve nuevamente sonriendo a la (des)gracia. "Eso tendrías que haberlo pensado antes de sentarme" se inventa, aunque la comodidad es realmente una bendición para el desgaste de horas de pie o paseando por las atestadas instalaciones en su auge de júbilo. “¿No haces favores sin esperar nada a cambio?” murmura, la pregunta suena engañosa, salida de alguien que parece saber de antemano la respuesta a punto de recibir. Desde posición plácida (casi de trono) extremidad derecha se estira los centímetros suficientes como para encontrar refugio en cintura femenina, textura de rojizas lentejuelas haciendo presencia bajo la piel de sus yemas y palma, palpando, acercándose a terreno desconocido, impulsado desconocidas percepciones, quizá el perfume, quizá la atmósfera, quizá el licor, quizá la mirada, los motivos se vuelven difusos y toda acción analítica queda suprimida. “Sigamos tus básicos castigos entonces” pronuncia, seguido de un torcido gesto que dice más que cualquier verbal oración. 

escucha con las cejas arqueadas, sus labios entreabiertos muestran una pequeña ‘o’ —¿cómo sabes que sólo eso he hecho? —cuestiona, posando ambas manos empuñadas sobre sus caderas. —¿me has estado espiando toda la noche, uh? aparte de aburrido, todo un acosador. —con falsa molestia niega un par de veces, provocando al mismo tiempo un mohín en los labios. era verdad que lo más valiente de la noche había sido bailar, en todo caso invitar a los demás a hacerlo con ella y en su mente parecía todo un logro porque usualmente no lo hace, mucho menos en público. claro que el otro no tenía porque saberlo y ella no se lo diría. —quítamelo —responde de vuelta, todavía riendo; si va en serio o no nunca lo sabremos. tiene que tomar otra servilleta para continuar con la tarea, a sabiendas de que dicha mancha continuará el legado pues parece difícil de quitar, mucho más con el método tan rústico como el que opta. continua así, la atención vaga entre la ‘tarea’ dada por voluntad y las palabras del hombre. —nadie hace favores sin esperar nada a cambio, a lo mejor te dicen otra cosa para quedar bien —confiesa, hombros encogidos ante tal punto de vista. gradualmente el animo por desaparecer la marca se esfuma, pero el contacto humano la retiene a continuar en dicha posición. puede sentir el cosquilleo que dejan las yemas de los dedos a través del vestido y la repentina sensación le invita a prolongar el contacto y eliminar distancias, pronto ya está rostro frente a rostro.  —otro de mis básicos castigos consiste en quemar las manos de todo aquel que toca lo que no debe —susurra en su oído, desbordando el juego en sus palabras. —pero hoy me siento demasiado festiva, dejaré pasar tu falta —la peligrosa cercanía se rompe cuando la pelirroja vuelve a tomar manos ajenas, esta vez dando un tirón a ellas, animándolo a ponerse de pie. —vamos, bailemos. ahí puedes poner tu mano sobre mi cintura, te doy permiso.

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cheshirecatgurl:

una sonrisa sincera nace del cumplido recibido, siendo esa la primera vez que escucha un comentario respecto a su disfraz. el gato de cheshire siempre había sido de sus personajes infantiles favoritos. “¿me confías tu mano en agradecimiento?” ella misma estiró la propia tras hacerse con un asiento al lado de la joven, imaginando pocas maneras para cumplir con su reto. “no morderé. ¿o desconfías de un pedido así?” cualquiera, en realidad, lo haría. para ese punto, poco le importaba.

la pelirroja entrecierra los ojos, es desconfiada por naturaleza sin embargo el licor transitando su organismo suaviza dicha característica. —¿para qué? —arquea una sola ceja, juntando ambas manos cerca de su pecho. —quizás yo sí —bromea, terminando por ceder el pedido entrega su diestra a la fémina. —¿ahora jugaremos ‘luchitas’ o propones algo mejor?

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Jessica Rabbit

Ruining your innocence since forever.

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phznthym:

Imágenes capaces de jugar con la mente de los más débiles, alcohol viaja por las venas de aquellos que se han entregado con devoción a él. Cree ser superior a los mundanos que se ven cegados por el éter otorgado por las antiguas deidades, pero al observar el vaso que sostiene entre sus falanges, se percata que no existe mucha diferencia entre ellos y el portador de una máscara color hueso. “Creo que eso es evidente.” En sus facciones se plasma una sonrisa, las acciones femeninas son las causantes de una pequeña carcajada que se escapa desde su garganta. “¿Estás cómoda?” Pregunta de manera inmediata, enfocando sus pardos en los zapatos que torturaban el andar femenino. No comprende la razón por la que las mujeres portan esa clase de zapatos. Se quejan tanto de ellos, pero se niegan a dejarlos a un lado. “Es igual a una relación tóxica.” Bromea, en referencia a la necesidad que tienen las féminas por torturarse de semejante manera. Es espectador, observa y calla mientras la contraria emite quejas del calzado que porta. Cuando termina de usarlo cual recargadera, lo trata de premiar con una vista panorámica de su disfraz. Hija de Eva que intenta hacer a Adán pecar, y no puede evitar arquear una de sus cejas al contemplarla de pies a cabeza. “Algo más interesante que el calzado.” Distancia nuevamente es disminuía por parte de la fémina. Latidos presentes y el aroma del perfume ajeno inunda sus fosas nasales. “¿Quieres quejarte de algo más?” Pronuncia, tiñe sus palabras con un manto suave, sereno, mientras sostiene la vista con la hija de Afrodita.

—ahora sí —el alivio se aspira en cada palabra, su planta obtiene finalmente el descanso deseado cuando pisa por completo el frío mármol, sintiendo pequeñas cosquillas al hacerlo. podía jurar que si seguía en tacones diez minutos más sus piernas la traicionarían. —me parece una burda pero aceptada comparación, vienen en todos tamaños y colores —ofrece para sostener la broma, refiriéndose a ambas cosas. jessica termina por abandonar el par de zapatos en el suelo, segura de que todos estarían tan perdidos en sus propias fantasías como para fijarse en cenicienta que pierde la zapatilla al tocar las doce campanadas, tampoco quiere cargarlas por el resto de la noche, de eso está segura. —me imaginé, podrías ofrecer alguno a cambio para que me inspire��—y así mediar el calibre de alguna forma, ¿develar grandes secretos a extraños enmascarados? ¿sin nada a cambio? ni hablar. sostiene la sonrisa cuando escucha lo último, sus manos terminan posando en el pecho masculino porque la distancia se lo permite sin emplear esfuerzos extras, mientras que estas se ocupan de acomodar el cuello de dicho disfraz, sus labios pronuncian: —no me des ánimos porque podría quejarme del más nimio detalle de esta fiesta. —promesa al aire, manos juguetonas que se detienen en seco, mientras que un par de pasos hacia atrás rompen con la distancia. —deberíamos jugar a la botella, tú quieres secretos, yo quiero secretos, mucho alcohol de por medio, todos nos creemos valientes... —cuenta, alzando largos dedos mientras lo hace. —¿qué dices? —en secreto se aprovecha de la apariencia que carga esa noche y el encanto que la envuelve; como si no fuera suficiente para disuadir, su diestra alcanza una de las botellas vacías de las mesas y la mueve, elevando las cejas y descendiendo a la par. —secretos que no tengan que ver con zapatos.

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pramarilla:

   por más cosa que tenga encima, su naturaleza tímida es difícil de esconder – bueno… no sé si tanta gente quiera besarse conmigo — admite, bajando la mirada. de no ser por la iluminación de la fiesta, sus mejillas brillarían con tonos carmines. cautelosa mirada se posa en la pelirroja, cayendo entonces con cierto pánico a las manos que se aproximan a sí misma — ay, ¡n–! – frase cortada, reemplazada con una risa – ¡ah! ¡no es justo! – carcajada tras carcajada, espasmos recorren su cuerpo en un intento de liberarse de las cosquillas – ¡es tortura, es tortura! – sin embargo, no deja de reír

su mente se niega a creer lo que escucha, por eso mismo tiene que aclarar la situación. —¿pero qué estás diciendo? —crea una mueca, sus labios torcidos y cejas fruncidas por igual. —apuesto a que hay toda una fila esperando por ello, yo estaría ahí —admite sin pena alguna, a pesar del disfraz percibe la anatomía ajena y aunque parezca primitivo puede calificarla; una nota alta. sin embargo eso no quita que sus dedos sigan moviéndose a través de la tela amarilla, recorriendo el abdomen en ese fatal castigo y cuando escucha las quejas dicha acción se prolonga minutos más. —¡ese es el propósito! —se contagia de la risa, deteniendo súbitamente el ataque. —¿dónde dejaste tus superpoderes, eh?

“Te reto a besar a tres personas.”

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cleopatrats:

“No recuerdo haber bebido tanto como para sentirme tan ebrix.” @jessicvrvbbit

“Y no recuerdo haberte dirigido la palabra.” Promesas se vuelven tijeras, filo en silabas que no teme cortar carne (y algo más) a su paso. “Si no piensas decirme algo interesante entonces vete.” La idea de lidiar con aquellos gobernados por la estupidez resultaba insulsa para la mujer que entonces vestía una corona ilusoria, no perdería el tiempo en boberas, ni siquiera en una de las circunstancias más entretenida que podría proponerle la vida.“Si es que estás en tus cabales para hacerlo.” 

la oración fue soltada al aire y tiene la mala suerte de que aquella figura fuera la precisa receptora. su delgada ceja se arquea con diversión a medida que las rudas palabras fluyen de los labios de la antigua reina, es la primera oración que cruzan en la noche como para desatar tal actitud. —claro, mi error—accede, aparentemente dócil, incluso una sonrisa se dibuja en sus labios rojizos. entonces continua su camino, la fémina habla de eso, ¿no? solo que no menciona hacia donde dirigirse y la animación opta por continuar en línea recta, chocando hombro con hombro con brusquedad palpable, el desequilibrio da como resultante que la bebida que antes yace en sus manos termine en el suelo, salpicando telas contrarias, si quería algo interesante ahí lo tenía.

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cheshirecatgurl:

reto. @eleveneggots· @jessicvrvbbit·

el aburrimiento es su motor en la búsqueda de su objetivo en el tonto juego en el que se ha metido, el alcohol su acompañante en la locura de la que puede arrepentirse al despertar. pero el pensar en consencuencias no entra para nada en su cabeza en ese instante, mucho menos cuando identifica a su chica y el gozo se dispara en su cuerpo. “me agrada tu disfraz.” comienza el acto, aunque no es mentira lo que abandona sus labios.

la mujer se entretiene en la mesa de aperitivos, así quizás puede contrarrestar los efectos que produce el alcohol en su organismo. ensimismada en debates mentales por las muchas opciones que hay en el menú y el poco apetito que carga, resulta refrescante la voz ajena resonando en su mente. —gracias, —da un vistazo rápido a su interlocutora, de pies a cabeza y se centra en las facciones bien maquilladas.  —el tuyo es lindo, no porque tenga que devolver el cumplido, eh, es bonito realmente. 

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planepilotss:

“¿Eres una aburrida que se aprovecha del disfraz para no serlo?” la cuestión escapa pensativa, hay más broma que seriedad, más teoría imaginativa que base coherente, es en parte un resultado químico de la presencia etílica navegando por su propio torrente sanguíneo. Y para darle más prepotencia, lleva la copa a estrenar a sus propios labios. “Me alegra saber que no eres de quienes usan la fuerza” ojos siguen los movimientos ajenos, fieles a guiarse por el hilo rítmico que para ese momento inunda ambiente, tímpanos, que obliga a las cuerdas vocales a un ligero esfuerzo y sacrificio del volumen. “Y supongo que quizá el último” menciona entretenido, y ay, quizá el destino disfruta de burlarse, regodearse de escenas de este tipo, montadas en la mala fortuna y la torpeza de una pista atestada en transeúntes que se pasean torpes, inestables, una en peculiar siendo primera pieza de dominó, el pilar para hacer caer la torre e invitar al accidente. Primero es empujón a ella y después de ella contra él y después brebaje, cayendo, empapando, siendo un desperdicio molesto perdiéndose en el oscuro verde del uniforme, el culpable ni cuenta se da de su caos desatado, él tiene la visión fija en el trago caído con la resignación  de quién ya no puede hacer nada para salvar ni salvarse. “¿Ésta es tu manera de enfrentar el posible rechazo?" 

—naturalmente, me aprovecho del anonimato para hacer de las mías —mantiene la sonrisa, confirmando cualquier teoría o suposición general; las identidades revueltas creaban cierta atmósfera que les permitía ser ellos mismos en exceso.  —eso jamás  —niega rotundamente, el movimiento más torpe que lo usual, y hasta usa los brazos para dar énfasis en dichas palabras. luego le toca ser testigo de lo siguiente, sin saber si se trata del alcohol en la sangre o simple percepción, jessica observa todo de manera lenta, como si pudiera haber actuado pero optar por no hacerlo.  —¡eso no fue mi culpa!  —objeta, brazos sobre su propio pecho.  —quiero pensar que se me ocurriría algo más creativo.  —solo le queda reír ante el resultado del accidente, uno que fue bastante cómico porque ella no fue directamente la afectada.  —casi no se nota, si cierro ambos ojos la mancha desaparece  —obedece a sus propias palabras, párpados cerrándose lentamente mientras inclina con ligereza el mentón.  —listo, como recién salido del horno. o si prefieres podemos intercambiar atuendos, apuesto a que este vestido te sentaría genial  —ofrece juguetona y sin esperar una respuesta concreta toma la mano ajena, esta vez dirigiéndose a una mesa de aperitivos.  —seré buena esta noche y ayudaré con tu lío, eh, pero solo esta noche.  —sienta al hombre en una de las sillas cercanas y la mujer alcanza con una sola mano una servilleta de tela, pasando el pliego sobre el pecho y así absorber la humedad.  —un buen pago sería que te dejes de hacer el interesante y muevas tu trasero hacia la pista, sin excusas. 

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tsthief:

“¿Me acompañas al baño? No me siento bien.” @jessicvrvbbit

Rasca su frente con el anular antes de acceder, procura secuestrar una pequeña botella de cerveza para el pequeño trayecto. “Hasta la puerta…” señaló lo evidente, justo antes de, a raíz de cierta curiosidad por su estado, echar un vistazo a la joven. “¿Qué sientes?” y dio un paso para avanzar pero no movería la otra pierna hasta que la joven se disponga a caminar.

—no es como si quisiera abusar de ti, hasta la puerta si eso te hace sentir seguro  —aclara, poniendo los ojos en blanco. con el andar entorpecido ya hasta parece un requisito tomar con la punta de los dedos tela extra del vestido, en caso de que se le ocurra enredarse con sus piernas.  —mareada, creo que no debí de beber tanto vodka  —niega un par de veces hasta que su visión alcanza el letrero del sanitario y lo señala.  —ahí está, apresúrate que puedo morir aquí.

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hansolo-ts:

La inesperada invitación de la dueña de aquel despampanante vestido rojo y curvas marcadas provoca que le dirija una mirada incrédula, casi curiosa. —No creo que sea una buena idea,— inicia, una sonrisa dictando que, después de todo, tampoco estaba dispuesto a llevar la contraria en un ambiente tan festivo. Al menos no de momento. —¿Te decepcionaría si digo que no?— responde, aunque no necesita hacerlo por encima de la música, no cuando el cuerpo femenino se encuentra tan cerca. —Al menos voy a intentar llevar el ritmo, que ya es algo, ¿no lo crees?— 

— ¡por supuesto que lo seria!  —dramatiza, manos exagerando ademanes. conforme las palabras fluyen de labios extranjeros la sonrisa se ensancha, pues finalmente acceden a cumplir sus simples caprichos, entonces suelta la anatomía masculina, se deja llevar por la música que resuena en su cabeza y viaja hasta sus caderas.  —no te preocupes, yo te guío.  —con el índice lo dirige a la pista y una vez ahí empuja a un par de transeúntes para lograr un área considerable de espacio libre.  —primero debes cerrar los ojos, luego piensa que nadie te está viendo y ¡baila! es como tener una convulsión, pero más poética  —acota la broma, riendo.

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Favorite Movies (2/?) | Who Framed Roger Rabbit (1988) dir. Robert Zemeckis

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pramarilla:

    El casco en mano, la mirada se levanta para posarse en la contraria, los arcos elevados con sorpresa. – ¿Tres personas? – sus planes ignoraban por completo el besar a otra persona, mucho menos tres. – ¿qué pasa si no acepto? / @jessicvrvbbit

—¿qué? ¿te parece demasiado? —interroga con diversión, sonrisa ancha se aprecia en sus facciones. —bien, bien... soy flexible, puedo cambiar el reto. —alza ambas manos en redención, posando ahora dos dedos sobre el mentón. —¿qué te parece si... —comienza, peligrosa cercanía mientra saca las garras que aterrizan en el abdomen contrario. —te hago cosquillas? 

“Te reto a besar a tres personas.”

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planepilotss:

Gran libre albedrío, cada presente parece hundido en los instintos más primarios, aquel salón que es usualmente escenario de rostros de piedra y fríos saludos en la velada presente es campo de risas y libertades. No se le oculta la sonrisa ni la sorpresa, cercanía suficiente para nublar toda primera idea. “No la conozco realmente” se sincera, quizá tienen mal oído o es simplemente la falta de conocimiento. “¿Cazando muchas víctimas de esta manera, hm?” indaga, sin el sí ni el no desplegando, simple curiosidad habita en su tono, en el par de infinidades que escrutan. 

—yo soy aburrida, pero no tanto, eh... no puedo creer que no la conozcas —arruga el puente de la nariz en una mueca que solo es cuestión de tiempo para que se convierta en una risa sonora. —solo las que se dejan, —abandona el tema aún con los largos dedos sobre la muñeca ajena, pues en sus planes nunca traza una negativa. —entonces no son víctimas, ni yo victimario —mientras el otro se convence, sus caderas siguen el ritmo de la música. —aunque puedes ser el primero si dices no. 

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mvriots:

Iba de vuelta a la pista de baile tras ir en busca de alguna bebida en la barra cuando su cuerpo fue interceptado por el de la contraria. “¡Claro!” respondió con entusiasmo, dejando la música fluir por su cuerpo en sintonía con el de la otra chica. “Si, es muy buena” dijo, dando un sorbo a su trago. “¿Quieres?” ofreció, tendiéndole su vaso.

tras el camino hacia el pandemonio, jessica deja de mover el cuerpo solo por el ofrecimiento contrario. —¿qué es? —cuestiona con ambas cejas en alto, sin embargo sus extremidades son autónomas ahora y obedecen la pregunta, aceptando la bebida. —uhm... —saborea, dando un sorbo más al intentar adivinar. —no, no sé, me rindo. 

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sleepingbeauty-ts:

cuando la mujer tomó su brazo las respuestas llegaron tardonas, o más bien no llegaron.  es que su cuerpo se encontraba siendo guiado por la figura femenina cuando entonces comprendió un poco de lo que se había tratado toda esa interrupción. —   ¿para eso tantos malos modales?   — señala con algo de sorna porque creía que podía haberle preguntado de otra manera, una menos bruta o menos imponente.  pero lo deja pasar, su buen humor tenía esas consecuencias.—    no es mi favorita, si es de eso de lo que estamos hablando.   — responde con picardía mientras comienza a mover sus caderas, siguiendo el ritmo.

el personaje animado ríe ante la declaración, por encima de su antifaz se pueden ver las orbes coloreadas de blanco. —nunca dije que fuese educada —termina por aclarar, no tenía ninguna intención de pedirlo con educación y finalmente parece no ser necesario porque ya se encaminan al centro de la pista. —no importa, luego podemos pedir la tuya si quieres —ofrece. sus piernas se flexionan -o al menos tanto como el ajustado vestido se lo permite- mientra sus caderas descienden y los brazos se alzan. —hagámoslo juntas —pide, su palma estirada esperando que ambas emulen dichos movimientos. 

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phznthym:

“¿Quieres escuchar un secreto?” @jessicvrvbbit

Agradece al alcohol, a la música, y cualquier medio que ha hecho que se despoje de sus preocupaciones por una noche. La velada les promete a los presentes una realidad distinta a la que se ven obligados a vivir en el día a día. Promesas falsas, identidades que se encuentran detrás de máscaras; el paraíso para los amantes del misterio y la diversión. Pero sabe que al salir el sol, todo eso se acabará, trayendo consigo la cruda moral con la que muchos se verán obligados a lidiar. Es testigo de algunos encuentros que no terminarán bien, de peleas que seguramente se irán cuando en el reloj se escuchen las doce campanadas. Amistades hechas por el alcohol, enemistades que son causadas por las rivalidades. Permiten que su psique sea dominado por los placeres mundanos, dejando en evidencia que la raza sigue pareciéndose a sus antepasados. Un suave timbre femenino lo saca de sus pensamientos, logra ocasionar una mueca sobre los pétalos masculinos, mismos que han degustado de unas cuantas bebidas de dudosa procedencia. “Soy todo oídos, Jessica.” Disfruta el nombre del disfraz de la fémina en sus labios, para después, dedicarle una sonrisa a la causante de su curiosidad momentánea.

miente diciendo que no aprecia el anonimato del que ahora goza, se escuda en palabras necias pero finalmente se traiciona realizando acciones que no haría normalmente. una de ellas, por ejemplo, es con la bebida, y los múltiples vasos que se adueña con el recorrer de las horas, mismos que le dan ánimos de mover la lengua solo porque puede hacerlo. —estoy muy cansada,  —confiesa, apoyándose de la figura masculina y desabrocha la pulsera de sus altos zapatos de tacón. y es que desde que había llegado al salón se abrió paso primeramente en la barra y después en la pista, deleitando el ojo humano con sus improvisados movimientos de baile.  —ustedes tienen suerte por no tener que usar de estos,  —clara referencia al calzado  —aunque yo también pude no hacerlo, solo que no estaría tan acorde al disfraz, ¿o qué te parece?  —luego de que el muchacho sirviera para su fin se decide alejar, privilegiando la vista contraria con su cuerpo completo.  —¿esperabas otro secreto más picante?  —se burla, eliminando distancia nuevamente, solo para que su voz se escuchara mejor. aquello le provoca risa y esta no tarda en fluir, cubriendo sus labios con las torpes palmas.

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goddessgrk:

“Estás pisando mi disfraz” @jessicvrvbbit

reacción sorpresiva captó atención de la diosa, extremidades maniobraron accionar para alejarse de la vestimenta impropia. “lo siento,” palabras en son de disculpa se prolongaban de entre sus belfos color carmesí. “peligros de traer tan bellos —largos vestidos.” indicó otorgándole una dulce sonrisa, cuan disculpa esperaba ser aceptada.

cadenas se rompen y dejan sin candado labios abiertos, que no se detienen ni un segundo para pensar las palabras que evacuarán. —lo hiciste a propósito, —la lengua se siente pesada cuando articula cada sílaba, falange suspendido en el aire para acusar. —dime, lo hiciste, ¿no? yo sé que sí —afirma sin conocimiento alguno, su cuerpo deja caer el brazo y las facciones en su rostro suavizan. —pero es bello, lo admito, también peligroso. mira esta abertura —entonces enseña la pierna que asoma de dicho corte. —¿no quisieras vestirle siempre? —se acerca a la susodicha solo para preguntar, posa con delicadeza (un esfuerzo humano para hacerlo) sus manos sobre los hombros ajenos y decide descender, una inocente caricia que servía para cumplir cierto reto.