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it’s broadway, bitch.
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Captain Caveat
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shekhrohani1
الشيخ الروحاني لعلاج وفك السحر
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self-portrait
Margarita (bellis perennis) es mi flor porque la novia la escogió y ella es, todo lo que yo soy.
B rote pequeño de una diminuta familia.
E logiado como un joven
L leno de carisma y encanto.
L ibre cuál pajarillo del bosque, nunca sus manos ataron.
I mposible de borrar de su rostro una sonrisa
S iempre contagiando de su energia a las personas que habitan su corazón
P equeño brote que
E ncantadoramente conquistará sus corazónes con su dulzura
R emedio de todos sus males resultará
E namorado de la vida
N unca capaz de sus emociones identificar.
N o le pidas callar.
I mposibilitado se verá
S i a su vida llegas, jamás te volverás a ir.
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it's (our) secret.
w/이달의 소녀
Los pasos del joven bailarín iban y venían de un lado a otro por la diminuta sala del piso que compartía con sus compañeros de agrupación, podía sentir la mirada del muchacho que lo acompañaba encima suyo, cuestionando su actuar y aquel extraño nerviosismo que lo invadía. Porque sí, estaba nervioso, ¿la razón? una persona, y no era cualquier persona. Hacía un tiempo que el castaño estaba "conociendo" a alguien, pero nunca había podido quedar en un encuentro con ella porque, había que ser realistas, tendría que estar loco como para pretender a una señorita en su estado de "nuevo idol" y es que sí, todo mundo se esforzaba en recordarle que tenía estrictamente prohibido las citas, aún más si eran con una persona del mismo mundo. ¿Pero qué podía hacer? No se puede ir contra la fuerza más grande del universo; el amor.
Aquel día por fin ChangMin había reunido la valentía suficiente como para acordar un encuentro con aquella joven, lo llevaba planeando por semanas, era imposible que algo resultara mal. Para su fortuna, todos los miembros de la agrupación yacían descansando en los dormitorios, les habían dado el resto de la tarde libre, por lo que el castaño esperó a que cayera la noche para ponerse en marcha.
Hizo un par de llamadas para asegurarse que todo lo que había planeado con tanto esmero estuviera perfectamente listo y se escabulló por el edificio donde habitaba. Descalzo, con los tenis colgando desde una de sus manos y una pequeña bolsa de papel de un tono rosa colgando de la otra arrastraba los pies por el pasillo principal del edificio, sentía la adrenalina recorrer sus venas, era sin duda lo más loco que había hecho en su vida. Una vez sus pies pisaron la acera cubrió sus descalzos con los blanquecinos tenis, cubrió aquella gran melena en su cabeza con la capucha de la chaqueta que acababa justo bajo sus rodillas y metió una de sus manos en el bolsillo de la misma prenda intentando calmar el frío que ardía en su piel. Estaban en los días finales del invierno, pero aún las noches helaban como si de diciembre se tratase. De cierta forma eso alegraba al bailarín, pues la cantidad de personas en las calles de la capital disminuía considerablemente en comparación a otras estaciones.
Luego de un tiempo de espera por fin pudo tomar un taxi, y tras indicar su lugar de destino levantó el cubre bocas que, hasta ese momento, lo único que cubría era su barbilla hasta su boca. Perfectamente infiltrado, solo dejaba ver aquel par de ojos cafés en su pálido rostro. Ya con el automóvil andando, sacó ambas manos de sus bolsillos, quitó los guantes que protegían su piel y frotó sus manos contra la oscura tela de sus pantalones intentando agarrar un poco de calor para poder controlar el aparato móvil que uno de sus compañeros le había conseguido para lograr comunicarse con su dama.
"Si puede, solo si puede y quiere
alguien la estará esperando en 20
minutos en la salida de la estación de
Gwanghwamun. Por favor, no falte"
Con los pulgares casi inmóviles del frío tecleo el mensaje y lo envió, se quedó observando la pantalla del móvil algunos minutos hasta que la respuesta llegó, respuesta que no alcanzó a leer pues sus dedos enloquecieron de nervios bloqueando la pantalla y guardando el mismo aparato en su bolsillo. ChangMin era un chico tímido, eso no era sorpresa para nadie, pero se debía más que nada porque todo lo que estaba experimentando con la joven cantante era algo completamente nuevo para él, estaba enloqueciendo, como siempre solía mencionarle.
El automóvil tardó alrededor de 10 minutos en encontrar el lugar de destino. El castaño revisó la tarifa y pagó, como era debido. No obstante, su cuerpo no movió de su interior, aquel sería el lugar de espera.
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( my ) youth
#IIP12
"Otra reunión con los amigos"
Era la descripción del post de Instagram que Changmin no dejaba de leer. Sus amigos de la escuela media seguían manteniendo la costumbre de reunirse semana por medio. Esa vez era la segunda oportunidad en la que el joven de rizos tuvo que rechazar la invitación. Odiaba tener que ver el ceño fruncido en la pálida frente de su amigo, pero el debut de The Boyz había tenido lugar hace muy poco y lamentablemente, ya no contaba con el tiempo suficiente para verlos, no en ese momento.
"En la vida hay que aprender a dejar de lado algunas cosas para obtener otras. La fama y las amistades fuera de este mundo no siempre funcionan"
Palabras, de alguna forma, rudas que no dejaban de repetirse en su cabeza como disco rayado, y mientras más vueltas le daba al asunto, más fuertes parecían. Pero, al fin y al cabo, era cierto. Ese era el precio de la fama, y tendría que acostumbrarse a ver a sus amigos de toda la vida llevar vidas normales desde el otro lado de la pantalla del móvil. Sus amistades eran algo que Changmin siempre había valorado en demasía, eran tan importantes como su familia, por eso era que le costaba tanto asimilar la idea de que poco a poco irían distanciándose hasta que solo queden los recuerdos vagos de su amistad de juventud.
Se siguió moviendo por el perfil de aquel amigo suyo -en el que por curioso cayó- hasta toparse con una imagen, en ella el mismo joven rodeaba con uno de sus brazos el hombro de una chica.
—¿Será que nosotros podremos tener novias algún día? —
Soltó el chico lo suficientemente alto como para que el joven sentado unos metros más lejos de él pudiese oírlo. Tenía que aceptar que la idea de algún día tener una relación le causaba mucha emoción. A pesar de que lo único que el bailarín conocía sobre el amor eran las historias en los libros y las películas, le parecía algo hermoso. Más estaba seguro que eso era algo lejano en sus circunstancias.
—Si esperas tener una larga carrera en la industria lo dudo mucho, hyung—
Por alguna razón las palabras del rapero de la agrupación le habían provocado unas carcajadas que soltó tras escucharlo. Y ahí estaba de nuevo, cuestionándose si haber dado vendido su vida personal y social a cambio de cumplir el gran sueño de su vida había sido una buena idea. De nada le servía ahora arrepentirse, había tomado a una decisión.
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D day (part II)
#idol
A sus oídos llegó la voz del presentador del evento, completamente audibles pero incomprensibles hasta la distancia donde el chico de los rizos se encontraba. Era la primera vez que los doce muchachos eran presentados como uno solo. Ya no eran simplemente "los chicos de... (su agencia)" tenían un nombre, una identidad por la que ser reconocidos y la cual los acompañaría desde ese día hasta el límite de sus carreras.
— Best we... The Boyz.—
Se presentaron en conjunto. El estrepitoso sonido de las doce voces masculinas al unísono resonó de tal manera en el recinto que provocó uno que otro chillido de los labios de la fanaticada, lo cual logró las primeras sonrisas de la noche en los rostros de los varones.
Nuevamente fueron invitados a presentarse, esta vez uno por uno, comenzando por, obviamente, Sangyeon, el joven al que se le había encomendado la misión de liderar a tan numeroso grupo. Así, el micrófono fue pasando de mano en mano permitiéndoles revelar uno por uno su identidad y sus encantos. Changmin era el antepenúltimo, formado antes de sus menores; Hwall y Eric. Se dio a conocer como Q, bailarín principal y chico del aegyo letal. Una demostración de su ternura innata y había finalizado. Definitivamente ese no era la habilidad que le hubiera gustado presentar, pero algo tenía que "vender" según su agencia, aunque así debiera abusar de extrema adorabilidad.
El resto del evento prosiguió de manera tranquila. Entre bromas y risas de parte de los jovenes idols el ambiente se fue haciendo más ameno y los nervios del castaño se fueron disipando a medida que realizaban las presentaciones de sus canciones, desde "boy" "Walking in time" y su canción de pre debut "I'm your boy" Terminaron la demostración con gran satisfacción, siendo elogiados por el MC presente por su gran coordinación siendo una coreografía poderosa y con la dificultad que implicaba coordinar a gran cantidad de integrantes.
Llegado el fin del evento, se despidieron tanto del presentador como de la multitud que había concurrido al recinto. ChangMin se deshizo de cualquier pensamiento de nerviosismo, o la misma ansiedad que sentía en un comienzo. El showcase había logrado finalizar con exito y no había cabido en sí para otro sentimiento que no fuera la satisfacción de haber culminado con el show. Fuera del escenario los doce miembros de la agrupación sellaron el momento en un abrazo "de grupo" felicitandose por lo realizado.
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D day (part I)
#idol
Once de los miembros de la agrupación novata de Cre.ker entertainment habían abandonado lo camarines para dirigirse al escenario. El showcase por el debut de The Boyz estaba por dar inicio pero uno de los varones yacía sentado sobre un sofá en la sala de espera con los codos apoyados sobre sus muslos. En ambos manos descansaba una fotografía de aquella mujer en sus treintas que lo había criado por los primeros diecinueve años de su vida, y a la que ahora estaba abandonando para poder cumplir su sueño, un sueño que estaba a segundos de hacerce realidad. Del cuello de la dama en la fotografía a la que llamaba 'madre' se aferraba un pequeño niño de unos ocho años, en sus labios se dibujada una sonrisa tan grande que pudo jurar las comisuras labiales casi tocaban las de sus ojos.
El dedo pulgar del bailarín se deslizó sobre el rostro de papel del infante y sonrió, no era una sonrisa de felicidad, ni siquiera se le parecía a la de la imagen, era una sonrisa llena de nostalgia. Por su cabeza pasaron millones de pensamientos sobre el pasado. Las cosas ya no eran las mismas, todo lo que lo rodeaba se pintaba distinto, inclusive él había dejado de ser ese niño sonriente, al cuál lo único que lo unía al mundo del entretenimiento era su anhelo y el deseo por volverse un bailarín. Su vida estaba a punto de cambiar, y lo tenía muy claro, de lo que no estaba completamente seguro era de si había escogido el mejor camino.
— Todo ésto, es por ti—
Susurró enfocando su atención nuevamente en la imagen de la mujer, se llevó la fotografía hasta el pecho y apretó sus párpados buscando la fuerza necesaria para ponerse de pie y dar el gran paso de su vida. No sabía cuánto había pasado hasta que una voz masculina lo despertó de su estado de meditación.
— ¡¡Changmin-ah...!! ¿qué haces aquí? ¡Es hora!—
Pudo sentir la euforia y ansiedad en las palabras de su compañero, pero solo pudo sonreír. Abrió los ojos y llevó su mano diestra hasta el bolsillo de su pantalón donde guardó el tesoro que antes observaba y siguió los pasos del muchacho de mayor altura.
En un abrir y cerrar de ojos estaba formando un círculo con sus otros once compañeros de grupo con las manos en el centro. Acción que daría paso a todo lo que se avecinaba.
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