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Hola soy Yanay y mi sueño es montar muchas llamas.

Vivo dentro el imperio Incaico, este fue fundado por Manco Cápac y Mama Ocllo, quienes fueron enviados por el dios Inti para civilizar a la gente y crear un nuevo imperio. El dios sol le otorgó un cetro de oro a Manco Cápac, diciéndole que si él cetro se hundía con facilidad en la tierra de alguno de los lugares donde descansaron, esa sería su capital. Los esposos y hermanos iniciaron su tarea de buscar la tierra bendita y blandita. Algunas personas empezaron a seguir a Manco Cápac y a Mama Ocllo para encontrar un hogar. El cetro fue hundido con mucha facilidad en el valle de Cuzco, donde se originó nuestro Imperio. Manco Cápac les enseñó a los fuerte y valientes hombres la caza, la agricultura, a construir terrazas de cultivo, casas y huertos. entre otras cosas; Mama Ocllo le enseñó a las hermosas, listas, preciosas y trabajadoras damas que su deber era hacer los deberes del hogar, enseñándole cosas como, cuidar a la familia, tejer, cocinar, hilar, entre otras cosas. 

El imperio es gobernado por el Inca, un elegido por sus virtudes por el dios Inti a través de muchas pruebas y rituales para gobernarnos a todos acercándonos a los dioses.

Vivo en una Acllahuasi con muchas otras niñas y mujeres que provienen de clases altas y bajas, aunque en su mayoría son clases altas, algunas son nobles por ser familia del Inca, o familia de la familia del Inca . De hecho, yo soy una Ayllu Hatun Run. Bueno, era. Ahora soy una Aclla. Por lo que me dijeron, las Acllas son mujeres seleccionadas por su belleza y habilidades para ser llevadas a un Acllahuasi.

De hecho, me recuerda cuando hacía los deberes del hogar con madre, o como cuando cocinaba chicha con ella, Era divertido. 

Esto me hace recordar cuando cuidaba las llamas con ella. Había una que era mi favorita, se llamaba Yama la llama. Yo estaba encargada de ella, recuerdo que sus ojos veían hacia todos lados, le faltaban tres dientes, caminaba chueco y siempre le escupía a los pájaros y niños que pasaban. Espero que padre la haya llevado a un lugar alejado de niños, porque o si no se la van a comer.

La quería mucho, hasta que padre la vendió. Me puse triste pero tampoco me quejaba, ya que madre me dijo que la llevarían a un lugar mejor. Además padre la intercambió por paja para arreglar parte del techo que se nos había volado con el viento, así que fue por una buena causa. De todas maneras no era la primera vez que padre intercambiaban alguna llama o alguna cosa por algo que necesitábamos. Como la vez que cambió a una de nuestras llamas y unos jarrones de cerámica por un horno de barro, o la vez que madre cambió unos sacos granos de maíz por muchas ropas bonitas para mi y mi hermano.

Recuerdo también cuando acompañé a madre a pasear a un pato que yo quería mucho al mercado. Cuando llegamos a un puesto de un señor que vendía carne, madre recordó que se le habían quedado unos saquitos de semillas. A lo que ella me pidió que los trajera. Cuando llegue a la casa me di cuenta que me confundí con la casa de la vecina, Realmente me asuste porque pensé que me iban a acusar de ladrona, sin embargo la señora Asari comprendió que me había confundido, ya que nuestras casas eran muy parecidas entre sí, la única forma de distinguirlas era que una estaba en una planta más alta que la otra. Estaban hechas de rocas y paja, y como yo iba apurada no me fijé. Me dirigía de vuelta al mercado hasta que me topé con madre, por lo que le pregunté si ya no necesitaba las semillas. Ella me respondió que en vez de las semillas intercambió un poncho viejo por la bolsa de pescado que llevaba en su mano. En camino al hogar me di cuenta que el pato ya no estaba con ella, a lo que ella mejor que el pato se encontraba en un lugar mejor, un lugar lleno de los de su especie, un lugar en el que él estaría muy feliz. Me sentía contenta al saber que aquel pato que yo quería tanto ahora se encontraba en un lugar mejor.

Cuando íbamos de camino casi volví a entrar a la casa de la vecina. Debería poner un punto de referencia o algo.

También recuerdo la vez que madre me había despertado más temprano que lo de costumbre. Me levantó y nos dirigíamos a la orilla del río. Cuando llegamos madre estaba arrodillada entre las rocas, yo curiosa le pregunté que es lo que hacíamos ahí. Ella me explicó que buscaba una piedra para moler granos de maíz. Realmente me parecían fascinantes las ideas de mamá!. Después descubrí que madre no era la que lo inventó, si no que era una herramienta que todas las amas de casa utilizaban, esta se le llamaba batán. Aunque hubiera preferido saber que ella fue la que lo inventó.

A pesar de que mis padres estaban felices por ser seleccionada como Aclla, igual a veces me pregunto si alguna vez los volveré a ver. Después de todo, la sacerdotisa me dijo que después de pasar aquí los 4 años, podré ser una gran sacerdotisa como ella o me convertiré en la esposa de algún noble importante.

Antes todo era muy simple y divertido. Me levantaba temprano junto a madre para machacar maíz en el metate. Luego de preparar el desayuno y mi hermano y padre se levantaban, nos dirigimos a desayunar juntos. Antes del mediodía los hombres se iban a cumplir sus obligaciones en las terrazas de cultivos o donde sea necesario para la comunidad. Mientras que en casa con mamá hilábamos, hacíamos utensilios de cerámica, limpiabamos, manteníamos el orden, recogíamos leña, cuidabamos las llamas y cocinábamos la cena. Al final del día padre y hermano llegaban a casa exhaustos, comíamos juntos, y nos dirigíamos a descansar para el siguiente día. Realmente extraño esos días.

Es diciembre y quedan 4 meses para la cosecha, pero todos en el pueblo ya estaban planificando las ceremonias. Se rumorea que El Inca va a ordenar una capacocha para pedir a los dioses que se detengan las sequías. Todas las madres del pueblo dicen que sus niños y niñas son bellos y puros, pero creo que mi hermano es el más digno para convertirse en una ofrenda para los dioses. Cuando tenía su edad casi fui elegida para convertirme en tributo para eliminar las inundaciones, realmente estaba muy emocionada!. Pero por alguna razón eligieron mi prima, a la que dieron alimentos ceremoniales por un año, para después ser llevada con los ancestros en las montañas. Que envidia. De todos modos solo ellos saben como hacer el ritual y comunicarse con los espíritus.

Es un enorme honor ser elegido para un capacocha. Todos sabemos que así los dioses cuidarán de nosotros, además nos permite demostrar nuestro agradecimiento por todos sus regalos.

Siempre que las cosas se ponen difíciles, como cuando las cosechas se secan o una enfermedad se lleva a mucha gente de nuestro pueblo, pedimos ayuda a los dioses ofreciendo tributos a cambio de su amor y ayuda.