julesbernardi

[julesbernardi]

( @plandry ) ( 029 ). una fiesta de ex-estudiantes en una casa mal iluminada, donde reconocerte fue como respirar por fin.

Reencontrarse con Peter sin duda ha sido el highlight de su noche. Para empezar, Jules ni siquiera quería estar ahí y había sido vilmente arrastrado por su hermano. Divisar con su viejo amigo fue un salvavidas. Escucharlo hablar sobre las buenas nuevas de su historia es reconfortante. Ha pasado tiempo desde que los dos se ponían al día. “ Luego que tengas oportunidad, te invito a quedarte en mi apartamento en Chicago. Vivo justo a dos cuadras del downtown, en un edificio fabuloso. Te mentiría si te dijera que no vivo feliz allí. ” Alza los hombros. “ Mucho más feliz que cuando vivía en el campus, sabes. ” Cruza los brazos. “ ¿Te haz encontrado a alguien más últimamente? Siento que hace siglos no veo a la gente de Pomona. Aunque me entero de muchas cosas. ” No sabe cómo pero los chismes de los demás siempre terminan pasando por sus oídos.

[julesbernardi]

( @dolorcs ) ( 029 ). una fiesta de ex-estudiantes en una casa mal iluminada, donde reconocerte fue como respirar por fin.

“ Wow. No creí que me fueras a reconocer, la verdad. ” De hecho no sabía que ella siquiera supiera quien es él. Al principio podría malinterpretarse como si fuera indiferente al hecho, pero en realidad, le agrada. Le encantaría escuchar que ha sido de ella. Por lo tanto, tratando de no ser directamente entrometido, quiere romper el hielo: “ ¿Quieres algo de tomar? ”

[julesbernardi]

( @faewlers ) ( 035 ). el estacionamiento vacío frente al estadio, la radio sonando bajo un cielo sin estrellas.

“ Boo. ” Le susurra casi al oído por detrás. Espera a que ella se de la vuelta para decirle: “ Juro que no te estoy siguiendo. ” Se inclina para darle un abrazo, cálido a pesar del frío de Dover en invierno, el que solo un buen amigo puede llenar. Reencontrarse con los viejos amigos siempre es grato, y Fae siempre tiene un espacio en su corazón (y en sus mensajes, donde mantienen la mayoría de su relación en tiempos modernos). “ No sabes el gusto que me da verte. ” Es sincero. Siente que han pasado décadas.

[julesbernardi]

( @sevreias ) ( 001 ). un vagón vacío del metro en la línea F, justo antes del amanecer.

“ Ja, ja. Estás loca si crees que te voy a dejar sola a esta hora en el metro. ” Sonríe un poco. En la madrugada se habían reencontrado en un pub de Manhattan y entre los tragos y la música habían brotado interesantes conversaciones y había abarcado gran parte de la noche de Jules. Siempre le es grato volver a ver a las personas a las que las tiene en buen concepto, Sereia no es la excepción. Les ganaron las horas y terminaron allí, solos. “ Te voy a acompañar hasta la puerta de donde te estés quedando —sin chistar. ”

[julesbernardi]

( @zacvarias ) ( 005 ). el puente de Manhattan, los pasos compartidos aunque la ciudad se extienda entre los dos.

“ Si tu lo dices. ” Se despega y camina unos pasos más, esperando que contrario lo siga. Por la noche, la vista desde el puente era magnífica. Los ojos de Jules no se despegan de ella cuando musita: “ —¿Crees que haya algo abierto para comer a esta hora por aquí? Me estoy muriendo de hambre. ”

[julesbernardi]

( @jesaiahs ) ( 001 ). un vagón vacío del metro en la línea F, justo antes del amanecer.

“ Lo más curioso de viajar tan temprano ” O tan tarde “ son las sorpresas que da la vida, como encontrarte a alguien de Pomona en el metro en Nueva York. ” Sonríe. “ Cuéntame que ha sido de ti después de tantos años. ” Y se acomoda para escuchar atento. La resaca de las bebidas de la madrugada comienza a llegar y piensa en si ya se acerca la hora de que abra alguna cafetería, se conformaría incluso con un Starbucks.

[julesbernardi]

( @carmivne ) ( 008 ). el pasillo largo y silencioso del metro en Times Square, los hombros rozándose sin querer.

Con la mirada en el piso, Jules avanza rápido. El metro en Times Square se veía algo parecido a sus pesadillas, y realmente no tenía porqué someterse a eso, pero ¿cómo más iba a concederse la experiencia completa de un turista neoyorkino? su hermano Tyler, al que venía a visitar, tendría todo el día ocupado y él no quiso ser un estorbo en casa, así que por lo menos podría ocupar el día sentándose en el parque a escribir y garabatear. Enseguida suyo alguien camina a su misma velocidad, justo al lado suyo. Levanta la mirada de reojo y luego la baja. Pero al procesar lo que vio vuelve a levantarla con una ceja arqueada, reconociendo el rostro del contrario.

[julesbernardi]

( @malevna ) ( 003 ). una azotea en Brooklyn, rodeados de luces y una reunión de fondo.

Desde un treintavo piso todo podía verse lindo. Las luces de la ciudad, la vista ambiente de la velada, podrían combinar con cualquier cosa, lucir en cualquier escenario. No había que tirar la casa por la ventana cuando se tiene una locación así. Todo eso es lo que piensa recargado en el barandal de ladrillo, apartado de la reunión, con un vaso de whiskey en la mano. Era su sexto trago, si mal no recuerda, y aunque ha aliviado algo de su ansiedad social, un momento a solas siempre es atractivo. Cuando voltea para ver a la gente reunida a unos metros, puede observar una silueta llamativa. “ Magdalena Almaguer. ” Le reconoce. “ O debo decir, Buchanan. ” Claro que la boda no pasaría desapercibida a los ojos de nadie, mucho menos de Jules, que siempre peca de saber todos los cotilleos ajenos. Le da un verdadero sentido de alegría encontrarla. “ ¿Acabas de llegar? No te había visto. ¿Cómo has estado? ” Se siente más parloteador de lo usual.

[julesbernardi]

( @breecxx ) ( 018 ). una antigua casa en Cambridge convertida en librería, donde ambos alcanzamos el mismo libro.

El olor de la casa era inigualable: una mezcla de leña combinada con palo santo y olor a guardado. Cuando toma un libro la hojearlo, otro aroma le inunda, uno a libro nuevo, y eso apretuja su corazón. Regresar a Boston muchas veces podía ser agotador, su madre siempre le ponía mil y un tareas para hacer (muchas sociales, lo cual resultaba un reto para él) y cuando coincidía con sus hermanos Tyler o Heldge, se volvía una total marioneta. Por eso volver a la vieja librería sobre la Main St. significaba un abrazo sin palabras, de él para él. En un brazo sostenía los que se convertirían en su lectura de la semana entrante (ya es viernes, y se ha puesto de meta acabar su libro actual justamente para el domingo, leyendo por primera vez El jugador, de Dostoyevski) y con la otra iba tocando el lomo de nuevas posibilidades que descansaban en el librero. Encuentra algo que llama la atención: Una edición especial de Cumbres Borrascosas de tapa dura y portada ilustrada, reconoce la versión con tan solo ver las amapolas rojas del libro rosado, coleccionista de clásicos, recién recolectando Emily Brontë. Cuando sus dedos lo deslizan fuera del librero, un espacio se hace para ver al otro lado y se encuentra con unos ojos marrones que reconocería a kilómetros de distancia. Alza las cejas con sorpresa, y se tarda un momento, pero cuando cruzan miradas exclama: “ Hey. ” Y reflejando un poco de lo que hay en su mente (paz) levanta las comisuras de sus labios. “ Estás en Boston. ” Dice sorprendido. Se da cuenta de que solo destapa lo obvio y acompleta con un simple “ No esperaba verte. ”

[julesbernardi]

¿y si todo lo que negamos, regresa con otro nombre?  — headcanons de jules bernardi.

Jules tiene en departamento propio en el quinto piso de una torre en Chicago. Vive solo con sus dos gatos, Enjolras y Eponine, a dos cuadras de la oficina de la revista Headquarters, en el corazón de la ciudad. 

Se reencontró con su ex novia Faith durante el verano y desde entonces han estado on and off. Es una relación complicada considerando que habían cortado porque ella le fue infiel, sin embargo, Jules ha estado abierto a darle una nueva oportunidad y parece que las cosas marchan enserio.

La revista marcha de maravilla. Uno de sus artículos (la entrevista con un joven senador) se ha hecho viral en X y ha traído un montón de interesados (mayormente republicanos) a su buzón. Tiene un montón de trabajo y se ha visto obligado a viajar un poco haciendo más entrevistas.

Clínicamente ha estado muy estable. El tema ha casi muerto en casa de sus padres y eso le ha traído una efímera sensación de paz. Quizá su tratamiento explote un poco su personalidad cohibida pero cuando el cerebro está tan dopado como para distinguir razones, cualquier cosa es buena noticia.

Recientemente tuvo una grandiosa noticia: La editorial Habaus quiere publicar el libro en el que ha estado trabajando los últimos doce meses, “Las voces que ejercen fuerza”, un análisis de la vida de un líder cuando es joven. Ha mandado ya el boceto con el editor de la casa. Uno de los mayores sueños de su vida podría volverse realidad muy pronto.

[julesbernardi]

✱˚｡⋆   ↪   EL TIEMPO NO BORRA, SOLAMENTE REORGANIZA EL OLVIDO.

(una colección de escenarios para reencuentros. clasificados por entorno y estado emocional. algunos pueden superponerse. puedes ajustar la redacción si lo deseas. recuerda no saturarte )

─── [ 1. ] NUEVA YORK :

( 001 ). un vagón vacío del metro en la línea F, justo antes del amanecer.

( 002 ). la banca junto al lago en Central Park, donde las palabras sobran y los ojos bastan.

( 003 ). una azotea en Brooklyn, rodeados de luces y una reunión de fondo.

( 004 ). la entrada del MoMA, donde se cruzan el arte, los recuerdos y una disculpa tardía.

( 005 ). el puente de Manhattan, los pasos compartidos aunque la ciudad se extienda entre los dos.

( 006 ). una librería de segunda mano en el Lower East Side, donde reapareces como si nunca te hubieras ido.

( 007 ). una esquina de Harlem con música saliendo de una ventana abierta.

( 008 ). el pasillo largo y silencioso del metro en Times Square, los hombros rozándose sin querer.

( 009 ). una cafetería olvidada en Queens, donde la hora dejó de importar desde que llegaste.

( 010 ). el primer escalón de tu antiguo edificio, todavía con el nombre que dibujamos en la pared.

( 011 ). el ferry hacia Staten Island, viento en la cara y promesas que huelen a sal.

( 012 ). la última fila de una función en Broadway, donde tus dedos buscaron los míos en la oscuridad.

─── [ 02. ]  BOSTON :

( 013 ). la biblioteca pública en Copley Square, entre pasillos silenciosos y confesiones susurradas.

( 014 ). un café pequeño en Beacon Hill, donde las luces cálidas hacen más fácil decir lo que dolía.

( 015 ). la esquina de Boylston Street, donde nuestras mochilas se tocaron antes que nuestras manos.

( 016 ). el banco escondido en Boston Common, rodeado de hojas de otoño y cosas no dichas.

( 017 ). la estación South al atardecer, donde el bullicio se apaga en cuanto apareces.

( 018 ). una antigua casa en Cambridge convertida en librería, donde ambos alcanzamos el mismo libro.

( 019 ). el puerto en Seaport District, el agua temblando como nuestras voces.

( 020 ). la vereda del Charles River, pasos sincronizados sin necesidad de rumbo.

( 021 ). una pista de patinaje vacía en invierno, donde los errores se perdonan con una caída compartida.

( 022 ). la fachada de ladrillos de una casa editorial en Allston, donde todo comenzó sin darnos cuenta.

( 023 ). la banca de un tranvía verde, recorriendo en silencio las calles que nos vieron crecer.

─── [ 03. ] ESPACIOS UNIVERSITARIOS :

( 024 ). el pasillo largo del Edificio de Humanidades, aún con los carteles descoloridos.

( 025 ). el banco frente a la cafetería de la universidad, donde esperabas como si supieras que iba a llegar.

( 026 ). la sala de ensayo vacía en el subsuelo del conservatorio, donde aún flota el eco de nuestras voces.

( 027 ). el viejo laboratorio de psicología, los cuadernos olvidados y el olor a lluvia filtrada.

( 028 ). la banca frente al lago artificial, donde se reflejan los días que nunca supimos que eran importantes.

( 029 ). una fiesta de ex-estudiantes en una casa mal iluminada, donde reconocerte fue como respirar por fin.

( 030 ). el sendero de tierra entre los dormitorios, iluminado apenas por faroles anaranjados.

( 031 ). la biblioteca central a medianoche, entre apuntes, manos temblorosas y confesiones no planeadas.

( 032 ). el invernadero del campus, aún húmedo por dentro, como si hubiera llorado con nosotros.

( 033 ). el cuarto de música en desuso del edificio norte, donde tocamos por última vez sin saberlo.

( 034 ). el árbol torcido detrás del gimnasio, con nuestros nombres raspados en la corteza.

( 035 ). el estacionamiento vacío frente al estadio, la radio sonando bajo un cielo sin estrellas.

─── [ 04. ] EMOCIONES ( MIX + MATCH CON ESCENARIOS ) :

( 036 ). un lugar donde dijimos “te veo pronto”, pero nunca especificamos cuándo.

( 037 ). una canción sonando en el altavoz y ambos reconociéndola al instante.

( 038 ). el mismo asiento de siempre, pero con el peso de lo que no dijimos.

( 039 ). donde el tiempo parece detenido, como si el universo esperara que nos abrazáramos primero.

( 040 ). cuando el silencio ya no incomoda, solo acompaña.

( 041 ). una despedida que no lo fue del todo, congelada en un abrazo que nadie rompió.

( 042 ). las manos temblando antes de tocarte otra vez.

( 043 ). cuando alguien más menciona tu nombre y yo sonrío antes de pensarlo.

( 044 ). el primer “perdón” que fue sincero, aunque llegara tarde.

( 045 ). el reencuentro donde ninguna palabra fue suficiente, pero el llanto sí.

( 046 ). el momento exacto en el que reconocí tu voz entre la multitud.

( 047 ). cuando el mundo siguió, pero tú y yo nos detuvimos.

[julesbernardi]

“ Nada en la vida es para siempre. ” Nada: las malas desiciones se desvanecen, los corazones rotos con el tiempo se reparan (aunque le cueste mucho aceptar esa verdad). A veces, el odio y el rencor incluso se transforman. Pero esa frase también alberga otro concepto, y es que las cosas buenas también desaparecen. El amor se acaba. La paciencia se trastorna. Las flores se marchitan, y los pétalos se los lleva el viento hasta que se convierten en cenizas, que alimentarán después las raíces de los árboles que le darán oxígeno a los hijos de alguien más. El mundo es cíclico, y el destino es un hecho. Perder el tiempo tratando de rescatar algo que nunca fue es erróneo, iluso. Y en el caso de Bree y los rastros de su vida amorosa, perderlo odiando todo lo que le rodea es absurdo. Se queda quieto en sus posiciones y ambos comparten un momento de silencio, lejos de lo incómodo, cada quien tragándose las propias palabras que se dijeron. Había pasado una semana de martirio, y aunque estaba cansado, no sentía que estuviese cerca de la salida. “ Te queda bien. ” Musita, una voz tranquila en comparación del revoloteo interior. “ La bufanda: te la puedes quedar. ” Admite, dejando al descubierto que lo ha visto desde un principio, y francamente un poco avergonzado, no porque lo haya notado, sino porque ha tenido hambre de decírselo para que ella sepa que lo hizo. “ El azul te hace ver bien. ”

Jules se voltea y ella se resbala por el respaldo del sillón, hasta quedar sentada de lado sobre sus rodillas, el libro previamente abandonado sobre su regazo. El respaldo de ambos asientos sirve como una barrera, tanto física como emocional, sin embargo habla: "Tal vez no he encontrado a Heathcliff" bufa "solo al cobarde de Linton." Cambia nuevamente de posición e intenta no imaginar el brillo de los ojos de Jules mientras recitaba a Victor Hugo o el como su mirada de ablandó al escucharla leer el pasaje de Cumbres Borrascosas. Ambos aman la literatura, es todo, un nuevo tema del que pueden hablar de vez en cuando, un nuevo paso sobre su tregua, pero de alguna manera solo se siente fría por dentro.

[julesbernardi]

Sus labios se vuelven una línea cuando ella le hace notar el cariño dentro de sus palabras, al terminar su relato. “ Sí, bueno, son mis hermanos. Crecimos juntos. Las cosas no son tan sencillas ahora, pero supongo que pasa en todas las familias, ¿no? ” Siente un impulso de querer decirle la verdad. Sincerarse es un alivio siempre para el alma y siente que hace muchísimo tiempo que no lo hace con nadie, inclusive con su reciente ex novia, con la cual tuvo problemas para comunicarse desde el inicio. Con Bree es distinto, ella no ha tenido que preguntarle nada directamente a él para obtener todo el meollo, Tyler seguro se lo ha dicho con facilidad, siempre cayendo en el estereotipo del hermano más lengua suelta. Él, a contrario de Jules, ha decidido tener relación con todos e incluso les llama una vez a la semana (¿De dónde obtiene tanto tiempo?). Lo que se llega a enterar de sus tres hermanos mayores es precisamente por medio de lo que le platica. A veces se siente culpable, como si conscientemente haya decidido partir la familia a la mitad; y luego se acuerda qué le hicieron. Una oleada de forzada indiferencia quiere cruzar su rostro, pero tal vez terminó siendo más reveladora a dolor que otra cosa. Espera que Vesper no sea capaz de identificar sus emociones, aunque sabe que Jules es un libro abierto. Procura que el momento en que comparte la fotografía se pueda llevar esa impresión con el viento.

Cuando ella comienza a narrar siente que puede respirar. Imita su posición, se recarga más relajado sobre su silla, poniéndole el máximo de atención. Escuchar es la cosa que mejor se le da en el mundo. Adentrarse en los relatos ajenos, formular sus mapas mentales, indagar sobre lo que a la gente le apasiona... es lo que más ama de su trabajo y de su vida en general. Esta no era una entrevista, claro está, pero a veces se siente como si todo lo fuera. “ Cool. ” Repite, y no puede evitar pensar en la mamá de Regina en Chicas Pesadas (una referencia que conoce en contra de su voluntad). “ De acuerdo. ” Eboza una sonrisa tímida. “ —Oh, escucho de todo un poco supongo. ” Era el tipo de chico que a pesar de tener sus gustos musicales bien definidos, estaba abierto a escuchar otras cosas y había por lo menos una vez casa semestre en donde ponía rock, y luego reggeaton, y luego rap, y luego Taylor Swift (porque claro que merece su propia categoría). Después de su descripción tiene que admitir en voz alta: “ Dios, sí suena como la epítome de las mamás cool. ” Se ríe. El momento flota en el aire: un respiro de alegría. La satisfacción que solo puede darle conocer la vida de alguien más que desea compartírsela. Vuelve su concentración fácilmente al momento, sin dejar que ninguna preocupación opaque. Una mamá músico, una madre artista, una hermana deportista... no puede evitar sentir que Vesper había estado siendo modesta cuando dijo que su familia no es cualquier cosa, si está llena de estrellas. No era muy afín a los deportes pero sabía perfectamente a qué equipo de Londres se estaba refiriendo y podía adivinar un poco sobre su rendimiento al menos en la Premiere League Femenil. Podrá ser un poco fanático, pero nunca merodeador mediocre. Al mostrarle la foto, Jules no se inclina mucho sobre el teléfono, pero eso es para tener que evadir ponerse los anteojos. No obstante la ve con toda nitidez. “ Me encanta. ” Le confiesa. “ Se ven muy unidas. ” Puede llegar a comprender la ternura con la que ella habló de Tyler y él antes. “ ¿Sabes? Sí lo veo, el parecido. ” No pregunta sobre lazos genéticos, se le hace que es un tema un poco privado para presionar. “ Claro, ubico perfecto a tu madrastra. ” Los temas políticos de Nueva York eran un tema de conversación recurrente en sus semanas, de hecho, a pesar de ni siquiera vivir allí. Lo de la familia de histéricas le hace negar con la cabeza, mostrando incisivos. “ Claro que no, yo veo muchísimo talento. ”

toda su atención se ve inmediatamente atrapada por la narración que se desprende de labios masculinos ; fijación palpable como lo haría en una conferencia o como solía hacerlo en clase por su afán de ser la número uno. sin embargo, lo que jules le cuenta resulta mucho más interesante que cualquiera de los tópicos que suelen llamar su atención. probablemente porque hay algo en su tono de voz que la hace querer seguir descubriendo más. se mantiene en su posición durante un rato, asintiendo de vez en vez para hacerle saber que lo está escuchando— y vaya que lo hace, porque rápidamente memoriza nombres y detalles que no sabe de qué le servirían ; es subconsciente traicionero el que encuentra una necesidad de mantener cerca a alguien como él. vesper nota cada cambio en su voz, en la forma en que modula dependiendo de lo que cuenta ; nota el brillo en sus ojos. nota lo bueno y lo no tan bueno, cae en cuenta de que ojiazul puede ser bastante expresivo sin darse cuenta. no está segura de si él sea receloso con su sentir como lo es ella, pero duda al respecto porque recuerda ataque de ansiedad de días atrás. ella jamás hubiese podido sobrellevarlo como lo hizo él— no frente a ojos ajenos. le gusta como mueve los hilos de la narración, como se desliza de un nombre a otro, cómo le explica con tanta sencillez cada cosa que compone a esos seres importantes en su vida. siente que le abre una ventana, y no recuerda cuando fue la última vez que sintió aquello. hacía tanto que vesper no dejaba a nadie entrar, y tampoco se esforzaba por apropiarse de nuevos espacios. la sonrisa es natural, las pestañas baten con sutileza y se ríe en los momentos que lo amerita. como cuando menciona la historia de tom y la fuerza aérea, o cuando dice que su padre llamó hippie a harry. está segura de que escuchó una historia similar con otros personajes. “no sé si los músicos alguna vez se sienten satisfechos,” se le ocurre comentar, y suena como si estuviera familiarizada con eso. ella heredó el gusto por la música, por la crudeza en la lírica, pero no desarrolló la suficiente pasión para hacer algo más que dejar instrumentos empolvarse y pasar al papel todas esas emociones que suelen atormentarla. “hablas de ellos con muchísimo afecto,” señala, comisuras estirándose con cierto encanto. no se imagina qué telarañas puedan ensuciar dichos vínculos, pero sí que se puede imaginar que, como en todas las familias, hay abolladuras y raspones. lo sabe por el comentario de la navidad. lo sabe, también, porque es esa celebración la que resulta caótica y por un tiempo, detestó. a ninguna niña de diez años le gusta tener que dividirse en distintas casas para cenar. hubiese cambiado los regalos multiplicados por la felicidad de compartir la mesa con su familia entera.

“sí, lo conozco,” no porque fuese una amistad, sino porque una personalidad así no es pasada por alto, y tampoco era difícil memorizar cuando se trataba de bree, una de las personas con las que más conecta. sabía de quienes se rodeaba. “quizás me lo haya encontrado alguna vez en el trabajo,” comenta con mirada ligeramente entornada, haciendo memoria, aunque no espera realmente desenterrar algún recuerdo. simplemente lo asume porque su familia posee múltiples negocios y necesitan dichos servicios. cuando azabache desbloquea el móvil, vesper finalmente se incorpora, y se inclina para ver la fotografía. entonces, sonríe. y esta vez es una sonrisa más amplia, más genuina, incluso si no le ilumina la mirada del todo. “tienen los mismos ojos,” apunta, en lo que despega la mirada de la pantalla para elevarla y buscar cerúleos contrarios ; es casi como si quisiera comprobarlo aprovechando la ligera cercanía. luego, se acomoda en su sitio una vez más, lo mira con atención para atender el resto de la historia. “oh, cuidar a un montón de varones— no me puedo imaginar la catástrofe, apuesto a que estaban exagerando,” ironiza de manera bromista. viniendo de una familia llena de mujeres, y aún así bastante traviesas por naturaleza, se puede imaginar lo que eran seis hombres en etapas variadas. a pesar de que jules justifica el encierro y que aquello no le afectaba, a castaña se le frunce ligeramente el ceño, apenas perceptible. es una especie de ternura la que se instala en su pecho. "no está mal ser distinto," le hace saber, incluso si no es necesario. "creo que eso es lo que te hace especial entre tus hermanos. ser encantador y sociable está sobrevalorado," alza las cejas, y la complicidad va adornando cada vocablo marcado por su acento, además de la evidente burla amistosa que le agrega. "oh, no— estás bien," hace un ademán con la mano, reutiliza esas palabras. "me agrada escucharte," se anima a sostener, y su espalda vuelve a apoyarse en la parte trasera de su asiento cuando el foco es dirigido a ella en esta ocasión.

"ah, la verdad es que mi familia no es tan interesante," suelta con una modestia impropia de ella, aún más desconcertante cuando sus apellidos los porta con un orgullo inamovible. bueno, al menos solía hacerlo. desde el artículo salinger-hayes la chispa se ha visto medio extinta. "veamos—— está mi mamá, october, aunque insiste en que le llamemos toby, no sé por qué usa ese apodo de perro," vesper no tiene ni idea de que en juventud, su madrastra solía señalarle exactamente lo mismo. "no sé qué tipo de música te guste, pero mi mamá es... ¿cool?" allí, larga una risa monosílaba. "es músico, tiene una banda de rock aunque ahora están en hiatus, también es dueñe de una disquera. usa pronombres neutros, está tapizade en tatuajes— dios, era el epítome del club de los veintisiete, pero de algún modo se las arregló para tenerme," mantiene el timbre jocoso, menea la cabeza. "y está mi madre, emerson. ella es artista, tiene una galería en greenwich village— y dios, es sumamente talentosa," allí el orgullo es palpable, porque en el fondo, vesper se siente en deuda con ella. se sabe que vesper es idéntica a su mamá, pero también es cierto que adoptó un montón de características de su madre. "tengo una hermana, radley. es menor que yo, tiene veintidós. ella vive en londres, juega para el arsenal, es delantera," en ese momento es ella quien rescata su teléfono para mostrarle una foto con radley. ambas rubias entonces, sentadas del mismo lado de la mesa y lo más destacable es el hecho de que vesper está apoyada en su hombro, una muestra de afecto evidente e impropia de aquella que suele parecer de hielo. al frente de ellas, un par de copas de vino y unos lienzos miniatura con obras a medio pintar. se alcanza a ver que el de radley tiene tonalidades rojizas y doradas, mientras que el de vesper se decanta por colores mucho más fríos. luego, guarda el teléfono. "la gente dice que nos parecemos un montón," hombros suben y bajan, y supone que es porque ambas tienen adn del mismo donador, aunque los rasgos de progenitoras son mucho más marcados en cada una. es vesper, de hecho, la que posee menos características de elles en cuanto a su expresión, mientras que radley imita sin parar a october, y emerson revolea los ojos cada que encuentra las semejanzas. "luego está mi madrastra, nahla salinger. se mueve en la política desde... bueno, desde siempre," encoge los hombros. "trabaja en la fiscalía, y está por lanzarse para la senaduría de nueva york— allí es donde entro yo," que se encarga de cuidarle el trasero constantemente, pero eso no lo dice. en su lugar, sustituye las partes no tan bonitas de la relación con ella: "mi mamá se casó con ella hace... no sé, un montón— ¿como veinte años?" larga una risilla que no se siente tan genuina esta vez. como si no recordara el momento exacto en que les dieron la noticia, y todo su mundo se cayó a pedazos. no le cuesta admitir, de todas formas: "es una mujer muy inteligente, la respeto muchísimo," asiente una vez, ignorando el hecho de que hacía no mucho le lanzó palabras degradantes en medio de una pelea. "así que... bueno, me temo que somos una familia de histéricas," bromea, volteando a verlo una vez más, y le ofrece una sonrisita pequeña, divertida, como si de pronto sintiera que ha hablado demasiado.

[julesbernardi]

Imita el movimiento de su amiga y también se acomoda la bufanda, no incómodo pero sí fuera de su zona de confort. Mientras ellos dos hablan, Jules vuelve a leer y leer. “ No creo que el mensaje sobre la indiferencia nos vaya a servir de mucho para ser honesto. ” Prefiere descartarla de su baraja mental. Cuando llega el mensaje nuevo se lleva las uñas al cabello, rascándose la línea de crecimiento junto a la frente, coincidiendo con las palabras de Pasífae. “ Es demasiado aleatorio para mí también. ” Admite. Bloquea el móvil y desvía la mirada a cualquier ventana que le de un poco de claridad. Las nubes negras aún se acumulan en el cielo y no parece que haya salida pronta. Tampoco parece que lo haya de este tema y esta situación. La verdad es que Jules se siente algo pequeño con la compañía cuando se trata de formular respuestas a acertijos y utilizar el cerebro en general, siempre considerando que ellos dos son mucho más listos que él. Rechina un poco los dientes, tratando de pensar en una teoría. “ Creo que la pieza que nos falta está por venir porque no veo nada obvio. ” @plandry

es consciente de que fae lo observa, pero hace un esfuerzo deliberado por aparentar que no lo nota; lo último que desea es su compasión, o la de nadie. el dolor es una trampa, lamentarse ahora no tendría sentido; sólo puede resolver y eso pretende al seguir el juego de las moiras, aunque sepa que caminar tras ellas es avanzar por el borde de un abismo. al fin y al cabo, las moiras tejieron el mismo laberinto en el que está atrapado. de momento tienen su atención y su curiosidad, pero no confía, y toma con pinzas todo lo que venga de ellas. la idea de que lo oculto en el lago no sea algo, sino alguien, es una posibilidad que no había considerado y que tampoco le parece lógica, teniendo en cuenta que hallaron el cuerpo de otis. claro que él mismo halló el cuerpo de albertina meses atrás. aquí, cualquier certeza es un lujo, y por eso no se atreve a descartar ninguna teoría. ' sí, yo tampoco creo que se refiera a la piedra. ' cuando lo dice, un recuerdo regresa a la superficie, un dato que no sabe bien de dónde proviene, incrustado en su mente por pura repetición durante aquella época. ' ¿no borraron la herida en su cabeza del reporte oficial? quizá fue porque nos mintieron acerca de qué la causó. ' o quizá están sobrepensando una frase demasiado ambigua como para extraer algo concreto. aun así, se aferra a la esperanza de que las próximas pistas brinden contexto para encajar las piezas, pero el siguiente mensaje que reciben no aclara nada; si acaso, es aún más confuso que el primero. ' o de quien lo mató. ' se pregunta entonces si él se ha mostrado indiferente ante la muerte de otis, y llega a la conclusión de que sí. la pérdida del mellizo nunca le afectó. entre ellos no existía un vínculo, así que no hubo duelo. se obliga a apartar ese pensamiento.

@faewlers

[julesbernardi]

Le sostiene la mirada, tuerce un poco la boca. Pero durante ese gesto una sonrisa se escapa, y tiene que desviar la mirada, penoso. Junta los dedos de ambas manos, los entrelaza y rememora para saber desde dónde comenzar a platicarle. “ Bueno, todos son muy distintos a mí. ” No hace falta explicarle sus obvios rasgos: retraído, ratón de biblioteca, manejo de nervios. Había otros rasgos que no eran simples de ver sobre Jules, unos que solo deja ver con la gente que vale la pena, con los que logran hacerle bajar sus barreras, o incluso volverse confidentes como Morgan o Mia. Podía llegar a ser, en confianza, flexible a las nuevas experiencias, conversador, proactivo, incluso aventurero. Quizá era la aportación de vivir en la casa Bernardi por tantos años, algo tenía que pegarse. “ Somos ocho en casa: mi madre, mi padre, mis cinco hermanos y yo. Mi hermano mayor me lleva nueve años. Él es ingeniero y trabaja con papá en construcción. Elroy es... todo lo que mi padre hubiera querido que fuéramos los demás. ” Bufa divertido, pero no porque haya dado gracia, si no porque curiosamente es la primera vez que habla sobre las expectativas que el patriarca tenía sobre él. Nadie nunca había tocado el tema con él antes, entonces todas esas horas de reflexión sobre el tema eran privadas. “Es encantador, un líder nato. Sus palabras siempre tienen tanto peso para los demás que nadie nunca ha puesto en duda sus capacidades. Aparte es social —como el resto— y siempre está rodeado de amigos. Cuando conoció a su esposa, hacían una pareja tan espectacular que salían en las revistas sociales como la pareja del año. Siempre me pareció estúpido. ” Niega con la cabeza. “ Después sigue Tom. Él es el ejemplo de alguien que tiene un sueño de niño y lucha por ello hasta conseguirlo. Siempre quiso ser piloto, y cuando cumplió diecisiete se lo dijo a mamá y ella se rehusó. Así que a espaldas de los dos se enlistó en la fuerza aérea. ” De repente en sus ojos se ve un destello franco de admiración. Sin notarlo, le estaba contando a Vesper todas las razones por la que amaba a sus hermanos, a pesar de que Jules llevaba peleado con la mitad durante al menos cuatro años. Pero esa sería historia para después. “ Supongo que la rebeldía de Tom fue la que hizo que Harry, el siguiente, pensara que ahora la voz de nuestros padres no valía de nada y quiso volverse músico. Papá se enojó tanto con él cuando no quiso entrar a la universidad... le decía que estaba desquiciado si pensaba que iba a tener éxito en la vida de hippie. En mi opinión ninguno de los dos tuvo la oportunidad de ganar esa discusión, la verdad. Él vive como si tuviera el mundo en la mano, pero al mismo tiempo es un frustrado, no sabe ni qué hacer con su vida, no tiene pies ni cabeza. No sé si vive realmente feliz, habrá que preguntárselo la siguiente vez que lo vea, no sé, en Navidad. ” Dando a entender que no se comunican.

“ Contrario a Harry, Tyler es todo lo contrario. A él seguro lo has visto por allí, estudió en Pomona, es solo un año y medio mayor que yo. Hablo con él seguido. Da consultorías de economía e inversiones, tiene un podcast muy famoso. Vive en Nueva York. Es muy cercano a Bree, de hecho, porque los dos son de la misma edad, entonces eran compañeros en el colegio y todo. Tyler siempre ha sido carismático y divertido, algo sarcástico, y siempre se sale con la suya. Tiene tantos amigos que a veces es imposible salir con él a la calle sin que se encuentre al menos una vez con un conocido. Dice mamá que de niños nos parecíamos tanto que nos preguntaban si éramos mellizos, pero ahora de adultos no creo que nos parezcamos tanto. ” Desbloquea el teléfono y desliza rápido los dedos por su fototeca. Encuentra una foto no tan vieja de ellos dos: una selfie que tomó su hermano, los dos en un restaurante muy bien iluminado, se podía apreciar unos ostiones en el centro de la mesa, y un par de cervezas artesanales, una cada quien. Jules sonreía discreto. Tyler, por otro lado, sacaba la lengua y hacia un signo de paz con los dedos. Los mismos ojos cerúleos adornaban su rostro, pero con el cabello más claro, castaño y que caía sobre su frente. “ Heldge es el más chico, el que sigue después de mí. Estudia Arqueología, aunque en realidad tardó mucho en decidir qué quería estudiar y tuvo que tomarse un año sabático antes. Él es revoltoso, era un chico muy travieso —todos lo eran en realidad. Mamá siempre bromeaba con que las niñeras pedían apoyo porque una no abarcaba a todos. Pero si se trataba de dejar a alguien solo en casa, siempre era a mí. Cuando éramos adolescentes por las tardes mamá salía a dejar a todos a sus actividades extracurriculares, y podía dejarme a mí encerrado en mi cuarto por días y nadie notaba mi ausencia. Suena trágico pero no lo era, de verdad. Siempre preferí estar solo, pero en cambio me castigaban siempre teniendo que salir con los amigos de mis hermanos o con los hijos de los amigos de papá. Era un verdadero martirio. Y todos decían que yo era el hijo raro... Tal vez tienen un poco de razón. Era el callado, en un mundo donde los Bernardi para los profesores eran sinónimo de desorden y caos; para las chicas significaban el tipo popular; y para los amigos significaba fiesta asegurada. ” Voltea el rostro hacia los ojos de Vesper y cae en cuenta de todo lo que se explayó. “ Disculpa, creo que me he soltado hablando. ¿Qué hay de tí? ¿Cómo son los Tate-Hayes? ”

inquisitivas llegan a oídos de británica y no puede evitar que un par de risillas tenues abandonen su garganta ; esas que habían estado reacias a salir desde hacía dos noches especialmente. se sentía tan drenada emocionalmente, con veneno en la sangre enfermándola y deteriorándola cada vez más. pero justo como el día en el lago, jules parece desprender algo que a vesper le genera confort, un alivio que encuentra en contadas compañías últimamente. ha pasado tanto tiempo interminente derramando lágrimas, que no ha tenido ni siquiera la oportunidad de intentar levantarse. psique solo tenía espacio para dos cosas: el dolor de la pérdida / de la humillación, y la fantasía de encerrarse en su habitación en londres y no volver a mirar la luz del sol. pero tenía que mantenerse en pie, tenía que volver a dover, y tenía que dar la cara. tenía que seguir enredada en la telaraña del círculo ateniense. rosados se entreabren, quizás no para emitir una disculpa, pero para intentar rellenar un posible silencio incómodo. ojiazul se le adelanta al aclarar que está bromeando, y sin saber de donde proviene aquella confianza, vesper se ríe y se aventura a darle un suave empujoncito con el hombro. "quiero decir—— sí tienes pinta," esta vez sí busca molestarlo un poquito, hacerlo reír, ponerlo en la misma posición que ella. "por supuesto, ahora vas a robarme el protagonismo," dramatiza con comicidad, pero no está ni cerca de decirlo de manera genuina. obvio que iba a ser alérgico a las manzanas, piensa, y por algún motivo la información se queda grabada en su mente. se queda grabada de la misma forma en que lo hace semblante masculino mientras le cuenta sobre su pasado. intenta imaginar a un jules pequeño, infantil, y cuando su mente le proyecta una imagen, castaña siente comisuras cosquillear. "bueno, las fresas no están mal," menciona en el medio, bajito, dejándolo continuar con la anécdota. en el proceso ella corta un cuadro del chocolate y le da una pequeña mordida. relame sus labios mientras se mantiene atenta a la narración, y vuelve a reír quedito, enternecida. "qué adorable," señala sin ningún tipo de filtro, y no porque se le escape, sino porque realmente lo piensa. "¿crees?" pregunta, entornando ligeramente la mirada celeste. se gira un poco en dirección a él y se apoya de costado sobre el respaldo de su asiento para colocar un brazo en el borde y así, descansar la mejilla ligeramente sobre el mismo. lo que sale de sus labios es medio inesperado, pero no lo contiene: "cuéntame sobre ellos".

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Jules también lo siente, la vulnerabilidad, como una oleada compartida. En algún punto de la frase recitada, se sintió verdaderamente expuesto. Retoma su posición erguida en el sillón, volteando de nuevo hacia el frente, queriendo volverse indiferente, retomando su plan inicial. Se acomoda los lentes por el arco de en medio mientras sus ojos juegan a que leen palabras que no digiere. Oraciones se volvieron golpes. Por más que se esfuerza todo habla sobre Danielle. Herida abierta es tan reciente, moría por llegar a Dover a fingir que Edimburgo no pasó en lo absoluto. Su gesto se volvió duro, se pasa una mano por el cabello buscando orden y pulcritud, que cada pelo se quedara en su lugar, una falsa sensación de control de su vida. “ Nunca vi que esa perspectiva te funcionara a tí. ” Dice práctico, realista, tomándoselo un poco más personal de lo debido. No puede criticar la manera en que ama a Dani de esa forma, piensa él, si lo que ella teoriza, puesto en práctica tampoco triunfa. No pretende ser cruel, no podría serlo ni aunque lo intentara. Pero tal vez sí pretende restaurar un poco de lo que le queda de integridad, de sentido en sus acciones. Comprende por sus citas literarias que, en resumen, Jules ha sido un cobarde. Enfrentarse a la verdad es también aceptar que tiene razón.

Sin contar los últimos meses, en realidad no convivía tanto con Jules como lo hacía con sus hermanos. Tenían sus esporádicos juegos de ajedrez, pero fuera de los entornos familiares no se buscaban el uno al otro, son prácticamente desconocidos que saben todo el uno del otro. Retiene la respiración sin darse cuenta al escucharlo citar a Víctor Hugo, sus ojos descansan sobre los de él, tan azules como la tormenta de afuera. Él termina después de lo que le parece una eternidad, frunce la nariz al sentir un incómodo sentimiento subir por su espalda: vulnerabilidad. Se reacomoda los lentes para alejar el momento lo más posible de ella, al tiempo que repone con una nueva cita: " De repente lo sabe, que él no la entiende, que nunca lo hará. " Su voz baja, y se recuerda que es solo están hablando de libros "Que a él le falta el poder para entender tal perversidad. Y que él nunca será lo suficiente rápido para atraparla. " La sala del aeropuerto le parece súbitamente muy silenciosa. "No basta con amar," busca su mirada, y se convence a sí misma de que está hablando sobre Sugiyama, "tienes que odiar también, pelear. Ser la peor versión el uno del otro, y cuando el incendio pasa, la llama que queda, eso es el amor de verdad." Piensa en Zac, el cómo estaba convencida que el fuego jamás se apagaría para que después él llegara y lo extinguiera a pisotones.

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' Sus aguas guardan lo que nadie se atreve a contar. ' Las aguas guardan algo. El arma homicida que dice Peter tal vez. “ O alguien. ” Dice en un hilo de voz, más para sí que para alguien más. “ Algo o alguien guardan en el lago. ” Se repite. Sube un poco la mirada. “ ¿Después de tantos años? ” Frunce las cejas. Nadie ha desvelado los secretos que se esconden en el fondo. Le parece estúpido que las investigaciones policiacas no hayan llegado allí, y entonces piensa que es parte, todo coludido. “ No puede ser la piedra si es una pista tan importante. ” Dice Jules. Algo así sería irrescatable, y Las Moiras tienen más en sus manos, debe ser algo más pesado, más obvio. Mientras habla el celular vibra y su visión se torna hacia ella con un hambre inesperada. Lee el mensaje al mismo tiempo que los demás, y se queda callado. “ ¿Indiferencia de quién? ” Dice. “ ¿De la otra persona que está entre nosotros que lo sabe todo y no quiere hablar? ” Bufa. De repente no le encuentra sentido a todo esto, se masajea la sien. “ Es demasiado ambiguo. ” Comienza a generar jaqueca. @plandry

como siempre que se molesta en opinar sobre estos temas, se arrepiente, especialmente ahora que lo que haya pasado con isabel es la menor de sus preocupaciones, así que opta por cerrar la boca y concentrarse en el asunto de las moiras. escucha la pista y su ceño se frunce en una expresión pensativa mientras trata de descifrar a qué puede referirse. la pregunta de fae lo hace reflexionar acerca de una cosa, y es que si esto está relacionado con la muerta de otis —y él también lo cree— resolver el acertijo podría ser su única salida. por eso desbloquea su teléfono y vuelve a leer la pista con un interés renovado. la repasa una vez, y otra, intentando dar sentido a esa ambigüedad. sus aguas guardan lo que nadie se atreve a contar. ' hay algo en el lago, alguna clase de prueba. ' habla sin mirar un punto fijo, pensando en voz alta. es la primera conclusión a la que llega, quizá evidente, pero podría ser un buen punto de partida así que persigue ese hilo de pensamiento, se permite desenredarlo junto a ellos porque tres mentes trabajan mejor que una, y entre todos podrían afinar la interpretación. ' el arma homicida, ' se le ocurre entonces. piensa en la versión oficial de la muerte de otis, en la piedra a su cabeza. quizá la pista señala eso, o quizá algo más, otro objeto oculto. si tergiversaron tanto la narrativa de esa noche, supone que son libres de cuestionar aquello que daban por sentado. cuando escucha la pregunta de jules, levanta la mirada hacia él. ' quizá el próximo mensaje lo aclare. '

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