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‘ como un asesinato, ¿no? ’ entre otras cosas. menea cabeza, porque no ve relevante profundizar en los múltiples delitos de la alta sociedad. ‘ ¿vayámonos? ’ repite mientras toma los binoculares sin mucho cuidado ( ¿ya para qué? ) y vuelve a colocarlos sobre mesa central, tratando de ocultarlos entre los demás equipos de los que desconocía su funcionamiento. fijando mirada en contrario, sonrisa se instala en labios. ‘ suena a que eres parte del crimen. es bueno saber que tengo un cómplice. ’

"No creo, aquí tiene que pasar algo grave para que lo hagan"Le dice sin más para luego de ello acabar por alzar los brazos, sabía que era un patán cuando se trataba de ser empático con las familias, al día de hoy, tampoco sabía como, y era notorio. ""Yo sugiero que lo pongas como lo encontraste, y vayámonos de aquí. ¿Qué piensas?"

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‘ ah ~ creo que tendrás que quedarte esos turnos conmigo ’ tono no puede ser más jocoso, encontrando sumamente gracioso el comentario impropio. ‘ tal vez entre los dos logremos pagarlo ’ debe molestarlo, porque por supuesto que ha leído las noticias. supone que si existe algo peor que no tener dinero suficiente, es tenerlo y no poder acceder a él. se inclina, comprobando que había arruinado aquel costoso equipo. ‘ pero — ouch, ¿acaso lo que vivimos no significó nada para ti? ’

" Ya es muy tarde, te quedarás veinte turnos para reponer eso " incluso dio un paso al costado para alejarse de la figura del otro, como prevención. No se haría responsable de los desastres ajenos, no lo hizo antes, tampoco ahora. Pasó una mano por su cabello, fastidiado. " Ni se te ocurre tocar otra cosa, no quiero que crean estoy contigo ".

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‘ ya sé, ya sé, tampoco quiero vender uno de mis riñones ’ pone los ojos en blanco por la instrucción, aunque su hermano no tenía que decírselo dos veces. recogiendo los binoculares, con un cristal roto y la estructura rayada tras la caída, los devuelve a mesa próxima, justo donde los encontró. ‘ y sí, estoy solo. ¿o esperas que salgan mis tres conquistas de detrás del sofá? ’ suelta con tono socarrón, haciendo ademán hacia el mueble. ‘ la pregunta es, ¿qué haces tú aquí? creí que estarías montando todo un espectáculo en las cabañas de los viejos ’ la impulsividad del mayor no le sorprendería, ahora que estaban rodeados de aquella gente nuevamente.

al notar que el ruido provino de su hermano, no pudo evitar suspirar con nula sorpresa, el esperarlo de jules era algo natural. "déjalo donde estaba, no podremos pagarlo si lo rompemos" le advierte con tono de adulto "o quizás tomen nuestra nueva casa como pago ¿quién sabe?" añade con sarcasmo furioso. la rabia que tenía dentro no la podía esconder, sólo sentía más y más rechazo hacia todos los que pertenecían al club. "¿viniste sólo aquí arriba?" le pregunta esperando no estar interrumpiéndole.

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‘ sí, bueno, había que poner esto interesante, ¿no? ’ porque, hasta el momento, el aburrimiento estaba consumiéndolo. ‘ ¿y cómo van a descubrirme si tú no dirás nada? ’ plantea, devolviendo las mismas palabras empleadas por la castaña. concluyendo con una ladina sonrisa, refleja que solo bromeaba. ‘ tendremos que llevarnos el secreto a la tumba ’ agrega, recogiendo el estrellado objeto para revisarlo. ‘ no quiero saber lo que harían con nosotros si se enteran. no tienen muy buena reputación. ’

la morena paseaba por los senderos del bosque hasta llegar ahí, nunca tuvo un rumbo específico en mente, sólo dejó que sus pasos la llevaran sin nada más en mente que disfrutar del frío de la noche y la calma que le rodeaba. 'no esperaba ser testigo de ningún crimen esta noche.' admite la italiana con gracia, acercándose a la escena, mirando el objeto en el suelo. 'no pueden condenarte si no saben quién fue, te prometo guardar el secreto, pero si te descubren no puedes decir que fui tu cómplice.'

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suspira, tratando de ocultar su asombro por la cantidad de dinero mencionada. doscientos dólares... lo decía con tanta facilidad como si crecieran en los árboles. no estaba realmente preocupado, pero esperaba que testigo pusiera de su parte para guardar el secreto. ‘ el viento aquí es terrible, lo arrebató de entre mis manos ’ opta por mentir sin pena alguna y culpar a un factor externo, labios frunciéndose un poco en aparente pesar. no obstante, la pregunta lo hace agacharse para recoger los binoculares, ignorando los pedacitos de cristal que evidenciaban el incidente. ‘ no noté nada diferente con ellos, puedes darle zoom al cielo con tu celular y se vería igual ’ encoge hombros, sonrisa dibujándose en sus labios. ‘ pero están esos — ’ apunta a telescopios, en la otra esquina del lugar y bastante lejos de sus manos, por suerte. ‘ si es que ya te cansaste del sofá. ’

no tarda en mirar hacia su derecha, en dirección al cristal roto cuyo sonido interrumpió su intento totalmente involuntario de quedarse dormido en la mitad de encuentro astronómico. en el fondo, lo agradece. se irgue en el asiento, alternando su mirada entre el masculino y el objeto, alzando una ceja. " ¿qué ocurrió? " pregunta, más por despiste que otra cosa. " ah, no me preocuparía mucho si fuese tú. no deben costar más que unos doscientos dólares, " encoge los hombros, pensando en que incluso debió exagerar el costo. luego se levanta de su sitio y se acerca unos pasos, como si lo hubiese planeado desde antes. " ¿si quiera funcionan para ver las estrellas? " añade al final, dudoso. " uh, supongo que tendré que quedarme con la duda. "

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una velada bajo el cielo estrellado... sonaba más interesante de lo que era. recargado en la barandilla de la terraza, manos juegan distraídamente con los binoculares que había seleccionado para la actividad. grave error. en uno de los movimientos, objeto termina por resbalar de entre sus dedos, escuchándose al instante el golpe seco contra el suelo y el crujido del cristal. irse y pretender que nada sucedió queda fuera de sus planes, pues se percata que ya no era el único en el lugar. ‘ no van a condenarme por eso, ¿o sí? ’

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‘ quizá solo quiero ir más rápido a los otros juegos, ¿pensaste en eso? ’ pero sus acciones decían lo contrario, pues, en total calma, se encontraba sujetando aquellas redes. debió haber perdido la cordura para pasar su día en la atracción más aburrida del carnaval. sin embargo, cuando escucha nuevo apodo, le es imposible no sonreír. ‘ va a salirte caro, aya. tendrás que invitarme una bebida cuando terminemos aquí ’ estaba acostumbrado a pedir cosas a cambio, pero con contraria no se sentía del todo bien. fuese por su amabilidad o porque pertenecían a misma clase social, lo desconocía. moviendo su red con suavidad, intenta alterar el camino del agua para atraer la flor mencionada. ‘ ¿no puedo simplemente meter la mano para dártela? ’ y aunque no lo dice en broma, expresión mejora cuando ve que se encuentra más cerca de ambos. ‘ ¡rápido, rápido! es tuya. ’

"Sabía que en realidad eras más amable de lo que aparentabas". Comenta al verlo regresar, sin haberse perdido un solo instante de cómo consiguió dos redes extra y de inmediato, una sonrisa brillante se instala en su expresión, ascendiendo hasta la mirada que le dedica. "Muchas gracias, Jul. Prometo que no te quitaré mucho tiempo". Sobrenombre cariñoso aparece de manera casi automática, empuñando el objeto propio y el prestado con determinación mientras los introduce en el agua, pensando que va en busca de pececitos dorados, como en las películas. "Mira esa de allá". Señala con el mentón, una flor grande y rosada, encantadora. "¡Tenemos que conseguirla!"

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‘ depende... ¿tu hermana es karateca o boxeadora? en caso de que no, la respuesta es sí ’ sus hombros se encogen, pero fracasa en mostrar serenidad cuando risa vuelve a fluir de sus labios. ‘ ¿estás insinuando que sería julieta? aw ~ sabía que en el fondo querías ser mi romea ’ y, solo para molestarla tras verla limpiarse, extiende su diestra, palma abierta, para pasarla por rostro ajeno, casi frotándolo. no es el gesto más delicado, aunque tampoco es brusco. es justo la forma en que reaccionaría y trataría a su hermana menor. quizá por esa razón sentía esa comodidad, la personalidad de chiara encajaba perfectamente con la dinámica que mantenía con los miembros de su familia. ‘ hubiera sido más rápido que los encerraran en el club con armas para ver quién era el último de pie —— los juegos del hambre versión millonarios ’ si lo que buscaban era descartar a los que no servirían para sus negocios, suponía que había mejores formas de hacerlo que generar tanto pánico y humillación. verlo desde afuera era entretenido, jules pecaba de tratar de enterarse de las novedades, pero no creía que fuese tan agradable estar directamente involucrado. ‘ si no les importa su bienestar físico, mucho menos el emocional ’ recuerda viaje al resort y cómo algunos, por no decir la mayoría, actuaban como si nada hubiese sucedido, totalmente distantes de la realidad. ‘ da pena, en parte, que nadie parezca preocuparse por ellos ’ jules podía quejarse de sus hermanes, incluso podía admitir que la relación con sus padres adoptivos había sido complicada en un inicio, pero jamás sintió indiferencia hacia él. a pesar de no tener mucho, se cubrían las espaldas. ‘ ¿y sabes qué más soy? alguien que huele las mentiras a lo lejos, pinocha ’ cejas se arquean, el cambio en expresión levantando sospechas. ‘ el día que me cuentes sobre tus nuevos y millonarios mejores amigos, prometo fingir sorpresa ’ vista se encontraba de vuelta en el antifaz, donde esparcía los brillos con un pincel, un montoncito quedando pegado en sus dedos por la falta de cuidado. ‘ no tienes paciencia, estoy creando magia aquí, shh. pásame unas flores, se ve muy simple todavía. ’

‘ ¿le estás diciendo ciega y tonta a mi hermana? ’ lo miró con una ceja en alto, torció en un cien por ciento el sentido de sus palabras, pero no fue con ánimos de incordiar como en otros contextos; sólo estaba aprovechando de seguir jugando con él. no pudo ahogar las melodías jocosas que salieron entre sus labios, movió su mano para quitársela porque estaba interponiéndose en su tarea. ‘ aunque te llames parecido a julieta, no eres ella ’ le sacó la lengua, infantil y tonta como pocas veces se mostraba. sacudió su mano como si estuviera limpiándose alguna mugre que dejó allí y terminó pasándola por su ropa, eso podría librarla de los gérmenes que se inventó. se inclinó un poco hacia el antifaz y sopló la zona donde ya había dejado algunas flores.  ‘ uhm, siento que todo esto es una trampa para deshacerse de los que podrían arruinar todo o ver quién maneja mejor el caos ’ se encogió de hombros, sonaba insensible y hasta triste si lo miraba desde su lado de la acera. aunque su madre la hubiera obligado a crecer más rápido de lo que quiso, no la imaginaba enterrando un puñal en un punto ciego. ‘ ¿quién más va a tener todos esos archivos si no son sus propias familias? ’ se encogió de hombros y echó un poco más de pegamento en otro lado del antifaz, al menos ella seguía con la rutina, por más que el otro se enfocara en otra cosa. ‘ y cuando sus familias se estaban hundiendo, los mandaron a un resort para que no dijeran estupideces a la prensa, no vi contención emocional ’ tampoco notó que la necesitaran, quizás estaban acostumbrados a todo eso. su rostro había cambiado de expresión, de una divertida, pasó a una un poco más seria. su pregunta provocó un escalofrío en su espalda, ni siquiera fue de forma sarcástica, sino que fue en respuesta a un par de nombres que circularon en su cabeza. ‘ no, quiero que se vayan, que se saquen los ojos en otra parte ’ mentirosa, empezó a acomodar de nuevo las flores en otro lado del antifaz. ‘ ¿vas a avanzar o ganaré por default? sabía que no podías hacer dos cosas al mismo tiempo ’ cambió de golpe el rumbo de la conversación y se tiró hacia atrás en su asiento: ‘ al final del día, sigues siguendo un hombre, uh ’ 

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‘ ¿cómo? ¿existen amistades no tóxicas? ’ finge sorprenderse, ojos y boca abriéndose con exageración. sin embargo, carecía de experiencia en vínculos con otras personas para tener una inclinación, éstos eran tediosos y necesitaban tiempo, cosa que no pensaba invertir en alguien más. le bastaba con sus hermanos, eran bastantes, eso lo mantenía lo suficientemente ocupado. ‘ tu hermana tal vez necesite lentes, tal vez conoció a otro jules, tal vez solo me odia y quiere meterte ideas de mí ’ ante esa posibilidad, toma una de sus manos. ‘ no permitas que lo haga, chiara, quiere separarnos ’ incluso el tono de lamento que emplea lo hace sonar convencido, como si aquella fuese la única razón lógica. soltando su mano, vuelve a reír, bajando mirada hasta su obra todavía inconclusa. al llegar a casa tendría que cuestionar a su hermano, quien trabaja dentro del club, solo para cerciorarse de que su nombre siguiera intacto entre la alta sociedad. después de todo, pese a burlarse de las actitudes que los adinerados tenían, continuaba intentando abrirse paso entre ellos. deseo imposible, pero del que no desistiría aún. por esa razón, palabras de contraria resuenan en su cabeza. no era ciego, había notado los peligros que existían en ese círculo. la lucha de poderes no parecía darle tregua ni perdonar a nadie. ‘ ¿también piensas que sus propias familias están provocando todo? creo que están buscando eliminar a los más débiles ’ plantea, mientras abre una de las bolsitas de brillantina. ‘ es evidente que no les importa lo que les suceda. es decir, siguen aquí, ¿no? incluso con un cadáver ’ ¿y para qué? era la verdadera interrogante. ¿qué era lo que los mantenía en lautersee? durante años, éstos habían transitado en la ciudad cada cierto tiempo, pero ahora los meses pasaban y no veía cuándo podrían marcharse. le causaba curiosidad. ‘ y si van a lanzarse a los lobos entre ellos, me gustaría estar en primera fila para verlo. ¿a ti no? ’ dirige orbes a rostro impropio después de esparcir un poco del material en antifaz, sonrisa ladina apareciendo nuevamente. ‘ ¿será que ya te estás encariñando con los ricos, chiara? ’ ni siquiera puede terminar oración sin que una risita se le escape.

apoyó su mano derecha sobre su brazo y lo miró con una sonrisa; de esas que sólo mostraban que estaba jugando. ‘ ay, ¿me estás prometiendo una amistad tóxica? son mis favoritas ’ batió sus pestañas con exageración, antes de echarse a reír de nuevo. no lo decía en serio, pero sí valoraba la sinceridad ante todo, por más dura, tosca o cruda que fuese. odiaba que le adornaran su existencia, no lo necesitaba. quitó su mano de su lugar, para abrir los frascos con flores. ‘ no, mi hermana llegó a casa y me dijo, tu amigo, el jules ese, tiene vetada la entrada al campo de golf y ella jamás se equivocaría ’ siguió con la mentira, y añadió otras dos más: su hermana no sabía de su existencia —hasta donde sabía— y solía equivocarse con más frecuencia de la que jamás admitiría. todo fue tejido para crear un escenario carente de sentido, más gracioso que otra cosa y que funcionaba, por que la tenía riendo entre dientes y con una sonrisa tatuada en su semblante. ese gesto no se veía tan seguido fuera de casa. ‘ eres mi sirviente, ¿acaso no conoces tu lugar aún? ’ lo empujó al escuchar la serie de súplicas, aún riéndose con demasiada facilidad, por lo que no pudo mantener el papel de rica soberbia. tampoco lo quería. recibió el bote con pegamento y hundió su pincel, no tardó en pasarlo por el borde de la máscara. ‘ no me digas que — ’ había visto por chismosa la fiesta desde afuera, justo antes de sentir asco y volver a su habitación con su hermana. ‘ ¿te das cuenta que los drogaron, pedazo de tonto? ’ chasqueó su lengua contra su paladar, después de eso recibía cosas de ellos a regañadientes. ‘ evidentemente, alguien no quiere que estén aquí o busca boicotearlos constantemente, los tiran al frente, desprestigian a sus familias y los drogan para que sean unos idiotas ’ enumeró el diagnóstico que había sacado hasta la fecha, una especie de sabor amargo empalagó sus papilas gustativas, le daban un poco de lástima. ‘ podrían ser hasta sus familias, no creo que los quieran tanto ’ sólo bastaba con escucharlos, con ver cómo prefirieron mandarlos lejos antes de darles el apoyo que necesitaban por todo lo que estaba pasando. ella jamás le habría hecho algo así a un hijo suyo, tampoco planeaba tenerlos, sería una pésima madre. peor que la suya. ‘ te estás exponiendo a cosas, sólo porque son gratis ’ imitó su voz al final, y comenzó a pegar algunas flores  que regó sobre la mesa. 

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‘ justamente porque hemos compartido muchas cosas juntos es que debo decirte tus verdades a la cara ’ pronuncia como si la conociera de toda la vida. aunque, ¿acaso chocar un carrito de golf no era la cúspide de la amistad? para jules era suficiente. algo que, si era honesto, le sorprendía. no solía relacionarse con otras personas si éstas no tenían nada que aportarle monetariamente. ‘ las señoras me aman, no sé de lo que hablas. tu hermana debió confundirme con mi hermano vincent, somos casi idénticos y él sí es pésimo en el golf ’ suelta mentira con naturalidad, pues ignoraba por completo si el mayor de los bernard tenía talento en el deporte o no. además de que no lucían para nada iguales. por ende, se une a su risa, delatándose. tomando el bote de pegamento, chasquea su lengua. ‘ ¿piensas que soy tu sirviente? ni siquiera un por favor, por favor, ayúdame, jules ’ pero acata indicación de todas maneras al abrirlo, dejando un pequeño rastro del pegajoso líquido ya existente en sus dedos. no sería el único que causaría un desastre en ese puesto, de eso se aseguraría. sin embargo, sus planes de travesura pasan a un segundo plano ante exclamación, carcajada saliendo disparada por lo inesperado del reclamo. ‘ ¿qué importa si lo hice? ¡era gratis! ’ jamás, jamás desaprovecharía ese tipo de oportunidad. ‘ ¿y sabes qué? ’ realiza una pausa, solo para crear suspenso, dramático como de costumbre. inclinándose hacia ella, concluye idea sin pena alguna: ‘ lo volvería a hacer. ’

‘ ¿así va a ser ahora? ¿me vas a tirar todos mis defectos en la cara? pensé que estábamos cultivando una linda amistad ’ levantó su mano derecha y entrelazó su índice con su dedo medio: ‘ pensé que éramos así, veo que me equivoqué  ’ negó con su cabeza en señal de decepción, pero era tan falsa como esa línea recta que duró apenas unos segundos en su rostro. más temprano que tarde, una sonrisa se dibujó sobre sus carnosidades, dejando en evidencia que sólo estaba bromeando. ‘ las señoras te odian, ¿no te contaron del cartel que pusieron en la entrada del campo de golf con tu cara? arriba dice persona non grata, me lo dijo mi hermana ’ sonó segura en primera instancia, pero a medida que inventaba la narrativa, una serie de carcajadas afloraron como un verdadero ramillete en sus labios. quién iba a pesar que alguien, además de su hermana, sería capaz de darle un poco más de flores a la marchitada primavera de la roth. ‘ se nota ’ canturreó, mientras tomó el bote con pegamento y lo acercó hasta ella, intentó abrirlo, pero estaba un poco apretado. ‘ sirve de algo ’ le ordenó, inclinando el frasco hacia él. odiaba tener que pedirle ayuda a alguien más, pero si entre todo el mundo era él, no parecía ser tan terrible. ‘ ¿una copa? ¿quieres terminar borracho como estos — ¡espera un maldito minuto! ’ abrió sus ojos de par en par e ignoró la pregunta sobre las coronas, ¡tenía que juzgarlo antes de poder continuar! ‘ ¡¿te emborrachaste con ellos en la nieve, jules bernard?! ’ abrió su boca al final, sorprendida por algo que —realmente— podría decir que casi era esperable.  

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‘ pff, qué aburrido ’ no oculta la sorna en palabras, sonrisita ayudándole a transmitir el mensaje. juntando hombro con hombro, invadiendo por completo su espacio personal, apunta a una las flores en el catálogo, el boceto más delicado y tierno que divisó. ‘ mira, ese sería perfecto para ti, porque obviamente eres toda una dulzura ’ emite, palabras para fastidiarle saliendo con fluidez de su boca. cejas se arquean, centrando vista en rostro impropio por un breve momento, antes de que la dirigiera hacia el resto de su cuerpo, observándolo de arriba-abajo, buscando esos rastros de tatuajes. ‘ ¿dónde los tienes? ’ no pregunta qué son, porque no es lo que le interesa realmente. y, soltando ligera risa, sacude su cabeza. ‘ no me gusta portar lo mismo que otros, una flor queda descartada. ’

reconoce, nuevamente, voz masculina, haciendo girar su cabeza para ver rostro de adverso, soltando un bufido y después regresa su mirada a catálogo. ''que va'' chasquea la lengua ''ni soles ni nada con glitter o algún otro diseño'' ninguno le había terminado por gustarle. ''son los básicos pero no me sorprende, es lo que se puede con henna'' y voltea la hoja, para que alcanzara a ver un poco el otro, en el lienzo dibujos plasmados de distintas flores, plantas, soles, arcoiris, etc. ''y prefiero los permanentes'' hablando por experiencia, que tenía algunos diseños en su piel, de tinta que no se borraría con tan solo un baño. ''pero oye, podrías hacerte alguna flor, ya que es lo popular de este evento''.

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ante la respuesta, le observa por unos segundos en incredulidad. ah, ¿le había creído que sabía sobre el instrumento? ‘ tranquilo, siempre hay espacio para mejorar ’ se inclina por omitir que no tenía ni remota idea de cómo tocar la batería, realizando un ademán con su mano para minimizar relevancia. ‘ es fácil borrarla cuando ni siquiera puedo ver tu cara. aunque diría que fue más graciosa que boba, en el buen sentido ’ cabeza se ladea, sonrisa ensanchándose. él había perdido su antifaz un par de minutos atrás, ¿tal vez? seguramente había sido durante el almuerzo. ‘ creo que depende de la persona, conozco a varias que prefieren estar en completo silencio. son como psicópatas ’ bromea, antes de señalar hacia rostro opuesto utilizando su pincel. ‘ ¿qué estabas escuchando? ’

‘ Bueno, creo que ahora me siento peor sabiendo que hice el ridículo frente a un experto ’⠀y por extraño que fuera, Beomin estaba lejos de saber tocar la batería, admitía que era un instrumento que le llamaba la atención pero jamás tuvo el impulso suficiente como para aprender ¿sería mejor hacérselo saber al contrario para que no fuera tan duro?⠀‘ Te lo agradecería, aunque dudo que puedas borrar de tu memoria esa imagen boba de mí ’⠀suelta con una risita nerviosa⠀‘ ¿Peculiar? pero siempre he pensado que la música es la fuente más grande de inspiración ¿no? ’⠀

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‘ ¿padres? ’ repite en confusión, ceño frunciéndose un poco. ‘ ew, ¿tratas con niños? ’ agrega cuando llega a conclusión, ignorando por completo a los infantes presentes a su alrededor. mirada sigue el tiro del globo contra el lienzo, comenzando así a aceptar su derrota. ¿cómo ganar contra alguien que contaba con ese enojo guardado? ‘ tomaré los pretzels ’ jamás daría un billete por voluntad propia. ‘ tú apunta hacia ese lado, y yo hacia este, ¿de acuerdo? ’ indica a espacios distintos, esperando que los colores no se perdieran entre ellos.

"uh, muchos padres molestos, pero en este momento tengo a una mamá muy especial entre ceja y ceja." confesión es seguida de un perfecto tiro que cubre el lienzo de amarillo chillón. han pasado horas desde que tuvo palabras con aquella señora, pero aún está enojada. si hay algo en lo que destaca, es en ser rencorosa. "mira yo estaba de malas cuando llegué al carnaval, pero este juego es el highlight de mi día." añade, agarrando un nuevo globo para aceptar el reto. "está bien, pero apostemos, acepto pretzels o efectivo."

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‘ quién sabe, has cambiado mucho últimamente. ¿qué tal si ya se te subió la fama a la cabeza? ’ suelta con mera intención de molestar, formando una ladina sonrisa. apoyando mentón sobre la palma de su mano, termina por rendirse en la actividad. le dejaría el trabajo a ina, la verdadera experta. ‘ ¿siempre pides que nuestra familia esté bien? ¡por eso no se nos cumplen los deseos! tenemos que ponernos de acuerdo. si entre los seis pedimos un millón cada quien, puede que el universo nos tome en cuenta ’ medio bromea, medio lo dice en serio. no era de extrañarse que se inclinara por un aspecto más materialista, sus hermanes sabían cuáles eran sus prioridades. ‘ me gustan las rojas, tal vez unas amarillas. asegúrate de que la tuya también las tenga, pulga ’ regresa de inmediato, lanzándole una de las florecitas artificiales que había tomado. ‘ pero ponle muchas. que se note que soy el protagonista. ’

Lo mira de soslayo mientras sigue enganchando algunas flores de menor tamaño en su corona, que ya está casi lista. Es una actividad que disfruta mucho y seguro se la pasará allí gran parte de la celebración, así que seguramente le hará algunos otros accesorios a sus hermanos (como lo hace todos los años). ' Ya sabes que te diré que sí, ni siquiera sé para qué lo pides, ' responde al fin y se inclina en su dirección, dándole un leve empujón con un hombro. ' Quizás el universo no lo cumple porque vas predispuesto a que no se harán realidad, ' se encoge de hombros. ' No lo pensé aún, aunque siempre termino pidiendo lo mismo. Que nuestra familia esté bien. ' Nunca se le ocurrió pedir algo para ella sola, pero seguro no lo hará ahora tampoco. ' ¿Qué colores quieres? Creo que algunas flores rojas resaltarían bien contigo... Y así te encontraremos rápido si te pierdes en la multitud, enano. '

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‘ un mentiroso y un ladrón, solía cobrarnos a mis hermanos y a mí unos centavos de más y pensó que no nos daríamos cuenta ’ sin importar que timbre en su voz aparentara molestia, no había sentimiento real detrás. estaba acostumbrado a la gente del pueblo, incluyendo al viejo stéphan. y, sinceramente, ellos tampoco eran inocentes de gastarle un par de bromas. ‘ me ofende que pienses que te mentiría también. así es como empiezan a circulan rumores y tengo una reputación que mantener ’ bastante hipócrita de su parte cuando tendía a tergiversar la verdad a su antojo. sin embargo, contrario no tenía porqué saberlo. ‘ ¿vas a devolverla con tu saliva? no, gracias, conseguiré otra después —— y creo que la necesitas más que yo. ’

"No sabía que Stéphan era un mentiroso." responde, no conocía al señor de antes, era su primera vez asistiendo al festival a pesar de vivir en el pueblo hace bastantes años, nunca fue muy de este tipo de eventos, pero se había propuesto intentarlo este año, ya se había quedado sin otras opciones y estaba aburrido. Mira el vaso con cierta sospecha un segundo pero lo toma de todas maneras "Si me estás mintiendo tú y sabe mal, me quejaré más fuerte." advierte con cierta gracia antes de tomar un sorbo, asintiendo en cuanto el sabor llega a él. "Está bien, sí está muy buena, gracias." responde, ahora sonriendo ligeramente mientras que le devolvía el vaso, tampoco se la quería acabar y dejarlo sin nada.

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‘ creo que eres mala conduciendo y en el golf, así que no tienes el mejor historial que digamos ’ chasquea su lengua, como si eso causara decepción en él. ‘ las señoras seguro quedaron encantadas con mis precisos lanzamientos, sería un placer saludarlas por aquí ’ sarcasmo es evidente, porque sonrisa se desglosa en sus labios de solo recordar los rostros de aquellas a las que había asustado en el campo. no había sido a propósito, no del todo al menos. ‘ y si piensas que vas a espantarme con brillos, no lo harás, me gusta llamar la atención ’ aunque lo decía en serio, ríe por lo bajo, no queriendo pensar en lo ridículo que llegaría a lucir. abriendo el pegamento, prácticamente lo esparce en el antifaz con sus dedos como un niño, sin forma ni cuidado. pondría de su parte para que no quedara un resultado horrible, pero iba a hacerlo lo más entretenido posible. ‘ tú me tendrás que invitar una copa por cada persona que deje ciega de tanto resplandecer ’ la señala con dedo manchado y ojos ligeramente entrecerrados, enseguida regresando a previa actividad. ‘ ¿ya hiciste coronas también? ’

‘ ¿quién crees que soy? ’ ¡era un insulto que dudara de su buen gusto! y lo dejó ver en esa ceja en alto y la mueca que apareció a su costado. ‘ ¿sabes? después de decir eso, quizás sí lo haga horrible para que los niños se rían de ti y las señoras te reconozcan por intentar matarlas con una bola de golf ’ su voz sonó demasiado seria para lo  que realmente era, estaba bromeando igual que siempre. de hecho, esperaba que ninguno de esos vejestorios de la secta de ricos estuviera por allí. aunque ya había visto algunos de los rostros más jóvenes: repulsivo. ‘  yo le pondré más brillo al tuyo, serás una bola de disco ’ se inclinó sobre la mesa para tomar dos pegamentos, dejó uno al lado del contrario y el otro a su diestra. ‘ si no me gusta lo que haces, tendrás que pagarme con — ’ miró a su alrededor, entrecerrando sus ojos para ver mejor los letreros, tenía que ir al oftalmólogo en algún momento. ‘ papas fritas ’ 

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era una tradición, eso explicaba muchas cosas. ahora era imposible pedirle que se retiraran sin sentirse como un idiota. usualmente no le importaba, pero contraria no había hecho otra cosa que ser amable con él. ‘ bien ’ suspira con resignación, extendiéndole su red sin mayor objeción. ‘ espera aquí, tengo una idea ’ y, sin más, se acerca a encargado del juego a pedir un par extra. no necesita pensar una excusa para conseguirlas, todos eran demasiado amables en esa fecha en particular. regresando a su lado, las coloca en el agua. ‘ si tenemos cuatro tal vez logremos conseguir las flores más rápido. ’

"Nunca he regresado a casa sin unas cuantas flores de pesca". Avisa, su voz un vano intento de sonar firme y decidida, pues la desesperación de no poder atrapar ninguna hace tambalear su determinación. "¡Y este año no será la excepción!" Entonces, extiende su mano hacia Jules, en señal de petición. "¿Me prestas tu red, por favor? Si intento con ambas, seguro lo consigo".