Blog dedicado al amor, mis futuros hijos, mi madre, a la vida, a mi vida.
Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
Me imagino tu llegada,
como ese avión a punto de aterrizar.
Las manos me sudan,
los oídos se agudizan,
y las ganas de respirar el mismo aire
me hacen sentir inmortal.
Quiero correr hacia vos,
abrazar todos los “te extraño” que guardé,
y ese último beso que no pude olvidar.
Las palabras van a sobrar.
Vamos a caminar juntos por las calles de Madrid,
el mate en el medio,
los alfajores que tanto deseo,
y el dulce de leche en mi sonrisa,
haciendo de mis chistes un sinfín de risas.
Todavía no lo puedo entender.
Espero con ansias ese veintiuno.
Octubre, el frío va a llegar,
y yo voy a tener a quién abrazar,
a quién mirar...
y ojalá, a quién besar.
0 notes
Text
Soñé con él y se sintió tan real
que me he despertado con la sonrisa
clavada, intacta, a punto de estallar.
Una alegría que explotaba,
un fuego que quemaba.
Había corrido sin pensarlo,
me trepé sobre su cuello como si
la vida se me fuera en ese abrazo.
No podía soltarlo,
¿O no quería hacerlo?
Fue el reencuentro que imagino cada día,
el abrazo que me falta,
y el suspiro que se esconde
detrás de un "te quiero"
que no me animo a decir…
pero quema por dentro.
0 notes
Text
Hay que saber sostener una copa de vino,
como sostengo tu rostro al besarte:
con delicadeza, sabiduría y pasión.
Con esas ganas insaciables de querer beber
la última gota.
De saber que el rojo sangre va a entrar en mí,
y que tus besos serán testigos
del sabor exquisito que corre por mis labios.
0 notes
Text
Al emigrar, tu habitación se vuelve refugio.
No importa cuán chica sea, cuán vacía esté.
Es el único lugar que da paz.
Cuatro paredes iguales, del mismo color.
Un cubo que encaja a la perfección,
donde al menos sabés que estás a salvo.
Y ahí, en ese pedazo de mundo, pasa todo.
Las lágrimas que nadie ve,
las risas que se te escapan sin razón,
las miradas que se clavan en la nada.
La típica frase "mirando a la nada, pensando en todo".
Ahí huele a vos,
a tus días repetidos,
a la ropa que nunca terminás de guardar,
a la comida tibia, al mate que calma,
a los suspiros que pesan más de lo que decís.
El silencio a veces grita lo que a nadie le contamos
y el aburrimiento nos aplasta sin darnos cuenta.
Aún así, meterte en la cama
y ponerte los audífonos a todo volumen,
puede ser lo único que te da ganas de seguir,
la motivación de no abandonar tus sueños.
Tiene sus sombras, tiene sus luces.
Tiene todo lo que dejaste atrás,
todo lo que esperás recuperar a futuro.
Es chica, pero te abraza.
Es callada, pero te escucha.
Oscura, cuando la Luna te mira sin decir nada.
Llena de vida, cuando el sol entra temprano
y te obliga a volver a empezar.
0 notes
Text
Aún llevo clavado ese dolor del 2 de marzo,
sentada en nuestra cama,
con la mirada perdida,
preguntándome por qué estaba
armando mi valija,
como si empacar pudiera detener
el vacío que crecía.
Llamé a papá, temblando,
para decirle que volvía,
para hacerle entender que lo nuestro
se había roto en mil pedazos,
y que mi corazón, lento y cansado,
comenzaba a apagarse.
Pero él estuvo ahí, firme y callado,
esperándome para secar las lágrimas
que no paraban de caer,
para sostenerme cuando vos me soltaste la mano.
En ese instante supe que mi salvación
no estaba en el amor,
sino en el abrazo de un padre
que no dejó que me muriera.
0 notes
Text
Somos como la Luna y el Sol.
Siempre cerca, mirándonos,
compartiendo el mismo cielo.
Vemos el clima en sus mejores versiones:
la ventolina que vuela como un colibrí,
la lluvia que cae, a veces suave,
otras como un diluvio sin fin.
Pero aún así, no podemos estar juntos.
Seguimos los pasos sin tocarnos,
nos extrañamos aunque nunca
estuvimos del todo.
Cuando uno aparece, el otro desaparece,
como si el universo se empeñara
en mantenernos a destiempo.
Somos opuestos que se entienden,
y que se encienden al verse.
Y así vivimos, condenados a vernos sin tenernos,
a compartir el cielo sin
cruzar la línea del horizonte.
Sin poder rozar un beso pero si,
un suspiro de saber que no puedo tenerte.
0 notes
Text
Me creí todas esas mentiras que hoy
están enterradas en lo más profundo del océano.
Sí, me gustaban tus llamadas,
me gustaba cuando prometías venir por mí.
Y yo, como una idiota ilusionada,
sonreía al verte llegar.
Tus besos.
Tu piel.
Tus manos recorriéndome como si fueras mío.
Todo era un invento tuyo,
una puesta en escena donde
yo era la protagonista…
pero nunca la elegida.
Me hiciste creer que te morías por mí,
que conmigo querías una vida.
Y yo te creí.
Te juro que te creí.
0 notes
Text
Últimamente, mis insomnios parecen ser
más largos de lo que uno debería soportar.
Aún no sé si soltar el móvil, apagar la playlist,
o silenciar las voces que rondan por mi mente.
Aunque no es por sobrepensar.
Es por extrañar.
En cambio, los días se me acortan al sentir.
Como dicen por ahí...
“En un abrir y cerrar los ojos, la vida se va volando.”
Y así, así voy viviendo.
Se siente como las carreras de Fórmula 1,
como un cohete escapando de la Tierra,
como aquel conejo imposible de atrapar
que perseguía de pequeña.
Y es ahí cuando siento que más extraño.
Sobre todo a papá, que el domingo es su día.
Y a mamá, que el 21 cumpliría años.
Junio…
basta de insomnio, ¡me estás matando!
Te estás quedando con mis sueños,
porque yo muero, lento, entre recuerdos.
0 notes
Text
Miles de kilómetros de distancia
para que, entre millones de personas,
nos crucemos vos y yo.
Dos acentos chocando con ternura,
tratando de entender el idioma del amor,
con el miedo latente de volver a caer.
Risas y miradas que hablaban
más que las palabras.
El reloj parecía olvidado,
como si el universo nos diera un ratito más.
El destino, la vida, el camino estaba escrito.
Nos encontramos sin buscar,
en el momento justo, en el lugar exacto.
Y ahí, sin saberlo,
empezamos a conocernos de verdad.
Intentando saber uno del otro,
queriendo confiar.
¿Para qué? ¿Por qué?
Todavía no lo sé.
Pero esa noche, por un rato,
todo tuvo sentido.
1 note
·
View note
Text
Me enamoré unas ochenta veces,
como si fuera tan fácil.
Mis ojos se pierden en lo hermosos que son,
hay toda una ciudad entera ahí:
morenos, blancos, trigueños,
pieles que arden en silencio,
labios que susurran promesas prohibidas,
manos que exploran sin miedo,
cuerpos que invitan a perder la razón.
0 notes
Text
Papá y mamá, los abuelos, y los dos pequeñitos. Qué imagen tan linda, ¿no?
Una foto fija que nunca voy a tener, un instante que se me escapa.
No estará en mis fotos ni en mis recuerdos,
porque no habrá familia que la sostenga.
Solo ese vacío frío donde debería haber calor.
0 notes
Text
Sus ojos color verde,
su manera de mirarme tan sensual.
Su acento tan tropical.
me envuelve de una manera especial,
que me hace enamorar.
0 notes
Text
Recuerdo aquel mayo,
el segundo día del mes,
cuando el tiempo se detuvo
y tú también.
Te vi por última vez,
te sentí por última vez,
hicimos el amor por última vez.
¿Fue amor lo que quedó en tu piel?
Porque me dejaste ir
sin un adiós,
con la mirada fija desde lejos
y las palabras que dolieron más que el silencio:
"haz tu vida".
Y la hice,
sí, la estoy haciendo.
Pero tú sigues allá,
mirándome desde esa distancia invisible
que duele más que tu ausencia.
Aquel 2 de mayo
vive en mi memoria como un eco eterno.
No olvidaré tu piel,
ni tus ojos color café,
ni esos besos
con sabor a despedida…
y a miel.
0 notes
Text
Mentir, ¿Para qué?
Para sentirse a gusto,
para tener un beneficio o simplemente,
porque es más fácil que una verdad.
¿O eso creen? ¿Eso se creen?
Si supieran que ser sincero es la armadura
más segura.
Que ser fiel a uno mismo,
se siente genial.
Que al fin y al cabo mentir tiene patas cortas,
y al otro no le siente bien.
0 notes
Text
La otra noche hubo sinceridad,
y me pregunté:
¿Volveré a enamorarme?
Y me da miedo saber que, contigo, se fueron mis
mejores facetas.
Hoy me siento atrapada en un corazón que no
sana, oscuro y frío, sin sentimientos.
Te amé, y hoy esa palabra ya no significa nada,
te abracé tanto que me duelen los huesos,
te besé hasta dejar mis labios secos.
0 notes
Text
Me hice cinco tatuajes,
ya no uso aquel arito, el que nos pusimos juntos.
Me dejé crecer el pelo,
como un acto de rebeldía contra todo lo que se fue.
Rosario Central salió campeón,
Otto está envejeciendo.
Salió otra temporada de The Strangers,
y yo no pude terminar de ver The Walking Dead.
Me acosté con
Leandro,
Nacho,
Tomas,
y alguno más,
pero ninguno me miró como lo hacías vos.
Por eso nunca viste una foto de ellos,
porque así, sola, se siente más completa.
Nunca presumí a nadie,
eso lo aprendí de ti.
Pasó otro cumpleaños y no quise saludarte,
quiero que los recuerdos se disuelvan en el aire,
y que, con el tiempo, te olvides de mí.
Aún miras mis historias en Instagram,
pero ya no soy la misma.
Te cuento... tapé tu tatuaje.
Hoy es una mariposa, libre,
dejando atrás el peso de lo que ya no existe.
Y para dejar atrás el pasado,
me fui del país.
Tenerte lejos me hace bien.
0 notes
Text
Escribo porque no sé vivir de otra forma.
Las palabras me acompañan desde siempre, y en
ellas encuentro mi voz, mi calma y mi verdad.
Este espacio nace del deseo profundo de
compartir lo que llevo dentro: notas sueltas,
pensamientos que me atraviesan, poemas que me
despiertan, relatos breves que hablan de mí o de
lo que observo. Todo lo que escribo tiene algo de
mi alma.
No pretendo ser perfecta, solo auténtica.
Si alguna palabra logra tocarte, acompañarte o
simplemente hacerte sentir, entonces ya estoy
dejando una huella.
Y ese, para mí, es el verdadero sentido de escribir.
0 notes