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A mi abuelo

Cómo puede cambiar una guerra la vida de una familia; nadie sabe qué pasará mañana, y a veces después de la desgracia, te preguntas por qué no hiciste algo, por qué tenía que pasar eso, por qué no le dijiste a esa persona que la querías, o simplemente “no alcance a despedirme de él”.

Ana Beatriz, y Vespasiano tenían dos hijas, Maritza la mayor y Jacqueline; Maritza estaba estudiando sistemas en Facatativá Cundinamarca, el dia del grado, su madre Beatriz fue por ella para llevarla para Algeciras Huila, lugar donde vivía con su esposo, Jacqueline estaba en Bogotá, trabaja cuidando a una mujer de la tercera edad, mientras Maritza estaba en Facatativá, convivia con el hombre que sería el padre de su primera hija, pero no se llevaban bien, así que tomaron la decisión de finalizar la relación que mantenían.

Transcurrido alrededor de dos meses Beatriz noto que su hija estaba embarazada, le mencionó a su esposo “mijo, parece que la china esta embarazada”, el temor de Maritza era la reacción de su padre, ya que desde temprana edad la advertía de que si llegaba a estarlo, iba a asumir terribles consecuencias, pero no fue asi, lo unico que el contexto en el momento fue “pues tocará mirar a ver que se hace”.

Avanzó el embarazo, aunque maritza padeció de una enfermedad común en los embarazos llamada “preclancia”, a parte de esto todo transcurría bien. El 8 de septiembre de 1996 nace una niña a quien llamaron Karen, su abuela Beatriz dice “era un bebé muy lindo, parecía que que le hubieran dibujado las cejas con un lápiz”, “tenía los labios bastante rojos”, y al anunciarle a su esposo, ya que él esperaba un niño, pero al saber que era al contrario, se puso aun mas feliz.

Karen era la princesa de su abuelo, para cuando ya había nacido la bebé, Jacqueline volvió a Algeciras, dice “yo nunca había visto, ese papá que vi con mi sobrina. Era la vida de el”. un dia algo diferente a los demás, ya que Algeciras es un pueblo de clima caliente, ese dia no estaba en esa forma usual, Vespasiano, sentó en la mesa a la bebé, para paladearle el desayuno,y Beatriz le dice, “desayune porque ahorita le paladeo a la niña” y el solo respondió “déjeme, déjeme”, alrededor de las 11 de la mañana, Vespasiano estaba listo para salir a trabajar en el carro y su esposa le pregunto “viene a almorzar” a lo que él con un gesto de vacilación responde “jum”.

Vespasiano fue al pueblo a ver qué trabajo le salía en el carro, llevo unos concentrados a una vereda cercana al pueblo. Mientras él estaba fuera, hubo un nuevo ataque guerrillero a un grupo de soldados que hacían patrullaje de rutina en Algeciras, era un nuevo atentado en el departamento del Huila ya que cuatro días antes en Gigante atacaron una patrulla de Policía en donde murió un comandante y un agente.

Al volver Vespasiano al pueblo ya había ocurrido el atentado en la entrada al pueblo, fue el unico que se ofrecio a llevar a los heridos despues de que preguntaran los soldados, Jacqueline estaba cerca atendiendo una caseta familiar que tenían, pero por lo sucedido a los civiles que estaban en el lugar, los llevaron a un montallantas que estaba en ese mismo lugar, después de que subieron a todos los heridos al carro, lastimosamente el carro no encendía, y después de varios intentos fallidos, un soldado le disparó por la espalda a Vespasiano, diciendo “este hijo de puta va a hacer es que nos maten”.

Vespasiano llamaba a Jacqueline ya que sabía que estaba cerca y ella logrando evadir a los soldados entró al carro y vio una escena que la marcaría de por vida, su padre se agarraba el abdomen entre abrazándolo mientras irrigaba sangre de sí mismo, le dijo “Jacqueline, me mataron, avísele a su mama”, ella salió corriendo, casi sin fuerzas, desconcertada y prácticamente por el suceso sin saber ni para dónde iba ni qué pasaba, ni nada. llegó hasta la casa donde estaba Beatriz con la bebé y al darle la fatídica noticia, salió corriendo pero antes dejando a la bebe con Jacqueline.

Después de la muerte de Vespasiano cuando fue trasladado al Hospital de Neiva, llevaron el cuerpo para ser velado y enterrado a El Rosal Cundinamarca; durante la velación, en las sombras llegó un monstruo aprovechando el dolor de la familia, para raptar a la bebe, ese monstruo era el padre de la niña, pero una persona se percató de lo ocurrido y se la arrebató, para entregarla de nuevo con su madre.

en varias ocasiones a través de los años el padre de la niña buscaba el momento para poder raptarla, con o sin cómplices, pero nunca lograba completar su cometido, también amenazaba a Maritza con quitarsela legal o ilegalmente, pero con los años Karen cada vez más grande y consciente de la situación, se aferraba más a su familia, y aunque trataba de darle oportunidades a su padre de ser parte de su vida, el comportamiento de él, hacia que Karen también desistiera de esas oportunidades que le daba. Ella creció sin esa figura paterna que toda persona necesita, en este caso, ella creció sin su abuelo; en algunas ocasiones ella se detiene a pensar en su vida y en cómo hubiera sido si Vespasiano permaneciera con ella.

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Investigación sobre la deserción escolar desde el municipio de El Rosal

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Entrevista a la Senadora Sandra Ortiz 

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Cuidado y manutención de mascotas

Reportaje desde la zona comercial de mascotas en Bogotá 

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The affliction of the heart

 I fell in love with evil, I let myself be seduced by the devil, captivated me with cunning making me feel the happiest woman in the world, you made me feel loved, I thought I knew your heart, I never thought you would hurt me, you were so helpless, I felt so much tenderness, I wanted to take care of you, but nothing like that, you are light, you are darkness, you are what I most want, you are what I hate most.

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Una vida sin ti

Hoy en día está al cuidado de su tía y su abuela paternas, Juliana tiene 22 años pero aún es muy dependiente de su familia, unos parientes que la humillan, la tratan mal.

Lo único que sabe de su madre es el nombre ya que nunca la ha visto, no sabe como es físicamente, no sabe si está bien o mal, ella se fue un día sin decir nada y dejo a Juliana de bebé con su papá, una figura muy importante en la vida de cualquier persona, pero lastimosamente no todas las madres merecen ser llamadas así, una drogadicta y alcohólica, dejaba a su hija sola de bebe en la casa y se iba cada día con un hombre diferente y no se sabía cuando volvería.

A los tres años de edad Juliana fue abandonada por su madre y estuvo hasta los dieciocho años con su padre quien murió trágicamente, desde entonces Juliana ha estado con su tía y abuela, pero a pesar de eso está sola; si tía se encargó de los gastos de ella, pero el mal trato de su parte hacía que Juliana casa día de sintiera muy mal.

Encerrarla, prohibirle hablar con las personas, controlarle el tiempo, decomisarle cualquier cosa que significara para ella, sólo por “corregirla”.

Su abuela jamás se oponía a lo que si tía decía, al fin era ella quien la ayudaba económicamente.

A pesar de que tenga familia, ella se siente muy sola, y eso ha hecho que cometa muchos errores, cosas de las cuáles cualquier persona puede arrepentirse, pero le enseñan para salir a delante, y aunque este sola sus experiencias le enseñarán cómo no volverse a equivocar en el largo camino de la vida.

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La muerte del “Diablo”

La pérdida de un familiar o un ser querido nos puede marcar para toda la vida; como en el caso de mi abuelo materno, su asesinato tan inesperado cambió la vida de mi familia y la mía. 25 de abril de 1997 cómo de costumbre mi abuelo se levantaba a las 5:30 de la mañana para alistarse y llevar a mi mamá al bingo donde trabajaba, cuando mi abuela le servía el desayuno, el primero le daba de comer a la niña, a su nieta de siete meses, quien era su adoración. Después de desayunar llevó a mi mamá al bingo, en el carro un Ford 100 modelo 56, la acompañó y se quedó un rato con ella también jugando; mi mamá estaba muy ocupada así que mi abuelo sólo le hizo una seña despidiéndose, se subió al carro y se fue con un amigo a recoger un encargo que se le había hecho; a la entrada de Algeciras las FARC pusieron en un poste un cilindro bomba. En ese momento cuando mi abuelo salía del pueblo el Ejército detonó el cilindro y alrededor de diez minutos cuando volvía mi abuelo el Ejército lo detuvo y le dijeron que llevará a los heridos en el carro, para ese día de le había puesto un nuevo repuesto al carro por lo que hasta ahora se estaba ensayando para ver si servía. Al tratar de subir el carro por la carretera ya que era muy inclinada, no quería prender y por el testimonio de los testigos uno de los uniformados le dijo a mi abuelo “usted va a ser que nos maten malparido hijo de puta”, en ese instante le disparó en la parte de la cintura y le traspasó a la pierna, el carro en esa bajada rodó sólo y llegó cerca a un puesto de ventas pequeño que tenía mi familia y ese día lo atendía mi tía Jacqueline. En ese momento un señor llegó corriendo al trabajo de mi mamá y le dijo “¡Maritza a su papá le dispararon!”, en ese momento mi madre le pidió a el jefe que la dejará ir para buscar a su padre; mi abuelita llegó y le dijo que si ya sabía que pasó, y salió corriendo a buscar a mi abuelito y en ese instante empezó una balacera entre las FARC y el Ejército, no mamá sólo pensaba que la siguiente víctima sería mi abuela. Lo llevaron para el hospital de Neiva y mi abuela se quedó con el. Ya en la casa mi mamá vio en noticias en ese entonces la presentadora era María Cecilia Botero y anunció 2 hombres del Ejército heridos y un civil muerto, mi mamá y mi tía no creyeron que fuera mi abuelo ya que hacía unos minutos las llamaron para decirles que el estaba bien. Al día siguiente cuando fueron al hospital de Neiva se encontraron con la noticia de que mi abuelo había fallecido. Las últimas palabras de el era, que se fueran de Algeciras y no volver nunca. Y así fue, el 27 de abril de 1997 llegaron a el municipio de El Rosal para enterrarlo, el pueblo de llenó de mucha gente que jamás en la vida mi abuela, mi tía y mi mamá habían visto y que no volverían a ver. Era llamado como el “diablo”, una persona odiada y amada que jamás las personas que tuvieron la oportunidad de conocer olvidarán.

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Muerta en vida Taller de crónica y reportaje

Se siente con el poder de decirle a alguien ¿si es linda o fea?, ¿si es flaca o gorda?, ¿se ha puesto a pensar que esa persona tiene sentimientos?, todo tiene consecuencias, puede que no le importe pero con simples palabras puede arruinarle la vida a alguien.

Desde que recuerdo mi vida nunca ha sido linda, la discriminación siempre ha estado rondando sin piedad, me han juzgado, se han burlado, hasta mentiras se han levantado en mi nombre, y todavía me preguntan por qué soy así, por qué soy tan fría, tan humillante, tan mala. No es que yo quiera esto, en el fondo no me gustan esas cosas, pero si no lo hago lo harán conmigo.

El colegio, para muchos un lugar inolvidable por muchas cosas positivas, para otros todo lo contrario. Cuando pequeña fui una niña flaquita pero a los quince años engorde, claro está ya venía con burlas a los 12 años porque tenía el cabello largo, a los 7 años por ser morena, siempre encontraron la manera de hacerme sentir mal y fui tan débil que lo notaron y por eso siempre lo hacían a través de los años.

Con una estatura de 1.62, quince años pesaba 71 kilos, frustrante, casi no le ponía atención a eso, pero los demás se encargaron de hacer que lo viera de una manera muy cruel, me empecé a hacer daño físico, me golpeaba la cabeza contra las paredes, me mordía, me arañaba la cara, el vientre, las piernas y los brazos, eso ocasionó más burlas de parte de ellos.

A los 17 años estaba en el grado Once, ya casi se iba a acabar todo eso, era noviembre para ese entonces pesaba 62 kilos, pero Julián Arias un hombre que por sus palabras despreciaba con el sinónimo de asco a las mujeres con algunos kilos de más, no dudó en llamarme deforme; en ese instante todo acabo, se murió todo dentro de mí, se acabó mi vida.

Después de la graduación empecé a hacer dieta y ejercicio a diario, mi mamá me inscribió en una academia de modelaje, siempre le gustaron esas cosas para mí, pero llegar a ese lugar y verlas tan flacas y que comían lo que querian, me fue enterrando más en el oscuro pecado de la vanidad.

Con una estatura de 1.68, 17 años de edad pesaba 57 kilos, pero ya todo se había salido de control, quería seguir bajando de peso, era en lo único que pensaba, así que me salí de la academia y pensé en volver el día que en realidad me sintiera delgada.

La vida me llevó a encontrar en Internet las páginas ProAna y ProMia, para quienes no saben Ana es anorexia y Mia bulimia, al principio solo hacia lo que la princesa Lorelei me decía, “se fuerte, no hay que probar bocado de comida”, solo me permitía comer una manzana al día, pero yo prefería cambiarla por un mango.

El hambre con el tiempo se desvaneció, ya lo único que sentía era mucho frío, por más ropa que me colocara, tres pares de medias, gorros, guantes, bufandas, como tres sacos, dos pantalones, el frío extremo seguía.

La ropa me quedaba muy grande pero Lorelei me decía que no era flaca que la ropa se agrandó, así que tenía que continuar con mi sueño de ser delgada.

Me inscribí en el gimnasio de El Rosal, le dejé muy claro al entrenador que quería quemar grasa, me tomó las medidas y peso: pecho 85, cintura 60, cadera 95, peso 50 kilos.

El entrenador se dio por vencido conmigo y me dejó hacer lo que quisiera en el gimnasio, pero un día se me fueron por así decirlo las luces en la trotadora y en el puesto de salud ya tenía media cara y la mano derecha paralizada. Ya estaba cerca de un paro cardíaco. 

Faltaba una semana para cumplir 18 años, peso 40 kilos. La trabajadora social, la psicóloga y un poco de gente me enviaron a Madrid Cundinamarca, diciéndome que sólo eran exámenes de rutina, mi abuela fue conmigo, no sé si es verdad que mi mamá y mi abuela no sabían, aún no se si creerles; en el Hospital San Matilde me esperaba el psiquiatra; todo estaba listo para internarme.

El psiquiatra me dijo que me quería ayudar pero que tenía que comer. ¡Qué les pasa! Todo lo que logré en mucho tiempo lo querían arruinar, además todavía tenía que seguir bajando de peso, aún no estaba flaca.

La primera vez que comí después de mucho tiempo, la verdad no recuerdo que dolía mas, si el estómago o mi orgullo. Sentía que me estaban acuchillando desde adentro, el dolor era tan enorme en mi estómago que nada me lo podía quitar y eso que lo único que comí fueron unas uvas, ya tenía un cuadro de úlcera así que no era extraño el dolor según los médicos.

Me medicaron con antidepresivos, sertralina y duloxetina, que con el tiempo me generaron ansiedad o el cuadro que actualmente sigue en mi historia clínica, ansiosa-depresiva,  le di la bienvenida a “mia” y dejé que Sadness tuviera potestad sobre mí. Todos los días me observaba al espejo, me media y me pesaba para saber si adelgazaba o engordaba. Con el tiempo perdí gran parte de mi cabello.

El local que mi mamá tiene para ese entonces lo atendía yo, en la vitrina de la papelería me llamaba a gritos un bisturí así que sin importarme que mi hermano menor de seis años y con una enfermedad huérfana llamada x-frágil me estaba observando me corté el brazo derecho una y otra vez, me castigué por comer, por ser una maldita gorda de 45 kilos. De lo único que me arrepiento es de que David me viera haciendo eso, ya que el ahora cuando tiene sus ataques de mal genio empieza a arañarse y le pegan.

Hoy soy una mujer de 20 años con un peso de 57 kilos, aún no se ha ido esas ganas de ser flaca, tal vez ya no veo esas páginas, ya no me dicen gorda o deforme, pero alguna vez lo hicieron y las cicatrices de mi corazón y de mi cuerpo seguirán, cada día recordare todo el daño que me hicieron, que duele más que el que me hice yo misma, cada día me seguiré pesando, mirando al espejo y viendo a la maldita gorda.

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La aflicción del corazón Taller de crónica y reportaje Por: Karen Castañeda

Me enamoré del mal, me dejé seducir por el diablo, me cautivó con astucia haciéndome sentir la mujer más feliz del mundo, me hiciste sentir amada, creí conocer tu corazón, nunca pensé que llegarías a lastimarme, para mi eras tan indefenso, al verte sentía tanta ternura, quería cuidarte, pero nada era así, eres luz, eres oscuridad, eres lo que más quiero, eres lo que más odio.

30 de junio del 2016, primer día de trabajo en Guaymaral la o, llegue sola Camila y Carlos no se decidieron a trabajar, por eso fui sola a la temporal activos el día anterior con mi mamá y mi hermanito; llegué a la postcosecha esperando para que me asignaran mi área en cultivo, Omar Mahecha seria mi supervisor en Astromelia, quien pensaría que a pocos pasos tenía a quién se encargaría de volver mi vida la más triste. ¿Por qué Dios permite estas cosas?, ¿será qué estoy pagando algo?, o simplemente me lo merezco porque sí.

Creo que al pasar quince días me percate de su existencia, era la hora de mi almuerzo, iba del bloque 3 así que tenía que pasar por el frente de la postcosecha, en esos días estaba la construcción de lo que ahora es la edificación de la gerbera; lo vi en el almacén, levantó la mirada al mismo tiempo en el que lo voltee a ver, sin saber quién era en ese instante sentí esas locas mariposas en mi estómago y a partir de ese día me senté en la segunda mesa a la derecha del casino para verlo.

En el trabajo me acompañaba una canción, aunque no era de mi gusto, la letra decía lo que sentía al ver al chico de la posco, “desde que te vi robaste mis sentimientos”. Recuerdo tanto como me molestaban cuando estaba por ahí, Jessica, Jenny y los demás con los que trabajaba y eso que yo trataba de disimular que me gustaba. ¿Qué le pasó por la cabeza a Jessica al salir corriendo detrás de el ha preguntarte si yo te gustaba?, me dió tanta pena que no quería volver al casino para almorzar.

Faltaba tres días para renunciar y volver a la universidad, y en medio de las astromelias llevaba toda la mañana diciéndome, “le va a hablar hoy, sea hembra”, “el día es hoy, porque nos vamos de aquí el sábado”, “¿pero qué le voy a decir? “¡claro! Lo de Jessica, ¿le voy a preguntar qué le dijo esa loca?”.

Faltaban como quince minutos para que fueran las doce para ir a almorzar y ya estaba totalmente llena de nervios, mi estómago estaba como revuelto ni hambre tenía, como el casino estaba en remodelación nos tocaba a cultivo y postcosecha ir hasta el otro casino que era el más cercano para poder almorzar, pero yo quería verlo, así que en vez de pasar por donde me indicaron, por los bloques 3, 5 y los de rosa, pasé por la postcosecha y ahí estaba, iba para el baño y al verlo me bloquee totalmente así que iba a pasar derecho, pero me devolví y me dí cuenta que también le dio nervios.

Como duele escribir esto, como duele recordar cada momento a tu lado, como aflige el amor con el que me llevaste al cielo y de un momento a otro con el que me mandaste al infierno, como duele cada mentira, como duele amarte.

Le hable, “¡hola!, oye una pregunta, ¿mi amiga qué te dijo ese día?, me respondió con una sonrisa, “me preguntó que si me gustabas”, a lo que respondí, “que pena, yo en serio no sabía nada de eso” me dijo “¿o sea qué no te gusto?”, lo mire con extrañeza “ no me gustas” a lo que contesto “a bueno entonces no te digo nada” y yo con esa incertidumbre “dime si?” y me miró “ es que tu si me gustas”, quedé asombrada, ¡feliz!, tengo una sonrisa en estos momentos recordando, ahí me preguntó mi nombre, me presente como Karen, el me dio la mano y me dijo “mi nombre es Andrés”.

Ya me iba a almorzar en ese momento me pidió mi número y sin dudarlo se lo di ya que iba a renunciar.

Era la persona más tierna, más atenta, era tan lindo que era difícil de creer que había alguien por primera vez en mi vida así. Nuestra primera cita fue en el cine de Facatativá, él quería una foto conmigo pero no se, me daba pena, solo le tome una a él y hoy en día aún la guardo como un tesoro, ni siquiera terminamos de ver la película ya eran como las 7:30 de la noche y mi mamá solo llamaba para amenazarme y decirme que tenía que ir para la casa en ese instante; hoy en día me pregunto ¿por qué algo no me advirtió de ese demonio disfrazado de ángel?, pero veo que la vida me insinuó el mal que se me venía cuando mi mamá me llamaba tanto cuando ella no hacia esas cosas antes cuando salía con alguien, pero uno que va a saber de eso, para mí él era lo mejor, todo lo hermoso que tenía.

A las dos semanas conocí al papá ya era un hombre de la tercera edad, pero al igual que en los ojos de Andrés a él también se le veía una gran tristeza, sentía en ellos como pena, desconsuelo, se veía que se sentían solos. Creo que esas cosas me acercaron a Andrés todo lo que podía ver en sus ojos todo lo que expresaba ya que yo no era muy diferente a eso.

No puedo decir que toda la culpa fue de él, al ver que tenía todo su amor, su corazón y el seguir malos consejos lo traté muy mal por un tiempo, y me arrepiento hoy en día de ser así, sé que eso impulso que sacara toda esa maldad que llevaba dentro para hacerme tanto daño.

Entregarme por primera vez a un hombre no fue nada fácil, estaba tan asustada, tan temerosa pero se comportó como un caballero, ese instante no lo olvidaré nunca, en esa habitación estaba presente el amor, era como probar el cielo, tocar su cuerpo despojado de las prendas y verlo así era algo tan precioso, tan bello, me enseño que era el amor.

Cuando me buscó Mayerly para contarme, para burlarse de mi por haberse ido a la cama con el hombre que yo amaba además, de decirme que prácticamente ya era de ella me destrozó el alma y sin una lágrima en mi rostro le dije “a mí no me importa nada de él, al fin y al cabo es un muerto de hambre que duerme en un colchón en el piso, para mí él no es nadie” después de darle mi número para que ella tuviera con que más hacerme sentir mal, me fui para mi casa, lloré tanto de la decepción, de la rabia, la impotencia y en el momento que sentí que ya me había desahogado me arregle para ir a la casa de él, ya que los domingos siempre nos veíamos. Tenía que encararlo pero esperé a que llegara el papá de la iglesia para poder hacerlo, pero al momento de decírselo me desmoroné en lágrimas, pero todo lo negó y llorando también el muy sínico; a los tres días en el parque de El Rosal, lo aceptó todo ya que se dio cuenta que ese día les tendí una trampa a los dos, los cite a juntos el mismo día a la misma hora para poder saber la verdad, pero antes de que ella llegara el reconoció el error. Yo no quería volver a saber de él, pero después de tanto que me rogó, me pidió perdón llorando, cometí otro fatal error, lo perdoné, y desde ese instante todo se volvió un infierno entre nosotros.

La relación cada vez estaba peor, aunque yo le dije que lo perdonaba ese día en realidad no podía, estaba muy a la defensiva, peleaba por todo, pero que más se podía esperar si se perdió toda la confianza, al mes y medio terminamos, el dolor de mi alma, de mi corazón era enorme era tan difícil, tan complicado de soportar que un día cuando acompañé a Laura a faca para los ensayos del grupo de mariachi, fui a la casa de él, pero estuvo mal hecho ya que me hirió con sus palabras, que le estaba invadiendo su espacio y muchas cosas que prefiero no decir pues el dolor de recordar eso, es grande, o como dice Ricardo Arjona “el amor es la arrogancia de aferrarse a lo imposible, es buscar en otra parte lo que no encuentras en ti”.

Cuando salí a vacaciones entre a trabajar de nuevo a Guaymaral pero esta vez en postcosecha el me ayudo a entrar ahí, al volverlo a ver note como el amor en mi corazón por él estaba intacto, fue lo peor porque ese mismo día me di cuenta que ya estaba con alguien más, con Diana, lamentablemente hoy en día ella me odia ya que a los cuatro días la dejo por volver conmigo además de enterarse que desde que llegue a esa empresa nos veíamos a escondidas para amarnos, no la juzgo pues no me importo nunca lo que ella sintiera, sólo estaba con el hombre que más he amado y quería recuperarlo.

Sé que el sentía algo por ella, lo sé, porque vi muchas conversaciones de ellos y lo que él le decía todo lo que le demostraba. No entiendo si me amaba en realidad y al mismo tiempo la quería a ella, no se quizá era así o quizá a ninguna quería; pero ella no era la única Katherine, Erika, Cindy, Stefany, Luisa y más mujeres a las que solo les coqueteaba, ninguna se salvó de caer en su trampa, pero el peor caso siempre fue el mío, siempre supe todo y aún así seguía ahí para él, pero es más que obvio que no iban a funcionar las cosas, como se supone que yo podría estar bien con el sabiendo que coqueteaba con otras, así que nunca funcionó; llegó a agredirme ya no solo emocionalmente sino también físicamente.

El último día que lo vi me dejo claro ya no sentir nada de amor por mi, solo odio y fastidio. ¿Ahora yo qué hago con todo esto que siento?, ¿qué debo hacer para botar este estúpido y tan grande amor?.

Hoy trato de ser fuerte, trato de olvidar y perdonar, pero el dolor es tan grande que siento que la habitación es pequeña, quiero salir corriendo, quiero gritar, hasta quiero verlo pero no se puede, porque tengo que dejarlo de amar, por difícil que sea espero salir rápido de esto. 

La noche es testigo de cuando lloro, de cuanto sufro, la soledad es mi compañía ahora, sólo aguardo el momento de no pensar en el más, y que todo esto quede como un mal recuerdo que quizá nunca fue mío.

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El día más feliz de mi vida hasta el momento por alcanzar una meta

Al despertar aquella mañana de julio del 2014 no imaginaba la noticia que recibiría. Fui a la cocina, mi mamá estaba preparando el desayuno, comíamos hablando de todo y nada, pasaron unas horas y mi madre recibió una llamada, mientras platicaba por teléfono se emocionó mucho pero trataba al mismo tiempo de disimular, al colgar me dijo que me arreglara porque tenía un casting de pasarela y además un cortometraje, es algo con lo que mi madre siempre soñó, siempre me contaba desde que yo era pequeña cómo le gustaría que fuera modelo o reina de belleza, pero no puedo negar que a mí también me gusta todo esto, lo mantengo en secreto porque las personas juzgan sin conocer las cosas más a fondo al tratar a estas mujeres de brutas, es algo triste no solo por esos comentarios sino por el hecho de ese episodio  tan doloroso para mi familia cuando vivíamos en el Huila y tuve que renunciar a la preparación para ser reina. Retomando pensé, ¿yo?, ¿modelo?, Por mi cabeza pasaron miles de cosas relacionadas con eso, ¿será que si pasaré? Eso es muy difícil, quizá se equivocaron.

 Al llegar a aquel lugar, vi varias chicas bonitas y me sentí intimidada, es feo decirlo pero me sentí menos, sentía que no lo lograría. En el momento que pensé en irme me llamaron para presentarme, con nervios entre al aula, tenía un ambiente oscuro y al fondo de la opacidad estaban 10 personas, varios de ellos estudiantes de producción de cine y televisión, uno de ellos se levantó y me paso el libreto, era sobre una chica que perdió al amor de su vida en un accidente pero ella aún no sabía.

La primera vez lo hice mal tenía nervios, y me dieron otra oportunidad y me fue mucho mejor, al terminar me dijeron que pasara a la otra aula para el siguiente casting, entré había una pasarela, pensé, “ojalá no me caiga con esos tacones” y sonreí, ya para ese momento los manejaba muy bien pero el miedo de pisar mal queda, eran muy altos y podría perder fácil el equilibrio, pero tuve buen porte y elegancia.

Esperamos los resultados en la cafetería, algo que no me gusto en ese momento ya que noté de las demás chicas es esa soberbia que tenían, no soy una persona humilde pero entre ellas se sentía un ambiente muy feo, quizá por eso no tengo una amiga de ese mundo. Una hora después salieron las personas que hacen los casting y al escuchar mi nombre ¡No lo podía creer! Lo logré, pase al de pasarela. 

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La entrevista de perfil o semblanza es un tipo de entrevista donde el periodista da a conocer un personaje, sus gustos, pasatiempos, cosas que lo inspiran, es una forma de saber mas a fondo sobre el individuo.

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Este tipo de entrevista busca conocer la postura de una persona frente a un determinado tema