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Imaginando que hago lo mismo.
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Sex on a creaky bed
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Mi Hijo y sus Amigos - Mastubacion Grupal
Tiempo estimado de lectura: [ 52 min. ]
sinopsis:
Una madre sorprende a su hijo mientras éste miraba películas pornográficas y se masturbaba junto a sus amigos.
~
Mientras mi hijo reía a carcajadas junto con sus amigos en la sala de estar, yo preparaba el bolso de trabajo de mi marido, habían vuelto a cambiar su turno en la fábrica y hoy le tocaría trabajar durante la noche. En cuanto todo estuvo listo despedí a mi esposo con un beso en la boca, él me dio una palmadita en la cola y me saludó con la mano mientras se alejaba. A pesar de los años que llevamos casados seguimos siendo muy felices juntos y aún nos comportamos como una pareja de adolescentes, tenemos sexo cada vez que podemos y lo disfrutamos mucho, lamentaba que él tuviera que trabajar esta noche ya que yo estaba en perfecto humor para hacerle el amor apasionadamente, pero bueno, no tenía más remedio que esperar hasta el día siguiente.
Tuvimos nuestro primer y único hijo cuando yo contaba con apenas 24 años, no fue una mala edad para ser madre, me puse sumamente feliz cuando Alexis llegó a nuestras vidas. Hoy ya tiene 18 años y acaba de terminar sus estudios secundarios, ya está listo para salir al mundo y estudiar una carrera universitaria. Nunca nos dio mayores problemas, siempre fue un chico obediente y tranquilo, con buenos amigos que no lo llevan por el mal camino. En este momento tres de sus amigos se encontraban con él en la sala. Me acerqué a ellos para preguntarle si no les hacía falta nada, sus amigos se comportaban de una manera un tanto boba conmigo. Creo que los intimidaba un poco mi apariencia. Soy una mujer de físico privilegiado y sé que despierto fantasías eróticas en muchos hombres, pero a pesar de las tentaciones, nunca engañé a mi esposo. Tengo el cabello largo y ondulado, color castaño oscuro, aunque esté teñido se acerca mucho a mi color natural. Debo admitir que mantenerme cerca de los gimnasios han favorecido mucho mi figura, conservo un cintura bien torneada y una cola que se mantiene redonda y paradita. Mi piel es clara, pero este último verano me ocupé de broncearla un poco y aún conservo algo de ese color.
Noté que uno de los amigos de mi hijo no dejaba de mirar mi escote, y eso que no era muy prominente, aunque el tener los pechos de tamaño considerable, hacía que llamaran más la atención. El curioso era Manuel, un joven delgado y alto, de casi 1,80 m. Parecía ser un chico muy tímido por eso no lo reprendía por mirarme, eso tal vez lo mataría de la vergüenza, además no me hacía ningún daño.
- En un rato nos vamos, mamá – me anunció mi hijo luego de decirme que no necesitaban nada.
- ¿Puedo preguntar a dónde van?
- A la casa de Mauro, vamos a… mirar unas películas – me llamó un poco la atención el tono que empleó, pero mi hijo no era de mentir, así que debía confiar en él.
- ¿Por qué no se quedan acá? – les sugerí. La verdad es que me daba un poco de temor quedarme sola en la casa toda la noche – tu padre no vuelve hasta mañana al mediodía, hace horas extras, así que no molestarían para nada.
- ¿Y vos mamá?
- Yo me quedo en mi cuarto mirando televisión, estoy algo cansada así que me voy a acostar temprano – no era cierto pero no quería que pensaran que les aguaría la fiesta quedándome con ellos – podemos pedir unas pizzas para la cena y todo.
Estuvieron de acuerdo con mi idea, cada uno de los chicos telefoneó a su casa avisando dónde estarían, yo me sentí muy aliviada, como madre estaba más tranquila sabiendo que mi hijo se quedaba en casa y a su vez me tranquilizaba la idea de no quedarme sola. Comimos las pizzas en cuanto llegaron, a ninguno le disgustó que yo cenara con ellos, de hecho parecían alegres. De vez en cuando escuché comentarios por lo bajo en los cuales los chicos me halagaban, le decían a Alexis cosas como “que buena es tu mamá”, “que linda está tu mamá”, etc. Yo me hacia la sorda pero esos comentarios me dibujaban una sonrisa en el rostro.
Fabio, otro de los amigos de mi hijo, parecía que iba a quebrarse el cuello intentando mirar bajo mi vestido, que no era muy largo y mis estilizadas piernas se sentían libres. El muchacho estaba sentado frente a mí y como sólo había una mesita ratona entre nosotros, podía tener una buena visión de mis extremidades inferiores. Al principio me sentí un tanto incómoda, el chico disimulaba muy mal su comportamiento, pero me provocaba cierta ternura verlo intentar. Al contrario de Mauro, Fabio era un muchacho bajito, de hombros anchos y nariz de chimpancé, daba toda la apariencia de ser un poco lento, pero según Alexis era bastante listo. Si lo era no lo estaba demostrando en ese momento.
Mi vestido era bastante suelto, con cualquier movimiento se ondeaba. Decidí darle una pequeña recompensa por sus esfuerzos y separé un poco las piernas, lo justo y necesario como para que sólo él pudiera ver mi ropa interior, pero lo suficiente como para q la notara con facilidad. Yo tenía puesta una bombacha blanca común y corriente, no era mucho lo que iba a ver, pero seguramente le gustaría. Estuve en esa posición durante unos segundos y cuando lo miré con el rabillo del ojo me sorprendí al notar un pequeño bulto sobresaliendo de su pantalón. Inmediatamente cerré las piernas, no quería provocarle una erección al chico. Me sentía avergonzada, yo una mujer grande haciéndole esas cosas a un chico de 18 años. De todas formas me sorprendió que el chico se excitara tanto con tan poco. Era como ver un bikini, a lo sumo.
La cena terminó y yo me encargué de recoger las sobras y limpiar todo. Los chicos se fueron a la sala de estar donde se encontraba el televisor. Con mi marido nos habíamos encargado de construir un pequeño cine hogareño, teníamos un televisor moderno y de gran pantalla, un buen equipo de audio conectado a él y un gran sillón en el que entraban cuatro o cinco personas cómodamente. Además había otros dos sillones individuales, uno a cada lado del sillón mayor. Me despedí de ellos tan rápido como pude, no quería robarles más tiempo, me dirigí a mi cuarto quitándome las sandalias mientras caminaba y en cuanto cerré la puerta me quité el vestido. Me llevé una sorpresa al hacerlo, de pronto recordé que no vestía una simple bombacha blanca, eso fue en la mañana, luego de bañarme en la tarde me la cambié por algo más sugerente para mi esposo, una tanga roja bastante diminuta y con una tela que transparentaba un poco, lo peor era que hacía sobresalir mis pelitos por los huecos de la tela y por los lados. Ahora comprendía por qué Fabio se había excitado tanto, pobre chico, debo haberle generado un trauma. Un involuntario calor invadió mi zona púbica, en parte me calentaba un poco el saber que el chico había visto eso.
Me quité el corpiño dejando mis tetas respirar, mis pezones estaban un poco erectos, los toqué apenas y comprobé que en efecto, me había puesto cachonda. Decidí ignorar las reacciones de mi cuerpo. Me acosté en la cama y encendí el televisor, estuve mirando algunos programas buenos durante casi una hora y media, pero algunos pensamientos habían vuelto para atormentarme. No podía sacarme de la cabeza la idea de que esos chicos fantasearan con mi cuerpo y que me miraran de esa forma.
Deslicé mi mano hacia mi entrepierna y toqué mi vello púbico, el cual llevo al natural. En menos de un minuto ya estaba estimulando mi clítoris y podía sentir mi vagina humedeciéndose. No comprendía bien qué me pasaba, no solía excitarme de esta forma por alguien que no sea mi marido. Mordí mi labio inferior cuando una loca idea se cruzó por mi cabeza, la rechacé inmediatamente, pero de a poco fui convenciéndome de que podría hacerlo sin mayores consecuencias, no sería más que un jueguito divertido. Acomodé mi tanga y me levanté.
Busqué entre mis cajones algunos de mis mejores camisones, encontré uno color negro, tipo falda con ondas. Era levemente transparente, por un momento me pareció demasiado provocativo, pero sin meditarlo mucho, me lo puse. Se aferraba muy bien a mis pechos, hasta hacía que los pezones se marcaran un poco, y si la luz era buena, tal vez podría verse la aureola oscura que los rodeaba. Más abajo el camisón era todo lo contrario, no era ajustado para nada, parecía flotar sobre mis piernas sin casi tocarlas. Cubría apenas lo necesario como para que mi tanga no se viera, el tema es que ésta era roja y llamaría mucho la atención. Me la quité y busqué alguna otra de color negro. Solamente pude encontrar una, que era apenas un triangulito con un fino elástico, me la puse, de todas formas esta vez no pretendía llegar tan lejos, sería algo de apenas unos segundos.
Ya más decidida, pero con el pulso acelerado, abandoné mi cuarto dispuesta a pasearme delante de los chicos vistiendo un conjunto sumamente erótico. Luego regresaría a mi cuarto a masturbarme. Por suerte necesitaba pasar por la sala de estar para poder llegar a la cocina con la inocente excusa de buscar algo para tomar. Entré en la sala de nuestro cine hogareño desde una puerta que miraba hacia el costado izquierdo del sofá. Apenas vi a los chicos me quedé congelada, con los ojos abiertos como platos, ellos escucharon mi llegada y reaccionaron de la misma forma que yo. Un silencio sumamente incómodo se manifestó, pero rápidamente fue interrumpido por unos gemidos a poco volumen provenientes del televisor. Nada de lo que pudiera imaginar me hubiera preparado para semejante escena.
Los cuatro chicos, incluido mi hijo, estaban sin pantalón y pude ver cuatro juveniles penes totalmente erectos, estaban sentados frente al televisor donde una película pornográfica se estaba reproduciendo y obviamente ellos se masturbaban al verla. Siempre me dio pavor la idea de sorprender a mi hijo masturbándose, como toda madre sé muy bien que él lo hace, por eso siempre golpeo la puerta antes de entrar a su cuarto, pero esta vez no tenía motivo alguno para pensar que pudiera estar haciéndolo. Soy partidaria de que la masturbación es una necesidad que debemos satisfacer, me encanta que él lo haga, pero respeto su privacidad. Los cuatro chicos continuaban estáticos mirándome fijamente, ninguno había intentado cubrir sus vergüenzas, de hecho, aún seguían con sus manos allí, como si solamente hubieran pausado la masturbación. Llegó a mí el fuerte impulso de dar media vuelta y cerrar la puerta, pero eso sólo preocuparía a los chicos, sentirían que fueron descubiertos haciendo algo malo y eso les produciría mucha vergüenza. La culpa era mía, por cometer la estupidez de venir hasta acá a hacerme la madre cachonda. Soy una estúpida.
- ¡Uy, disculpen! – Dije sonrojándome al máximo – no sabía… - las palabras se trababan en mi boca, los chicos intentaron cubrirse con sus manos, se veían tan avergonzados como yo – no, está bien… no se detengan, es mi culpa… no quise – no sabía cómo explicarles.
- ¡Mamá! Perdón, pensé que ya estabas dormida – mi hijo intentó levantar su pantalón del suelo.
- No pasa nada, en serio. No quiero arruinarles la… - no sabía si llamarlo fiesta – fue mi culpa, no debí venir a molestar.
- Disculpe señora, lo que hicimos estuvo mal – se lamentó Fabio mientras intentaba tapar su pene.
- No tiene nada de malo, de verdad… es normal… - alguno de los chicos puso la película en pausa, en la pantalla se veía una mujer blanca de pelo negro y cuerpo monumental recibiendo un grueso pene dentro de su vagina – lamento haberlos interrumpido, no se detengan por mí, me haría sentir culpable.
- La culpa es nuestra, esta es su casa, no debimos… - preguntó David, el cuarto chico, un muchachito rubio de cabello corto que era muy bonito, seguramente era el que más atraía a las mujeres de los cuatro.
- Es mi culpa – insistí – yo los hice quedar en la casa. No tiene nada de malo…
- Tu mamá es muy buena – dijo Mauro – si mi mamá nos veía así… nos mataba a todos juntos.
- Yo soy una mujer comprensiva, yo también pasé por la adolescencia… hice muchas locuras, no tengo derecho a recriminarles nada a ustedes. Pueden seguir tranquilamente, yo busco algo para tomar en la cocina y los dejo tranquilos.
Caminé hacia la cocina pasando por detrás del sofá, todos me miraron pasar, evidentemente habían notado mi atuendo, la situación no era tal como la imaginaba pero podía ver la reacción de cada uno con mis propios ojos, los penes se les pusieron aún más duros, incluso a mi propio hijo.
- ¿De verdad no le molesta que sigamos? – Volvió a preguntar David.
- En serio, sigan tranquilos, yo no los molesto más – dije tomando una botella plástica con agua de la heladera.
La película se puso en movimiento otra vez, ellos parecían algo tímidos, desde la cocina podía ver todo ya que no hay pared que divida un área de la otra, solamente hay una angosta mesada. No movían sus manos con mucha energía, estaban tanteando la situación con cuidado, como si yo fuera a decirles algo malo. Tomé un pequeño sorbo de agua directamente de la botella sin apartar la mirada de esos cuatro miembros erectos, nunca en mi vida había visto tantos al mismo tiempo, me sentía un poco obnubilada, no podía pensar claramente. Caminé de regreso a mi habitación sin decir nada, pero en cuanto pasé por detrás del sofá Fabio me dijo:
- Señora, no hace falta que se vaya… si no le molesta – fue una insinuación, seguramente quería mirar mi cuerpo por un rato más o le calentaba la idea de que yo lo vea masturbándose.
- Ustedes necesitan privacidad. No quiero molestarlos.
- De verdad señora – agregó David – no nos molesta para nada, pero si la hace poner incómoda, lo entiendo – este chico era un encanto, hasta parecía apenado porque me marchara.
- ¿Incómoda? – la verdad si me ponía bastante incómoda, pero tenía que admitir que yo me la había buscado al venir hasta acá vestida de esta forma, podría quedarme un ratito, para que no se sientan culpables y luego regresar a mi cama – no, para nada, no me pone incómoda.
Para demostrar seguridad me senté en el sillón individual de la izquierda, este no miraba hacia el televisor, sino que apuntaba derecho hacia los chicos. Inmediatamente noté sus miradas en mí, estaba muy sonrojada, no sólo porque se estaban masturbando sino también por las explícitas escenas de la película, nunca había visto material de este tipo delante de mi hijo. La chica de la pantalla ahora estaba acompañada por dos hombres, uno la penetraba desde atrás por la vagina y el otro le ofrecía su pene, para que ella pueda mamarlo. Mis ojos iban de la pantalla a los miembros erectos de los chicos, me di cuenta de que estaba muy tensa, tenía las piernas juntas y las manos sobre las rodillas, intenté relajarme un poco, pensar en otra cosa, aunque no lo conseguía. Me senté más cómodamente, apoyando mi espalda contra el respaldar del sillón y separando levemente las piernas. Ninguno decía nada, pero los ojos se movían constantemente, a veces se centraban en mí y eso hacía que me incomodara aún más, ya que los tenía justo delante, masturbándose pensando en mí. Pero la excitación recorría mi cuerpo, esto iba haciendo que todo me importara menos, después de un rato ni siquiera me importaba que mi hijo se masturbara mirándome.
Dejando mis preocupaciones de lado separé más mis piernas, debido a la muy escasa ropa que llevaba mi entrepierna podía verse con facilidad. La diminuta tanga negra mostraba pelitos sobresaliendo por todos lados, me concentré en la película mientras mi hijo y sus amigos me miraban sin dejar de masturbarse, los chicos se daban con ganas, sus manos se movían constantemente y sus erectos miembros parecían dotados de vida propia. En la película la protagonista estaba siendo penetrada por tres hombres, uno por cada agujero disponible, yo luchaba contra mis ganas de masturbarme.
- Espero que no pienses que las mujeres hacemos esas cosas – les dije – en estas películas todo es actuado… y mal actuado. La mayoría de las mujeres no se comportan de esa manera.
- Si mamá, lo sabemos – mi hijo tampoco parecía preocupado por estar masturbándose frente a mí – pero es lindo imaginar esas cosas, y mucho más lindo es verlas – puse una de mis piernas sobre el apoyabrazos del sillón, esto dejó una gran separación entre ellas y la diminuta tanga tapaba muy poco mi nidito sexual.
- Laura ¿usted se…? – Fabio fue el primero en llamarme por mi nombre, pero no se atrevió a completar la pregunta.
- ¿Si yo qué? – pregunté intrigada, los cuatro miraban directo hacia mi vulva, esta estaba apretada en un pequeño triángulo de tela negra y amenazaba con salirse por los lados, la división de mi vagina se notaba mucho.
- ¿Usted podría mostrarnos sus pechos? – se animó por fin. La pregunta me tomó por sorpresa, los miré incrédulas, los cuatro portaban su mejor cara de súplica.
- No creo que eso sea apropiado – como tampoco era apropiada la forma en la que estaba sentada frente a ellos.
- Bueno, pero nosotros estamos aquí desnudos… y usted puede vernos – comenzó diciendo David – nosotros solamente le pedimos ver un poco. Creo que es justo – justo o no yo ya no tenía muchas ganas de seguir argumentando.
- Está bien, pero solamente un ratito, después me vuelvo a mi cuarto – todos asintieron con la cabeza.
Sin mucho preámbulo bajé la mitad superior de mi camisón exponiendo ambas tetas al unísono. Eran grandes y bien redondas, la aureola de mis pezones era marrón y contrastaba mucho con la piel blanca de mis pechos. Los masajeé un poco y pude ver como aceleraban el ritmo de su masturbación, al parecer ninguno estaba dispuesto a acabar todavía, me sorprendía el aguante de estos chicos. Uno de ellos puso la película en pausa.
- ¿Puede venir más cerca? – preguntó Mauro tímidamente.
Él era quien más me sorprendía, no podía creer que un chico tan tímido se animara a masturbarse frente a sus amigos… o frente a la madre de su amigo. No pude negarme a su pedido, el camisón cayó al piso en cuanto me puse de pie ya que no tenía de dónde sostenerse. Quedé vistiendo solamente esa diminuta tanga que dejaba poco a la imaginación y q se metía cada vez más dentro de mi vagina. Los cuatro estaban muy sorprendidos cuando desfilé frente a ellos con paso sensual. Sus manos se agitaban frenéticamente, me sentía una estrella porno. Di un giro completo sobre mis talones para mostrarles todo mi cuerpo, mis pechos rebotaban cuando me movía. Al parecer David no se pudo reprimir más y se puso de pie junto a mí. Sin darme tiempo a nada agarró mi teta derecha con una de sus manos.
- Hey, no dije que podían tocar – no me enfadé, se lo dije en un tono simpático – además tienen las manos pegajosas –
Di un paso hacia atrás y cuando me di cuenta Fabio ya estaba parado junto a mí.
- Es que nunca tocamos una, nos gustaría saber qué se siente – y a continuación agarró mi otra teta.
- Bueno, bueno. Ya lo saben, ahora pueden ir soltando. Alexis defendé a tu madre – le rogué a mi hijo, pero éste solo se rio de mí y vino junto con Mauro a tocar mis voluptuosos senos.
Intentaba apartarme de ellos pero me tenían rodeada, Fabio se colocó atrás, muy pero muy pegado a mí. Sentí su pene contra mi vagina, por suerte la tanga me protegía. Moví la cadera hacia un lado para sacarlo de allí pero él volvió a apuntar al mismo lugar, no me quedó más remedio que apartar su pene usando mi mano. Se lo agarré y lo sostuve con la mano izquierda a un lado de mi pierna. Estaba muy duro. Como si fuera poco, éste no era el único pene que me amenazaba, podía sentir al menos dos más contra mis piernas y muchos dedos toqueteando mis tetas. Estos chicos parecían zombies sexuales. Tenía que alejarme de ellos porque pronto perderían el interés por mis pechos y buscarían otra zona. David sostuvo su pene con una mano y parado frente a mí comenzó a frotarlo contra mi vagina, podía sentir la calidez de su carne y mis fluidos sexuales manaban atravesando la delgada tela que me protegía. Tuve que aferrarme con mi mano libre al miembro de David y así poder apartarlo, pero esto me dejó desprotegida, aún tenía firmemente agarrado el pene de Fabio con mi mano izquierda y ya no tenía forma de apartarlos de mí. Manuel se atrevió a ir más lejos, se lanzó sobre mi teta izquierda y chupó el pezón.
- ¡No chicos, basta! – Me quejé – me van a hacer enojar, cálmense – pero ninguno parecía escuchar mis palabras.
Mi propio hijo imitó a su amigo y lamió mi pezón derecho. Esto me produjo una extraña y morbosa sensación. De todas formas luché contra mis instintos sexuales e intenté caminar hacia el sillón individual que ocupaba antes, quería recoger mi camisón, pero no podía moverme con facilidad, tenía a estos chicos fuertemente aferrados a mí, tenía que esforzarme mucho por dar un simple paso. Ni siquiera podía soltar los penes por mucho tiempo porque enseguida intentaban apuntarlos hacia mí. Llegué hasta mi camisón pero no podía agacharme para recogerlo, los cuatro aprovechaban la oportunidad de tocar mi cuerpo, varias manos pasaron por mi zona púbica, aunque se notaban temerosas de ir más allá, los dedos apenas rozaban mi intimidad. Aunque ninguno desaprovechó la oportunidad de lamer mis pechos. No me había dado cuenta pero mis manos se movían instintivamente sobre las vergas que agarraba, hasta parecía que los estuviera masturbando, no quería que los chicos creyeran eso así que las solté inmediatamente. Ya con las manos libres intentaba empujarlos lejos de mí, pero en cuanto conseguía apartar uno, otro tomaba su lugar. Además Fabio se aferraba con firmeza a mi cintura, lo cual me impedía moverme.
Alexis tomó mi mano y la dirigió hasta su pene, me sorprendió mucho que hiciera esto, pero aparentemente él no me veía como madre en este momento, además era muy fácil dejarse llevar por la situación, era obvio que a mí también me costaba resistirme ya que agarré su miembro erecto. Sentirlo entre mis dedos fue muy estimulante, estaba pegajoso pero emanaba mucha sexualidad. Toqué su glande y eso pareció gustarle. La fuerte mano de Fabio me apretó la cola al mismo tiempo que David volvía a colocar su verga contra mi sexo. Mi corazón latía tan fuerte que tenía miedo de que ellos pudieran oírlo. Sentir el glande el muchachito rubio surcando entre mis labios exteriores me hizo perder la razón y me llevó a cometer una locura.
Sin poder resistirlo más subí mi pierna derecha al sillón, quedando así más expuesta. Los labios exteriores de mi vagina florecieron por los lados de mi tanga, que se apretó en el centro de mi sexo, escuché q alguno de los chicos soltaba una exclamación al ver esto. Tomé el pene de David con mi mano y lo orienté hacia el medio de mi vagina. Su primera embestida fue potente, no me penetró solo porque la tanga aún llegaba a protegerme, pero aun así me produjo mucho placer. Con mi otra mano estimulaba el pene de mi hijo que latía entre mis dedos. El muchacho rubio volvió a embestirme y no pude evitar gemir. Mi mano izquierda buscó a tientas otro pene, encontré el de Fabio y comencé a estimularlo mientras seguían presionando contra mi sexo. Mi concha era un océano de flujos y si seguíamos así en cualquier momento David encontraría la forma de evitar chocar contra la tanga, pero en lugar de seguir con su tarea, se apartó para permitirle a Mauro hacer lo mismo, la timidez del chico había desaparecido por completo, acepté su largo pene y dejé que lo apoyara firmemente. Los dedos de Fabio hurgaban por detrás, entre mis nalgas y mis tetas seguían acaparando bastante atención, siempre había una mano o una boca en ellas.
- Está bien chicos, los voy a dejar jugar un ratito conmigo, porque me caen bien – “y porque estoy muy caliente” pensé – pero solamente un poquito, cuando yo diga basta es basta.
Todos asintieron. Se apartaron de mí sabiendo que esta vez yo colaboraría. Me coloqué mirando de frente al sillón individual y apoyé mis manos sobre los apoyabrazos, así quedé dándole la espalda a los cuatro muchachos, inclinada hacia adelante con la cola levantada expuesta a un millón de toqueteos. Aunque mantuve las piernas juntas mi vagina sobresalía entre ellas, uno de ellos tiró de mi tanga hacia arriba haciendo que ésta se meta aún más en mi concha, todos exclamaron por la sorpresa de ver mis hinchados labios vaginales adornados con pelitos negros.
- Se portan como si nunca hubieran visto una vagina – les dije.
- Nunca habíamos visto una en vivo y en directo, y mucho menos una tan hermosa – contestó David.
- Oh, gracias.
Ese dulce comentario me hizo separar un poco las piernas para que pudieran apreciarla mejor. Ninguno se movió y yo ya comenzaba a dudar, tal vez estaba asustando a estos chicos, esto era una completa locura. Cuando estuve a punto de ponerle fin a todo sentí que una verga se pegaba a mi vagina y empujaba con fuerza, me hizo levantar más la cola.
- ¡Ay, despacio! – no fue una queja sino una sugerencia.
El que me embestía esta vez era Fabio. Los labios de mi concha envolvieron su glande, aunque la tanga le impedía llegar más adentro, parecía que me estuviera penetrando. El muchacho se aferró a mi cintura y continuó empujando inexpertamente hacia adentro. Yo confiaba en que no consiguiera metérmela. No pretendía llegar tan lejos, de hecho ni siquiera debería estar haciendo esto.
- ¿Puedo probar yo también? – preguntó Alexis mientras Fabio continuaba frotándose contra mí.
- Bueno… sería injusto si te dijera que no, está bien – no podía creerlo, le estaba dando permiso a mi propio hijo para que me arrimara.
Su amigo se apartó y le cedió el lugar. Mi hijo no esperó a que yo me arrepintiera, casi de inmediato presionó con fuerza su pene contra mi concha. No pude evitar acompañar sus movimientos con mi cadera y soltar un leve gemido. La vagina me pedía a gritos que la penetraran pero yo no estaba dispuesta a hacerle caso. Dejé que mi hijo se entretuviera un rato y nada más. Luego de unos segundos Alexis se apartó.
- Pueden hacer una ronda más cada uno y basta – les dije sin pensar con mucha claridad. Esto no podía terminar nada bien pero ya no podía deshacer lo hecho.
El primero fue David, que se frotó con ganas contra mi vagina, al menos respetaban un poco mi cuerpo, ninguno intentó apartar la tanga para metérmela. En su turno Mauro fue muy amable, no presionó con mucha fuerza, hasta parecía que lo hacía con cariño. Los penes abrían cada vez más mi concha, me gustaba mucho sentirlos ahí y cada vez me ponía más caliente. Cuando volvió a pasar Fabio yo ya tenía las piernas más separadas, por lo que pude sentir su verga un tanto más adentro, pero aún no podía llamarse una penetración, aunque esto estimuló más a Fabio, lo que hizo que me embistiera como si estuviera cogiéndome con ganas. Mi hijo también se portó de una forma similar a la de su amigo, no le importaba en lo más mínimo que yo sea su madre, con tal de poder restregar su miembro.
- Bueno, suficiente. Espero que hayan quedado satisfechos – dije dando media vuelta, ninguno tenía cara de satisfacción, al contrario, parecían desilusionados – sigan con la película, yo me voy a tomar algo y de ahí me voy a acostar.
Uno de los chicos estuvo a punto de quejarse pero lo miré con mala cara, cerró la boca al instante. Caminé hasta la cocina a paso lento sólo para corroborar que me hicieran caso, se sentaron ante la tele otra vez y pusieron la película en marcha. Busqué la botellita de agua en la heladera y tomé un largo trago con la esperanza de que eso me enfriara un poco. Miré mi concha sobresaliendo por los lados de la tanga, era una escena sumamente sexual y yo había estado así frente a mi hijo y sus amigos, me sentía avergonzada, sólo quería regresar a mi cuarto y no tener que verles las caras durante toda la noche.
Ninguno de los cuatro parecía muy interesado en la película, hasta sus penes se veían flácidos, me dio mucha pena verlos así. Los había ilusionado y ahora los dejaba solos. Caminé hasta mi sillón y les dije:
- Si quieren me quedo un ratito más, pero no se me vengan encima.
Estuvieron de acuerdo con la propuesta, eso los animó bastante y continuaron tocándose. Me senté en el sillón y dejé mis piernas un poco abiertas, me miraban más a mí que a la película, que se había transformado en solamente un ruido de fondo. Fui la primera en darse cuenta que la película había terminado y ya estaban pasando los créditos.
- Se terminó – les avisé – ¿tienen otra más o esa era la única?
- Tenemos muchas más – dijo Mauro poniéndose de pie de un salto.
Se dirigió hacia una mesa que estaba detrás del sofá. Yo me acerqué para curiosear un poco y eso provocó que los demás también se levantaran. El chico delgado abrió una mochila y extrajo varias cajas de DVD, todos con portadas muy sugerentes y títulos sumamente raros. Me puse a analizar el material de estos muchachos cuando ellos volvieron a amontonarse sobre mí. Sentí sus dedos hurgando entre mis húmedos labios vaginales, pero no me animé a decirles nada.
- ¿Ya las vieron todas? – pregunté mientras David me chupaba un pezón. Le agarré los testículos y los moví entre mis dedos.
- Si, ya las vimos a todas – contestó Alexis – ya no son tan divertidas.
- Preferimos mirarla a usted – agregó Mauro.
- Ahh q tierno – solté el DVD que tenía en la mano y agarré su pene como si fuera lo más natural del mundo y lo guie hasta la entrada de mi vagina, lo dejé frotarse un rato. Pude sentir mis fluidos bajando por la cara interna de mis piernas.
No solo las manos de los muchachos se mantenían ocupadas, mis manos pasaban de un pene a otro constantemente, me agradaba la idea de sentir tanta virilidad en ellos. Mi hijo se colocó detrás de mí y puso su verga entre mis nalgas, me agarró con fuerza y comenzó a moverse, su miembro surcaba mi cola de abajo hacia arriba.
- Se nota que les gusta frotármela. Me están poniendo un poquito incómoda.
- ¿Le molesta? – preguntó Mauro apartándose.
- No es que me moleste, el problema es que ustedes se frotan y yo tengo la ropa interior puesta, y eso me hace doler – la verdad es que me gustaba mucho sentirlos a todos pegados a mí, solamente que la razón me decía que tenía que parar con todo esto, pero mi libido se oponía.
- ¿Y si se la quita? – sugirió Fabio. Medité durante unos instantes, ¿qué pensarían las madres de estos chicos si se llegaran a enterar que yo me ofrecía como juguete sexual para ellos? La verdad es que yo soy madre de uno, y me gusta que mi hijo esté disfrutando. Ellas se lo pierden.
- Bueno, está bien. Después podemos seguir “jugando”.
Se apartaron dejándome espacio. No quería llegar tan lejos pero ya les había prometido diversión. Para colmo la tela de la tanga estaba empezando a irritarme mucho y ya no la aguantaba más. Me alejé un poco de ellos y les di la espalda, luego agarré mi tanga por los elásticos y tiré hacia abajo despacito, dándole suspenso a la situación, sólo podía imaginarme sus caras, pero seguramente estarían atónitos. Mientras más la bajaba más aliviada se sentía mi parte íntima, al llegar a mis rodillas incliné mi cuerpo hacia adelante así podía quitarla del todo y a su vez los chicos podrían admirar mi vagina por primera vez al desnudo. En ese instante volvieron a abalanzarse sobre mí.
- No se pasen – les advertí – no piensen que pueden hacer cualquier cosa.
Ninguno me respondió, enseguida sentí unos dedos tocando mi clítoris, eso me hizo gemir de placer. Yo tampoco perdí el tiempo, agarré una verga y la masajeé firmemente. Sentí que otra mano llegaba hasta mi concha y no se limitó con tocarla sino que introdujo un dedo, pude ver que esa mano era de David, que comenzó a masturbarme. Agarré mi teta izquierda y se la ofrecí a Fabio con un gesto, él lo entendió y me chupó el pezón con ganas. Yo deliraba de placer. Mi hijo había tomado el lugar de David y era él quien me metía los dedos ahora. Había perdido de vista a Mauro hasta que supe que se encontraba a mi espalda. Sentí su pene duro en mi cola. Mi culito no estaba lubricado, pero él había puesto saliva en su pene. Pude sentir mi culito abrirse apenas con la presión, me dolió un poco pero no quería que el chico se sintiera mal así que no dije nada, pero él volvió a presionar y sentí que estaba a punto de metérmela. No quería eso, me vi obligada a apartar su miembro con la mano, éste se deslizó hacia abajo quedando justo entre mis labios vaginales. Cuando él empujó hacia adelante su verga apareció en el frente, parecía que un pene estaba creciendo desde el interior de mi sexo, agradecía que no me la hubiera metido y que mi hijo hubiera apartado su mano a tiempo. Agarré la punta del pene que sobresalía y la levanté para que el tronco quedara bien encajado entre los labios de mi concha. Comencé a frotarme de adelante hacia atrás a lo largo de todo ese palo viril. Se sentía de maravilla, la cantidad de fluido vaginal hacía que el movimiento fuera suave y mi clítoris lo disfrutaba. Ya estaba tan caliente que no podía dominarme a mí misma. Cuando Mauro se apartó agarré la verga de Fabio y la dirigí hasta mi concha, la froté contra mi clítoris mientras con la mano libre agarraba la de mi hijo. Me moví de atrás hacia adelante rítmicamente haciendo que el pene en mi vagina se deslizara entre los labios, pero teniendo mucho cuidado de que no me penetrara. Mauro aprovechó la oportunidad y acercó sus dedos a mi culo. Logró meterme uno al primer intento, se sintió espléndido. Entretanto yo había comenzado a frotarme sobre la verga de David, quien intentó por todos los medios metérmela pero la tenía firmemente agarrada y no pudo hacerlo. El dedo de mi cola entraba y salía con libertad y llegó el turno de Alexis para frotarse contra mi vagina. Luego de unos segundos Mauro quitó su dedo y yo pude apartarme de los muchachos.
- ¿Laura, me puede dar un beso? – la pregunta de Fabio me tomó por sorpresa, giré hacia él y lo quedé mirando.
- ¿Un beso dónde? ¿En la boca? – pregunté incrédula.
- No, acá – señaló la punta de su verga.
- Ahh pero qué vivo que sos – no pude evitar reírme de la sugerencia del chico.
- Es solamente un beso – insistió – no tiene que hacer nada más.
- ¿Nada más? ¿Seguro?
- Seguro…
- Dale mamá, es solo un beso… uno para cada uno – acotó mi hijo. Mordí mi labio inferior, después de todo lo que les había dejado hacer, un simple beso en la puntita de sus penes no significaba nada.
- Está bien – accedí – pero se sientan en el sofá.
Obedecieron sin chistar. Se sentaron uno al lado del otro y yo me tuve que preparar para hacer lo prometido. La tremenda calentura que tenía me hacía actuar sin pensar mucho. Me acerqué al grupo de penes erectos y me puse de rodillas en el piso. Supuse que debía comenzar con Fabio ya que él fue el de la idea. Tomé su verga con ambas manos y la miré detenidamente, de verdad tenía un tamaño considerable. Pude ver unas gotitas de líquido pre seminal saliendo de la punta pero eso no me detuvo. Acerqué mis labios y lo besé justo ahí, sentí el líquido pegajoso en mi boca, me quedé allí por unos segundos y luego me aparté sólo para acercarme al siguiente pene, éste era el de David. Repetí la acción de tomarlo con las dos manos y darle un suave beso en la punta. No era la gran cosa, podía hacerlo tranquilamente hasta con el de mi hijo. De hecho a continuación le tocaba a él. Mis manos se aferraron con firmeza a su tronco y mis labios se posaron sobre su glande. Sentir esos penes rozando mis labios me ponía aún más cachonda. Tomé el cuarto pené, el de Mauro, y lo besé con las mismas ganas que a los demás.
Noté que habían quedado poco satisfechos, de hecho yo también lo estaba, por eso partiendo desde Mauro hasta Fabio besé los penes otra vez, solo que ahora di un primer beso en los testículos, luego un par más en el tronco y al final otro en el glande, esto les gustó mucho más y yo podía sentir el sabor a pene en mi boca. Estaba tan excitada como ellos y necesitaba más. Me levanté y caminé hasta el sillón individual, allí me senté y me abrí de piernas, colocándolas sobre los apoyabrazos. Usando dos dedos abrí mi concha para deleite de ellos y les dije:
- Yo también quiero besitos.
No esperaron ni un segundo, se acercaron los cuatro. Fabio y Alexis se sentaron en el piso justo delante de mí y los otros dos se quedaron de pie, uno a cada lado. Al estar prácticamente acostada en el sillón, los penes de los chicos que estaban parados quedaban a pocos centímetros de mi cara. Los dedos de Fabio se introdujeron en mi concha y mi hijo se concentró en tocar mi clítoris, parecían estar analizándola, como si se tratase de un bicho raro. Agarré las dos vergas que tenía a mi alcance y comencé a jugar con ellas mientras los otros exploraban el exterior e interior de mi sexo. Tanto toqueteo hacía que me mojara más. Introducían sus dedos con total libertad. Luego Fabio se colocó de rodillas y apuntó su verga, primero pensé que me la quería meter pero me equivoqué. Comenzó a frotarla por afuera, se movía como si me estuviera cogiendo pero el pene se mantenía en el exterior.
- Mmmm, eso me gusta – dije y le di un beso al pene de Mauro.
Fabio se movió a mayor velocidad, yo sentía mi clítoris a punto de estallar, quería que me la metiera pero no me animaba a decirlo, la cosa es que el muchacho no siguió con eso, sino que metió la cabeza entre mis piernas y pasó la lengua por el centro de mi concha, solté un gemido de placer y pasé la verga de David por mis labios. Luego Fabio se animó a más, comenzó a chuparme la concha con ganas, se centraba más que nada en mi clítoris, al parecer tantas películas porno le habían enseñado cómo hacerlo. Mientras me la comía yo daba besos a los penes que tenía aferrados, me animé a sacar un poquito la lengua y a darle finas lamidas casi imperceptibles. Mi hijo tomó el lugar de Fabio, al parecer habían establecido una rutina, primero frotó su verga por el exterior de mi concha, tal y como lo había hecho su predecesor, y luego se mandó directo a comerme la concha, Mauro se apartó para reservar su turno y Fabio me ofreció su pene. Continuaba dando besos a diestra y siniestra sin reprimir mis gemidos de placer, la lengua de mi hijo entraba y salía de mi vagina y luego me daba fuertes chupadas en el clítoris.
Tenía la cabeza inclinada hacia atrás y las piernas muy abiertas. Ya no podía luchar contra la tentación, me dirigí hacia el pene de Fabio y le di una lamida a todo el largo de su tronco justo cuando mi hijo dejaba de chupármela y Mauro ocupaba su lugar. Mientras Mauro frotaba su pene contra mi concha yo le daba una lamida a la verga de David pasando por su glande. El muchacho rubio se apartó para dejarle lugar a Alexis, inmediatamente pasé mi lengua por su miembro, como si se tratara de un helado. Yo gemía sin parar, me sorprendía que Mauro chupara tan bien mi concha, se la comía con placer, su cabeza se sacudía de un lado a otro haciendo brotar líquido de mi interior. En el momento en que estaba dándole una lamida a la verga de Fabio ocurrió algo inesperado pero que en algún momento tenía que pasar. Mi lengua estaba a punto de llegar a su glande cuando fuertes chorros de espeso semen cayeron saltaron directo a mi cara, lo masturbé para que largara hasta la última gota. Casi al mismo instante Alexis hizo lo mismo, haciendo saltar más semen sobre mi cara y mis tetas, como yo gemía por las chupas que me daban parte del semen terminó dentro de mi boca, estaba tibio y cremoso, no me molestó tragarlo. Le llegó el turno a David, quien repitió la rutina de sus amigos, se frotó contra mi mientras Mauro volvía a brindarme su verga, yo estaba empapada de semen y él vino dispuesto a darme más, acabó rápidamente sobre mi sin dejar de masturbarse, pude sentir algo más de leche dentro de mi boca aunque la mayoría había caído sobre mi cuello y mis tetas. Llegué a mi punto de quiebre y tuve un riquísimo orgasmo llenando de jugo la boca del muchachito rubio. Éste comprendió lo que había ocurrido y en pocos segundos dejó de chupármela, se acercó hasta mí con su verga en mano y se masturbó mientras yo frotaba mi clítoris. Recibí nuevamente ese líquido sexual sobre mi cuerpo, me sentía una puta de primera y no me importaba. Con una mano me masturbaba y con la otra esparcía toda esa gran cantidad de semen sobre mi cuerpo. Poco a poco me fui tranquilizando y recobré la cordura. Estos chicos debían pensar que yo era igual a las mujeres de sus películas porno.
Me reincorporé y los miré a todos con una sonrisa, ya había terminado todo y lo más extraño es que no me arrepentía de lo ocurrido, ellos lo habían disfrutado y yo también. Les dije que quería darme una ducha antes de irme a dormir, no podía acostarme con el cuerpo cubierto de semen.
El agua de la ducha estaba tibia, tirando a fría, eso me ayudó no solo a quitar la leche de mi piel sino también a bajar mi temperatura corporal, dejé que el agua cayera sobre mi cara y cerré los ojos. No podía quitarme de la mente la imagen de esos viriles miembros juveniles. Sentía que me habían poseído. Estaba como drogada. Lavé mi vagina pero aún podía escuchar su llamada. Me invitaba al placer. Tuve que admitir que aún no había quedado satisfecha. Tomé una toalla y me sequé, me envolví en ella y regresé a la sala donde estaban los chicos. Aún no quería irme a dormir.
Al regresar a la sala de estar encontré a los chicos sentados en el sillón pasando canales en la tele, al parecer se habían lavado sus penes con agua de la cocina (luego debería darle una buena limpieza al lavatorio) pero no se habían vestido. Yo estaba envuelta en mi toalla roja y en cuanto aparecí todos se voltearon para verme. Estaban sorprendidos pero alegres. Me acerqué a ellos y se pusieron de pie al unísono, inmediatamente me despojaron de la toalla.
- Que bueno que haya vuelto, Laura – me dijo David al mismo tiempo que agarraba una de mis tetas y la apretaba.
Ahora sus penes estaban flácidos, los toqué uno por uno y me sorprendió mucho ver con qué facilidad volvían a ponerse duros. El entusiasmo juvenil hacía milagros. No pidieron permiso para colarme los dedos en la concha, a cada rato podía sentir un nuevo dedo entrando. En ocasiones metían de a dos a la vez. Eso me calentaba muchísimo. Además todavía tenía muy presente en mi mente la lluvia de semen que me dieron estos chicos. El semen era uno de mis tabúes, podía excitarme mucho con solo imaginarlo. De joven, cuando tenía apenas un par de años más que estos muchachos y estaba experimentando sexualmente, solía hacerles sexo oral a algunos de mis amigos o conocidos sólo para poder tomarme su semen, ya con eso podía masturbarme locamente. De hecho conocí a mi marido de esa forma. Se la chupé en un cumpleaños de un amigo en común y con eso él quedó perdidamente enamorado de mí, luego se esforzó mucho por conquistarme hasta que lo consiguió. Aún me inhibía un poco la idea de chupársela a estos chicos, en parte seguía sintiéndome como la madre de cada uno, especialmente de Alexis, que de verdad era mi hijo. Había llegado muy lejos y había cometido muchas locuras con ellos, pero no podía detenerme.
Me incliné hacia adelante dejando mi cola levantada, al instante sentí unos dedos introduciéndose en mi concha y a mi cola también le dieron. El de la cola me dolía un poco ya que nunca lo había hecho por ahí, mi marido nunca me lo había pedido, creo que no le interesaban esas cosas. Mientras dos de ellos exploraban mis partes bajas, tomé el pene de Mauro y le pasé la lengua a su glande, luego hice lo mismo sobre otro pene que encontré cerca de mi cara, creo que era el de David. Mi hijo se paró atrás de mí y me tomó por la cintura. Presionó su miembro contra mi culito, sabía que él disfrutaba apretándose contra eso, pero no podría introducirlo tan fácilmente así que lo dejé seguir. Fabio me acercó su verga y también le di una linda lamida desde abajo hacia arriba y luego repetí la acción sobre su glande. Mi hijo desistió y cedió su lugar a David, quien también se abalanzó contra mi cola, la presión de su verga era considerable y parecían no olvidar humedecer sus penes, yo podía sentir mi culito abriéndose de a poco. Lamí otro pene pero esta vez, cuando llegué al glande, lo apreté entre mis labios. David seguía intentando lograr algún resultado, pero a pesar de empujar con fuerza no podía meterla, eso me tranquilizaba un poco.
Giré mi cuerpo para ofrecerle mi cola a Fabio, tomé su miembro con una mano y lo orienté hasta mi agujerito, si bien no quería que me la metan, me calentaba mucho que lo intentaran… y a ellos también. Pasé mi lengua a lo largo de la verga de Alexis y apreté la punta entre mis labios como había hecho antes. Fabio presionó contra mi cola y sentí algo diferente. Ésta se abrió más de lo normal. El glande me penetró y mi culo volvió a cerrarse una vez que éste entro. No me dolió, pero el placer hizo q mis rodillas temblaran y no pude reprimir un gemido. Para disimular lamí el pene de Mauro dejando su glande entre mis labios por unos segundos. Por suerte el chico no siguió presionando sino que se conformó con sentir la punta de su pene allí dentro, luego lo retiró con cuidado. Estos chicos me respetaban, no querían lastimarme, aunque si querían divertirse con mi cuerpo.
Mauro ocupó el lugar de Fabio y en el momento en que me introducía su glande por la cola yo lamí el de David y lo dejé entre mis labios, pero el muchacho rubio no se conformó con eso, me tomó de la cabeza y me metió toda su verga en la boca, llegando casi hasta la garganta, no pude gemir cuando mi cola se abrió para dejar pasar la punta del pene del otro chico. David la sacó y finos hilos de saliva quedaron colgando entre su verga y mis labios, quedé con la boca abierta, un poco aturdida, no me esperaba eso, pero tampoco me disgustó. Alexis no quiso ser menos así que también metió de lleno su verga dura dentro de mi boca, esta vez estaba un poco más preparada, hasta pude disfrutarlo más cuando la fue sacando de a poco. A Fabio le habrá parecido divertido el nuevo jueguito ya que también quiso probarlo, lo esperé con la boca abierta y me la tragué. Cuando Mauro soltó mi cola caí suavemente de rodillas al piso. Fabio no quitaba su pene y yo quedé con toda esa carne en la boca mirando como los cuatro muchachos me rodeaban sosteniendo sus vergas. Esa imagen me calentó más todavía.
Tragué el pene de Mauro sin que él me lo pidiera y a los pocos segundos me lancé sobre otro miembro y lo succioné con fuerza, me estaba volviendo loca, tenía cuatro vergas para mi solita y solamente una boca, no sabía cuál comerme primero, tenía ambas manos ocupadas, masturbando siempre a dos de ellos y pasaba mi cabeza de un lado a otro, me tragaba sus penes y les daba fuertes chupadas, los podía sentir poniéndose bien duros dentro de mi boca, mis labios se apretaban con fuerza a ellos cuando los iba sacando y luego volvía a introducirlos. Ellos presionaban mi cabeza contra sus respectivos penes y me hacían comerlas por más tiempo.
- Que buenos petes hace tu mamá – comentó David.
- Los mejores – les respondió mi hijo.
Esos halagos hicieron que pusiera aún más entusiasmo en el sexo oral, me atragantaba con sus vergas y lo disfrutaba. Mi cabeza se columpiaba de atrás hacia adelante mientras introducía algún pene. No olvidaba chuparles bien los testículos, sé muy bien que a los hombres eso les encanta. Mis chupadas eran frenéticas y con toda la intención de hacerlos acabar, pero estos chicos tenían buen aguante, si quería lograrlo debía utilizar otro recurso.
- Siéntense acá – les pedí señalando el sofá.
Obedecieron sin chistar, se sentaron uno al lado del otro con sus vergas apuntando al techo, gateé hasta David y bajé mi cara para comerme su verga, mientras lo hacía logré poner el falo entre mis grandes tetas, al muchachito pareció gustarle mucho ya que comenzó a gemir. Apreté bien mis tetas para que él sintiera la presión, las subía y bajaba al unísono sin dejar de chupársela. Aproximadamente un minuto más tarde sentí el dulce néctar sexual manando de su interior, saboreé el semen con placer y fui tragando todo lo que me dio, el chico apretaba mi cabeza hacia abajo para que yo no dejara de tomarme su leche.
Pasé al siguiente en la fila, que era Fabio, él me esperaba con ansias y prácticamente me clavó su verga en la boca, esa brusquedad me ponía cachonda así que le comí la verga con ganas ayudándome de mis pechos. La imagen de una madre haciéndole la paja turca a un amigo de su hijo me hacía delirar de placer, ni siquiera podía creer que realmente lo estaba haciendo, era un efecto de la droga sexual que recorría mi cuerpo. Él también acabó en poco tiempo, comprendí que antes habían aguantado tanto porque no recibían atención directa sobre sus vergas, ahora era yo la que estaba haciendo todo mi esfuerzo para que acaben y mi experiencia en sexo oral era demasiado para estos chicos. Llenó mi boca de semen y no dejé escapar ni una gota, tuve que bajar una mano a mi concha para poder pajearme, no daba más de la calentura.
Ahora venía el momento más esperado para mí, atender a mi propio hijo, quería demostrarle de lo que su madre era capaz. Lamí sus testículos y recorrí todo su pene con la lengua hasta llegar a la punta, me la tragué y giré mi lengua alrededor de su glande, eso lo hizo estremecer, cuando mis tetas se unieron a la acción él pareció no tolerarlo, comenzó a moverse frenéticamente de un lado a otro mientras sostenía mi cabeza con una mano, a él le estaba dando una atención especial, hacía juegos con mi lengua o le daba fuertes chupadas en los lugares justos, en poco tiempo inundo mi boca con su espesa leche, no la tragué al instante sino que tiré mi cabeza hacia atrás, cerré mis ojos y comencé a pajearme con ganas mientras saboreaba y tragaba su esperma.
Una de las experiencias sexuales más fuertes que tuve en mi vida ocurrió hace unos tres años y medio, cuando fui con Luis, mi esposo, al casamiento de uno de sus amigos. Fue un casamiento para adultos, no hubo niños invitados, tampoco fue una locura sexual, simplemente hubo algunos jueguitos sexualmente sugerentes, nada del otro mundo, pero a mí me habían puesto cachonda. Para colmo la gran cantidad de alcohol que mi marido y yo ingerimos nos hacía perder la cabeza, no podía estar mucho tiempo cerca de él sin que me toqueteara. Esa noche tenía puesto un vestido azul marino pegado al cuerpo que era bastante corto, por eso él tenía vía libre para tocarme o meterme los dedos. Yo también lo toqueteaba cuando nadie nos miraba. El asunto comenzó cuando notamos que uno de los mozos de la fiesta no me sacaba los ojos de encima, pensé que eso disgustaría a Luis, pero ocurrió todo lo contrario, le calentaba saber que el tipo me miraba con tanto deseo. En un momento él me desafió, supongo que fue porque ambos estábamos ebrios y cachondos, me dijo que no me animaría a chupársela al mozo, noté por su tono que realmente él quería que lo hiciera.
En cuanto tuve la oportunidad me acerqué al mozo y le toqué el bulto diciéndole al oído que me siguiera. Ni siquiera tuve que mirar para atrás, el tipo no me perdió la pista. Llegamos al baño de damas y comprobé que estaba vacío, lo hice pasar y nos encerramos en un cubículo. Ahí nomás le bajé los pantalones y comencé a chupársela. El tipo no lo podía creer, se movía de atrás para adelante como si me estuviera cogiendo por la boca. Le di unas lindas chupadas a todo el falo hasta que varios minutos después me acabó en la boca. Lo dejé solo en el baño recomponiéndose de la sorpresa y regresé con mi marido, me senté junto a él y abrí la boca para mostrarle el semen del mozo, luego me lo tragué. Eso lo calentó mucho, tanto que me metió los dedos en ese mismo instante. Por suerte nuestra mesa estaba en un rincón oscuro y desde este ángulo nadie nos podía ver. Metí la mano en su pantalón y le toqué la verga, la tenía muy dura.
La noche no terminó con eso. Luis me quitó la bombacha para poder tocarme con más libertad y en un momento me acerqué a la barra a pedir una botella de champagne. Mientras esperaba me apoyé sobre la barra con la colita parada, no podía pensar con claridad por culpa del alcohol, olvidé lo corto que era mi vestido y lo desprotegida que estaba. Mi conchita quedó a la vista mientras aguardaba por la botella y en pocos segundos sentí que alguien me arrimaba por detrás, tenía el bulto muy marcado, lo sentí justo sobre mi sexo. Me tocó una pierna y como no le dije nada me metió los dedos en la concha. Cuando vi quién era el misterioso hombre me sorprendí mucho, se trataba de Miguel, el novio, ese que se estaba casando esa misma noche, el amigo de mi marido. Miré rápidamente para todos lados y me di cuenta de q el único que nos vio fue el que atendía la barra, pero lo disimuló bastante bien. Le sonreí al amigo de mi marido mientras me colaba los dedos y froté mi cola contra su bulto. Cuando me dieron la botella me di vuelta y pasé a su lado, no me fui sin antes tocarle la verga por arriba del pantalón, la tenía tan dura como Luis.
Como soy una esposa fiel (aunque cachonda) le conté a mi esposo lo ocurrido mientras tomábamos champagne, él me dijo que la reacción de su amigo era lógica, que yo estaba muy buena y él nunca había tenido una despedida de soltero decente, si bien su mujer era una rubia preciosa y la pasaría muy bien con ella, extrañaría el contacto con otras mujeres. En ese momento Miguel se nos acercó, arrastró una silla hasta sentarse a mi lado y vio que mi marido me estaba metiendo los dedos. Luis no disimuló mucho, apartó la mano deslizándola por mi pierna y cuando llegó a mi rodilla, me las abrió un poco más, mi concha estaba a la vista y toda mojada. Su amigo nos hablaba de cosas sin sentido y nos sonreía. Mi marido me hizo una seña y yo comprendí perfectamente. Le toqué el bulto a Miguel mientras seguíamos hablando, él no tardó mucho en meterme los dedos, supo de inmediato que a su amigo no le molestara que toquetearan a su mujer. Luis dijo que quería ir al baño y le preguntó a Miguel si quería acompañarlo, antes de que él se negara dije que yo también quería ir.
Caminamos los tres hasta los baños, estaban uno pegado al otro pero en cuanto vimos que el baño de hombres estaba completamente vacío nos metimos a ese. Miguel comenzó a toquetearme de inmediato, me levantó el vestido hasta la cintura y me arrimó. Pude sentir que sacaba la verga del pantalón y la frotaba contra mi conchita mojada. Le sugerí que nos metiéramos a uno de los cubículos por si llegaba a entrar alguien, mi marido se quedó haciendo guardia con la verga en la mano, pero apuntando hacia un mingitorio para disimular. El cubículo era pequeño pero Miguel logró pararse con los pies a los lados del inodoro y apoyando la espalda contra la pared, yo me cerré la puerta y apoyé las manos sobre ella. Me clavó con unas ganas tremendas, sentí su verga muy adentro y lo incité a que se moviera más rápido. En ese momento ocurrió algo inesperado, alguien entró al baño y de inmediato dijo:
- Uy perdón, creí que era el baño de mujeres – por la voz supe que se trataba de Clara, la novia de Miguel. Nos quedamos petrificados dentro del cubículo.
- No pasa nada chiquita – dijo mi esposo.
- Ahh hola Luis, ¿no lo viste a Miguel? – ella parecía estar aún más borracha que nosotros, su lengua se movía de forma perezosa al hablar.
- No, hace rato que no lo veo.
- Si, yo tambie… ¡Epa! ¿Qué es eso? – Casi me da un infarto, pensé que habíamos sido descubiertos – ¿por qué la tenés así? – ahí supe que ella había notado la erección de mi marido.
- Es que vine al baño a tocarme, porque mi esposa no quería atenderme – el muy hijo de puta hasta parecía apenado, tuve que morderme la boca para no reírme.
- Ay, pero que mala. No me hubiera esperado eso de Laura. Dejarte en ese estado… con lo linda que está – esta vez fue Miguel quien tuvo que reprimir la risa, él aún seguía cogiéndome, aunque más despacio – Uy, que dura está – exclamó ella, en ese momento me animé a abrir un poco la puerta del baño, podía verlos reflejados en el gran espejo que estaba directamente frente a mí, ella le estaba tocando la verga a mi esposo – yo lo buscaba a Miguel porque quería que me dé, también estoy muy caliente. Hasta me saqué la tanga.
- ¿De verdad? – preguntó Luis haciéndose el ingenuo, el vestido de la novia era muy sexual, era corto, muy escotado y tenía unas medias de encaje muy sexys. Mi marido le levantó la falda, la rubia tenía la conchita perfecta y totalmente depilada – pero si hasta estás mojada – dijo metiéndole los dedos.
- Si, mucho. No aguanto más las ganas. Quiero que alguien me la ponga – la putita estaba sonrojada y no soltaba la verga de mi marido.
- De eso me puedo encargar yo.
La hizo dar media vuelta y la apoyó contra la pared, se acercó desde atrás y ella levantó la cola y separó las piernas, su concha era realmente hermosa, mi marido se la abrió al clavársela. Ella comenzó a gemir como una putita en una película porno, eso provocó que Miguel se calentara mucho, empezó a clavarme con mucha fuerza, sacaba toda la verga y me la volvía a enterrar de un solo empujón, yo tenía ganas de gritar de placer pero debía reprimirme. Los minutos pasaban y yo tuve mi primer orgasmo de la noche, el ver cómo Luis se cogía a esa putita me calentó muchísimo. La mina tenía el culito redondo y la conchita rosada, sus fluidos salían cada vez que mi marido se la sacaba un poco. Para colmo Miguel me estaba dando una empernada magnífica. Vi que la rubia acabó en un grito de placer, de su concha salieron jugos sexuales en cantidad, Luis siguió dándole durante unos segundos más hasta que se la sacó.
- Ay, que rico que estuvo eso – dijo la novia con una vocecita de actriz porno ingenua – pero no le cuentes nada a mi marido, por favor.
Mi esposo le garantizó que Miguel nunca se enteraría de lo ocurrido y allí por fin ella abandonó el baño de hombres y yo pude gemir en paz mientras su novio me cogía sin parar. Luis se acercó a nosotros y como me vio agachada me ofreció su verga, él aún no había acabado. Se la chupé y saboreé los jugos vaginales de la rubia, era la verga más rica que me había comido en mi vida y además estaba disfrutando de dos hombres al mismo tiempo. No era la primera vez que lo hacía, pero me encantaba. A los pocos minutos mi marido llenó mi boca de leche.
- Nuestras esposas tienen algo en común – dijo mi marido – las dos tienen debilidad por la poronga – me tragué toda su leche. Me puse de rodillas y se la chupé a Miguel. Fue la tercer acabada en mi boca en el transcurso de la noche. Un record personal.
Ahora, cuando terminaba de tragar el semen de mi propio hijo, estaba a punto de batir mi propio record, allí tenía la cuarta verga de la noche, la de Mauro. Me la metí en la boca sin dudarlo y se la mamé con unas ganas especiales, me movía más rápido que de costumbre, casi podía sentir que mi cabeza se saldría en cualquier momento. Sentía la verga golpeando contra mi garganta y eso me producía arcadas que me obligaban a tranquilizarme un poco, pero aun así seguí chupando, metí la verga entre mis tetas y las moví de arriba hacia abajo sin parar hasta que por fin sentí que estallaba dentro de mi boca con fuertes chorros de leche tibia.
Ahí nomás me tendí de espaldas sobre el piso, abrí las piernas y me masturbé frente a los chicos. Empecé por frotarme frenéticamente el clítoris y masajearme las tetas con la otra mano hasta que decidí que necesitaba algo adentro, me metí los dedos con pasión, ellos podían ver cómo entraban y salían mientras mi conchita se llenaba de viscoso fluido. Gemía y me sacudía, mantenía los ojos cerrados así que no podía ver a los muchachos, pero me calentaba el doble saber que me estaban mirando. ¿Cómo imaginaría yo que esta noche iba a terminar pajeándome frente a mi hijo y sus amigos? Lo importante es que sucedió y todos lo disfrutamos mucho. Cuando acabé sentí que de mi vagina salía mucho líquido, quedé toda mojada y satisfecha. Cuando me reincorporé me despedí de los chicos dándole un besito corto en la boca a cada uno y me fui a dormir, ellos hicieron lo mismo, estábamos agotados.
Me levanté como a las nueve menos veinte de la mañana aun pensando en lo que había ocurrido. Seguía desnuda, me cubrí con una vieja remera gris claro de mi marido que apenas llegaba a tapar hasta la mitad de mi cola y marcaba mucho mis pezones. Los muchachos seguían durmiendo en el cuarto de mi hijo, debían estar rendidos. Fui hasta la sala de estar y noté que ni ellos ni yo habíamos ordenado nada de aquel desastre, había ropa tirada por todos lados, incluida mi tanga. También estaban todas esas películas porno desparramadas sobre la mesa, por suerte aún faltaban muchas horas para que regresara mi marido, él volvería cerca de la una de la tarde. Lo primero que hice fue guardar los DVD en la mochila de uno de los chicos, en ese momento alguien me abrazó desde atrás aferrándose a mis tetas, sentí un pene duro moverse entre los labios de mi concha, que aún estaba seca y sin dilatar.
- Buen día Laura – me saludó el efusivo muchacho, me di cuenta que se trataba de David.
- Hola David, buen día – lo saludé con naturalidad – me di cuenta que yo misma provocaba esas reacciones en los chicos, estaba casi desnuda, esta remera no me cubría nada, por más que yo creyera que ellos iban a seguir durmiendo, inconscientemente quería que se levanten y me vean así.
David me soltó y cuando di media vuelta vi a los otros tres chicos, todos llevaban una remera, pero tenían sus vergas duras completamente al aire. Después de lo que vivieron la noche anterior era lógico que se despertaran en ese estado, más sabiendo que me tenían en la casa.
- Hola chicos, buen día – los saludé – estoy limpiando un poco todo este desorden.
Caminé hasta donde había un pantalón tirado y me agaché de una forma muy sugerente, mostrándoles mi concha. De inmediato sentí que otro chico se pegaba a mí su pene se deslizó por fuera pero con una mano lo orienté para que apuntara hacia adentro. Él presionó contra mi agujero pero aún permanecía cerrado y sin lubricar, igual sentí que la punta del pene lo iba abriendo un poco, eso hizo que comenzara a mojarme. Doblé el pantalón prolijamente y lo dejé sobre el sofá, cuando me moví a recoger otra cosa me di cuenta que el que me había arrimado era Mauro, entonces se apartó y dejó lugar a Fabio, que se pegó contra mi conchita y logró introducir su glande, no le dije nada pero me aparté a los pocos segundos. Estos chicos parecían más dispuestos que nunca.
Uno a uno me fueron arrimando mientras yo ordenaba la sala, a veces intentaban introducir sus vergas por mi vagina, aunque se dieron cuenta que yo me apartaba rápido si lo hacían, entonces optaron por arrimarme por la cola, sus penes no entraban en un principio pero de a poco fueron abriéndome. Lo extraño es que a mí misma me daba curiosidad, por eso no me apartaba, sentía sus glandes introducirse con más facilidad, se sentía muy rico cuando entraban y luego salían. En un momento terminé con las manos sobre la mesa y dejé mi cola levantaba para el siguiente que quisiera arrimar, vino David muy entusiasmado y con un fuerte empujón metió la mitad de su verga, solté un gemido de placer, me estaban desflorando analmente y era muy placentero. El chico la sacó enseguida apurado por Fabio que aguardaba su turno, me quedé en el mismo sitio y recibí la otra verga que también se introdujo en buena medida y me obligó a ponerme de puntas de pie. Él comenzó a darme con fuerza, se movió de atrás para adelante haciendo salir y entrar su pene repetidas veces, comenzó a dolerme un poco:
- Despacito que me duele – le dije entre gemidos.
Se apartó y todos me miraron asustados, pensaron que me había enojado, les demostré que no era así cuando le ofrecí mi culo a Mauro y guie su verga hasta el interior. Él fue más suave, me dio por la cola con más gentileza, lo disfruté más y me calentó mucho, si bien el pene no entraba completo, con lo que lograba entrar yo gozaba y gemía. Luego vino Alexis a metérmela, me dio aún más morbo que mi hijo me diera por el culo y lo mejor era que mi culito ya se estaba acostumbrando a recibir esos pedazos de carne en su interior. Mis piernas se estaban sintiendo débiles y tuve que aferrarme de los hombros de Fabio. Me sorprendió lo que hizo, cuando me tuvo muy cerca suyo me besó en la boca. Yo le correspondí el beso, nuestras lenguas se entrelazaron mientras David reemplazaba a mi hijo, su verga entró completa en mi culo, sentí sus testículos rebotar contra mis nalgas mientras me la metía. Fabio me metió los dedos en la concha y después me dijo:
- Tiene una conchita muy linda Laura, yo me la cogería y la haría gritar como una puta – en cualquier otra circunstancia esas palabras me hubieran hecho enojar, pero ahora estaba muy pero muy caliente.
- ¿Me la meterías con fuerza? – le pregunté con jadeos mientras seguía recibiendo profundas embestidas en el culo.
- Si, con mucha fuerza y se la llenaría de leche – al oír eso me aparté de ellos, me quité la remera y caminé hasta el sillón individual, me senté sobre él poniendo mis piernas en los apoyabrazos, quedando bien abierta, abrí mi concha con los dedos.
- Entonces no hables, vení, metemela y haceme gritar como una puta.
Él no esperó a que nadie más le dijera que vaya, se tendió sobre mí y le agarré la verga, la apunté hacia mi concha y de inmediato sentí como se clavaba entera dentro de mí. Solté un grito de placer tirando la cabeza hacia atrás, el chico comenzó a cogerme como un burro el celo. Sus embestidas eran fuertes y me abría las piernas todo lo que podía, yo sentía todo el peso de su cuerpo con cada penetración, el chico no era un experto pero si me estaba haciendo gozar. Yo gritaba y gemía cuando David llegó y me metió su verga en la boca, comencé a chupársela con ganas. Me la tragué tanto como pude, el roce contra mi clítoris y las penetraciones de Fabio me estaban calentando mucho, sabía que me había puesto toda roja y sentía gotitas de sudor acumulándose en mis tetas. Estuvimos así por más de diez minutos sin parar, mi concha estaba completamente mojada y el pene de Fabio seguía metiéndose tan adentro como le era posible, en ese momento sentí como el chico acababa dentro de mí, llenándome con su lechita caliente. Cuando se apartó me arrodillé sobre el sillón dejando mi cola expuesta. La abrí con mis manos y David entendió el mensaje, se acomodó detrás de mí y me la metió por el culo. A la primera logró meterla hasta la mitad, pero después de entrar y salir un par de veces logré sentirla adentro por completo, comencé a gritar como una puta en celo, las penetraciones anales me encantaban, sentía la succión en mi interior y mi culo intentando cerrarse alrededor de esa verga, la leche que Fabio me había metido empezó a salir por mi concha, la sensación de ese líquido chorreando fuera me excitó mucho, la dejé salir mientras recibía duras embestidas contra mi culito. Ya nada me importaba, solamente quería que me cojan. Estaba disfrutando mucho de mi primer anal, me arrepentía de no haberlo probado antes, apoyaba mi cara contra el respaldar del sillón y mantenía mi cola abierta con las manos, las penetraciones eran rápidas y profundas, no podía parar de gemir. En poco tiempo David acabó tirando fuertes chorros de leche dentro de mi cola, ahora los chicos tardaban mucho menos en acabar, por suerte aún quedaban dos, porque yo no estaba satisfecha.
Quise ir más lejos, le pedí a mi hijo que se sentara en el sillón y yo me senté sobre él, mirándolo a la cara, comencé a montármelo jugando con su verga en mi interior y le pedí a Mauro que me clavara por atrás, esta era mi oportunidad de disfrutar de una doble penetración. El muchacho delgado me la metió toda de una vez, mi culito estaba bien lubricado gracias a la leche de David, entre los dos me cogieron sin parar durante varios minutos, intentaba mover mi cuerpo todo lo que podía acompañando sus movimientos, podía ver la cara de satisfacción de Alexis y ello me llenó de ternura, como madre estaba siendo testigo de la primera vez me mi hijo, casi me pongo sentimental pero recordé que esto era solamente sexo. Tuve un gran orgasmo recibiendo verga por mis dos agujeritos y a los pocos minutos ambos chicos acabaron en mi interior. Nos quedamos exhaustos los tres en esa posición, abracé a mi hijo y no me moví del lugar, intentaba recuperar el aliento, estaba agitada pero muy feliz.
Cuando me recuperé un poco fui hasta el baño a lavarme, me sentía muy feliz y estaba llena de semen, pero aún estaba caliente, me sentía una puta insaciable, me habían cogido entre cuatro y yo todavía quería más. Por suerte me encontré a los chicos a la salida del baño, los cuatro se tocaban sus penes para ponerlos duros otra vez, les sonreí y les hice señas para que me siguieran. Terminamos en mi cuarto, me senté en la cama y cuando tuve a uno de ellos cerca comencé a mamarle la verga, sentí el sabor a semen y me excité, chupé un rato cada una de las cuatro hasta que se pusieron bien duras, luego agarré a Mauro y lo acosté sobre la cama, me monté sobre él y comencé a cogerlo como una profesional, saltaba sobre él con destreza, el chico me miraba atónito, no podía creer que una mujer le estuviera dando semejante cogida. No tuve que esperar mucho hasta que Fabio me la metió por atrás, esta vez no me limité solo a que me cojan entre dos sino que también chupé por turnos los penes de los otros dos muchachos, estaba disfrutando del sexo como nunca.
No esperé a que los dos que me cogían acabaran, les dije que quería que cambien y aceptaron de mala gana, sólo porque sus amigos le insistieron que ya era su turno, ahora Alexis me dio por atrás y yo me monté sobre David. Estuvimos cogiendo sin parar varios minutos hasta que tuve otro fuerte orgasmo, el líquido de mi concha mojó el cubrecama pero no me importó para nada. Me tendí de lado sobre la cama y quedé rendida.
- Eso fue espectacular – le dije a los chicos, David ocupó el lugar de mi hijo y me la dio por la cola, estábamos haciendo cucharita, yo ya ni me movía, simplemente dejaba que me la meta, Mauro se tendió delante de mí y quedamos los tres en una pose que se asemejaba a un sándwich, donde yo era el centro – tengo que pedirles que no le cuenten nada a nadie.
- Sólo si promete que se va a repetir – dijo Fabio.
- Si, haré lo posible para que se repita – la idea de tenerlos a mi disposición me encantaba, no pensaba con claridad pero debía aprovechar lo que había logrado, tenía a cuatro vigorosos jóvenes ardiendo por mí y quería que me cojan todos los días de ser posible – y no hace falta que vengan siempre los cuatro a la vez, si alguno tiene ganas de echarse un polvo, me avisa – me sentía una puta de 20 años menos, me encantaba.
- Le tomo la palabra, Laura – dijo Fabio metiéndomela en la boca.
Estuvieron metiéndomela bastante tiempo, yo estaba rendida pero ellos parecían insasiables, simplemente me tendía en la cama y dejaba que abusen de mí, que me la metan por donde quieran, que me obliguen a tragarme su leche o que me acaben en algún otro agujerito, estaba como drogada por el sexo y quería que durara para siempre, pero ellos se percataron de que no podían estar todo el día metiéndomela, mi marido regresaría a la casa en algún momento. Me liberaron y me permitieron darme una renovadora ducha, eso me despertó un poco y retomé mi ritmo habitual. Los chicos se fueron a sus respectivas casas y Alexis se fue a dormir a su cuarto, lo miré con ternura y supe que mi vida había cambiado por completo. Muchas cosas grandiosas podrían ocurrir de ahora en más.
© Nokomi
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ladrones
Hace unos seis años, cuando todavía no me había casado y vivía con mis padres, mi madre tuvo que viajar por razones de negocios por un par de días. Yo siempre fui una chica independiente y salía y volvía a casa cuando me parecía. No fue distinto esa vez y le dije a mi padre (48 en ese entonces) que me iba al cine y después a cenar con unas amigas a lo que solo respondió “cuídate nena”, Déjenme decirle que vivíamos en un barrio que si no era de lo mejor era bastante de media clase alta. Yo regresé alrededor de las dos de la mañana y cuando me acercaba a mi casa noté que había movimiento inusual dentro de la misma, extrañada abrí la puerta y escuché unos ruidos provenientes del dormitorio de mis padres, me acerqué al mismo sigilosamente pensando que mi madre había vuelto de improviso y estarían haciendo “sus cosas”, justo antes de entrar sentí una voz ronca a mi espalda que a viva voz dijo: - ¿Quien es esta potra? (yo estaba vestida con una blusa escotada que dejaba ver casi hasta el nacimiento de mis areolas y una minifalda que realzaba mis largas piernas) me volví y vi a un tipo desconocido y con su cara dibujando una sonrisa entre lasciva y amenazante, desde dentro del dormitorio escuché la voz de mi padre que gritó ¡Es mi hija! y suplicando agregó: “Por favor no le hagan nada, llévense todo el dinero que encuentren, pero por favor no la toquen”
-¿Tu hija? – preguntó otra voz desde adentro- y dirigiéndose a su compinche le dijo: – Hazla pasar, loco. Acto seguido, el que había hablado primero me dio un tremendo empujón y fui a caer al suelo muy cerca de un sillón que mis padres suelen usar para mirar la TV. y ahí estaba mi padre sollozando de rabia atado al mismo y sin poder defenderme, se le veía en su rostro la desesperación y la impotencia de no poder hacer nada en mi favor. El segundo ladrón (lo eran y habían entrado a robar, por supuesto), dijo:
-Así que no quieres que nos cojamos a tu “nena”, jajajaja, bueno, ¿que serías capaz de hacer para que nosotros no la pasemos por las armas? – Lo que ustedes quieran – contestó papá. -¿Seguro? volvió a preguntar el mismo tipo, -Si, reiteró mi papá.
A todo esto el primer tipo me había levantado y me había tirado sobre la cama sin ningún miramiento y caí toda desmadejada y creo que uno o dos botones de mi blusa se libraron dejando a la vista mis pechos y mis piernas descuidadamente abiertas dejando ver parte de mi tanga, Yo estaba aterrada porque sabía que los dos hijos de P. iban a abusar de mí delante de mi padre y él nada podría hacer, solo recibir más golpes de los que ya le habían propinado haciéndole sangrar por boca y nariz y parte de una ceja sangrando.
En un momento los dos rufianes comenzaron a secretear entre ellos, aparentemente ideando lo que harían para divertirse conmigo. El segundo tipo se dirigió a mi padre y le dijo, -Bueno, si juras que vas a cumplir todo al pie de la letra lo que te indiquemos, te prometemos que no le tocaremos un solo pelo a tu “nena”. Inmediatamente mi padre dijo – ¡Si!, lo juro. -Muy bien dijeron al unísono los dos ladrones procediendo a desatarlo y ordenándole que se lavara la cara…
Cuando mi padre volvió del baño habiendo cumplido con la primera orden, preguntó, -Bueno, ¿que quieren que haga? El que parecía que mandaba entre los dos le dijo: -Anda y sácale la blusa a tu “hijita” Mi padre esbozo un; -¿Están locos? y recibió una tremenda trompada en la espalda haciéndolo casi caer, Yo, que me había sentado al borde la cama, le dije, – Papi, hacé lo que te dicen o ¡te van a matar! yo repliqué, – Si no lo haces vos lo hacen ellos y será peor para mi (ya llorando desesperada). Mi padre me miró pidiéndome perdón silenciosamente, se acercó a mí y estiró sus manos temblorosas y comenzó a desprender los botones de mi blusa mirando hacia el costado. El otro ladrón le dijo que si no miraba lo que estaba haciendo me cogían sin más, yo le tomé la cara a mi papi con mis dos manos y lo obligué a que me mirara.
Cuando me sacó la blusa los otros dijeron – Ahora le sacas el brassier- mi padre me miró a los ojos y yo le dije con mi mirada que lo haga. Mi padre les dijo: -Bueno, ya está, ¿están satisfechos? Noooo, dijeron al mismo tiempo, ahora queremos que le saques la falda y sus calzones. La cara de mi papá reflejaba toda la furia contenida que parecía que iba a explotar en cualquier momento, yo me asusté de lo que podría pasarle a mi padre si se rebelaba y me puse de pie y me terminé desnudando por mi misma. Mi padre no podía creer lo que veía (estaba viendo que su “nena” era toda una mujer). Yo volví a sentarme en la cama cubriendo mis senos con mis brazos sintiéndome avergonzada y fue en ese momento que le dijeron a mi padre, – Bueno, ahora desnúdate vos también…
El se quedó petrificado al oír esas palabras y no atinó a nada, los ladrones se le acercaron y lo desnudaron en un santiamén (estaba de espalda a mi) y le sujetaron las manos por detrás y lo hicieron girar hasta darme el frente. Nunca había visto a mi padre desnudo, jamás podría imaginar que tuviera un pene del tamaño que se le veía aun en total flaccidez. En ese momento los hijos de puta le dijeron: -Si ahora no te coges a tu “hijita”, lo haremos nosotros porque faltarías a tu promesa.
Yo estaba saliendo del estupor que me causaba toda esa visión y en mi mente se dibujaba el horror que sentiría si esos dos tipos llegaban a tocarme por lo que tomando una decisión extrema me incorporé de la cama acercándome a mi padre que estaba de pie y lo abracé aplastando mis senos en su pecho susurrándole al oído:- Pa, o lo hacemos o me tendrán que matar porque no me dejaré tocar por esos hijos de perra… y uniendo la acción a la palabra bajé una de mis manos y le empecé a acariciar su pene. Por mi mente pasaban imágenes alocadamente las cuales no llegaba a definir pero al mismo tiempo pensaba si realmente mi padre lograría poseerme, en esos pensamientos discurría cuando me di cuenta que su pene empezaba a reaccionar a mis caricias, instintivamente abrí un poco mis piernas y llevé su pene a mi vagina notando con cierta vergüenza que la misma se me estaba humedeciendo. Papá me dijo al oído…
-¿Estás segura que esto no nos hará vivir mal el resto de nuestras vidas? – y yo le contesté, – Peor será que me toquen ellos y tomándole su mano con mi mano libre lo fui llevando hacia el lecho que compartían mis padres…
Mi padre delicadamente me apoyó su tremendo pene en mi vagina, lentamente, deseando no lastimarme, la enterró en mi vagina, sentí un estremecimiento, era mi padre, pero que bien me sentía, sus movimientos me hacían gozar plenamente, una nube me cegaba de placer…Noté desde lo más profundo de mi ser que llegaba mi orgasmo, le susurré al oído, -Me voy a correr papi, él deliciosamente me besó los pechos, me mordió los pezones y allí le bañé su miembro con todos mis jugos, estaba llegando al cielo…
Así ensartada por la verga de mi padre nos dimos vuelta, él estaba muy ardiente, se le notaba en como se movía buscando mi placer, no dejaba de besar mis pechos, sus manos me acariciaban el clítoris junto con su pene, creí que iba a enloquecer, lo besé en la boca, su lengua se trenzó con la mía, le agradecí entre sollozos de felicidad y cuando me estaba regalando mi segundo orgasmo me dijo – perdón hija – y acto seguido descargó en mis entrañas su espesa savia que junto con la mía se mezclaron en apoteótico encuentro.
Lo que pasó después es meramente anecdótico, solo me resta agregar que hoy, después de seis años de aquel suceso, quiero agradecerles a esos benditos ladrones toda la felicidad que siguió dándome mi querido padre, aun después de casada y hasta la actualidad siguen nuestros encuentros plenos de placer, ambos nos deseamos, ambos compartimos momentos de un placer que es “morbosamente” muy diferente
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El Comienzo
Escuché que alguien bajaba los escalones con prisa y rápido dejé de masturbarme para brincar del otro lado del sofá y esconderme, cuando oí las pisadas ya en el pasillo me atreví a asomar la cabeza y ví que era mamá la que había bajado cosa extraña por ser las dos de madrugada y más cuando la ví caminar hasta la puerta que da al patio lateral, “a donde rayos iba a esa hora” llevaba puesta una bata beige ajustada al cuerpo y tan corta que sus hermosas piernas desnudas estaban expuestas completas hasta el inicio de las nalgas, sus gruesos pezones muy marcados en la tela de seda según pude apreciar por su brillo a contra luz de la luna entrando por el amplio ventanal de la sala, mi mamá es una mujer guapísima y tiene un cuerpo precioso, varias veces al día me masturbo con ella viendola andar por toda la casa semi desnuda sin preocupacion alguna de mi presencia, a mis 17 años mamá me ve aún como si fuera un niño , se que ha visto mis erecciones pero las ve como algo natural en mi desarrollo, ella salió por la puerta que se desliza al pasillo del patio lateral y la luz de la luna recorrío su figura dándo un espectáculo de curvas perfectas sin preocuparse, caminaba confiada y en momentos con su mano derecha la vi sobar su entrepierna metiendo una mano bajo su bata entre los muslos, comprendí que estaba excitada, caminó por el pasillo y salí detrás del sofá, la seguí también por la puerta corrediza cuidando de no hacerme notar, de primera vista no la ví en la explanada del patio pero alcance a escuchar gemidos en la parte posterior de la casa al final del pasillo, pegado a la pared caminé hasta donde termina el pasillo antes de salir al jardín, no podía seguir sin descubrir mi silueta con la luz de la luna y decidí quedarme a la espera, escuche los gemidos a un lado mío y me sobresalté, rápido me puse en cuclillas y poco a poco fui asomando la cabeza por la esquina de la pared, miré que mi mamá estaba en medio de tres tipos desconocidos que le metían las manos por todos lados sobando su cuerpo como locos llenos de lujuria exhalando palabras obscenas referentes su cuerpo ya casi desnudo
Ellos/ Isela…mamacita que rica estás… Ahhh.. Me encantas Isela… Ahhh… Eres una puta cachonda.. Hum… Hum… Eres una delicia de mujer… Quisiera ser tu esposo para cojerte todo el tiempo.. Ahhh.. ahhh.. Hum
Los tres jadeaban excitados deleitandose con la desnudez de mamá hasta yo me excite de verla porque tiene un cuerpo precioso, los tres le manoseaban todo bajo la bata y mamá se dejaba hacer gimiendo muy suave, las manos iban de las nalgas hasta sus senos pellizcandole los pezones enrojecidos y le sobaban su vagina enloquecidos
Mamá/ ahhhhh… Ahhh… Ahhh.. Así chicos… Ahhh… Apurense que no tengo mucho tiempo… Hummm.. hummm.. Ahhh
Uno de ellos se colocó en cuclillas entre sus piernas y rápido le comenzó a comer la vagina, no ví que le quitara el calzón, seguro que mi mamá no se había puesto nada sabiendo lo que le esperaba con ellos, de los otros dos uno busco su boca y mamá se dejó besar correspondiendo con la lengua mientras el otro se dedicaba a chuparle los senos mordiendole los pezones, yo lo veía todo muy excitado sin perder detalle masturbándome viendo a mi mamá ya desnuda porque el tipo que estaba mamándole las tetas le había sacado la bata por encima de la cabeza, mi mamá no se había puesto calzón, la mire extasiado, sus senos erguidos con forma de pera, los pezones de cono y aureolas rosas muy anchas, ombligo pequeño y vientre muy liso, su pubis cubierto de vellos rojizos rizados cortados en un triángulo perfecto, sus muslos son gruesos de carne mórbida y sus nalgas de una redondez maciza, verla así con ellos me provocó tremendo sentimiento de celos y coraje, casi salgo a reclamarle lo que hacía pero me pude contener y mejor corrí a toda prisa dentro de la casa sin que me importara mucho ser escuchado por ellos, subí de prisa los escalones hasta el pasillo que da a las recámaras, me encerre y me acosté aún excitado y lleno de rencor contra mamá por dejar que unos desconocidos gocen de algo que yo deseo desde niño, apenas pasaron unos minutos cuando escuché la voz de mi mamá del otro lado de la puerta
Mamá/ van.. Estás ahí? Abre la puerta por favor.. No me iré hasta que abras lo juro
Sabía que es capaz de cumplir lo que dice me levanté y abrí la puerta, ahí estaba mi madre con su metro setenta y siete recargada en el marco de la puerta con su bata beige dibujando el cuerpo que momentos antes estaban manoseando tres tipos desconocidos al mismo tiempo, sus senos erguidos con los pezones aún erectos marcados en la tela y sus piernas desnudas tentando mi libido
Yo/ que pasa mamá?
Mamá/ puedo entrar?
Yo/ claro pasa
Mamá me miro de reojo dibujando una sonrisa forzada y entró cerrando la puerta con seguro, caminó hasta mi cama ondulando sus nalgas expuestas a la mitad bajo la bata haciendo gala de toda su belleza femenina, su corto cabello pelirrojo claro era una cascada de lava cayendo en sus hombros, se sentó cruzando las piernas dando una tremenda exhibición de muslos blancos sonrosados
Mama/ te amo lo sabes verdad mi amor?.. eres ya todo un hombre y me da mucho gusto seas tan maduro… Es por eso que estoy aquí… Vine a darte una explicación de lo que visite y no quiero tengas una idea errónea del porque lo hice… Bueno… Lo correcto sería decir el porque lo quería hacer… Pero no pude hacerlo
Vaya descaro!! Que no pudo!! Después que yo la ví con los tres tipos gozando como una puta de la calle!! El colmo y su explicación no me va hacer mella, pero es tan hermosa, los pezones marcados en la tela y sus piernas hermosas tan suaves y morbidaz me vuelven loco de deseo y ella lo sabe además su aroma y sus labios carnosos invitan al pecado, un bulto tremendo me creció bajo el short obvio a la vista de mamá
Mamá/ lo que visite tiene mucho que ver con lo mío y tu papá y por eso quiero aclarar las cosas de una vez contigo si?
Yo/ está bien mamá
Mamá/ gracias amor, voy a ser directa porque se que tu madures me permite serlo, tu papá se acostó con tu tía norma mi hermana y eso no lo puedo permitir, me dió muchísimo coraje y lo único que pensé fue en vengarme, quería verlo sufrir como yo pero, tu papá no sufre porque dejó de amarme hace tiempo y sabiendo eso no tiene caso hacer algo denigrante, había planeado hacer eso que viste desde una semana atrás… Estaba muy herida y pensaba que haciendo algo perverso me haría sentir mejor pero anoche…
Se detuvo totalmente ruborizada, su fina piel blanca se tornó roja hasta los hombros
Mamá/ anoche ya visite lo que lo hice lo intenté pero no pude, cuando escuché que alguien corrío de inmediato me vestí y corrí a los que estaban conmigo imagine que habías sido tú y toda la vergüenza del mundo se me vino encima, te juro que ya antes de que me tocarán iba decidida a no hacerlo pero recordé lo que me hizo tu padre y la rabia me hizo querer probar y fue en vano, no hubo penetraciones, solo lo que viste y hasta ahí quedó todo, yo corrí tras de ti pero no te alcance porque estaba descalza, por un momento dudé si no había sido alguna de tus hermanas la que me espió y fui a mirar sus recámaras y estaban dormidas me asusté pensé que tú papá había regresado y me había descubierto pero porque iba a ir al patio? Lo más lógico al no verme sería pensar que me quedé a dormir con alguna de mis hijas, aún así quise estar segura fui a mi recámara pero estaba vacía entonces recordé que te gusta estar de madrugada en el sofá de la sala masturbándote mirando fotos mías, por cierto de donde las sacaste? Son fotos muy íntimas que guardo con clave? De verdad no entiendo como las tienes tu?
Yo/ me has espiado mamá!!
Mamá/ igual como tú a mí estamos a mano, La angustia me estaba matando y mi vergüenza iba en aumento, el no estar segura de quién me había visto me tenía en una tensión horrible, allá abajo cuando ellos, los tipos empezaron a manosear mi cuerpo obvio reaccione como mujer, los besos, el sentir otra boca en mi boca, otro aliento encima de mi piel, me excitó muchísimo al grado de volver a sentirme mujer deseada, volvió a revivir mi libido dormido, antes que pudiera reaccionar para detenerlos y hacer que se marcharán vino un oral que me cimbro y con ello terminaron por abandonarme el pudor y el recato, justo cuando estaba lista para que hicieran conmigo todo a su antojo escuchamos correr a alguien y fue mi pretexto perfecto para correrlos, ellos también asustados pensando en mi esposo no pusieron resistencia y se fueron sin terminar conmigo, puedo decir que lo único bueno de todo esto para mi es que no me conocen, fue una estupidez desde haber pensado ser infiel como venganza, Perdóname hijo se que me amas y sufres verme en brazos de otros tipos
Yo/ me confundes mamá, no se que pensar pero también lo que hizo mi papá está muy mal, igual no tienes porque darme explicación ya lo dijiste tú, te amo
Mi mamá me tendió la mano derecha, una manita delgada y blanca con deditos muy finos
Mamá/ gracias mi amor.. Ven acurrucarte aquí conmigo… Se que ya no eres mi bebé pero te necesito… Necesito alguien que me quiera
Su ternura me conmovió, tomé su mano y me dejé guiar por ella hasta sentarme a su lado, luego me hizo acurrucarme de espalda a ella, me echó los brazos abrazándome por el pecho, al instante sentí sus senos pujantes contra mi espalda, subían y bajaban agitados, su respiración en mi nuca me excitaba y cuando me echó su muslo derecho encima abrazando mis piernas pude sentir también el calor de todo su cuerpo en el mío, era un muslo largo, redondo de carne blanca morbida
Mamá/ te prometo que jamás volverá a pasar lo que hoy viste.. Eso jamás debió suceder..
Yo/ no le fallaste a nadie porque el único hombre que te ha tenido es papá y si el no se da cuenta lo mucho que vales es su problema pero no el tuyo, tu eres para mí lo mejor que puedo tener mama,Te amo
Me salió tan natural que conmovi a mamá hasta el llanto, la dejé llorar para su desahogo traía un remordimiento muy grande por lo que hizo, me pregunté si no la hubiera escuchado correr hubiera detenido a los tipos, porque una vez en la calentura es muy difícil parar, pero eso ella misma había dicho que no hubiera sido posible resistirse
Mamá/ que puedo hacer para que puedas olvidar lo que viste, me conoces, estoy dispuesta hacer lo que sea
Su voz en susurro muy cerca de mi oído me estremeció, era mi oportunidad según pude sentir
Yo/ hablas en serio? Es peligroso decir “lo que sea”
Mamá/ lo que sea- volvió afirmar con seguridad, luego agregó- de hecho aún sigo con ganas.. Si quieres una sugerencia de lo que puedo hacer..
No dije nada, mi mano derecha bajó a su muslo con el que tenía abrazadas mis piernas, con la palma empecé a sobar su carne subiendo hasta alcanzar su cadera bajo la bata, mamá al sentir el contacto de mi mano tuvo un ligero estremecimiento pero no dijo palabra, regresé la mano hasta la rodilla y de nuevo a su cadera palpando cada centímetro lascivo, mamá descruzo la pierna y la apoyo en la alfombra abriéndola lo que le permitía su posición conmigo encima de ella, entendí y recorrí con mi mano la parte interna de su muslo hasta llegar a su entrepierna, froté su vulva y la sentí mojada, mamá dio un pequeño respingo y de su boca salió un apagado suspiro, deslicé un dedo al interior de su vagina, estaba caliente y resbalosa
Mamá/ Hummm…
Adentré uno más y luego otro hasta tenerle metidos tres dedos saliendo y entrando de su interior, su respiración se volvió más agitada y sus pezones los sentí durísimos contra mi espalda, mi pene estaba igual de durísimo, me dolía la erección, mamá bajo su mano derecha comenzando a frotar mi bulto encima del pantalón
Mamá/ ahhh mi amor..se buen chico y dale a mamá el gusto de mirar lo que hay bajo tu short, quizás te permita realizar tu fantasía con la que te vienes masturbando..
Asentí, desabroché mi short y lo baje hasta mis rodillas, no suelo usar boxer, mi pene saltó erecto en sus ocho pulgadas mirando al techo, gordo y cremoso, mi mamá ya me lo ha visto pero creía que lo hacía sin morbo
Mamá/ carajos!! mi vida De cerca es aún más enorme! Por favor quiero sentirla dentro.. Puedes?
Yo/ estás segura mamá?.. No hay vuelta atrás..
Mamá/ lo estoy cielo.. Desde hace mucho..
Aquello era una locura! Después de estarla deseando por años ahora ella me estaba pidiendo que la posea!, Tengo experiencia con las mujeres de todas edades, soy muy popular en el colegio y el barrio por ser un galán, a mis hermanas Isela y Mónica desde pequeñas las vengo poseyendo día con día, mi mamá estaba sentida con mi papá por haberse cojido a mi tía norma una de las hermanas de ella, si supiera que yo también me la cojo no sé qué pasaría, sobre todo si supiera que me cojo a mis hermanas y creo que mi papá se coje a Mónica de vez en cuando, lo he visto salir de la recámara de ella de madrugada, la he cuestionado pero dice que solo va a darle un beso en la frente, obvio un beso no tarda media hora para darse, en fin, me levanté de sus piernas, nos miramos a los ojos, verdes por parte de los dos, como tenía mi short en las rodillas al hacerlo cayó al suelo y mi pene le quedó justo en frente apuntando a su rostro, no hubo palabras, lo tomó con ambas manos y se lo metió en la boca, comenzando a chuparlo con suaves lamidas primero, luego succionando con fuerza sacándome gemidos deliciosos por el placer, me miraba fijamente mientras saboreaba el contorno del tronco lamiendo y chupando, intentaba metérselo completo pero no lo logró porque se atragantaba, en una de las veces que la sacó de su boca para respirar aproveché para inclinarme y la besé, devoré su boca dándole mi lengua probando el sabor de mi pene en sus labios frescos y jugosos, de nuevo la metió en su boca dándole fuertes mamádas sentí un placer increíble, el morbo de saber que mi madre me la estaba chupando unido al placer de sentir su boca en mi pene casi me hace acabar
Yo/ Ohhh mamá! No creo resistir mucho tiempo… Lo haces de una manera deliciosa…
Mamá/ resiste mi amor.. Se que no soy la primera que te lo chupa.. Hummm.. Tienes una delicia de miembro hijo…
Yo/ no eres la primera.. Ahhh.. Pero eres mi mamá! Suficiente para hacerme terminar.. Ahhh
Arreció las chupadas y luego de pronto la soltó, estaba sentada en la orilla de la cama con las piernas abiertas, yo estaba en medio de sus muslos, mis manos aferradas a la dureza de sus senos turgentes pellizcando sus pezones erectos con mis dedos
Mamá/ Hummm… Está bien cielo, metesela a mamá, quiero sentirla dentro
Se recostó de espalda en la cama manteniendo las piernas abiertas, me puse en cuclillas entre sus muslos, dediqué varios minutos en comerle su coño chupando su clítoris lamiendo el interior de su vagina caliente con mi lengua que le entraba y salía como saeta profundo
Mamá/ Ohhh mi amor! Que delicia de lengua tienes.. Hummm
Sentí que no podría resistir más, así que termine de chupar su vagina, le había provocado un orgasmo, me di por satisfecho, probar su vagina fue un detonador de mi lujuria contenida hacía ella, me acomode encima de ella y la penetré con un empujón fuerte y profundo mientras la besaba en la boca ansioso
Mamá/ ahhhuughh… Ahhh.. Ahhh.. Ricoooo.. Mi amor la siento enorme!.. Ahhh
Empecé a cojermela desesperado, sentir como le entraba y apretaba mi pene me llevo al máximo placer, por fin me estaba cojiendo a mamá!!, La penetré una y otra vez mientras la besaba apasionado, mis manos buscaron sus nalgas cuando ella me abrazo con las piernas la cintura, se las agarré lascivo, estaba enardecido de lujuria, logré meterle un dedo en el ano, mi mamá soltó un gemido pero no protestó, seguro ya papá la había penetrado por el ano, aquello me emociono más, dejé de penetrarla y regresé a cuclillas ente sus muslos, miré su vagina pulsante, mi boca se concentró en su ano dándole suaves piquetes con la punta de la lengua
Mamá/ ahhh.. Amor que haces? Hummm..
Sin avisar le introduje el dedo medio a tope, se estremeció sin protestar, luego le introduje otros dos juntos y se lo estuve dilatando por varios minutos sin dejar de pasarle mi lengua chupando su clítoris y dándole picones al ano con mis dedos dentro, mamá mantenía sus piernas levantadas con las rodillas dobladas al aire en posición de parto permitiendo que le trabajará libre el ano
Mamá/ Ohhh mi vida.. Hummm.. Que delicia.. Hazlo mi amor.. Mamá está lista para ti.. Ahhh
Comprendí el mensaje, volví a subirme encima de ella buscando su boca besándola ansioso, con mi pene busqué su ano e hice presión hasta lograr metmetérle el glande primero, luego empujé más fuerte y le entró completo, se fue hasta el fondo, la sensación que sentí fue tan agradable que no pude evitar eyacular apenas la penetré, mi mamá con sólo sentir el tamaño completo de mis ocho pulgadas entrando por su culo se estremeció, apretó sus piernas en mi espalda y gritó complacida al tiempo que se vaciaba en un prolongado orgasmo muy placentero, a ninguno nos importó mucho que solo la hubiera penetrado un minuto antes de terminar los dos terriblemente extasiados de placer, un abundante torrente de semen empezó a desbordarse de su ano mojando sus nalgas hasta manchar la colcha de mi cama
Mamá/ aaaah mi amor.. Que Ricoooo.. Aaaah.. Aaaah.. Hummm..
Quedé encima de ella sin sacarla, los dos respirabamos agitados, estábamos ahitos de placer, pasados varios minutos volvimos a la realidad
Mamá/ ahhh, fue increíble! Gracias mi amor, te amo, pero es hora de que regrese a mi propia cama, tus hermanas podrían sospechar
Yo/ a parte de que están dormidas no creo que les cause asombro de saberlo..
Mamá me miró con ojos interrogantes, la besé un momento, saboreaba sus labios jugosos, me levanté liberandola del peso de mi cuerpo encima, me puse de pie frente a ella, mi pene ya estaba flácido pero seguía largo y grueso
Mamá/ tienes un pene maravilloso hijo y una manera de hacer el amor que enamora, desde hoy puedes hacerlo cuando quieras conmigo, pero antes dime que quisiste decir con lo de tus hermanas, hay algo que deba saber?
Me incliné a besarla, esta vez fue un beso largo y lascivo que enervo mis sentidos
Yo/ me encantas mamá, tenernos mucho de que platicar, hay cosas que pasan y no te has dado cuenta, pero de igual manera lo que yo te diga quiero que tú también seas honesta conmigo y si tienes secretos los quiero saber, estás de acuerdo?
Totalmente intrigada me miró muy seria con sus preciosos ojos verdes semi rasgados
Mamá/ ok, de acuerdo, hablemos, pero será otro día en otro lugar, vamos a cenar un día juntos, le inventare algo a tu padre para que no haga preguntas ni tus hermanas
De nuevo la besé y mamá correspondió con ganas dándome su lengua
Yo/ lo hablaremos, solo te digo como adelanto que por mis hermanas no tengas pendiente, lo que vean no dirán nada
Mamá/ eso es precisamente lo que me intriga, pro si tú lo dices confiaré en eso, ahora me voy a mi recamara
Se puso de pie desnuda y se dirigió a la puerta contoneando las nalgas frondosas delante de mi, se volvió a mirarme coqueta y agregó
Mamá/ ya sabes, cuando quieras…
Salió dejándome completamente satisfecho
Anette
Mi madre y Anette se saludaron con un ligero beso en los labios, se habían citado en Dinner’s su cafetería favorita, pequeña y discreta, Annette es rubia de hermosos ojos azules, con sus 33 años dos más que mamá es una mujer preciosa, casada y muy traviesa, entre ellas no hay secretos, al menos eso dicen ellas cada vez que se juntan en alguna reunión familiar donde estoy yo, llevaba un vestido amarillo ajustado al cuerpo muy corto a media pierna, tiene senos turgentes redondos y pezones de borrador de lápiz gruesos, sus largas piernas blancas son torneadas de muslos redondos y morbidos, con ella van dos veces que tengo relaciones sexuales y mamá lo sabe, ellas son mejores amigas desde el colegio y desde que mamá y yo tuvimos el encuentro sexual me recuerda que tenemos pendiente una charla íntima, con Anette se toma un café o una copa de vez en cuando, no saben que las he visto besarse varias veces
Mamá/ que es eso tan importante que me quieres contar amiga? Te escuchabas muy agitada al teléfono al medio día
Anette/ nos vieron, anoche, Vinicio me estaba espiando porque le gusta mirarme las piernas, salí de mi recamara confiada y me metí a la de Samuel, lo demás es fácil adivinar, Vini entró justo cuando Samuel me estaba penetrando de perrita completamente desnudos, fue un trauma para el, imagínate!
Mamá/ carajos! Eso estuvo fuerte, y que pasó? Que hizo Vini?
Anette/ nada, ahora quiere estar conmigo el también, obvio le dije que estaba alucinado, tiene once años! Cómo es posible que quiera estar con su mamá!
Mamá/ quee? Quiere acostarse contigo! Que atrevido!
Anette/ me amenaza con decirle a su papá lo que vio, naturalmente que le prometí hacerlo pero claro que fue solo para salir del paso esa noche, ahora no sé qué voy hacer, no puedo permitir que descubra lo mío con Samuel, que hago? Aconsejame amiga!
Mamá/ uff, calma, todo tiene solución, Vini es un niño y puede ser disuadido con algo que le guste, tú misma me has contado que lo has visto espiando a Raquel no?
Los ojos de Anette se abrieron incrédulos
Anette/ te pido un consejo y me dices que permita que tal Raquel y Vinicio estén juntos íntimamente? Esa no es una solución para mi amiga, de ninguna manera!
Mamá/ pues entonces acuéstate con el, lo haces con su hermano es justo lo que pide no crees?
Anette/ Samuel tiene quince, casi diez y seis, ya no es un niño y Vini si lo es, no es lo mismo
Mamá/ los dos son tus hijos, es lo mismo, no importa la edad, si no lo que tienes con Samuel, no puedes darle a un hijo lo que a otro le niegas o generas discordia y celos entre hermanos, o lo haces con el o le permites que se acueste con su hermana, no veo la solución, un niño enojado u ofendido suele ser muy peligroso amiga mía, lo sabes
Anette estaba desesperada, la opción de mamá empezaba a ser su única solución de momento
Anette/ cómo sería posible? Raquel ni si quiera sabe lo que Vini siente por ella, no puedo decirle de buenas a primeras que debe acostarse con su hermano menor, imposible!
Mamá/ déjaselo a el, tú solo dale tu permiso, el sabrá cómo convencerla
Anette/ tiene once años! Cómo va a decirle eso a su hermana que la desea?
Mamá la miró comprensiva
Mamá/ déjame ayudarte, puedo hablar con Vini haber que puedo hacer, quizás lo desista de denunciarte o bien de qué te cambie por su hermana
Anette/ harías eso por mi amiga?- comentó emocionada
Mamá/ sabes que haría todo por ti linda, déjame ver qué puedo hacer, mañana iré de vista a tu casa y buscaré un chance para hablar con el
Anette/ no no! Hoy en la noche mauricio va a reunirse con sus amigos, podrías ir? Sería una oportunidad excelente, Samuel va con la novia así que solo estaremos Vini Raquel y yo
Mamá se lo pensó bien, tenía planes de hablar conmigo esa noche, pero la miraba tan desesperada que decidió ayudarla primero
Mamá/ ok está bien, iré esta noche, pero tú pagas el desayuno
Anette/ hecho amiga, te estaré agradecida por siempre
Mamá soltó la pregunta directa
Mamá/ puedo saber si de verdad es solo la edad de Vini? A qué edad fue tu primera vez con Samuel? Recuerdo que también era pequeño no? Hay algo que no me has dicho amiga?
Anette estaba sonrojada, había sido descubierta por mamá así de fácil, se conocen demasiado bien para poder ocultarse las cosas, se avergonzó de intentar ocultarlo
Anette/ así es, es algo que no quería decir porque me da mucha vergüenza aún contigo amiga, perdóname, te lo voy a decir, a ti no puedo ocultarte nada por lo que veo, me conoces demasiado bien
Mamá/ está bien amiga, si no puedes decirlo no importa, se que algunas cosas es difícil de contar, todos tenemos un cofre con secretos
Anette/ no no, si quiero decirte, a ti si, escucha, hace casi dos meses tuve relaciones con un pequeño de diez años, tú lo conoces quizás, todo fue sin querer, sé dio la oportunidad y tú sabes que no dejo pasar nada cuando estoy exitada, me gustó muchísimo, la lujuria fue tremenda nunca había sentido algo semejante, tan prohibido y obsceno, nunca hasta que lo hice con mi propio hijo, eso fue algo definitivamente lo mejor que he tenido en el sexo, el caso fue que el pequeño lo disfruto tanto que me convertí en una especie de juguete preferido, cada que estaba en su casa buscaba la manera de estar a solas con el hasta que su impaciencia se hizo evidente, me exigía ir con el delante de sus padres, ellos lo reprendían, pensaban que era porque el pequeño me quería demasiado y me veía como su mejor amiga, nunca imaginé que lo fuera a decir delante de todos! Imagínate! La vergüenza! Lo dijo a gritos, que yo lo manoseaba y que lo había obligado a estar con él en la intimidad, cielos! Todos nos quedamos sin habla, yo estaba palida y helada, indignada con el pequeño malcriado y mal agradecido, no tengo que decirte que tuve que hacer un teatro de lágrimas y llanto de ofendida por tal acusación horrenda! Obvio los padres sabían la obsesión del pequeño conmigo, lo asociaban a lo cariñosa que suelo ser con todos los niños y me creyeron castigando al niño severamente con el cinturón, ya después me dio pena por el pequeño, lo castigaron por una mentira mía, pero no era justo lo que el pretendía, quería que fuera su juguete y eso nuca pasará con nadie, ahora Vini me quiere chantajear igual que aquel pequeño! Lo de menos sería acostarme con el, disfruto mucho estar con un pequeño tierno, me siento más joven yo misma, pero aprendí que un niño no sirve para guardar secretos y menos de esa naturaleza, imagínate! Sería una tragedia si lo hago con el y luego querrá hacerme su juguete! Eso no! Ahora lo entiendes?
Mamá/ si, te entiendo muy bien, pero debiste confiar en mí, soy tu mejor amiga y Aceves es bueno contar nuestras cosas para desahogarse
Anette/ lo se amiga, me dió vergüenza, nuca había estado con un pequeño y supuse que no lo entenderías
Mamá/ entiendo, entendí tu relación con tu hijo Anette, no crees que entendería lo del pequeño, por favor, debes tener más confianza en mí está bien?
Anette/ lo se, y creeme que eres lo mejor que me me a pasado con mujeres, te amo y lo sabes, te prometo que de ahora en delante te diré todo sin pensarlo, te quiero mucho amiga
Estaban tomadas de las manos, miraron que nadie las pudiera ver para darse un beso pero había muchos ojos puestos en ellas, difícilmente dos mujeres hermosas pasan desapercibidas en público y desistieron de hacerlo, se conformaron con un apretón de manos fuerte en señal de su amor
Mamá/ bueno, el desayuno estuvo riquísimo como siempre, hoy me faltó el postre más rico, un beso tuyo, pero en la noche no te lo voy a perdonar
Anette/ Hummm lo estaré esperando con ansias amiga, hace mucho no estamos juntas
Mamá se había puesto un vestido negro cortito sin mangas ajustado a su cuerpo perfecto en curvas, sus piernas blancas resaltaban en lo negro hasta medio muslo, torneadas, morbidas Anette abrío la puerta, usaba una blusa roja de mangas al codo escotada de botones y una falda negra lisa a medio muslo, también sus piernas muy blancas le resaltaban en lo negro, bellísimas las dos, de entrada se besaron con pasión, no hubo caricias, solo el beso largo y húmedo, sus lenguas se encontraron y se dieron con todo dentro de sus calidas bocas
Anette/ Hummm, nuca olvidó la delicia del sabor de tus labios, es único livia, me encanta besar a una diosa griega de verdad..
Mamá/ y a mi besar a una vikinga de cepa pura como tú, Hummm
Anette era Noruega de cepa pura y mamá como nosotros de Grecia de origen puro de Macedonia del norte,
de ahí su cabello rojizo y ojos verdes, así como su hermosa piel blanca de tonos sonrosados, la casa de Anette es una residencia en toda su extención, es millonaria y de alcurnia al igual que nosotros lo somos, pero serlo no significó ser prepotentes ni miserables con nadie, las dos familias suelen hacer fuertes donaciones a instituciones de ayuda a necesitados, pasaron al lujoso y moderno comedor, la cena fue una deliciosa barbacoa de ternero con espagueti y ensalada, un platillo típico de Grecia en honor a mi mamá de parte de su amiga y amante en agradecimiento por lo que iba hacer por ella esa noche, luego de la cena y el vino griego de marca, pasaron a la amplia sala de piel negra, Raquel la hija de Anette era una copia de ella, bonita, de cuerpo perfecto a sus trece años, decidió subir a su habitación a chatear con sus amigos y dejar a las amigas platicar de sus cosas aburridas según les dijo riendo, sentadas en un sofá tomando la copa volvieron a besarse cachondas, esa vez sus manos buscaron sus piernas sobándose una a la otra bajo el vestido y la falda sus muslos morbidos, en eso estaban cuando escucharon que Vini llamaba a su mamá, rápido se compusieron la ropa
Anette/ ya despertó tu misión de esta noche, voy a la recámara, es todo tuyo está bien?
Mamá/ descuida, se lo que debo hacer
Anette se retiró presurosa, quería que mamá se encargará de Vini antes de enfrentarlo esa noche después de haberle prometido que se acostaría con el, Vinicio nombre griego también en honor a mi mamá que es madrina del pequeño, rubio de ojos azules hermosos, delgado y muy precoz como todos los Vikingos antiguos, al ver a mamá sus ojos se alegaron
Vinicio/ hola madrina! No sabía que ibas a venir hoy, hace mucho no te veía y mamá?
El pequeño fue y dió un beso a su madrina, la costumbre es besarse en la boca ligero
Mamá/ tu mamá fue a su recámara al tocador, quiero aprovechar que ella no está y tú si para hablar de algo importante y secreto, está bien?
Los secretos siempre son del agrado de los niños aún que ellos no sepan guardarlos
Vinicio/ está bien madrina de que se trata?
Se sentó a un lado de ella, iba con una pijama de franela azul con estampados de Superman
Mamá/ sabes que te quiero mucho verdad? Y que tu mami y yo somos como dos hermanas, nos contamos nuestros secretos y los guardamos para siempre solo para nosotras, dime, tú sabes guardar secretos?
Dudó un poco, lo agarré directo sabiendo que tenía un secreto y lo quería sacar a la luz
Vinicio/ si.. Bueno.. Depende
Mamá/ de que? Creo que un secreto es un secreto y se debe guardar o deja de ser secreto y quién lo divulga deja de ser honesto y de fiar, no crees? Te gustaría que si tienes un secreto y alguien lo supiera que lo divulgara?
Vinicio no dudó esta vez
Vinicio/ noo.. No me gustaría para nada madrina
Mamá/ porque no?
Vinicio/ porque.. Porque me causaría problemas por eso es un secreto que nadie debe saber
Mamá/ tienes secretos amor?
Vinicio/ si..
Mamá/ si yo los supiera cres que los diría a alguien?
Vinicio/ no..tú no
Mamá/ si yo supiera alguno de tu mamá o tus hermanos crees que lo diría?
Vinicio/ tampoco.. no
Mamá/ si tú supieras algún secreto mío o de tu mamá o de alguien más, lo dirías?
Vinicio/ creo que no..
Mamá/ porque no?
Vinicio/ les haría daño, no quiero eso, además se enojarían conmigo y tampoco quiero eso
Mamá/ buen chico,me prometes que nunca dirás los secretos de alguien a nadie mas mi amor?
Vinicio/ te lo prometo madrina, jamás los diré
Mamá/ estás listo para guardarme un secreto?
Vinicio/ si
Mamá dejo su copa en un taburete, sentada como estaba le dijo a Vini que se pusiera de rodillas fentre a sus piernas,el chiquillo obedeció sin imaginar lo que se le venía encima, mamá se abrió de par en par de piernas,no llevaba bragas puestas y el pequeño tuvo una vista maravillosa de cerca de la vagina cubierta de pelos de mí mamá, abrió la boca asombrado, se llevó una mano a su pene y empezó a darse de jalones
Mamá/ me guardarás el secreto de que no traigo mi calzón y me viste la vagina cielo?
Vinicio afirmó que sí con la cabeza, tenía la mirada clavada en la raja mojada de mamá, ella se había excitado con Anette, hubiera podido fácilmente disuadir al pequeño de contar lo que vio de su madre pero la calentura le ganó
Mamá/ puedes meterme tu pene sí quieres..
Rápido Vinicio se puso de pie entre sus muslos y se la metió guiado por mamá
Mamá/ Ohhh.. que ternura de pene tienes amor.. Ahhh lo siento bien… Dame más duro cielo.. Ahhh
El lujurioso chiquillo estaba tan emocionado que apenas sintió las succiónes de la vagina de mi madre en su pene Terminó sudando y muy agitado, mamá sintió un líquido caliente en la vagina, era una especie de lubricante que soltó el pene del pequeño, mi mamá lo obligó a seguirla penetrando un poco más hasta que ella tuvo su orgasmo de placer lascivo por haber estado por primera vez con un niño, ahora Anette no podría decir que le llevara ventaja y mamá podía decirle que el pequeño desistió de contar lo que vio de ella y su hermano sin necesidad de que ella ni Raquel tengan sexo con el
Mama/ buen chico, hiciste feliz a tu nina mi amor, te gustó cómo tiene la vagina tu Nina cielo?
Vinicio/ sii me gustó mucho, tú eres muy bonita me gustó mucho meter mi pene en tu vagina.. No diré nada a nadie, lo prometo
Mamá/ buen chico, acércate
Mamá lo besó en la boca dandole la lengua, el pequeño entendió rápido y le dió torpemente la suya hasta quedar fundidos varios minutos en un beso prohibido y lascivo
Mamá/ Hummm.. delicioso, ahora debo ir a buscar a tu madre o sospechará que este aquí contigo y no queremos eso verdad?
Vinicio/ noo me mataría! Ve con ella Nina, mamá no debe sospechar voy a la cocina y luego a dormir- antes de irse volteó a ver a mamá y agregó contento- gracias, soy muy feliz, igual no hubiera delatado a mi mamá, solo lo dije de coraje pero sabía que ella no se acostaría con Migo, ahora ya no importa porque tú también eres muy especial para mí
Mamá/ lo se cariño, no lo hice para ganar tu silencio por lo de tu madre, lo hice porque se me antojo hacerlo, y lo haré cada que me de la gana, algun problema por eso?
Vinicio/ no.. claro que no, adiós Nina
Mamá lo vio alejarse sonriendo, comprendió lo listos que son los pequeños hoy día, hacen lo que quieren y se salen con la suya siempre, cerró las piernas sintiendo aún la sensación de haber tenido dentro de su vagina el pequeño pene de su ahijado de once años, le había quitado ese derecho y placer a la mamá siendo esta su mejor amiga, pero mamá se lo dijo esa mañana en el desayuno, todo mundo tiene un cofre lleno de secretos y algunos no deben saberse por nada del mundo, ahora ella le había agregado uno más de esos al suyo Monica
Después de haberse dado un gusto personal con el hijo de su mejor amiga de apenas once años “no fue como ella esperaba para haber sido su primera vez con un niño” sentía que le faltó algo, quizás si hubiera sido su propio hijo pequeño hubiera sentido ese algo especial, de igual manera tenía pensado seguir teniendo sexo con Vini, le había gustado la sensación de sentir un pene tan delgado dentro de su amplia vagina y haberlo hecho estando la mamá en casa eso sí fue muy cachondo para ella, pensaba que ese pene estaba hecho justo para el agujero de su ano estrecho y apretado, su propio hijo ya se la había metido por ahí, que más daba que otros lo hicieran ahora después
Anette estaba recargada en la cabecera de la cama con las piernas extendidas cruzadas tomando una copa, al ver entrar a mamá sonrió esperanzada
Anette/ que pasó? Acepto cambiarme por Raquel?
Mamá/ calma, déjame servirme un trago primero
Anette/ cierto, perdóname, ven, acuéstate aquí conmigo
Mamá/ quisiera pero debo regresar, tengo algo pendiente importante con mis hijos, déjame decirte lo que ocurrió está bien, otro día vendré a estar contigo
Anette/ está bien miss señora importante Jaja ven, siéntate a mi lado mientras jugamos con nuestros coños
Mamá se sirvió una copia y fue a sentarse a un lado de la cama con las piernas cruzadas, Anette de inmediato comenzó unas caricias en los carnosos muslos blancos de mamá con la palma de su mano izquierda mientras con la otra sostenía la copa
Mamá/ no va ser necesario que tu ni Raquel se acuesten con Vini, el no dirá nada de lo que vio
Anette dejo las caricias y miró sorprendida a mamá
Anette/ como? Que hiciste? Lo conozco, me desea!
Mamá/ lo se, pero no es tonto sabe que le iría muy mal contigo de soltar una palabra sin tener prueba alguna, podría decir que yo fui a la luna y nadie me creería
El asombro en Anette fue en aumento
Anette/ eres una perra amiga! Te lo voy agradecer siempre, dime cómo quieres que te pague el favor? Quieres acostarte con mi marido? Adelante, tienes mi permiso
Mamá/ jaja no claro que no! Dije que no tienes que acostarte con tu hijo si no quieres…
Anette dejo de reír mirándola sin comprender
Anette/ que me estás queriendo decir? Que estás tramando!
Mamá/ calma, te estoy diciendo que tu secreto está a salvo, de hecho nunca estuviste en problemas de ser denunciada, como te dije Vinicio es muy listo, solo te lo dijo por coraje, para el no es justo lo que haces solo con Samuel, pero si tú temor de estar con Vini es solo por que el no sepa guardar un secreto como el otro niño descuida, Vinicio es un niño diferente, estoy segura que sabe guardar un secreto mejor que tú y yo juntas, si fuera tu, me daria el gusto de darle la primicia de cojerme antes que dejarle ese gustó a otras lagartonas, cómo es Vini terminará convenciendo a una de tus amigas y ni cuenta te darás
Anette/ mis amigas!! Eso jamás va a pasar!! Preferiría que tú misma le dieras la primicia antes que cualquier zorra que se dicen mis amigas!!
Mamá/ tranquila, solo fue un decir, además yo jamás te robaría ese derecho de madre a ser la primera en la vida sexual de tu pequeño- agregó mi madre casi riendo de su mentira
Anette/ lo se, por eso te quiero livia, eres mi única amiga sincera, perdóname por no haberte contado lo del pequeño antes, entonces crees que si le doy la primicia a Vinicio sabrá guardar el secreto? Cómo puedo saber?
Mamá/ si alguien sabe de niños soy yo, conozco a Vini y se que no mentiría si afirma que guardar un secreto es lo mejor para estar en paz contigo, dale un tiempo, si ves que no dice nada de lo tuyo con Samuel sabrás que mucho menos díra nada de lo que pase ente el y tú en la cama
Anette/ lo deseo amiga, mucho, pero me daba miedo que pueda hablar, gracias por haberme hecho confiar en el, pide lo que quieras.. Es más, se que jamás lo pedirás pero te prometo que después de darle la primicia a Vini te dejaré estar con él cuando quieras.. Es una promesa de amiga fiel
Mamá empezaba a sentirse mal de la honestidad de Anette, estaba segura que le guarda secretos pero ahora se estaba comportando a la altura de una buena amiga fiel, igual ya no podía hacer nada, no se arrepentía de haber estado primero ella con Vini, le gustó y sacaría provecho de la situación, eso hacía siempre como lo hizo conmigo
Mamá/ no no, te lo agradezco, es una fuerte tentación y una señal de tu amistad honesta pero no podría.. No con tu hijo.. Es tu derecho..
Anette/ ni una palabra más livia! Está decidido, seré la primera en la cama con Vinicio y después lo compartiré contigo cuando gustes.. En cuanto a Samuel..
Mamá/ oye, se que Samuel es tu hombre, así déjalo, no voy a desairar lo de Vinicio, no después de la manera como me lo brindas.. Deja a Samuel para ti si?
Mamá sabía cómo llegar a la gente y dió en el clavo
Anette/ quiero que tengas a Samuel, ya lo he gozado y no me importa que tú también lo hagas
Mamá/ en serio no te incomoda? Te propongo un cambio para ser más justas ambas, te parece? Yo estoy con Samuel y tú con van, lo de Vinicio será porque tú me lo pides de esa manera pero con van y Samuel que sea un intercambio..
Anette se mordió el labio inferior, siempre le he gustado pero no hubo oportunidad conmigo antes, era su oportunidad
Anette/ acepto! Tú con Samuel y yo con van.. Pero el querrá conmigo? Soy vieja para el..
Mamá se levantó y dejo la copa en un taburete, luego se inclinó hasta besar a su amiga en la boca apasionada mientras se metía un dedo en la vagina moviendolo dentro, le quitó la copa a Anette y metió en dedo en el whisky meneandolo en la copa, dejaba el sabor de su vagina impregnada con el lubricante de Vinicio pero Anette solo creería que fue la vagina de mamá, volvió a meterse dos dedos, Hurgo profundo dentro de su vagina y de nuevo mezclo los dedos en el whisky y mojados se los dio a chupar a Anette
Mamá/ el querrá Anette, yo me encargo de ello
Le lanzó un beso con los dedos y salió de la recámara dispuesta a tener conmigo la tan ansiada charla madre-hijo
Mientras mi madre estaba de apoyo con su gran amiga mi papá estaba con Mónica en su recámara, Mónica es mi hermana de 16 años, pelirroja igual que mamá, cabello largo lacio de hermosos ojos verdes, senos en punta de pera y pezones de cono rosados, cadera estrecha y nalgas redondas paraditas, piernas largas delgadas torneadas y muslos redondos morbidos, papá la tenía empinada en uno de los sofás de la recámara de ella, estaban desnudos, se la estaba cojiendo como lo viene haciendo desde hace dos años, bueno al menos desde entonces yo los descubrí, mi papá me ofreció dinero pero no lo acepte como chantaje, le pedí se haga de la vista gorda ente mis hermanas y yo a cambio de mi silencio y claro, aceptó encantado, mi papá lleva la vieja costumbre de sus antepasados donde el sexo entre familiares era común, mi madre también acepta aquellas prácticas salvajes como ella les llama, pero hoy en estos tiempos modernos, prefiere hacerlo de una forma discreta, no es que papá no lo haga discreto, solo que el se lanzó directo con Mónica y ella de inmediato lo aceptó, he visto como goza con cada metida de verga que papá le da, el tiene un pene grueso y largo que hace que mi hermana grite de gusto cada que se la coje y es diario, me gusta mirarlos porque quiero saber los gustos de mi hermana, no he visto nada diferente en estos dos años, supongo que a ella le gusta cojer con el por el hecho de que es su papá y eso le da un sabor excitante a la relación, a que hija enamorada de su padre no le gustaría metese con él en su cama y dejarse cojer como puta de calle cada que a él le venga en gana? Papá le agarraba las tetas pellizcando sus pezones mientras se la metía profundo en la estrecha vagina, en una de esas Mónica volteó a mirarme y dijo
Monica/ que haces tú ahí mirando cada que papá me coje eh, porque no vienes y te unes con nosotros.. Ahhh.. Ahhh.. Ay papá.. Ayyy
Papá/ ven hijo.. Tu hermana quiere fiesta, vamos a darle una.. Ohhh.. Aprieta fuerte la condenada
Mónica/ ahhh.. Ahhh..y que esperabas?.. No soy una de las perras que te gusta cojerte en la calle, yo sé bien a quien le doy las nalgas.. Ahhh.. Ahhh
Fui hasta donde estaban ya desnudo y con el pene erecto, listo para que mi hermana se lo metiera en la boca y me lo chupara, ella estaba apoyando sus manos en el borde del sofá, así que se lo arrimé, abrió la boca y se lo metí profundo haciéndola toser
Mónica/ ahhh.. Cuidado! Me ahogas hermanito.. Hummm.. Que delicia de verga tienes.. Hummm
Papa/ hey.. Me voy a poner celoso cariño.. Ohhh.. Que rico lo aprietas.. Ohhh.. Ohhh..
Mónica/ tranquilo papi.. Van es solo un complemento.. Ahhh.. Tu eres el único.. Ayyy
No me importó escucharla, sabía que lo decía solo por ser papá pero en realidad yo sé que Moni se derrite por mi Verga enorme, además tengo mi platillo fuerte que es mamá
Papá/ Ohhh.. Cambiemos hijo.. Ah.. Ven a cojerte a tu hermana y deja que esa boquita me chupe mi verga Ohhh..
Cambiamos posición, y a diferencia de mamá Mónica si gritó fuerte cuando se la metí hasta el tope, empezó a chocar sus nalgas en mis muslos haciendo más Honda la penetración
Mónica/ Ayyyyy.. Que ricoooo.. Ayyyyy.. Ayyyyy
Papá/ wooo.. Que rico la chupas hija.. Ohhh.. Me encanta como la sabes mamar.. Ohhh.. Tus labios sin tan suaves y tiernos… Ohhh..
Empecé un mete y saca rápido con mi verga dándole duro a mi hermana que gritaba cuando no tenía la verga de papá dentro de la boca, mi papá anuncio que se la iba a meter por en culo, volvimos a cambiar posiciones
Mónica/ ten cuidado papi… Lo tengo muy estrecho.. No me lastimes ok.. Aaaah.. Aaaah
Un grito agudo me anuncio que ya se la había metido por el ano, yo fui el primero en cojermela por detrás, cuando Moni tenía doce años se la dejé ir hasta el fondo, recuerdo que no le sangro porque tuve la precaución de dilatarle primero el agujero metiéndole desde antes cosas delgadas como el mango de algún cepillo de dientes o un marcador de punta redonda, luego una zanahoria pelada hasta que soportó el mango de un cepillo bastante grueso, fue entones que me animé a probar con mi verga, la primera vez batallé para meterle la cabeza porque la tengo muy gruesa, pero ya cuando entró, lo demás se le fue al fondo fácil deliciosamente rico, desde esa vez siempre que cojemos me pide se la meta por el ano, con papá le gusta fingir para que el se sienta su cojedor más eficiente, yo lo dejo creer eso para que me siga permitiendo cojer con ella y con Isela, quizás algún día podamos cojer en familia todos aún que no creo que mamá llegue a estar de acuerdo con eso nunca, Mónica arreció sus mamádas en mi verga sacándome una eyaculada abundante que le llenó la boca y salpicó su cara bonita al mismo tiempo que mi papá lanzaba un gemido anunciando también su eyaculación inundando el ano de Moni de esperma
Papá/ rápido hijo! Cambiemos!
Queee, estaba loco si pensó que yo me tragaria su semen del culo de Moni, pero cuando vi sus nalgas redondas, ofrecidas y su ano resumando esperma me abalance sobre el a chupadas y lengüetazos comiéndome el esperma caliente y pegajoso de papá mientras mi papá la besaba tragando mi esperma de su boca y cara, Mónica se dejaba hacer complacída, sabía que ni mamá se daba el gusto que ella se estaba dando con su papá y hermano al mismo tiempo, se sentía la reina, solo yo sabía la verdad, mi papá le ocultaba a mamá su relación con Mónica, Mónica le ocultaba a papá que yo soy superior en el sexo a el según su criterio y Mónica no sabía que mamá es mi reina preferida y única, ella e Isela son mis princesas favoritas, terminamos la orgía, mi papá fue el primero en decir que estaba satisfecho, Mónica quería que yo la siguiera cojiendo pero le dije que mamá había enviado un mensaje porque esa noche quería darme su platica de madre hijo y estaba por llegar
Mónica/ rayos!! Mi mamá de lejos toma el control tuyo y de papá! Quisiera tener ese poder jajaja
Yo/ calla hermosa, sabes que ella es la reina de la casa no? Hay que obedecer.. Hummm
La besé con ansias dándole mi lengua durante varios minutos hasta que mi verga quedó flácida, solo entonces dejé de besarla
Mónica/ si viene mamá en camino es mejor que te vayas, imagínate si nos encuentra juntos desnudos!!
Yo/ quizás esta noche mamá sepa lo nuestro y lo de papá..
Mónica/ Queee, estás loco!! No se te ocurra decirle! Nos matará a los tres!
Yo/ confía en mi hermanita, crees que de saber que hay problemas se lo diría? Pero que ella lo sepa es mejor que andar a sus espaldas exponiendo todo a mandarlo al carajo, voy a tantear terreno, no soy tan estúpido creeme
Mónica asintió y termino por mirarme muy seria
Mónica/ confío en ti, y papá también, por favor no lo eches a perder o nos irá mal a todos ok, ahora vete que voy a darme una ducha y no quiero me veas desnuda jajaja
Salí contento, presentía que mi hermana se es estaba enamorando de mi, pero no estaba seguro, igual yo solo la amo como hermana, me gusta y la deseo pero hasta ahí
Secretos
Mamá entró a mi recamara, mi papá sabía lo importante que es una charla con Mamá sobre todo si es larga, mamá le comentó que ella quería tener su charla madre-hijo y estuvo de acuerdo en dormir solo esa noche, el sabía que mamá y yo terminaríamos de madrugada porque lo mismo hizo mi abuela con mamá y cada uno de sus hijos, era una tradición griega del pasado, se lo había contado mi propia abuela, mi mamá llevaba puesto un vestido color plata brillante de tirantes sin mangas muy corto como siempre ajustado a su figura perfecta, una delicia de mujer, yo la esperaba acostado, desnudo, me había dado un baño después de lo de Mónica pero seguía cachondo, la vagina de mi hermana ocupaba en mi mente, su tersura, su calor, su olor, todo, justo cuando mamá entró a mi habitación me encontró jalandomela duro, como si aún me estuviera cojiendo a Moni, cerró con pasador la puerta y también se desnudó, su maravilloso cuerpo se exhibió Tremenda a mi vista, la he visto muchísimas veces desnuda y en cada ves me quedo admirado de su belleza, su figura es perfecta, delgada, cintura estrecha, caderas de curva perfecta, senos erguidos, en forma de dos peras grandes y jugosas de pezones gruesos en cono rosados, vientre liso de ombligo pequeño, su pubis cubierto por una mata de vellos rizados rojizos, nalgas redondas y paraditas, piernas largas torneadas de muslos redondos y gruesos de carne muy blanca y morbida, se dirigió a la cama y se acostó a un lado de mi, alargó la mano derecha y la colocó encima de la mia ayudandome con mi masturbación, lo hizo lento, guiando mi mano de arriba a bajo apretando mi tronco suave
Mamá/ tienes una delicia de pene, no me canso de tocarla..
Seguí en silencio disfrutando de su mano en mi pene
Mamá/ anoche tuve mi primera experiencia con un pequeño, nunca lo había hecho con uno menor de catorce..
Yo/ que pasa con nosotros mamá? Tu, yo, papá, mis hermanas.. Cuando dejamos atrás la moral?
Mamá/ Amm me parece que yo y tu padre nacimos sin moral, herencia de nuestros antepasados, es como todo, costumbres, retos, orgullo, desde niños fuimos educados en la creencia de que lo que veíamos era lo correcto, al crecer nos damos cuenta de que todo fue una estrategia de todo un pueblo para continuar con el degenere con pretexto de que sus dioses lo permiten, tú y yo por ejemplo, nos dejamos llevar por la lujuria y el deseo y mira lo que hacemos, podemos criticar a mis antepasados y echarles la culpa de lo que hacemos concientes de que hacemos mal? Al menos ellos de verdad creían que era correcto, nosotros creemos que no lo es y aún así lo hacemos, ni a ti ni a tus hermanas se les a inculcado la cultura del incesto pero tampoco les hemos puesto límites, se les dió una libertad total de elegir su sexualidad, si hacen uso de eso de acuerdo a la sociedad entran dentro de lo moral, si hacen algo fuera de las reglas de esa sociedad, quedan fuera de esa moral, yo no te seduje, solo te di lo que deseabas hace tiempo, me has estado espiando desde niño, sabías que hacías mal y no te importó, yo sabía que lo hacías y no me importó, quizás debí reprenderte o castigarte pero estoy convencida que eso no te hubiera quitado el deseo que ya sentías por mi, ese deseo creció en tí, nadie te lo inculcó, veías a tu madre con deseo insano, yo cumplí tu fantasía
Me quedaba claro que mamá no tenía remordimiento alguno por lo que hacemos, eso me gustó, haría más fácil decirle mis secretos
Yo/ entonces?
Mamá/ empieza por decirme lo que tú tienes guardado, te prometo que sea lo que sea guardaré el secreto si tú me lo pides y no haré escándalo por nada de lo que me digas
Nos miramos a los ojos, la mano de mamá estaba jalando duro, me daba un rico placer sin peligro de hacerme terminar
Yo/ ok, tengo sexo de vez en cuando con tus hermanas, las tres, y algunas de sus hijas, con Mónica e Isela tengo relaciones desde los 14, y descubrí que mi papá y Mónica tienen sexo desde hace dos años, ya tuve sexo con Raquel la hija de Anette tu amiga varias veces y ahorita antes de que llegarás hicimos un trío papá Mónica y yo en la recámara de ella, lo demás ya lo sabes, mis amigas y maestras del colegio etc
Mamá arreció sus apretones en mi pene ya hinchado de placer por estar sintiendo su mano
Mamá/ sabía casi todo, lo de tu papá con Mónica y como te dije lo de el con mi hermana, lo del trío es nuevo para mí y lo tuyo con tus hermanas lo sabía, lo que no entendí es porque dijiste que si ellas saben lo nuestro no dirían nada
Yo/ sabías todo eso!! Y porque no has dicho nada? No te importa?
Mamá/ podría hacer algo al respecto? No, igual lo seguirían haciendo a mi espalda, sabe tu papá que tú y yo tuvimos relaciones?
Yo/ no, no creo.. No lo sabe nadie, solo nosotros
Mamá/ ok, mañana en el almuerzo quiero que en cuanto bajes me tomes ahí mismo entiendes?
Yo/ pero mamá! Estarán todos! Papá y mis hermanas!
Mamá/ pues entonces con más ganas, entiendes el punto?
Claro que lo entendí, mamá quería una desquite con papá, quería ver su reacción al ver que yo le hacía el amor delante de todos, y mis hermanas sabrían de golpe lo nuestro, en pocas palabras mamá quería dejarles claro que ella es la reina de la casa y claro, yo la iba apoyar en todo, después de todo el poder cojer con ella sin escondernos sería bastante excitante
Yo/ ok mamá, haré lo que quieras, si no te importa a mí tampoco, estoy de tu lado
Mamá/ lo se, ahora cojeme, tenernos toda la noche
Me gire encima de ella, besé su boca desesperado probando sus dulces labios carnosos, nuestras lenguas chocaron entrelazadas hurgando el interior de nuestras bocas, bajé hasta su cuello lamiendo y mordiendo, mordí su hombro izquierdo y volví a subir por su garganta mordiendo su morbides hasta de nuevo besarla con pasión, mis manos acariciaban su cuerpo desnudo palmo a palmo sin dejar centímetro por explorar, su espalda hasta las nalgas redondas y macizas, sus caderas hasta sus muslos torneados y morbidos, bebí su aliento con ansiedad, desesperado como si nunca la volvería a besar, en un momento la penetré introduciendo mi verga a fondo, despacio, pero de un solo empujón hasta sentirla toda adentro de ella, así la tuve quieta varios minutos, podía sentir los espasmos de su vagina apretándola, mi mamá me apuraba a cojermela salvaje, estaba demasiado excitada para resistir esa quietud de mi verga en su vagina
Mamá/ Hummm por favor hijo.. No me tortures más… Cojeme yaa.. Hummm.. Ricoo..
Así dure unos minutos más dejando que ella misma se clavara en mi verga con sus rápidos movimientos de su cadera, luego cuando tuvo su orgasmo sola y mientras se estremecía de placer empecé a cojermela con furia, metiendo y sacando mi verga vigoroso moviendo mi cadera como máquina de coser y mi verga fuera una aguja cociendo su vagina, los gritos de mamá eran ahogados, ella no suele ser escandalosa, pero cuando la penetré por el ano sin avisar fue entonces que salió de su letargo de placer y empezó a gritar más fuerte, la habitación es aprueba de ruido pero aún así dudé si papá estaría escuchando tras la puerta, le di la vuelta de espalda a mi dejándola boca abajo en la cama, mordí su espalda y las nalgas hasta los muslos, subí de nuevo a su cuello y la penetré metiendo mi verga por su culo, en esa posición lo sentí más apretado, más estrecho y mamá también por lo que sus gritos eran fuertes y continuos, no tuve piedad, la penetré salvaje, ignoraba si papá ya la había estrenado pero por lo pronto yo me estaba dando gusto culeandomela como si fuera mi mujer, y lo rico de todo es, que desde ese momento mamá sería también mi mujer compartida con papá cuando me diera la gana, el tiene que viajar seguido, así que prácticamente yo seré el encargado de complacerla en la cama estando el o no, puedo decir que mi mamá, es ahora mi mujer y se la voy a compartir a papá de vez en cuando, quizás más delante le prohíba acostarse con el a mamá, estoy seguro que hará lo que le pida, y mis hermanas también, pero con ellas no tengo problema si él quiere darles verga, mamá terminó en un orgasmo ruidoso y a los pocos minutos terminé yo también eyaculando un torrente de placer dentro de su hoyo anal. Agitados y sudorosos nos besamos satisfechos, con la promesa de una vida sexual de desenfreno y lujuria sin pudor ni censura
SANSARA
Ahí estaba de pie en la entrada de mi casa justo debajo del marco de la puerta principal de caoba autentica, un vestido ligero azul marino estampado a flores blancas grandes ajustado al cuerpo resaltaba mi figura perfecta, mi amplísimo escote permitía ver mis senos turgentes de carne morena casi completos, mis gruesos pezones estaban marcados en la tela erectos, tengo caderas anchas, nalgas redondas y parada, mis piernas son perfectamente torneadas de muslos gruesos y mórbidos, no soy fea ni bonita pero tengo unos ojos azules hermosos además de unos labios carnosos que invitan a besarme, estaba nerviosa, que diría mi marido si supiera lo que hago cuando él no está en casa? Seguramente su orgullo le impediría hacer un escándalo y simplemente tomaría sus maletas y jamás lo volvería a ver pero Van es un chico que me pone cachonda cada que lo veo y el deseo que siento por él debe ser apagado o las cosas se pondrán mucho peor más delante, no es la primera vez y creo que tampoco será la última que engaño a mi marido con algún hombre que me atraiga físicamente, mi amor es para él solamente de eso no tengo duda porque lo amo de verdad pero en el terreno sexual Augusto deja mucho que desear últimamente, Van es hijo de mi gran amiga Livia y si ella se entera de esto seguramente se molestaría bastante conmigo pero igual que a mi marido le guardare el secreto jaja, de verdad soy una traviesa empedernida y no tengo remedio, si con este vestido Van no se pone duro entonces nada habrá que hacer, su juventud me excita además de ser guapísimo sé que su experiencia con otras de mis amigas o conocidas es basta e interesante por eso deseo probar yo misma su condición sexual, me dijeron que su discreción rebasa los requerimientos de cualquier mujer y eso es justo lo que necesito para ser infiel
Van toco el timbre, mi intención no era precisamente durar mucho con él ya que la servidumbre estaba por levantarse y otra por llegar para sus labores diarias, las 5 de la madrugada es una hora perfecta para tener visitas secretas ya que nadie en la casa puede darse cuenta a menos que el ruido sea exagerado cosa que cuido muy bien de evitar, un short corto arriba de sus rodillas blancas y redondas, pantorrillas gruesas y macizas. Muslos musculosos y lleno de pelos rizados, Una playera sport de cuelo desabrochada al pecho ancho y musculoso, lampiño, sin barba pero con un bigote delgado sobre su boca de labios delgados y tentadores, nariz recta y unos ojos verdes hermosos, cara ovalada de mentón cuadrado y firme, cejas ligeramente pobladas y un cabello corto peinado hacia un lado quebrado en rubio rojizo, verdaderamente Van es un chico de 17 años muy atractivo y guapísimo a la vista de cualquier mujer y un peligro eminente para las casadas jaja
Van/ hola señora Sansara… Recibí su mensaje y como usted lo pidió nadie sabe que estoy aquí con usted
Van no es un chico que se ande por las ramas, lo conozco desde niño y según fue creciendo me di cuenta que es un chico demasiado precoz, Livia su madre lo sabe y creo que para mi gusto le ha dado demasiada libertad al igual que Von su padre pero bueno, eso a mí ahora me resulta de bastante ayuda para seducirlo
Yo/ ¿señora se escucha de una mujer vieja no crees? Porque no mejor me llamas por mi nombre y asunto arreglado Van, entra, vamos a un lugar más cómodo para poder conversar a gusto… Sígueme a la sala ya conoces el camino
Van/ claro como guste Sansara
Lo sentí mirándome las nalgas, su mirada taladraba mi ligero vestido y obviamente inicie movimientos más exagerados con ellas ondulándolas de un lado a otro provocativamente, siempre que me pongo algún vestido o falda corta ensayo mis movimientos ante un enorme espejo de casi dos metros de alto por uno y medio de ancho que tengo en mi recamara para mirarme tal y como me verán mis amantes en turno o simplemente para saber que sigo poseyendo un cuerpo de diosa griega como lo afirma mi adorado maridito, la entrada principal da casi frente a la sala de recibir que está en un desnivel y hay tres sofás de piel negra, caminamos hasta ahí y me senté junto a Van hundiéndome en el cómodo sofá, cruce las piernas y mi vestido de por si corto se me recogió hasta la cintura dejándome desnudas las piernas completas y una buena parte del contorno de mis nalgas, Van no se inmuto ni trato de disimular para mirarme descaradamente con ojos lujuriosos, ya tenía entre sus muslos un tremenda erección bastante aceptable para su edad, adrede recargue mis brazos en el borde del respaldo del sofá y mis tetas erguidas se inflaron turgentes asomando la mitad del pezón por mi escote ante la mirada lasciva de Van, suspire emocionada y lo mire directamente a los ojos, esos hermosos ojos verde turquesa que tiene particularidad de su familia completa
Yo/ ¿sabes porque te envié ese mensaje verdad? Me parece que sobran las explicaciones tontas y lo único que queda es hablar honestamente, dime que quieres por tu silencio
Van/ esto de obtener algo a cambio de mi silencio se va haciendo una costumbre muy beneficiosa para mi Sansara, no es la primera vez que me pasa algo como esto, o ¿será que las señoras casadas que conozco todas suelen ponerle los cuernos a sus maridos y estoy justo en el lugar y momento oportuno?
Sansara/ más bien diría inoportuno en mi caso jaja pero igual ya no tiene remedio y quiero saber tu precio
Sabía perfectamente lo que me iba a pedir pero me gusta hacer las cosas de forma que no quede ninguna duda para ninguno de los interesados en todos los casos y asuntos
Van/ me parece que sabe perfectamente lo que le voy a pedir, dinero no necesito así que el precio de mi silencio es nada
¡! Ahora sí que me quede asombrada¡¡¡no podía creer que un chico despreciara la oportunidad de poseerme así tan fácil! Me removí inquieta en el sofá haciendo que mis nalgas se me vieran al menos una completa, me sentí totalmente rechazada y humillada, ¡increíble! No me lo podía creer
Yo/¡¡Auuchh!!Eso dolió… ¿supongo que sabes lo que yo me esperaba verdad?
Van/ lo imagino, pero eso no será por algún chantaje de mi parte, usted es una mujer casada pero tiene libertad de elegir sus acciones y no soy quien para juzgarla o denunciarla, obvio me gustaría mucho intimar con usted pero eso será solo si usted así lo desea y no por obligación
¡¡ Vaya con el muchachito Había escuchado cosas buenas de él y su discreción, pero resulta que es todo un verdadero caballero!!
Yo/ vaya, de acuerdo, mentiría si te digo que no estoy admirada y sorprendida por tu caballerosidad, y mentiría si te digo que no quiero acostarme contigo, así que tu decide que ¿quieres hacer?
Van/ quiero acostarme con usted Sansara
Apenas término de decir eso cuando mis labios buscaron los suyos y su lengua busco la mía enlazándonos en un apasionado beso lascivo, sus manos de inmediato recorrieron mis muslos desde mis rodillas hasta mis caderas bajando hasta mis nalgas agarrándome ansioso la carne mórbida palpando cada centímetro de mi piel, un calor de lujuria recorrió mi cuerpo cuando sentí su lengua hurgar el interior de mi boca, sus boca juvenil y fresca absorbió mis besos de firme, sentí sus dedos introducirse lentamente dentro de mi humedecida vagina, pronto se había dado cuenta la ausencia de mis calzones, mi clítoris fue blanco de sus pellizcos y su aliento apago mis gemidos de auténtico placer
Yo/ ayy mi amor… hace muchísimo que deseaba estar contigo así… Ahhhh… me encantas… no tengo mucho tiempo cariño… ahhhh tómame por favor…
VAN
La señora Sansara siempre me ha gustado solo que nunca se había presentado oportunidad de poseerla, se perfectamente de sus aventuras con otros hombres, quizás ella se cree muy discreta pero sus amantes en turno han gustado de darle gusto a sus lenguas por donde quiera que van pasando, el circulo donde se mueven los ricos es basto pero también muy quisquillosos y vulnerable, las noticias buenas o malas corren como electricidad rápidamente y todo mundo se entera de todo, Sansara es una mujer madura de 52 años, de cabello lacio a los hombros muy negro, su cuerpo es bastante apetecible y se conserva de maravilla, tiene unos senos turgentes erguidos y sus pezones son gruesos y duros, es bonita pero sin llamar demasiado la atención con su rostro, sus ojos azules son bellos y las caderas son amplias, sus nalgas redondas y paraditas excitan la vista de cualquiera, pero sus ¡¡piernas!!, que ¡¡piernas!!, tremendas, largas y perfectamente torneadas, ya tiene inicios de celulitis en sus muslos gruesos de carne mórbida pero eso para nada le quitan lo tentadores que lucen cada que los exhibe descaradamente a la vista de todos, sé que sus empleadas todas mujeres saben de sus aventuras y les da buenos bonos por su total discreción, eso mi propia madre me lo ha contado de ella y de sus otras muchas amigas, ventaja de tener un contacto tan íntimo y directo con mi madre, así que el que las empleadas llegasen a trabajar o que las que se quedan de noche dormir se levantasen no era razón de preocupación alguna para mí y estoy seguro que para ella tampoco una vez encarrilada en el sexo, sentía la carne de sus muslos mórbida, era un deleite para mi saborear su boca y morder sus labios gruesos carnosos llenos de ansias prohibidas, con mi mano izquierda agarre su seno derecho metiéndola entre su escote apachurrándoselo con los dedos pellizcando su pezón endurecido, mi mano derecha metida entre sus muslos debajo de sus nalgas y dos de mis dedos metidos en su vagina empapada, Sansara tiene una vagina amplia y caliente, su jugo vaginal empapo toda mi mano al instante apenas haberle metido los dedos, la sentía estremecer de gusto y sus gemidos cerca de mi oreja provocaban que mi tremenda erección creciera al máximo ansiosa de penetrarla, escuche como se difteria en mis brazos, sus suplicas de penetración eran auténticas y su voz apenas era un susurro placentero en mi oído, sentí su aliento caliente, constante, de su boca no dejaban de salir susurros dulces y provocadores cargados de lascivia y deseo in sano, mi madre sabe todo acerca de mis aventuras con sus amigas y las aprueba, claro que me hace contarle todo a detalle una vez que se consumen los encuentros porque a ella le encanta masturbarse escuchándome para luego terminar cogiendo conmigo, no son pocas de sus amigas con las que he logrado acostarme, algunas de ellas ha sido gracias a mi propia madre que enlaza mis citas con ellas a veces a petición de ellas mismas, mi madre lo hace porque su orgullo crece de verme asediado y creciendo como un verdadero gigolo griego a imagen de su padre y abuelo sin tomar en cuenta para nada que también tengo sangre vikinga de parte de mi padre holandés, como sea soy afortunado de tener unos padres así de liberados sexualmente, me dejan libertad de elegir mi conducta sexual sin importar la decisión que tome, a veces me dan ganas de experimentar un lado bisexual pero siempre termino por arrepentirme de tener esos deseos homosexuales, una de mis mejores amigas, Lucille me dice que lo intente, que ser bisexual como lo es ella es una experiencia verdaderamente increíble ya que se tiene la opción de experimentar con hombres o mujeres y así conocer el placer que se tiene con cada uno de ellos, lo he intentado dos veces y las dos veces terminé por abortar la practica a la hora de estar empinado listo para ser penetrado, Lucille me ha tenido paciencia y deja que la decisión sea completamente mía a la hora de decidirme a realizar mi cambio sexual, Sansara estaba temblorosa, su boca entre abierta suplicaba una penetración, pero a mí me gusta saciarme de las mujeres con las que estoy en contacto sexual y no me gusta terminar para nada rápido ni estar apurado a amenos que esto sea necesario y en su caso no lo era para nada. Le introduje dos dedos más pata tenerle dentro cuatro de mis dedos hurgando el interior de su caliente vagina hecha agua por completo, sus jugos ya mojaban la piel del sofá y se había formado un pequeño charco que mojaba sus nalgas y muslos, lo pude sentir en mis mano metida bajo sus nalgas entre sus muslos, no me importo romper su vestido por el escote, sus senos quedaron expuestas al aire erguidos y turgentes con sus pezones duros apuntando a mi cara, al instante deje de besarla y dedique mi boca a chupar sus pezones erectos jugando con mi lengua en sus aureolas y en las puntas de los pezones, recorrí su garganta mórbida y su cuello torneado hasta volver a besarla apasionadamente fundiendo su aliento con el mío
Sansara/ ahhhh mi amor… que rico siento estar aquí contigo… ahhhh no sé porque me has dejado hasta el último ahhhh
Seguí acariciando sus muslos y chupando sus senos, sus manos buscaron mi verga bajo el pantalón entre el cierre sacándomela erecta y dura, estaba hinchada de placer lista en sus 8 pulgadas para penetrarle su caliente vagina húmeda y pulsante
Sansara/ ahhhh ¡¡mi amor!! Es ¡¡ enorme!! Huuum… ahhhh ¡¡una delicia de verga!! Métemela… métemela yaaa
Sansara
¡¡ Que verga de chico!! ¡¡ Es enorme!! ¡¡ Tremendamente deliciosa!! Sentí como mi vagina pulsaba de ganas por sentirla dentro de mí, todo mi cuerpo me pedía a gritos ser penetrada por esa belleza de carne gruesa y cabezona, no era la primera vez que veía una verga de ese tamaño, incluso había tenido otras más grandes dentro hasta de mi ano pero nunca imagine que un chico de su edad tuviera esa verga tan hermosa y perfecta, solamente los negros en varias partes del mundo me habían hecho sentir partida por la mitad con sus monstruosas vergas largas y gruesa de cabezas del tamaño de un manzana, Van no se quedaba atrás, me encanto que su verga fuera de ese tamaño y grosor, me encantan las vergas grandes y cabezonas, lo fui invitando a penetrarme, me recosté poco a poco deslizándome en el respaldo hasta ir quedando recostada en el asiento mientras mis piernas quedaban abiertas exhibiendo mi coño empapado totalmente a su vista cargada de morbo y lujuria, Van me había visto coquetear y luego salir de un discreto bar en un rincón alejado de la urbe citadina, jamás imagine encontrarme ahí a nadie que me pudiera conocer y menos a el que siempre frecuenta lugares de alcurnia, saltaba a la vista lo que iba a suceder al salir con aquel tipo alto y atlético, Van lo supuso o almenos así lo creí yo cuando fije mi mirada de súplica en la suya de asombro y luego de complicidad, mi mini vestido amarillo estampado con flores pequeñas negras no dejaba lugar a dudas de lo que pasaría, esa noche iba vestida como una autentica puta callejera, así me gusta vestir y sentirme cuando salgo en busca de alguna aventura corriente y vulgar por los rincones inhóspitos a orillas de la gran ciudad de burdeos Francia, no llevaba sostén y mis pezones se marcaban tal cual erectos en la tela casi transparente, mis senos salían casi completos por entre el escote y mis piernas lucían desnudas hasta el inicio donde se asomaban mis nalgas dejando ver con cualquier movimiento parte de mi pubis peludo sin calzón alguno cubriéndomelo, no diré que fue un shock pero si un inconveniente bastante desafortunado para mi integridad casi nula, sé que mis aventuras son conocidas por muchos de mis conocidos y amigas pero han sabido respetar mi espacio y nunca me han delatado en nombre de esa amistad, en cuanto a los jóvenes no estaba muy segura de que ninguno pueda sostener un secreto en su boca por mucho tiempo, así que desde mi salida de aquel bar mi preocupación fue constante y no permitió disfrutar del cien por ciento del sexo, le había enviado un texto de WhatsApp a Van aquella mañana siguiente citándolo a una conversación discreta y privada y ahora aquí estaba abierta de piernas permitiéndole penetrarme con su enorme verga cabezona una y otra vez deleitando mi libido lujúrienlo y morboso, nunca había experimentado con un menor de edad y menos con uno tan atractivo y con una verga de ensueño para cualquier mujer que se jacte de ser insaciable en la cama, había valido la pena que me hubiera echado a perder aquella noche de sexo y placer a cambio de ser el mismo quien recompensara esa aventura cogiéndome personalmente, estaba segura que en delante mí nombre estaría en su lista de preferencias cada vez que me diera la gana sentir su verga enorme dentro de mi húmeda vagina
VAN
Que suerte había tenido al descubrir la aventura de Sansara en aquel bar de mala muerte la noche anterior, eso me abrió sus piernas y también la posibilidad de estármela cogiendo cada que me dé la gana, estaba seguro que a ella le gusto y que el placer que estaba sintiendo era suficiente para seguirme abriendo sus piernas en cada momento, sé que es una mujer que le gusta tener varios amantes casuales, pero seguro que yo seré uno de sus preferidos
La Decision de Von
livia
Después de haber estado con Vinicio el hijo pequeño de Anette la idea de volver a experimentar con algún otro me estaba matando, noches enteras de masturbaciones imaginando a pequeños desfilar por mi cama o estar entre mis piernas penetrándome con sus pequeñas verguitas, se lo había comentado a mi hijo y se comprometió a ayudarme a lograr estar con alguno de los que él pueda enterarse son se suma confianza, pero la verdad comparto el temor de la misma Anette porque los pequeños son inseguros y bajo amenazas son fáciles de disuadir por cualquier persona, debía ser muy cuidadosa en ese terreno que acababa de explorar y que tanto me había gustado, mis sueños eróticos los ocupa preferentemente mi hijo Van porque estoy enamorada de el desde la primera vez que me poseyó, de haber sabido que soy motivo de sus masturbaciones desde hace tiempo que lo hubiera seducido a mi conveniencia, la ventaja de ser su madre es que a nadie le importa que entre a su habitación a cualquier hora, todos saben que gusto de caminar en las madrugadas para comer algún aperitivo y que a veces entro en cualquiera de las recamaras para darles un beso o simplemente saber que están bien, por lo regular mis recorridos los hago desnuda ya que a esa hora nadie anda despierto, bueno, eso pensaba hasta que descubrí a Von mi marido saliendo de la recamara de Mónica nuestra hija, desde ese entonces le agarre la hora y los días en que la visita pensando que yo estoy acostada con cualquiera de mis hijas a excepto con mi hijo porque en aquella ocasión Von aun no sabía que Van y yo manteníamos relaciones recientemente después de que el me encontró con aquellos tres tipos en el patio a punto de ser cogida por ellos, la verdad descubrir aquello no me causo ninguna inquietud o enojo, el tener sexo con Van llenaba todas mis expectativas sexuales y desde ese momento en que fui suya dejo de importarme lo que mi querido marido haga o deje de hacer, no me he divorciado de él porque sé que monica la tomaría contra mí porque aparte de que él se la coge y le da ese placer incestuoso tan delicioso lo ama como su hija que es, en cuanto a Isela no creo tener ningún inconveniente por ello, será cuestión de pensar bien las cosas y que Monica elija con quien decide quedarse, sé que a Van eso le encantaría porque lo he visto ponerse celoso cada que le cuento que me fui a la cama con su padre, curiosamente sus celos solo se concentran en su padre ya que tolera bastante bien saber que me acuesto con otros siempre y cuando le avise anticipadamente para saber dónde estoy y con quien, quizás le gusta tener el control sobre mí y lo que hago con mi vida sexual, salió más estricto en ese aspecto que mi propio marido y eso me gusta porque me siento amada y protegida por él, creo que en Van tengo a un verdadero caballero y al amante perfecto que venía necesitando desde hacía tiempo atrás, me había decidido a pedir el divorcio, la verdad amo a Monica y a Isela pero no me importaría si alguna de ellas o las dos decidiera quedarse con su padre porque igual las seguiría amando.
Entre a la alcoba, Von estaba acostado viendo un programa porno de videos japoneses en internet en nuestra pantalla de 80 pulgadas, las chicas casi se veían de un tamaño real al coger, eran exactamente las 2 de la madrugada, había dado mi recorrido eventual a las habitaciones de mis hijas y de Van, Von se estaba masturbando jalándose la verga hinchada y venosa, tiene una cabeza grande, es casi tan gorda como la de Van pero más corta, igual me encanta chupársela cuando la tiene parada, estaba desnudo al igual que yo, me miro sonriente sin dejar de jalarse el tronco de carne, camine hasta el mirándolo de una manera extraña, note que de inmediato noto algo diferente en mi forma de verlo
Von/ ¿qué sucede Livia? ¿Pasa algo malo?
Sus ojos enfocaron mis ojos luego mis tetas, bajo hasta mi pubis cubierto de pelos rojizos perfectamente delineados en triángulo y luego a mis piernas torneadas, sé que le fascinan y son su delirio como el de Van
Yo/ voy a chuparte esa verga tan rica que tienes… luego quiero que me cojas como nunca en tu vida… al terminar quiero hablar de nuestra relación…
Asintió sin decir nada, camine hasta él y le agarre con mi mano derecha la verga dándole jalones arriba y abajo disfrutando quizás por última vez de su dureza, Von dejo escapar un gemido, era bastante obvio que ya estaba a punto de terminar con sus masturbaciones antes de que yo llegara, lo sentí ponerse más duro, se la jale con más fuerza, quería dejarlo totalmente satisfecho, lo quiero pero ya no lo amo, mi amor ahora era completo para Van mi hijo, deseaba ser únicamente para el en mi corazón, me subí a la cama a horcajadas poniendo una pierna a cada lado de su cuerpo estirado, mi vagina quedo exactamente arriba de su enorme varga cabezona, me fui sentando lentamente hasta sentir como me iba entrando la cabeza primero abriéndome la vulva al máximo, un terrible estremecimiento sacudió mi cuerpo cuando la tuve adentro llenándome por completo mi canal hasta el útero, mis nalgas quedaron al aire antes de estar completamente ensartada en su verga, un rápido sube y baja empezó Von con su verga cogiéndome como sabe hacerlo, es fantástico, pero no suficientes desde que Van me hizo suya, aun así experimente un placer tan intenso que me hizo terminar en una agradable orgasmo placentero, Von continuo metiendo y sacando su verga de mi vagina por espacio de varios minutos, sus manos se encargaban de acariciarme las nalgas abriéndomelas hasta meterme un dedo en el ano dándome tremendo placer, realmente sabe cómo complacer a una mujer experimentada como lo soy yo, de eso no tengo queja alguna de él, de pronto el pensar que ya no estaría conmigo me encogió el estómago, sentí un tremendo vacío y una desesperación terrible en mi pecho, aun lo quería demasiado pero no me detendría hasta que Van ocupara ese vacío completamente en mi ser, estaba consiente que con mi hijo no podría llevar una vida social completa en pareja dado las normas y moral existente en todo el mundo, pero eso no era ningún problema para mí, llevaríamos una vida sexual plena a escondidas del mundo y en sociedad seriamos una madre y su hijo que se aman y adoran como cualquier otra familia común, Van me había dado una idea de cómo podríamos tener una vida íntima más plena en familia como pareja sin restricciones del mundo social, mis abuelos me heredaron una hacienda en las afueras de la ciudad en medio de un vasto bosque propiedad de ellos desde sus antepasados que fue pasando de herencia en herencia hasta mis días, Van me sugirió acondicionar la hacienda como nuestra residencia para habitarla y vivir nuestro romance alejados de ojos mirones y bocas chismosas en plena libertad a nuestra sexualidad y gusto incestuoso entre nosotros y nuestras hijas si estas decidieran unirse a nosotros, habíamos quedado exponerles la idea juntos y confesarles nuestra relación abiertamente para que en delante en caso de estar los 4 juntos en la hacienda no haya secretos entre ninguno de nosotros dándoles libertad a ellas de hacer lo que les plazca con quien les plazca en todo momento, una fuerte embestida de la verga de Von me despertó de mis pensamientos, un tremendo placer recorrió mi cuerpo cuando lo sentí eyacular dentro de mi vagina un torrente de semen caliente que se me desbordo por la vulva escurriendo por mis muslos hasta su vientre y luego hasta las sabanas limpias de su cama, no pude evitar gritar de placer, ya no quería sentir nada para que la despedida fuera más fácil pero fue tanto su ímpetu que de mi garganta salieron varios gritos fuertes de intenso placer, quede exhausta, ahíta de placer, mi respiración era agitada y mis tetas subían y bajaban al ritmo agitado de mis respirar, Von estaba también sudoroso y respiraba agitado, generalmente no es ruidoso en la hora de eyacular pero en esa ocasión sus gritos inundaron el cuarto, seguramente nuestras hijas nos habían escuchado y quizás las muchachas de la servidumbre que se quedan en casa también pero que importaba eso, todas saben lo que ocurre en casa entre Von y yopará eso somos esposos y los que pagan sus altos salarios para salvaguardar nuestros secretos más íntimos y pervertidos, rodé a un lado de Von aun respirando agitada, la sesión fue intensa y mi vagina estaba pulsante sintiendo el grosor de su verga ya más flácida a cada minuto, pasados varios minutos todo volvió a la normalidad
Von/ ahora sí, ¿que querías decirme acerca de nuestra relación? Yo también quiero aprovechar para confesarte algo, creo que es tiempo y la ocasión perfecta para hablar de nosotros y lo que ocurre en la casa, ¿quieres hablar primero o me dejas hacerlo primero yo?
Yo/ primero tu- dije sorprendida de que Von quisiera hablar sobre nosotros esa ocasión, era la primer vez que él lo proponía y eso me intrigo bastante
Von/ está bien, iré primero sin rodeos y seré lo bastante honesto para lograr que comprendas lo que digo y la decisión que tome hace varias semanas atrás, quizás ya sepas que tengo relaciones sexuales con Monica… pero si no, te lo confieso ahora para que no siga habiendo engaños, sé que sabes lo de norma tu hermana y sé que sabes que tengo relaciones extramaritales con otras, sé que tienes relaciones con Van y con algunos de mis amigos, créeme que no me importa en absoluto porque es lo justo a lo que también yo vengo haciendo desde años atrás, aquí lo honestos confesarte que no creo que pueda cambiar mi forma de ser con las mujeres, me encanta el sexo y busco variedad en mi tiempo, tu eres una mujer perfecta que satisface y me llena plenamente pero no es la insatisfacción lo que me hace buscar a otras mujeres si no el morbo de sentir otros cuerpos ajenos en mi cama, estoy consciente que por ese motivo no cumplo con mis obligaciones sexuales plenamente contigo y que tus ganas se quedan a medias cada que estás conmigo en la cama, me declaro culpable de eso y todo de lo que me quieras reprochar, estás en tu derecho de hacerlo ahora y siempre que lo quieras hacer, no me siento viejo pero sé que tampoco soy un jovencito y no puedo competir con alguien de la edad de mi hijo ni mucho menos con él al menos en el aspecto sexual, tengo una propuesta que hacerte y eres libre de aceptarla o rechazarla según sea tu interés y motivación hacia esta familia
Von poco a poco se había ido recargando en el respaldo de la cama, su verga aun lucia flácida pero gorda entre sus fuertes muslos peludos, mi mano izquierda lo tomo entre mis dedos y empecé una suave caricia sobándosela lentamente, mis lágrimas corrían en silencio por mis mejillas hasta mis hombros, Von se me había adelantado, me daba perfecta cuenta de lo que me estaba proponiendo y lo que iba a decir después de esa propuesta, “ el divorcio”, creí estar preparada pero me di cuenta que no lo estaba, no en ese momento y no en esas circunstancias, solo evocar el pensamiento de Van mi hijo me dio fuerzas para no suplicarle seguir juntos
Von/ lamento muchísimo que esto llegara hasta estos extremos en nuestra relación Livia, te amo, y es por eso que quiero el divorcio, no quiero ser un estorbo en tu relación con Van y no deseo que Monica llegue a sentir algo que no sea deseo por mí, en lo único que me arrepiento es no haber sabido conservar tu amor y haber elegido el camino equivocado a nuestra sexualidad, ahora tu dime ¿qué piensas de esto?
Estaba triste, pero no podía dar marcha atrás, debía ser fuerte y por eso limpie mis lágrimas y sin mirarlo a los ojos mire el techo acostada como estaba a su lado, mentí
Yo/ la verdad no me lo esperaba, sé que nuestra relación no ha funcionado correctamente desde hace tiempo pero no creí fuera necesario llegar a estos extremos, sin embargo estoy desacuerdo contigo en lo que respecta a Monica, ella está demasiado engrida contigo, en cuanto a lo de Van conmigo debes estar seguro que ha sido solo deseo carnal y nada más, no hay amor ni nada que me impida ser feliz o a él algún día con alguien más fuera de esta familia, si ya tomaste tu decisión nada puedo hacer para cambiarla Von, te amo pero es verdad que lo nuestro cada día se va de pique, estamos con todos menos con nosotros mismos en la intimidad o en sociedad, ya nadie nos ve juntos en reuniones o en familia, tu decide que hacer
Von suspiro fuerte
Von/ quiero el divorcio, lo necesitamos los dos, será duro pero con el tiempo reconocerás que es una decisión acertada de ambos
Yo/ ¿qué tienes en mente?
Von/ me parece que en un mes puedo dejar todo arreglado en cuanto a lo económico y encontrar una casa donde vivir, estaba pensando dejarte esta casa y todo lo que hay en ella, no quiero nada que no sea una pequeña parte de nuestra fortuna, lo demás será para ustedes, sabes que yo sabré como arreglármelas para hacerlo crecer más delante
Asentí con la cabeza, Von es experto en finanzas y fue quien logro hacer crecer la fortuna familiar tanto la mía como la de el
Von/ ¿cuándo hablaras con los chicos?
Von/ en esta misma semana, pero me gustaría que tú también lo hablaras con ellos también en esta semana para que tengan nuestros puntos de vista por igual y evitarles una segunda pena al hablarlo por separado
Volví asentir con la cabeza, fue todo, Von se levantó y antes de caminar a la ducha me dio un beso apenas rozando mis labios, esta vez no me limpie las lagrimas
continua……
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A pasado tiempo 💦
Tengo Ganas de Besistos ricos, de esos que me terminan MOJANDO🔥🥵😈
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