ladylancing
Emilia
29. Ella. Torta sufrida. Escribo mal.
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the smoke from the bonfire followed me
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Ponty Florian
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Me subí a un chevrolet aveo patente 942
Intenté recordar la patente de tu auto
no me salió.
Me dio un poco de esperanza
mi esfuerzo fallido por recordar tu DNI.
Tu fecha de nacimiento todavia
me sale tan natural
como ajustar un nudo.
Me cuesta reconstruir tu cara en mi mente
pero ay, si lo hiciera...
Temo convertirme en el dolor de mi pecho.
Olvidé tu gusto
y de qué lado tenias mi lunar favorito.
También olvidé todo lo que hiciste mal.
Ojalá me olvide pronto también
de que te amo vergonzosa y humillantemente
desde aquel abril
en el que decidí olvidarme de mí
antes de vos.
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Soñé con encontrarte un día
y alegrarme por vos.
Reconocer tu caminar apenas agachado
sonreirte desde lejos
y caminar los pasos incómodos que se caminan
cuando falta una esquina para saludar.
Cómo está tu vida como está tu viejo
cambiaste de laburo
yo sigo en el mismo me mudé.
Tu hermana qué tal y la tuya.
Unas manitos chiquitas agarradas de tus manos
una bufanda tejida por otro par.
Si, se llama como tu hermano, no, no es por él.
El tiempo a vos no te pasa
que lindo que te esté yendo bien.
Imagino que un tiempo después
me prendo fuego desde las entrañas
con combustible de devoción obstinada.
Sueño aún mas seguido
llamarte sin actuar excusa
solo para escucharte respirar
y que se me resbale de la garganta
veamonos, demos otra chance.
Distinguirte desde el balcón
esperar nerviosa
a que entres con una llave que te quedó guardada
dormir usando solo las pulseras
y que me mires con los ojos de antes
que borremos por completo el interludio, que no exista.
Lo triste es que ni uno ni otro.
Hemos perfeccionado el arte
de saber lo suficiente
para que yo te extrañe como nadie,
a nadie, nunca
para no sorprenderme en quince años
para que no me sorprendas una noche de abril.
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Hace diez años
antes de dormir me prendo un cigarrillo
me dejo enfermar lentamente
me abrigo la garganta con humo caliente.
Hace diez que lo quiero dejar.
Hace un año
antes de dormir te lloro
te cuento como estuvo mi día
por lo bajo y sin que puedas escuchar
ni te interese.
Hace un año lo quiero dejar.
Es más fuerte que el olvido
más agrio que el vino barato.
Quiero olvidarme por un minuto
del peso de tu espalda relajada contra mi pecho
y de lo equivocado que se siente
construir recuerdos sin tus manos.
A veces, si me concentro mucho
puedo silenciar a mi cuerpo que pide a gritos
un poco más de humo.
Ayuda mucho no poder fumar en espacios cerrados.
Pero tu voz cantando mi canción favorita
puede sonar en mi cabeza
dentro de mi propio ataúd.
Y me deja caminando descalza en el asfalto caliente.
Por un minuto quiero
no necesitar un cigarrillo y prescindir de recordarte.
Ambas cosas me tienen ceñida y amordazada
ambas me quieren ver morir de a poco.
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Siento que tengo una condena
que es duelar eternamente.
Por eso me despierto
un otoño más tarde
y todavía duelen los huesos.
No equivalen el quebranto de ahora y el de entonces.
Ya no asfixia.
Ya no sangra.
Es un dolor sordo
como el de quien lleva un cuerpo extraño
alojado en el pecho.
Ni molesta demasiado
ni se deja olvidar.
Hay días que quiero
pisar el cementerio, besar tu tumba.
Pero en la lápida no estaría tu nombre
sino el nombre que yo tuve
cuando sabía amar sin cinismo.
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La idea que quería reír en mis amaneceres
que no se conformaba con no ser
que asumió sus ganas de respirar a contraluz
Una idea que no se contentaba con la animación suspendida
ni tuvo vértigo de caminar por la cornisa
Una idea que recorrió la piel y no la mente,
que se formó en lo profundo de la espalda.
La idea que fue valiente, que fue madre,
que fue rey.
Que supo parar cuando me miró a los ojos
que dejó que la honestidad la ahogara
en ese mismo mar.
Cada vez que creo añorarla,
me corrigen, me corrijo
"a la idea de ella".
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Hay algo en recuperarse que sabe un poco mal.
¿A dónde fue
lo que casi
te mató?
Jugó con tus entrañas un tiempo.
Y de a poco podes despegar los párpados
que tienen cada vez menos lagañas
como si pudieras ver de nuevo pero de a fragmentos.
No pasa de pronto.
Es un desalojo ocurriendo
un centímetro de pecho a la vez.
¿Qué queda cuando el vacío también se va?
Si podes hasta sentir la sangre
volviendo a las venas.
No quiero decir que extraño la desolación,
solo que me parece muy cobarde.
Perversa.
¿Por qué me rompió los huesos
si no iba a matarme?
¿Qué le costaba llegar hasta el final?
¿Qué la detuvo?
Tampoco me estoy quejando.
Puedo quejarme, pero poco.
Hay algo en sobrevivir la adversidad que te saca un poco de m��rito.
Si yo estaba lista
para ser mártir.
Ahora no estoy muerta,
solo tengo una cicatriz
que me recorre el cuerpo
como si me hubieran suturado torpemente después de que la angustia me parta en dos.
Lo que no te dice casi nadie
es que la zona cicatrizal
no siempre, pero casi,
siente menos, o duele por nada.
Hipostesia o hiperalgesia.
Y lo que no te dice nadie, en serio,
es que el alma que se rompe
también tiene cicatrices.
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Quiero saber si me vas a mentir otra vez
cuando ella respire fuerte al lado tuyo
en la cama que nunca fue nuestra.
Quiero que dejes de negarla
un día, un minuto.
Que te animes a decirme
que es más fuerte que nosotras
más histórico que mi humilde huella
y más grande que el océano.
Decilo rápido, mi amor,
que el mar otra vez nos está tapando.
Nunca aprendí a escuchar bien
con la cabeza bajo el agua.
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Hoy hace un año sentí que me arrancaban de cuajo la falsa ilusión de felicidad, inconmensurable y todopoderosa.
Hoy hace un año me cuestiono todos los días si en algun momento fue más que eso. Hace un año me convenzo a fuerza de sollozos que si, que fue.
Pero tengo un problema, y este ya te lo he contado: es difícil continuar sabiendo cuan capaz sos de ser feliz si no podes lograrlo otra vez.
¿Te imaginas? Un poco como romper un récord. Un beso de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. Una caida de 10160 metros de altura. 1092 panqueques hechos en una hora. Una felicidad indescriptible.
Hay que seguir sabiendo que fue cosa de una vez. Aunque lo entrenes, aunque lo intentes y lo busques. Es un poco determinación, o suerte, o práctica. Un máximo que no se repite.
Hace un año me empujaron de este puente. Y por eso a veces es mas fácil creer que nunca fue real. Porque no puede darse por perdido algo que nunca estuvo ahí.
Hace un año no me cortaba el pelo. No tiraba dados. No conocía a gente que hoy me regala poesía. Escribía menos.
Hoy hace un año estoy entendiendo mis falencias, aprendiendo a estar sola, comprendiendo que no hace falta. Hace un año que mis amigas me agarran de la mano más fuerte que antes. Hace un año que decido no soltarlas.
Hace menos de un año que no nos vemos pero hace un año que no beso. No como corresponde. No con entrega, con devoción, con hambre. Hace un año no me ducho de a dos.
Hace un año me cuesta distinguir si mi banda favorita te la mostré yo a vos o vos a mí, porque al final creo que aprendí a escucharla de verdad cuando íbamos con las ventanillas bajas por avenida del Libertador, así que capaz, de alguna manera, la conocí con vos.
Hace un año evito Zona Norte. Casi un año pasó sin que me suba a un tren.
Van 12 meses de conocerme como nunca y desear no conocerte en igual proporción que desear conocerte otra vez.
Doce meses de no querer ser consciente de que puedo querer de la forma en la que te quise. Prefiero un mundo en el que no conozco mi capacidad de querer desaforadamente.
Doce meses de alegrarme de haberte querido como te quise, también.
Hace un año que quiero saber cómo está tu día y pienso para qué.
Hace un año que te extraño a veces como compañera y a veces como amiga y a veces como el cariño más pristino que puedase sentir.
Hace un año pienso dos veces antes de compartirte música con temor de que te la vuelvas a apropiar.
Hoy hace un año no escucho la banda de la que hablamos cuando me dejaste en mi casa la primera cita, que conociamos vos, tu hermano y yo, y tal vez la madre del baterista. Hace un año mi número de sobrinos se redujo por dos, y después por tres.
En este año creció mucho la monstera. Conseguí mascotas. Perdi imaginación. No hice tostadas, ninguna. Me hice más hermana de mis hermanos. Tomé varios trabajos. Dejé alguno. Me hice monotributista. Cobré mejor. Me vestí increíble para no hacer nada. Conocí otros amores. Les tuve miedo. Las lloré. Escuché más Taylor Swift de lo que hubiese imaginado jamás. Decidi congelar ovulos. Desistí. Cociné mucho y para mis amigos. Estuve en mas cirugias de las que recuerdo y en mas guardias de lo que es sano. Usé el perfume que vos tambien usabas. Lo terminé. Me olvidé de tu olor a pesar de intentar recordarlo. Me acordé del sonido de tu risa. Lloré. Lloré y grité y me enojé y te leí y te quise. Te quise tanto que me sentí morir. Porque hay cosas que no cambian.
Hace un año que intento alegrarme de imaginarte con alguien más. Intento alegrarme de imaginarme a mi con alguien más. Hace un año no toco tu espalda. Hace un año no te veo dormir.
En este año me di cuenta de que estoy bien sola porque sola nunca estoy.
Me di cuenta de que te necesito menos de lo que te quiero.
Me di cuenta de que soy capaz de querer de otras formas.
Me di cuenta
de que te apareces en mi mente
siempre que a mi alrededor hablan de amor.
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Quiero contarte
que la gente que quiero se casó.
Son muchos. Y hablamos mucho sobre el amor
aunque no sepamos definirlo bien.
Creo que para mí
todo se reduce a una sola pregunta:
en quién pensas
cuando todos a tu alrededor
hablan de amor.
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Yo le dije que a veces nos enamoramos del vínculo
no de la persona
o sí
un poco, menos, o no.
Ella me dijo que el futuro está dormido.
Yo le dije que del futuro nos enamoramos.
Ella me dijo que lo quiere todo
yo le dije que cuál todo
o sí
un poco, más adelante, o no.
Ella me dijo que el futuro lo quiere ahora.
Yo le dije que del futuro no me quiero enamorar.
Ella me dijo que me extrañaba todos los dias.
Yo le dije que también.
Ella me dijo algo de las estatuas
y que alla hace un grado menos que acá.
Me dijo que quizás
en un futuro
que no se en diez años o en cinco o en quince
si sí o si no.
Yo le dije
que el futuro está dormido.
Pero no conté con que no duermen los muertos.
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Acerquen ahora mismo
las complejidades al cadalso.
Dejenlo todo asi,
simple y desmalezado.
Hay una pira de todos los adioses
les ordeno que la enciendan
con besos de piedra.
No hay tiempo para perder
suelten la guillotina
tan pronto como el rencor se acerque al patíbulo.
Traiganme al alquimista
a las rastras si es preciso.
Expliquenle que se lo ordeno
cambiar la naturaleza de este amor
haganlo platino
haganlo estaño
lo que sea menos lo que es.
Rápido.
Tengo que contarle
que soy monarca
que soy hermana
que soy testigo
que soy amiga
que soy amante
que soy resignio
que soy vieja, mujer y fuerte
y a veces ni lo uno ni lo otro ni lo otro.
Que quiero ser lo que quiera ella.
Más rápido
necesito contarle
antes de ser algo más.
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De todo lo malo, lo peor
es que nada signifique nada.
No hay simbolismos válidos
y es imposible construir
en un mundo en el que todo puede no ser cierto.
Compartir a los amigos
crear un universo
armar una historia
que no representa a nadie.
¿Qué puede haber de cierto
en la familia que se desvanece?
¿Qué honestidad pueden sostener
los besos de hojarasca?
¿Qué futuro promete el carbón
con su rojo avivado por el viento?
Si cuando el viento se apaga
no es ya siquiera carbón
mas bien solo ceniza.
Cuando el abrazo es tan fuerte
no son tangibles las costillas.
Y es esperable que sean mentira
el futuro y hasta el presente
pero cómo se sigue caminando
cuando el pasado no es pasado
sino ficción y tinieblas.
Lo peor que me quedó
de todo lo malo
es la certeza de la desconfianza
y saber que todo
puede significar nada.
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Por años usé su ropa
sin quererlo ni saberlo
distraída como siempre
perdiendome en tu forma
de oler el cuello de las camisas
y la ropa no era cómoda.
Me senté en su lugar en tu mesa
y me atrapé los dedos desarmandola
y armandola de nuevo
cada vez que venian tus amigos
a distraernos del hecho de que ese lugar
no era cómodo
porque no era mío.
Cociné con sus ollas
aunque ella no las había visto nunca
pasé mi mano por las piernas
que eran solo de ella
aunque no las habia besado todavía.
Vi el mar con su sobrina a upa
usé su cepillo de dientes y lo deje en tu casa
sin saberlo
distraida en lo mucho que sonreías
besé los labios que me eran ajenos
solo para mantenerlos tibios.
Escuché cuando sus oídos estaban sordos
y me hipnotice mirando lo que no podias mostrarle.
Simplemente no supe
que el lugar en tu mesa
y la ropa
y el cepillo de dientes
y las piernas
y los sobrinos
y las ollas
eran legitimamente suyos.
No me avisaste que solamente
querias que le guarde el lugar.
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¿A dónde se llevan las cenizas de un amor que murió?
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Si esta noche mi cuerpo se cubriera de moretones
agradecería cada uno.
Porque significarian una mañana
de haber despertado
creyendo que el futuro existía.
Los desgarros en la piel podrian decir
que por una tarde
por unas horas
volví a sentirme viva
con tus manos enredadas en mi pelo.
La vida es
ante todo
aferrarse a la esperanza.
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Si esta noche mi cuerpo se cubriera de moretones
agradecería cada uno.
Porque significarian una mañana
de haber despertado
creyendo que el futuro existía.
Los desgarros en la piel podrian decir
que por una tarde
por unas horas
volví a sentirme viva
con tus manos enredadas en mi pelo.
La vida es
ante todo
aferrarse a la esperanza.
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