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Por más que intente negarlo todavía ruego por que regreses y me digas que me extrañas tanto como yo a ti. No puedo dejar de pensar en todo lo que fue de nosotros y lo lejos que pudimos haber llegado. Te echo de menos, aunque debes estar pensando lo contrario porque intento no demostrarlo. Si supieras que lo primero que espero al levantarme es ver un mensaje tuyo, pero ya comienzo a rendirme. Aún miro tus fotos y trato de saber más de ti. Tengo tu número en mi celular, y guardadas todas tus dedicatorias. Aún siento celos de la chica que en este momento debe estar enamorándote, mientras deseo estar en su lugar. Te extraño, te quiero, te necesito. ¿Se acabará aquí nuestro destino?

Lia.

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Ya estoy cansada de que me fallen. A veces siento que doy más de la cuenta. No doy para recibir, no espero nada a cambio, pero al menos ¿qué les cuesta demostrarme que valgo en sus vidas? He tomado la decisión de no estar tanto tiempo para los demás, que dejen de creer que yo estoy disponible las 24 horas del día cuando ellos me necesitan. Ya no más. Yo también soy humana, yo también necesito a alguien que me valore y no sólo me utilice como un pasatiempo. He quedado impresionada de cómo en la vida hay tantos casos de personas que permanecen, ciegamente, al lado de los que más las lastiman, parece ley de la vida, mientras que a quiénes realmente deben acompañar es a los que les están dando la espalda, los que están detrás dispuestos a ayudarlas como sea, y así hay más detrás de ellos y más gente detrás… es como una cadena que hace mucho daño. Algunos creen que es cierto que mientras peor seas con los demás, más estarán ahí, y no los culpo. Pero yo creo que en algún momento recibirán su lección y todos esos seguidores abrirán los ojos finalmente. De eso se trata la vida, de aprender de nuestros errores. Y yo ya he aprendido. Debo crear un equilibrio en la mía, como lo venía diciendo: no dar tanto de mi PERO tampoco esperar tanto de ti.

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Todo terminó tan rápido. Sin yo saber qué se sentiría estar entre tus brazos. Sin escuchar tu voz de cerca. Sin conocer el sabor de tus labios. Sin tocarte. Sin tenerte a mi lado. Pero ella sí, y la envidio demasiado.

Lia (vía: lanubedelia)