liarth

[liarth]

@fi0nazu             #𝘊𝘏𝘈𝘘𝘜𝘌𝘛𝘈

esconde la nariz en su bufanda, tras aflojarla sobre su cuello para cubrir un poco más de rostro y, además, sepultar el pedido de regresar a alabaster que casi se le escapa de los labios. no quiere arruinar la salida, pero lo cierto es que, ahora mismo, sometiéndose a tan baja temperatura en una fila que avanza sumamente lenta, la idea de estar afuera no le parece sensata en lo absoluto. ‘ ¿tienes mucho frío? ’ por su parte, cuenta con bufanda, guantes y sweater, por lo que despojarse de abrigo y extenderlo a fiona poco después resulta natural: ‘ uhm, creo que la necesitas más que yo. ’

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@n0tgabriel    *        ¿𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘯𝘦𝘷𝘢𝘯𝘥𝘰?

‘ empezó hace un ratito. no es el mejor momento para salir, si es lo que planeabas.  ’ tras un asentimiento corto es que contesta, en lo que termina de grabar la caída de la nieve a través de la ventana con su teléfono móvil. y va tan sumergida en su actividad, que la vergüenza habitual no la detiene de solicitar una opinión a la otra persona: ‘ ¿te puedo preguntar qué canción le pondrías a esta historia? ’ inclina pantalla hacia el contrario para enseñar el video.

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@mozziefied      *           ¿𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘢́𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘥𝘦 𝘯𝘪𝘦𝘷𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰?

sin decidirse a abandonar el techo en el cual se encontraba posicionada, observaba los grupos de personas reunidos a lo largo del predio cubierto de nieve cuando la pregunta llega a sus oídos. ‘ eh. ’ se pierde en unos instantes de duda, debe mirar detrás suyo y asegurarse de que la pregunta realmente ha sido dirigida a ella. ‘ ¿lo dices en serio? ’ no es que el plan no le resulte entretenido, mas no sería la primera vez que por inseguridad envía un mensaje distinto y más antipático del que pretende.

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@wahlcs    *         𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘮𝘦 𝘩𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘨𝘦𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘤𝘦𝘳𝘦𝘣𝘳𝘰.

hace una sutil mueca de labios, curvándolos hacia abajo. ‘ no eres el único. ’ poco a poco empieza a mejorar su temperatura corporal, pero desde que atravesó la puerta de entrada no ha hecho más que frotar las palmas de sus manos sobre ambos brazos y caminar en el lugar para deshacerse de las bajas temperaturas que se respiran fuera. ‘ ¿crees que ese café tenga muy mal sabor? ’ se refiere al de la máquina expendedora cercana. 

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@willharvelle , @sidovnies , @clyvde           #𝘈𝘓𝘌𝘈𝘛𝘖𝘙𝘐𝘖

‘ — perdón, me... ’ no, no. tose, aclara su garganta y vuelve a empezar, bajo la sensación de que necesitará elevar el volumen de su voz un poco más si busca llamar la atención de la otra persona. no quiere pedir ayuda, pero desde la escalera en la que se encuentra subida reconoce que cierta asistencia para alcanzar las decoraciones en la caja del suelo tornaría todo más ágil. ‘ eh, disculpa, ¿estás ocupadx? ¿te puedo pedir un favor? ’ en una de sus manos sostiene una guirnalda preparada por el club de voluntariado.

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‘ eh... ’ esta segura de que pateó algo, pero con la oscuridad se le dificulta saber el qué. rápidamente intenta iluminarse con la linterna que le habían dado, dos golpecitos nerviosos al dorso de la misma re-confirman (por séptima vez en lo que va de la noche) que no tiene cómo iluminar más. ‘ perdón, no sé a qué le di. ’ por ende, se agacha en dirección a donde cree que salió disparado el objeto dispuesta a sacarles la duda. ‘ ¿qué tanto dependes de esos lentes? ’ 

‘ ¿escuchaste eso? ’ puede escucharse algo de temor en pronunciación ‘ dime que no pisaste mis lentes… ’ si no se equivocaba, tenía la culpa por dejar cosas en el suelo, además que la oscuridad no ayudada tanto. 

[liarth]

en busca de pilas para su linterna es que avanza por los pasillos, figura de cléo presentándose en su radio de visión como una posible ayuda para solucionar su dilema. ‘ oh, no —   no fumo. ’ se queda en el lugar, dudando sobre si es bienvenida a avanzar ( la pregunta que la llevó hasta ahí ha pasado a un segundo plano de momento ). ‘ por suerte, no creo que haya escenario más desolador que este para lidiar con tu rechazo. ’ que asume hubiera existido, dado que apenas se conocen. ‘ ¿cléo, cierto? ’ y da un paso, ahora sí, hacia delante.

escena era digna de película indie de bajo presupuesto : en uno de los ventanales del salón, había encontrado lugar para sentarse en hueco del mismo, mirada hacia el exterior y silueta apenas iluminada por la tenue luz de la luna. en su diestra, cilindro de marihuana. “sólo comparto si me agradas.” entona, al percibir pasos cercanos a ella.

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mvnroe​

“ oh, yo no me preocuparía por eso. no se meten contigo si tú no te metes con ellos. ” menciona, en un intento por tranquilizarle. ceño se frunce frente a la sugerencia, pues contraria no parecía tan convencida. “ ¿estás segura? puedo ir sola, si te da mucho miedo. ” no tarda en ofrecer, con preocupación tiñendo facciones. 

‘ mh, suena a que sabes mucho del tema. ’ por supuesto, no considera la idea de quedarse sola por más de media fracción de segundo: ' no, no. ¿la regla número uno de estas situaciones no es permanecer juntas? ’ sacudió el rostro formando una negativa antes de hablar, dispuesta a esperar a que la contraria avance, para ir justito detrás. la vergüenza por su comportamiento, a causa del evidente nerviosismo que exhibe y se adueña de sus pensamientos, es un problema para el futuro. ‘ te acompaño. no tengo miedo, de verdad. ’ 

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kwakkiever​

‘   te   prometo   que   si   lo   están   ofreciendo   ’   le   dice   con   ilusión   de   que   la   contraria   comparta   aquella   misma   emoción,   pero   ante   la   aclaración   comprende   que   no   es   así,   da   un   asentimiento   solo   para   que   supiera   que   la   escuchaba.   ‘   no   lo   tomo   como   el   descuento,   lo   tomo   como   una   bebida   caliente   que   nos   hará   bien   ’   y   estirar   las   piernas,   no   podía   explicar   cómo   odiaba   estar   adentro   y   no   era   por   ninguna   claustrofobia,   adoraba   el   exterior   y   la   naturaleza.   ‘   pero   si   quieres   puedo   acompañarte   a   que   cheques   lo   de   tu   dormitorio,   hay   más   chances   de   que   volvamos   en   una   pieza   así   ’   sugiere   elevando   ligeramente   los   hombros.

ilusión del contrario luce tan genuina que casi lamenta no ser el tipo de persona que alentaría correr el riesgo de salir bajo aquellas condiciones — y está a punto de decirlo, pero la oferta que llega después la descoloca: ‘ ¿lo dices en serio? ’ por un instante, duda. ‘ digo, gracias pero, no. estás loco. ’ últimas dos palabras se le escapan entre sonrisas. ‘ es peligroso salir. ’ cree estar devolviéndole la amabilidad al sugerir mantenerse dentro, pero por si sus intenciones de enmendar la situación no son claras vuelve a hablar: ‘ ofrecen café caliente en el otro piso, no será como el de esas cafeteras italianas que mencionabas pero... ’ puede ser un buen consuelo, piensa, sin la audacia de terminar la frase.

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‘ no creo que — eh, ¿estás seguro de que lo ofrecen? ’ de todos modos prefiere acatar la sugerencia de no exponerse a aquél clima. además, la comida y bebidas que ofrecen en el edificio le parecen suficientes para atravesar bien el temporal. ‘ solo saldría para comprobar si cerré bien la ventana de mi dormitorio, ’ que cree que sí, pero nunca siente seguridad sobre ese tipo de cuestiones. ‘ o algo importante, teniendo en cuenta lo riesgoso que sería. ¿supongo que el descuento no califica como una emergencia para ti...? ’

‘   hey,   sé   que   recomendaron   que   no   deberíamos   salir,   pero   escuché   que   en   la   cafetería   están   dando   promoción   2x1   en   cafés   ¿vamos?   ’   pregunta,   estaba   envuelto   en   su   bufanda   y   abrigado   lo   suficiente   como   para   que   no   le   importara   mucho   el   frío,   quería   una   distracción   de   no   poder   estar   tanto   con   su   teléfono.   ‘   parece   que   tienen   esas   cafeteras   italianas   que   van   directamente   al   fuego   ’   añade   antes   de   que   lo   tomara   de   tonto.

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‘ la... — eh, está bien. ’ decide aceptar la explicación y fingir que no escuchó el grito y, mucho menos, se asustó ante el mismo. ‘ ¿y... funciona bien? ‘ el nerviosismo aún vibra en su voz y es lo que produce aquella pregunta que solo busca torpemente llenar un silencio mientras su respiración se normaliza. ‘ no, para nada, iba por algo para comer. ’ se muerde el labio inferior, dubitativa, cual producto de la tensión que le inspira el ambiente. ‘ ¿me quieres... acompañar? si es que no ibas a otro sitio. ’

ni ella misma sabe a dónde se dirige cuando la luz de la linterna se apaga y la golpea varias veces, tratando de recuperar única fuente de visión, pero justo en ese momento sucesión de truenos se sucede y ahoga un grito, queda atrapado en la garganta pero es ligeramente audible cuando rostro se deforma de terror en la oscuridad. es segundos después que logra normalizar la respiración, recuperarse de ligero temblor que fluye entre dígitos cuando luz vuelve a la linterna, enfocando entonces espacio que queda en frente para descubrir figura conocida. ❛ solo estaba comprobando que la linterna funcionaba. ❜ aclara la garganta, dando la mejor excusa que se le ocurre. ❛ es que esto está muy oscuro, ¿te vas a quedar? ❜ 

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‘ ¿y hay alguna forma de saber si son inofensivos antes de que nos ataquen? ’ intenta sonreír, tomar la conversación a la ligera, pero los hechos pasados, sumado al ambiente impide que logre mantener la calma. ‘ tal vez... deberíamos revisar de dónde viene el ruido. ’ no por primera vez exhibe una dicotomía entre la valentía y el temor, pero el sonido la inquieta.

“ no te preocupes, los espíritus casi siempre son inofensivos. ” intenta tranquilizar a interlocutor, luego de haber escuchado ruidos de dudosa procedencia. “ aunque creo que lo que acabamos de escuchar fue el viento golpeando las ventanas. ”

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desde la distancia en la que se encuentra logra escuchar el comentario, pese a que no haya sido dirigido a ella. y no sabe trasfondo, ni relación que la une a destinatarix de aquella frase, sin embargo, la forma en que interpreta las palabras provoca ansia de entrometerse y devolver a contraria al trabajo en común. manguera en mano, su pulgar obstruye el trayecto del chorro lo suficiente como para desviar el mismo en dirección a las piernas ajenas: ‘ mierda. lo siento, ¿te mojé? perdón. no sabía que tenía tanta potencia... ’

‘ ¿estás o piensas inscribirte al puesto de al agua pato?.. porque deberías ’

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‘ hm, bien decidido. ’ piensa que es lo más conveniente para la recaudación de fondos, pero al cabo de unos segundos se arrepiente de haberlo dicho. ‘ digo, tal vez puedas... presentarte el año que viene, cuando no haya chances de que atentes contra la vida de nadie... ’ dos asentimientos proceden, y como siente que no enmendó la situación, cambia el tema rápidamente: ‘ ¿en dónde estás ayudando, entonces? ’

‘ quise inscribirme en la venta de pasteles ‘ comenta al aire, a persona quien se encontraba más cercana a él. ‘ pero no soy bueno en repostería…’ hay sonrisita en carmesís, recordando último incidente cuando intento cocinar. ‘ quemé los cupcakes ’.

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‘ qué lástima, ¿qué hizo que te arrepintieras? ’ sus labios se curvan hacia abajo por un instante, lamenta aquella decisión porque forma parte del club del voluntariado y sabe que su participación habría contribuido con la recaudación de fondos. ‘ uh, lavado de autos. fue un poco por descarte, y otro poco porque supuse que necesitaríamos gente ahí. ’ se cruza de brazos y mira a su alrededor, dudando en compartir siguiente secreto: ‘ hasta hoy, nunca había lavado uno. ’

‘ ¿inscribirme en la subasta de citas? ¿yo? ’  deja salir una suave carcajada.  ‘ lo pensé, pero me arrepentí justo a tiempo. el pintacaritas es mucho más mi estilo. ¿qué hay de ti? ¿en qué te inscribiste? ’

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— ¿Que podrías invitarlos a jugar? —en lugar de buscar aplausos, se refiere. No es fanática del fútbol, si tuviera que explicar cómo funciona el off-side probablemente se tropezaría con sus propias palabras porque nunca lo nota antes de que el relator lo menciona, sin embargo, ha visto lo suficiente para admirar a un jugador que despilfarra rasgos que, reconoce, la escena frente a sí carece— Es lo que haría Messi, estoy segurísima.

Dani hace equilibrio con la pelota de fútbol en la frente, moviéndose en sintonía hacia atrás y hacia delante para mantenerla consigo, bien postrada sobre la lisa piel. Los niños no le agradan exactamente, pero tampoco los odia, y es cierto que le gusta la atención que estos brindan porque les parece maravilloso e inexplicable lo que Covarrubias hace con la cabeza. Con un impulso, la hace rebotar y luego ésta descansa en el brazo.  —Ahora, aplausos. —Y un par de niños hacen caso, y luego Dani se gira y sonríe ampliamente.  —Ya tengo un séquito, ¿qué te parece?