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Cura

El dolor en el pecho no se alivia con ungüentos, no se apaga con agüitas, ni se lo lleva el viento.

Ese desgarro en la piel no cierra, no hay tornillos que lo sostengan, ni yesos que lo contengan.

El sueño que adormece, la falta de voluntad por la vida, no se curan con letras, ni con música, ni con teatro.

Los calambres no ceden a masajes, no aflojan con vendas, ni se estiran con cuerdas.

El aullido del estómago no se calla con pan, ni con mermeladas o galletas.

Los sueros no curan la jaqueca, y la garganta no se calma con menta.

Las pieles no sanan el pecho, los vientos no llenan los sesos, y las raíces no siembran un infierno...

el infierno ya está dentro.

Me pesan los huesos, me estorba el aliento. Si calla mi pecho, no será por consuelo, será porque al fin decidió no curar.

(17/05/2025)

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Noche

La noche era fría, mis manos temblaban, y por necia, mis piernas también se acalambraban.

El cielo, pintaba un azul que parecia querer borar todo, dejando una pena que no marchitaba. Mientras mis brazos lo envolvían en un abrazo mudo y el motor protestaba nuestro camino.

De repente unas trompetas armonizaron mi casco, y mi pecho estalló como un tiro que cruza lo que la culpa creo.

Las mejillas hundidas gritaban verdades, y los ojos vidriosos, soltaban enjambres mientras él quedo, cómo tantas noches, ajeno a mi dolor.

Luego me converti en harapo, me fui deshaciendo al viento, y a la lluvia, mientras que la mala fortuna voló como golondrina prisionera de un recuerdo, dejando restos en silencio.

Solo buscaba un reconocimiento, algo que honrara mi entrega. Pero fue recibido como si pidiera el mundo.

Aceleró sin mirar atrás, y yo, hecha trizas, dejé en el asfalto fértil la última semilla de mi ternura, para que florezca lejos de su sombra, y ya no alcance a marchitarla.

(16/05/2024)

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Mariposa

Una cita, un compromiso y un testigo se encontraron en la espera de su mensaje. La tarde era fría, y las ventanas se empañaban con la lluvia de su recuerdo. Las horas pasaban, y el fantasma ni por los bordes se insinuaba.

Un bordillo triste tuvo que consolar su inesperada partida, y entre la niebla, sus absurdas excusas fueron recibidas con la bondad ingenua de quien aún cree en la espera.

De nuevo el acuerdo se concretó, sin noche ni luna que marcara lo que nunca ocurrió. Una comida los aguardaba, y entre la rutina se buscaban, pero como un balde de agua helada, la distancia volvió a interponerse.

Ingenua mariposa, que visitas tus recuerdos entre el estiércol: aunque las mañanas disfracen tus alas de milenramas, las tardes y las noches serán cómplices de tus descensos.

(23/05/2025)

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Suspira

El timbre cortó el silencio, y en esa pantalla brillante sólo habitaban letras frías con su nombre completo.

Los días a su lado eran un espejismo, y el camino, un charquito con goticas dibujando asfixia.

No hay marcos en las paredes, ni papeles garabateados con mis versos; las fotos son transparentes, reveladas sin misterio.

En el balcón de sus desiertos, mis dedos dibujaron, masticaron, tragaron… y luego olvidaron.

Hay un dolor más sutil que el grito: ese instante en que su teléfono apagado ahoga la inspiración de escribirle guiones enteros en nidos que nunca fueron nuestros.

Hoy al irse, su beso fue un sello de cera fría sobre mi frente.

No lo sabe, pero con cada despedida, algo en mi pecho aún suspira: un adiós, un olvido, un martirio.

Porque sin saberlo, su incrédula forma de amar detona como mil tormentas el jacalito donde mi nombre, simplemente, nunca fue escrito.

(15/05/2025)

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Cansancio

"Culpa, vertedero de víctima."

A veces solo andamos, solo respiramos y sobrevivimos sin voluntad.

A veces ella nos mira a la cara, con coqueteo, con complicidad y aun así decide que este no es su lugar.

Sobre la vida ya no quedan telas que cortar, hilos que enhebrar, ni pliegues que planchar.

Solo un cuerpo decorado con huesos, exhibido en pieles, vendido por dinero.

Ella entre melodias y risas, danzaba, mientras su latir se aceleraba y sus gritos poco a poco callaban.

Pero ahí, a un costado, no lejos de sus cuencas vacías, sus zapatos marrones resonaban con el tintineo mudo de la muchedumbre.

Me miró con una risa tierna y aun así eligió mantenerme en mi condena.

Tal vez no sea hoy: "pero un día mi amor se cansará de ti"

Y sin un sastre que lo escriba, ni una aguja que lo cosa, me despediré para siempre.

(15/04/2025)

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Fuego

Cállate, bésame y olvida lo prohibido, que la noche no sabe de promesas ni de olvidos.

Acelera, que los focos no sean testigos y que las luciérnagas tejan la herida de un vacío compartido.

Abre los ojos y dime cuánto deseas condenarte conmigo, que nuestras pieles se erizan con el tacto de tus gemidos.

Cierra la puerta, que se nos escapa la razón, y entre lujuria y culpa nos hallamos otra vez en contradicción.

Grita, pero no lo dejes ver, que entre el silencio mi boca te reclama como piel y fracaso.

Muérdeme los labios, deja que la sangre escurra por la culpa de este acuerdo, que nuestros dueños no encuentren el candado de nuestro eterno recuerdo.

Hazme enojar, que eso me excita más que ese lunar en tu espalda.

Colócame donde quieras, que cada rincón tiene tu nombre, y saborea esto que siempre fue para ti un deporte.

Mañana tú le sonreirás a ella,

yo le haré el café a él,

y este fuego como siempre, arderá en silencio bajo la piel.

(22/04/2025)

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Emma

Aun no puedo verte, aún no puedo tenerte, besarte, arrullarte y si es necesario incluso cantarte.

Aun no estas aunque tu presencia esta anunciada, aún no lloras aunque tus lagrimas estén marcadas.

Aun no te encuentro entre las tardes soleadas y aun no te abrigo en las noches nubladas.

Aun ni estas y ya te he visto, te he sentido sin un mínimo organismos, te he plantado, sembrado y hasta regado en busca de tu auxilio.

Aun no estas pero no es un égloga, no es epigrama y mucho menos caligrama.

Aun no estas y ya te escucho, te bailo, te saboreo y te olfateo.

Aun no estas pero mi niña, cuanto te anhelo.

(12/04/2025)

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No quiero

No quiero quererte como quiere la gente: en silencio y a escondidas.

No quiero quererte entre la espuma del río y la sal del mar, quiero quererte en lo profundo de la brisa.

No quiero quererte con tiempo, no quiero que los segundos nos condenen al olvido. Quiero quererte sin perderte, aun sin tenerte.

No quiero quererte sin tocar tu piel, sin besar tu alma, sin escuchar tu ser.

No quiero quererte con cenizas de rosas. Quiero quererte con la flama de mi sentir.

No quiero quererte a escondidas, donde yo te busco y tú, libre, decides no quererme.

No quiero quererte de mi lado de la cama, entre tu brazo y la calma, escuchando tu respiración en cada sueño, sintiendo tus latidos hasta retumbar en mis oídos.

Mi plan de huida ya está escrito. Tú sabes cuánto duele que te desgarren hasta el alma y aun así decidiste no quererme.

Deseame buena suerte...

No querer quererte hasta la muerte.

(14/04/2025)

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Epitafio

Quédate con ella, que mi pecho ya no aguanta más, mis mares se han secado, y ni los tiburones me vienen a buscar.

Quédate con ella, y ojalá no me recuerdes más, que cuando su nombre dices, mi sombra se empieza a evaporar.

Quédate con ella, que no te vuelva a engañar, que no suelte los demonios que juntos tratamos de encerrar, donde cada herida me dejó sin paz, y aún así, decidí estar.

Quédate con ella, y ojalá puedas respirar, que en el aire todavía mi melancolía guarda tu sentir, y con cada paso ya no me se elegir.

Quédate con ella, que hasta su nombre lo confunden con el mío, aunque te aseguro que ni ella podrá curar tu frío, ni entender tus noches como yo lo hacía entre el vacío.

Quédate con ella, pero hazlo ya, que mi futuro sin ti no encuentra lugar.

Quédate con ella, si conmigo no quieres estar, pero recuerda que yo te ame de verdad.

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Visita

Te visito de gota en gota. A veces son cortas, a veces un mar.

No te llevo nada, no te quito nada, pero tampoco te ofrezco mucho. A veces son silenciosas, a veces ni siquiera pueden llamarse visitas.

Paso por tu casa casi como una ladrona: no rompo nada, pero tampoco escucho gritos.

Visito sin prisa, como algo mundano, pero a veces, mi visita se convierte en refugio, en prisma, en bongó.

Siempre disfruto tu cálida compañía, entre los lazos del destino y la fortuna de la vida.

Ojalá pueda visitarte cada mañana con un chocolate caliente, cada tarde con un jugo fresco y cada noche con un té hirviendo.

Tu visita es más inesperada que la mía. Ya sabes: soy una elocuente insegura que necesita tus consejos para caminar sobre el pavimento.

Pero, por favor, no te vayas. Prometo seguir visitándote, aunque sea en los cielos.

Prometo no besarte tanto… y prometo no cumplir lo que prometo.

(11/04/2025)

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Escúchame

Una noche más en silencio, de esas en que la cama es un desierto, las sábanas un glacial y la luna ya no está.

Escúchame, te lo imploro, con la torpeza de mi desdicha, con la voluntad que aún me late en el pecho y la sombra que dejó tu silencio.

Escúchame, que tengo tanto por decirte: confesarte, besarte, gritarte que ni mil historias con la ventana abierta logran borrarte.

Escúchame, con las rodillas heridas y los nudillos sangrantes, que solo así se me escapa la verdad de que me has olvidado.

Escúchame, solo un momento, que la noche no es eterna y los mil compromisos no saben de espera.

Escúchame, una última vez, antes de que despierte y frente a ella vea tu rostro, hasta que el silencio deje de llamarte.

(04/04/2025)

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Conexión

El camino para que estas dos almas heridas conectaran entre políticas y compromisos, solo fue un tono burlesco, sin son ni comparsa.

Un secuestro, un embargo, una bienvenida y una sonrisa fueron el boleto de entrada a una conversación infinita.

Las horas pasaban en la madrugada sin reclamar asilo, y alguna que otra mirada coqueta empezaba a deslizarse en ese largo recorrido.

Un hombre admirable, elocuente y algo frágil se desnudaba frente a sus ojos sin quitarse una sola prenda. Las historias y pensamientos coitaron entre sí, con uno que otro silencio.

Sus mechones largos y sonrisa eterna lo hacían revolotear como polilla frente a su luz.

Pero un recuerdo imborrable de su desdicha derrumbó la fantasía, aunque el sentimiento, siempre resonante, lo esperaba.

Frente a una banca solitaria, un café frío y un beso prohibido.

(20/04/2024)

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Órganos

No sabía que los órganos lloraban hasta que dejé de conocerte.

Los ojos se cristalizan por ver lo que no está escrito, los pulmones secretan humo, el hígado grita auxilios, y el corazón… ay, ese pobre no es más que polvo.

La piel se eriza como escape para ahogar el furor de tus desprecios.

Todo duele y todo corta cuando del amor solo quedan malicias, incomodidades y deseos que me reprochas por amar desde el alma.

Parece que jamás te hubieras enamorado de mí, y los huesos lo confirman. Se hiela tu deseo entre mis dedos, y mis labios solo rozan el escombro de arena que dejaron tus desiertos.

"Lamento no ser lo que esperabas encontrar"

Mis órganos sí funcionan y no mienten, como los que estás acostumbrado ha amar.

Es una pena que desees su traición, mientras yo, entre ruinas, te doy comprensión, mientras yo, sigo latiendo, mientras yo, solo uso el corazón.

(04/02/2025)

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Calló

Nuevamente calló, se silenció y se castigó. La noche era fría, los vidrios empañados, y ella yacía en su lamento, prisionera de su propio silencio.

Escuchaba mientras su alma se desmoronaba. Su mayor desfachatez fue reprocharle una verdad que, hasta el último instante, él se empeñó en negar.

Las sábanas desordenadas la miraban con un consuelo mudo, mientras su piel, erizada como la de un puercoespín, esperaba que su mente y su corazón dejaran de contradecirse.

Creyó que era el fin, pero ¿cómo explicarle a su cerebro que no la perseguía un león, sino el mismo zorro mentiroso, desafiando lo que ella, con pruebas, ya sabía cierto?

Aun así, calló. Aun así, se entregó y se negó a enfrentarlo. Y cada día arrastra el peso de aquella conversación, aquella visita, aquella confesión que él tanto negó.

(22/03/2025)

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Historia

La carretera era eterna y angosta, la fatiga y el cansancio se amalgamaban entre nosotros, mientras nuestras bicicletas rodaban casi por inercia.

Los autos pasaban tan cerca que rozaban nuestros codos, y las tractomulas, acechantes, nos arrebataban el aire como si reclamaran su territorio.

Como nómadas, nos adentramos en un pequeño pueblo que vestía un monumento con su nombre.

No dudamos en volvernos eternos con los píxeles que nublaban nuestras vistas.

La sed era insaciable, y el sabor a tierra mojada, con una pizca de hierro fundido, nos despedazaba en cada suspiro.

Finalmente, la jaqueca se apoderó de él, aunque yo —la eterna hipocondríaca de la familia— era quien florecía a su cuidado.

Una bolsa de yogur de fresa, escondida en mi mochila, se volvió el néctar que rescató sus labios.

Jamás olvidaré su mirada de admiración, ni sus palabras ligeras en medio del agotamiento.

En ese instante no solo fui su salvadora, fui su guerrera, su guardiana, y su pequeña amapola.

(19/03/2025)

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Él

Tus mejillas exhiben comillas expresivas, porque sí.

Los murmullos de tu frente me reclaman por no besarla, mientras que entre el viento y la polución tus cráteres se llenan de océanos sordos, ahogados por tus miedos.

Aún no he encontrado la manera de amarte, pero en cada escape de la realidad puedo contemplarte.

Con tus orillas y tus rincones me sacio en cada ocaso y antes de que llegue la primavera, entre el invierno y el otoño, te abrigo con un abrazo silencioso.

Tus cejas frondosas me obligaron a escucharte, y cual pantano sombrío, me pierdo entre tus vacíos.

Llámame infantil, invasiva, apegada, ilusa, inmadura, y hasta llámame por mi nombre si quieres, pero llámame, que el sonido de tu voz me eleva a lo más recóndito del amor.

(12/03/2025)

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Habla

La presión en el pecho, los escalofríos, la piel erizada, solo síntomas de angina qué hoy me mata.

El cuerpo habla y el alma llora, sollozante, clamando venganza.

No es la cura, pero quizás sea un alivio para el honor que entre afiladas mentiras desafiaste en mi confianza.

Siempre vuelves a la misma ventana.

¿no te cansas?

¿Buscas algo, o solo alimentas ese ego frágil que tanto ocultas?

A veces te desconozco.

Es una pena que el engaño sea parte de ti, encarnado en tus huesos, natural en tus palabras, frío en tu mirada.

Espero que un día tengas el coraje de quedarte donde estás, o al menos, de huir con la verdad.

(23/02/2025)