lilyp0nder

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Luz de estrellas ⋆ ˚ ꩜ ｡ (cuento corto original y acogedor)

Recuento de palabras: ~1169

Tema: Noche, luz de las estrellas, diamantes, frío

Resumen(?): ¿Cómo sería mirar la Tierra desde arriba a través de la visión de la luz de las estrellas?

Empecé a despertar dentro de este cuerpo. Ha sido un poco aterrador y un poco divertido. Antes, me paseaba por el espacio alrededor del pequeño orbe. Ese pequeño orbe microscópico. Revoloteaba y bailaba alrededor de las rocas que me rodeaban. El espacio a mi alrededor era helado, pero yo ardía. Estaba caliente y era una luz etérea. ¡Luz! ¡Era una luz brillante! Yo era luz de estrellas.

No recuerdo cómo fui creada ni cuándo fui creada. No tenía un concepto del tiempo. El tiempo me era desconocido. No fue hasta que este cuerpo me tomó que me familiaricé con el concepto del tiempo. ¿Cómo entré en este cuerpo? Vengo del espacio alrededor del pequeño orbe y, naturalmente, soy curiosa. Ha habido rocas, polvo, agua y luz a mi alrededor. Incluso ha habido otros orbes alrededor de los cuales bailo, pero cuando me acerqué a este, me quedé un poco más de lo que debía. Este orbe hervía de vida. Estaba en constante movimiento y sucedía muy rápido. No sabía que yo era rápida hasta que descubrí el concepto del tiempo. Vi el nacimiento, la vida y la muerte. ¡Especies de todo tipo! Viviendo, evolucionando, muriendo. Cuanto más miraba, más lentas se volvían las cosas.

Cuando las cosas empezaron a calmarse, pude ver los rostros con más claridad. Pude distinguir diferentes caras y diferentes regiones de este orbe, de la Tierra. Los rostros eran más fáciles de ver en el lado oscuro de la Tierra, en el lado nocturno. Me encaramé en la cresta de uno de los cráteres de la luna y miré hacia adelante. A mi alrededor estaban los soles que formaban constelaciones, constelaciones que me daban vida, y delante de mí una constelación de ciudades los reflejaba. Me quedé allí mirando el mundo. ¡Incluso me atreví a entrar en su atmósfera! Tal vez me he vuelto un poco más atrevida ahora que he mirado esta esfera un poco más de cerca.

Lentamente descendí hasta un punto en la Tierra. Seguí los bordes de las nubes haciéndolas brillar y resplandecer en mi camino hacia abajo. Detrás de mí había soles, las estrellas salpicaban el cielo azul aterciopelado como diamantes. Otras estrellas. Mis hermanos y hermanas. Me pregunté si alguna vez habían hecho esto antes. No tengo un contenedor, ningún cuerpo que me sostenga. Hace que sea más fácil flotar, rebotar y girar. Los tejados están vestidos con un ligero brillo de gotas de rocío. Las hojas verdes de los árboles están pesadas por las gototas de agua que les cuelgan, agua que cae en una telaraña que la espera y decora elegantemente al caer. ¡Más diamantes! Como mis hermanos y hermanas. Mi propia luz hace que todo brille mientras atravieso una zona residencial. Les hago cosquillas a la pequeña bandada de palomas que se reunían en un poste de luz, riéndome para mí misma mientras se dispersan ligeramente. Continúo y me detengo para observar. Un edificio que marca el final de la zona residencial alberga una pequeña cafetería. Parece que sus ocupantes están cerrando la tienda por la noche. Tres personas salen de la tienda. Dos se quedan mientras el más pequeño, un hombre, cierra la puerta con llave. La más alta, una mujer, se pone su chaqueta de color magenta. A la luz, la chaqueta debe ser de un color fucsia brillante, pero la oscuridad de la noche ha apagado un poco el color. Habla con la mujer un poco más chaparra que está a su lado mientras esperan a que el hombre termine de cerrar. Un escalofrío los hace temblar en el aire frío de la noche y todos corren hacia el mismo coche. Un pequeño carro rojo con una luz trasera rota.

Les advertiría sobre la luz trasera rota, pero ¿qué puedo hacer? He visto pasar ante mí capas de siglos de este mundo. Pasar ante mí antes de que pudiera siquiera entender lo que estaba presenciando. Cuando me di cuenta de que estaba viendo guerras y muertes desplegándose ante mí, ya era demasiado tarde. En pocas palabras: no pude evitar que sucedieran eventos catastróficos que alteraron vidas mientras estaban sucediendo; ¿qué daño causará una luz trasera rota en el gran esquema de las cosas?, me pregunto.

Brillando a través de la noche, me dirijo a los patios traseros y subo por calles empinadas. Acaricio las espinas de los gatos callejeros y me dirijo hacia un campo un poco más allá de la zona residencial. Este campo está iluminado por mis hermanos y hermanas. Este campo parece su escenario personal para mirar. Se sienten más cerca del suelo aquí de lo que se sintieron cuando yo estuve allá con ellos. Un escenario. ¿Qué muestra el escenario? En algún lugar cerca de la línea de árboles que separa los vecindarios circundantes y el campo hay una mujer alta y grande. Está acostada sola sobre su espalda. Su cabello largo y oscuro enmarca su cabeza. Parece un halo oscuro extendido a su alrededor. Su piel pálida contrasta con la ropa oscura, suelta pero cálida que usa.

Sus ojos oscuros reflejan el cielo sobre ella. ¡Puedo ver a mis hermanos en sus ojos! Y se ve tan feliz de verlos. Una suave música sale de ella. No, no. No de ella, sino del teléfono que tiene en las manos. Sus manos sostienen el pequeño dispositivo sobre su pecho. Es una canción de amor. Una balada con instrumentos suaves. Cuerdas y un poco de percusión. Algunos instrumentos de viento también. Su boca se mueve un poco y me doy cuenta de que está cantando. La letra no es triste. Suena como una carta de amor a un amante lejano.

Quiero mirarla de cerca. Quiero ver a mis hermanos. Me doy cuenta de que los extraño. Me acerco a ella y siento que mis hermanos se apiñan más cerca del campo. Su fuerza invisible hace que se sienta más acogedor. Me acerco aún más. Quiero ver el rostro de la mujer justo debajo de mí. Ver a mis hermanos en sus ojos. Un zumbido en la esquina del universo suena. Como el rasgueo de la cuerda de un arpa. Quiero acercarme y lo hago. Estoy tan cerca ahora. Veo un ligero rubor en sus mejillas. Extiendo una parte de mí y acaricio su rostro, iluminando los puntos altos de sus mejillas que se forman ahora que sonríe ante mi toque. La miro a los ojos y en ese momento todo se queda quieto. Todo se vuelve frío y silencioso. Siento que estoy de vuelta en el espacio. Sus ojos se abren ligeramente con un poco de miedo y sorpresa acumulándose en ellos. Parpadea. Parpadeo y siento. El suelo duro debajo de mí es tan frío y las estrellas sobre mí parecen bailar ligeramente. Me siento y me preocupa. Puedo sentir y moverme de maneras que requieren mucho pensamiento y coordinación. Algo me está agobiando. Un cuerpo. El cuerpo de la mujer. La siento conmigo a un lado en este contenedor. Ahora me doy cuenta de que ocupamos el mismo cuerpo.

27.01.2025

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Starlight ⋆ ˚ ꩜ ｡ (cozy original short story)

Word count: ~1139

Theme: Night time, starlight, diamonds, chilly

Summary(?): What would it be like to look down on earth through the vision of starlight?

I started waking  up inside of this body. It’s been a little scary and a little fun. Before, I would wonder in the space around the little orb. That tiny microscopic orb. I would flutter and dance around the rocks that surrounded me. The space around me was icy cold but I was burning. I was warm and I was airy light. Light! I was a brilliant light! I was starlight.

I don’t remember how I was created or when I was created. I didn’t have a concept of time. Time was unfamiliar to me. It wasn’t until this body took me in that I was introduced to the concept of time. How did I get into this body? I come from the space around the tiny orb and, naturally, I am a curious one. There has been rock and dust and water and light around me. There have even been other orbs I dance around, but when I got close to this one, I lingered a little longer than I should have. This orb simmered with life. It was in constant motion and it was happening so fast. I didn’t know I was fast until I became familiar with time. I saw birth, life, and death. Species of all kinds! Living, evolving, dying. The more I looked, the slower things became.

Once things started to slow down, I was able to see faces more clearly. I was able to distinguish different faces and different regions of this orb. Of Earth. The faces were easier to see on the dark side of Earth, on the night side. I perched myself on the ridge of one of the craters of the moon and looked ahead. Around me were the suns that formed constellations, that lent me life, and ahead of me a constellation of cities mirrored them. I stayed there peering into the world. I even dared to enter their atmosphere! Perhaps I’ve become a little more daring now that I’ve looked a little closer.

I slowly made my descent to a spot on Earth. I traced the edges of the clouds making them sparkle and glitter on my way down. Behind me suns-- the stars speckled the blue velvet sky like diamonds. Other starlight. My brothers and sisters. I wondered if they’ve ever done this before. I’ve no container, no body to hold me. It makes it easier to float, bounce, and swirl. The rooftops are dressed in a light sheen of dew drops. The full green leaves on the trees are weighted down by the heavy drops of water, water that plummets down into a waiting spider web and elegantly decorates the net. More diamonds! Like my brothers and sisters. My own light makes everything sparkle as I make my way through a residential area. I tickle the little flock of moths that were convening at a lamp post, chuckling to myself as they disperse slightly. I continue through and stop to just observe. A building marking the end of the residential area houses a small cafe. It looks like its occupants are closing up shop for the evening. Three people come out of the shop. Two linger while the smaller one, a man, locks the door. The tallest, a woman shimmies into her magenta colored jacket. In the light the jacket must be a bright fuschia color, but the dark of the night has muted the color a little. She talks to the slightly shorter woman next to her as they wait for the man to finish locking up. They shiver slightly and all run for the same car. A little red car with a broken tail light.

I’d warn them of the broken tail light, but what can I do? I’ve seen layers of centuries of this world flash before me. Flash before I could even understand what I was witnessing. By the time I realized I was seeing wars and death unfold before me, it was too late. In other words: I wasn’t able to stop life-altering catastrophic events from happening as they were happening; what harm will a broken tail light cause in the grand scheme of things?

I shimmer through the night into backyards and make my way up hilly streets. I caress the spines of stray cats and make my way into a field a little bit beyond the residential area. This field is illuminated by my brothers and sisters. This field looks like their personal stage to look at. They feel closer to the ground here than they ever felt when I’m up there with them. A stage. What does the stage show? Somewhere near the line of trees that separate the surrounding neighborhoods and the field is a large tall woman. She lays alone on her back. Her dark long hair framing her head. A dark halo splayed around her. Her pale skin contrasted by the dark flowy yet warm clothes she wears.

Her dark eyes reflect the sky above her. I can see my siblings in her eyes! And she looks so happy to see them. A gentle music comes from her. No no. Not from her, from the phone in her hands. Her hands hold the small device over her chest. It's a love song. A ballad with soft instruments. Strings and a little percussion. Some wind too. Her mouth moves a little and I realize she is singing along. The lyrics are not sad. They sound like a love letter to a far away lover.

I want to look at her closely. I want to see my siblings. I’m realizing I miss them. I get closer to her and it feels like my siblings crowd closer to the field. Their invisible force makes it feel cozier. I still get closer. I want to see her face right below me. See my siblings through her eyes. A hum in the corner of the universe plays. Like the strum of the string of a harp. I want to get closer and I do. I’m so close now. I see a light blush on her cheeks. I reach out and caress her face, illuminating. The high points of her cheeks that form as she smiles when I touch her face. I look into her eyes and in that moment everything goes still. It goes cold and quiet. It feels like I’m back in space. Her eyes widen slightly with a little bit of fear and surprise pooling in them. She blinks. I blink and I feel. The ground hard beneath me is so cold and the stars above me seem to dance slightly. I sit up and it worries me. I can feel and move in ways that require so much thought and coordination. Something is weighing me down. A body. The woman's body. I feel her with me. She is to the side in this container. We now occupy the same body I realize.

27.01.2025